RESULTADOS DE EN LAS
ELECCIONES DE LOS ESTADOS UNIDOS
Por Sergio Daniel
Aronas – 10 de noviembre de 2018
En las elecciones legislativas y de gobernadores realizadas
en los Estados Unidos el martes 6 de noviembre pasado, las mujeres volvieron a
destacarse en la lucha por la recuperación de sus derechos y por los de las
minorías que habitan en el país imperialista más grande del mundo.
Un grupo de ocho mujeres de diversas procedencias, militancia
y orígenes, sacudieron el mapa electora de los Estados Unidos al ser elegidas
como diputadas en la Cámara de Representantes del Congreso y demostraron que
con lucha, organización y con ideas claras se puede movilizar al apático
electorado estadounidense que no es proclive a votar en los comicios de su
país.
Esta elección como lo afirman analistas de varias tendencias,
han demostrado que el pueblo es el soberano y tiene el deber de ejercer su
poder sin temer al aparato de propaganda de la maquinaria electoral de los dos
grandes partidos que gobiernan esta nación desde finales del siglo XVIII.
Estas mujeres que se revelaron como las grandes protagonistas
de estas elecciones merece ser conocidas por nuestros lectores. He aquí sus
nombres y origen:
1) Deb Haaland, activista de origen indígena, de Nuevo
México;
2) Rashida Tlaib, abogada musulmana, de Michigan;
3) Verónica Escobar, jueza hispana, de Texas;
4) Jahana Hayes, afroamericana, maestra y activista, de Connecticut;
5) Ayanna Prestley, afroamericana,
activista, de Massachusetts;
6) Sharice Davids, indígena, activista
LGBT, de Kansas;
7) Ilhan Omar, originaria de Somalia,
activista, de Minnesota;
8) Alexandra Ocasio-Cortez, educadora,
boricua, del Bronx.
Si bien entraron al congreso por el
Partido Demócrata, el partido cuyos presidentes participaron y desataron las
guerras mas monstruosas y brutales del siglo XX (la Segunda Guerra Mundial con
Roosevelt y Truman; la guerra de Corea con Truman; la guerra de Vietnam con
Kennedy-Johnson; la guerra de Ogaden y Afganistán con Jimmy Carter y la guerra
en Yugoslavia con Bill Clinton) y en el actual con las invasiones a Siria y
Libia (bajo la administración de Obama), sus campañas electorales se realizaron
por fuera del aparato partidario que representa la ideología de la clase
dominante, pudieron ingresar gracias a sus propios esfuerzos y no por los
millones que aportan los monopolios para sus "representantes"
sanciones las leyes a su imagen y semejanza para el complejo militar-industrial.
El nuevo período legislativo contará esta vez con 118 mujeres en la Cámara de
Representantes, que signigica un 28% de los 435 escaños.
Habrá que ver si el verdadero poder de
la maquinaria política de los Estados Unidos, el llamado gobierno permanente o
el poder en las sombras, las dejará actuar para que puedan aprobarse las leyes
que desean para el pueblo estadounidense.
La movilización de las mujeres en todo
el país fue el factor decisivo en la cantidad de personas que votaron en esta
elección de medio término como la llama la tradición periodística de los
Estados Unidos al superar los 100 millones de votante, que pusieron un freno a
la política fascista, racista, militarista y ant-iinmigratoria de la banda
neonzai que gobierna desde enero de 2017 cuando el multimillonario empresario
Donald Trump venció en las elecciones de 2016 y lanzó su programa antiobrero,
misógino, xenófobo y que en su política exterior complicó las posiciones
internacionales de su país al pelearse con todos sus aliados, menos con el
perro faldero de Israel, nación que no podría existir sin los millones de
dólares que el imperialismo les bombea todos los años.
El partido Demócrata recuperó la mayoría
de la Cámara de Representantes al obtener 227 bancas (53%) contra 198 de los
republicanos (45%) y 10 para otros partidos y asociaciones (2%). Se renovaron
las 435 bancas que corresponden a los representantes de los 435 distritos
electorales para la elección de esta cámara
En cambio en el Senado compuesto por 100
legisladores, es decir, dos por cada estado, la mayoría sigue en manos del
Partido Republicano con 51 contra 44 de los Demócratas. En cuanto a las
gobernaciones de los estados federales de la Unión, la elección dejó en manos
de 25 a favor de los Republicanos y 23 para los Demócratas.
El voto para la renovación de un tercio
del Senado, los demócratas ganaron en 22 estados, los republicanos en 11 y dos
fueron para los independientes.
Partido Demócrata
1) Arizona
2) California
3) Connecticut
4) Delaware
5) Hawaii
6) Maryland
7) Massachusetts
8) Michigan
9) Minnesota
10) Montana
11) Nueva
Jersey
12) Nueva
México
13) Nueva
Nevada
14) Nueva York
15) Ohio
16) Pennsylvania
17) Rode Island
18) Virginia
19) Virginia
Occidental
20) Washington
21) Wisconsin
Los Republicanos
ganaron las elecciones en 10 estados:
1) Dakota del Sud
2) Florida
3)Indiana
4) Mississipi
5) Missouri
6) Nebraska
7) Tennessee
8) Texas
9) Utah
10) Wyoming
Pese a que
los Demócratas ganaron en la mayoría de los estados no les alcanzó para tomar
la mayoría en el Senado, debido al sistema de distribución de los votos
electorales en función de la población de dichos estados.
Dos estados
quedaron en manos de partidos independientes: Maine y Vermont (donde arrasó
Bernie Sanders, considerado la nueva estrella de la “izquierda”
estadounidense).
El Partido
Comunista de los Estados Unidos, un poco entusiasmado por este resultado afirma
que:
“La nueva
mayoría demócrata es la más progresista en muchas décadas. Incluye un número
sin precedentes de mujeres y personas oprimidas racial y nacionalmente. Su
diversidad es un fuerte reproche a la descarada misoginia y la supremacía
blanca de la estrategia de campaña de Trump-GOP. Los votantes también
expulsaron a cinco gobernadores republicanos, entre ellos el odioso Scott Walker
de Wisconsin y Paul LePage de Maine.”
Este análisis deberá ser
comprobado y confrontado en los hechos y en la medida que puedan derrotar a los
sectores ultra poderosos de la política de los Estados Unidos tanto del Partido
Republicano gobernante como de la oposición Demócrata que cuando tuvo que votar
la plan de invasión a Iraq en marzo de 2001 le dio todo el apoyo al entonces
gobierno Republicano de Bush-Rumsfeld-Rice-
Por su parte, el Partido Comunista de los Eatados Unidos (CPUSA) en su evaluación de esta elección afirmó lo siguiente:
“La elección intermedia de 2018
marcó claramente un paso adelante. Era, en una palabra, enorme. El papel de la
extrema derecha de un solo partido terminó. Trump y su compinches de la derecha-derecha
(léase fascista) han sido echados atrás. La resistencia, comenzando con las
marchas de mujeres el día después de la inauguración, obtuvo su primera
victoria electoral nacional. La movilización electoral de mujeres, jóvenes,
sindicatos, personas de color y personas LGBTQ rompió la mayoría republicana en
la Cámara de Representantes de los EE.UU. Ganando 28 nuevos escaños y 15 aún no
decididos. La nueva mayoría demócrata es la más progresista en muchas décadas.
Incluye un número sin precedentes de mujeres y personas oprimidas racial y
nacionalmente. Su diversidad es un fuerte reproche a la descarada misoginia y
la supremacía blanca de la estrategia de campaña de Trump-GOP. Los votantes
también expulsaron a cinco gobernadores republicanos, entre ellos el odioso
Scott Walker de Wisconsin y Paul LePage de Maine.”
Agregamos un último párrafo de
este editorial del CPUSA que por su forma de interpretar los resultados de las
elecciones del martes 6 de noviembre considera que hubo una especie de “giro a
la izquierda” por parte de los votantes estadounidenses, una expresión que
puede ser válida dado el carácter brutal, salvaje y despótico de la
Administración Trump en su manera de destruir derechos largamente adquiridos y
conquistados por el pueblo, aunque debe ser tomado con sumo cuidado en cuento a
las perspectivas políticas que se abren paso en el primer país capitalista del
mundo.
Asi Significativamente, el Partido Republicano perdió 323 escaños en la
legislatura estatal: en solo dos años, cerca de un tercio de los 1000 escaños
demócratas perdidos durante los 8 años de la presidencia de Obama. Además, los
distritos legislativos se movieron a la izquierda en la elección del martes por
un margen de 3 a 1: 300 se movieron a la izquierda mientras que 100 se movieron
a la derecha. Si bien no hubo un tsunami, hubo una fuerte indicación de una ola azul.
Además, una serie de victorias en las medidas de la boleta probó que las
reformas democráticas pueden obtener un amplio apoyo. Los votantes en Missouri
y Arkansas aumentaron el salario mínimo estatal; Los floridanos restauraron los
derechos democráticos de 1.4 millones de personas que habían sido privadas de
sus derechos a causa de condenas por delitos graves. Los votantes de Louisiana
terminaron la práctica de la época de Jim Crow de permitir condenas por delitos
graves sin un jurado unánime. Los votantes de Michigan ganaron una
redistribución de distritos independiente y no partidista, una gran victoria en
uno de los estados más gobernados de la nación. A pesar de que algunas
iniciativas progresistas fueron derrotadas, las movilizaciones generales en
torno a las medidas de la boleta electoral muestran que los grupos progresistas
son serios acerca del uso de la boleta electoral.`”
La lucha del pueblo de los Estados Unidos tiene una larga historia que se
remonta desde la guerra de la independencia contra el dominio colonial
británico, pasando por el combate de la población negra por su libertad, a la
herencia heroica e imborrable de los Mártires de Chicago que determinó la
celebración del Primero de Mayo como el Día Internacional de los Trabajadores
(menos en los Estados Unidos); la histórica presencia de las mujeres que
pelearon por sus derechos laborales y sociales cuya represión criminal de la
burguesía inspiró establecer el 8 de marzo como el Día Internacional de la
Mujer; la participación combativa y revolucionaria de la legendaria Brigada
Lincoln en la Guerra Civil Española, símbolo más elevado del compromiso
internacionalista del pueblo estadounidense en toda su historia; el desarrollo
del vasto movimiento por los derechos
civiles que encabezó Martin Luther King; las movilizaciones de los jóvenes en
contra de la guerra de Vietnam que puso en jaque al poder militarista y
belicista del gobierno de Richard Nixon y cuya derrota era inevitable ante el
empuje de las fuerzas del Ejército de Liberación Vietnamita bajo la conducción
del gran General Giap. Estos son algunos antecedentes que muestran la extensa
lucha de los estadounidenses y que algún día derribará al imperio gobernante
para construir una sociedad sobre nuevas bases y nuevos principios donde
sepulte para siempre la doctrinas imperialistas de la dominación mundial, la de
los interesas vitales, la del primer golpe nuclear y todas las que justifican
el armamentismo, las invasiones y las guerras.