YANIS VAROIFAKIS: UN MARXISTA MAS ERRADO QUE ERRATICO
Por Sergio Daniel Aronas – 08 de marzo de 2015
Se dio a conocer la
traducción al español de una exposición que el economista griego Yanis
Varoufakis ofreció en un encuentro correspondiente al VI Festival Subversivo
realizado en al ciudad de Zagreb en mayo de 2013. Con pretensiones de disertar
sobre la crisis financiera internacional y con ánimos de pronunciar una crítica
feroz a la economía neoliberal dominante en el mundo, Varoufakis intenta
demostrar los errores que cometió Karl Marx para que la izquierda en todos los
países no sigamos cometiendo los mismos errores del genio alemánEl comentario
que el actual ministro griego de Finanzas Yanis Varoufakis, el economista de
moda y muy admirado por la troika europea y que no sería nada raro que los
camaradas del Banco de Estocolmo le concedan el Premio Nobel (de ser así Don
Alfredo desearía meterse la dinamita ahí donde la espalda cambia de nombre) realizó
sobre los errores teóricos de Marx son verdaderamente disparatados y evidencian
pésima lectura de sus libros. Así se expresó en dicha conferencia:
“El segundo error de Marx, al cual le adscribo por
comisión, fue peor. Fue su suposición de que la verdad del capitalismo podía
ser descubierta en la matemática de sus modelos. Este fue el peor deservicio
que podría haberle entregado a su propio sistema teórico. El hombre que nos
equipó con la libertad humana como un concepto económico de primer orden; el erudito
que elevó la indeterminación radical a su justo lugar dentro de la economía
política; él fue la misma persona que terminó por quedar jugando con modelos
algebraicos simplistas, en los cuales las unidades de trabajo eran,
naturalmente, completamente cuantificadas, esperando en contra la esperanza de
evidenciar de estas ecuaciones algunas introspecciones adicionales sobre el
capitalismo. Luego de su muerte, los economistas marxistas mal gastaron largas
carreras indulgiendo en mecanismos escolásticos similares. Completamente
inmersos en debates irrelevantes sobre “el problema de la transformación” y que
hacer al respecto, ellos eventualmente se volvieron una especie extinta,
mientras el gigante neoliberal aplastaba toda la disidencia a su paso.”
Marx jamás utilizó
ecuaciones, ni creó un modelo matemático y/o algebraico para explicar su teoría
acerca del funcionamiento del capitalismo y no podía construirse ese tipo de
modelos con ese aparato matemático porque todavía no estaba pensado su uso para
estudiar economía. Recién con la “contrarrevolución marginalista” se hizo
extensiva la matemática como un intento de mitigar los devastadores efectos que
el primer tomo de El Capital provocó en las clases dominantes europeas. Los conceptos que aportó Marx a la economía fueron
expresados desde el punto de vista matemático tanto como igualdades como relaciones
y como cocientes entre esas variables para definir la plusvalía y el capital en
sus diversas formas y composición y cómo se desempeñaba en el sistema
productivo. Ni siquiera en el Tomo II donde Marx desarrolla sus modelos de
reproducción simple y ampliada y que tanto atrae a los economistas burgueses,
se puede ver algún sistema de ecuaciones o alguna función con derivadas,
integrales, diferenciales, ecuaciones en diferencia o temporales o matrices que
tanto alarma al errático profesor Varoufakis. Si tiene que echarle la culpa a
alguien por transformar el pensamiento teórico de Marx en modelos matemáticos
que le pegue a Paul Samuelson a quien le encantaba expresar todo en forma
matemática como hizo con Adam Smith; que se le agarre con los economistas
soviéticos que en los veinte del siglo pasado cuando crearon los métodos de
planificación (lean el libro de V.S. Dadayan. Modelos Macroeconónicos, Ed.
Progreso, 1980 y el pobre Marx se pega un tiro), que le pegue a Andras Brody,
Moiki Morishina, a William Bauamol, a los italianos Luigi Pasinetti y Piero
Sraffa y otros de la misma especie. Si quiere entender el verdadero sentido de
la teoría de Marx que lea atentamente el capítulo titulado “La fórmula
trinitaria” del tercer tomo de El Capital que refuta tus erradas ideas sobres
los supuestos errores que le atribuís incorrectamente.
La segunda terrible inconsistencia a mi modo de ver, es el planteo que hace
Varoufakis de creer que el capitalismo, el sistema que provocó la crisis financiera
y arrasó a varios países de la eurozona, es el mismo y único que puede sacarlos
de esa crisis que ya lleva varios años y cuyo final aun no se sabe cuándo y
cómo será. El economista griego lo dice de esta forma:
“La lección
que Thatcher me enseñó respecto a la capacidad de una recesión de larga
duración para socavar las políticas progresivas es una que cargo conmigo hasta
la presente crisis europea. Es, en efecto, el determinante más importante de mi
postura en relación con la crisis. Esta es la razón por la cual estoy feliz en
confesar el pecado del cual soy acusado por algunos de mis críticos en la
izquierda: el pecado de escoger no proponer programas políticos radicales que
busquen explotar la crisis como una oportunidad para derrocar al capitalismo
europeo, para desmantelar la terrible eurozona, y para socavar a la Unión
Europea de carteles y de banqueros en bancarrota.
Sí, me
encantaría llevar a cabo tal agenda radical. Pero, no, no estoy preparado para
cometer el mismo error dos veces. ¿Qué logramos en Gran Bretaña a comienzos de
los 80 al promover una agenda de cambio socialista que la sociedad británica
despreció mientras caían de bruces en la trampa neoliberal de Thatcher? Precisamente
nada. ¿Qué lograremos hoy al hacer un llamado al desmantelamiento de la
eurozona, de la misma Unión Europea, cuando es, en efecto, el capitalismo
europeo está haciendo lo que puede por socavar la eurozona, la Unión Europea?
Una salida
griega, portuguesa o italiana de la eurozona nos llevaría pronto a la
fragmentación del capitalismo europeo, cediendo paso a una preocupante región
de superávit de recesión al este del Rin y al norte de los Alpes, mientras que
el resto de Europa estaría bajo la empuñadura de una cruel estanflación. ¿Quién
creen que se beneficiaría de este desenlace? ¿Una izquierda progresista que,
cual ave fénix se elevaría desde las cenizas de las instituciones públicas de
Europa? ¿O los nazis de Amanecer Dorado, los clasificados neofascistas, los
xenófobos y los vendedores de los mercados negros? No tengo absolutamente
ninguna duda de la cual de los dos le irá mejor luego de la desintegración de
la eurozona.
Yo, por mi
parte, no estoy preparado para soplar frescos vientos en las velas de esta
versión posmoderna de los 30s. Si esto significa que nosotros, los
apropiadamente nombrados marxistas erráticos, quienes debemos tratar de salvar
al capitalismo europeo de sí mismo, entonces que así sea. No por amor al
capitalismo europeo, por la eurozona, por Bruselas, o por el Banco Central
Europeo, sino que porque queremos minimizar las pérdidas humanas innecesarias
de esta crisis”.
Como se puede ver él no sólo reconoce la
incongruencia de esta postura porque aquel que se denomine marxista tiene el debe
moral y político de lucha contra el capitalismo para abolirlo por completo,
sino que está en una posición muy incómoda que nada tiene que ver con el ser
marxista. Si se considera marxista de la forma que fuere, que se comporte como
tal y más siendo un economista profesional. Es evidente que lo que planteó en
este discurso es lo que está haciendo ahora: pactar con la eurozona y los
buitres de la troika para salvar a los bancos de la Unión Europea comprometidos
con la deuda externa griega ya que cualquier otra medida significaría para
estas instituciones unas pérdidas millonarias irrecuperables. Pero al que hay
que salvar es al pueblo griego, sometidos gravemente en esta crisis de la que
no tuvieron nada que ver y al que llevaron la oligarquía, los sectores
financieros y el despilfarro de las cuentas públicas. El Sr. Varofakis debería
preguntarse en que se benefició su país en estos casi treinta años de
pertenencia a la OTAN y la Unión Europea: absolutamente nada y la crisis lo
demuestra. Si le tiene miedo a los partidos fascistas y neonazis que los
combata con la unidad del pueblo y con toda la izquierda griega que tiene una
larga historia y cuentas que ajustar con el fascismo, especialmente el Partido
Comunista, que una vez más está a la altura de la circunstancias no apoyando
las medidas antipopulares de esta supuesta izquierda radical. No es pecado el
que comete, sino que está traicionando sus ideales porque si uno es de
izquierda, se está en la función pública y se proclama marxista, tiene el deber
de luchar por la revolución sino que se haga otra cosa; que se saque el mote
marxista pero que no hable ni dé lecciones de moral revolucionaria que no tiene
a la izquierda tanta a la de su país y por extensión a la del continente
europeo, especialmente a una Alianza española llamada “Podemos” que se creen
ser los nuevos bolcheviques del siglo XXI, que se entusiasmaron inútilmente con
la victoria electoral de Syriza porque como demuestra sus palabras y los hechos
no son van a cumplir con lo esencial de su programa que es enfrentarse a la
troika europea en las negociaciones de la deuda externa, donde se juega el
futuro de este gobierno. Si tiene que pensar en alguien de quien aprender que
no mire a la Thatcher: que mire a Salvador Allende, que mire a Hugo Chávez, que
mire a estos dos hombres que lucharon y murieron por sagrados ideales de
revolución y socialismo que este marxista errático para no tiene en cuenta. Y
en medio de la crisis del capitalismo es hora de que la izquierda hable de
revolución y socialismo sin temor y si miedo, como lo hace el Partido Comunista
Griego. Es lógico que piense en la Sra. Thatcher por su política
ultraconservadora, antiobrera, rabiosamente anticomunista y antisoviética que
apoyó en el plano internacional todas las medidas imperialistas de su amigo
Ronald Reagan.
Si su deseo es que se salve el capitalismo, es
mejor que te quite el adjetivo de marxista porque le queda muy mal y es muy
feo, hablar en nombre de Marx, del marxismo y de la izquierda para lanzar
diatribas para la supervivencia del capitalismo y mitigar los dolores de parto
que su crisis está provocando. El problema para Grecia de salir de la eurozona
pueda afectar al país pero no a la Unión Europea dado que Grecia es un país
periférico con poco peso en la economía del continente- Así lo admite temible
agencia de la recontra calificación crediticia Standard and Poors: “Contra los que muchos creen, las deudas no son
demasiado altas en comparación con la capacidad económica de los
acreedores" y además considera que no habrá un efecto contagio o dominó
hacia otros países puesto que “La capacidad económica de Grecia ya es de por sí
poca y sus vínculos con la eurozona son incluso menores de lo que esta podría
pensar". Grecia no se caerá del mundo como argumentaban con la Argentina
al decidir pagarle al FMI toda su deuda y romperle el negocio de cobrar los
usurarios intereses. Una salida quizás pueda ser tomada como una especie de moratoria
con una fuerte quita de intereses y cuando la situación mejore para el pueblo
griego, se les permita regresar a la Unión Europea. Pero si desean escuchar la
voz del pueblo, podrían convocar a una referendum o plebiscito de cuyos
resultados se resolverían volver si triunfa el sí o quedar fuera de la eurozona
si triunfara el no. ¿Qué ofrece seguir en la euroza? Seguir siendo un país
periférico para beneficio de la plutocracia europea que usa las maravillas
naturales de Grecia para su consumo conspicuo; les ofrece a sus trabajadores
salarios misérrimos por escasos 300 euros, que los jóvenes no puedan encontrar
trabajo y las pensiones para los mayores sean de tan solo 150 euros y un
desempleo del 20%. No creemos que el pueblo griego aspire a este modo de vida
ni voto a la izquierda radical para que siga el mismo camino de la oligarquía
que causó este desastre inaudito. El imperialismo amenaza a sangre fría con supuestas
complicaciones y dificultades que le causaría al país si decide retirarse de la
eurozona. Ya más complicado de lo que están no pueden estar y creer que el
Fondo Monetario Internacional les ayudará a resolverles los problemas es no
conocer la historia económica mundial de los últimos treinta años.
Precisamente, el Sr. Varoufakis que alaba a la Thatcher por sus métodos
criminales con los que destruyó la huelga de los mineros, mandó a la tumba a
Bobby Sands sin que le tiemble la mano, contribuyó a la demolición del sistema
socialista mundial y porque derrotó todas las ideas socialistas, hoy debería
entender que el peso de la crisis es de una magnitud tan poderosa, tan grande y
tan gigantesca que también a afecta a las bases económicas del capitalismo. En este
sentido, no debe perderse de vista jamás que en las condiciones de esta crisis,
el capitalismo posee reservas poderosas y muy considerables y éstas están
siendo utilizadas para liquidar toda oposición a este sistema oprobioso, para
destruir a la clase obrera, a los trabajadores en general y sus sindicatos e
impedir la lucha por un mundo nuevo sobre nuevas bases. Esta crisis es una
oportunidad para demostrar lo irracional y criminal que es el capitalismo, que
objetivos persigue y adónde conduce. .
Es evidente que
Varoufakis no sólo es un marxista errático, es decir alguien no tiene rumbo
fijo y que va lugar a otro, sino que tiene una concepción errada de su marxismo y así le
irá a Syriza. Parece un hombre resignado y que nada puede hacerse. Pero la gloriosa
e histórica resistencia al fascismo alemán que el pueblo ofrendó con sus más de
520 mil muertos refuta sus dichos de que no solo se puede y se debe enfrentar a
los enemigos más poderosos sino que se los puede vencer.