ECONOMISTAS DEL DESASTRE SIGUEN HABLANDO EN LA
ARGENTINA
Por Sergio Daniel Aronas – 16 de marzo de 2015
“En interés de lo que le agrada denominar riqueza de la
nación, busca artificios para asegurar la pobreza del pueblo- A partir de ese
momento, su coraza de sofismas apologéticos se desprende fragmento por
fragmento, como una madera podrida”
Karl Marx. El Capital. Tomo I (1867), Cap. XXXIII,
página 745. Edición Cartago-México, 1983
Esta idea que Karl
Marx tenía sobre los economistas, es la misma sensación que sentimos cada vez
que hablan o escriben, estos sicofantes del capital y que se les mueva un pelo,
siempre y cuando los tengan.
En la edición del
día domingo 15/03/2015 del diario Clarín, la más importantes, representativa y
emblemática empresa del más poderoso holding argentinos de medios de
comunicación masivos, publican una nota dedicada a la herencia económica que va
a dejar el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner quien siguió a su difunto marido
Néstor Kirchner en la presidencia de la Nación y vienen gobernando la Argentina en forma continuada desde hace
12 años.
Nadie duda de que
los problemas políticos, económicos, financieros, sociales de la Argentina son
muchos y graves, por cierto, aunque el gobierno trate de taparlos o
minimizarlos mediante la telaraña y la acrobacia estadística y la construcción
de un discurso que muchos se lo creen, pero no nosotros.
Está bien que se
convoque a supuestos “expertos” en las cuestiones económicas y financieras para
que den su opinión, diagnóstico, mediante los cuales interpreten a su manera de
ver cómo y porque se dan esos problemas y qué soluciones pueden aplicarse y
mása en este 2015 que es un año electoral en al que elegirá nuevo presidente de
la República Argentina.
Lo que llama
poderosamente la atención es la este medio Clarín llame a una banda de
fracasados expertos y de tan expertos que son, por los títulos, máster,
doctorados y MBA que tienen al mostrar
sus pergaminos, que aun con todo eso, fueron los que llevaron a la Argentina a una de sus crisis más
catastróficas que jamás hayan conocido nuestra historia reciente.
Los problemas que
tenemos son el fuerte endeudamiento que el gobierno calla y disimula porque cuando
se conozcan las verdaderas cifras, muchos se van a agarrar la cabeza; tenemos
el problema de la inflación por el aumento incesante de los precios debido a la
estructura monopólica y oligopólica de muchas industrias formadoras de precios
y que tiene la vergonzosa responsabilidad de ese aumento de precio y que no
quieren reconocer; los problemas del empleo tanto del legal en blanco como del
ilegal no registrado que nunca pueden combatir y disminuir; la crisis de muchas
economías regionales que son el primer motor de la actividad productiva en
muchas provincias del país como la frutihortícola en la valle de Río Negro; el
azúcar en Salta y Tucumán por la fuerte caída de los precios internacionales
para la exportación; la crisis algodonera en la provincia del Chaco y Santiago
del Estero; la industria pesquera en Mar del Plata; y sobre todo la minería a
cielo abierto. Estas son algunas de las que más sufren los efectos de la crisis
del comercio exterior; los problemas de los salarios que no alcanzan y la increíble
tozudez del gobierno de mantener a los trabajadores que ganan por encima del
mínimo no imponible a que tributen el impuesto a las ganancias, una bestialidad
tributaria inconcebible en estos tiempos. También están los problemas de la
pérdida de mercados del comercio exterior, por la caída de los precios de
muchos bienes destinados a satisfacer y cubrir la demanda de las empresas y
consumidores extranjeros; el enfrentamiento con los fondos buitres, el
crecimiento de la deuda pública. Estos son algunos de los problemas más
acuciantes que tenemos en la Argentina. El gobierno hace lo que puede dentro de
su programa de inclusión social que no resuelven los problemas y como este es
su último año de gobierno y aun no tiene resuelto quiénes serán sus herederos
da la impresión que no tiene un rumbo claro. Ahora si tengo que elegir entre lo
que dice y hace este gobierno que se va y la propuesta de estos economistas del
desastre, me quedo con las ideas del gobierno aunque no me gusten muchas de
ellas.
Veamos quienes
fueron los “amigos del pueblo” (esa frase de Lenin de su famoso libro de su
impresionante tomo I de sus obras completas. Hoy hay que leer más a Lenin y
volver a su metodología que aguantar el discurso de los neofascistas de
mercado). Haremos mención muy breve pero contundente de su paso por la función
pública y que patrióticos fueron su actos defendiendo el patrimonio del estado
argentino.
Aquí va la lista:
:
1) José Luis
Machinea, el tipo que decretó la rebaja de un 13% de los sueldos a los
empleados y jubilados y atreve a hablar de política económica. Fue el que llevó
a cabo la gran estafa del blindaje financiero con el FMI aconsejado por David
Mulford quien debe disfrutar en algún paraíso los millones de dólares que le
regalaron como comisión de descomunal desfalco. Por su brillante actuación como
Ministro de Economía en el desastrosos gobierno de la “Alianza” lo nombraron
Secretario General de la Cepal y desde ahí, asumiendo insólitas defensas de lo
público, la educación, la salud, se
hacía el izquierdoso presentándose con un discurso que no toleraba ya que tenía
hablar y escribir contra la pobreza y la
miseria que contribuyó a agrandar de manera notable en nuestro país.
2) Juan Llach,
viceministro de economía del menemato cuyos resultados pasaron a la historia
con el desempleo masivo del 25% y la destrucción de empresas y economías
regionales. Apoyo y defendió todo el plan económico de Domingo Cavallo en sus
años como viceministro de Economía y lo vuelven a convocar para que nos diga
que tiene que hacer el gobierno. Como ministro de Educación de la Alianza fue
un desastre y en menos de un años tuvo que renunciar porque fracasó en todos
sus proyectos y se peleó con todo el mundo educativo: con los gremios, con los
rectores de las universidades, con los ministros provinciales, con las empresas
a las que no logró convencer para que aportes financiamiento de proyectos
educativos. Defendió con honestidad sus ideas que no eataban en la línea con el
gobierno de entonces y un dato relevante de esto es que no pudo ni siquiera
forma su propio equipo de colaboradores en el ministerio. Su error principal
fue ver toda a la educación a través del prisma de los números, del gasto y
cómo reducirlo.
3) Roque Fernández,
presidente del BCRA y ministro de Economía del menemato, fue procesado por
administración fraudulenta de los fondos públicos por la liquidación del banco Feigin.
Gracias a la injusticia que nos gobierna, fue absuelto. Como economista
ultraliberal estuvo en casi toda la presidencia de Carlos Menem con Cavallo
como Ministro de Economía sosteniendo vivamente los planes económicos de la
década trágica de los noventa basado en la convertibilidad, las
privatizaciones, la apertura y la destrucción de empleos y trabajos. Fue de los
grandes teóricos que promovían y siguen promoviendo la “independencia” del
Banco Central y por nuestra historia sabemos adónde conduce. Durante su gestión
se inició una recesión de una profundidad gigantesca donde la misión del FMI
encabezada por la recordadísima Teresa Ter-Minasian recomendó un violento
ajuste que contó con el apoyo del Dr. Roque Fernández quien se presentaba como
un supuesto opositor pero que debajo de la mesa avalaba los planes del FMI. Y a
pesar de todo sigue hablando…
4) José Remes
Lenicov, ministro de Economía de Duhalde en 2002 y cerebro de la devaluación
asimétrica del 300% que salvó la deuda en dólares de las grandes empresas que
fueron pesificadas y hundió los salarios de todos los trabajadores. La salida
de la convertibilidad, luego de 11 años de vigencia, terminó explotando a la
economía argentina y plan aplicado fue en resumidas cuentas un salvataje a
todas las grandes compañías industriales, bancos y exportadores que tenían sus
deudas en moneda extranjera. El gobierno que tuvo que hacerse cargo de esas
dudas, se vio obligado a reimplantar las retenciones a las exportaciones agropecuarias
que hicieron trinar a los mercaderes de los granos y a los dueños de las
tierras argentinas.
5) Javier González
Fraga quien fuera dos veces presidente del BCRA autorizó la instalación de una
filial del BCCI, banco de origen pakistaní acusado de lavar dinero en todo el
mundo. Con su gestión se construyó el Hotel Hyatt gracias a las facilidades del
programa de capitalización de la deuda externa cuyo cerebro y creador de este
plan fue el muy querido camarada Henry Kissinger. Como no tenía plata para comprar dólares ordenó a la Casa
de la Moneda que imprimiera billetes estampados de un solo lado para hacerlo
más rápido. Triplicó así la base monetaria el primer día de su gestión como
presidente del BCRA.
Faltó la opinión de
Cavallo y ahí sí que me internaba.
Cuando a finales de
2001 el país estallaba y la cierta izquierda esquizofrénica hablaba sobre la “revolución”
que se venía en la Argentina, un grupo
de académicos y económicos de pensamiento antiliberal, favorables al mercado
interno, al consumo, a los sectores productivos y no a los financieros, se
reunían para dar a conocer un plan nacional de salvación y recuperación de las
fuerzas y de los medios de producción de la Argentina, a través de un documento
llamado: Plan Fénix, cuyo nombre rememoraba el ave que resurgía de sus cenizas
porque la Argentina había sido devastada por la globalización imperialista y
financiera y tenía que levantarse de los escombros que nos dejaron los lagartos
de la vieja troika FMI, Banco Mundial y BID, algunas de las mismas que actualmente
devora a los países periféricos de la eurozona como Grecia. En esos años, el
mismo Banco Mundial hablaba de un posible despedazamiento de nuestro país, al
calificar a las economías de nuestras provincias norteñas como proyectos
económicos inviables y promovían intentos de secesión de cálculos imprevisibles
e inimaginables. Claro que a esas mentes brillantes que abundan en todo nuestro
extenso país, no los consultan ni les preguntan qué hacer con la economía y
cómo salir de sus crisis. Prefieren a los economistas mediáticos, no importa
que sus cálculos nunca se hayan cumplido, no importa que sus pronósticos no se
verifiquen. Lo importante de su permanente parloteo es que le conviene a las
grandes empresas que desean escuchar a esta gente, cuyas cualidades
intelectuales nadie pone en duda, pero a la hora de hablar y sobre todo cuando
estuvieron en la función pública hicieron todo lo posible para destruir la
economía argentina que es tan fuerte y más grande que todos destructores y que
con todo lo que hicieron por demolerla aun sigue desafiando tempestades.