El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

miércoles, 20 de febrero de 2013

SOBRE LA BATALLA DE SALTA


ALGUNAS CUESTIONES SOBRE LA BATALLA DE SALTA

Por Sergio D. Aronas – 20 de febrero de 2013

            Al cumplirse el Bicentenario de la gran batalla de Salta honramos a la memoria de todos nuestros antepasados que lucharon por la independencia del Reino de España y que dejaron su vida por la tan ansiada libertad. En Salta tuvo lugar el combate más grande que se libraron en el actual territorio que hoy constituye la República Argentina durante las guerras de la independencia por la cantidad de soldados que participaron en ella. No fue cualquier batalla. Fue un enfrentamiento de casi cuatro horas donde se destacaron los cuerpos de los Morenos y Pardos que contuvieron el ataque feroz de los batallones del Marqués de Yavi que comprometía la ofensiva a cargo del Teniente Coronel Manuel Dorrego. Es en esta batalla donde por primera vez, aparece la bandera creada por Belgrano y fue la que hizo jurar en el río Pasaje, al iniciarse la marcha hacia la ciudad de Salta. 

            Un poco más de 7.100 hombres (3700 por el ejército de Manuel Belgrano y 3400 por las tropas del General español Pío Tristán) chocaron en una durísima batalla que luego de disputarse en campo abierto, los españoles retrocedieron hasta la ciudad de Salta y ahí se libró otra batalla calle por calle, casa por casa, hasta que finalmente el Jefe realista decidió rendir sus fuerzas rodeados por ejército patriota para liquidarlos. 

            Justamente 1813, el tercer año de la libertad como se denominaba en aquellos años el nuevo período político e institucional que se vivía, había comenzado con resultados militares ampliamente favorables para el proceso iniciado en Mayo de 1810 ya que el nuevo impulso tomado a partir de octubre de 1812, le dio una serie de victorias que volvió a renacer el espíritu de la Revolución y recuperar los territorios perdidos en el Alto Perú en 1811 con la terrible derrota en la batalla de Huaqui o Desaguadero, a partir de la cual, un aguerrido ejército español se proponía derrocar al gobierno de Buenos Aires hasta que fue detenido por la valentía e intrepidez de Manuel Belgrano en Tucumán en septiembre de 1812 y con esta victoria iniciar la nueva campaña para liberar el norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata del dominio español. A su actividad de comandante del Ejército en operaciones, Manuel Belgrano no olvidaba su pasión por la lectura y la escritura ya que al iniciarse la campaña de Salta, había terminado si traducción del discurso de despedida de George Washington, por el que sentía profunda admiración y era fuente de su inspiración patriótica.

            La recuperación momentánea del Alto Perú tenía como principal centro de atención las minas de Potosí con las cuales se acuñaban las monedas y se fabricaba el dinero que se distribuía en las demás provincias y de donde se extraía el oro y la plata. Ahí Belgrano estableció su cuartel militar desde donde comenzó la tarea de recuperar la economía de la ciudad y abastecer al Ejército de todo lo necesario para su mantenimiento, crecimiento y fortalecimiento. Aquí no vamos a analizar el aspecto estrictamente militar de cómo se desarrolló el combate. Nos interesa más la importancia política-histórica para el desarrollo de la Guerra de la Independencia y cómo repercutió en los centros de poder tanto en la Provincias Unidas como en los mandos españoles quienes asentados en Lima, enviaban desde ahí la gran mayoría de las unidades para combatir la rebelión de sus antiguas colonias.

            La batalla de Salta fue un triunfo completo para las fuerzas al mando del General Belgrano ya que las tropas que se rindieron estaban formadas por un brigadier, un mayor general, dos coroneles, cuatro tenientes coroneles graduados, cuatro comandantes, 25 capitanes, 89 tenientes y subtenientes, dos capellanes y casi 2.800 soldados. El ejército de Belgrano se quedó con todo el bagaje militar de los derrotados que como consecuencia de su victoria lo constituían: 10 cañones, 2.188 fusiles, 17 carabinas, 6 pistolas, 156 espadas, 385 balas de cañón, 23 balas de metralla, 7.325 cartuchos para fusiles, carpas, parques y 3 banderas tomadas al enemigo. En el campo de batalla quedaron 480 realistas muertos y 114 heridos; mientras que las bajas sufridas por el Ejército de Belgrano fueron 103 muertos, 433 heridos y 42 contusos.

            Vale la pena mencionar que en los preparativos para esta campaña, el General Belgrano dispuso de la formidable contribución de las mujeres no sólo como enfermeras y ayudantes para los heridos, sino como combatientes y con mando de tropa, como fue el caso de Martina Silva de Gurruchaga al frente de una partida de gauchos que ayudó a la división de Manuel Dorrego a reponerse luego de ser rechazado su primer ataque. El servicio de inteligencia que organizó Belgrano tenía a la mujer como principal fuente de información y una de ellas, la jujeña Juana Moro logro  convencer en el mismo campo de batalla al marqués de Yavi –quien comandaba el ala izquierda con un fuerte cuerpo de caballería- para que se pase al Ejército patriota y así contribuir a la derrota de los realistas.

            La polémica y las críticas que llovieron desde Buenos Aires contra el General Belgrano por el tipo de capitulación que ofreció a los derrotados españoles, también provocó disgustos en los jefes militares patriotas que no estaban de acuerdo con dejar ir a los casi 3000 soldados a cambio de recibir todas sus armas, equipos y pertrechos. El juramento que los partidarios de antiguo régimen debían cumplir era el de no volver a emplear las armas contra los ejércitos independentistas. Pero hete aquí que vino la Santa Iglesia Católica para afirmar no se podían firmar y cumplir pactos con insurgentes rebeldes, es decir, con quienes estaban contaminados de Revolución Francesa, una excusa a la que recurrían los enemigos de la emancipación americana para reprimir a sangre y fuego los movimientos libertadores. Así el obispo de la Paz firmó un edicto absolviendo a los soldados del rey a cumplir las condiciones de la capitulación tras la derrota en la batalla de Salta, declarándolo nulo y así justificar la reanudación de la guerra hasta reconquistar las provincias del antiguo virreinato.

            En sus Memorias Curiosas cuenta Juan Manuel Berutti que el día 3 de marzo, es decir, 11 días después, llegó a Buenos Aires la noticia que las tropas al mando del General Belgrano habían obtenido un resonante triunfo en los campos y ciudad de Salta, festejándose a las cuatro de la tarde con una salva de cañonazos que continuó hasta las diez de la noche, con bailes, fiestas, canciones y un entusiasmo popular con cántico patrióticos por la victoria conseguida.

            Un dato curioso que no se menciona en los análisis y comentarios de los sucesos del 20 de febrero de 1813, es que el más grande salteño de la guerra de la independencia y único General en morir en combate como el aguerrido jefe guerrillero Martín Miguel de Güemes no estuvo presente en la batalla de Salta porque fue enviado y separado del Ejército por el mismo General Belgrano a Santiago del Estero y luego a Buenos Aires (fue admitido en el Estado Mayor General) por una cuestión de amoríos (se fue a vivir con una mujer casada cuyo marido un teniente de dragones la había abandonado y Güemes aun era soltero) que de acuerdo a los cánones de la época eran inaceptables para el decoro de un hombre como Manuel Belgrano tan religioso y respetuoso en las cuestiones morales no podía tolerar. Güemes retorna a Salta en 1814 siendo Teniente Coronel graduado integrando un grupo de refuerzos para ser destinado a la defensa de la frontera norte. En agosto de 1816 restablece su relación como compañeros de armas y de causa común con Belgrano quienes intercambiarán 143 cartas (129 de Belgrano a Güemes y 14 de Güemes a Belgrano) forjando una enorme amistad y mancomunidad de ideales revolucionarios.

            Todos sabemos que la Asamblea General Constituyente premió a los Jefes y oficiales que se destacaron en la batalla de Salta; que al General Belgrano le obsequiaron un sable con guarnición de oro con la inscripción “La Asamblea constituyente al benemérito General Belgrano” y la conocida donación de 40.000 pesos en valor de fincas pertenecientes al Estado. También todos sabemos que Belgrano rechazó esta compensación y ordenó destinarlo para la construcción de 4 escuelas en Tarija, Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán. Por increíble que parezca la construcción y terminación de estos establecimientos educativos terminaron definitivamente en 2004 a 191 años después que Belgrano donó ese dinero. En 1974  ya en territorio de Bolivia se construyó durante la tercera presidencia de Juan Domingo Perón la escuela de Tarija. En 1997 comenzaron las obras para las de Santiago del Estero y Tucumán. Finalmente en el año 2004 se inauguró la escuelita jujeña cerrando de este modo con una historia de corrupción que si el propio Belgrano lo hubiese visto, ordenaría sin dudas el fusilamiento de todos los implicados en el robo de estos dineros del estado. Y para que nadie tenga dudas de eso leamos la respuesta que le escribió a la Asamblea del Año XIII por la decisión de ésta de otorgarles premios por su papel en la batalla:

“Cuando considero que estos servicios, en tanto deben merecer el aprecio de la Nación, en cuanto sean efecto de una virtud y fruto de mis cortos conocimientos dedicados al desempeño de mis deberes, y que ni la virtud ni los talentos tienen precio, ni pueden compensar con dinero sin degradarlos; cuando reflexiono que nada hay más despreciable para el hombre de bien, para el verdadero patriota que merece la confianza de sus conciudadanos en el manejo de los negocios públicos que el dinero o las riquezas, que éstas son un escollo de la virtud que no llega despreciarlas y que adjudicarlos en premio, no sólo son capaces de excitar la avaricia de los demás, haciendo que por general objeto de sus acciones subroguen el bienestar particular al interés público, sino que también parecen dirigidas a lisonjear una pasión seguramente abominable en el agraciado, no puedo dejar de representar a V.E. que sin que se entienda que miro en menos la honrosa consideración que mis cortos servicios se ha dignado dispensarme la Asamblea, cuyos soberanos decretos respeto y venero, he creído propio de mi honor y de los deseos que me inflaman por la prosperidad de mi patria, destinar los expresados cuarenta mil pesos para la dotación de cuatro escuelas públicas de primeras letras en que se enseñen a leer y escribir, la aritmética, la doctrina cristiana y los primeros rudimentos de los derechos y obligaciones del hombre en sociedad hacia ésta y el gobierno que la rige, en cuatro ciudades a saber; Tarija, ésta [Jujuy], Tucumán y Santiago del Estero (que carecen un de arbitrios para realizarlo) bajo el reglamento que pasaré a V.E. y pienso dirigir a los , corregirlo o reformarlo siempre que lo tenga por conveniente. Espero sea de la aprobación de V.E. un pensamiento que creo de primera utilidad y que no lleva otro objeto que corresponder a los honores y gracias con que distingue la Patria. Dios guarde a V.E. muchos años”. Esta fue la contestación a la Asamblea del Año XIII, en carta fechada el 31 de marzo de 1813 y escrita en San Salvador de Jujuy, al recibir la noticia de premiarlo por su victoria en la batalla de Salta.

            Como puede leerse es toda una profunda reflexión acerca de la actitud que deben tener los funcionarios públicos en el cumplimiento del deber en el manejo de los asuntos públicos y del estado. Debería ser elevado a la categoría de doctrina estatal y de cumplimiento obligatorio para quienes se desempeñen en la función pública para impedir el salvaje enriquecimiento que tienen aquellas personas que desde un puesto del estado pretender hacerse millonarios de por vida, sin rendir cuentas, sin pagar impuestos, lo que no es otra cosa que un robo escandaloso. ¿Quién se animará a aplicarla? ¿Nuestros diputados, los senadores, los concejales? Estos, imposible que lo intenten. Debería pasar una generación para que nuevos funcionarios entiendan, aprendan y sepan que la función pública es un servicio patriótico que si bien debe estar bien remunerado, no puede permitirse que el premio en dinero sea la única forma de combatir la corrupción, tal como lo expresa el Dr. Manuel Belgrano en su carta a la Asamblea del Año XIII. Esta es la lección y la enseñanza más importante de esta batalla que hoy cumple 200 años de historia.

            En Salta pudimos ver a Manuel Belgrano en sus dos facetas: como General del Ejército de la Independencia dirigiendo enfermo la batalla y como constructor de la nueva y naciente Nación en su aspecto fundamental que como Jefe de un Ejército vencedor y libertador debe atender a las necesidades de su pueblo mediante el restablecimiento de las condiciones económicas dignas de vida y darle educación para formarlos como ciudadanos libres. Ese es el gran legado que Manuel Belgrano nos deja a todos los pueblos americanos en aquellos años de guerra y revolución.

APENDICE DOCUMENTAL

1) Plano de la Batalla de Salta


           

2)Parte Oficial de la Batalla de Salta, escrito por el General Manuel Belgrano (Se respeta la ortografía de la época)
Exmo Sor.
El Todo-Poderoso ha coronado con una completa victoria nuestros trabajos: arrollado, con las bayonetas y los sables, el Exto, al mando de Dn. Pio Tristan, se ha rendido del modo qe. aparese de la adjunta capitulacion: no puedo dar á V. E. una noticia exacta de sus muertos y heridos, ni tampoco de los nuestros: lo qual hare mas despacio, diciendo unicamte pr. lo pronto, que mi segundo, el Mayor Gral. Diaz Velez, ha sido atravesado en un muslo de bala de fucil, quando exercia sus funciones con el mayor denuedo, conduciendo la Ala derecha del Exto. á la victoria: su desempeño, el del coronel Rodriguez, Gefe de la Ala isquierda, y el de todos los demas comandantes de Division, asi de Infanteria como de Caballeria, é igualmente el de los oficiales de Artilleria y demas cuerpos del Exto. ha sido el mas digno y propio de Americanos libres qe. han jurado sostener la soberania de las Provs. Unidas del Rio de la Plata; debiendo repetir á V. E. lo qe. le dixe en mi parte de 24 de Septre. pasado, qe. desde el ultimo soldado hasta el Gefe de mayor graduacion, é igualmte. el paisanaje se han hecho acrehedores á la atencion de sus conciudadanos y á las dis- tincio'. con qe. no duda qe. V. E. sabrá premiarles. — Dios gue. á V. E. ms. as. 20 á la noche de Febrero de 1813.
--Exmo. Señor—M1. Belguano.
—Exmo. supr. Govn°. de las Provs. Unidas del Rio de la Plata.
Exmo Señor
El Ejercito se propuso en el Rio de Juramto. otro tiempo el Pasaje, venir á celebrar el reconocimt°. de la Soberania de las Provincias Unidas del Rio de la Plata arrojando á los tiranos de esta capital; pues cabalmte. esto es lo qe. ha sucedido de un modo digno de los Americanos libres qe. mediante el decidido favor del Cielo, á proporcion de los obstaculos qe. se le presentan, redoblan su empeño pa. vencerlos.
Desde aquel punto escribí á V E. el dia 12 y á las seis de la tarde emprendí la marcha á la Cienaga con toda la fuerza reunida; segui á la Cabeza del Buey y en la mañana del dia 14, con motivo del parte num°. 1° continué á Cobos sin ser sentido del enemigo.
El suceso de la avanzada á qe. se refiere el expresado Parte llegó desfigurado á su noticia, y entre si era una de las partidas del Exto, ó el todo, llegué á Castañares con aquel en la noche del 17,, sin encontrar mas impedi- mtos qe. las aguas qe. á torrentes cayeron sobre nosotros desde Cobos, y un retazo de camino tan pesimo qe. el empeño y constancia de mis bravos camaradas supo vencer, quando los vaqueanos creian imposible su transito, ello és qe. las doce piezas de artillería qe. he arrastrado y cin- qüenta carretas pasaron felicemt°. y en la mañana del 18,, todo estaba reunido en el punto de Castañares, y aun el enemigo no lo creia.
Me habia propuesto sorprenderlo totalmte. hasta entrar pr. las calles de esta Capital; las aguas me lo impidieron, y yá fueron indispensables otros movimtos; pues qe. habiamos sido descubiertos, respecto á qe. fue preciso dar algun descanso á la tropa, y proporcionarle qe secase su ropa, limpiar sus armas, recorrer sus municions. y demas.
Asi se executó hta qe. á las once de la mañana del 19,, salí con el Exto de Castañares y me dirigí á su Pampa aproximandome á esta, hta situarme á las inmediacions. de Gallinato, con cuio movimt°. logre descubrir la fuerza enemiga, y las diferentes posicion*, que tomó con sus guerrillas y avanzadas: en los choques con estas y aquellas, las de este Exto, compuestas de los Dragons., se comportaron mui bien hta desaloxarlos de los lug ares q°. ocupaban pr. mi costado dro, desde donde descubrian mis mo- vimtos.
Hasta qe. obscurecio permaneci en aquella situacion, y luego reuní en masa sobre la columna del centro las quatro restantes de ambos costados, destinando á la custodia de las carretas los cuerpos de reserva tanto de infantería y caballeria, y no quise valerme de las granadas pr. no perjudicar tal vez á las personas oprimidas por la tirania, ni hacer destrozos en un Pueblo qe. no tenia la culpa de qe. se abrigasen en él nros enemigos.
En esa noche la agua fue abundantisima, y, gloria eterna á los soldados de la Patria, qe. guardaban su arma y municions. con un cuidado grandisimo, prefiriendolas á si mismos, sufriendo el mojarse y estar á toda intemperie antes qe. permitir se les inutilizasen los medios de ofender á los tiranos.
Asi es qe., valiendome de la expresion vulgar, amanecieron como patos el dia 20,, mas, benigno el Cielo em- peso á despejarse y nos dio lugar pa. qe. las tropas se secaran, alistar las armas, y comer; concluido esto reuní á mi segundo el Mayor General Dn, Eustoquio Diaz Velez, Gefe de la ala dra, y al Coronel D. Martin Rodriguez, Gefe de la ala izquierda, y les di mis orns. p". ir al enemigo.
Cerca de las doce formadas las columnas de ataque llevando, quatro de ellas, á su retaguardia, ocho piezas de artilleria, empezaron su marcha con tanta exactitud en sus distancias las cinco qe. formaban la linea qe. quando se les mandó desplegar, hallandonos á medio tiro del cañon de á 6 hicieron la evolucion tan perfecmte. y con tanta serenidad, como si estubiesen en un Exercicio doctrinal.
El enemigo nos esperaba formado en batalla al norte del tagarete qe. llaman de Tinco y apoyaba su ala dra al Cerro de Sn. Benardo, habiendo abanzado por la falda de este hta las inmediaciones, de Gallinar su guerrilla de mas de doscientos hombes. favorecida de la zanja ó tagarete qe. corre al pie, y la ixquierda la sostenia con su caballeria.
Marchando el Exto á él hize adelantar dos compañias de cazadores del Batallon qe. formaba la cabeza, y salieron al mando de su comandte. D. Man1. Dorrego, á las q°. mandé sostener con la caballeria del ala dra, y entre tanto dispuse qe. una Seccion del cuerpo de reserva qe. lo formaba el Regimt". n° 1°. fuese á atacar la guerrilla qe. estaba en la falda de Sn. Bernardo como lo verificó al mando de Dn. Silvestre Alvarez, y pr. este medio, y el movimt°. retrogrado qe. hizo la caballeria enemiga, avanzando toda la linea del Exto en medio del fuego mas horroroso qe. hacia el enemigo hizo un cambio de frente á retaguardia, y arrollo qt°. se le presentó, é hizo huir vergonsozamte. á las lineas del enemigo á refugiarse en la Plaza dexando el campo cubierto de cadaveres y heridos, y muchos ahogados en el Tagarete.
Solo se mantuvieron auxiliados del cerro, bosque, y zanja de su frente las guerrillas y el R1. de Lima y Pancartambo, pero al fin con los fuegos del Cuerpo de reserva y la ala izquierda del Exto, y las piezas de artillería mandadas pr. el capitan Villanueva qe. fué contuso, y el Ayudte. de Dragones. Dn. José Maria Paz, tubieron qe. ceder el puesto, huir unos y rendirse otros, y dexarnos el campo de batalla pr. ntro en terminos de ser batidos por la parte norte de la Plaza de qe. distabamos tres quadras á lo mas sin otro obstaculo q°. vencer el tagarete qe. corre pr. su frente.
Entre tanto la ala dra y parte del centro con el Comandte. Dn. José Superi, dos piezas al mando del benemerito y valiente Teniente de Artilleria Luna en la persecucn. del enemigo entró á la ciudad y se apoderó de la Iglesia y Convt°. de la Merced, habiendo echado pie á tierra los Dragones. se tomaron varias cálles y las alturas hta quadra y media de la Plaza, asi con los piquetes de Casadores al mando de su Sargt°. Mayor Echavarria, Pardos Num.° 6, al mando de su Comandte. Pico, y Esquadron de Dragones. qe. habia en ella al mandó de Dn. Cornelio Zelaya, como el resto de Cazadores al mando de Dn. Manl. Dorrego, y los qe. habia en la linea del num°. 6. al mando de Dn. Carlos Forest y dos piezas mas al mando del Subteniente de Artillería Rabago á quienes embie a reforzar la Merced y puntos mas adecuados.
Acosado el enemigo y temeroso de su total ruina previno la intimacion qe. le iba á hacer, y me embió un Parlamentarío cuio resultado lo sabe V. E. pr. el tratado qe. le remití con fecha del mismo 20,, á la noche á qe. me movio el qe. no se derramase mas sangre, y dar una prueba al Mundo entero de los deseos de beneficencia qe. animan á V. E. y á quantos dependemos de su sabio gobierno, y no menos á ntros hermanos alucinados de qe. solo aspiramos á su bien y de ningun modo á su ruina y exterminio.
La accion duró tres horas y media, y ha sido muy sangrienta tanto en el campo como en las calles de la ciudad: los enemigos se han comportado con mucha enegia y valor; pero tubieron qe. ceder al ardor fuego y en- tuciasmo patriotico del Exto de mi mando qe. sin desordenarse llevaba la destrucn, y la muerte pr. do quiera qe. acometia: no hallo Exmo Sr., expresioes. bastantes pa. elogiar á los Gefes, offes., Soldados Tambores y Milicia qe. nos acompañó del Tucuman al mando de su Coron Dn. Bernabe Araoz, como igualmte. los hijos de Salta al mando del Coron. de la Milicia urbana, creada pr. mi, Dn. Apolinar Eigueroa, cuio ardor lo conduxo á tanta inmediacn. del enemigo qe. se encontró envuelto con él, recibió un zablaso del Gral Tristan, qe. solo rompió su casaca; y este á merced del buen caballo qe. montaba logró escaparsele, segun q. el mismo Tristan me lo ha referido.
Formé el Exto del modo sigte., dividí la infant. en seis columnas, conservando la caballeria en su formacn. de quatro Esquadrones: cinco Columnas componian la linea, á saber, la 1a- consistia en el Batallon de Casadores al mando de su comandte. Tente. Coronel Dn. Man1. Dorrego, y su 2°. el Sargento mayor interino del mismo Dn. Ramon Echavarria, y las Seccion6s. al de los capitanes Dn. Pedro Fuaristi Equino, Dn. Man1. Roxas, Dn Juan Anderson, Dn. Fran6°. Bustos y Dn. Cirilo Correa: la 2a. era el batallon de Pardos y morenos al mando de su Comandtc. Dn. Jose Superi y su 2°. el Sargto- mayor Dn. Joaquin Lemoine, y sus seccion*s. al de los Capitanes Dn. Inocencio Pezoa, Dn. Ramón Mauriño y Dn. Bartolome Rivadera: la 3a. al mando del Comandte. interino del N 6 Teniente Co- ron1. Dn. Franco- Pico se componia del primer Batallon del expresado Regimto., y sus seccion6s. al de los capitan68. Dn. Manuel Rafael Ruiz, Dn. Melchor Telleria, Dn. Pedro Domingo Isnardi, Dn. Juan Pardo de Zela: la 4a la formaba el 2°. batallon del nominado Regimt°. al mando de su Sarget°. Mayor Dn. Carlos Forest, y sus secciones al de los capitanes. Dn. Francisco Antonio Sempol, Dn Jose Antonino Pardo, Dn. Nicolas Fernandez y Dn. José Man^Gutierrez Blanco; la 5a. era el batallon N 2, al mando de su Comandte. el Tent°. Coron1. Dn Benito Alvarez y sus secciones. al de los Capitanes Don Patricio Beldon, Dn. Marcelino Lezica, Dn. Francisco Guillermo, y Dn. José Laureano Villegas: el 3r. Esquadron de Dragones. al mando de su Comandte, Dn. Cornelio Zelaya Comandte. interino de todo el Regimt°., y las seccion6s. la 1a. al del Capitan Dn- Rufino Valle, la 2a. y 3a al de los Tentes. Dn. Joaqn. Ochoa y Dn. José Olivera, cubrian la ala dra del Exto: el primer Esquadron del mismo, al mando del Capn. Dn. Antonino Rodriguez, y sus seccion6s. la 1a. al del Capn. Dn, Bernardo Delgado la 2a. al del Tente. Du. Mariano Unzue y la 3a. al del Alferez Dn. Gregorio Iramain, cubrian la ala izquierda.
La 6a. Columna qe. sn componia del Regimt°. N 1°. al mando de su Tente. Coron1. Don Gregorio Perdriel, y su 2° el Sargt°. mayor Dn. Franc°. Tollo dividido en 4,, secciones al mando de los Capitan6s. Dn. Silvestre Alvarez, Dn. Mariano Diaz, Dn. Victe. Silva, y D». Luciano Cuenca formaba el Cuerpo de reserva de infanteria, y el de Caballeria lo componian dos Esquadron°s. de Dragones. al mando el uno del Comandte. y Sargento maior interino Dn Diego Gonzalez Balcarce, y sus seccione8, al de los Capitan°s. Dn. Gavino Ibañez Dn. Juan Man1. Millan y el Alferez Dn, Lorenzo Lugones; y el otro al mando del Capn. Don Domingo Arevalo; y sus seccion°s. la 1a al mando del Teniente Dn. Julian Paz, la 2a. del Capin. Dn. Alexandro Heredia, y la 3a del Alferez Dn. Juan José Ximenes; agregué pa. la accion á los Esquadrones de Milicias del Tucuman del mando del Corone1. Dn. Bernabe Araoz, y Dn. Geronimo Zelarayan con quienes estubo el Capitan de Dragones. Dn. José Valderrama.
Las piezas de artilleria del ala dra estubieron al mando del Tente. Dn. Antonio Giles; las del centro al mando del Tente. Don Juan Pedro Luna, y el Subtente. Dn. Agustin Rabago, las del ala izquierda al mando del Capn Dn. Fran6°. Villanueva: las quatro del Cuerpo de reserva al mando del Comandte. Capitan Dn. Benito Martinez y Dn. José Maria Paz.
Los Estados adjuntos N 1°. á siete manifiestan los muertos heridos y prisioneros del enemigo hechos en el campo de batalla qe. retengo, y los muertos heridos y contusos del Exto: asi mismo demuestran la artilleria, armas de chispa, y blancas, las municiones, de aquellas, y las banderas entregadas pr. el enemigo en el acto de rendir las armas el dia 21; advirtiendo qe. en el campo de batalla se les quitaron quatro piezas; dos banderas de Division, y varias cargas de municiones. asi de artilleria como de fusil.
No puedo asegurar á V. E. qe. cuerpo ni qe. individuo haya sobre salido mas qe. otro; solo diré qe á uno solo no hé visto volver la cara, y qe a muchos aun heridos y contusos tanto Gefes como Oficiales, y tropa los hé visto continuar en la accion con un empeño indecible, y con energia sin igual: el campo limpio y despejado con un suave declive desde mi posicion hta la plaza me ha proporcionado hallarme á la vista de todo en todos los instantes de la accion: de lo qe ha pasado en las calles de la Ciudad lo sé pr los partes q. se me daban, por los auxilios qe remiti, y por el feliz resultado qe me presentó el denuedo de los qe las ocuparon,
El zelo, la vigilancia y actividad de mi 2° el Mayor Gral Dn Eustoquio Diaz Velez en las marchas y buenas disposiciones anticipadas pa la subsistencia de la tropa desde qe le mandé á tomar el mando de las Divisiones qe marchaban al Rio de Juramto son mui dignas de la atencn de V E., no menos qe su valor en la accion, en qe aun despues de herido, se mantuvo con toda energia, recorriendo la linea, hta qe las fuerzas le faltaron, habiendo sabido ocultar su herida de la tropa, hta qe vista pr mi le obligué á retirarse: le recomiendo á V. E. encarecidamts, no menos qe á la concideracn de ntros conciudadanos.
Tambn debo hacer presente á V E. qe el Coronel Dn. Martin Rodriguez há desempeñado los encargos qe en la marcha desde el Rio del Jurament°., donde se me reunio, hé puesto á su cuidado, y asi mismo el mando del ala izquierda del Exto habiendose comportado en la acción con valor, y entrado á la Ciudad dado sus disposicione8, acertadas, y avisandome lo oportuno; és acreedor á las atenciones de V. E. pr su buen servicio, y el zelo y actividad con qe há continuado en las comisiones qe tiene á su cuidado.
Los Comandtes de Division á quienes nombro segun el orn qe ha tenido la formacion del Exto, Dn, Man1. Dorrego, qe salio contuso, Dn. José Superi, Dn. Fran°°. Pico, Dn. Carlos Forest, Dn. Benito Alvarez; Dn. Gregorio Perdriel, tambn. contuso; los de Dragones Dn. Cornelio Zelaya, Dn. Diego Gonzalez Balcarce Dn. Antonino Rodriguez y Dn. Domingo Arevalo con los respectivos oficiales de todas las Divisiones son acreedores á las considera- ciones. de V. E. por su valor y pr. su celo en conservar la disciplina y sobordinacn. deses. de una accn. tan gloriosa en qe. el soldado se cree autorizado pa. el desenfreno.
Mis Ayudtes. Dn. Ignacio Warnes, Dn. Fran6°. Castellanos, Dn. Geronimo Elguera, Dn. Man1. Saquera, Dn. Manuel Toro, Dn. José María Lahora, Dn. José Man1. Vera; los oficiales de los Cuerpos, qe. estaban á mis ordenes p". comunicarlas ün. Fran°°. Escobar de Casadores, qe. murio llevando una á la guerrilla á mi costado dro, Dn. Manuel Morilla, de Pardos, Dn. Pedro Torres, del N° 6, Dn. Luis Garcia del N°. 2, Dn. Antonio Segovia del N°. 1, Dn. Gregorio Madrid de Dragones., qe. salio herido en un muslo, y Dn. Juan Sancho de artilleria se han desempeñado mui á mi satisfaccion.
Los Ayudtos. del Mayor General, Capitanes Dn. Marcelino Cornejo, qe. salio herído, Dn. Hipolito Videla, el cadete del N°. 1, Dn. Domingo Diaz, y Dn. Rudecindo Alva- rado; los del Gefe de la ala izquierda Dn. Rafael Rocabado, y Dn. Francisco Echauri han servido con toda actividad y eficacia. y merecido los elogios de sus Gefes, y atencion mia.
No debo olvidar á los Capellanes del N° 1° D. D Roque Illezcas; del N° 2 Dn. Juan José Castellanos; del N° 6 Don Romualdo Gemio y Dn. Jose Maria Ibarburu; de Pardos Dn. Celidonio Molina, al de Dragon°s. D D Gregorio Telleria, al de Dragon6s. de la Milicia Patriotica del Tucuman D. D. Miguel Araoz; han exercido su santo ministerio en lo mas vivo del fuego con una serenidad propia, y han sido infatigables en sus obligaciones.
Tambien merece el Cirujano del N. 1°. Dn. Martin Rivero mi memoria y aprecio; las ciscunstancias hicieron qe. se hallase solo en la accion, y debo manifestar á V. E. qe. no perdio un instante en proporcionar á los heridos los auxilios de su facultad, y en cumplir exactamte. con sus obligaciones.
No cesaria Exmo Señor, de hablar de una accion tan gloriosa pa. las armas de la Patria, y cuias consequencias es facil preveer, si no temiese molestar á V. E.; diré so- lamte. qe. el Dios de los Exercitos nos há hechado su bendicion, y que la causa justa de ntra libertad é independencia se há asegurado á exfuerzos de mis bravos Compañeros de armas.—Dios gue á V E. ms. as. Quartel gral de Salta 27 de Febrero de 1813—Exmo Señor.— M1. Belgrano—Exmo Supremo Gobierno de las Provine. unide, del Rio de la Plata.
N°. 1°. Seran las ocho de la mañana en qe. me hé posecionado del punto de Covos pr. motivos de haber encontrado á un mozo qe. me informó qe. solo habia Diez hombres, con este motivo abanse y hé tomado prisionero seis y el Comandante muerto, ocho caravinas, un par de pistolas, y bayoneta una, un machete, y seis cananas, manteniendome en este punto asta las ordenes de Vmd. Covos, Febrero Catorce de mil ochocientos trece—AntoNio Silva.—Sor Comte. de la Vanga.—Es copia— D°1. Anchorena.
LlSTA DE LOS OFICIALES PRISIONEROS TOMADOS EN EL CAMPO DE BATALLA Y HERIDOS ALLÍ Y EN ESTA Qe. HAN QUEDADO
N. 2 Coronel el capitan de navio D. Antonio Alvarez Sotomaior herído.
Teniente Coronel del Real de Lima Comandte. D. Antonio Lesdael herido.
Subteniente de id D. Cayetano Lavaye,
Teniente de Artilleria D. Narciso Martinez.
Tente. Coron1 de Cotabamba D. Manuel Aragues
Teniente de id D. Juan Silva.
Subtente. de id D. Manuel Carrillo.
Capitan de Granaderos de Paruro D. Narciso Claros.
Capitan de id D. Manuel Garcia.
Tente. de id D. Tiburcio Ugarte.
Subtente de Paucartambo D. Marcos Cavero.
Cadete de id D. Sebastian leñazo.
Capitan de Abancay D. José María de Oquendo.
Capitan de id D. Bruno Celices con grado de Tente. Coronel.
Teniente de id D. Juan Bautista Ruiz herido.
Subteniente de id D. Pedro Ignacio Ugarteche.
Cadete D. Pedro Zuñíga.—Salta 27 de Febrero de 1813 —Mariano Diaz—Mayor de Campo.
Lista De Los Oficiales Del Exercito Enemigo Qe. Se Sabe
HUBIERON EN LA ACCION
N°. 5 Sargento Maior de Paruro D. Martin Indacochea. Capitan agregado al Real de Lima D. Juan Urquiza. Oficial del Cuerpo de Cotabamba D. Pedro Valdivieso. Oficial de Paruro D. Domingo Pacheco, id de Abancay D. Bernardino Victoria. id de Caballeria D. Venancio Benavides.—Q1 gral. de Salta Feb°. 27 de 1813—Mariano Diaz—M°r de Campo.
Capitulacion
El Sr. Genera] D. Manuel Belgrano xefe del exército de Buenos-Ayres, y el Coronel D, Felipe de la Hera en cargado por el de la vanguardia del Perú han acordado lo siguiente.
Articulo 1°: El exército del Perú saldrá mañana á las 10 de la plaza de Salta con todos los honores de la guerra, quedando ahora en la posicion que ocupan las tropas de las Provincias del Rio de la Plata. A las tres quadras rendirá las armas, y se entregarán con cuenta y razon, como igualmente artillería y municiones.
Articulo 2°: El General, los xefes y demas oficiales prestarán juramento de no volver á tomar las armas; y por todos los soldados del exército, á quienes les concede el señor general Belgrano que puedan restituirse á sus casas como á las provincias unidas del Rio de la Plata, en las que se com- prehenden las de Potosí, Charcas, Cochabamba y la Paz.
Articulo 3°: Se conviene el general Belgrano en que se le restituyan los oficiales y soldados prisioneros que hay en la plaza y territorio que se evacua, y pide que el general Tristan estimule a su general en xefe para el cange de los prisioneros hechos en las diferentes acciones de guerra desde la del Desaguadero inclusive.
Articulo 4°: Serán respetadas las propiedades así de los individuos del exército, como de los vecinos, y a nadie se molestará por sus opiniones políticas. En que se incluyen los oficiales, ó vecinos de cualquier otro lugar.
Articulo 5°: Los caudales públicos quedaran en tesoro baxo cuenta y razon que deberan presentar los ministros de hacienda.
Articulo 6°: El cuerpo de tropa que se halla en Jujui, deberá retirarse sin causar perjuicio alguno en su transito al interior, llevando sus armas.
Articulo 7°: El general Belgrano conviene en que el general Tristan haga un expreso á su general en xefe remitiendole copia de este tratado.
Y para su mayor validación, lo firmaron en la Tablada de Salta á 20 de febrero de 1813—Manuel Belgrano— Felipe De La Hera—Ratificado por mi, y el concejo con los demas oficiales de graduación de teniente coronel ín- clucive arriba, en la noche del mismo dia 20.—Pío De TrisTan.—Indalecio Gonzalez de Socasa—Pablo de Astete—José Marquez de la Plata—Manuel de Ochoa—Francisco de Paula Gonzalez—Juan Tomas Hoscoso—Buenaventura de la Roca —José Santos—Francisco de Noriega—Francisco Cavero— Reglamento para el establecimiento de las cuatro escuelas de Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago de Estero
Jujuy, 25 de Mayo de 1813

3) REGLAMENTO PARA LAS CUATRO ESCUELAS

Reglamento que deberá regir el establecimiento de las quatro Escuelas de Tarija, Jujuy, Tucumán, y Santiago del Estero que he resuelto dotar con los quarenta mil pesos de premio que me señaló la Soberana Asamblea General Constituyente, mientras que el Supremo Poder Executivo quien se remite para su aprobación, se sirve con mejores luces enmendarlo y perfeccionarlo según estime más conveniente al interés la educación de la Juventud de los Pueblos.
Articulo 1°. Habiendo destinado con aprovación del Supremo Poder Executivo, el fondo de los quarenta mil pesos que me concedió en premio la Asamblea Constituyente por su soberano Decreto de ocho de Marzo de este año, para que sus réditos se doten quatro Escuelas, una, en Tarija, otra en esta Ciudad, y las dos restantes en Tucumán y .Santiago del Estero, de á cada una de ellas el capital de diez mil pesos para que el rédito anual de quinientos se le paguen quatrocientos pesosde sueldo al Maestro, y los cientos restantes se destinen para papel, pluma, tinta, libros y catecismo para los Niños de Padres pobres que no tengan como costearlo. Si hubiere algún ahorro se empleará el sobrante en premios, con que se estimule el adelantamiento de los Jóvenes.
2° Estableciéndose estas Escuelas baxo la protección., inmediata inspección y vigilancia de los Ayuntamientos, el pago del sueldo se hará por mitad en cada seis meses por conducto del Governador del Pueblo, del Alcalde de primer voto, y del Rexidor más antiguo, con intervención del síndico, quién solo tendrá la facultad de presentar; u oponerse a él, quando el Maestro no haya cumplido sus deberes. Los mismos individuos entenderán en la inversión de los cien pesos destinados para auxilio de los Niños pobres: en la distribución que se haga de los útiles que se compren con ellos; y en el repartimiento de los premios.
3° La provisión de estas Escuelas se hará por oposición. El cabildo publicará un aviso convocatorio, que se hará saver en las ciudades mas inmediatas; admitirá los memoriales de los opositores con los documentos que califiquen su idoneidad y costumbres oirá á cerca de ellos al síndico Procurador; y cumplido el termino de la convocación. que nunca será menor de veinte y cinco días nombrará dos sujetos de los mas capaces, e instruidos del Pueblo, para que ante ellos, el vicario Eclesiástico y el Procurador de la Ciudad se verifique la oposición públicamente, en el día ó días señalados. Los vocales y el Procurador informarán juntos ó separadamente al Ayuntamiento á cerca del mérito de la oposición y circunstancias de los pretendientes, y con el informe que este tenga por conveniente, me dará cuenta de todo para hacer el nombramiento, debiendo los mismos vocales informarse tambien en derechura quanto juzguen conducente al acierto de la elección. Después de mis días será esta del resorte del cabildo, procediendo siempre la oposición pública en los terminos indicados.
4° Cada tres años podrá el Ayuntamiento abrir nueva oposición, y convocar opositores, si los hubiere por conveniente ó hubiese proporción de mejorar de Maestro. El que ha servido ó desempeñado la Escuela en igualdad de merito y circunstancias deberá ser preferido.
5° Se enseñará en estas Escuelas á leér, escribir y contar; la gramatica castellana; los funda­mentos de nuestra sagrada Religión y Doctrina Cristiana por el catecismo de Astete (2), Fleuri (3), y el compendio de Pouget (4): los primeros rudimentos sobre el origen y objeto de la so­ciedad, los derechos del hombre en ésta, y sus obligaciones acia ella, y al Govierno que la rige.
6° Cada seis meses habrían examenes publicos á presencia de los mismos individuos, ante quienes se verifica la oposición. A los Jovenes que sobresalgan, se les daré asiento de preferencia, algun premio, distinción de honor, procediéndose en esto con justicia.
7° En los Domingos de renovación, y en los dias de rogaciones publicas, asistirán todos los Jovenes á la Iglesia presididos de su Maestro: oiran la misa Parroquial, tomarán asiento en la banca que se les destine, y acompañarán en la procesión de Nuestro amo, Todos los Domingos de Quaresma concurrirán en la misma forma á oir la Misa Parroquial y las exortaciones ó platicas doctrinales de su Pastor.
8° En las Funciones del Patrono de la Ciudad, del aniversario de nuestra regeneración política,y otras de celebridad, se le dará asiento al Maestro en Cuerpo de Cavildo, reputándosele por un Padre de la .Patria.
9° Todos los dias asistirán los Jovenes á Misa conducidos por su Maestro; al concluirse la Escuela por la tarde rezarán las letanias á laVirgen, teniendo por Patrona á nuestra Señora de Mercedes. El sabado a la tarde le rezaran un tercio de rosario,
10º Se entrará en la Escuela desde el mes de octubre hasta el de marzo á las siete por la mañana para salir á las diez; y á las tres de la tarde para salir á las seis; y desde el mes de Abril hasta, el de Setiembre á las ocho de la mañana para salir á las once, y á las dos de la tarde para salir á las cinco.
11 Los que escriban harán solo dos planas al dia y ninguna pasará de una llana de quartilla. El tiempo sobrante despues de la plana,se destinara á que lean en libro o carta, aprendan la doctrina Cristiana, la aritmetica, la gramatica castellana.
12 Tendran asueto general el día 31 de Enero, 20 de Febrero, 25 de Mayo, 24 de Setiembre, cuidando el Maestro de darles una idea de nuestra grata memoria, tambien lo tendrán de el día del Maestro, el 1° de Enero, el de su Fundador, y los Jueves por la tarde.
13 Las mañanas de los jueves y tarde de los sabados se destinarán al estudio de memoria del Catecismo de Astete (1) que se usa en nuestras Escuelas y á explicarles la doctrina por el Pouget.
14 Los sabados por la mañana se concluirán las bandas semanales que deberán promoverse hasta que haia premios, con que estimular la juventud al maior adelantamiento, pero sin que se saquen, ni aun se designen porros, como ha sido antes de ahora de costumbre.
15 Solo se podrá dar de penitencia á los Jóvenes el que se hinquen de rodillas; pero por ningún motibo se le expondrá á la verguenza pública haciendo que se pongan en cuatro pies, ni de otro cualquier modo impropio.
16 A ninguno se le podrán dar arriba de seis azotes por defectos graves; y solo por un hecho que pruebe mucha malicia, ó se de muy malas conseqüencias en la Juventud, se le podrán dar hasta doce, haciendolo esto siempre separado de la vista de los demas Jovenes
17 Si hubiese algún joven de tan mala indole ó de costumbres tan corrompidas que se manifieste incorregible, podrá ser despedido secretamente de la Escuela con intervención del Alcalde de Primer voto, del Regidor mas antiguo y del vicario de la Ciudad, quienes se reunirán a deliberar en vista de lo que previa y privada les informe el Preceptor.
18 El Maestro procurará con su conducta y en toda sus expresiones y modos inspirar á sus Alumnos, amor al orden, respeto á la Religion, moderación y dulzura en el trato, sentimientos de honor, amor á la verdad y á las Ciencias, horror al vicio, inclinación al trabajo, despego del interés, desprecio de todo lo que diga á profusión, y luxo en el comer, vestir y demas necesidades de la vida, y un espiritu nacional, que les haga preferir el bien publico al privado, y estimar en mas la calidad de Americano, que la de Extranjero.
19 Tendrá gran cuidado en que todos se presenten con aseo en su persona y vestido, pero no permitirá que nadie use luxo aunque sus Padres puedan y quieran costearlo.
20 Se fixarán a la Puerta de la Escuela las Armas de la Soberana Asamblea Gral. constituyente.
21 Los Ayuntamientos cuidarán de la puntual observancia de este Reglamento y de todo lo re­lativo al buen orden y adelantamiento de estas Esqüelas, á cuyo efectos los Rexidores se tur­narán por semana para visitarlas, y reprender al Maestro de los defectos que adviertan. Cada uno en el Cavildo siguiente a la semana, que le haya correspondido por turno, darán parte al cuerpo por escrito de lo que hubiere notado en la visita, y se archivará dicho parte para que sirva de constancia de la conducta del Maestro para lo que pueda convenir.
22 Me será facultativo nombrar quando lo tenga por conveniente un sujeto que haga una visita Extraordinaria, de estas Esqüelas [escuelas]. Me reservo asimismo la facultad de hacer las mejoras que el tiempo y la experiencia indiquen para perfeccionar este Reglamento.
Jujuy y Mayo 25 de 1813.
Entreren es.: escriban-q. es-vale.
M. Belgrano
NOTAS:
(1) 191 años después el Ministro de Educación Daniel Filmus (presidencia de Néstor Kirchner 2003-2007) inauguró la Escuela Nro. 452 “Legado Belgraniano” en la ciudad de San Salvador de Jujuy.
(2) Gaspar Astete (1537-1601) escribió el Catecisma de la Doctrina Cristiana que se utilizó acompañando la dominación hispana, expandiendo la visión de la Contrarreforma católica sobre los textos sacros cristianos.
(3) Con respecto al Historia Eclesiástica del abad Claudio Fleury. Poco tiempo antes en México Miguel de Hidalgo y Costilla muy criticado y desplazado de su cargo como Rector del Real y Primitivo Colegio de San Nicolás Obispo de Valladolid, según sostiene Castillo Ledón
 “¿y qué se murmuraba, qué se decía de él? Que gustaba de discutirlo todo, aun con sus superiores en dignidad; que leía autores vedados, como la Historia Eclesiástica del abad Claudio Fleury y las obras de Voltaire, de las que en Valladolid existía oculta una colección; que tenía conversaciones reservadas sobre religión y política… y, por último, que tenía relaciones íntimas con una mujer “que vestía de todas modas”.” En Salas López, Emilio: “Miguel Hidalgo y Costilla”. 8 de mayo de 2001. El Universal. www.eluniversal.com.mx
(4) El Compendio de Amado Pouget también fue uno de los textos utilizados por el cura mexicano Hidalgo. Ver Herrera Peña, José: Maestro y discipulo. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. México 1995.

Fuente: Publicado por ADHILAC Internacional © www.adhilac.com.arAntonio Bargas—Es copia Dr Anchorena.            


BIBLIOGRAFIA

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Jose María Paz. Memorias Póstumas. Tomo I, Ediciones Hyspamérica, Buenos Aires, 1988

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Marcos Casco. La Argentina, un tigre en acecho. La verdadera historia de Belgrano y la Revolución de Mayo, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 1996.

Pablo Camogli (con Luciano de Privitellio). Batallas por la libertad. Todos los combates de la guerra de la independencia. Aguilar-Altea-Taurus-Alfaguara, Buenos Aires, 2005.

Sabsay Fernando. Caudillos de la Argentina. Editorial El Ateneo. Buenos Aires, 2002.

Abad de Santillán Diego. Historia Argentina. Tomo I. TEA, Buenos Aires, 1965.

Berutti Juan Manuel. Memorias Curiosas. Editorial Emecé, Buenos Aires, 2001.

Luqui-Lagleyze Julio. Historia y Campañas del Ejército Realista. Tomo I (181-1820), Instituto Nacional Sanmartiniano, Rosario, 1997.