LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES DEL
PRESUPUESTO 2019
Por Sergio Daniel Aronas – 22 de
noviembre de 2018
Quien no
entienda el significado del Presupuesto para el 2019 aprobado por el Congreso,
pueden darse cuenta de las terribles consecuencias que tendrá para la población
de la Argentina con estos hechos determinantes:
1) La formidable
alegría del alto mando del FMI celebrando su aprobación
2) La brutal
declaración del Ministro de Hacienda y agente fanático del torniquete que nos
están aplicando: “En la Argentina nunca se hizo un ajuste de esta magnitud sin
que caiga el Gobierno”
3) La supresión de tres ministerios vitales
para los derechos del pueblo: educación, salud y trabajo al nivel de
secretarías, que muestra la nula importancia que tiene estas tres áreas
fundamentales del Estado. Lo que ha sucedido en el trabajo es el resultado de
la política de destrucción salarial y laboral con la pérdida de 92.000 empleos
desde que gobierna Macri.
4) La magnitud del ajuste que festeja el
Ministro es de alrededor de 20 mil millones de dólares, es decir, equivalente a
las retenciones a las exportaciones (derechos aduaneros legislados por el art.
4 de la Constitución Nacional pues hay algunos “expertos” que dicen que son
“inconstitucionales) que el fisco dejó de cobrar entre 2016 y 2017 engrosando
las arcas millonarias de los dueños de las tierras argentinas y sus socios tan
millonarios como los terratenientes.
5) La única variable sagrada, intocable e
inamovible es el pago de los servicios de la deuda cuyo monto pone al
descubierto la mentira del “déficit cero” que hasta los mismos economistas
partidarios del ajuste destacan la imposibilidad de su cumplimiento.
6) Y en materia de deuda pública en ningún
período histórico tan corto de tiempo (en apenas dos años), aumentó tanto el
endeudamiento pasando de 254.000 millones de dólares al 31/12/2015 a los
342.000 millones de dólares hasta el 30/6/2018 (último dato publicado),
registrando un incremento de 88.000 millones, sin contar el préstamo de 50.000
millones de dólares al FMI que llevaría la deuda a niveles inmanejables.
7) No se promueve ninguna clase de aumentos
salariales porque la misión de este gobierno es pulvenzar los ingresos de la
población, lo cual engendra el germen de su propia ruina ante la feroz caída
del consumo. Y es precisamente la baja del consumo, la pérdida del poder de
compra de los trabajadores, la principal causa de todas las crisis pero la
economía política burguesa estudia como causante de esta crisis en cualquier
otro fenómeno de la vida social menos en la ausencia del poder adquisitivo de
la población. En resumen, todo para las clases poseedoras y nada para quienes
producen y generan la inmensa riqueza de nuestro país-
8) Tampoco habrá mejoras en los haberes
jubilatorios y en la pensiones para los ciudadanos que ya no trabajan en el
marco del brutal ajuste en la seguridad social cuya contrarreforma implicó una
substancial disminución en sus ingresos al quitarles no sólo 100.000 millones
de pesos sino en la modificación de la fórmula aplicada para aplicar los
aumentos que por ley les corresponde dos veces al año, lo cual, sigue siendo
muy exiguo por no decir un escándalo.
9) Se prevé una fuerte caída en el PBI que
impactará directamente en el empleo, en los salarios y en los ingresos fiscales
del estado por la recaudación impositiva. Esto es reconocido hasta por los
mismos economistas burgueses que defienden a esta administración y también por
el FMI, el principal o uno de los principales responsables en la elaboración de
este presupuesto que apunta en resumidas cuentas, a garantizar el pago de los
intereses de la deuda pública cuyo incumplimiento no debería sorprender a nadie
porque la monstruosidad de las cifras a pagar al FMI y a los tenedores de
títulos de la deuda emitida criminalmente por este gobierno es tan gigantesca
que todo el sistema de recaudación tributaria no puede alcanzar para cubrir
esos intereses. Por esta razón, es la desesperación del gobierno de meter mano
de donde sea, achicando no solo estructuras del estado sino que, obligado por
las circunstancias, reimplanta los derechos aduaneros a las exportaciones, con
el consiguiente grito en el cielo de los terratenientes y exportadores de
granos que ven esta medida como una traición de Macri, tan consustanciado con
los llorones del campo.
10) En cuanto a la inflación, recordemos que el
presupuesto de 2018 estipulaba un crecimiento entre el 10% y 12% y luego cuando
se dieron cuenta de esta mentira escandalosa, convocaron a la famosa conferencia
de prensa de de diciembre de 2017 modificando las proyecciones de aumento de los
precios según el fracado dogma de las “metas de inflación”, que debieron
meterse en el bolsillo los anuncios iniciales para 2018 para elevarlos al 17%.
Tampoco acertaron con este número porque los precios este año se dispararon de
una manera brutal, impulsado por la propia política del gobierno con sus
aumentos siderales en los servicios públicos que hacen imposible ser
absorbidos por las pequeñas y medianas
empresas y también por las grandes. Las primeras las trasladan a precios para
subsistir por no tener financiamiento ni acceso al crédito bancario y las
segundas, lo trasladan a precios principalmente por su avidez por las
ganancias.
En la Argentina pueden esgrimirse muchas
teorías sobre la inflación. Sin embargo, la economía política burguesa nunca
habla del carácter monopolista (caso del aluminio) y/o oligopólico (caso de los
laboratorios farmacéuticos) de la producción y de la concentración y centralización
del capital en los principales bienes tanto industriales como los de consumo
masivo. Y lo más grave es que jamás estos sectores que determinan los precios
de la economía siempre dicen que “no son formadores de preios” y descargan en
otros componentes de la cadena la culpabilidad de los aumentos de los precios,
que finalmente, termina pagando el consumidor final. Para este año 2018 tendremos
récord de inflación que el gobierno no considera que sea responsable de este proceso
de destrucción de la economía porque la cantidad de cierres de empresas y los
empleos perdidos que llegan a 92.000 a tres años de gestión, ellos no se hacen
cargo de nada.
En el presupuesto aprobado se proyecta una tasa
de inflación para 2019 menor a la de 2018, lo cual no solo es aventurerismo y
voluntarismo, sino una total ingenuidad del gobierno que puede domar a sus
poderosos amos, las grandes empresas multinacionales y los grandes grupos
locales.
11)
Sobre el tipo de cambio, hay que decir que en 2018 alcanzó record en el valor
del dólar impulsado por los grandes exportadores del agro con su política
especulativa que provocó un aumento superior al 200% y el desencadenamiento de
una fase de la crisis financiera en la Argentina, combinada por la necesidad
del gobierno de pagar los intereses de la deuda y a este objetivo no tuvo mejor
idea que recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI), quienes prácticamente
tomaron a su cargo la conducción económica del país. Se eliminó el Ministerio
de Finanzas y el Ministro de Hacienda, Norberto Dujovne, se convirtió en otro
super ministro bajo la vigilancia permanente del FMI.
La
historia económica y financiera argentina desde 1956, año del ingreso de
nuestro país al FMI bajo una dictadura asesina y torturadora (hecho que nadie
menciona) demuestra con toda crudeza, que todos los acuerdos firmados con el
FMI terminaron en crisis profunda para la Argentina. La última, la de diciembre
de 2001, sigue retumbando por las tremendas consecuencias que tuvo para el
pueblo argentino y que tuvo como causa principal, el pago imposible de los
intereses de la deuda externa que el FMI ayudó a generar. Todo hace llevar a la
Argentina de 2018 a que termine de esa catastrófica manera este gobierno pro capitalista
hasta los huesos. Por supuesto, que no deseamos que esto ocurra, pero la
evidencia de los hechos y la razón por la que la Argentina es sostenida por un
hilo delgado por las potencias criminales de Occidente, nada parece evitar que
esto pueda suceder porque nuevamente el pago de los intereses de la deuda que
el gobierno le da principal prioridad en el Presupuesto 2019, pueda llevar a
una nueva crisis de deuda como sucedió en año anteriores. Como si fueses la
continuidad de una película ya vista, tenemos nuevamente al principal
protagonista de la crisis de 2001 al FMI y un gobierno que le rinde culto y
pleitesía en cada encuentro, en cada discurso, en cada conferencia que brindan
los funcionarios y en los discursos de los legisladores de la coalición
gobernante que exclaman a los cuatro vientos que nos hay otra salida o
alternativa. Y todo sabemos que esto es totalmente falso. Y dado que la
propagando oficial bombardea constantemente con esta cuestión que logra
convencer a muchos de que ellos, los que están en el poder, siempre tienen
razón. Y no la tienen y no la tendrán jamás.
Este
presupuesto traerá más pobreza, más miseria, más desempleo, más crisis, más
problemas a toda la población pero también habrá mayor resistencia, mayores
luchas por cambiar este rumbo desastroso. Y en este sentido no se trata de luchar
contra el “neoliberalismo”, sino contra el capitalismo que engendra esta
doctrina de dominación del capital y de los mercados. Debe lucharse contra el
capitalismo que es la madre que parió al neoliberalismo que a nivel mundial se
lo considera que nació con el golpe de estado en Chile el 11 de septiembre de
1973.
Reflexión
final
El
préstamo de 50 mil millones que el Macrípedo fue a mendigar al FMI equivale al
total de los impuestos que su gobierno dejó de recaudar y le regaló a los
grandes grupos económicos formado por los exportadores, petroleras, mineras y a
las gigantescas ganancias que obtuvieron los bancos con el manejo irracional del
gran negocio de las tasas de interés. Además si necesitaban dicho préstamo
hubieran recurrido al dinero sucio que "blanquearon" los evasores
beneficiados por la ley 27260 y ahora devenidos en furibundos patriotas. El
ajuste nunca va a recaer sobre los delincuentes y evasores que Macri tanto
aplaude, sostiene y apoya al decirles que "Ya no tendremos que
escondernos". Recuerden esa frase terrorífica. Por el blanqueo se
"limpiaron" unos 116.800 millones de dólares de la corrupción
capitalista de los cuales solo el 20% fue declarado en el país, mientras que el
80% quedó en el exterior, entre los cuales se encuentran conspicuos
funcionarios de este gobierno. Entonces Ud preguntará ¿para qué fue al FMI?
El
capital bajo un gobierno de empresarios de la aristocracia capitalistas es
intocable y vaca sagrada y como su ideología no va más allá que la defensa de
la clase dominante, la crisis que ellos provocan la tiene que pagar el pueblo
en su conjunto y nunca quienes nos llevan a la bancarrota. Para justificar semejante
fraude, la propaganda oficialista bombardea todos los días para convencernos de
que los dueños del país siempre tienen razón y que no hay alternativa al ajuste
salvaje, del cual vivimos desde hace 80 años con algunas excepciones, ¿Alguien
puede mencionar cuantos funcionarios de los gobiernos argentinos entre 1976 y
2018 fueron a la cárcel por delitos económicos? Es hora de organizar la idea de
expropiar a los expropiadores, que no sería ni ajuste ni venganza, sino la
puesta en marcha de la verdadera justicia que necesita el pueblo para salir de
la crisis y tomar las riendas del poder.