ALGUNAS CUESTIONES SOBRE LA
BATALLA DE SALTA
Por Sergio D. Aronas – 20 de
febrero de 2013
Al cumplirse el
Bicentenario de la gran batalla de Salta honramos a la memoria de todos
nuestros antepasados que lucharon por la independencia del Reino de España y
que dejaron su vida por la tan ansiada libertad. En Salta tuvo lugar el combate
más grande que se libraron en el actual territorio que hoy constituye la
República Argentina durante las guerras de la independencia por la cantidad de
soldados que participaron en ella. No fue cualquier batalla. Fue un
enfrentamiento de casi cuatro horas donde se destacaron los cuerpos de los
Morenos y Pardos que contuvieron el ataque feroz de los batallones del Marqués
de Yavi que comprometía la ofensiva a cargo del Teniente Coronel Manuel
Dorrego. Es en esta batalla donde por primera vez, aparece la bandera creada
por Belgrano y fue la que hizo jurar en el río Pasaje, al iniciarse la marcha
hacia la ciudad de Salta.
Un poco más de 7.100
hombres (3700 por el ejército de Manuel Belgrano y 3400 por las tropas del
General español Pío Tristán) chocaron en una durísima batalla que luego de
disputarse en campo abierto, los españoles retrocedieron hasta la ciudad de
Salta y ahí se libró otra batalla calle por calle, casa por casa, hasta que
finalmente el Jefe realista decidió rendir sus fuerzas rodeados por ejército
patriota para liquidarlos.
Justamente 1813, el tercer
año de la libertad como se denominaba en aquellos años el nuevo período
político e institucional que se vivía, había comenzado con resultados militares
ampliamente favorables para el proceso iniciado en Mayo de 1810 ya que el nuevo
impulso tomado a partir de octubre de 1812, le dio una serie de victorias que
volvió a renacer el espíritu de la Revolución y recuperar los territorios
perdidos en el Alto Perú en 1811 con la terrible derrota en la batalla de
Huaqui o Desaguadero, a partir de la cual, un aguerrido ejército español se
proponía derrocar al gobierno de Buenos Aires hasta que fue detenido por la
valentía e intrepidez de Manuel Belgrano en Tucumán en septiembre de 1812 y con
esta victoria iniciar la nueva campaña para liberar el norte de las Provincias
Unidas del Río de la Plata del dominio español. A su actividad de comandante
del Ejército en operaciones, Manuel Belgrano no olvidaba su pasión por la
lectura y la escritura ya que al iniciarse la campaña de Salta, había terminado
si traducción del discurso de despedida de George Washington, por el que sentía
profunda admiración y era fuente de su inspiración patriótica.
La recuperación momentánea
del Alto Perú tenía como principal centro de atención las minas de Potosí con
las cuales se acuñaban las monedas y se fabricaba el dinero que se distribuía
en las demás provincias y de donde se extraía el oro y la plata. Ahí Belgrano
estableció su cuartel militar desde donde comenzó la tarea de recuperar la
economía de la ciudad y abastecer al Ejército de todo lo necesario para su
mantenimiento, crecimiento y fortalecimiento. Aquí no vamos a analizar el
aspecto estrictamente militar de cómo se desarrolló el combate. Nos interesa
más la importancia política-histórica para el desarrollo de la Guerra de la
Independencia y cómo repercutió en los centros de poder tanto en la Provincias
Unidas como en los mandos españoles quienes asentados en Lima, enviaban desde
ahí la gran mayoría de las unidades para combatir la rebelión de sus antiguas
colonias.
La batalla de Salta fue un
triunfo completo para las fuerzas al mando del General Belgrano ya que las
tropas que se rindieron estaban formadas por un brigadier, un mayor general,
dos coroneles, cuatro tenientes coroneles graduados, cuatro comandantes, 25
capitanes, 89 tenientes y subtenientes, dos capellanes y casi 2.800 soldados.
El ejército de Belgrano se quedó con todo el bagaje militar de los derrotados
que como consecuencia de su victoria lo constituían: 10 cañones, 2.188 fusiles,
17 carabinas, 6 pistolas, 156 espadas, 385 balas de cañón, 23 balas de
metralla, 7.325 cartuchos para fusiles, carpas, parques y 3 banderas tomadas al
enemigo. En el campo de batalla quedaron 480 realistas muertos y 114 heridos;
mientras que las bajas sufridas por el Ejército de Belgrano fueron 103 muertos,
433 heridos y 42 contusos.
Vale la pena mencionar que
en los preparativos para esta campaña, el General Belgrano dispuso de la
formidable contribución de las mujeres no sólo como enfermeras y ayudantes para
los heridos, sino como combatientes y con mando de tropa, como fue el caso de
Martina Silva de Gurruchaga al frente de una partida de gauchos que ayudó a la división
de Manuel Dorrego a reponerse luego de ser rechazado su primer ataque. El
servicio de inteligencia que organizó Belgrano tenía a la mujer como principal
fuente de información y una de ellas, la jujeña Juana Moro logro convencer en el mismo campo de batalla al
marqués de Yavi –quien comandaba el ala izquierda con un fuerte cuerpo de
caballería- para que se pase al Ejército patriota y así contribuir a la derrota
de los realistas.
La polémica y las críticas
que llovieron desde Buenos Aires contra el General Belgrano por el tipo de
capitulación que ofreció a los derrotados españoles, también provocó disgustos
en los jefes militares patriotas que no estaban de acuerdo con dejar ir a los
casi 3000 soldados a cambio de recibir todas sus armas, equipos y pertrechos. El
juramento que los partidarios de antiguo régimen debían cumplir era el de no
volver a emplear las armas contra los ejércitos independentistas. Pero hete
aquí que vino la Santa Iglesia Católica para afirmar no se podían firmar y
cumplir pactos con insurgentes rebeldes, es decir, con quienes estaban
contaminados de Revolución Francesa, una excusa a la que recurrían los enemigos
de la emancipación americana para reprimir a sangre y fuego los movimientos
libertadores. Así el obispo de la Paz firmó un edicto absolviendo a los
soldados del rey a cumplir las condiciones de la capitulación tras la derrota
en la batalla de Salta, declarándolo nulo y así justificar la reanudación de la
guerra hasta reconquistar las provincias del antiguo virreinato.
En sus Memorias Curiosas
cuenta Juan Manuel Berutti que el día 3 de marzo, es decir, 11 días después,
llegó a Buenos Aires la noticia que las tropas al mando del General Belgrano
habían obtenido un resonante triunfo en los campos y ciudad de Salta,
festejándose a las cuatro de la tarde con una salva de cañonazos que continuó
hasta las diez de la noche, con bailes, fiestas, canciones y un entusiasmo
popular con cántico patrióticos por la victoria conseguida.
Un dato curioso que no se
menciona en los análisis y comentarios de los sucesos del 20 de febrero de
1813, es que el más grande salteño de la guerra de la independencia y único
General en morir en combate como el aguerrido jefe guerrillero Martín Miguel de
Güemes no estuvo presente en la batalla de Salta porque fue enviado y separado
del Ejército por el mismo General Belgrano a Santiago del Estero y luego a Buenos
Aires (fue admitido en el Estado Mayor General) por una cuestión de amoríos (se
fue a vivir con una mujer casada cuyo marido un teniente de dragones la había
abandonado y Güemes aun era soltero) que de acuerdo a los cánones de la época
eran inaceptables para el decoro de un hombre como Manuel Belgrano tan
religioso y respetuoso en las cuestiones morales no podía tolerar. Güemes
retorna a Salta en 1814 siendo Teniente Coronel graduado integrando un grupo de
refuerzos para ser destinado a la defensa de la frontera norte. En agosto de
1816 restablece su relación como compañeros de armas y de causa común con
Belgrano quienes intercambiarán 143 cartas (129 de Belgrano a Güemes y 14 de
Güemes a Belgrano) forjando una enorme amistad y mancomunidad de ideales
revolucionarios.
Todos sabemos que la
Asamblea General Constituyente premió a los Jefes y oficiales que se destacaron
en la batalla de Salta; que al General Belgrano le obsequiaron un sable con
guarnición de oro con la inscripción “La Asamblea constituyente al benemérito
General Belgrano” y la conocida donación de 40.000 pesos en valor de fincas
pertenecientes al Estado. También todos sabemos que Belgrano rechazó esta
compensación y ordenó destinarlo para la construcción de 4 escuelas en Tarija, Jujuy,
Santiago del Estero y Tucumán. Por increíble que parezca la construcción y
terminación de estos establecimientos educativos terminaron definitivamente en
2004 a 191 años después que Belgrano donó ese dinero. En 1974 ya en territorio de Bolivia se construyó
durante la tercera presidencia de Juan Domingo Perón la escuela de Tarija. En
1997 comenzaron las obras para las de Santiago del Estero y Tucumán. Finalmente
en el año 2004 se inauguró la escuelita jujeña cerrando de este modo con una
historia de corrupción que si el propio Belgrano lo hubiese visto, ordenaría
sin dudas el fusilamiento de todos los implicados en el robo de estos dineros
del estado. Y para que nadie tenga dudas de eso leamos la respuesta que le
escribió a la Asamblea del Año XIII por la decisión de ésta de otorgarles premios por su papel en la batalla:
“Cuando considero que estos servicios, en tanto deben merecer el aprecio de
la Nación, en cuanto sean efecto de una virtud y fruto de mis cortos
conocimientos dedicados al desempeño de mis deberes, y que ni la virtud ni los
talentos tienen precio, ni pueden compensar con dinero sin degradarlos; cuando
reflexiono que nada hay más despreciable para el hombre de bien, para el
verdadero patriota que merece la confianza de sus conciudadanos en el manejo de
los negocios públicos que el dinero o las riquezas, que éstas son un escollo de
la virtud que no llega despreciarlas y que adjudicarlos en premio, no sólo son
capaces de excitar la avaricia de los demás, haciendo que por general objeto de
sus acciones subroguen el bienestar particular al interés público, sino que
también parecen dirigidas a lisonjear una pasión seguramente abominable en el
agraciado, no puedo dejar de representar a V.E. que sin que se entienda que
miro en menos la honrosa consideración que mis cortos servicios se ha dignado
dispensarme la Asamblea, cuyos soberanos decretos respeto y venero, he creído
propio de mi honor y de los deseos que me inflaman por la prosperidad de mi
patria, destinar los expresados cuarenta mil pesos para la dotación de cuatro
escuelas públicas de primeras letras en que se enseñen a leer y escribir, la
aritmética, la doctrina cristiana y los primeros rudimentos de los derechos y
obligaciones del hombre en sociedad hacia ésta y el gobierno que la rige, en
cuatro ciudades a saber; Tarija, ésta [Jujuy], Tucumán y Santiago del Estero
(que carecen un de arbitrios para realizarlo) bajo el reglamento que pasaré a
V.E. y pienso dirigir a los , corregirlo o reformarlo siempre que lo tenga por
conveniente. Espero sea de la aprobación de V.E. un pensamiento que creo de
primera utilidad y que no lleva otro objeto que corresponder a los honores y
gracias con que distingue la Patria. Dios guarde a V.E. muchos años”. Esta fue
la contestación a la Asamblea del Año XIII, en carta fechada el 31 de marzo de
1813 y escrita en San Salvador de Jujuy, al recibir la noticia de premiarlo por
su victoria en la batalla de Salta.
Como puede leerse es toda
una profunda reflexión acerca de la actitud que deben tener los funcionarios
públicos en el cumplimiento del deber en el manejo de los asuntos públicos y
del estado. Debería ser elevado a la categoría de doctrina estatal y de
cumplimiento obligatorio para quienes se desempeñen en la función pública para
impedir el salvaje enriquecimiento que tienen aquellas personas que desde un puesto
del estado pretender hacerse millonarios de por vida, sin rendir cuentas, sin
pagar impuestos, lo que no es otra cosa que un robo escandaloso. ¿Quién se
animará a aplicarla? ¿Nuestros diputados, los senadores, los concejales? Estos,
imposible que lo intenten. Debería pasar una generación para que nuevos
funcionarios entiendan, aprendan y sepan que la función pública es un servicio
patriótico que si bien debe estar bien remunerado, no puede permitirse que el
premio en dinero sea la única forma de combatir la corrupción, tal como lo
expresa el Dr. Manuel Belgrano en su carta a la Asamblea del Año XIII. Esta es
la lección y la enseñanza más importante de esta batalla que hoy cumple 200
años de historia.
En Salta pudimos ver a
Manuel Belgrano en sus dos facetas: como General del Ejército de la
Independencia dirigiendo enfermo la batalla y como constructor de la nueva y
naciente Nación en su aspecto fundamental que como Jefe de un Ejército vencedor
y libertador debe atender a las necesidades de su pueblo mediante el
restablecimiento de las condiciones económicas dignas de vida y darle educación
para formarlos como ciudadanos libres. Ese es el gran legado que Manuel
Belgrano nos deja a todos los pueblos americanos en aquellos años de guerra y
revolución.
APENDICE DOCUMENTAL
1) Plano de la Batalla de Salta
2)Parte
Oficial de la Batalla de Salta, escrito por el General Manuel Belgrano (Se
respeta la ortografía de la época)
Exmo Sor.
El Todo-Poderoso ha coronado
con una completa victoria nuestros trabajos: arrollado, con las bayonetas y los
sables, el Exto, al mando de Dn. Pio Tristan, se ha rendido del modo qe.
aparese de la adjunta capitulacion: no puedo dar á V. E. una noticia exacta de
sus muertos y heridos, ni tampoco de los nuestros: lo qual hare mas despacio,
diciendo unicamte pr. lo pronto, que mi segundo, el Mayor Gral. Diaz Velez, ha
sido atravesado en un muslo de bala de fucil, quando exercia sus funciones con
el mayor denuedo, conduciendo la Ala derecha del Exto. á la victoria: su
desempeño, el del coronel Rodriguez, Gefe de la Ala isquierda, y el de todos
los demas comandantes de Division, asi de Infanteria como de Caballeria, é
igualmente el de los oficiales de Artilleria y demas cuerpos del Exto. ha sido
el mas digno y propio de Americanos libres qe. han jurado sostener la soberania
de las Provs. Unidas del Rio de la Plata; debiendo repetir á V. E. lo qe. le
dixe en mi parte de 24 de Septre. pasado, qe. desde el ultimo soldado hasta el
Gefe de mayor graduacion, é igualmte. el paisanaje se han hecho acrehedores á
la atencion de sus conciudadanos y á las dis- tincio'. con qe. no duda qe. V.
E. sabrá premiarles. — Dios gue. á V. E. ms. as. 20 á la noche de Febrero de
1813.
--Exmo. Señor—M1. Belguano.
—Exmo. supr. Govn°. de las
Provs. Unidas del Rio de la Plata.
Exmo Señor
El Ejercito se propuso en el
Rio de Juramto. otro tiempo el Pasaje, venir á celebrar el reconocimt°. de la
Soberania de las Provincias Unidas del Rio de la Plata arrojando á los tiranos
de esta capital; pues cabalmte. esto es lo qe. ha sucedido de un modo digno de
los Americanos libres qe. mediante el decidido favor del Cielo, á proporcion de
los obstaculos qe. se le presentan, redoblan su empeño pa. vencerlos.
Desde aquel punto escribí á V
E. el dia 12 y á las seis de la tarde emprendí la marcha á la Cienaga con toda
la fuerza reunida; segui á la Cabeza del Buey y en la mañana del dia 14, con
motivo del parte num°. 1° continué á Cobos sin ser sentido del enemigo.
El suceso de la avanzada á qe.
se refiere el expresado Parte llegó desfigurado á su noticia, y entre si era
una de las partidas del Exto, ó el todo, llegué á Castañares con aquel en la
noche del 17,, sin encontrar mas impedi- mtos qe. las aguas qe. á torrentes
cayeron sobre nosotros desde Cobos, y un retazo de camino tan pesimo qe. el
empeño y constancia de mis bravos camaradas supo vencer, quando los vaqueanos
creian imposible su transito, ello és qe. las doce piezas de artillería qe. he
arrastrado y cin- qüenta carretas pasaron felicemt°. y en la mañana del 18,,
todo estaba reunido en el punto de Castañares, y aun el enemigo no lo creia.
Me habia propuesto sorprenderlo
totalmte. hasta entrar pr. las calles de esta Capital; las aguas me lo
impidieron, y yá fueron indispensables otros movimtos; pues qe. habiamos sido
descubiertos, respecto á qe. fue preciso dar algun descanso á la tropa, y
proporcionarle qe secase su ropa, limpiar sus armas, recorrer sus municions. y
demas.
Asi se executó hta qe. á las
once de la mañana del 19,, salí con el Exto de Castañares y me dirigí á su
Pampa aproximandome á esta, hta situarme á las inmediacions. de Gallinato, con
cuio movimt°. logre descubrir la fuerza enemiga, y las diferentes posicion*,
que tomó con sus guerrillas y avanzadas: en los choques con estas y aquellas,
las de este Exto, compuestas de los Dragons., se comportaron mui bien hta desaloxarlos
de los lug ares q°. ocupaban pr. mi costado dro, desde donde descubrian mis mo-
vimtos.
Hasta qe. obscurecio permaneci
en aquella situacion, y luego reuní en masa sobre la columna del centro las
quatro restantes de ambos costados, destinando á la custodia de las carretas
los cuerpos de reserva tanto de infantería y caballeria, y no quise valerme de
las granadas pr. no perjudicar tal vez á las personas oprimidas por la tirania,
ni hacer destrozos en un Pueblo qe. no tenia la culpa de qe. se abrigasen en él
nros enemigos.
En esa noche la agua fue
abundantisima, y, gloria eterna á los soldados de la Patria, qe. guardaban su
arma y municions. con un cuidado grandisimo, prefiriendolas á si mismos,
sufriendo el mojarse y estar á toda intemperie antes qe. permitir se les
inutilizasen los medios de ofender á los tiranos.
Asi es qe., valiendome de la
expresion vulgar, amanecieron como patos el dia 20,, mas, benigno el Cielo em-
peso á despejarse y nos dio lugar pa. qe. las tropas se secaran, alistar las
armas, y comer; concluido esto reuní á mi segundo el Mayor General Dn,
Eustoquio Diaz Velez, Gefe de la ala dra, y al Coronel D. Martin Rodriguez,
Gefe de la ala izquierda, y les di mis orns. p". ir al enemigo.
Cerca de las doce formadas las
columnas de ataque llevando, quatro de ellas, á su retaguardia, ocho piezas de
artilleria, empezaron su marcha con tanta exactitud en sus distancias las cinco
qe. formaban la linea qe. quando se les mandó desplegar, hallandonos á medio
tiro del cañon de á 6 hicieron la evolucion tan perfecmte. y con tanta
serenidad, como si estubiesen en un Exercicio doctrinal.
El enemigo nos esperaba formado
en batalla al norte del tagarete qe. llaman de Tinco y apoyaba su ala dra al
Cerro de Sn. Benardo, habiendo abanzado por la falda de este hta las
inmediaciones, de Gallinar su guerrilla de mas de doscientos hombes. favorecida
de la zanja ó tagarete qe. corre al pie, y la ixquierda la sostenia con su
caballeria.
Marchando el Exto á él hize
adelantar dos compañias de cazadores del Batallon qe. formaba la cabeza, y
salieron al mando de su comandte. D. Man1. Dorrego, á las q°. mandé sostener
con la caballeria del ala dra, y entre tanto dispuse qe. una Seccion del cuerpo
de reserva qe. lo formaba el Regimt". n° 1°. fuese á atacar la guerrilla
qe. estaba en la falda de Sn. Bernardo como lo verificó al mando de Dn.
Silvestre Alvarez, y pr. este medio, y el movimt°. retrogrado qe. hizo la
caballeria enemiga, avanzando toda la linea del Exto en medio del fuego mas
horroroso qe. hacia el enemigo hizo un cambio de frente á retaguardia, y
arrollo qt°. se le presentó, é hizo huir vergonsozamte. á las lineas del
enemigo á refugiarse en la Plaza dexando el campo cubierto de cadaveres y
heridos, y muchos ahogados en el Tagarete.
Solo se mantuvieron auxiliados del
cerro, bosque, y zanja de su frente las guerrillas y el R1. de Lima y
Pancartambo, pero al fin con los fuegos del Cuerpo de reserva y la ala
izquierda del Exto, y las piezas de artillería mandadas pr. el capitan
Villanueva qe. fué contuso, y el Ayudte. de Dragones. Dn. José Maria Paz,
tubieron qe. ceder el puesto, huir unos y rendirse otros, y dexarnos el campo
de batalla pr. ntro en terminos de ser batidos por la parte norte de la Plaza
de qe. distabamos tres quadras á lo mas sin otro obstaculo q°. vencer el
tagarete qe. corre pr. su frente.
Entre tanto la ala dra y parte
del centro con el Comandte. Dn. José Superi, dos piezas al mando del benemerito
y valiente Teniente de Artilleria Luna en la persecucn. del enemigo entró á la
ciudad y se apoderó de la Iglesia y Convt°. de la Merced, habiendo echado pie á
tierra los Dragones. se tomaron varias cálles y las alturas hta quadra y media
de la Plaza, asi con los piquetes de Casadores al mando de su Sargt°. Mayor
Echavarria, Pardos Num.° 6, al mando de su Comandte. Pico, y Esquadron de
Dragones. qe. habia en ella al mandó de Dn. Cornelio Zelaya, como el resto de
Cazadores al mando de Dn. Manl. Dorrego, y los qe. habia en la linea del num°.
6. al mando de Dn. Carlos Forest y dos piezas mas al mando del Subteniente de
Artillería Rabago á quienes embie a reforzar la Merced y puntos mas adecuados.
Acosado el enemigo y temeroso
de su total ruina previno la intimacion qe. le iba á hacer, y me embió un
Parlamentarío cuio resultado lo sabe V. E. pr. el tratado qe. le remití con
fecha del mismo 20,, á la noche á qe. me movio el qe. no se derramase mas
sangre, y dar una prueba al Mundo entero de los deseos de beneficencia qe.
animan á V. E. y á quantos dependemos de su sabio gobierno, y no menos á ntros
hermanos alucinados de qe. solo aspiramos á su bien y de ningun modo á su ruina
y exterminio.
La accion duró tres horas y
media, y ha sido muy sangrienta tanto en el campo como en las calles de la
ciudad: los enemigos se han comportado con mucha enegia y valor; pero tubieron
qe. ceder al ardor fuego y en- tuciasmo patriotico del Exto de mi mando qe. sin
desordenarse llevaba la destrucn, y la muerte pr. do quiera qe. acometia: no
hallo Exmo Sr., expresioes. bastantes pa. elogiar á los Gefes, offes., Soldados
Tambores y Milicia qe. nos acompañó del Tucuman al mando de su Coron Dn.
Bernabe Araoz, como igualmte. los hijos de Salta al mando del Coron. de la
Milicia urbana, creada pr. mi, Dn. Apolinar Eigueroa, cuio ardor lo conduxo á
tanta inmediacn. del enemigo qe. se encontró envuelto con él, recibió un
zablaso del Gral Tristan, qe. solo rompió su casaca; y este á merced del buen
caballo qe. montaba logró escaparsele, segun q. el mismo Tristan me lo ha
referido.
Formé el Exto del modo sigte.,
dividí la infant. en seis columnas, conservando la caballeria en su formacn. de
quatro Esquadrones: cinco Columnas componian la linea, á saber, la 1a-
consistia en el Batallon de Casadores al mando de su comandte. Tente. Coronel
Dn. Man1. Dorrego, y su 2°. el Sargento mayor interino del mismo Dn. Ramon
Echavarria, y las Seccion6s. al de los capitanes Dn. Pedro Fuaristi Equino, Dn.
Man1. Roxas, Dn Juan Anderson, Dn. Fran6°. Bustos y Dn. Cirilo Correa: la 2a.
era el batallon de Pardos y morenos al mando de su Comandtc. Dn. Jose Superi y
su 2°. el Sargto- mayor Dn. Joaquin Lemoine, y sus seccion*s. al de los
Capitanes Dn. Inocencio Pezoa, Dn. Ramón Mauriño y Dn. Bartolome Rivadera: la
3a. al mando del Comandte. interino del N 6 Teniente Co- ron1. Dn. Franco- Pico
se componia del primer Batallon del expresado Regimto., y sus seccion6s. al de
los capitan68. Dn. Manuel Rafael Ruiz, Dn. Melchor Telleria, Dn. Pedro Domingo
Isnardi, Dn. Juan Pardo de Zela: la 4a la formaba el 2°. batallon del nominado
Regimt°. al mando de su Sarget°. Mayor Dn. Carlos Forest, y sus secciones al de
los capitanes. Dn. Francisco Antonio Sempol, Dn Jose Antonino Pardo, Dn.
Nicolas Fernandez y Dn. José Man^Gutierrez Blanco; la 5a. era el batallon N 2, al
mando de su Comandte. el Tent°. Coron1. Dn Benito Alvarez y sus secciones. al
de los Capitanes Don Patricio Beldon, Dn. Marcelino Lezica, Dn. Francisco
Guillermo, y Dn. José Laureano Villegas: el 3r. Esquadron de Dragones. al mando
de su Comandte, Dn. Cornelio Zelaya Comandte. interino de todo el Regimt°., y
las seccion6s. la 1a. al del Capitan Dn- Rufino Valle, la 2a. y 3a al de los
Tentes. Dn. Joaqn. Ochoa y Dn. José Olivera, cubrian la ala dra del Exto: el
primer Esquadron del mismo, al mando del Capn. Dn. Antonino Rodriguez, y sus
seccion6s. la 1a. al del Capn. Dn, Bernardo Delgado la 2a. al del Tente. Du.
Mariano Unzue y la 3a. al del Alferez Dn. Gregorio Iramain, cubrian la ala
izquierda.
La 6a. Columna qe. sn componia
del Regimt°. N 1°. al mando de su Tente. Coron1. Don Gregorio Perdriel, y su 2°
el Sargt°. mayor Dn. Franc°. Tollo dividido en 4,, secciones al mando de los
Capitan6s. Dn. Silvestre Alvarez, Dn. Mariano Diaz, Dn. Victe. Silva, y D».
Luciano Cuenca formaba el Cuerpo de reserva de infanteria, y el de Caballeria
lo componian dos Esquadron°s. de Dragones. al mando el uno del Comandte. y
Sargento maior interino Dn Diego Gonzalez Balcarce, y sus seccione8, al de los
Capitan°s. Dn. Gavino Ibañez Dn. Juan Man1. Millan y el Alferez Dn, Lorenzo
Lugones; y el otro al mando del Capn. Don Domingo Arevalo; y sus seccion°s. la
1a al mando del Teniente Dn. Julian Paz, la 2a. del Capin. Dn. Alexandro
Heredia, y la 3a del Alferez Dn. Juan José Ximenes; agregué pa. la accion á los
Esquadrones de Milicias del Tucuman del mando del Corone1. Dn. Bernabe Araoz, y
Dn. Geronimo Zelarayan con quienes estubo el Capitan de Dragones. Dn. José
Valderrama.
Las piezas de artilleria del
ala dra estubieron al mando del Tente. Dn. Antonio Giles; las del centro al
mando del Tente. Don Juan Pedro Luna, y el Subtente. Dn. Agustin Rabago, las
del ala izquierda al mando del Capn Dn. Fran6°. Villanueva: las quatro del
Cuerpo de reserva al mando del Comandte. Capitan Dn. Benito Martinez y Dn. José
Maria Paz.
Los Estados adjuntos N 1°. á
siete manifiestan los muertos heridos y prisioneros del enemigo hechos en el
campo de batalla qe. retengo, y los muertos heridos y contusos del Exto: asi
mismo demuestran la artilleria, armas de chispa, y blancas, las municiones, de
aquellas, y las banderas entregadas pr. el enemigo en el acto de rendir las
armas el dia 21; advirtiendo qe. en el campo de batalla se les quitaron quatro
piezas; dos banderas de Division, y varias cargas de municiones. asi de
artilleria como de fusil.
No puedo asegurar á V. E. qe.
cuerpo ni qe. individuo haya sobre salido mas qe. otro; solo diré qe á uno solo
no hé visto volver la cara, y qe a muchos aun heridos y contusos tanto Gefes
como Oficiales, y tropa los hé visto continuar en la accion con un empeño
indecible, y con energia sin igual: el campo limpio y despejado con un suave
declive desde mi posicion hta la plaza me ha proporcionado hallarme á la vista
de todo en todos los instantes de la accion: de lo qe ha pasado en las calles
de la Ciudad lo sé pr los partes q. se me daban, por los auxilios qe remiti, y
por el feliz resultado qe me presentó el denuedo de los qe las ocuparon,
El zelo, la vigilancia y
actividad de mi 2° el Mayor Gral Dn Eustoquio Diaz Velez en las marchas y
buenas disposiciones anticipadas pa la subsistencia de la tropa desde qe le
mandé á tomar el mando de las Divisiones qe marchaban al Rio de Juramto son mui
dignas de la atencn de V E., no menos qe su valor en la accion, en qe aun
despues de herido, se mantuvo con toda energia, recorriendo la linea, hta qe
las fuerzas le faltaron, habiendo sabido ocultar su herida de la tropa, hta qe
vista pr mi le obligué á retirarse: le recomiendo á V. E. encarecidamts, no
menos qe á la concideracn de ntros conciudadanos.
Tambn debo hacer presente á V
E. qe el Coronel Dn. Martin Rodriguez há desempeñado los encargos qe en la
marcha desde el Rio del Jurament°., donde se me reunio, hé puesto á su cuidado,
y asi mismo el mando del ala izquierda del Exto habiendose comportado en la
acción con valor, y entrado á la Ciudad dado sus disposicione8, acertadas, y
avisandome lo oportuno; és acreedor á las atenciones de V. E. pr su buen
servicio, y el zelo y actividad con qe há continuado en las comisiones qe tiene
á su cuidado.
Los Comandtes de Division á
quienes nombro segun el orn qe ha tenido la formacion del Exto, Dn, Man1.
Dorrego, qe salio contuso, Dn. José Superi, Dn. Fran°°. Pico, Dn. Carlos
Forest, Dn. Benito Alvarez; Dn. Gregorio Perdriel, tambn. contuso; los de
Dragones Dn. Cornelio Zelaya, Dn. Diego Gonzalez Balcarce Dn. Antonino
Rodriguez y Dn. Domingo Arevalo con los respectivos oficiales de todas las
Divisiones son acreedores á las considera- ciones. de V. E. por su valor y pr.
su celo en conservar la disciplina y sobordinacn. deses. de una accn. tan
gloriosa en qe. el soldado se cree autorizado pa. el desenfreno.
Mis Ayudtes. Dn. Ignacio
Warnes, Dn. Fran6°. Castellanos, Dn. Geronimo Elguera, Dn. Man1. Saquera, Dn.
Manuel Toro, Dn. José María Lahora, Dn. José Man1. Vera; los oficiales de los
Cuerpos, qe. estaban á mis ordenes p". comunicarlas ün. Fran°°. Escobar de
Casadores, qe. murio llevando una á la guerrilla á mi costado dro, Dn. Manuel
Morilla, de Pardos, Dn. Pedro Torres, del N° 6, Dn. Luis Garcia del N°. 2, Dn.
Antonio Segovia del N°. 1, Dn. Gregorio Madrid de Dragones., qe. salio herido
en un muslo, y Dn. Juan Sancho de artilleria se han desempeñado mui á mi
satisfaccion.
Los Ayudtos. del Mayor General,
Capitanes Dn. Marcelino Cornejo, qe. salio herído, Dn. Hipolito Videla, el
cadete del N°. 1, Dn. Domingo Diaz, y Dn. Rudecindo Alva- rado; los del Gefe de
la ala izquierda Dn. Rafael Rocabado, y Dn. Francisco Echauri han servido con
toda actividad y eficacia. y merecido los elogios de sus Gefes, y atencion mia.
No debo olvidar á los
Capellanes del N° 1° D. D Roque Illezcas; del N° 2 Dn. Juan José Castellanos;
del N° 6 Don Romualdo Gemio y Dn. Jose Maria Ibarburu; de Pardos Dn. Celidonio
Molina, al de Dragon°s. D D Gregorio Telleria, al de Dragon6s. de la Milicia
Patriotica del Tucuman D. D. Miguel Araoz; han exercido su santo ministerio en
lo mas vivo del fuego con una serenidad propia, y han sido infatigables en sus
obligaciones.
Tambien merece el Cirujano del
N. 1°. Dn. Martin Rivero mi memoria y aprecio; las ciscunstancias hicieron qe.
se hallase solo en la accion, y debo manifestar á V. E. qe. no perdio un
instante en proporcionar á los heridos los auxilios de su facultad, y en
cumplir exactamte. con sus obligaciones.
No cesaria Exmo Señor, de
hablar de una accion tan gloriosa pa. las armas de la Patria, y cuias
consequencias es facil preveer, si no temiese molestar á V. E.; diré so- lamte.
qe. el Dios de los Exercitos nos há hechado su bendicion, y que la causa justa
de ntra libertad é independencia se há asegurado á exfuerzos de mis bravos
Compañeros de armas.—Dios gue á V E. ms. as. Quartel gral de Salta 27 de
Febrero de 1813—Exmo Señor.— M1. Belgrano—Exmo Supremo Gobierno de las Provine.
unide, del Rio de la Plata.
N°. 1°. Seran las ocho de la
mañana en qe. me hé posecionado del punto de Covos pr. motivos de haber
encontrado á un mozo qe. me informó qe. solo habia Diez hombres, con este
motivo abanse y hé tomado prisionero seis y el Comandante muerto, ocho
caravinas, un par de pistolas, y bayoneta una, un machete, y seis cananas,
manteniendome en este punto asta las ordenes de Vmd. Covos, Febrero Catorce de
mil ochocientos trece—AntoNio Silva.—Sor Comte. de la Vanga.—Es copia— D°1.
Anchorena.
LlSTA DE LOS OFICIALES
PRISIONEROS TOMADOS EN EL CAMPO DE BATALLA Y HERIDOS ALLÍ Y EN ESTA Qe. HAN
QUEDADO
N. 2 Coronel el capitan de
navio D. Antonio Alvarez Sotomaior herído.
Teniente Coronel del Real de
Lima Comandte. D. Antonio Lesdael herido.
Subteniente de id D. Cayetano
Lavaye,
Teniente de Artilleria D.
Narciso Martinez.
Tente. Coron1 de Cotabamba D.
Manuel Aragues
Teniente de id D. Juan Silva.
Subtente. de id D. Manuel
Carrillo.
Capitan de Granaderos de Paruro
D. Narciso Claros.
Capitan de id D. Manuel Garcia.
Tente. de id D. Tiburcio
Ugarte.
Subtente de Paucartambo D.
Marcos Cavero.
Cadete de id D. Sebastian
leñazo.
Capitan de Abancay D. José
María de Oquendo.
Capitan de id D. Bruno Celices
con grado de Tente. Coronel.
Teniente de id D. Juan Bautista
Ruiz herido.
Subteniente de id D. Pedro
Ignacio Ugarteche.
Cadete D. Pedro Zuñíga.—Salta
27 de Febrero de 1813 —Mariano Diaz—Mayor de Campo.
Lista De Los Oficiales Del
Exercito Enemigo Qe. Se Sabe
HUBIERON EN LA ACCION
N°. 5 Sargento Maior de Paruro
D. Martin Indacochea. Capitan agregado al Real de Lima D. Juan Urquiza. Oficial
del Cuerpo de Cotabamba D. Pedro Valdivieso. Oficial de Paruro D. Domingo
Pacheco, id de Abancay D. Bernardino Victoria. id de Caballeria D. Venancio
Benavides.—Q1 gral. de Salta Feb°. 27 de 1813—Mariano Diaz—M°r de Campo.
Capitulacion
El Sr. Genera] D. Manuel
Belgrano xefe del exército de Buenos-Ayres, y el Coronel D, Felipe de la Hera
en cargado por el de la vanguardia del Perú han acordado lo siguiente.
Articulo 1°: El exército del
Perú saldrá mañana á las 10 de la plaza de Salta con todos los honores de la
guerra, quedando ahora en la posicion que ocupan las tropas de las Provincias
del Rio de la Plata. A las tres quadras rendirá las armas, y se entregarán con
cuenta y razon, como igualmente artillería y municiones.
Articulo 2°: El General, los
xefes y demas oficiales prestarán juramento de no volver á tomar las armas; y
por todos los soldados del exército, á quienes les concede el señor general
Belgrano que puedan restituirse á sus casas como á las provincias unidas del
Rio de la Plata, en las que se com- prehenden las de Potosí, Charcas,
Cochabamba y la Paz.
Articulo 3°: Se conviene el
general Belgrano en que se le restituyan los oficiales y soldados prisioneros
que hay en la plaza y territorio que se evacua, y pide que el general Tristan
estimule a su general en xefe para el cange de los prisioneros hechos en las
diferentes acciones de guerra desde la del Desaguadero inclusive.
Articulo 4°: Serán respetadas
las propiedades así de los individuos del exército, como de los vecinos, y a
nadie se molestará por sus opiniones políticas. En que se incluyen los
oficiales, ó vecinos de cualquier otro lugar.
Articulo 5°: Los caudales
públicos quedaran en tesoro baxo cuenta y razon que deberan presentar los
ministros de hacienda.
Articulo 6°: El cuerpo de tropa
que se halla en Jujui, deberá retirarse sin causar perjuicio alguno en su
transito al interior, llevando sus armas.
Articulo 7°: El general
Belgrano conviene en que el general Tristan haga un expreso á su general en
xefe remitiendole copia de este tratado.
Y para su mayor validación, lo
firmaron en la Tablada de Salta á 20 de febrero de 1813—Manuel Belgrano— Felipe
De La Hera—Ratificado por mi, y el concejo con los demas oficiales de
graduación de teniente coronel ín- clucive arriba, en la noche del mismo dia
20.—Pío De TrisTan.—Indalecio Gonzalez de Socasa—Pablo de Astete—José Marquez
de la Plata—Manuel de Ochoa—Francisco de Paula Gonzalez—Juan Tomas
Hoscoso—Buenaventura de la Roca —José Santos—Francisco de Noriega—Francisco
Cavero— Reglamento para el establecimiento de las cuatro escuelas de Tarija,
Jujuy, Tucumán y Santiago de Estero
Jujuy, 25 de Mayo de 1813
3)
REGLAMENTO PARA LAS CUATRO ESCUELAS
Reglamento que deberá regir el
establecimiento de las quatro Escuelas de Tarija, Jujuy, Tucumán, y Santiago
del Estero que he resuelto dotar con los quarenta mil pesos de premio que me
señaló la Soberana Asamblea General Constituyente, mientras que el Supremo
Poder Executivo quien se remite para su aprobación, se sirve con mejores luces
enmendarlo y perfeccionarlo según estime más conveniente al interés la
educación de la Juventud de los Pueblos.
Articulo 1°. Habiendo destinado
con aprovación del Supremo Poder Executivo, el fondo de los quarenta mil pesos
que me concedió en premio la Asamblea Constituyente por su soberano Decreto de
ocho de Marzo de este año, para que sus réditos se doten quatro Escuelas, una,
en Tarija, otra en esta Ciudad, y las dos restantes en Tucumán y .Santiago del
Estero, de á cada una de ellas el capital de diez mil pesos para que el rédito
anual de quinientos se le paguen quatrocientos pesosde sueldo al Maestro, y los
cientos restantes se destinen para papel, pluma, tinta, libros y catecismo para
los Niños de Padres pobres que no tengan como costearlo. Si hubiere algún
ahorro se empleará el sobrante en premios, con que se estimule el
adelantamiento de los Jóvenes.
2° Estableciéndose estas
Escuelas baxo la protección., inmediata inspección y vigilancia de los
Ayuntamientos, el pago del sueldo se hará por mitad en cada seis meses por
conducto del Governador del Pueblo, del Alcalde de primer voto, y del Rexidor
más antiguo, con intervención del síndico, quién solo tendrá la facultad de presentar;
u oponerse a él, quando el Maestro no haya cumplido sus deberes. Los mismos
individuos entenderán en la inversión de los cien pesos destinados para auxilio
de los Niños pobres: en la distribución que se haga de los útiles que se
compren con ellos; y en el repartimiento de los premios.
3° La provisión de estas
Escuelas se hará por oposición. El cabildo publicará un aviso convocatorio, que
se hará saver en las ciudades mas inmediatas; admitirá los memoriales de los
opositores con los documentos que califiquen su idoneidad y costumbres oirá á
cerca de ellos al síndico Procurador; y cumplido el termino de la convocación.
que nunca será menor de veinte y cinco días nombrará dos sujetos de los mas
capaces, e instruidos del Pueblo, para que ante ellos, el vicario Eclesiástico
y el Procurador de la Ciudad se verifique la oposición públicamente, en el día
ó días señalados. Los vocales y el Procurador informarán juntos ó separadamente
al Ayuntamiento á cerca del mérito de la oposición y circunstancias de los
pretendientes, y con el informe que este tenga por conveniente, me dará cuenta
de todo para hacer el nombramiento, debiendo los mismos vocales informarse
tambien en derechura quanto juzguen conducente al acierto de la elección.
Después de mis días será esta del resorte del cabildo, procediendo siempre la
oposición pública en los terminos indicados.
4° Cada tres años podrá el
Ayuntamiento abrir nueva oposición, y convocar opositores, si los hubiere por
conveniente ó hubiese proporción de mejorar de Maestro. El que ha servido ó
desempeñado la Escuela en igualdad de merito y circunstancias deberá ser
preferido.
5° Se enseñará en estas
Escuelas á leér, escribir y contar; la gramatica castellana; los fundamentos
de nuestra sagrada Religión y Doctrina Cristiana por el catecismo de Astete
(2), Fleuri (3), y el compendio de Pouget (4): los primeros rudimentos sobre el
origen y objeto de la sociedad, los derechos del hombre en ésta, y sus
obligaciones acia ella, y al Govierno que la rige.
6° Cada seis meses habrían
examenes publicos á presencia de los mismos individuos, ante quienes se ‑verifica la oposición. A los Jovenes que sobresalgan, se les
daré asiento de preferencia, algun premio, distinción de honor, procediéndose
en esto con justicia.
7° En los Domingos de
renovación, y en los dias de rogaciones publicas, asistirán todos los Jovenes á
la Iglesia presididos de su Maestro: oiran la misa Parroquial, tomarán asiento
en la banca que se les destine, y acompañarán en la procesión de Nuestro amo,
Todos los Domingos de Quaresma concurrirán en la misma forma á oir la Misa
Parroquial y las exortaciones ó platicas doctrinales de su Pastor.
8° En las Funciones del Patrono
de la Ciudad, del aniversario de nuestra regeneración política,y otras de
celebridad, se le dará asiento al Maestro en Cuerpo de Cavildo, reputándosele
por un Padre de la .Patria.
9° Todos los dias asistirán los
Jovenes á Misa conducidos por su Maestro; al concluirse la Escuela por la tarde
rezarán las letanias á laVirgen, teniendo por Patrona á nuestra Señora de
Mercedes. El sabado a la tarde le rezaran un tercio de rosario,
10º Se entrará en la Escuela
desde el mes de octubre hasta el de marzo á las siete por la mañana para salir
á las diez; y á las tres de la tarde para salir á las seis; y desde el mes de
Abril hasta, el de Setiembre á las ocho de la mañana para salir á las once, y á
las dos de la tarde para salir á las cinco.
11 Los que escriban harán solo
dos planas al dia y ninguna pasará de una llana de quartilla. El tiempo
sobrante despues de la plana,se destinara á que lean en libro o carta, aprendan
la doctrina Cristiana, la aritmetica, la gramatica castellana.
12 Tendran asueto general el
día 31 de Enero, 20 de Febrero, 25 de Mayo, 24 de Setiembre, cuidando el
Maestro de darles una idea de nuestra grata memoria, tambien lo tendrán de el
día del Maestro, el 1° de Enero, el de su Fundador, y los Jueves por la tarde.
13 Las mañanas de los jueves y
tarde de los sabados se destinarán al estudio de memoria del Catecismo de
Astete (1) que se usa en nuestras Escuelas y á explicarles la doctrina por el
Pouget.
14 Los sabados por la mañana se
concluirán las bandas semanales que deberán promoverse hasta que haia premios,
con que estimular la juventud al maior adelantamiento, pero sin que se saquen,
ni aun se designen porros, como ha sido antes de ahora de costumbre.
15 Solo se podrá dar de
penitencia á los Jóvenes el que se hinquen de rodillas; pero por ningún motibo
se le expondrá á la verguenza pública haciendo que se pongan en cuatro pies, ni
de otro cualquier modo impropio.
16 A ninguno se le podrán dar
arriba de seis azotes por defectos graves; y solo por un hecho que pruebe mucha
malicia, ó se de muy malas conseqüencias en la Juventud, se le podrán dar hasta
doce, haciendolo esto siempre separado de la vista de los demas Jovenes
17 Si hubiese algún joven de
tan mala indole ó de costumbres tan corrompidas que se manifieste incorregible,
podrá ser despedido secretamente de la Escuela con intervención del Alcalde de
Primer voto, del Regidor mas antiguo y del vicario de la Ciudad, quienes se
reunirán a deliberar en vista de lo que previa y privada les informe el
Preceptor.
18 El Maestro procurará con su
conducta y en toda sus expresiones y modos inspirar á sus Alumnos, amor al
orden, respeto á la Religion, moderación y dulzura en el trato, sentimientos de
honor, amor á la verdad y á las Ciencias, horror al vicio, inclinación al
trabajo, despego del interés, desprecio de todo lo que diga á profusión, y luxo
en el comer, vestir y demas necesidades de la vida, y un espiritu nacional, que
les haga preferir el bien publico al privado, y estimar en mas la calidad de
Americano, que la de Extranjero.
19 Tendrá gran cuidado en que
todos se presenten con aseo en su persona y vestido, pero no permitirá que
nadie use luxo aunque sus Padres puedan y quieran costearlo.
20 Se fixarán a la Puerta de la
Escuela las Armas de la Soberana Asamblea Gral. constituyente.
21 Los Ayuntamientos cuidarán
de la puntual observancia de este Reglamento y de todo lo relativo al buen
orden y adelantamiento de estas Esqüelas, á cuyo efectos los Rexidores se
turnarán por semana para visitarlas, y reprender al Maestro de los defectos
que adviertan. Cada uno en el Cavildo siguiente a la semana, que le haya
correspondido por turno, darán parte al cuerpo por escrito de lo que hubiere
notado en la visita, y se archivará dicho parte para que sirva de constancia de
la conducta del Maestro para lo que pueda convenir.
22 Me será facultativo nombrar
quando lo tenga por conveniente un sujeto que haga una visita Extraordinaria,
de estas Esqüelas [escuelas]. Me reservo asimismo la facultad de hacer las
mejoras que el tiempo y la experiencia indiquen para perfeccionar este
Reglamento.
Jujuy y Mayo 25 de 1813.
Entreren es.: escriban-q.
es-vale.
M. Belgrano
NOTAS:
(1) 191 años después el
Ministro de Educación Daniel Filmus (presidencia de Néstor Kirchner 2003-2007)
inauguró la Escuela Nro. 452 “Legado Belgraniano” en la ciudad de San Salvador
de Jujuy.
(2) Gaspar Astete (1537-1601)
escribió el Catecisma de la Doctrina Cristiana que se utilizó acompañando la
dominación hispana, expandiendo la visión de la Contrarreforma católica sobre
los textos sacros cristianos.
(3) Con respecto al Historia
Eclesiástica del abad Claudio Fleury. Poco tiempo antes en México Miguel de
Hidalgo y Costilla muy criticado y desplazado de su cargo como Rector del Real
y Primitivo Colegio de San Nicolás Obispo de Valladolid, según sostiene
Castillo Ledón
“¿y qué se murmuraba, qué se decía de él? Que
gustaba de discutirlo todo, aun con sus superiores en dignidad; que leía
autores vedados, como la Historia Eclesiástica del abad Claudio Fleury y las
obras de Voltaire, de las que en Valladolid existía oculta una colección; que
tenía conversaciones reservadas sobre religión y política… y, por último, que
tenía relaciones íntimas con una mujer “que vestía de todas modas”.” En Salas
López, Emilio: “Miguel Hidalgo y Costilla”. 8 de mayo de 2001. El Universal.
www.eluniversal.com.mx
(4) El Compendio de Amado
Pouget también fue uno de los textos utilizados por el cura mexicano Hidalgo.
Ver Herrera Peña, José: Maestro y discipulo. Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo. México 1995.
Fuente: Publicado por ADHILAC Internacional © www.adhilac.com.arAntonio Bargas—Es copia Dr Anchorena.
BIBLIOGRAFIA
Ovidio
Giménez. Vida, época y obra de Manuel Belgrano. Ed. Ciudad Argentina, Madrid,
1999.
Jose María
Paz. Memorias Póstumas. Tomo I, Ediciones Hyspamérica, Buenos Aires, 1988
Carlos
González Díaz. El Ejército de la Independencia 1810-1820. Enfoques Históricos e
Ideológicos. Ediciones Sílaba, Buenos Aires, 1976.
Marcos
Casco. La Argentina, un tigre en acecho. La verdadera historia de Belgrano y la
Revolución de Mayo, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 1996.
Pablo
Camogli (con Luciano de Privitellio). Batallas por la libertad. Todos los
combates de la guerra de la independencia. Aguilar-Altea-Taurus-Alfaguara,
Buenos Aires, 2005.
Sabsay Fernando.
Caudillos de la Argentina. Editorial El Ateneo. Buenos Aires, 2002.
Abad de
Santillán Diego. Historia Argentina. Tomo I. TEA, Buenos Aires, 1965.
Berutti
Juan Manuel. Memorias Curiosas. Editorial Emecé, Buenos Aires, 2001.
Luqui-Lagleyze
Julio. Historia y Campañas del Ejército Realista. Tomo I (181-1820), Instituto
Nacional Sanmartiniano, Rosario, 1997.