El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)
El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

jueves, 27 de julio de 2017

LA REPRESIÓN DE LOS TRABAJORES DE PEPSICO ARGENTINA

Por Sergio D. Aronas – 24 de julio de 2017

La Argentina está viviendo un momento muy difícil y complicado en todos los aspectos de la vida social, política, económica, cultural, educativa, sanitaria y a todos estos problemas se le une la creciente conflictividad laboral que se ha agravado en forma superlativa desde que está en el gobierno la alianza derechista “Cambiemos”, una estrafalaria agrupación de partidos de la burguesía que lograron imponerse en el ballotage, no tanto por méritos propios sino más por errores de sus rivales, especialmente del Frente para la Victoria de la entonces presidente Cristina Fernández de Kirchner, personalidad que hoy está siendo acusado y acosada por todo de causas judiciales sin que hasta el momento se le haya probado culpabilidad alguna por parte de los jueces y fiscales que la están acorralando.

Los problemas laborales comenzaron desde el 10 de diciembre de 2017 con la decisión del gobierno del presidente Mauricio (Marioneta) Macri de realizar un ajuste salvaje, brutal y bestial contra los trabajadores tanto a nivel estatal como en el sector privado, por medio de despidos masivos que combinados, han provocado un fuerte aumento del desempleo en el país.

La contraofensiva de Macri se inscribe y se inserta en un plan global contra los derechos de los trabajadores ocupen el lugar que ocupen, no importa su grado de instrucción, conocimientos y preparación porque para la derecha fascista de mercado llegó la hora ajustar cuenta con los que trabajan en relación de dependencia. Y si son empleados del estado, la agresividad de la administración Macri se mucho más feroz debido a que son considerados como uno de los causante del “gasto público” al cual las instituciones privadas coadyuvan a crear el clima necesario para que se los considere “vagos”, “gente que no trabaja”, personas que solo van el último día hábil del mes a cobrar sus sueldos u honorarios, hecho éste que en el lenguaje común de los argentinos son los tristemente célebres “ñoquis” (en honor a la exquisita pasta que en la Argentina se come los días 29 de cada mes y que coincidiría con el día que supuestamente “cobran” esos empleados “haraganes” y que por lo tanto, nunca están y solo aparecen ese día del mes.

Entre marzo y abril se dieron profundas marchas de trabajadores de varios sectores muy afectados por la política económica de Macri que incluyó el paro nacional del 6 de abril por fuerte presión de las bases y que en el acto se llevaron por delante a la vacilante burocracia sindical de la Confederación General del trabajo, al cual le fueron a pedir ayuda

Ante la fuerte ola de despidos ilegales e  ilegítimos, los trabajadores resisten el embate del gran capital con toma de fábricas, piquetes generalizados, movilizaciones, marchas, protestas, y que no cuenta aún con el apoyo masivo de otros sectores de trabajadores que también sufren los efectos devastadores de esta política criminal.

El último conflicto laboral de gran importancia y trascendencia fue la represión a los trabajadores de PEPSICO Argentina, una multinacional de los Estados Unidos, que tomó la irresponsable decisión de cerrar una planta de logística y distribución ubicada en la localidad de La Florida en la provincia de Buenos Aires, cercana a la capital federal a la ue se llega cruzando la Avenida General Paz. Esta decisión empresarial significó el despido de 600 trabajadores y que según los planes de la empresa no serán reincorporados porque esa planta cerrará definitivamente.

Los trabajadores denunciaron el vaciamiento, la falta de negociación con la empresa, que formó intempestiva despidió a su personal argumentando hacerlo en el marco del procedimiento preventivo de crisis”  que es un mecanismo de negociación parido por la ley nacional de empleo número 24013 por el Capítulo 6. Este se aplica para el caso de las empresas como Pepsico Argentina que decidió despedir a sus trabajadores por razones de fuerza mayor, causas económicas o tecnológicas, que afecten: a más del 15 % del plantel en empresas de menos de 400 trabajadores; a más del 10% en empresas de entre 400 y 1.000 trabajadores; a más del 5 % en empresas con más de 1.000 trabajadores. Todo lo que dice la ley fue olímpicamente incumplido por la empresa que siempre contó con el aval del Ministerio de Trabajo  muy especialmente de la justicia cuyo titular no garantizó jamás la seguridad de los trabajadores en conflicto.

La represión desata en la madrugada del 14 de julio en una operación típicamente militar como si se tratara de una fuerza de infantería que ataca a la noche por sorpresa.
Para la jueza y el fiscal "está probado el DELITO de usurpación, daños y amenazas" que supuestamente cometieron los trabajadores en lucha. Mentira de la peor calañá. Y encima felicitan a quienes realizaron la sanguinaria represión de las tropas de asalto SS Waffen de Macri. Genial esta Sra. Magistrada y su fiscal que invierten la carga de la prueba porque tienen que proteger la santísima propiedad privada. Como las empresas son intocables por ser las vacas sagradas del capitalismo, esta admirable justicia no dice nada de los delitos que cometió Pepsico con sus despidos y cierre ilegales. Por este camino no estamos lejos de otra semana trágica. La jueza cree que los trabajadores pertenecen al viejo movimiento ludita, aquel que en la Inglaterra previa al Cartismo, el movimiento obrero destruía a las máquinas al acusarlas de ser las culpables de sus miserias, desgracias y pobreza. 

Esta es una acusación falsa porque los trabajadores que ocupan las instalaciones de una fábrica, lo hacen en defensa de la fuente de trabajo; lo hacen protegiendo los medios e instrumentos de producción porque los necesitan para su trabajo y ellos son la mejor garantía que se nada le sucederá a la propiedad empresaria.

El violento desalojo contra los trabajadores de Pepsico se enmarca en ek proyecto de contrarreforma laboral que se viene solo puede aplicarse con más represión porque ese es el único lenguaje que maneja la clase dominante hoy en el poder y que lo ejerce con diabólica impunidad. Así lo están pidiendo los salvajes economistas de los grandes y poderosos grupos empresarios, esos portavoces a sueldo y voces cantantes del capital que se quejan como el Sr. Carlos Rodríguez (UCEMA) de lo poco que reprimieron y balearon a los trabajadores de Pepsico (Ver la web Infonews 19/07). La lucha contra el gobierno está planteada en tres niveles: el político, el económico y sobre todo el ideológico para no permitir que nos sigan mintiendo, negando, falseando y demostrarles que este camino nos lleva a la ruina, al desastre y al fin de la República.

La contrarreforma laboral que el gobierno de Macri está preparando y aunque nieguen descaradamente que no está en su agenda tratar esta cuestión, no le crean nunca a los capitalistas y terratenientes que sueñan con destruir leyes y conquista históricas de los trabajadores de nuestro país obtenida con tanta sangre vertida a lo largo de los tiempos. Quieren un sistema de trabajo basado en la esclavitud asalariada, sin sindicatos, con jornadas de 12 horas o más; con pagos de sueldo a destajo y aumentar la explotación a niveles nunca visto. Y lo pueden hacer porque tienen el poder y la decisión de llevarlo a cabo. Todo bien a la medida, al gusto y al servicio de la expansión del capital imperialista. Por esta razón, festejan que la Argentina sea sede en diciembre de la reunión de la Organización Mundial dej Comercio y también de la XIII sesión en 2018 del grupo de naciones imperialista del G-20 que nada tiene que ver con nosotros. El imperialismo le agradece a Macri los enormes favores que le está regalando y cuya mejor expresión es el aumento brutal de la deuda pública interna y externa.

Jorge Triaca, el Ministro de Desempleo y Despidos, reconoció que su gobierno está pensando en la "reforma laboral". ¿Qué pueden reformar estos caníbales? Cualquier medida a modificar el derecho del trabajo que se basa en las leyes que reglamentan su ejercicio, no será otra que el regreso a la ley de la selva, la vuelta de la esclavitud, la desaparición de históricas conquistas por los trabajadores; la aplicación sin piedad ni tregua de la flexibilización a toda máquina y elevada a la máxima potencia. Quien no entiende el significado de este horrendo proyecto, consultemos al Dr. Karl Marx y esto nos dijo: “En interés de lo que le agrada denominar riqueza de la nación, busca artificios para asegurar la pobreza del pueblo. A partir de ese momento, su coraza de sofismas apologéticos se desprende fragmento por fragmento, como una madera podrida”. Karl Marx. El Capital. Tomo I (1867), Cap. XXXIII, página 745. Edición Cartago-México, 1983.

Macri y su gobierno de inútiles para todo servicio no tienen argumentos para explicar los desastres que están causando en el pueblo toda su política económica y por más que traten de hacerlo, la evidencia social de los resultados de su gestión estallan por los aires y la estadística refuta las mentiras de su voceros ideológicos principales que viven en el limbo. Ante este hecho irrefutable e incontrastable, no se les ocurre mejor idea que echarle la culpa a la izquierda utilizando el viejo y podrido lenguaje de la dictadura, que la parió Macri y su oligarquía familiar. Es una alegría que un gobierno tan represivo, tan fascista y tan horrendo se la agarre con la izquierda porque muestra el miedo, pánico y terror que le tienen como también lo tiene el trío cómico de la CGT. Lo que deben saber es que la izquierda aun no posee tanto peso ni tanta fuerza y poder para que se alteren desesperadamente los ánimos de este gobierno. Son Uds -la derecha, tan salvaje como siempre lo han sido- la que está gobernando y si no saben conducir al país, renuncien y convoquen a nuevas elecciones. A estas estúpidas y mercenarias agresiones solo podemos responderle diciendo: ¡VIVA LA IZQUIERDA: AYER HOY Y SIEMPRE!

La señora Patricia Bullrich, es otra inútil que se la da de "dama de hierro". Pobrecita. Se pasó dando tantas vueltas en su vida política que terminó en la cloaca de la derecha más fascista y tenebrosa que como no saben ni pueden gobernar todo lo resuelven metiendo bala a los trabajadores. Fíjense su nueva, estúpida y desfachatada teoría, qué delirio que tienen. Dejeme decirle que las empresas que terminan cerrando es por falta de ventas, por la reducción de los salarios para que las personas puedan comprar lo que necesitan, por la importación descontrolada que Ud apoya y defiende. Desde que gobierna Macri ya cerraron casi 3200 PYMES entre diciembre de 2015 y marzo de 2017, a razón de siete por día. es un dato refleja la magnitud de la recesión que campea en la actualidad y explica el crecimiento del desempleo a dos dígitos, especialmente en las grandes urbes. además, expresa la tendencia del capital hacia la concentración, lo que puede acelerarse en tiempos de crisis, cuando los empleadores más débiles quiebran o son absorbidos por los que tienen espaldas más grandes para soportar los malos momentos. estas cosas a ud nada de esto le importa, solo la propiedad privada de los monopolios que provocaron todo este desastre y no la presencia de la izquierda según su esquizofrénica, desesperada, lunática y revirada opinión.
Jorge Traica, como todo el gobierno de Macri quienes al no poder resolver nada de los problemas que causan sus políticas económicas antiobreras, con el lenguaje de la dictadura pretenden culpar nada más ni nada menos que a la izquierda de los desastres que ellos provocan Váyase ministro del desempleo apoyando todo el terrorismo de las multinacionales que violan todas las leyes laborales de nuestro país. No cabe duda que Triaca es el gerente de recursos humanos de Pepsico y todos los monopolios porque avala los despidos que han ocurrido desde que gobiernan con tanta saña.

Repudiemos a este salvaje analfabeto una siniestra demostración del santo oficio de la represión de en este gobierno PRO YANKI defendiendo la prostituta propìedad privada de Pepsico, una multinacional que factura y gana por millones y deja en la calle a 691 trabajadores despedidos. Dedicado a la clase media fascista que le gusta el orden, la tradición y las buenas costumbres. Con qué saña, con qué violencia, con qué furia salvaje y con qué ganas de reprimir hicieron su sangriento "trabajo" las unidades SS Waffen de la policía junto a la gendarmería. ¡Qué eficiencia criminal! Ahora serán condecorados con la orden de Mayo. Esto es el capitalismo, enemigo mortal de la humanidad.