LAS IMPORTACIONES
DE PETRÓLEO DE LOS ESTADOS UNIDOS
Por Sergio Daniel Aronas – 26 de
julio de 2017
Presentamos un interesante
trabajo realizado por la Universidad de Texas acerca de la percepción o
conocimiento que tiene el ciudadano de los Estados Unidos acerca de quiénes son
los principales países que le venden petróleo a su país como una manera de
medir que sabe el estadounidense de la principal mercancía del mundo
capitalista.
No es casual que sea de Texas
la universidad encargada de la encuesta ya que se trata de un estado
petrolífero por naturaleza que con el paso del tiempo fueron desplazando a la
ganadería y al cultivo del algodón como principal producto de exportación.
Los billonarios de Texas son
gente altamente poderosa e influyente no solo en su propio estado sino a nivel
de todo el país. En los últimos treinta años surgieron de una de sus más
prominentes familias dos presidentes: George Bush (padre) que gobernó entre
1989 y 1993 bajo el cual se produce el derrumbamiento del sistema socialista
mundial (primero con la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989, la
reunificación alemana en octubre de 1990 y la desaparición de la Unión
Soviética del escenario político mundial); luego su hijo George Jr cuya
presidente de 2001 a 2009 marcó la era del dominio unilateral del imperialismo
a nivel mundial con su fracasada “guerra global contra el terrorismo” y sus
invasiones de Afganistán en 2001 e Irak en 2003 que aun ocupa.
Del sitio web www.laredo.net, extraemos los siguientes
datos de la industria petrolera del estado de Texas:
“Esta referencia tiene por
objeto ubicar en su verdadera dimensión a este estado en la realización de este
estudio. Como podrán comprobar, en ningún momento se hace mención alguna de
estas cuestiones. Las compañías petroleras de Texas constituyen una verdadera
oligarquía en el ejercicio de la política, las finanzas y el comercio exterior
dentro de su mismo estado y también a nivel federal nacional. Estas grandes
empresas se asocian en forma de “cartel” donde los grandes petroleros deciden
el volumen y la distribución de la producción, fijan los precios de venta y al
mismo tiempo actúan evitando que otros competidores “independientes” puedan
participan en el refinamiento y distribución del petróleo.
La empresa texana por
excelencia es la Exxon Mobil fruto de la fusión más grande de la historia de
las corporaciones multinacionales cuando la Exxon Oil adquirió la Mobil Oil
El crudo de Texas, como tipo
de petróleo de alta calidad, el denominado West Texas Intermediate (WTI), sigue
siendo el principal punto de referencia del petróleo crudo en las
Américas. Texas cuenta actualmente con 26 refinerías de petróleo y tiene
una capacidad instalada para procesar cerca de 4,8 millones de barriles de
crudo por día, y actualmente representa más de una cuarta parte de toda la
capacidad de refinación de EE.UU. Respecto a producción de Gas, más de una
cuarta parte de toda la producción de gas natural en los EE.UU. se produce en
Texas, por lo que es el principal productor de gas natural de la nación. El
tendido de líneas de petróleo y de gas a través de todo el estado de Texas
alcanza ya la cantidad acumulada de 254,535 millas de tubería, (409, 500
kilómetros), ¡Tubería suficiente para dar 32 vueltas a la tierra!!
Texas es también rica en
potencial de energía renovable, incluyendo eólica, solar, Energía derivada de
la biomasa y cuenta con otros recursos que le permiten eficientar modelos de
energía.
Texas es líder en los EE.UU.
en la capacidad de generación de energía eólica y la construcción de nueva
capacidad sostenible. El oeste de Texas es la única región que tiene más de
2.000 turbinas de viento, y su número seguirá aumentando a medida que bajen los
costos de desarrollo y mejora de tecnología de turbinas eólicas”.
En cuanto a la capacidad
productiva de las empresas petroleras de Texas estos son algunos datos
interesantes, tomados también de dicha web:
“La industria del petróleo y
el carbón incluye los establecimientos que transforman el petróleo crudo y el
carbón en producto final. El proceso dominante es refinación de petróleo. La
industria también incluye establecimientos que elaboran productos derivados del
petróleo y del carbón o elaboran productos tales como recubrimientos de asfalto
y aceites lubricantes derivados del petróleo"
Texas
Industry Facts
|
EL PETRÓLEO SEGÚN LOS CIUDADANOS DE LOS ESTADOS
UNIDOS
Con esta
introducción presentamos a continuación la investigación. El autor es el señor
Javier Hernández, Sociólogo,
especializado en asuntos internacionales y políticas de desarrollo, comunicador
y adicto a Internet. Ocupo mi tiempo escribiendo en diversos medios y
colaborando en United Explanations como editor. Intento explicar lo que ocurre
en el mundo a través de la lógica económica y la política internacional. Me
apasiona la aplicación de las tecnologías a la mejora de la participación
democrática directa, y proyectos económicos innovadores como las criptomonedas
o el consumo colaborativo. jhernando@unitedexplanations.org |
@jhernandodef
Parémonos a pensar un momento
en la respuesta que daríamos a priori a esta pregunta. Probablemente nos venga
a la cabeza una región: Oriente Medio. Pero, ¿realmente es así? Efectivamente,
sería interesante saber la procedencia del petróleo consumido en Estados
Unidos, así como comparar los datos reales con la percepción de los ciudadanos
estadounidenses. Esto es precisamente lo que vamos a tratar en este
artículo.
La
Universidad de Texas realizó
una encuesta a miles de ciudadanos estadounidenses para averiguar cuál es su
percepción sobre el origen del preciado hidrocarburo. Como podíamos esperar, en
ella se revela que la realidad es muy distinta de la idea que se tiene en
Estados Unidos de la procedencia del petróleo que consumen.
La percepción que tienen los
estadounidenses sobre el origen del petróleo que consumen, como es de esperar,
está muy distanciada de la realidad: 3 de cada 4 creen
que procede de Oriente Medio. Y no es de extrañar, porque seguramente la
mayoría de no estadounidenses ajenos al mercado del petróleo habríamos esperado
lo mismo.
Conviene aclarar que de
todo el petróleo consumido en EEUU, tan sólo un 40% es
importado; el 60% restante es producido dentro de su país. A pesar de los que podamos
pensar, Estados Unidos ha producido petróleo en cantidades superiores a las que
importa siempre, a excepción del periodo 1997-2010 como se puede ver en este
gráfico.
Consumo de petróleo en EEUU (azul), producción
(verde) e importaciones (amarillo), 1950-2012 [Gráfico: Energy Information
Administration]
A partir de 2005 se hizo el
esfuerzo de reducir las importaciones y aumentar la producción interna para
reducir su dependencia energética en general. En este sentido, el
descubrimiento de nuevos yacimientos, pero sobre todo el fracking, han jugado un papel
decisivo. Quedan por ver las consecuencias de esta agresiva técnica extractiva,
aunque los indicios apuntan a que los ecosistemas se ven severamente afectados si esta práctica se
realiza en volúmenes muy elevados. Independientemente de las consecuencias, en
Estados Unidos se habla de “boom energético”, llegando a ser el mayor productor
de petróleo del mundo en 2014.
Proporción de la producción estadounidense (verde)
e importación (amarillo) de petróleo en 2012 [Gráfico: Energy Information Administration]
Pero volviendo al tema que nos
ocupa, ¿de dónde procede realmente el petróleo
importado por Estados Unidos?
En primer lugar, vemos en este
gráfico cortesía de Randal Olson, que la gran mayoría de los
encuestados señalan Arabia Saudí e Irak como sus principales proveedores,
mientras que algunos países del continente americano son señalados en menor
medida.
Resultado de la encuesta: ¿De qué país importa más petróleo
Estados Unidos? [Gráfico: Randal Olson]
La realidad es exactamente la
opuesta. Como se puede ver en este otro gráfico abajo, la gran mayoría del
petróleo importado procede del propio continente americano (en verde en el
gráfico), mientras que Arabia Saudí (que aparece como “Golfo Pérsico”) tan solo
exporta un 16%.
Procedencia real del petróleo importado por EEUU
entre diciembre de 2014 y mayo de 2015 [Gráfico: Randal Olson]
Si hacemos este ejercicio
gráfico por naciones, nos encontramos con esta práctica comparación. A la
izquierda, la percepción de los estadounidenses; a la derecha, la realidad.
Percepción VS Realidad [Gráffico: UT Energy Poll]
Otra forma de ver el
desglose por países es mediante este gráfico de Randal Olson que
representa la producción de petróleo importado por EEUU en el periodo que
abarca de diciembre 2014 a mayo 2015.
[Gráfico: Randal Olson]
Resulta que el país que más
petróleo exporta a Estados Unidos es, de lejos, Canadá. Una relación comercial no
tan conocida, pero de una gran importancia estratégica para ambos países.
También llama la atención el
11% proporcionado por el régimen venezolano, pese a las diferencias
diplomáticas entre ambos gobiernos y la declaración de Obama de que Venezuela
representaba una “amenaza para la seguridad nacional” (palabras posteriormente matizadas por Ben Rhodes, asesor
presidencial sobre Seguridad Nacional).
Pero más que la creciente
importancia de los vecinos americanos en la provisión energética de los Estados
Unidos, lo interesante de estos datos reside en la menor dependencia
energética de EEUU sobre Oriente Medio. Desde la crisis del petróleo de 1973, los EEUU
han basado su estrategia energética en ser lo más independiente posible de
Oriente Medio, concretamente de Arabia Saudí. Esto es conocido, pero no lo es
tanto que la estrategia estadounidense parece haber dado sus frutos.
¿Por qué
la percepción ciudadana es tan importante?
Como explica el
periodista Max Fisher, si la gran mayoría de los
ciudadanos estadounidenses piensan que son mucho más dependientes del petróleo
saudí de lo que realmente son, probablemente van a impulsar
políticas que seguramente no apoyarían de ser conscientes de los datos reales.
Esto tiene implicaciones
importantes que afectan a la política estadounidense en la región. Si el
interés energético desaparece, Estados Unidos ve mermada su motivación para
intervenir en la región. Las relaciones estadounidenses con la región son mucho
más complejas que asegurarse el suministro energético, pero sí es cierto que la
voluntad de la administración Obama ha sido la de disminuir progresivamente la influencia y las
intervenciones estadounidense en la región.
La realidad es que, aunque de
manera menos evidente que hace una década, su poder en Oriente Medio se
sigue haciendo notar. Se suele señalar la estabilidad de
la región como razón
para que EEUU no pueda retirarse totalmente. Sin menospreciar esta motivación,
indudablemente, no parece ocupar un lugar prioritario en la agenda estratégica
de la administración Obama. Ante una situación de inestabilidad como la que ha
acabado en guerra civil en Siria, Estados Unidos se ha mantenido al margen (al menos abiertamente, puesto que se especula
con el apoyo logístico de la CIA a grupos
rebeldes sirios),
incluso habiéndose documentado el uso de armas químicas en el conflicto. El
punto de inflexión parece haber sido la aparición de Estado Islámico; esta organización sí que se
ha ganado la intervención aérea de los Estados Unidos. Y no es de extrañar que
Obama haya decidido tomar parte; Estado Islámico son la peor consecuencia de
los conflictos que arrastra la región durante décadas, y su rápido (e imprevisible) ascenso y manera de actuar
amenaza con modificar el statu quo a gran escala en todo Oriente Medio, no sólo
en Siria e Irak.
Pese a que el interés de EEUU
en mantener una cierta estabilidad en la región no ha desaparecido, es evidente
que su presencia va disminuyendo gradualmente. Esta estrategia se hace de
manera progresiva y sin ruido, en parte porque la opinión pública
estadounidense estaría dividida al respecto. Una de las razones sería la llamada “guerra contra el
terror” en
la que muchos consideran que sigue inmerso su país, y asocian una menor
presencia en la región con un menor control de los grupos terroristas.
Paradójicamente, una menor presencia estadounidense probablemente habría
resultado en una menor capacidad bélica de algunas milicias, equipadas y
entrenadas para actuar como oposición a regímenes como el de Saddam Hussein,
Gadafi o al-Asad. Otra de las interpretaciones que hace parte de la opinión
pública en EEUU es que una menor presencia en Oriente
Medio implicará un acceso más difícil a los recursos energéticos. Según otra encuesta
realizada por el mismo departamento de la Universidad de Texas que llevó a cabo
el estudio que nos ocupa, el precio de la gasolina era el principal tema
energético que los encuestados querían que se tratase en el debate presidencial
previo a las elecciones de 2012; un dato muy relacionado con el acceso a estos
recursos.
Por tanto, la percepción de
los ciudadanos en este sentido es importante puesto que plantea una paradoja al
gobierno de los Estados Unidos: aunque sus intereses no pasan por seguir
manteniendo una fuerte influencia en la región, la opinión pública
le puede pasar factura al gobierno que sea identificado como responsable de la
“huida” de Oriente Medio. Como dice el director de esta encuesta: “Nuestras actitudes
dan forma a futuras decisiones políticas y definen las prioridades energéticas
globales“. La mejor
solución al respecto: informarse y remitirse a los datos a la hora de tomar
decisiones como ciudadano.
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