El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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domingo, 10 de marzo de 2013


CHAVEZ EN LA HISTORIA LATINOAMERICANA Y MUNDIAL

Por Sergio Daniel Aronas – 10 de marzo de 2013

            Este es mi segundo artículo dedicado al recientemente fallecido Presidente de la República Bolivariana de Venezuela y lo que puede observarse son las impresionantes repercusiones que ha tenido en todo el mundo su desaparición física donde las demostraciones de afecto, cariño y congoja vistas en todos los rincones del planeta, ha sido un rayo que no cesa porque siguen y seguirán publicándose artículos, notas, semblanzas y videos de homenaje a quien fuera un grande de la historia latinoamericana y mundial de finales del siglo XX y comienzos del XXI.
            Cuando murió Karl Marx (1818-1883), el gran cubano José Martí (1853-1895) pronunció un discurso en su homenaje diciendo que “como se puso del lado de los más débiles merece honor”. El pueblo venezolano cumplió heroicamente con este precepto al rendirle a su Comandante Presidente los más altos honores de agradecimiento y un sentimiento de profunda tristeza por el fallecimiento de quien lo dio todo por el pueblo de su país, por los pueblos latinoamericanos y por los pueblos del mundo.
            Los partidos revolucionarios del planeta de cualquier tendencia de izquierda que sean, deberán asimilar y aprender vivamente la gran experiencia de conducción política de masas para llevar la grandísima y dificilísima tarea de cambiar las bases económicas del orden capitalista imperante. Deberán aprender cómo se construye poder popular, cómo se transmite y se educa al pueblo en la magna tarea de ser protagonista de una revolución social, que se identifique con ella y ese poder nuevo que está naciendo y se está forjando tenga a los hombres y mujeres en el centro de atención de todas las prioridades, educándolo para la tarea de saber dirigir su propio proyecto que el Comandante Hugo Chávez puso en marcha en febrero de 1999 en una situación nacional e internacional muy complicada.

            La revolución bolivariana bajo la conducción de Hugo Chávez fue y seguirá siendo un volcán que no se apagará y no se extinguirá en la medida que el pueblo sepa defender las conquistas logradas y puedan seguir avanzando en la camino por él trazado. Es lo que en su último discurso en cadena nacional pronunció el 8 de diciembre de 2012 como la “vía venezolana al socialismo” y como no hay un modelo y en un espejo en el cual mirarse y decir si este proceso es o no revolucionario, cada país tiene el derecho de construir la sociedad que más le convenga y por más que los lunáticos de la ultraizquierda que siempre se proclaman como los supra revolucionarios y/o vanguardia esclarecida que se atreven a decirle a todo partido, frente o movimiento que llega al poder y quiere modificar de raíz las bases económicas de su país, ante Venezuela deberían bajar el tono de sus críticas y estudiar concienzudamente los 14 años de gobierno de Hugo Chávez. Su gobierno ha demostrado la necesidad de transformar la mente, el pensamiento, los puntos de vista de la población, eso que el marxismo llama factor subjetivo. Pues bien, vean en Venezuela las experiencias de este proceso, compararlo con otros similares, ver las características de cada uno y ver que aportaron a la formación de una sociedad y nueva consciencia social: es el debate del hombre nuevo que en Cuba el Che planteó con mucha rigurosidad. Estudiar la revolución bolivariana, implica analizar las distintas etapas de su desarrollo comenzando por el movimiento de febrero de 1992 cuando el entonces Tte. Cnel. Hugo Chávez asume la responsabilidad y la derrota del derrocamiento del gobierno neoliberal y sanguinario de Carlos Andrés Pérez cuyas fuerzas represivas mataron más personas que en la batalla de Ayacucho para darse cuenta del carácter bestial de este gobierno democráticamente elegido y que traicionó vilmente su programa de gobierno para embarcarse en el portaaviones del FMI. Contra esas políticas de malos gobiernos se alzó el Movimiento Bolivariano encabezado por Chávez dando así su aparición en la historia política de Venezuela en la terrible década de los noventa en América Latina. La prisión a la que fue condenado durante dos años, como decía Lenin, fue su Universidad porque ahí reflexionó, escribió y pensó seriamente como reconstruir su Patria devastada por tantos años de miseria en un país que es un manantial de petróleo en el cual todos sus habitantes podrían vivir dignamente. Y el Comandante Presidente desafió al imperialismo, desafió a la oligarquía industrial y financiera para levantar a Venezuela y poner la riqueza de la Nación al servicio del pueblo y de ese rumbo nunca se apartó. No traicionó sus convicciones. No se rindió a los cantos de sirena de los millones de dólares. No se vendió a ningún poder y a los que quisieron callarlo no pudieron. Los que quisieron matarlo no pudieron. Los que quisieron derrocarlo no pudieron. Y ahora toda esta derecha baila de alegría la muerte del Presidente Chávez como si pudieran ahora mismo alzarse con el gobierno y restaurar el antiguo régimen donde la burguesía de los partidos Copei y Acción Democrática se alternaban en el gobierno sin tocar un milímetro la estructura económica de Venezuela. Por eso la Revolución Bolivariana debe estar atenta y alerta de las declaraciones de los Jefes imperiales de Estados Unidos y la Unión Europea acerca de la “recomposición de relaciones” que podría darse como consecuencia del cambio presidencial.

El presidente venezolano fue un hombre prácticamente autodidacta que leyó cuanto libro de historia, política, sociología, economía y temas militares del que era su especialidad por haber sido coronel del Ejército, la mitad del planeta expresa su tristeza por su muerte lo que demuestra que alguien tan demonizado por los medios de comunicación dentro y fuera de su país, tenía el fuego sagrado de la palabra lisa, directa y llana que calaba hondo en la consciencia de los más humildes con cuyo gobierno empezaron a sentirse verdaderos ciudadanos. Su lectura predilecta fueron los discursos y escritos de Simón Bolívar junto al cual leía a otros grandes de América Latina como Salvador Allende, Fidel Castro, Che Guevara, Eduardo Galeano, los autores clásicos de siempre Marx, Engels, Lenin, Trotzky, Rosa Luxemburgo y los sociólogos e investigadores como Noam Chomsky, Walden Bello, James Petras, Atilio Borón y muchos más que le dieron forma a su concepciones políticas e ideológicas.

Chávez fue como debía ser, muy querido por las masas pobres en todo el mundo. Pocos Presidentes tenían la valentía de decirles en la cara a los imperialistas lo criminales que son.  Muy pocos tenía era habilidad para comunicarse con el pueblo y porque hablaba su mismo idioma pudo ser entendido, comprendido y votado masivamente en cada elección

No podamos de mencionar las opiniones que el imperialismo mundial tenía sobre Chávez vivo y aun muerto le siguen faltando el respecto. En un comunicado firmado por el congresista republicano Edward Royce por el estado de California y presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Congreso de los Estado Unidos, dijo las siguientes vomitivas expresiones de odio implacable y que reflejan buena parte del pensamiento ideológico de las estructuras del poder el imperio: “Hugo Chávez era un tirano que obligó al pueblo de Venezuela a vivir en el miedo. Su muerte mina la alianza de dirigentes izquierdistas anti-estadounidenses en América del Sur. Qué alivio que se fue este dictador” (http://www.elmundo.es/america/2013/03/06/venezuela/1362573014.html).

Su voz fue la de inspirar Revolución y Socialismo con un coraje a prueba de balas frente a una situación mundial caracterizada por el supuesto triunfo de la contrarrevolución capitalista iniciada en noviembre de 1989 y que tuvo sus broches de oros con la reunificación alemana en octubre de 1990 y la desaparición de la Unión Soviética en diciembre de 1991. Ahí las voces vencedoras de las potencias capitalistas, al igual que Adolph Thiers quien sobre los cadáveres de los obreros fusilados en la Comuna de París de 1871 afirmó que el socialismo se acababa para siempre en la faz de la Tierra. Pues bien a partir de 1991 empezaron a lanzar sus gritos de victoria con el entierro del socialismo que conocimos entre 1917 y 1991. Ese sueño imperialista le duró poco porque en América Latina a finales del siglo XX, en Venezuela apareció un hombre destinado a hacer y a escribir una nueva historia en el mundo. Levantando al gran Simón Bolívar que en su época nos advertía acerca del peligro que se cernía sobre América Latina la política exterior de los Estados Unidos, política que otros revolucionarios sucesores de Bolívar como Francisco Bilbao en la década del sesenta del siglo XIX volvieron a insistir en ese peligro, comenzó a instalarse en Nuestra América la idea de unidad continental como nunca antes se había logrado, sobre la base de reivindicar la Revolución y el Socialismo que parecía condenada su entierro definitivo.
La ventaja que tuvo Chávez fue la de ser un hombre cuya formación intelectual no estuvo influenciada por el viejo dogmatismo de izquierda con lo cual su mirada por y para la revolución comenzó a gestarse con las figuras de la historia latinoamericana extrayendo de ellas lo mejor de su pensamiento y acción en la tarea de construir su propio programa de gobierno. Esa visión latinoamericana y la búsqueda de nuevos caminos para transformar a su país tan golpeado por la crisis de los años noventa, fue uno de los aportes más importantes a la magna causa revolucionaria, usando un nuevo lenguaje, no tan intelectual ni tan difícil, sino todo lo contrario, hablando claro, preciso y directo para que el pueblo sepa de qué se trata. Por eso fue tan odiado, denostado, demonizado por los medios de comunicación opositores dentro y fuera de Venezuela que lo tildaron de dictador, tirano, megalómano, déspota; todos calificativos que no resisten la mínima prueba de la verdad porque si era como decían que era sus enemigos, no se puede entender que más de un millón de venezolanos salieran a las calles a homenajear a su presidente.
El gobierno de Venezuela recibió condolencias y mensajes de respeto y de homenaje de muchos partidos y organizaciones revolucionarias, entre los que se destacan los partidos comunistas de Venezuela, de Cuba, China, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Perú, Bolivia, Uruguay, Serbia, Vietnam, Corea del Norte, Filipinas, Polonia, México, República Dominicana, Sudáfrica, Siria, Rusia, Belarús, Ucrania; fuerzas de izquierda de Barbados, Guinea Bisseau, de Argelia, la Federación Sindical Mundial (FSM), de Timor Oriental, de la isla de Martinica, de los países árabes. Esto es apenas una pequeña muestra que desde todos los rincones del planeta, la figura del Presidente Chávez era muy querida y sentida como el hombre que hizo despertar la consciencia política en los pueblos que fue dormida por la contrarrevolución imperial.
El Comandante por el lugar que ha ocupado y por el papel que ha desempeñado en la lucha por una sociedad de nuevo tipo, es a partir de ahora patrimonio histórico y revolucionario de la humanidad.