AMÉRICA LATINA NUNCA RECIBIÓ
UN PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA
Por Sergio Daniel Aronas – 06 de agosto de 2015
Dentro
de dos meses comenzará la entrega anual de los Premios Nobel en Ciencias, Paz y
Economía. Este último que es un de los más polémicos y discutidos, parece que
únicamente mira a los países desarrollados, tanto de los Estados Unidos como
los países de Europa Occidental que acaparan casi el 95% de quienes los han
recibido.
Los
premios Nobel de Economía son de los más polémicos de todos los que se entregan
anualmente y ya desde su origen ha levantado una polvareda de críticas porque
esta actividad no estaba contemplada en la lista que Alfred Nobel confeccionó
para premiar a las personas que se destaquen en ciencias básicas como Medicina,
Química, Física; en el arte a través de la Literatura y por los aportes que
hombres, mujeres y organizaciones realizan por el mantenimiento de la Paz en el
mundo.
La
iniciativa de otorgar este galardón a los teóricos y analistas en ciencias
económicas fue tomada por el Banco de Suecia en 1968 y el la primera entrega
tuvo lugar al año siguiente premiandos al economista holandés Jan Tinbergen, un
académico que no aparece en ningún libro de texto ni de micro y de
macroeconomía y que difícilmente los estudiantes actuales sepan quién fue esta
personalidad y el noruego Ragnar Frisch. Este es más conocido y más publicado
porque es el padre de la econometría, una rama de la economía convertida en
vaca sagrada por su elevado rigor matemático y el cual pretender resolver en
forma de análisis de laboratorio los problemas sociales que debe atender la
economía.
En
estos cuarenta y cinco años, es decir, entre 1969 y 2014, han sido premiados 75
economistas, de los cuales 47 fueron de los Estados Unidos, representando un
63% de todos los ganadores. Una abrumadora mayoría como si únicamente en los
Estados Unidos se practicara la economía y solo ahí se crean doctrinas, modelos
y teorías. El país que le sigue en número de ganadores es el Reino Unido con
apenas 6 (8,1%), Canadá y Noruega con 3 (4,3%). De los 75 nobel de economía,
solo una mujer fue premiada, como si no hubiera mujeres economistas que a lo
largo del tiempo no hubieran aportado cuestiones teóricas relevantes a esta
disciplina.
Siempre
han ganado los economistas de los países capitalistas desarrollados porque las
mentes brillantes del Banco de Suecia considera a estos países líderes de las
tendencias en la evolución del pensamiento teórico de las doctrinas económicas y
que de acuerdo a su tan particular modo de ver la economía, son los que siempre
están a la vanguardia en investigaciones de la materia creando métodos de
análisis y que en la mayoría de los casos abundan en forma desmesurada e
inextricablemente las matemáticas y las estadísticas más avanzadas y que cuando
se enfrentan a la realidad donde debe aplicarla, chocan contra un muro
infranqueable de incongruencias que no pueden ser salvados por el aparato de
ecuaciones para dirimir la vida de las sociedades.
.
Pero
no se dan ni se dieron cuenta es que a muchas de las criaturas que premiaron,
se constituyeron en fracasos
metodológicos, analíticos y de orientación política de los gobiernos que
asumieron como propias las teorías de unos cuantos de estos Premios Nobel y
llevaron a sus países a desastres incalculables.
Por
increíble que parezca a los economistas de Japón que tuvieron que ver con el
mal llamado “milagro” por el cual el país del Sol Naciente se convirtió en la
segunda economía del mundo gracias a su activa e innovadora industria orientada
hacia la exportación con la que revolucionó los métodos de producción, creando
artículos en cantidades masivas de alta calidad y de magnífico diseño, altamente
creativos y que hasta cambiaron los modos del comportamiento y de las
relaciones entre las personas en todo el mundo, debido a que los productos
japoneses inundaron las capitales y ciudades de todo el mundo, nunca fueron
galardonados con el Nobel de Economía. Y esto quizás tenga que ver (es una mera
hipótesis nuestra) con la imposición de los Estados Unidos hacia el Banco de
Estocolmo de tener mucho cuidado con premiar a algún economista japonés por
pertenecer a una nación que estuvo en guerra con ellos y devastaron al país
incluyendo el salvaje bombardeo incendiario del ciudad de Tokio como los
criminales ataques nucleares a Hiroshima y Nagasaki.
Los
japoneses crearon importantes métodos de producción, de diseño y de control de
calidad que se estudian en casi todas la Universidades del mundo. Pero para los
nobles del Nobel no interesa todo eso. Y los resultados de esos métodos
(independientemente de lo que cada uno pueda juzgar acerca de sus resultados)
en la práctica, dieron un extraordinario avance muy importantes en el
desarrollo de la economía exportadora japonesa en particular y en la evolución
del país en general.
Tampoco
lo han ganado economistas latinoamericanos, mucho de los cuales hicieron
importantes aportes a la teoría económica tanto en la especificidad de la
región como a nivel mundial. Sin embargo, parece ser que América Latina no
existe para los cráneos del Banco de Estocolmo, lo cual es el colmo y una burla
porque si se trata de ver un lugar donde se han creado nuevas teorías y
enfoques para el análisis y la interpretación tanto de los hechos como de la
historia económica, América Latina ha dado grandes pensadores de esta
disciplina y con suficientes méritos para haber sido galardonados. Veremos los
que consideramos más destacados por país en orden alfabético. En esta primera
nota empezamos por la Argentina y Brasil.
a) Argentina: Uno de los
más influyentes estudiosos fue el Raúl Prebisch (1901-1986) quien fuera el
primer Director de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) el
organismo de Naciones Unidas dedicado a los estudios de nuestra regiónPrebisch
ingresó a la CEPAL en 1949, poco después de la creación de esta en 1948 y desde
ese momento hasta su muerte en 1986, la relación entre la institución y la
persona fue muy estrecha: Prebisch se identificaba plenamente con la CEPAL y
esta con las ideas suyas y de un grupo de colaboradores muy cercanos. Fue él
quien redactó el documento fundacional, “El desarrollo económico de la América
Latina y algunos de sus principales problemas”, que posteriormente fue conocido
como el Manifiesto de la CEPAL, y que sentó las bases del enfoque centrado en
las particularidades del desarrollo de los países de la periferia del sistema
mundial, especializados en la producción de materias primas y alimentos.
En la sitio de
internet de la Cepal, se le rinde un homenaje y una amplia dedicatoria a este
eminente economista por su destacada labor en el estudio y comprensión de
nuestra castigada región. Ahí podemos leer lo siguiente (transcribo
textualmente): “Prebisch concibió a la CEPAL como un centro para la
investigación y elaboración de políticas de desarrollo para América Latina,
profundamente enraizado en las problemáticas específicas de la región, que
pudiera ser un lugar de acogida para intelectuales y estadistas que no
encontraran ámbitos adecuados de inserción en universidades y otros centros de
estudio de la región y de los países industrializados.
Prebisch lideró a
la CEPAL durante más de una década inicial de febril actividad, mucho vigor
intelectual y gran despliegue de energía en las propuestas de políticas.
Durante ese período la CEPAL ganó una sólida posición como referente en la
región e incluso fuera de ella. Sus ideas tuvieron una notable incidencia en
las políticas aplicadas en varios países latinoamericanos, aunque siempre de
manera muy diversa y determinada por las particulares condiciones económicas,
sociales, políticas y culturales de cada caso. También fue considerable el
efecto que ejerció la CEPAL sobre la formación de recursos humanos para la
gestión pública y para la implementación de los sistemas estadísticos y de
planificación nacionales.
Prebisch y la CEPAL
se involucraron también activamente en los diversos procesos de construcción de
instituciones supranacionales, en especial en las iniciativas emprendidas para
promover la integración económica regional. Si bien en una primera etapa la
CEPAL dio mayor énfasis a los problemas de las relaciones externas y a la
inserción internacional de la región, para poco después centrarse intensamente
en la necesidad de lograr la integración latinoamericana para así superar la
estrechez de los mercados internos y potenciar políticamente a la región, ya en
la década de 1960 el análisis de los problemas estructurales, económicos y
sociales internos de diversa índole fue ganando terreno en las preocupaciones,
estudios y políticas.
El transitorio
abandono que hizo Prebisch de la CEPAL en 1963 para asumir la presidencia de la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), más
que un alejamiento fue la conquista de un campo que permitiera una mayor
irradiación y promoción de las ideas y las políticas que se venían gestando en
la CEPAL. Más aún, se puede sostener que la propia creación de la UNCTAD fue
posible en gran parte gracias al despliegue de la labor de la CEPAL en años
anteriores.
Luego de su paso
por la UNCTAD, Prebisch retornó a la CEPAL para hacerse cargo con gran energía
de la dirección del ahora Instituto Latinoamericano y del Caribe de
Planificación Económica y Social (ILPES), organismo de investigación y
capacitación que forma parte de la CEPAL. También mantuvo sus vínculos como
asesor de CEPAL.
En 1976 creó la
Revista de la CEPAL, de la que fue editor hasta su muerte. Esta publicación ha
servido hasta el día de hoy como foro académico para el debate de ideas
gestadas en la CEPAL y la difusión de los trabajos de investigadores sobre
enfoques, estrategias y políticas que contribuyan al desarrollo con igualdad en
la región.
Siguiendo esta
línea estructuralista del análisis económico, tenemos a Aldo Ferrer, un
brillante investigador, teórico, fino analista y profundo historiador de la
economía que ha publicado decenas de libros, entre los cuales se destacan por
su importancia, notoriedad y aceptación tanto en el nivel
académico-universitario como en el público en general. Y cuando hablo de
público en general nos referimos a todas las personas que se interesan por
adquirir conocimientos económicos en su doble aspecto: sus conceptos
fundamentales y su historia.
Raúl Prebisch fue
uno de los fundadores del enfoque estructuralista y con su visión particular
del análisis de la economía internacional. Se trata de los términos centro
(para identificar a los países desarrollados) y periferia (donde ubica a los
países subdesarrollados) y dio destacada notoriedad a la relación de los
términos del intercambio, como uno de los factores preponderantes del dominio
de las transnacionales estadounidenses y europeas en la dominación que ejercen
sobre América Latina.
De sus casi 12 libros,
los que más trascendieron fueron “La economía argentina” que apareció por
primera vez en 1963 y una segunda edición ampliada y actualizada de 19970 Es un
texto obligatorio en los cursos de economía tanto en carreras de grado como de
posgrado y material permanente de consulta para toda investigación de la
economía de nuestro país. El otro libro es “Vivir con lo nuestro”, título que
impactó en todo el público argentina ya que la primera versión de 1983 era el
análisis de la economía que quedó después de la terrible y sanguinaria
dictadura de 1976 y 1983 y había que encontrar urgentes caminos para salir de
la crisis. La siguiente edición de 2002 avanza hacia las relaciones
internacional y cómo debe insertarse la Argentina en el comercio mundial dentro
de un mundo globalizado.
El tercer
economista argentino de renombre mundial y muy respetado por las academias de
economía de muchos países, es el Dr. Julio Olivera, considerado el padre de los
estudios y análisis económicos desde la segunda mitad del siglo XX a nuestros
días. Nacido en 1929 en la provincia de Santiago del Estero no solo es
economista sino que también tiene el título de Doctor en Derecho. Desde el
punto de vista del enfoque metodológico, Olivera está vinculado a la escuela
estructuralista, de la que fue uno de sus principales impulsores trabajando en
la CEPAL al lado de Raúl Prebish. Olivera fue varias veces promovido como
candidato al Nobel de Economía entre 2000 y 2004 y gracias a su extraordinario
nivel intelectual, conocimientos y aportes teóricos a la ciencia económica,
puede debatir con los economistas más afamados del mundo. Sus trabajos que lo
llevaron al reconocimiento mundial fueron muchos entre las relaciones de la
educación y la economía, sobre las cuestiones del crecimiento y desarrollo de
los países;
En 1967 dio a
conocer un trabajo titulado “Money prices and fiscal flags” donde analizaba la
relación entre la recaudación tributaria y la inflación, lo cual fue continuado
diez años más tarde por el italiano Vito Tanzi, economista del Fondo Monetarios
Internacional; por ello, ese desarrollo es denominado en la literatura técnica
como “efecto Olivera-Tanzi”. El planteo sostiene, al contrario del enfoque
tradicional (que es el enfoque monetario) que es la inflación la que genera
déficit fiscal y no a la inversa. El valor real del impuesto percibido por el
gobierno depende del comportamiento seguido por los precios entre el momento
del “hecho imponible” y el del efectivo pago; por lo tanto, este punto debiera
ser prioritariamente considerado al emprender un programa de estabilización monetaria.
Esto quiere decir que entre el momento que se devenga el impuesto hasta que el
fisco lo recauda, pasa un tiempo durante el cual el aumento de los precios
provocado por la inflación, genera un deterioro en la recaudación impositiva
que conlleva en definitiva al déficit fiscal. Dicho en palabras más
comprensibles, mientras las tasas de la inflación crece, la recaudación tributaria
real desciende entre el momento que se liquida el impuesto y el día que se
paga.
b) Brasil: En la historia
del país latinoamericano más grande, han surgido una serie de destacados
economistas y eminentes teóricos que ha estudiado detenida y detalladamente no
solo la situación de su país sino la de toda la región.
Theotonio Dos Santos realizó entre sus aportaciones más destacadas su contribución a la formulación general
del concepto de dependencia, la periodización de las diversas fases de la
dependencia en la historia de la acumulación capitalista mundial, la
conceptualización de las características generales y específicas de las
estructuras internas dependientes y la definición de los mecanismos
reproductivos de la dependencia. Ha trabajado también en la teoría de los
ciclos. Titulado en sociología y política en administración publica por la
Universidad Federal de Minas Gerais en la que también obtuvo el doctorado en
Economía. Tiene también la maestría en ciencia política por la Universidad de
Brasilia.
Celso Furtado (1920-2004) fue un destacado
estudioso y reconocido mundialmente como uno de los principales economistas y
pensadores sociales latinoamericanos de nuestro tiempo y por el cual se
organizó a nivel de toda la región una campaña para que Celso Furtado gane el
Nobel de Economía. Nace en 1920 en Paraíba, Brasil. Se gradúa en Derecho en Rio
de Janeiro (1944) y obtiene el doctorado en Economía en la Universidad de París
(1948). En 1958 y 59 es director del Banco Brasileño de Desarrollo Económico y
Social desde donde concibió y creó SUDENE. Superintendencia para el Desarrollo
del Nordeste, una agencia gubernamental pionera para impulsar el desarrollo
económico en el atrasado nordeste brasileño. Fue superintendente de esta
agencia de 1959 a 1964. El trabajo desarrollado por Celso Furtado en SUDENE fue
objeto de un estudio de Albert O. Hirschmann que, publicado con el título de
"Journey Towards Progress" obtuvo la atención mundial de los teóricos
del desarrollo. En 1962 y 63, Furtado fue Ministro de Planificación durante el
gobierno de João Goulart. El golpe de estado militar de 1964 le privó de sus
derechos políticos y provocó su migración y su dedicación a la docencia en las
Universidades de Yale, Cambridge y París.
Tras el restablecimiento de la democracia en
Brasil, Celso Furtado es designado Embajador de Brasil ante las Comunidades
Europeas en Bruselas (1985-86) y posteriormente Ministro de Cultura de Brasil
(1986-90). Posteriormente trabaja en la Comisión de Cultura y Desarrollo de la
UNESCO
La aportación de Celso Furtado a la comprensión
de los determinantes del subdesarrollo se basa en una perspectiva histórica y
en el análisis de los caminos recorridos por diversos países para superar esa
condición.
Ruy Mauro Marini (1932-1997) estuvo considerado como el más destacado
teórico de la corriente más radical de la Teoría de la Dependencia. Estudió en
Río en la Facultad Nacional de Derecho de la Universidad del Brasil, en la
Escuela Brasileña de Administración Pública y en el Instituto de Estudios Políticos de la
Universidad de París. En 1962 se integra en el cuerpo docente de la recién
creada Universidad de Brasilia, en donde se estaba formando un activo grupo de
intelectuales radicales, entre los que podemos citar a Theotonio dos Santos,
Vania Bambirra y, a partir de 1963, Andre Gunder Frank.
En 1964, tras el golpe de estado, su expulsión de la universidad y su
encarcelamiento, consigue exiliarse en México. Allí se integra como docente en
el Centro de Estudios Internacionales (CEI) de El Colegio de México. Es en esa
época en la que escribe los artículos que le darán más repercusión
internacional, especialmente el que escribió en 1967 "Subdesarrollo y
revolución en América Latina" que fue publicado en la Monthly Review y
traducido a varios idiomas y el libro "Subdesarrollo y revolución" de
1969.
En 1969, como consecuencia de la represión que siguió a los movimientos
estudiantiles, se vio obligado a abandonar México, re-exilándose en Chile. Allí
trabaja primero en la Universidad de Concepción
y después en el Centro de Estudios Socio-Económicos (CESO) de la
Universidad de Chile. Junto con sus antiguos amigos Bambirra, dos Santos y A.G.
Frank, trabaja también con Marta Hannecker, Régis Debray y muchos otros intelectuales
de izquierda de todo el mundo en el estimulante ambiente intelectual que genera
el triunfo de Salvador Allende y la UP.
Tras el golpe de Pinochet, en 1973, tiene que exiliarse de nuevo y, tras
una breve estancia en Panamá, se establece temporalmente en Muchich,
incorporándose al Instituto Max Planck. En 1974 vuelve a México donde trabaja
en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la UNAM.
En 1979, tras la recuperación democrática de Brasil, es amnistiado y puede retornar, aunque solo abandonará
definitivamente su residencia en México en 1984. Allí vivirá la llegada al
gobierno de Fernando Henrique Cardoso, otro de los teóricos brasileños de la
dependencia con el que había mantenido vivas polémicas.
"...un rasgo peculiar de la teoría de la dependencia, cualquiera
que sea el juicio que se haga: su contribución decisiva para alentar el estudio
de América Latina por los propios latinoamericanos y su capacidad para,
invirtiendo por primera vez el sentido de las relaciones entre la región y los
grandes centros capitalistas, hacer con que, en lugar de receptor, el
pensamiento latinoamericano pasara a influir sobre las corrientes progresistas
de Europa y de los Estados Unidos; basta citar, en este sentido, autores como
Amin, Sweezy, Wallenstein, Poulantzas, Arrighi, Magdoff, Touraine. La pobreza
teórica de América Latina, en los años 80, es, en una amplia medida, resultado
de la ofensiva contra la teoría de la dependencia, lo que preparó el terreno
para la reintegración de la región al nuevo sistema mundial que empezaba a
gestarse y que se caracteriza por la afirmación hegemónica, en todos los
planos, de los grandes centros capitalistas. " Ruy Mauro Marini: Memoria
(1991).
Esta afirmación es absolutamente cierta porque la ofensiva del capital
imperialista contra América Latina vino a paralizar en todos los países
cualquier intento revolucionario y “purificar” la región de la influencia de la
revolución cubana y restablecer el dominio imperial.
No cabe duda que la teoría de la dependencia fue la respuesta
latinoamericana sobre el origen y las causas de nuestros problemas derivados de
la dominación imperialista en nuestras economías y como el análisis de la
teoría de la dependencia implica la condena a las fuerzas capitalistas
dominantes, era ideológicamente insostenible para los agentes del Banco de
Estocolmo que promueve la defensa del capitalismo, premiar a economistas que
deseaban todo lo contrario.
Seguiremos
investigando a los mejores economistas latinoamericanos no vinculados con la
escuela neoclásica ni con el monetarismo.