El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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viernes, 1 de marzo de 2013

TERRORISMO Y FASCISMO DE MERCADO


TERRORISMO ECONÓMICO Y FASCISMO IMPOSITIVO EN ACCIÓN

Por Sergio D. Aronas – 02 de marzo de 2013

            Una salvaje solicitada aparecida en el sitio de internet del partido Unión por Todos cuyo referente principal y fundadora es la Sra. Patricia Bullrich cuya increíble capacidad para cambiarse de partidos en los últimos quince años asombra por los bruscos cambios de sus giros ideológicos y que ahora la han colocado en el arco opositor de la actual Presidente de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner quienes tiene el mismo origen político: el peronismo.

            Con esta introducción quiero destacar el horroroso y bestial conjunto de “ideas” que un afiliado de esa Unión por Todos, el abogado Carlos Maslatón, antiguo militante de la Unión de Centro Democrático (Ucede) organización política fundada por el ya fallecido capitán del Arma de Ingenieros del Ejército, Álvaro Alsogaray, según el modelo de la homónima española y conspicuo sostén, ideólogo y defensor de los golpes militares en la Argentina, ministro de Economía durante la gestión de Arturo Frondizi y consejero especial en asuntos económicos internacionales del gobierno de Carlos Menem. Alsogaray por su afinidad incondicional con la política de las diferentes administraciones norteamericanas fue llamado “Essogaray” y le tocó anunciar a la población en discurso en cadena  - como una linda y encantadora forma de celebrar el fin de año 1989 – el lanzamiento del plan Bonex con el cual realizó una ilegal confiscación de depósitos a plazo fijo y los depósitos en cuenta corriente porque los dineros de los ahorristas guardados en los bancos fueron canjeados por los bonos externos serie 1989 (Bonex 1989) a diez de plazo. Este se produjo en el marco de la hiperinflación galopante que llegó al 4000% anual, con aumentos de precios de tres dígitos (675%); un dólar que había aumentado un 12.000%, el índice bursátil de la Bolsa de Buenos Aires ronda el 18.000% y un cuadro social y económico desesperante.

            He aquí el terrible panfleto del Sr. Maslatón que más terrible no puede ser:

“Mensaje para todos los productores de granos de la República Argentina

Hoy, como nunca antes en la historia nacional, es legítima la evasión tributaria, aunque el gobierno la repute como criminal. Cada peso que se le pague a la dictadura kirchnerista será malversado y puesto al servicio de la consolidación del régimen. Cada peso y cada dólar que ustedes conserven, será salvado del desastre y podrá ser invertido eficientemente en el momento de la redención republicana, que está más cerca que lejos. Las siguientes actividades convienen a los intereses objetivos de la Patria:

1) Acaparar granos en silos-bolsa; 2) Realizar contrabando sin pasar por la confiscatoria Aduana Argentina, eludiendo retenciones y cualquier otro impuesto; 3) Subfacturar exportaciones;4) Retener divisas en el extranjero sin liquidárselas a tipo de cambio miserable a la tiranía; 5) Mantener cuentas bancarias o efectivo en el extranjero resultante de sus actividades productivas fuera del conocimiento de la organización hitleriana AFIP.

Promoveré personalmente amnistías para todo productor que desarrolle cualquier conducta descripta, si acaso el actual aparato represivo del estado instruyera acciones penales o civiles en contra de quienes con su esfuerzo generan gran parte del producto nacional bruto y son esquilmados para subsidiar a empresarios ladrones que fabrican basura a precios carísimos y que, de remate, necesitan protección aduanera para seguir robándonos cada día del año”.

Hasta el mensaje, Como no soy abogado ni experto en leyes no puedo decir si eso es apología del delito en stricto sensu. Pero incitar a la evasión impositiva que las leyes argentina consideran como una gravísima falta y que la ley Penal Tributaria establece  en su artículo 1º que será “reprimido con prisión de dos (2) a seis (6) años el obligado que mediante declaraciones engañosas, ocultaciones maliciosas o cualquier otro ardid o engaño, sea por acción o por omisión, evadiere total o parcialmente el pago de tributos al fisco nacional, al fisco provincial o a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, siempre que el monto evadido excediere la suma de cuatrocientos mil pesos ($400.000) por cada tributo y por cada ejercicio anual, aun cuando se tratare de un tributo instantáneo o de período fiscal inferior a un (1) año” (Art. 1, Ley 26.735, T.O, 2011).

I) La supuesta evasión legítima

            Calificar de legítima la evasión tributaria es una bestialidad que nadie puede admitir salvo los suizos cuya legislación no considera delito evadir impuestos. Creo que los especialistas en impuestos tanto los teóricos que se dedican a estudiar los sistemas impositivos comparados y que recomiendan normas para la aplicación de determinados tributos, como los profesionales contadores que trabajan en liquidarlos y presentar las declaraciones juradas de sus clientes, como así también a los legisladores que crean leyes nuevas o reforman las actuales vigentes. Ni siquiera a la población se le puede ocurrir de la evasión impositiva pueda ser un acto legítimo en circunstancias como las actuales donde el comercio exterior de los amigos del campo marcha bastante bien y podría andar mejor si las inclemencias meteorológicas lo permitan y las políticas del gobierno – que ha hecho mucho por promover las exportaciones – contribuyan a seguir ganando mercados.

Las quejas de estos señores no tienen punto de apoyo ni razón ni sentido porque lo que han ganado en estos años destruye toda crítica a la supuesta crisis del sector puesto que aun con las retenciones que pagan siguen ganando millones de dólares. El problema es que en lugar de ganar el 100% , los pobrecitos ganan el 80% o 90%

II) Terrorismo económico y fascismo de mercado

            Aquí viene el plan de terrorismo económico para destruir la base tributaria del estado promoviendo la insurrección fiscal y la ilegalidad más absoluta en materia de impuestos por parte de los grandes contribuyentes que como el agro, varias veces han sido denunciados por sus maniobras dolosas, evasoras que pueden realizar las empresas que cuentas con poderosos bufetes de abogados, tributaristas que no tienen ningún problema en aconsejar y asesorar la mejor forma de evadir impuestos a sus clientes.

            El plan de cinco puntos para aliviar a los pobres dueños de las tierras argentinas, a los llorones que nunca para de quejarse porque siempre están mal. Convoco al pueblo argentino a realizar una campaña de solidaridad a los terratenientes de la Argentina tanto los nacidos en el país como a los extranjeros para que puedan estar un poquitito mejor para renovar sus fabulosas 4x4, comprarse los Peugeot 3008 (en $215.000) o la increíble Hyundai Santa Fe ($ 350.000) y algún otro placer que solo ellos pueden brindarse en su exhibición inmunda de su riqueza. No se olviden que Uds están condenados por la historia a la hora de determinar cómo amasaron su fortuna en nuestro país y como muy decía un economista francés del siglo XIX: “El derecho de los terratenientes tiene su origen en el robo”, palabras de Jean Baptiste Say. Vale la penar recordarlo.  

1) Acaparar los granos en silo-bolsa tiene la ventaja de la rápida disponibilidad del producto cosechado en el propio campo y ésta puede mantenerse hasta cuatro años realizando una serie de cuidados derivados de las buenas prácticas agronómicas que permitan preservar el producto. Esta es la función de este instrumento surgido en los años noventa al amparo del nuevo paradigma productivo en el agro basado en los cultivos transgénicos, en el sistema de la siembra directa y el uso de agroquímicos, herbicidas, pesticidas y agrotóxicos con el fin de salvaguardar los cultivos durante todo el ciclo.
Acaparar no es otra que cosa que provocar desabastecimiento, provocar alzas de precios artificiales y originar una crisis que puede afectar a la población por que el producto del campo no es más ni menos que alimentos para los habitantes de la Argentina y con la idea de este señor lo único que quiere llegar es a un cuadro de ilegalidad completo permitiendo la creación de mercado negro. Si hubo algo que caracterizaba a la actividad agropecuaria era su transparencia por la existencia de diversos mercados y bolsas que ubicara y definiera claramente a los actores de la producción agrícola. La Argentina ha conocido perfectamente adónde apunta no abastecer al mercado interno de los alimentos necesarios y suficiente para mantener en buen estado de salud a los ciudadanos argentinos.
El mecanismo especulativo que pretende crear acaparando los cereales se basa no sólo en guardarse los granos sino que afectar al mercado cambiario de la siguiente forma:

              Cuando hay expectativas al alza de la divisa extranjera, el exportador  prefiere no comprar con lo cual   disminuye la oferta.
    Cuando hay expectativas a la baja de la divisa extranjera, el exportador decide comprar hoy cuando lo cual aumenta la oferta.

2) El contrabando es un delito que está penado en el código aduanero argentino y abarca un capítulo importante en una serie de artículos que van desde el 860 al 990.
El contrabando tiene una larguísima historia en la Argentina que se remonta con la llegada de los españoles en el siglo XVI y como consecuencia del tipo de vínculos comerciales impuesta por la Corona Española (hasta 1700 estuvieron la casa austríaca de los Habsburgo) que únicamente se podía comerciar con la metrópoli de Madrid, se desarrolló el sistema del contrabando como forma de tener contacto con otras regiones y países en materia negocio y eludir el monopolio de los colonizadores españoles.
Realizar contrabando no es otra cosa que infundir el comercio absolutamente ilegal, al margen de la ley, de los controles y de toda ética. Claro pedirle ética a los defensores de los terratenientes que en pleno siglo XXI siguen reprimiendo, robando y confiscando como hacen en Santiago del Estero contra el Movimiento Campesino de esa provincia hasta llegar directamente al asesinato de militantes de dicha agrupación. Si estas son las ideas económicas que quieren aplicar contra la Argentina los neoliberales, es una clara demostración precisamente que no tienen ideas acerca de cómo se debe defender la producción agropecuaria en todos los niveles. Pero no solo es sobre este importante sector económico, sino de todas las industrias productivas, de las industrias manufacturas y de las que se relacionan con el comercio exterior. Promover el contrabando es incitar a la violencia y al terrorismo económico y hoy no estamos para sostener este siniestro aventurisimo como práctica y política comercial.

3) El tercer punto de este bello programa para incorporarlo a los manuales de Economía Política que propone este señor es la subfacturación de exportaciones que es otro delito que se comete en el comercio exterior cuando se emiten las facturas de venta al exterior por un importe menor al que existe en los mercados. Con este mecanismo, al fisco van a ingresar menores divisas, pagarán menos impuesto a las ganancias porque en la contabilidad de las empresas registran dichas ventas por valores inferiores a los que debería ser.   

4) Los llorones del campo que durante la convertibilidad no se quejaba del uno a uno ya que fueron los años donde empezó a forjarse el modelo de monocultivo de la soja genéticamente modificada con su método de producción basado en la siembra directa, la tecnología de maquinaria como sembradores, cosechadoras, tractores que podían importar porque lo permitía la apertura de la economía con los bajísimos aranceles, más los agrotóxicos como el glifosato. No se quejaban porque no había retenciones y todo lo que exportaban se lo guardaban ya que el precio que cobraban estaba libre de impuestos y como la revolución tecnológica tanto de la siembra directa que redujo mucho los costos de producción como las nuevas máquinas para el agro, constituyeron un cuadro que permitió mejorar el rendimiento por hectárea con lo cual la rentabilidad del sector crecía.

En esos mismos años se prodúcela liquidación de las Juntas de Reguladoras de granos y de carne dejando todo al libre albedrío del dios mercado que contribuyó de manera notable a la destrucción de miles de fuentes de trabajo en el país. Y sin embargo, los caníbales que fueron los padres de este monstruo se los sigue convocando a los medios de comunicación para que digan que en los ’90 estábamos mejor. No tienen vergüenza cuando dicen las barbaridades que dicen. El estado desapareció en el mercado agropecuario por lo que los dueños de los campos pudieron realizar sus libremente sus sustanciosos negocios y que aprovecharon para ajustar cuentas con los trabajadores del sector para someterlos a la explotación colonial y esclavista.  

Hablar de tipo de cambio miserable de la tiranía es un bestialismo jurídico y político que no resiste el menor análisis y que solo muestra el grado de desesperación superlativa de este sector que nunca se lleva bien con los gobiernos elegidos democráticamente por el pueblo y prefiere como siempre han preferido, el regreso a la edad de piedra bajo la protección de las dictaduras militares a la que siempre recurrieron cuando peligraban sus privilegios y granjerías. Además gracias a la fortísima devaluación del peso del 300%, es decir, por golpe dado por la varita mágica, empezaron a acumular fortunas incalculables en el marco de una miseria espantosa provocada por un gobierno al que tanto apoyaron y las nuevas autoridades legalmente constituidas no podían quedarse brazos cruzados frente a una tremenda transferencia de recursos.
Y ahora también están ganando, claro que ellos consideran que no. Ganan un poco menos, pero no dejan de ganar y de obtener ingresos a un tipo de cambio altamente favorable y si se quejan de no ser así, no es por culpa de la “tiranía”, sino de su sacrosanto pontífice apostólico dios mercado manejado y dominado por las grandes empresas exportadoras de los países imperialistas que son los que imponen las formas de comerciar en el mundo, y sobre el cual la Argentina no tiene mucha incidencia por más que sea el tercer productor mundial de la soja.  

5) En el último propone que los productores del agro mantengan sus cuentas bancarias en el extranjero al margen de toda posibilidad de control o cruzamiento de datos de la autoridad fiscal argentina a la que tiene la desfachatez de llamarla “organización hitleriana”. Con esta expresión el grano de locura de estos muchachos es indescriptible. Además que recurra a los estudios de la ONU y de CEPAL para ver cuál es el grado de presión tributaria que existe en nuestro país y se dará cuenta lo bajo que es respecto a los países que tienen un PBI similar al argentino.
Por último y para ir terminando con este mamotreto económico e impositivo, tiene razón cuando dice que hay empresarios que fabrican basura pero no identifica ni qué empresarios, qué empresas y qué productos. 

Y en el campo al que va a defender si cumplen con este programa, ahí sí que existen proveedores de verdaderas basuras y sanguinarios productos como esa porquería de contaminantes y envenenadores de la naturaleza llamada agroquímicos, agrotóxicos cuyo exponente máximo es el glifosato, todos estos deberían ser prohibidos en todo el país. Profundos estudios e investigaciones realizadas por médicos, sociólogos, ingenieros agrónomos y economistas han demostrado los efectos devastadores que tienen el uso de ese producto basura que utilizado por los productores de la soja transgénica mediante aviones fumigadores a la manera de los stuka de los nazis alemanes están contaminando y destruyendo por completo el medio ambiente y el sistema ecológico de la Argentina. Estas son auténticas organizaciones hitlerianas porque aniquilan los campos por su uso indiscriminado, bestial y descontrolado que han provocado una mutación demográfica en muchas ciudades por los nuevos desplazamientos de las masas campesinas que no pueden aguantar el clima enrarecido que causas estos verdaderos vuelos de la muerte. Los campesinos, los trabajadores que viven en el campo apegado a la tierra, en las siembra, en las cosecha, en la zafra, fueron quien perdieron duramente durante los años noventa y basta ver las tierras fumigadas, deforestadas para comprobar cómo los amigos del campo convirtieron los bosques en tierra para amplificar el agro sojero.

            Parafraseando al escritor Gabriel García Márquez si el coronel ya tiene quien le escriba, a los evasores para que ya tienen quien los defienda. Veremos quién gana.