El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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domingo, 8 de marzo de 2015

GRECIA: UNA IZQUIERDA QUE TIENE POCO DE IZQUIERDA

Por Sergio Daniel Aronas – 01 de marzo de 2015


El nuevo partido gobernante de Grecia, la Coalición de Izquierda Radical (SYRIZA) bajo la conducción de Alexis Tsipras, realmente debe tener muy poco de izquierda y sus militantes el estómago revuelto, al tener que soportar una alianza con la derecha nacionalista de los “Griegos Independientes”, cuyo presidente Panos Kamenos es un declarado belicista en sus relaciones con Turquía por la disputa que tienen con la isla de Chipre desde 1974 y es un férreo defensor de las bases militares que la OTAN tiene en Grecia.

No crean que este partido se atreverá a patear el tablero de la troika europea ni pensar que llegó a Atenas la marea roja para tomar por asalto el Partenón, o que cambiarán las bases económicas del país sumido en una crisis terrible.

No festejen tanto con este partido porque como escribió Karl Marx en la primera página de su cada vez más vigente “El 18 Brumario de Luis Bonaparte” los grandes hechos y personajes de la historia aparecen dos veces: la primera como tragedia (la crisis económica) y la segunda como farsa (la victoria electoral de Syriza), un de partido que siempre termina sucumbiendo frente a los sectores que declaran combatir y esta vez no será la excepción.

Y si alguien tiene dudas de ello, pueden leer por internet el lamento del eurodiputado Manolis Glezos, un histórico de la izquierda griega, militante y combatiente comunista que ahora apoyó a esta supuesta izquierda radical. Fue héroe de guerra y de la resistencia al fascismo hitleriano y quien el 30 de mayp de 1941 junto Apostolos Santas en una operación temeraria y llena de valentía, quitaron de la Acrópolis la bandera nazi símbolo de la invasión y ocupación de su país, pidiendo perdón al pueblo griego por contribuir a crear esta ilusión (Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Manolis-Glezos-Pido-disculpas-al-pueblo-griego-por-haber-contribuido-a-crear-esta-ilusion).

Manolis Glezos es una personalidad altamente autorizada y respetada que con sus 93 años sigue dando batalla a los imperialistas, a la oligarquía y a los saqueadores del pueblo griego

La clave de la solución política a la crisis económica y financiera de Grecia dependerá de la manera en que enfrente a las pretensiones imperiales de los organismos multilaterales de crédito en la discusión sobre la deuda externa que nos recuerda a lo que vivimos en América Latina durante 30 años. El pueblo griego debe estar alerta que no hay solución mientras el Fondo Monetario Internacional se meta en los asuntos internos del país y quiera colocarse como árbitro para resolver esos problemas que contribuyeron de manera decisiva a provocarlos. Con la mayoría que tiene Syriza y el poder que el pueblo le dio a su nuevo Primer Ministro, el gobierno tiene justificadas razones y poderosos motivos para plantear el repudio de esta deuda en el marco de la doctrina de la deuda odiosa porque no ha beneficiado para nada al pueblo todos los crédito que recibieron durante los gobiernos anteriores y si son capaces de unir a los demás sectores de izquierda con el Partido Comunista a la cabeza, tendrán la suficiente fuerza y apoyo para rechazar las demandas imperiales de la troika y recuperar los derechos soberanos que le están usurpando al impedirles usar sus bonos para pagar los intereses que se les reclama. Esta actitud insólita de la banca es una especie de declaración de guerra económica, pero el gobierno de Tsipras quiere calmar a los bancos y al gobierno alemán insistiendo en que cumplirá sus compromisos. Una vieja historia que en la Argentina la conocemos perfectamente porque la vivimos 30 años. Nunca saldrá de la crisis bajo la tutela del imperio de la troika,


YANIS VAROIFAKIS: UN MARXISTA MAS ERRADO QUE ERRATICO

Por Sergio Daniel Aronas – 08 de marzo de 2015

Se dio a conocer la traducción al español de una exposición que el economista griego Yanis Varoufakis ofreció en un encuentro correspondiente al VI Festival Subversivo realizado en al ciudad de Zagreb en mayo de 2013. Con pretensiones de disertar sobre la crisis financiera internacional y con ánimos de pronunciar una crítica feroz a la economía neoliberal dominante en el mundo, Varoufakis intenta demostrar los errores que cometió Karl Marx para que la izquierda en todos los países no sigamos cometiendo los mismos errores del genio alemánEl comentario que el actual ministro griego de Finanzas Yanis Varoufakis, el economista de moda y muy admirado por la troika europea y que no sería nada raro que los camaradas del Banco de Estocolmo le concedan el Premio Nobel (de ser así Don Alfredo desearía meterse la dinamita ahí donde la espalda cambia de nombre) realizó sobre los errores teóricos de Marx son verdaderamente disparatados y evidencian pésima lectura de sus libros. Así se expresó en dicha conferencia:

“El segundo error de Marx, al cual le adscribo por comisión, fue peor. Fue su suposición de que la verdad del capitalismo podía ser descubierta en la matemática de sus modelos. Este fue el peor deservicio que podría haberle entregado a su propio sistema teórico. El hombre que nos equipó con la libertad humana como un concepto económico de primer orden; el erudito que elevó la indeterminación radical a su justo lugar dentro de la economía política; él fue la misma persona que terminó por quedar jugando con modelos algebraicos simplistas, en los cuales las unidades de trabajo eran, naturalmente, completamente cuantificadas, esperando en contra la esperanza de evidenciar de estas ecuaciones algunas introspecciones adicionales sobre el capitalismo. Luego de su muerte, los economistas marxistas mal gastaron largas carreras indulgiendo en mecanismos escolásticos similares. Completamente inmersos en debates irrelevantes sobre “el problema de la transformación” y que hacer al respecto, ellos eventualmente se volvieron una especie extinta, mientras el gigante neoliberal aplastaba toda la disidencia a su paso.”

Marx jamás utilizó ecuaciones, ni creó un modelo matemático y/o algebraico para explicar su teoría acerca del funcionamiento del capitalismo y no podía construirse ese tipo de modelos con ese aparato matemático porque todavía no estaba pensado su uso para estudiar economía. Recién con la “contrarrevolución marginalista” se hizo extensiva la matemática como un intento de mitigar los devastadores efectos que el primer tomo de El Capital provocó en las clases dominantes europeas.  Los conceptos que aportó Marx a la economía fueron expresados desde el punto de vista matemático tanto como igualdades como relaciones y como cocientes entre esas variables para definir la plusvalía y el capital en sus diversas formas y composición y cómo se desempeñaba en el sistema productivo. Ni siquiera en el Tomo II donde Marx desarrolla sus modelos de reproducción simple y ampliada y que tanto atrae a los economistas burgueses, se puede ver algún sistema de ecuaciones o alguna función con derivadas, integrales, diferenciales, ecuaciones en diferencia o temporales o matrices que tanto alarma al errático profesor Varoufakis. Si tiene que echarle la culpa a alguien por transformar el pensamiento teórico de Marx en modelos matemáticos que le pegue a Paul Samuelson a quien le encantaba expresar todo en forma matemática como hizo con Adam Smith; que se le agarre con los economistas soviéticos que en los veinte del siglo pasado cuando crearon los métodos de planificación (lean el libro de V.S. Dadayan. Modelos Macroeconónicos, Ed. Progreso, 1980 y el pobre Marx se pega un tiro), que le pegue a Andras Brody, Moiki Morishina, a William Bauamol, a los italianos Luigi Pasinetti y Piero Sraffa y otros de la misma especie. Si quiere entender el verdadero sentido de la teoría de Marx que lea atentamente el capítulo titulado “La fórmula trinitaria” del tercer tomo de El Capital que refuta tus erradas ideas sobres los supuestos errores que le atribuís incorrectamente.  
La segunda terrible inconsistencia a mi modo de ver, es el planteo que hace Varoufakis de creer que el capitalismo, el sistema que provocó la crisis financiera y arrasó a varios países de la eurozona, es el mismo y único que puede sacarlos de esa crisis que ya lleva varios años y cuyo final aun no se sabe cuándo y cómo será. El economista griego lo dice de esta forma:
“La lección que Thatcher me enseñó respecto a la capacidad de una recesión de larga duración para socavar las políticas progresivas es una que cargo conmigo hasta la presente crisis europea. Es, en efecto, el determinante más importante de mi postura en relación con la crisis. Esta es la razón por la cual estoy feliz en confesar el pecado del cual soy acusado por algunos de mis críticos en la izquierda: el pecado de escoger no proponer programas políticos radicales que busquen explotar la crisis como una oportunidad para derrocar al capitalismo europeo, para desmantelar la terrible eurozona, y para socavar a la Unión Europea de carteles y de banqueros en bancarrota.
Sí, me encantaría llevar a cabo tal agenda radical. Pero, no, no estoy preparado para cometer el mismo error dos veces. ¿Qué logramos en Gran Bretaña a comienzos de los 80 al promover una agenda de cambio socialista que la sociedad británica despreció mientras caían de bruces en la trampa neoliberal de Thatcher? Precisamente nada. ¿Qué lograremos hoy al hacer un llamado al desmantelamiento de la eurozona, de la misma Unión Europea, cuando es, en efecto, el capitalismo europeo está haciendo lo que puede por socavar la eurozona, la Unión Europea?
Una salida griega, portuguesa o italiana de la eurozona nos llevaría pronto a la fragmentación del capitalismo europeo, cediendo paso a una preocupante región de superávit de recesión al este del Rin y al norte de los Alpes, mientras que el resto de Europa estaría bajo la empuñadura de una cruel estanflación. ¿Quién creen que se beneficiaría de este desenlace? ¿Una izquierda progresista que, cual ave fénix se elevaría desde las cenizas de las instituciones públicas de Europa? ¿O los nazis de Amanecer Dorado, los clasificados neofascistas, los xenófobos y los vendedores de los mercados negros? No tengo absolutamente ninguna duda de la cual de los dos le irá mejor luego de la desintegración de la eurozona.
Yo, por mi parte, no estoy preparado para soplar frescos vientos en las velas de esta versión posmoderna de los 30s. Si esto significa que nosotros, los apropiadamente nombrados marxistas erráticos, quienes debemos tratar de salvar al capitalismo europeo de sí mismo, entonces que así sea. No por amor al capitalismo europeo, por la eurozona, por Bruselas, o por el Banco Central Europeo, sino que porque queremos minimizar las pérdidas humanas innecesarias de esta crisis”.
Como se puede ver él no sólo reconoce la incongruencia de esta postura porque aquel que se denomine marxista tiene el debe moral y político de lucha contra el capitalismo para abolirlo por completo, sino que está en una posición muy incómoda que nada tiene que ver con el ser marxista. Si se considera marxista de la forma que fuere, que se comporte como tal y más siendo un economista profesional. Es evidente que lo que planteó en este discurso es lo que está haciendo ahora: pactar con la eurozona y los buitres de la troika para salvar a los bancos de la Unión Europea comprometidos con la deuda externa griega ya que cualquier otra medida significaría para estas instituciones unas pérdidas millonarias irrecuperables. Pero al que hay que salvar es al pueblo griego, sometidos gravemente en esta crisis de la que no tuvieron nada que ver y al que llevaron la oligarquía, los sectores financieros y el despilfarro de las cuentas públicas. El Sr. Varofakis debería preguntarse en que se benefició su país en estos casi treinta años de pertenencia a la OTAN y la Unión Europea: absolutamente nada y la crisis lo demuestra. Si le tiene miedo a los partidos fascistas y neonazis que los combata con la unidad del pueblo y con toda la izquierda griega que tiene una larga historia y cuentas que ajustar con el fascismo, especialmente el Partido Comunista, que una vez más está a la altura de la circunstancias no apoyando las medidas antipopulares de esta supuesta izquierda radical. No es pecado el que comete, sino que está traicionando sus ideales porque si uno es de izquierda, se está en la función pública y se proclama marxista, tiene el deber de luchar por la revolución sino que se haga otra cosa; que se saque el mote marxista pero que no hable ni dé lecciones de moral revolucionaria que no tiene a la izquierda tanta a la de su país y por extensión a la del continente europeo, especialmente a una Alianza española llamada “Podemos” que se creen ser los nuevos bolcheviques del siglo XXI, que se entusiasmaron inútilmente con la victoria electoral de Syriza porque como demuestra sus palabras y los hechos no son van a cumplir con lo esencial de su programa que es enfrentarse a la troika europea en las negociaciones de la deuda externa, donde se juega el futuro de este gobierno. Si tiene que pensar en alguien de quien aprender que no mire a la Thatcher: que mire a Salvador Allende, que mire a Hugo Chávez, que mire a estos dos hombres que lucharon y murieron por sagrados ideales de revolución y socialismo que este marxista errático para no tiene en cuenta. Y en medio de la crisis del capitalismo es hora de que la izquierda hable de revolución y socialismo sin temor y si miedo, como lo hace el Partido Comunista Griego. Es lógico que piense en la Sra. Thatcher por su política ultraconservadora, antiobrera, rabiosamente anticomunista y antisoviética que apoyó en el plano internacional todas las medidas imperialistas de su amigo Ronald Reagan.
Si su deseo es que se salve el capitalismo, es mejor que te quite el adjetivo de marxista porque le queda muy mal y es muy feo, hablar en nombre de Marx, del marxismo y de la izquierda para lanzar diatribas para la supervivencia del capitalismo y mitigar los dolores de parto que su crisis está provocando. El problema para Grecia de salir de la eurozona pueda afectar al país pero no a la Unión Europea dado que Grecia es un país periférico con poco peso en la economía del continente- Así lo admite temible agencia de la recontra calificación crediticia Standard and Poors: “Contra  los que muchos creen, las deudas no son demasiado altas en comparación con la capacidad económica de los acreedores" y además considera que no habrá un efecto contagio o dominó hacia otros países puesto que “La capacidad económica de Grecia ya es de por sí poca y sus vínculos con la eurozona son incluso menores de lo que esta podría pensar". Grecia no se caerá del mundo como argumentaban con la Argentina al decidir pagarle al FMI toda su deuda y romperle el negocio de cobrar los usurarios intereses. Una salida quizás pueda ser tomada como una especie de moratoria con una fuerte quita de intereses y cuando la situación mejore para el pueblo griego, se les permita regresar a la Unión Europea. Pero si desean escuchar la voz del pueblo, podrían convocar a una referendum o plebiscito de cuyos resultados se resolverían volver si triunfa el sí o quedar fuera de la eurozona si triunfara el no. ¿Qué ofrece seguir en la euroza? Seguir siendo un país periférico para beneficio de la plutocracia europea que usa las maravillas naturales de Grecia para su consumo conspicuo; les ofrece a sus trabajadores salarios misérrimos por escasos 300 euros, que los jóvenes no puedan encontrar trabajo y las pensiones para los mayores sean de tan solo 150 euros y un desempleo del 20%. No creemos que el pueblo griego aspire a este modo de vida ni voto a la izquierda radical para que siga el mismo camino de la oligarquía que causó este desastre inaudito. El imperialismo amenaza a sangre fría con supuestas complicaciones y dificultades que le causaría al país si decide retirarse de la eurozona. Ya más complicado de lo que están no pueden estar y creer que el Fondo Monetario Internacional les ayudará a resolverles los problemas es no conocer la historia económica mundial de los últimos treinta años. Precisamente, el Sr. Varoufakis que alaba a la Thatcher por sus métodos criminales con los que destruyó la huelga de los mineros, mandó a la tumba a Bobby Sands sin que le tiemble la mano, contribuyó a la demolición del sistema socialista mundial y porque derrotó todas las ideas socialistas, hoy debería entender que el peso de la crisis es de una magnitud tan poderosa, tan grande y tan gigantesca que también a afecta a las bases económicas del capitalismo. En este sentido, no debe perderse de vista jamás que en las condiciones de esta crisis, el capitalismo posee reservas poderosas y muy considerables y éstas están siendo utilizadas para liquidar toda oposición a este sistema oprobioso, para destruir a la clase obrera, a los trabajadores en general y sus sindicatos e impedir la lucha por un mundo nuevo sobre nuevas bases. Esta crisis es una oportunidad para demostrar lo irracional y criminal que es el capitalismo, que objetivos persigue y adónde conduce. .
Es evidente que Varoufakis no sólo es un marxista errático, es decir alguien no tiene rumbo fijo y que va lugar a otro, sino que tiene una concepción errada de su marxismo y así le irá a Syriza. Parece un hombre resignado y que nada puede hacerse. Pero la gloriosa e histórica resistencia al fascismo alemán que el pueblo ofrendó con sus más de 520 mil muertos refuta sus dichos de que no solo se puede y se debe enfrentar a los enemigos más poderosos sino que se los puede vencer.