JAVIER MILEI, EL NUEVO ENCANTO DE LA ECONOMIA
BURGUESA
Por Sergio Daniel Aronas – 10 de julio de 2018
El señor Javier Milei, un economista mediático recibido en la Universidad de
Belgrano (UB) con excelentes calificaciones y obteniendo dos títulos de
posgrado, uno en el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) y el
otro en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), ha cobrado mucha notoriedad
por sus agresivos y virulentos comportamientos que lejos de presentarse como un
académico, se lo ve como una bestia desesperada que quiere pelearse y noquear a
cualquiera que trate de desafiarlo. Es más, se hace el fanfarrón, el que se las
sabe todas y los medios masivos y hegemónicos de comunicación aprovechan su
“popularidad” para levantarlo como el hombre providencial que domina todas las
variables de la economía y que puede conducir el buque capitalista de Macri que
cada día se hunde más profundamente en las aguas turbias de sus propias miserias.
E
ste nuevo producto de los medios se lanza al ruedo del debate político y
económico mediante sus bravuconadas, insultos y toda una caterva de mecanismos
para imponer, supuestamente, sus recontra viejas y fracasadas ideas de la
teoría económica, apoyándose en autores no solo muy poco creíbles, sino que
nadie recuerda su existencia. No ofrece nada nuevo desde el punto de vista de
las concepciones burguesas que ya han mostrado su rotunda bancarrota en todo el
mundo. Pero los medios y clases dominantes tienen ahora a un hombre que quiere
expresar el “descontento” del “ciudadano común” y levantan inusitada fuerza y
con desmedida propaganda a este simpático personaje y que no es otra manera de
expresar el “populismo” de derecha, que en el plano estrictamente económico se
llama “economía popular de mercado”, un término que apareció a finales de los
años cuarenta del siglo pasado en Alemania, que en buen romance significa no
nombrar al capitalismo y de esa forma darle un contenido más ameno, más
tragable, más digerible al pensar y al sentir de las personas.
En sus consideraciones y análisis económicas tiene una formación estrictamente
basada en la concepción neoclásica, una corriente del pensamiento económico que
surgió en el campo de la burguesía capitalista a finales del siglo XIX con el
único fin de derribar, destruir, demoler y rebatir las ideas que Karl Marx expuso
al servicio de la clase obrera mundial para abolir el capitalismo en su
impresionante libro El Capital, cuyas ediciones en tres tomos se publicaron en
1867, 1885 y 1894.
La teoría neoclásica que forma parte de la abrumadora mayoría de los libros
de textos de Economía, es la que afirma que el valor de la producción está
formado por tres factores productivos esenciales: capital, trabajo y tierra, de
modo que cada una contribuye de la misma forma y en la misma proporción en la
determinación del valor final de los bienes. La formulación de esta teoría nace
de los factores de producción de Say a la que se le une la idea de la
productividad máxima posible. Esta participación tripartita de estos factores
se determina por la productividad que crea. Aquí queda planteado por los
neoclásicos que en la producción de bienes esos factores contribuyen de igual
manera a la creación del producto, de modo tal que su distribución sería
igualitaria para los tres, lo cual es un disparate por más que el aparato
matemático neoclásico basado en las funciones de producción intente demostrar
este planteo.
El señor Milei defiende esta doctrina según la cual no existe la división
de clases contrapuestas en la sociedad capitalista; no toma en cuenta la
existencia de la propiedad privada sobre los medios e instrumentos de
producción, que es el poderoso factor que determina la distribución y el
ingreso a las distintas clases que participan en el reparto de la llamada torta
nacional que es el producto bruto interno.
El señor Milei con sus catilinarias y vocinglerías pretende ser un
economista capaz de resolver todo pero no es más que otro economista vulgar
como bien llamaba Karl Marx en su época a los “artistas económicos de la
tormenta”, estos que en medio del diluvio aparecen como los sagrados salvadores
de la Patria. Ya hemos conocido a esta clase de economistas que solo muestran
la podredumbre de su cuerpo ideológico, político y doctrinario que solo pueden
profundizar la crisis y llevarnos a la bancarrota.
Esta fórmula de los factores de producción capital, trabajo y tierra de las
que se derivan sus fuentes de remuneración respectivamente ganancia + salarios
+ renta del suelo, es lo que denomina Marx como la fórmula trinitaria que
“encierra todos los misterios del proceso
social de producción” (Karl Marx. El Capital. Tomo III, Cap. 48). Estas
relaciones capital-ganancia (ganancia empresaria más la tasa de interés),
trabajo-salario y tierra-renta del suelo, es la base sobre la cual los
neoclásicos construyeron su teoría, es decir, que ya Marx preveía la
posibilidad de que aparezca una nueva corriente del pensamiento económico para
oponerse a la suya. Podríamos decir que Marx
les hubiera dijo que ahí “les regalo” unas relaciones y a ver si son
capaces de refutarme”. Por supuesto que no lo lograron.
El señor Milei se presenta en términos de Marx como un economista vulgar,
que en los hechos de la realidad cotidiana “se limita a trasladar al plano
doctrinario, a sistematizar, las representaciones de los agentes de la
producción, prisioneros de las relaciones de producción burguesas y a hacer la
apología de esas ideas. No resulta sorprendente entonces, que se presente muy a
sus anchas, precisamente en esa apariencia exterior enajenada de relaciones
económicas, en las cuales aparecen estas contradicciones prima facie absurdas”.
Y es aquí donde Marx da una definición histórica según la cual “la ciencia
estaría de más si se confundiese la esencia con la apariencia de las cosas
(Marx, El Capital, Tomo 3, Cap. 48)
Se declara un enemigo de John Maynard Keynes (1883-1946) al que califica de
“basura” y otros términos más agresivos como forma de desprestigiar al
economista inglés y su obra más influyente en la historia del pensamiento
económico burgués del siglo veinte la “Teoría general del empleo, el interés y
el dinero” con la que fundamentó y creó la macroeconomía capitalista moderna.
Nosotros a Keynes no lo defendemos ni lo defenderemos porque fue un
conspicuo adalid y apologista del capitalismo, un declarado anticomunista y
antimarxista hasta la médula y siempre estuvo del lado de la burguesía contra
la clase obrera, ideas que expresó en varios de sus escritos y de los cuales
jamás se retractó.
El señor Milei parece que no se da cuenta que comparte su anticomunismo,
antisocialismo y antimarxismo como su enemigo Keynes y además es un furibundo
defensor de la escuela capitalista más ortodoxa por antonomasia que es la escuela
austríaca al sostener los pilares de Ludwig von Misses (1881-1973) y Friedrich
von Hayek (18992-1992), al cual debemos unir su preferencia por el monetarista
Milton Friedman (1912-2006), cuyas doctrinas a nivel mundial empezaron
aplicarse con el golpe fascista del criminal Augusto Pinochet en Chile, el
nefasto 11 de septiembre de 1973. Sólo con el terror fascista y el apoyo del
imperialismo estadounidense pudieron ponerse en práctica la economía del
capitalismo más salvaje durante segunda mitad del siglo XX.
El Señor Milei, desde 2012, lidera la división de Estudios Económicos de la
Fundación Acordar, un think tank de ámbito nacional. También es miembro del
B20, Grupo de Política Económica de la Cámara de Comercio Internacional (ICC),
asesor del G20 y del Foro Económico Mundial. Se hace el gritón recalcitrante
cuando no es más que otro gurú de la gran burguesía que lo levanta como el mago
de la economía que salvará a la Argentina proponiendo recetas que solo pueden ser
rescatadas del basurero de la historia.
Dos burradas de Javier Milei que seguro no conocéis
El nuevo paladín de la economía
argentina, el nuevo justiciero pro-capitalista en su variante neoclásica (por
ser la principal escuela del pensamiento económico de la que se nutre para formulas
sus ideas) que disimula muy bien gracias a la parafernalia de los medios que lo
apañan, ha tenido dos espantosas afirmaciones que revelan su verdadera esencia,
en dos cuestiones que muestran su verdadero rostro. Tiene una manera de
calificar a los demás cuando cree que no saben nada y los llama “burros” si son
hombres o “burras” si son mujeres, sin
importarle el tono o su estilo agresivo. Con estos dos ejemplos que vamos
mostrar ese calificativo se le vuelva como un boomerang en todo sentido.
Miremos las “burradas” que dijo:
1) Al referirse a la Escuela de
Economía de la Universidad de Buenos Aires, ha afirmado que: "el principal
productor de economistas argentinos es un centro de adoctrinamiento
marxista", que dio como resultado "la proliferación ubicua de brutos
keynesianos". (Cronista, 15/2/2018), Típico lenguaje de la dictadura
militar-empresaria. Una burrada por partida doble: porque en la UBA ni en
ninguna otra facultad de ciencias económicas pueden surgir economistas que
formados en el marxismo se transformen en keynesianos y viceversar. Ya dijimos
lo anticomunista y antimarxista que fue Keynes para que diga semejante
comentario. El problema de los economistas como Milei es su desesperación porque
según ellos no se ve nada de la escuela austríaca, pero parece que no recuerda que
el 99% de los libros de economía se basan en la escuela neoclásica y también en
las ideas de Milton Friedman y otros dignatarios del monetarismo. Se quejan por
la proliferación de Karl Marx, pero no es culpa de Marx que muchos se interesen
por sus ideas y sus obras. Es la crisis ideológica y estructural del
capitalismo que lleva a muchos a ver en Marx el origen de los problemas que
acucian a los países en pleno siglo XX.
Estudiando a Mises, a Von Hayek
no vamos a encontrar las respuestas a los problemas que afectan a nuestra
América y a nuestra Argentina en particular. Ya se ha visto con total magnitud
hacia adónde conduce las teoría de los economistas de la escuela austríaca y
los demás representantes del capitalismo salvaje. Y fueron ellos y no los keynesianos ni mucho menos los
marxistas los que llevaron a la crisis terminales en nuestros países.
2) La burrada mayor del señor
Milei es la que considera que: "Domingo Cavallo fue el mejor Ministro de
Economía que Argentina haya tenido" (La Nación, 17/2/2018)-
Sigan creyendo en este sicofante burgués de la aristocracia terrateniente (definición que Karl Marx le hizo a Robert Malthus). La muy privadísima Universidad de Belgrano ha graduado a esta clase de brutos liberales-libertarios que pululan por los medios junto a otros esperpentos de su misma especie que, haciéndose la mosquita muerta, llaman a ajustar la economía de la manera más brutal y salvaje y a manu militari y si le permitieses,
Sigan creyendo en este sicofante burgués de la aristocracia terrateniente (definición que Karl Marx le hizo a Robert Malthus). La muy privadísima Universidad de Belgrano ha graduado a esta clase de brutos liberales-libertarios que pululan por los medios junto a otros esperpentos de su misma especie que, haciéndose la mosquita muerta, llaman a ajustar la economía de la manera más brutal y salvaje y a manu militari y si le permitieses,
Decir que Cavallo fue “el mejor
ministro de Economía” de la Argentina es verdaderamente no conocer la historia
de nuestro países desde 1982 a 2001. Casi veinte años ajustes perpetuos que
terminaron en la gran bancarrota del país en diciembre de 2001 gracias a la
magistral conducción económica de Cavallo, un hombre que con total impunidad
sigue hablando como si nada hubiera pasado en la Argentina y al mismo tiempo le
da consejos al desastroso gobierno de Mauricio Macri.
En esta clase de economistas se
apoya la burguesía capitalista no solo la argentina sino también la de sus
representantes internacionales.