El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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jueves, 19 de julio de 2018


LOS TARIFAZOS EN LA ARGENTINA: LAS EMPRESA DEL GAS

Por Sergio Daniel Aronas – 12 de junio de 2018

En la Argentina se denomina “tarifazos” a los aumentos astronómicos que el gobierno decreta sobre los servicios públicos esenciales que son suministrados por empresas privadas en su gran mayoría.

Desde la llegada a la presidencia de la coalición de derecha y muy fascista de mercada “Cambiemos”, su orientación en cuestiones de políticas sobre energía ha sido la de aumentar en forma brutal todos los precios de la luz, gas, agua sin discriminar en absoluto el poder adquisitivo de la población, o si se trata de familias, personas o empresas. Y dentro de las empresas no se tuvo en cuenta si estas eran pequeñas y medianas tanto industriales, como de comercio o servicios en general. Los aumentos fueron bestialmente brutales en todo el país y las consecuencias de estas medidas fue en muchos casos el cierre de empresas, con el consiguiente despido del personal y el aumento del desempleo.

El gobierno de Mauricio “Marioneta” Macri se comporta como en los peores tiempos de la dictadura porque nada le importa lo que suceda con estas empresas y con las personas que, a raíz de los demenciales aumentos, han tenido que cerrar sus puertas. Todo lo que dice el gobierno, sus funcionarios, ministros, secretarios y la prensa canalla que los apoya, es pura mentira, falso y nulo de nulidad absoluta porque los hechos son tan contundentes y evidentes que no requieren más demostración que la que se observa todos los días en la calle, en los trabajos y en la opinión de los ciudadanos que venimos sufriendo las nefastas consecuencias de estas políticas pro mercado.

Las fabulosas ganancias que consiguieron en 2017 las empresas monopólicas proveedores de gas en la Argentina gracias a los siderales aumentos en las tarifas y no por la realización de inversiones con fondos propios, muestra a la claras el servilismo y el compromiso de la burguesía depredadora para beneficiar solo a las grandes compañías poniendo a la vista de todos el interés de clase del gobierno de Macri, quien desde que asumió la presidencia no ha hecho otra cosa que declararle la guerra al pueblo, descargando contra él todo el peso de la crisis provocada por su política económica para fortalecer las posiciones del dólar, estrujar los salarios y alentar la explotación de la mano de obra en todas las actividades productivas y de servicios.

Aquí va la lista de las gigantescas utilidades que obtuvieron las compañías del sector de la distribución del gas cuyas tarifas al gobierno le importa un bledo que las personas y las familias no puedan pagarlas, lo cual pone de manifiesto su fanático salvajismo al margen de la ley.

       1)      Metrogas ganó: $774,8 millones
       2)      Gas Natural Ban: $542,9 millones
       3)      Camuzzi Pampeana: $824,9 millones
       4)      Gas del Centro: $770,5 millones
       5)      Gas Cuyano: $580,4 millones

Las compañías transportadoras de gas que conforman un duopolio son:
     1)  Transportadora de Gas del Norte (TGN): ganó en 2017 $841,8 millones, que comparado con el año 2016 significó un aumento del 425%, pues venía de una pérdida del ejercicio 2016 de -258,8 millones de pesos.    
     2)  Transportadora de Gas del Sur (TGS): ganó en 2017 $2.793 millones, lo cual representó un aumento colosal del 200% respecto de 2016

Estos datos de las empresas transportadoras pueden encontrarse en la web buscando los estados contables o financieros o balances de estas empresas y ahí encontrarán en el cuadro de resultados las utilidades netas obtenidas. En el caso de TGN es más amplio porque abarca desde 2012 a 2016. En el caso de TGS toma la comparación 2017 contra 2016.

En un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP) que realiza muy buenos trabajos de investigación, publicó el 18 de abril de este año, el estudio “Aranguren: Ya basta” sobre la política energética del gobierno de Mauricio Macri, quien hasta la crisis cambiaria de junio pasado, tenía a Juan José Arangure, como Ministro de Energía. Este hombre venía de ser presidente del directorio de la multinacional holando-británica Royal Shell Dutch, por lo que toda su gestión estuvo dedicada a garantizar el poderío de las grandes compañías privadas de gas y petróleo y aumentarles las tarifas para que aumenten su facturación, antes de realizar inversiones. Sin mover un dedo y sin gastar ningún dinero, los aumentos fabulosos para gran beneficio de estas compañías y para el sufrimiento de todo el pueblo argentino que tuvo que pagar con sus salarios destruidos los nuevos valores del gas, la luz y el agua, si querían que seguir teniendo este horrendo servicio. 
En el informe indicado se puede leer el siguiente párrafo muy esclarecedor:
“Como pueden ver, son empresas que actúan en mercados oligopólicos, es decir, muy pocas empresas que se distribuyen las zonas de influencia donde actúan y que tienen un importante poder de decisión en la determinación de los precios porque según como se desempeñen pueden llegar a acuerdos para mantener sus posiciones de liderazgos en los mercados, de modo de cubrir la demanda y sostener sus ventas y sus tasas de ganancias.

Si miramos el mercado del gas, entre octubre de 2016 y abril de 2018, el precio del gas en boca de pozo- que es el 40% de lo que pagamos en nuestras facturas-, subió más del 200% en dólares. Esto fue la consecuencia de la aplicación del sendero de precios alcistas que se aprobó en la audiencia pública de septiembre de 2016, luego del escándalo de los primeros meses de aquel año, cuando www.ipypp.org.ar este mismo ministro había decidido aumentos brutales en las tarifas gasíferas que se transformaron en impagables, lo que derivó en el famoso fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Esa decisión de recomposición de precios, ha cumplido ya algunos capítulos semestrales, y el sendero alcista concluirá en octubre de 2019, cuando lleguemos a un precio del gas en 6,40/ 6,80 dólares por millón de btu. Estos precios, están directamente relacionados con una visión gubernamental que supone la maximización de inversiones de las principales empresas a cambio de precios que aseguran significativas rentabilidades. Estos aspectos, jamás pudieron ser seriamente discutidos en las audiencias públicas, a tal punto que, entre otras cuestiones, jamás se explicaron seriamente dos ejes fundamentales del debate. Por un lado, los costos reales de explotación de los yacimientos, aún con la creciente relevancia del gas no convencional y, por el otro, la inconsistencia de tomar los precios de paridad de importación de las distintas fuentes de origen del suministro de gas importado (gas de Bolivia, gas natural licuado por barcos, combustibles líquidos, gas que viene por Chile), cuando el 75% del gas todavía consumido en la Argentina, proviene de nuestros yacimientos. Esas preguntas, han quedado sin respuesta. Mientras tanto, cuando miramos lo que ha ocurrido con las tarifas gasíferas, han abundado casos en distintos puntos del país con aumentos escalofriantes, que han rebasado el 1.000%. En efecto, resulta totalmente corroborable que, para los usuarios de Metrogas o Gas Natural Ban- en nuestra región metropolitana-, el aumento del precio del gas en m3, que determina el costo variable en la factura, ha aumentado entre fines de 2015 y abril de 2018, entre 400% y 1000%. Y los aumentos globales promedio en todo el país, luego de estos ajustes permanentes, oscilan entre el 400% y el 600%.” (Aranguren Ya basta, IPYP, páginas 4/5 en pdf)

El gobierno y todos los economistas que lo apoyan están obsesionados en justificar las tarifas del servicio de gas según el valor en los mercados internacionales, lo cual es un contrasentido, porque –como bien lo afirma el estudio del IPYPP), el 75% del abastecimiento del gas es producido en yacimiento ubicados en el territorio argentino. Esta obsesión por medirlo todo en moneda extranjera solo tiene por objeto el fijar tasas dolarizadas que satisfagan los apetitos desmedidos de las ganancias de estas empresas que no han invertido lo suficiente para que tengamos servicios de calidad eficientes y no que cada invierno sea un drama para todas las familias prender las estufas por temor a que las facturas del gas lleguen a niveles insoportables, cuasi confiscatorios para los salarios de los trabajadores. Lo mismo sucede con muchas pequeñas y medianas empresas, principalmente del sector alimenticio, donde el uso del gas es el primer componente de los costos de estas empresas y dado que no pueden detener los hornos para la fabricación de sus productos, las boletas del gas a muchos de estos pequeñas empresas de tipo familiar en su gran mayoría, les supera las ventas mensuales.

Al gobierno no le preocupa ni la situación de los trabajadores; ni los problemas en las familias y sus acrobáticos esfuerzos para pagar los tarifazos; no le preocupa en lo más mínimo la situación de los comercios y pequeñas industrias que afrontan gravísimas dificultades para no solo pagar estos servicios astronómicos y muy malos, sino para mantener y sostener sus fuentes de trabajo. El gobierno puede realizar miles de discursos hablando de la “importancia de estos sectores en la vida económica en el país”. Los hechos son elocuentes y contundentes. Las grandes empresas son los grandes privilegiados de este horroroso sistema imperante desde el 10 de diciembre de 2015. Y la mejor prueba para comprobarlo en mirar las cotizaciones de las acciones de estas compañías en la Bolsa de Valores, donde se puede ver su crecimiento exponencial.

En definitivo, el hambre del pueblo financia la riqueza de unos pocos magnates que viven en el mar del dinero gracias al barco que navega viento en popa para ellos y la conducción de su más firme colega y empresario multimillonario como estas empresas. Esto es el capitalismo salvaje, capitalismo de rapiña que destruye todo lo que pisa.

“El gas natural y el petróleo son las dos principales energías primarias en la matriz energética de nuestro país, representaron en conjunto el 85% de la oferta interna de energía primaria en el año 2014 (52% y 32% respectivamente). Se diferencian en que mientras nuestro país produce excedentes de petróleo que se exportan al mundo, en el caso del gas natural parte de ese 52% se completa con gas importado.
La importancia del gas natural en nuestra economía es una decisión de política pública. En el pasado, frente a la gran disponibilidad del producto se construyó una fuerte dependencia del mismo, sobre todo en lo que hace a la generación de energía eléctrica. En el mundo, la matriz energética en general se encuentra más diversificada, aunque con una fuerte utilización del carbón que es una fuente de energía muy cuestionada por los niveles de contaminación asociados. La matriz energética mundial encuentra al gas natural participando en un 21% de la oferta de energía primaria, el petróleo en un 32% y el carbón en un 29%.
Otras de las fuentes de energía primaria son la nuclear, la hídrica, combustibles y desechos y energías alternativas. Claro está, que cada país tendrá la matriz energética en función del recurso que tenga disponible, buscando equilibrar el aspecto económico, ambiental y la seguridad de suministro, sobre todo si no cuentan con los recursos naturales propios.”
Centro de Investigación en Economía y Planeamiento Energético. Balbina Griffa – Leandro Marcó.
En cuanto a la demanda de gas natural, durante los últimos 10 años, la demanda interna de Gas Natural creció fuertemente impulsada en gran medida por el crecimiento económico. Recordemos que el Gas Natural es un insumo esencial para las economías en general y para la Argentina en particular representando más de la mitad de la oferta interna de energía primaria. Así, desde el año 2003 la demanda de gas natural creció a una tasa promedio del 3% anual. Siendo esta misma tasa la verificada en el año 2014.
En nuestro país, los segmentos de mayor consumo de gas natural son las centrales eléctricas, las industrias y los hogares, que en el último año representaron el 34%, 29% y 24% respectivamente. Son estos segmentos de la demanda, fuertemente dependientes del gas natural y con sustitutos más caros, los que se intentaron cuidar manteniendo precios económicos del gas natural.
Fuentes: Elaboración propia a base de datos de:

Ámbito Financiero
Cronista Comercial,
Centro de Investigación en Economía y Planeamiento Energético
Estados Contables de Transportadora Gas del Sur
Estados Contables de Transportadora Gas del Norte
Instituto de Energía y del Petróleo..