Fuente:
Congreso Bolivariano de los Pueblos
"Nosotros iremos hacia el sol
de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo.
Otros nos seguirán."
"En uno de aquellos días
manifesté a mis amigos que si en Nicaragua hubieran cien hombres que la amaran
tanto como yo, nuestra nación restauraría su soberanía absoluta, puesta en
peligro por el mismo imperialismo yanqui. Mis amigos me contestaron que
posiblemente habría en Nicaragua ese número de hombres, o más..."
Augusto César Sandino nació en el 18 de mayo de
1895 en Niquinohomo, departamento de Masaya. Su madre fue una humilde campesina
llamada Margarita Calderón, que se desempeñaba como doméstica y obrera
agrícola; su padre fue Gregorio Sandino, un mediano propietario, productor
agrícola.
Su infancia transcurrió al lado de su madre; ahí
conoció y sufrió toda clase de miserias y privaciones. A los once años pasó a
vivir a casa de su padre.
"Mi mayor honra es surgir del seno de los
oprimidos, que son el alma y nervio de la raza."
En plena adolescencia Sandino fue testigo de la primera gran intervención militar del imperialismo norteamericano en Nicaragua que culminó con el asesinato del general Benjamín Zeledón.
En plena adolescencia Sandino fue testigo de la primera gran intervención militar del imperialismo norteamericano en Nicaragua que culminó con el asesinato del general Benjamín Zeledón.
"Era yo un muchacho de 17 años y
presencié el destace de nicaragüenses en Masaya y otros lugares de la
República, por las fuerzas filibusteras norteamericanas. Personalmente miré el
cadáver de Benjamín Zeledón, quien fue sepultado en Catarina, pueblo vecino al
mío. La muerte de Zeledón me dio la clave de nuestra situación nacional frente
al filibusterismo norteamericano; por esa razón, la guerra en que hemos estado
empeñados, la consideramos una continuación de aquella."
A la edad de 20 años Sandino deja la casa de su
padre para buscar la manera de hacer su vida por sí mismo, y así recorre
haciendas y plantaciones trabajando como ayudante de mecánica, volviendo más
tarde a Niquinohomo para dedicarse al comercio de granos. Posteriormente,
Sandino sale hacia Honduras, empleándose en La Ceiba como guardalmacén del Ingenio Montecristo,
propiedad de la
Honduras Sugar and Distilling Company.
En el año 1923 deja Honduras y llega a Guatemala,
donde se coloca en las plantaciones de la United Fruti Company
en Quiriguá; ese mismo año sigue su viaje hacia México, donde comienza a
trabajar en Tampico para la South Pennsylvania Oil Company. En 1925 pasa al
campamento de la
Huasteca Petroleum Company, en Cerro Azul, estado de
Veracruz, donde permanece hasta su regreso a Nicaragua en junio de 1926.
Estando en México, Sandino se vincula con líderes
sindicales, obreros, militantes socialistas, anarquistas y masones. Es ahí
donde conoce las luchas sindicales, la agresión yanqui contra México por el
control de los yacimientos petroleros, de la propia Revolución Mexicana y, en
fin, del progreso de las luchas de la clase trabajadora.
"...en vista de los abusos de
Norteamérica en Nicaragua, partí de Tampico, México, el 18 de mayo de 1926 -en
donde me encontraba prestando mis servicios materiales a la compañía yanqui-
para ingresar al Ejército Constitucionalista de Nicaragua, que combatía contra
el régimen impuesto por los banqueros yanquis en nuestra
república."
A su regreso a Nicaragua, el país se encontraba
sacudido por una guerra civil, llamada Constitucionalista, resultado de la
lucha entre los liberales y conservadores por el control del poder político. En
esta guerra, los conservadores, una vez más, habían solicitado la intervención
yanqui para mantenerse en el poder. Dentro de ésta guerra, Sandino aparece como
una nueva fuerza que representa las aspiraciones populares contra la dominación
que casi dos décadas había ejercido el imperialismo norteamericano en
Nicaragua.
ACUERDO SOBRE LOS TRAIDORES DE LA PATRIA
"Son traidores a la Patria : Todo nicaragüense
que con miras políticas trafique con la honra de la nación, solicitando apoyo
oficial de los invasores de la patria, así como el gobierno de la Casa Blanca... El
que prestare ayuda a los invasores y traidores para asesinar a los patriotas
nicaragüenses que están defendiendo la soberanía nacional."
Ya en Nicaragua, se emplea en el mineral de San
Albino en donde logra constituir, con algunos mineros, la primera célula
sandinista con la que daría inicio a su propia batalla dentro de la Guerra
Constitucionalista.
El primer combate se da en El Jícaro. La falta de
experiencia de la columna sandinista, la escasez y pésima calidad de las armas
harían que sufrieran una derrota, pero aquella pérdida sólo serviría para
reafirmar su vocación de lucha.
Posteriormente, Sandino reagrupa a su gente y,
después de dejarla bajo seguro en el cerro El Chipote, se dirige con unos pocos
hombres hacia la Costa
Atlántica donde estaba el grueso de las tropas liberales,
viajando en pipantes sobre el Río Coco, en medio de la selva, en una travesía
de muchos días y de muchas penalidades que no podía realizarse sin la ayuda de
los indígenas zambos y misquitos que pueblan la zona. Soldados sandinistas
durante la guerra, esos indígenas formarían una eficiente aunque primitiva
marina de guerra con pipantes, llevando por el río guerrilleros, municiones y
alimentos.
El 14 de mayo de
1927, el imperialismo norteamericano puso fin a la llamada Guerra Constitucionalista,
haciendo que liberales y conservadores firmaran el pacto de El Espino Negro,
donde se plantea el desarme general, la creación de la Guardia nacional (GN) y la
supervisión de las elecciones por parte de los marines, terminándose así con
las hostilidades.
Sandino es el
único de los generales que rechaza la imposición yanqui y decide continuar la
lucha hasta expulsar a los marines, teniendo que enfrentarse a traidores e
invasores, en una larga lucha de liberación nacional.
"Ya en el teatro de los acontecimientos
me encontré con que los dirigentes políticos, conservadores y liberales son una
bola de canallas, cobardes y traidores, incapaces de poder dirigir a un pueblo
patriota y valeroso."
El 1ro. De julio de 1927, Sandino lanza su primer
manifiesto: "A los nicaragüenses, a los Centroamericanos, a la Raza Indohispana.
...ante la patria y ante la
Historia , juro que mi espada defenderá el decoro nacional y
dará la redención a los oprimidos. Acepto el reto del cobarde coloso invasor y
de los traidores a la
Patria. Nuestros pechos serán murallas donde se estrellen sus
hordas, pues tengo la firme convicción de que cuando hallan matado al último de
mis soldados, más de un batallón de los de ellos habrá mordido el polvo de mis
agrestes montañas."
El día 16 de julio de 1927, Sandino atacó la
ciudad de Ocotal, en el departamento de Nueva Segovia, protegida por una
guarnición de marines; con aquella batalla, que duró desde las horas del
amanecer hasta la tarde, el mundo sabía que la guerra de liberación había
comenzado.
"Cuando murió (Coronel Rufo Marín), era jefe de mi Estado Mayor, pero sin grado oficial, porque apenas estábamos comenzando. Murió en la primera batalla que tuvimos en el Ocotal, peleando como un león, al frente de su columna, en el asalto al cuartel de los marinos, el 16 de julio de 1927. Fue mi primer brazo derecho y gran alentador. Lo sentí inmensa y fraternalmente."
"Cuando murió (Coronel Rufo Marín), era jefe de mi Estado Mayor, pero sin grado oficial, porque apenas estábamos comenzando. Murió en la primera batalla que tuvimos en el Ocotal, peleando como un león, al frente de su columna, en el asalto al cuartel de los marinos, el 16 de julio de 1927. Fue mi primer brazo derecho y gran alentador. Lo sentí inmensa y fraternalmente."
El día 2 de septiembre de 1927, Sandino y sus
hombres suscriben el documento oficial de constitución del Ejército Defensor de
la Soberanía
Nacional de Nicaragua. El número de efectivos del Ejército
Defensor varió, de entre 2000
a 6000 soldados que llegó a tener en la época de
expansión más grande de sus operaciones, en 1930-1932. Sus columnas estaban
bajo el mando cada una de un general, y cada una tenía a su cargo un área
territorial de operaciones militares, organización civil y paramilitar,
recolección de impuestos, lo mismo que para la organización de la producción
agrícola. En esas áreas llegaron a funcionar escuelas de primeras letras para
los soldados y los campesinos. En los cuarteles de la montaña había también
niños huérfanos de guerra, que se les conocía como el "Coro de
Angeles". Asistían a las emboscadas, y su papel consistía en dar gritos,
vivas y hacer toda clase de ruidos, dando unas veces la impresión de que el
número de sandinistas era mayor, y otras, que llegaban refuerzos. Estos niños,
cuando crecían, llegaban a ser soldados regulares y debían conquistar su propio
fusil, como el caso del coronel Santos López.
"Nuestro ejército es el más disciplinado,
abnegado y desinteresado en todo el mundo terrestre, porque tiene conciencia de
su alto papel histórico." "Nuestro ejército, por la magnitud de su
lucha, constituye una autoridad moral continental."
Combatientes internacionalistas acudieron al
llamado de la lucha antiimperialista de Nicaragua; intelectuales, estudiantes y
obreros llegaban de distintos puntos de América Latina hasta Las Segovias a
prestar servicio militar; los hubo de México, El Salvador, Guatemala, Costa
Rica, Republica Dominicana, Venezuela, Colombia, Honduras. Algunos como
soldados de línea, otros sirvieron en el Estado Mayor como secretarios de
Sandino; varios allí murieron.
"El amor a mi patria lo he puesto sobre todos los amores y tú debes convencerte que para ser feliz conmigo, es menester que el sol de la libertad brille en nuestras frentes." Carta de Sandino a Blanca Aráuz.
"El amor a mi patria lo he puesto sobre todos los amores y tú debes convencerte que para ser feliz conmigo, es menester que el sol de la libertad brille en nuestras frentes." Carta de Sandino a Blanca Aráuz.
"Los actos de heroísmo de las mujeres que
colaboraron en el ejército, no sólo son muchísimos, sino que además las mayoría
requieren largas historias para explicar los sacrificios que sufrieron y los
peligros que enfrentaron por amor a la patria y todas, campesinas, maestras de
escuelas, enfermeras, amas de casa y aún señoritas de sociedad, rindieron
servicios sin los cuales nuestra guerra no habría sido posible."
Para hacer frente a aquellas perspectivas de una
guerra larga, Sandino sabe que necesitará mucho mas recursos de los que tiene,
ya que sus armas son los pocos rifles anticuados de la pasada guerra civil, o
los que se recuperan a los marines en las emboscadas y combates.
Por eso decide, en enero de 1929, escribir al presidente de México, Emilio
Portes Gil, pidiéndole la autorización de viajar hacia allá, llevando en mente
buscar personalmente la ayuda que necesita, ya que los comités más entusiastas
de apoyo a la lucha están en México.
En mayo de 1929, Sandino sale hacia Honduras en viaje a México, arribando en 28
de junio al puerto de Veracruz, donde es recibido por una miltitud. Va
acompañado por sus lugartenientes que pertenecen a las brigadas
internacionalistas: Farabundo Martí, Rubén Ardila Gómez, José de Paredes,
Gregorio Gilbert. Allí se les juntaría también su hermano Sócrates, quien
llegaba de Estados Unidos, donde había participado en los mitines sandinistas
en Nueva York. Sandino definió así el carácter de su lucha:
"Este movimiento es nacional y
antimperialista. Mantenemos la bandera de libertad para Nicaragua y para toda
Hispanoamérica. Por lo demás en el terreno social, este movimiento es
popular..."
Durante el período de 1927 a 1932, Sandino y el
Ejército Defensor de la
Soberanía Nacional de Nicaragua libraron más de 500 heroicos
combates.
"De esta manera sangrienta, han sido una
vez más castigados los asesinos extraños y los patricidas que durante tanto
tiempo han humillado la soberanía de amada Nicaragua."
Después de haber derrotado la intervención militar norteamericana y dadas las condiciones internas e internacionales que existían, Sandino decide el 2 de febrero de 1933 firmar un Convenio de Paz con el presidente Sacasa, sin que esto significara que hubiera abandonado su programa de lucha.
Después de haber derrotado la intervención militar norteamericana y dadas las condiciones internas e internacionales que existían, Sandino decide el 2 de febrero de 1933 firmar un Convenio de Paz con el presidente Sacasa, sin que esto significara que hubiera abandonado su programa de lucha.
"La paz se firmó para evitar el regreso
de la intervención armada que apenas estaba detrás de la puerta, esperando
regresar antes de un año... Ese es el secreto por el cual no salgo del Norte,
para estar pendiente de todos los momentos en que se presente la oportunidad de
restaurar también nuestra independencia política-económica."
Después de firmado el convenio, Sandino viaja
varias veces a Managua a entrevistarse con Sacasa para discutir las violaciones
que ha dicho convenio hacía la Guardia Nacional , asesinando y persiguiendo a los
miembros del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional
de Nicaragua. La noche del 21 de febrero de 1934, cuando Sandino regresaba de
la casa presidencial, después de haber hablado con el presidente Sacasa, es
detenido frente al cuartel del Campo de Marte por una patrulla de la Guardia Nacional.
Don Gregorio Sandino y Sofonías Salvatierra son conducidos a prisión, mientras
que los generales Sandino, Estrada y Umanzor son llevados al lugar de su
ejecución, siendo fríamente asesinados a los pocos minutos. La orden del
imperialismo y del jefe director de la
GN , Anastasio Somoza García, había sido cumplida. Aquellos
que creyeron que con el asesinato de Sandino perecía una línea política, militar
e ideológica, estaban equivocados; el sandinismo se hallaba arraigado en la
conciencia de nuestro pueblo, buscando completar la obra iniciada por el Padre
de la Revolución
Popular y Antiimperialista. Es así como surge el Frente
Sandinista de Liberación Nacional, FSLN, heredero y continuador del programa
popular y antiimperialista del general Sandino.