El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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sábado, 10 de junio de 2017

MANUEL BELGRANO REFUTA A MACRI

Por Sergio Daniel Aronas - 07 de junio de 2017

El General Manuel Belgrano no solo se lo conoce por sus campañas militares durante la revolución de Mayo en las guerras de la independencia contra el reino de España, sino que fue un profundo economista y conocedor del país que le tocó vivir. Y gracias a sus escritos publicados como Memorias podemos leer con qué claridad podría refutar en un hipotético debate a Mauricio Macri con sus reiteradas mentiras sobre trabajo y educación cuyos desastres están a la vista de todos los argentinos. Claro que no asombra ni preocupa a los presidentes de las potencias capitalistas que ven en este rumbo económico lo que ellos buscan y quieren que es la “seguridad jurídica” para sus fantásticas inversiones que harán crecer a nuestro país hasta niveles nunca visto. Por supuesto, nada de eso ha ocurrido y ya todos se han olvidado de las prometidas inversiones por 100 mil millones de dólares anunciadas bajo la gestión del dandy ex ministro de economía Alfonso Prat Gay.
Leamos al Dr. Manuel Belgrano y cualquier parecido con la realidad actual es pura coincidencia o no tan pura, sino la permanencia de un cuadro de situación que no ha cambiado en 220 años de existencia:

“He visto con dolor sin salir de esta capital una infinidad de hombres ociosos en quienes no se ve otra cosa que la miseria y la desnudez; una infinidad de familias que solo deben su subsistencia a la feracidad del país, que está por todas partes denotando la riqueza que encierra, esto es la abundancia; y apenas se encuentra alguna familia que esté destinada a un oficio útil, que ejerza un arte o que se emplee de modo que tenga más comodidades en su vida. Esos miserables ranchos donde ve uno la multitud de criaturas que llegan a la edad de pubertad sin haber ejercido otra cosa que la ociosidad deben ser atendidos hasta el último punto. La lana es bien abundante en este país, el algodón del Paraguay, Chaco, etc., otras infinitas materias primas que tenemos y podemos tener con nuestra industria pueden proporcionar mil medios de subsistencia a estas infelices gentes que, acostumbradas a vivir en la ociosidad, como llevo expuesto, desde niños, les es muy penoso el trabajo en la edad adulta y o resultan unos salteadores o unos mendigos; estados seguramente deplorables que podrían cortarse si se les diese auxilio desde la infancia proporcionándoles una regular educación que es el principio de donde resultan ya los bienes y los males de la sociedad. Unos de los principales medios que se deben adoptar a este fin son las escuelas gratuitas adonde pudiesen los infelices mandar a sus hijos sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción, allí se les podría dictar buenas máximas e inspirarles amor al trabajo, pues en un pueblo donde no reine este, decae el comercio y toma su lugar la miseria, las artes que producen la abundancia, que las multiplica después en recompensa, perecen, y todo en una palabra desaparece cuando se abandona la industria porque se cree que no es de utilidad alguna. Para hacer felices a los hombres es forzoso ponerlos en la precisión del trabajo con el cual se precave la holgazanería y ociosidad que es el origen de la disolución de costumbres.”
Medios generales de fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el comercio en un país agricultor. Memoria que leyó el licenciado Don Manuel Belgrano, abogado de los Reales Consejos y Secretario por S.M. del Real Consulado de esta Capital, en la sesión que celebró su Junta de Gobierno el 15 de junio de 1794