El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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jueves, 29 de junio de 2017

IDEAS PRINCIPALES DEL  LIBRO DE EL CICLO DE LA ILUSIÓN Y EL DESENCANTO DE PABLO GERCHUNOFF Y LUCAS LLACH

Por Sergio Daniel Aronas – 07 de junio de 2017

Iniciamos un nuevo ciclo en mi blog dedicado al análisis y comentario de los libros que he leído en los que tengo en mi biblioteca. Vamos a empezar por uno sobre el cual extraeremos sus principales ideas y que lo tuve que leer como material obligatorio en la materia “Historia Económica y Social de la Argentina” que cursé en el segundo año del Terciario de Administración Comercial en 2009 cuya cátedra y profesor titular fue Mario Gasparri, historiador y archivista de la Confederación General del Trabajo (CGT).

La obra lleva como subtitulo “Un siglo de políticas económicas argentinas” porque analiza la historia económica y política de nuestro país desde 1880 hasta finales del siglo XX,  es decir, desde el gobierno de Julio A. Roca que da inicio al llamado modelo agroexportador que implicó el ciclo de la ilusión, hasta la estrepitosa caída de la Alianza en diciembre de 2001 que provocó el derrumbe político y económico del país como nunca se vio en su historia y que significó el desencanto total de la política, de los partidos, de los políticos, en lo que fue una crisis total y completa en dos jornadas donde la feroz represión policial dejó un tendal de 36 muertos. Esta alianza del desastre siguió con la misma orientación que su predecesor Carlos Menem que puso en marcha un plan llevado por los mismos sectores que colocaron a Roca en el poder a base de las privatizaciones de las empresas del estado, la desregulación de los mercados, la “inversión” del capital extranjero, la apertura importadora, la flexibilización laboral y el endeudamiento como la fuente más importante para financiar ese proyecto demencial y que contó con el firme apoyo de los países capitalistas desarrollados y sus instituciones (el FMI, el Banco Mundial y  el BID). El fin de la Alianza en 2001 es para muchos autores el cierre de la etapa rentística-financiera, lo cual no es cierto, porque el casino y los juegos de la bolsa, la tasa o tipo de interés sigue su marcha triunfante con el actual gobierno fascista de mercado de Marioneta Macri.

El libro consta de diez capítulos organizados de la siguiente manera:

Capítulo I: La generación del progreso (1880-1914)
Capítulo II: Últimas imágenes  de un modelo (1914-1929)
Capítulo III: La Política Económica en Tiempos de Crisis (1929-1940)
Capítulo IV: Ascenso y Apogeo Peronista (1940-1949)
Capítulo V: Del Paraíso Peronista a la Crisis del Desarrollo (1949-1958)
Capítulo VI: El impulso al desarrollo (1958-1963)
Capítulo VII: Una primavera económica (1963-1973)
Capítulo VIII: Vértigo Económico en Tiempos Violentos (1973-1983)
Capítulo IX: La Democracia y el difícil Gobierno de la Economía (1983-1989)
Capítulo X: Grandes expectativas, grandes decepciones (1989-2001).

Nosotros no vamos resumir todos los puntos de cada capítulo sino a extractar las ideas más relevantes que a nos parecen destacar del libro que publicado en 1998 con tres ediciones más y una última corregida y aumentada de 2007, que es la que usamos en este análisis.
Aquí la primera entrega con el capítulo I que está analizado en su totalidad-

Una breve referencia de los autores.

Pablo Gerchunoff es profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, en donde dicta Historia Económica Argentina en cursos de grado y de postgrado, así como docente de varias instituciones extranjeras. Además de decenas de artículos y ensayos, es autor de cinco libros, entre los que se destacan El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas económicas argentinas (1998) y Entre la equidad y el crecimiento. Ascenso y caída de la economía argentina. 1880-2002 (2004), escritos en colaboración con Lucas Llach, y ¿Por qué Argentina no fue Australia? Una hipótesis sobre un cambio de rumbo, escrito con Pablo Fajgelbaum. Es licenciado en economía por la Universidad de Buenos Aires con una amplia trayectoria docente tanto como profesor como investigador de historia económica argentina y que publicado una gran cantidad de libros. También cumplió varios cargos públicos como asesor en el Ministerio de Economía durante la gestión de Raúl Alfonsín y la Alianza. Se puede estar o no de acuerdo con sus posiciones pero no se puede negar sus grandes conocimientos, sus capacidad profesional y su intelecto. 

Lucas Llach nació en la ciudad de Rosario- Es economista y director y profesor del Departamento de Historia económica argentina. Director de la Licenciatura en Ciencias Sociales y de la Licenciatura en Historia, director de la Maestría en Políticas Públicas y profesor de la Escuela de gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella. 
Obtuvo su doctorado en Historia en la Universidad de Harvard, y su licenciatura y estudios de posgrado en economía en la Universidad Di Tella. Su principal área de investigación es la historia económica argentina, tema sobre el que ha escrito su tesis y diversos libros y artículos. También ha escrito con Miguel Braun el libro de texto Macroeconomía Argentina. En la plataforma online del diario La Nación mantiene el blog La Ciencia Maldita.

CAPITULO I: LA GENERACION DEL PROGRESO (1880-1914)

1) BASES Y PUNTO DE PARTIDA

A partir de 1852 a 1880, es decir, de Caseros a Roca, se establecen las bases institucionales, económicas e ideológicas del proyecto implantado en la Argentina y que la historia pasó a llamarlo como la época de la Generación del 80, con lo cual se dio forma a la estructura política propia de un Estado Nacional que ejercía su poder en todo el territorio. El país era una nación semidesértica con un 75% de su población analfabeta y la actividad económica principal era la ganadería a base de la producción de lanas y cueros. Las ideas económicas de quienes impulsaron el modelo agroexportador fueron los representantes de la oligarquía terrateniente ganadera y que se resumen en las siguientes:

Ø  La Argentina sólo puede desarrollarse si se inserta en el mercado mundial
Ø  Especializarse en las ventajas comparativas de la tierra, único recurso abundante y de calidad.
Ø  La necesidad de suplir dos factores escasos: capital y mano de obra. Estos sólo podrían venir del exterior.
Ø  Para expandir la frontera agropecuaria debe resolverse el problema del indio y unificar el mercado interno.
Ø  Lograr la integridad territorial, obtener una identidad nacional e impulsar un régimen político acorde con las necesidades y objetivos de la clase dirigente.

            Estos elementos constituían la noción de progreso para el país, es decir, la vía por al cual la Argentina pegaría el gran salto hacia el crecimiento y el desarrollo y no importa los medios por los cuales se lograra ubicar al país entre las naciones más avanzada del continente (el fraude electoral).

1) Constitución Nacional de 1853 aceptada por las provincias, aunque Buenos Aires se integra a ella recién con la reforma de 1860 con lo cual el ciclo de la Organización Nacional se extiende hasta 1880.
2) Se liquidan con últimos focos de la resistencia de los caudillos federales que luchaban contra el centralismo de Buenos Aires como fue el caso de López  Jordán, el Chacho Peñaloza y Felipe Varela. Se reprimen las sublevaciones de Mitre en 1874 y la de Carlos Tejedor en 1880 que conducen a la federalización de Buenos Aires.
3) La federalización de Buenos Aires significa la creación de un centro geográfico de poder donde se instalan las autoridades nacionales.
4) La liquidación del “problema del indio” y la incorporación de millones de hectáreas al territorio bajo el control del gobierno nacional.
5) La sanción de todo un ordenamiento jurídico como los Códigos Nacionales de Comercio, Civil y Penal para dar forma al desarrollo de las nuevas relaciones económicas y políticas.
6) El debate se suscitó en torno al régimen de propiedad de la tierra, al papel del estado, a la política monetaria, a las obras de salubridad de la ciudad de Bs. As., a la relaciones con el poder eclesiástico y que por la sanción de la ley de educación común 1420 hubo una ruptura de las relaciones diplomáticas con el Vaticano por la tendencia laica del gobierno argentino.

2) LA ECONOMIA MUNDIAL DE LA EPOCA

1) La economía mundial del período 1880-1914 se destaca por el dominio de Gran Bretaña ya que era la primera fabricante, exportadora e importadora mundial, potencia naval, centro financiero y dueña del imperio colonial más grande del planeta.
2) Con el libre comercio y la especialización Gran Bretaña se concentró en la concentración en las manufacturas y en la importación de insumos y materias primas de sus colonias o países aliados como Argentina, que ya había entrado en la órbita inglesa a raíz del tratado de Comercio, Amistad y Navegación firmado el 2 de febrero de 1825.
3) Así la Argentina como consecuencia de la división internacional del trabajo impuesta por el imperio británica es especializó al revés que Inglaterra: su papel se resumía en ser productos y exportador agropecuario e importador de bienes industrializados.
4) En calidad de ser además de potencia financiera, Inglaterra controlaba el sistema del patrón oro, reteniendo el metal cuando había una tendencia exportadora y liberándolo al exterior cuando necesita importar o cuando había un flujo excesivo. Inglaterra con su fuerte política de inversiones en el exterior constituía una nueva forma de imperialismo: el imperialismo económico que le permitía dominar a los países por el comercio sin necesidad de ocuparlos militarmente. Lo importante era la disponibilidad de mercados para exportar su producción y su capital.

3) LLENANDO EL DESIERTO: INMIGRACIÓN, CAPITALES Y TIERRAS.

1) La posición Argentina a partir del último cuarto del S. XIX es la aceptación de un lugar bien definido en el sistema de división internacional del trabajo cuyo centro era Inglaterra: el de productor agropecuario e importador de productos manufacturados.
2) La impresionante expansión económica que se extiende entre la consolidación de la organización nacional en 1880 y la Primera Guerra Mundial tuvo varias facetas íntimamente relacionadas a un lugar geográfico (la pampa húmeda), la ganadería y la agricultura y a capitales y trabajo extranjeros, manifiesta en la instalación de ferrocarriles y en una gran inmigración.
4) Incorporó recursos móviles (trabajo, capital) a gran velocidad, multiplicando su capacidad productiva. Las tierras con fertilidad, pero nada podía lograrse si no se acortaban las distancias entre la llanura y el puerto. El ferrocarril sería el encargado de esa tarea.
5) El capital era necesario también para utilizarlo en mejoras en la explotación y en la adquisición de maquinarias. La tercera parta del progreso era el trabajo. El gobierno fomento  su incorporación a través de subsidios y ventajas para los inmigrantes, las perspectivas de mejores empleos que en el país de origen. La ausencia de trabajo, capitales, tierra, habría hecho imposible tal transformación.
6) No puede ignorarse el papel central que les cupo a los gobiernos. Las sucesivas administraciones fomentaron activamente, con los medios que tenían a su alcance, un acelerado proceso de incorporación de factores. Roca sostenía en 1882 que el gobierno tenia un importante papel que cumplir en un país “extenso, despoblado y sin capital”.

4) ARGENTINA PARA LOS EUROPEOS: LA INMIGRACIÓN


1) Para 1876 el Congreso decidió la creación de un Departamento General de Inmigraciones, con la intención de concentrar los esfuerzos del gobierno. Además de difundir en Europa información sobre la Argentina, este organismo garantizaba a los inmigrantes a ser alojado y mantenido a expensas de la Nación durante 5 días después del desembarco y, si el inmigrante se enfermare durante ese periodo, hasta su recuperación.
2) Así y todo, nunca los esfuerzos oficiales podían ser suficientes compara que el eventual inmigrante no se fijara en las condiciona de empleo y de salario que este nuevo país ofrecía. En realidad, la emigración desde Europa hacia América está asociada estadísticamente con ventajas económicas.
3) La inmigración crecía cuando se agrandaba la diferencia entre las condiciones de empleo y de salario entre el país de destino y el de origen. Que los incentivos económicos eran el motivo crucial en la decisión de emigrar es evidente si se considera la “inmigración golondrina”. Muchos europeos llegan masivamente antes de comenzado el verano para irse hacia mediados de año.
4) Las tareas rurales se contaban entre las actividades principales. El establecimiento de colonias agrícolas de inmigrantes tuvo alguna importancia. Sin embargo, los años 80 vieron todo el esplendor de esta “pampa Gringa”, gracias a una mayor expansión ferroviaria y al final de las incursiones de indios y de langostas.
5) Solo una parte de los inmigrantes que se dedicaron a la agricultura participaron en colonias de propietarios, como las de Santa Fe. En Buenos Aires y Córdoba fue mucho mas común que los dueños de las grandes tierras cedieran a los inmigrantes algunas hectáreas para trabajar con un régimen de arrendamiento. Para ello contaban con algunas ventajas. Por un lado, las leyes de fomento a la colonización les permitían aliviar la carga impositiva. Además, los grandes propietarios, mas afectos a la ganadería, arrendaban a los inmigrantes, durante 3 años, los campos aún sin cultivar, para luego al crecer la alfalfa engordar al ganado.
6) Las obras públicas fueron otra fuente de empleo para el inmigrante. Durante el gobierno de Sarmiento. La construcción de FFCC de acuerdo con un informe de  1905, un 25% de los nuevos empleos estaba vinculado a la extensión de las líneas férreas. Por otro lado, la industria en los que serian los grandes aglomerados urbanos cercanos a buenos Aires.
7) Las naciones europeas con mayor emigración a la Argentina fueron, Italia y España. La distribución de los inmigrantes por país de 1871 a 1914: Italia: 47%, España 32%, Francia 5%, Rusia y Polonia 3%, Austria y Hungría 2%, Siria 3%, Otros 7%.

5) EL CAPITAL EXTRANJERO Y LOS FFCC


1) La población europea permitió superar la escasez de mano de obra rural favoreciendo el desarrollo agrícola. El FF.CC. cumplió un papel también importante al disminuir el costo de los transportes desde el campo hasta el puerto. Los avances que acortaron distancia entre el productor argentino y el consumidor extranjero fueron: los trenes; los transportes por el Atlántico a través de los congelamientos y enfriamientos.
2) En 1907 se aprueba la “Ley Mitre”, arreglo cuestiones en disputa, pero manteniendo condiciones favorables para las empresas británicas. La valorización de las propiedades a las que se acercaba el ferrocarril fue veloz desde los comienzos. En Argentina el ferrocarril fue un componente indispensable para el crecimiento, ya que no había en estas tierras un sistema de canales como el de los EEUU.
3) Una de las consecuencias clave de la instalación del FFCC fue la ampliación de la superficie con provechosas posibilidades de producción para la exportación, también lo fue el surgimiento de la Argentina como consumidor cada vez mas importante de productos de origen británico. Las manufacturas inglesas que llegaban a los puertos podían, con el FFCC, transportarse a bajo costo hacia otros centros de consumo fuera de Bs. Aires.    
4) Los FFCC constituyeron el componente crucial de la inversión de los capitales extranjeros en la Argentina, no fueron, de ninguna manera, el único. Se necesitaban capital para mejorar puertos, trazar rutas, instalas tranvías, establecer sistemas de comunicaciones telegráficas y montar las redes de agua y electricidad. Los recursos nacionales eran insuficientes para financiar todo ese equipamiento, y debió  recurrirse a la inversión extranjera.
5) La presencia del capital externo se reflejó, en el pago de los servicios de la deuda y de dividendos del exterior. Con el tiempo, estos pagos se hicieron bastante  abultados. El fuerte crecimiento  de las ventas  externas, era la clave para mantener fuera de peligro a la balanza de pagos. La Argentina  debía incorporar recursos  exteriores con los que motorizarlo. Eso se tradujo en la atracción al capital ingles y a la inmigración mediterránea que finalmente se consiguió. Pero a un cierto precio para el país: los giros por intereses y dividendos y las remesas de los inmigrantes a sus familiares en el exterior. Para pagar anualmente por esos servicios de capitales y trabajadores se requería, un aumento de la capacidad exportadora y de ahorro nacional en el mediano o el largo plazo.

 

6) LA TIERRA EN LAS PAMPAS: EXPANSION Y DISTRIBUCION

 

1) El mal llamado “desierto” para denominar las tierras en manos de los indios y donde estaba ausente la presencia del hombre blanco (Huinca para los pampas), era un extenso territorio que abarcaba desde el río Salado en la provincia de Buenos Aires hasta el extremo sur de Tierra del Fuego. Todo esta región se la llamaba territorio de las Salinas Grandes y estaba presidido por el cacique Calfucurá (Piedra Azul en araucano). La campaña del Desierto de 1879 vino a resolver por la vía militar y económica el “problema del indio” incorporando todas sus tierras a la Nación permitiendo una gran expansión de la ganadería debido al fuerte aumento del ganado ovino en un 128%, la principal actividad productiva.
2) Por otro lado la agricultura estaba limitada por la escasez de mano de obra. La distribución geográfica de las actividades rurales quedó con la ganadería predominando en el oeste y sur de la Pcia. de Bs. As y La Pampa y la agricultura ocupando las tierras cercanas al litoral, en el Norte de Bs. As., y Santa Fe.

7) EL DESARROLLO “AGROPECUARIO”


1) Hasta la década de 1870, la ganadería extensiva, especialmente ovina, era por lejos la actividad más importante en la zona pampeana.
2) La expansión del FFCC y la inmigración fueron los dos acontecimientos fundamentales que crearon las condiciones para demostrar que tal potencialidad si existía. Con ello se integraba la región pampeana al comercio internacional, al facilitar el traslado de hombres y de productos.
3) La agricultura asumió un carácter netamente comercial. Hacia 1914, el país exportaba más de la mitad de su producción de trigo, un 65% de la de maíz y un 85% de la de lino, que eran los cultivos principales. Fue, además, comparativamente moderna: siendo el trabajo todavía escaso y caro, la agricultura uso maquinaria desde los comienzos.
4) El trigo fue el símbolo de la revolución agrícola Argentina. La irrupción del país en el mercado triguero internacional siguió al predominio norteamericano hacia la década de 1860 y a la integración de la india Británica mas tarde. El trigo encontró en la llanura pampeana un suelo fértil, y un clima favorable. Sumado ello a una moneda depreciada, que favorecía a la exportación, no es de extrañar que a partir de la década de 1890 el área sembrada creciera a un  ritmo vigoroso. En cuanto a la comercialización, tuvo peculiaridades  perjudiciales para el agricultor. Es cierto que el costo de transporte desde el productor local hasta el consumidor europeo era más bajo que el que enfrentaba un productor norteamericano, ya que la mayor distancia transatlántica  era más que  compensada por  fletes más bajos desde  el campo hasta el puerto. Pero esa ventaja se reflejaba en una mejor situación para el agricultor, ya que en el proceso de venta al intermediario llevaba las de perder.
5) Ese perjuicio  se originaba en la ausencia de una calidad uniforme del producto, lo que daba poder al intermediario. Además, la concentración de la comercialización de trigo en unas pocas empresas llevo a prácticas poco competitivas que acababan por disminuir la rentabilidad para el productor.
6) Un  rasgo singular fue la interacción entre la ganadería y la agricultora. La relación fue de conflicto en algunos aspectos y de cooperación en otros. La posibilidad de exportar carne enfriada y congelada, aumento la rentabilidad de la ganadería y dio paso a un tipo de explotación  singular: la  rotación.

7) Hasta la aparición de la cámara frigorífica, las posibilidades de exportación de carne se reducían al tasajo (carne salada) y al ganado en pie. Era mas importante, la exportación de lanas y, en  la de cueros. Luego de 1877, año en que se transporto exitosamente un cargamento de carne congelada desde Bs.As. a El Havre. En pocos años, siete frigoríficos se habían instalado en las cercanías de los puertos. La ganadería ovina se adapto a las nuevas condiciones al introducirse razas mejores, como el Lincoln. Al comenzar el siglo, EEUU abandono el mercado ingles ya que solo lograba abastecer una creciente demanda local. La Argentina  tomo su lugar, sobre todo en la carne enfriada. Para fines de primera década de este siglo, se reflejaba en una participación argentina de 905 sobre las importaciones británicas de carne.

8) La agricultura y la ganadería eran el sustento de un modelo de crecimiento económico: todavía había un pequeño margen para la expansión de tierras bajo cultivo y un margen mayor para la difusión de mejoras tecnológicas. El suelo argentino seguía  siendo generoso y hasta ofrecía el descubrimiento del petróleo en 1907. De la mano de esa expansión generada por el sector rural nacía la industria Argentina.

8) LA INDUSTRIA DURANTE LA EXPANSIÓN: ¿UN EXCESO DE LIBRECAMBIO?

1) Uno de los cuestionamientos al “modelo agroexportador ha sido que las actividades primarias impidió la estalación de industrias manufactureras. Un exceso de librecambio habría sido la causa de este atraso, al permitir la importación de manufacturas siempre mas baratas que las locales.

2) Las manufacturas cuya producción creció mas fueron las que, en uno j otro sentido, dependían del tipo de desarrollo agroexportador de la época. Se conoce como “eslabonamiento” a la aparición o de una cierta actividad económica cuando es el resultado del crecimiento de otra. Estos eslabonamientos pueden ir en dos direcciones. Si se expande cierta actividad gracias a la abundante disponibilidad de un insumo se habrá de “eslabonamientos hacia adelante”. Cuando, al contrario, el progreso de una industria genera una demanda por algún insumo, y en consecuencia se instalan empresas para satisfacer esa demanda, el nexo se conoce como “eslabonamiento hacia atrás”.

3) El motor principal de esa expansión fue el crecimiento del mercado interno (las exportaciones industriales eran insignificantes). La industria no solo aprovechaba, sino que también ayudaba a consolidar, un verdadero mercado nacional, en el que se imponían practicas del capitalismo moderno (economías de escala, incorporación de tecnologías, propaganda).

4) Fuera de las actividades ligadas a los productos primarios, la expansión manufacturera fue bastante limitada. De acuerdo con el Censo Industrial de 1914, un 77 % del consumo local de textiles era importado, lo mismo que un 67 % de los productos metalúrgicos. La Argentina de 1914 estaba todavía muy lejos de ser una nación industrializada.
5) La visión tradicional de que la industria manufacturera careció de protección oficial ha sido radicalmente cuestionada. El debate entre el proteccionismo y el librecambio, acaso el tema mas discutido por los economistas del siglo XIX.

9) LA PUERTA HACIA LA ESPECIALIZACION: EL COMERCIO EXTERIOR

1) La economía argentina seguía basándose en la producción de bienes primarios para la exportación con un incipiente desarrollo industrial. El producto interno bruto argentino estaba representado en casi un 50% por las importaciones y exportaciones, es decir, por el comercio exterior que reflejaba la estructura productiva del país. Las exportaciones agropecuarias fueron del 95% de todas las ventas externas entre 1880 y 1914, donde se verificó el aumento de la parte del agro en detrimento de la parte ganadera. Esta diferencia debe entenderse únicamente en  que el crecimiento del agro fue superior a la ganadería y no por caída en el valor absoluto de las mismas. Así, la Argentina pasó del sexto lugar en 1888 a ser el tercer exportador mundial de granos en 1907.

2) Las importaciones cubrían los productos no fabricados en el país; los bienes de capital se destinaron al tendido de los ferrocarriles y las materias primas industriales se aplicaron a la construcción. La Balanza Comercial tuvo un desempeño errático y variable: en los años ’80 fue casi siempre negativa por las importaciones ferroviarias y a un agro en su etapa naciente. La crisis de noventa  provoca la reducción del financiamiento externo, de la construcción de ferrocarriles y las importaciones. Con el crecimiento del agro, los excedentes comerciales fueron los más altos del período. Si comparamos las década de 1880 con la de 1890, resulta que la primera tuvo precios exportables en crecimiento y precios de importación estables con una fuerte expansión de la economía. En la década del 90 la cosa se revierte: caen los precios tanto los de exportación como los de importación y la economía entra en una recesión que dura la mitad de la década. Estos vaivenes evidencian la importancia que el comercio exterior tenía para la economía argentina.

10) DESPEGUE, EUFORIA, CRISIS: EL MANEJO ECONÓMICO HASTA 1890.

1) La política económica sostuvo, a lo largo del periodo 1880-1914, líneas inalterables: fomento a la inmigración y el capital extranjero. El área más inestable de la política económica fue el problema de la moneda. Hasta que Roca llegó a la presidencia no existía el dinero nacional. Su gobierno declaró de curso legal la moneda emitida por el Banco de la Provincia de Buenos Aires (no era propio de un país formalmente federal que el banco de una de sus provincias fuera el encargado exclusivo de emitir dinero. El rechazo por parte del Congreso le leyes que controlaban la emisión, impidieron que este primer experimento monetario redundara en una moneda estable. La política monetaria fue bastante errática, y las disputas en torno a las fluctuaciones en el tipo de cambio fueron indicio de la importancia de las divisas. Eso fue particularmente notable con la apreciación del peso en 1865/67, que redujo los ingresos de los sectores agroexportadores. La presión de éstos por una moneda depreciada seria determinar el nivel del tipo de cambio.

2) En 1867 hubo un intento de convertibilidad de alcance nacional. El control de la política monetaria seguía estando en manos de la provincia, pero el uso del peso papel permite hablar de una experiencia propiamente nacional. Se abrió una Oficina de Cambios, que intercambiaba papel moneda por metálico. Los siguientes 70 años fueron de una importante expansión económica guiada por fuertes inversiones públicas, financiadas en su mayoría desde el exterior. Hubo, alguna emisión monetaria, que contribuyó a solventar el elevado gasto de la administración de Sarmiento. Las cosas se complicaron a mediados de los años 70. En parte por el fuerte endeudamiento, pero sobre todo por la crítica situación de la economía mundial, hacia 1873 los flujos de capital se detuvieron y la balanza de pagos mostró un déficit, los gobiernos intentan contrarrestar esa tendencia emitiendo dinero, pero elle contradice la convertibilidad de respaldar con divisas la base monetaria. Pero en 1876 el agotamiento de las reservas no dejo otra salida que la suspensión de la convertibilidad. La administración de Avellaneda se caracterizo por políticas conservadoras, para enfrentar una situación presupuestaria en el peor momento (1876): Ingresos y egresos fueron ajustados para llegar al equilibrio. El gasto del estado se redujo un 40 %, y los impuestos aumentaron con la Ley de Aduanas de 1876, se intentaba llevar adelante una política deflacionista, se reclama al Banco de la Provincia Buenos Aires para impulsar una reducción de la base monetaria.

3) La depreciación se modero, a partir de la mejora en las cuentas externas. El oro volvió a entrar y hacia 1880 había alcanzado el nivel anterior a la inconversión. Con la solución del problema del capital en 1880 se había afirmado la autoridad nacional, y no había razón para mantener el predominio de Bs. Aires en cuestiones de moneda. La Ley 1130 de 1881 dio a luz la primera unidad de dinero nacional: “el peso oro”. Los bancos de emisión (el Nacional, el de la Pcia. Bs.As, el de Córdoba, el de Sta. Fe y Banco Otero) debían cambiar viejas emisiones de billetes por los nuevos pesos.

4) Lo que todavía era un futuro promisorio en tiempos de Avellaneda, época en que comenzaron los embarques de trigo y carne refrigerada, se materializan en un presente brillante con Roca. El desarrollo era veloz, se duplicaban en pocos años. Pero esa expansión tenía su costado débil. Dos crecientes desequilibrios: el déficit fiscal, el exceso de importaciones sobre exportaciones. Avellaneda había dejado una política fiscal optimista: se ensanchaba el puerto del Riachuelo, se multiplicaban las agencias del gobierno, se nacionalizaba la policía de la ciudad de Buenos Aires, se gastaba en diversas obras públicas, todo con la confianza de que la prosperidad futura brindaría los recursos necesarios para pagar las deudas contraídas. Las cuentas externas tampoco eran favorables: el progresivo aumento de exportaciones no pudo igualar el frenético aumento de las importaciones. Pero a pesar de esas dudas el financiamiento se conseguía. El éxito general de la economía en la primera época de Roca no evito un nuevo  fracaso de la convertibilidad. La paridad entre el peso papel moneda nacional y el peso oro iniciada en julio de 1883, solo se mantuvo por 17 meses. Las garantías de respaldo no fueron demasiado estrictas en la concesión de créditos al sector privado. Esos años finales de la década del 80 fueron empujados por un fortísimo auge de las inversiones externas.

5) Las estadísticas 1884-1890, Canadá y EEUU tomados en conjunto recibieron el 30% de las nuevas emisiones de bonos en el mercado de Londres. Argentina fue el destino del 11% de esos préstamos. El precipitado clima de euforia debió bastante a las políticas del gobierno.

11) CATARSIS, AUSTERIDAD, CRECIMIENTO: LA POLITICA ECONOMICA EN 1899-1899

1) La presidencia de Carlos Pellegrini (1890-1892) estuvo dominada por las cuestiones financieras y económicas donde la Argentina pasó de ser la “estrella del sur” a ser un país poco confiable por que sus capacidad de pago era cuestionada. La crisis provocó la caída de los bancos Provincia, Hipotecario y Nacional por retiros de depósitos. La falta de crédito complicó las actividades productivas, a la demanda y esto llevó a un aumento del desempleo. Los salarios cayeron fuertemente y por primera vez el saldo inmigratorio resultó negativo. La Argentina llevó a un acuerdo con el Banco de Inglaterra quien amenazaba con cobrar la deuda de la quebrada Baring Brothers por la fuerza que estipulaba un el cambio  de las políticas monetarias y fiscal argentina. El presupuesto de los ministerios, los sueldos de los empleados estatales, las jubilaciones y pensiones fueron recortadas. Se aplicaron impuestos y aumentos de aranceles que irritaron a la banca extranjera que seguía exigiendo el pago de la deuda cuyos servicios eran altísimos. En materia monetaria se crea la Caja de Conversión y el Banco de la Nación Argentina para fortalecer al sistema financiero.

2) Las medidas económicas tomadas hacia la ortodoxia, dieron buenos resultados: mejora la situación fiscal, monetaria y tanto el balance de pagos como la balanza comercial resultan favorables lo que permite la reanudación de los préstamos a la Argentina. El sector agropecuario sustenta este nuevo impulso económico que hacia 1890 comienza su edad de oro. Los préstamos del exterior se reanudan y el valor del oro (la prima) bajó a 227 en 1899. Los intentos se llevar la paridad igual 100 hizo reaccionar a los exportadores quienes obtenían ingresos en divisas por la venta de sus productos y como la producción agropecuaria cayó en el último lustro del siglo XIX, las autoridades presentaron en 1899 un proyecto de ley para pasar a un tipo de cambio fijo a una tasa de un peso oro a 2,27 pesos papel. Aprobada la ley, la Argentina ingresaba al sistema mundial del patrón oro, que sería más prolongada y exitosa que en su participación anterior.

12) CON EL ESPLENDOR DEL CENTENARIO

1) La Argentina estaba superando una situación de crisis caracterizada por una recesión interna originada en 1897, una cosecha pobre y la posibilidad de una guerra con Chile. Todo este cuadro había provocado una situación de desconfianza en el sistema bancario. El sistema monetario de 1899 a 1913 no fue un sistema de convertibilidad estricto ya que las reservas de la Caja de Conversión respaldaban sólo una parte de la base monetaria y como el Banco Nación dominaba el mercado financiero, intervenía para paliar las oscilaciones monetarias. Este esquema  pudo funcionar durante quince años debido a que el país tuvo una coyuntura muy favorable y no tanto a la solidez del sistema. La primera década del Siglo XX fue de bonanza económica: las cuentas estaban en orden, los superavit comerciales fueron más que los déficit, las exportaciones se triplicaron en diez años, el oro se acumulaba en la Caja de Conversión, la inmigración era más intensa y se duplicaba el ingreso nacional. La Argentina entraba en la década siguiente con plena confianza de sí misma.

2) La situación internacional estaba bajo control: los Pactos de Mayo con Chile en 1902 evitaron la guerra y llenos de optimismo el Centenario llegaba al país, como una Nación pujante, sin conflictos. Sin embargo, un sombrío panorama estaba a punto de estallar poniendo fin a la prosperidad entre 1900 y 1913.

13) ¿PROGRESO PARA TODOS?

1) Para los gobernantes de la época ni distribución del ingreso ni la situación de los pobres no era un tema de interés. Los salarios del período 1880-1914 no fueron tan bajos comparado con otros países sino no justifica la ola inmigratoria desde Europa. Los salarios elevados se originaban en la gran productividad del trabajo agrícola en un país de tierras abundantes. La Argentina como productor de materias primas tenía una relación de precios distinta a la de Europa: producía bienes baratos e importaba bienes industriales caros. Por la abundancia de alimentos el hambre no fue un problema grave para el país, lo que llamaba la atención a los viajeros europeos. La facilidad de acceder a los alimentos hizo que las zonas pobres de Europa fuera el principal componente inmigratorio del período y unido a que los salarios eran relativamente altos comparados a los europeos actuó como un aliciente para la llegada de familias hambrientas. Otro rasgo de los salarios fueron sus oscilaciones frente al tipo de cambio dada la naturaleza exportadora de alimentos de la Argentina. Cuando el peso se depreciaba o aumentaba el tipo de cambio, el salario real bajaba ya que aumentaban los precios medidos en pesos.

2) También se dio una movilidad social que permitió que muchos inmigrantes mejoraran su situación económica desempeñándose en el comercio y la industria donde un 70% de estos empresarios eran extranjeros. Esto se dio en las ciudades y un poco menos en el campo. Además, la ganadería siguió siendo una actividad exclusiva de terratenientes.

3) Este progreso y crecimiento no sólo fue mérito del gobierno sino también de la política educativa donde la tasa de analfabetismo bajó de un 80% en 1865 al 33% en 1914. La inestabilidad de la actividad agropecuaria donde se cambiaba de empleo dos veces al año tuvo su influencia se hizo sentir en el desempleo, pero especialmente en la subocupación

4) En cuanto a la vivienda fue un problema difícil de superar producto de la inmigración. Los recién llegados vivían en condiciones de hacinamiento y este fue el origen de los conventillos: casas antiguas cuyas habitaciones las familias las alquilaban. Ahí vivían, trabajaban, criaban a los hijos, cuidaban a los enfermos y esto trajo aparejado graves problemas de salud con la aparición de numerosas enfermedades contagiosas. La incomodad de las viviendas y los altos alquileres desató la huelga de los inquilinos en 1907 que evidencia por las graves problemas habitacionales de la ciudad de Buenos Aires. Todo esto significa que a pesar del progreso económico alcanzado, las desigualdades sociales fueron graves, especialmente entre Buenos Aires y las provincias del país, donde la riqueza de la nación no estaba ya en las minas del Potosí (que ya era territorio boliviano) sino en las fértiles llanuras vinculadas al puerto. El ferrocarril que traía los productos importados al interior provocó la desaparición de las  artesanías nativas. Por eso no fue visto (el FFCC) como símbolo de progreso, pero la cúpula dirigente no lo tuvo en cuenta.

5) Fue una época de ardiente agitación sindical por la participación de los anarquistas y socialistas que luchaban por mejorar las condiciones sociales de los trabajadores. El temor de los gobernantes a las acciones del naciente movimiento sindical los llevó a sancionar la Ley de Residencia de 1902 por cual podía echar del país a los extranjeros sospechosos de alterar el orden existente. Ante este panorama, se presenta la ley Nacional de Trabajo de 1904 que fue rechazada por los gremios porque no quería que el estado se metiera en los sindicatos y por las empresas por el posible aumento del costo laboral. En resumidas cuentas, la “cuestión social” aun latente en estos años con conflictos de variada intensidad, iba a convertirse en una de las principales fuentes de conflicto en al Argentina del Siglo XX.

CAPITULO II: ÚLTIMAS IMÁGENES DE UN MODELO (1914 – 1929)

1) EL LEGADO DE UNA GENERACIÓN


1) Antes de 1914 el equilibrio internacional estaba basado en el imperialismo, desigualdades que persistieron o se acentuaron, pero medio siglo anterior a la Primera Guerra Mundial el mundo se hizo más “moderno”.  En el siglo XIX hubo progreso económico de acuerdo a las estadísticas sobre el comercio mundial.
La Argentina contó con casi todo para el sistema mundial de producción y distribución de bienes cuyo centro era Inglaterra.  En 1880 la Argentina contaba con gran potencial para producir los bienes primarios que Gran Bretaña necesitaba e intercambiarlos por las manufacturas y capitales que Inglaterra era capaz de proveer.

2) Mecanismos empleados para conseguir la integración internacional de la Argentina:
Hubo que montar el capital social básico, redes de transportes que comunicaran las regiones productoras con el Océano Atlántico, servicios públicos que abastecieran a las ciudades, para ellos se tendieron miles de kilómetros de vías férreas.

El financiamiento europeo, Inglés, estuvo casi siempre disponible para garantizar esa capitalización, junto con ellos miles de inmigrantes.

3) Las cifras de aumento de la población eran por entonces una medida significativa de desarrollo económico de un país, ya que el mayor número de habitantes no se explicaba por el crecimiento vegetativo sino por el aporte migratorio, y este respondía a obtener un buen salario.

4) La organización económica previa a la Primera Guerra no estaba exenta de interrogantes y fragilidades como la cuestión social.  Pero el reclamo de la principal fuerza de oposición no era económico sino político.

5) LOS PRÓSPEROS AÑOS DE ALVEAR


1) Es importante destacar que la década del ’20 fue una época de alto crecimiento. Entre 1918 – 1929, durante estos años el crecimiento fue del 4% por año, ninguno de los países que más se parecían a la Argentina registró tasas tan altas, ya sea en forma global o per cápita. Su crecimiento en 1920 fue mayor al de EEUU, Canadá y Australia, en las vísperas de la guerra es sólo superada por EEUU, esto se debió a:
a) La performance argentina durante la guerra fue peor que la norteamericana, ya que su dinamismo dependía del capital europeo
b) El crecimiento de la población fue menor en EEUU que en la Argentina.

2) En 1929 la producción total del país había superado a la de Australia, e iba en camino de alcanzar a la de Canadá. Socialmente mejoró ya que las huelgas fueron menos.  La legislación concedió derecho a los trabajadores, reglamentando el trabajo de mujeres y niños, la jornada de ocho horas y la obligación de pagar los sueldos en dinero.

3) Los salarios reales aumentaron mucho más de lo que correspondía, en 1929 doblaban con holgura el nivel de 1918. De nuevo se puso en marcha una mayor producción, mayores salarios... más inmigración. Se produjo un ingreso mayor de italianos y españoles acompañados por polacos, rusos y yugoslavos, también alemanes.

5) Los motores de la expansión económica argentina en los años ’20 fueron para los autores los sigueitnes:
a) Al recuperar el terreno perdido durante la guerra, fue posible una vez normalizados los flujos de comercio y de capital.
b) La liberal política de gastos públicos haya jugado un papel importante como estimulante de la demanda interna.
c) La importancia de las actividades industriales estaba en ascenso. El impulso que la sustitución de importaciones había brindado durante la guerra acabó con ella, pero hubo nuevas inversiones en la década siguiente.

6) Más adelante se verá como el capital norteamericano dedicado a la producción de manufacturas sirvió para asentar el incipiente desarrollo industrial argentino sobre bases más firmes.
En los comienzos la riqueza argentina aún se generaba en el campo. Se escribió sobre el radicalismo que era inepto para tomar decisiones rápidas para cambios más sustanciales, esto deriva de que por ser una coalición de terratenientes y de grupos de clase media no vinculados a la industria, ellos mismo eran beneficiarios inmediatos de la economía primario-exportadora como productores y consumidores. En 1920 no hubo un replanteo global del sistema económico argentino.  Seguía la estrategia de depender del comercio exterior.

6) PRODUCIR, EXPORTAR, IMPORTAR.

1) Durante los años ’20 hubo un aumento en el volumen de comercio, este en vísperas de la Depresión casi doblaba al de diez años atrás.  El volumen importado creció 142%, y el exportado el 50%.  Esto no es extraño porque buena parte del aumento de las importaciones era simplemente la reanudación de los numerosos envíos que se habían suspendido durante la guerra.

2) Las comparaciones con el resto del mundo confirman que la Argentina era, para su tamaño, una economía que participaba activamente en el comercio internacional.  Argentina estaba lejos del estancamiento en materia de comercio exterior.

3) Pero en la década del ’20 siguió verificándose la vulnerabilidad argentina respecto a los vaivenes de la economía mundial. La influencia se dio sobre todo a través de los movimientos en los términos de intercambio. Los precios de exportación y de importación no siempre fueron de la mano. Terminada la guerra, los agricultores argentinos tuvieron que enfrentar la misma caída de precios que sus colegas norteamericanos. Estas dificultades se prolongaron hasta 1923.  A partir de entonces mejorará la balanza comercial.

4) La novedad de los años ’20 a nivel mundial fue el poderío creciente de EEUU.  Inglaterra siguió siendo el mercado más importante para los productos argentinos, EEUU se convirtió en el principal proveedor. El caso de 1929, el déficit con EEUU fue sobradamente compensado por el superávit con Inglaterra. Ese “esquema triangular”  no era todavía preocupante, ya que las libras conseguidas con unos servían para comprar dólares y pagar el déficit a los otros.  Esta libre convertibilidad entre divisas se quebraría con la Gran Depresión, y ya no sería tan buen consejo exportar un bien sin mirar a quién.  La política que se instalaba era de “comprar a quien nos compra”.

5) Las exportaciones argentinas retomó el camino. Los productos agrícolas siguieron reemplazando a los ganaderos, luego de haber perdido terreno frente a éstos durante la guerra.  Pero el grueso de los envíos al resto del mundo estaba concentrado en un puñado de productos vegetales (trigo, maíz y el lino).

6) La Argentina se convirtió, por unos pocos artículos, en un vendedor con cierto peso en los mercados internacionales. Las pampas seguían siendo la mejor marca nacional, el granero del mundo.

7) ¿OCASO EN LA PAMPA HUMEDA?

1) Algunas de las fuerzas que habían generado el desarrollo agropecuario anterior a 1914 se habían debilitado debido a las siguientes causas:

a) Una mayor extensión del ferrocarril no tenía demasiado sentido económico, siendo que las zonas más fértiles del país ya eran cruzadas por suficientes líneas férreas, que conectaban con el comercio mundial.
b) Ya no se podía seguir agregando nuevas tierras al área bajo cultivo y alcanzarlas con el tren.  El avance de la agricultura se realizó en parte a expensas de la ganadería porque el área sembrada total no podía seguir extendiéndose.
c) El sector rural pampeano aumentara su producto en todos los rubros principales.  La producción de carne y leche creció a pesar de que la proporción de la superficie dedicada a la ganadería declinó.  En el caso de la agricultura, la expansión fue en parte un resultado del aumento del área sembrada, donde también hubo un aumento de los rendimientos. La valorización del suelo pampeano hacía que para cada productor fuera más rentable intensificar la producción que extenderla especialmente.  Había que invertir en maquinarias para mejorar los rendimientos por hectárea.  El sector rural se capitalizó durante esos años: las importaciones de máquinas para la agricultura tuvieron un auge imponente en el segundo lustro de la década.
d) Se nota la preocupación por la situación del arrendatario rural.  Cuando las propuestas no se referían directamente a mecanismos que hicieran más fácil el acceso a la propiedad rural, al menos preveían algún tipo de modificación que mejorara la posición del arrendatario frente al dueño. Final de la guerra se aprobó en el Congreso una Ley del Hogar, que disponía la cesión de tierras fiscales a los agricultores. Yrigoyen se negó a poner en práctica la ley.  Pero no veía con buenos ojos que los inmigrantes fueran beneficiarios potenciales de la norma. Las tierras que se tenía pensado entregar eran poco fértiles, exceptuando La Pampa.
     
2) En 1919 hubo una reforma originada en el Poder Ejecutivo cuya consigna era “la tierra para quien la trabaja”, el gobierno de Yrigoyen propuso al Congreso otras medidas también dirigidas a mejorar la situación de los que cultivaban la propiedad ajena.  Se preveía la compensación obligatoria por las mejoras realizadas en el período de alquiler, la creación de un Banco Agrario a partir del Banco Hipotecario, para dar impulso al crédito al agro, y la institución de Juntas Rurales, que mediarían en las disputas entre dueños y arrendatarios.  El Congreso sólo votó las nuevas funciones para el Banco Hipotecario.  En 1920 hubo una caída de los precios de exportación y en 1921, después de una fuerte presión de la Federación Agraria Argentina, el Parlamento dio su aprobación a una ley dirigida a quienes arrendaran tierras de menos de 300 hectáreas.
3) Contemplando la indemnización por mejoras, se podría prolongar por un año más el alquiler, tendría la facultad de negociar la venta y las subcontrataciones con quien quisiera, y se le garantizaba una vivienda confiable. No era fácil controlar la aplicación de esas disposiciones

4) El comercio de carnes y las múltiples y sospechosas actividades de los frigoríficos extranjeros.  A principios de siglo, empresas norteamericanas habían entrado en Argentina para aplicar su experiencia en el negocio. En pocos años dominaban con comodidad la industria del frío.  En 1915 una Segunda Conferencia de Fletes, organizada por los trusts extranjeros, asignaron a las empresas norteamericanas casi un 60% de la actividad, dejando un 30% para los ingleses y un 10% para las argentinas. La sensibilidad de los ganaderos respecto a esos acuerdos derivaban del control absoluto que los frigoríficos ejercían sobre toda la cadena de comercialización, su condición oligopólica daba a las empresas la libertad necesaria para administrar los precios y emplear artificios en el pesaje del ganado.

5) Los criadores estaban mas organizados y se beneficiaban pagando precios bajos y actuaban en combinación.  Cualquier solución requería la intervención del estado.  El parlamento decidió votar leyes que exigían mayor transparencia y publicidad a las empresas, e imponían un precio mínimo para la venta de ganado.  Esta última cláusula fue la más resistida por el pool de la carne.  Las empresas organizaron un boicot, la ley atentaba contra la libertad comercial, esto obligó a Alvear a suspender su aplicación.

6) Considerando los costos de transporte, exportar no era un gran negocio, pero abastecer las necesidades internas sí lo era. Lo más importante es que el ensanchamiento del mercado nacional no era la expansión de la agricultura intensiva sino también el aumento de las necesidades internas, esto ayudaba a dar un gran impulso a la industria manufacturera.

8) LA INDUSTRIA EN LOS 20: INVERSIÓN EXTERNA Y POLITICAS PÚBLICAS.

1) Durante los años 20 la vida económica nacional giraba alrededor de la producción primaria.  La importancia del campo era cada vez menor respecto a la de la industria.  La tasa de crecimiento de las actividades manufactureras fue mayor que la del agro con lo que su participación en el producto global argentino aumentó. Todas las ramas de la industria se desarrollaron con bastante rapidez, tanto que se ha fechado en esta década “el origen de la industrialización argentina”, los indicios fueron: consumo industrial de electricidad en Buenos Aires, un altísimo nivel de importaciones de maquinarias y equipos industriales.

2) La agricultura pampeana donde se producía bastante para el consumo extranjero, la fabricación industrial se dirigía al mercado local, buena parte de las inversiones era de origen foráneo. Entre 1923 y 1929 fue común la instalación de filiales de empresas extranjeras.  El nexo con el exterior no era tan directo, los lazos tecnológicos o financieros que también indicaban la creciente desnacionalización de la industria.  La irrupción mayor fue la del capital norteamericano y una destacada presencia de empresas alemanas.

3) Las inversiones externas también se dirigieron aun área: el petróleo. Durante los años 20 las inversiones extranjeras ayudaron a que esa proporción aumentara. En esa primera época pueden rastrearse los orígenes del conflicto entre la producción nacional obtenida por YPF y el capital petrolero norteamericano. Yrigoyen en 1928 largó propuestas dirigidas a una progresiva nacionalización de esa industria. Con la aparición del petróleo y una cantidad de actividades como el mercado del automotor y la construcción de camiones, sobresalía una misma tendencia de fondo: la creciente importancia de EEUU en la economía argentina y la correlativa pérdida de influencia de Gran Bretaña.
4) El grado de protección a la industria local se debió mucho a las complejidades del sistema arancelario. El impuesto que tenían que pagar los productos que entraban al país estaba calculado sobre un valor oficial estimado, llamado “valor de aforo” o “tarifa de avalúos”.

5) La práctica de alterar los valores de aforo era necesaria para neutralizar los efectos de los cambios en los precios internacionales. La corrección hacia arriba de loa aforos en 1920 fue anacrónica e insuficiente, porque se limitó aun 20% para todos los rubros. La combinación de aforos levemente más altos y precios internacionales bastante más bajos representaba un mayor amparo aduanero para la industria, aunque no llegase a compensar el efecto de la normalización de las importaciones desde Europa.

6) Los pedidos de reforma arancelaria provenían de la Unión Industrial Argentina y de la Confederación Argentina de Comercio, Industria y Producción.  Finalmente en 1923 Alvear decidió aumentar los valores de aforo de manera de ponerlos en línea con los precios internacionales, éstos aún eran altos.  Se dispuso un aumento general de 60% en la tarifa de avalúos.  Ese decisivo incremento llegó a colocar en un mismo nivel a los precios reales y los de aforo, hacia 1927 se alcanzaron la paridad.

7) Lord D’Abernon en 1929 encabezaba una misión comercial a la Argentina informando que la tarifa argentina era suficientemente protectora y en algunos casos prohibitiva como para haber permitido el crecimiento de industrias que han cerrado toda vía de importación de ciertos bienes o de haber cambiado la importación de ciertos bienes por la absorción de materias primas y equipos.

8) La inversión industrial estadounidense y alemana estaba perjudicando a Inglaterra en más de un sentido, causas:
a) Nuevas empresas estaban reemplazando a las exportaciones desde Gran Bretaña como proveedoras del mercado argentino.
b) La instalación de firmas extranjeras requería importaciones de equipos y maquinarias que tenían el mismo origen que las propias subsidiarias, de esta manera se desviaban hacia allí divisas.

8) El resto del mundo era bastante más proteccionista en los años 20 que antes del ’14, es inevitable concluir que, en términos relativos, la Argentina se hizo más liberal.
El diario La Nación tituló: “La excepción argentina”, debido a que mientras todos los países estaban industrializándose, y limitando sus compras y de depender de sí mismas, la Argentina era la excepción.

10) LA DESPREOCUPADA ADMINISTRACIÓN DE LA PROSPERIDAD

1) La propensión argentina a consumir mucho y ahorrar poco y la tendencia del gobierno argentino al desahorro, se notó en el estado. Un rasgo típico de las finanzas argentinas es la alternancia entre ciclos deficitarios con deudas crecientes y ciclos de moderación en los que se cancelaban obligaciones. Durante el crítico período del a guerra, se había reflejado en un considerable aumento del endeudamiento público. Era muy alta la “deuda flotante”, originada en desequilibrios imprevistos y formada en su mayoría por colocaciones de corto plazo en el Banco Nación.

2) Durante la administración de Alvear la deuda flotante fue convertida en obligaciones de más largo plazo.  Considerada, ésta, la deuda pública medida en pesos aumentó algo así como un 50%.  En 1927, el desequilibrio fiscal fue el más alto de los registrados hasta entonces.  A las obras públicas se destinó una alta proporción del gasto del estado.  Exceptuando los empréstitos emitidos para consolidar la deuda flotante, tres cuartas partes de los préstamos al estado nacional en 1922 – 28 se destinaron a ese fin.

3) Entre 1927 y 1928 el estado argentino pudo financiarse cómodamente en el exterior, tomando préstamos norteamericanos.  En la vuelta de Yrigoyen, no se dio ninguna de esas condiciones.  Las desfavorables circunstancias externas que imperaron desde 1929 y el desorden administrativo de un gobierno muy débil comprometieron seriamente las cuentas del estado argentino.  En dos años, la deuda pública creció.  La tendencia al desequilibrio de las finanzas públicas, y el progresivo deterioro de la situación presupuestaria se potenciaría intensamente con la Gran Depresión.  Para solucionarla no bastaría con emparchar el sistema fiscal heredado de tiempos pasados, que tanto dependía de los impuestos al comercio exterior.  Una reforma fiscal más profunda sería inevitable.

CAPITULO III: LA POLÍTICA ECONÓMICA EN TIEMPOS DE CRISIS (1929-1940)

2) UN DILUVIO UNIVERSAL: LA GRAN DEPRESIÓN (1929-1940)

1) El comercio internacional a pesar de sus prácticas proteccionistas, recuperó su brillo de la Belle Epoque, y  Europa Occidental pudo restablecerse en alguna medida del desastre de la guerra, Inglaterra fue una de las excepciones.  Creció poco, sufrió altas tasas de desempleo y perdió definitivamente el liderazgo económico mundial a manos de los EEUU.

2) El sueño americano de una democracia integral se materializaba en las crecientes posibilidades de consumo de los trabajadores.  El crecimiento del ingreso nacional per cápita, esto sirvió para superar al de Inglaterra y para que millones de norteamericanos accedieran al automóvil y a la radio,  a los cines y a los ahorros en los bancos o la bolsa.  El crecimiento de la demanda de autos hizo que cayera la demanda del transporte por tren, no así el aéreo.

3) Pero la bolsa fue el destino de los ahorros de ricos y no tan ricos, aquí fue donde se reflejó el optimismo. En este período sobrevino el derrumbe de los valores de la Bolsa en octubre de 1929 y con ella la caída de los precios de las acciones, de 80% entre 1929 y 1933, esto quebró la economía.
y el producto nacional norteamericano cayó cerca de un 30%, el desempleo pasó de 5 a 23%; la inversión se desplomó en 1932 y 1933 no alcanzó a ser un 4% de una producción que a su vez declinaba; la caída en la demanda y la producción fue acompañada por una deflación generalizada.

4) El debate entre keynesianos y monetaristas se da de la siguiente forma. Los Keynesianos enfatizaban que el volátil ánimo inversor de los empresarios tuvo una recaída en tiempos de crisis, y el descenso en la inversión se transmitió a la producción y el empleo, otro esbozo fue sobre el papel de la demanda agregada, esta apunta en cambio a una disminución del consumo como causante de la crisis productiva.  De acuerdo con lo antes expuesto, el gobierno debió haber aumentado los gastos públicos para fortalecer la demanda y el empleo. Los monetaristas acusan a la Reserva Federal, encargada de la política monetaria en los EEUU, por no haber prevenido y corregido rápidamente las múltiples quiebras bancarias que generaron una contradicción del crédito, impidiendo el financiamiento normal a consumidores e inversores.

5) Pronto se pusieron en marcha mecanismos que transmitieron la Depresión al resto del mundo. Tal es así que la caída de la demanda se propagó por todo el comercio mundial.  Debido a ello cada país trató de evitar la competencia de importaciones extranjeras. El contagio depresivo fue favorecido también por el régimen de patrón oro, mantenido por vanos países en los años 30.

3) REPERCUSIONES DE LA CRISIS EN UN PAIS EXPUESTO

1) La conexión económica de la Argentina con el resto del mundo era muy estrecha.  El país había
asumido el papel de exportador de alimento e importador de manufacturas, de Gran Bretaña.  Las exportaciones eran fundamentales para mantener altos niveles de empleo y para poder importar aquellos bienes que la Argentina no producía.  Entre ellos había productos industriales de consumo, maquinarias y equipos necesarios para inversiones urbanas y rurales y los insumos utilizados por una industria cada vez mayor.
2) La mejora en los métodos de producción agrícola y ganadera, a través de nuevos conocimientos genéticos, de la utilización más generalizada de abonos y de una mecanización más eficiente de la producción, parecía estar generando un aumento de la oferta mayor al de la demanda, y una tendencia a la baja de los precios de las materias primas.  El índice de precios de las exportaciones argentinas decayó, debido a que Europa ya no sufría la escasez de alimentos producido por la posguerra.
3) Era difícil prever una caída de precios como la que sobrevino por la Depresión.  La capacidad para importar se redujo fuertemente.  Aun cuando los precios de las importaciones también fueron afectados por la deflación generalizada, se calcula que en 1933 la Argentina podía comprar en el exterior, con lo producido por sus exportaciones, sólo dos tercios de lo que compraba en 1929.
4) Después de varios años de inestabilidad cambiaria, en 1927 el presidente Alvear había cedido a la presión de los exportadores, perjudicados por la valorización del peso argentino, y declarado nuevamente la convertibilidad.  Hacia 1927 los capitales norteamericanos prefirieron aprovechar un aumento de la tasa de interés norteamericana.  Esta salida de capitales contribuyó a que, entre junio de 1928 y septiembre de 1929, la Argentina perdiera varios millones de dólares de reservas con lo que el gobierno de Yrigoyen se vio obligado a un nuevo período de inconvertibilidad.  Desatada la crisis hacía improbable la obtención de nuevos préstamos.
5) En períodos de inflación, los acreedores se benefician a costa de los deudores, ya que un monto nominal fijo tiene mayor poder de compra cuando los precios bajan.

4) PRIMERAS RACCIONES: EL CONTROL DE CAMBIOS Y LA DISCIPLINA PRESUPUESTARIA

1) Las necesidades de divisas y oro para pagos exteriores eran, a principios de los años 30, mayores a las disponibilidades obtenidas de las exportaciones y las inversiones extranjeras en el país.  La Argentina era todavía en 1929 uno de los países con más reservas de oro en el mundo.  En 1929 el gobierno podía aún recurrir a esas reservas para evitar la depreciación de la moneda nacional.  Esa fue la política seguida hasta 1931: el gobierno entregaba el oro que demandaban los importadores para sus pagos exteriores a cambio de pesos, de manera que no se desplomara la moneda argentina.  La defensa del peso era porque el gobierno recibía sus ingresos en pesos y pagaba su deuda externa en una moneda fuerte, un aumento del valor de las libras y los dólares complicaría el pago de sus compromisos externos.

2) El hecho de retirar pesos del banco generaba iliquidez, lo que restringía el crédito y el normal f9 uncionamiento de la economía.  Debido a la situación de algunos bancos el gobierno se vio obligado a hacer uso de una ley que le permitía emitir dinero sin respaldo a través de la Caja de Conversión.  Debido a ello comenzó la depreciación del peso.  En septiembre de 1931 se abandonó el patrón oro por parte de Inglaterra, lo que resultó para Argentina una inestabilidad en su mercado cambiario.

3) En noviembre de 1931, la Comisión de Control de Cambios pasó a centralizar todas las operaciones de divisas.  Fijó una tasa de cambio de tantos $ por libra que regiría para todas las operaciones con el exterior.  Los exportadores debían depositar sus acreencias en moneda extranjera en bancos especialmente autorizados, y la Comisión distribuía esas divisas siguiendo una lista de prioridades:
a) Se aseguraba a los gobiernos municipales, provinciales y nacionales la moneda extranjera necesaria para sus pagos de deuda externa. 
b) Las importaciones de materias primas y bienes de consumo indispensables, las remesas de inmigrantes, las mercaderías no esenciales y
c) Las divisas para deudas comerciales atrasadas.
d) La restricción a las importaciones fue reforzada además por un aumento general de 10% en aranceles.

4) Logró que se estabilizara el valor del $  y que cesara la pérdida de oro, los fundamentos del sistema no eran sólidos.  El precio fijado por las autoridades era menor al que se necesitaba para equilibrar el mercado, y no tardó en desarrollarse una “bolsa negra”, un mercado paralelo al oficial en que la escasez de divisas se reflejaba en un tipo de cambio más alto.  Eso no era sólo la consecuencia de los magros precios de los productos argentinos en el exterior, sino también del hecho de que muchos exportadores retrasaban la venta de moneda extranjera esperando que su cotización mejorara.  Surgió el problema de los “fondos blanqueados”: los proveedores del exterior debían esperar a que la Comisión de Control de Cambios recibiera pagos en divisas para percibir el producto de sus ventas.

5) En 1929 apenas tres cuartos de los gastos del gobierno central se habían cubierto con impuestos, aumentando fuertemente la duda.  Una de las críticas al gobierno de Yrigoyen era lo que se consideraba un irresponsable manejo de la hacienda pública.

6) La Gran Depresión repercutía en el presupuesto no sólo por el lado de los gastos (aumentando el valor real de la deuda extranjera y encareciendo la moneda extranjera) sino también por la contracción de los ingresos.  La obligada reducción de las importaciones derrumbó la recaudación obtenida en las aduanas.  Esa caída era particularmente grave, siendo el comercio exterior la fuente principal en los ingresos del gobierno: en 1930 el 60% de la recaudación fiscal provenía de impuestos a las importaciones.  La disminución en la recolección de aranceles aduaneros fue determinante para que en 1930 el gobierno se viera obligado a financiar con deuda un 40% de sus gastos.

7) El Gral. Uriburu quería llegar a un equilibrio en las cuentas fiscales como su principal objetivo del régimen golpista.  Se dirigieron tanto a los ingresos como a los gastos del gobierno.  En 1931 se gravaron algunos arts. Extranjeros que ingresaban sin pagar impuestos.  Las tasas de correos y telégrafos se duplicaron, se creó un nuevo impuesto a las transacciones de empresas y se estableció un gravamen al combustible.  Más importante fue el anuncio de un impuesto al ingreso en 1932.  Pero dificultades administrativas obligaron en un principio a que la recaudación se concentrara sobre los empleados de comercio y oficinistas.

8) Se economizó en costos de la administración.  Los salarios públicos fueron reducidos. El ahorro del gobierno no fue uniforme en las distintas áreas.  Los recortes fueron recesivos, en una menor inversión pública.  Otras partidas, como las destinadas al pago de la duda pública, mantuvieron su prioridad.
El gobierno de Uriburu mantuvo la política fiscal conservadora de su antecesor, aún así el déficit no cedió, la actividad económica estaba todavía muy deprimida.  Con la posibilidad de financiamiento externo cerrada, u la negativa del Banco de la Nación a adelantar créditos al gobierno, se decidió la emisión de un “empréstito patriótico”, cuya suscripción pública recaudó varios millones de pesos al ser insuficiente se obtuvieron de la Caja de Conversión otros pesos más, de esta manera se llevó a cabo la emisión monetaria para cubrir necesidades fiscales.

9) La primera reacción de la política económica ante la crisis fue un firme apego a la disciplina fiscal.  Ante la recesión, las finanzas sólidas aseguraban un tránsito más rápido hacia la recuperación de la actividad y el empleo.

5) EL IMPACTO SOCIAL

1) El desmoronamiento del comercio provocó un derrumbe de la producción, la caída del ingreso no fue tan profunda en comparación con la de otros países, como Chile y EEUU donde el impacto inmediato fue mayor.

2) La consecuencia de la Depresión fue la aparición de un desempleo que no tenía precedentes en la historia.  Muchos arrendatarios y pequeños propietarios fundidos por la baja de precios agrícolas se trasladaban a las ciudades en busca de oportunidades.  Las compañías ferroviarias inglesas arreglaron con los sindicatos sistemas “solidarios” que combinaban la reducción de horas trabajadas con recortes en los salarios, para evitar despidos masivos.  Las empresas industriales también sintieron el rigor de la crisis, sobre todo aquellas relacionadas con el comercio de exportación y el desempleo urbano se propagó tanto como el rural. Los salarios en $ bajaron, en algunos casos más que el costo de vida.  Los insumos considerados prescindibles se redujeron abruptamente. Este triste cuadro se multiplicaba en todas las grandes ciudades de Occidente.

10) NUEVAS TURBULENCIAS: LOS CICLOS EN 1934 – 1939

1) A partir de 1934, el intercambio argentino comenzó su recuperación, los capitales extranjeros volvieron a entrar al país.  La producción había vuelto a crecer.  El déficit de la balanza de pagos y la caída de las reservas internacionales argentinas, se revirtió hacia 1935.  La entrada al país de oro y divisas pronto se manifestó en un aumento del volumen de dinero y de crédito.

2) El Banco Central debía actuar para evitar un excesivo crecimiento de los medios de pago.  Se puso en marcha una política de “esterilización”, por la cual el impacto monetario del superávit en los pagos con el extranjero se moderaba.  El Banco Central vendía bonos del gobierno a los bancos quitándoles así parte del efectivo que había resultado de la entrada de divisas, con lo que los bancos perdían un po9co de capacidad para prestar.  El BBCC recomendó a los bancos una política de préstamos conservadora y el fortalecimiento de sus reservas.

3) La recuperación de 1934 – 1937 se detuvo con el advenimiento de una nueva recesión mundial.  A la crisis en EEUU se sumaron cosechas pobres, y una nueva baja en los precios.  Las exportaciones argentinas cayeron una vez más y el peso comenzó a depreciarse en el mercado libre.

4) La actividad económica interna se resintió y revivieron los dolorosos comienzos de la Depresión.  Se ensayaron medidas compensatorias.  El Banco de la Nación Argentina, que tenía reservas cuantiosas, inició  la política liberal de préstamos, incentivado por una ley de crédito agrario dictada por el Congreso.  La expansión crediticia alimentaba la demanda y demoraba la necesaria reducción de las importaciones.  Había que buscar alguna forma el equilibrio de la balanza de pagos y el nivel de actividad interno.  Se reforzó en 1938 el control de cambios, el tipo oficial fue devaluado y el requisito de permiso previo para las importaciones se extendió al mercado libre.  La idea era que el poder de compra se desviara hacia la demanda de bienes nacionales.

11) LA ARGENTINA INDUSTRIAL

1) En febrero de 1936, la Argentina se hubiese convertido en el segundo país más industrializado de Sudamérica, después de Brasil.
Había florecido en la Argentina industrias manufactureras para satisfacer el consumo interno, entre ellas las textiles, metalúrgicas, las manufacturas de vidrio, papel, caucho y aparatos eléctricos.  Su dependencia de lo importado ha decrecido considerablemente.  La industria argentina hizo progresos considerables durante la Gran Guerra, pero cuando cesaron las hostilidades se produjo un severo retroceso al entrar al país nuevamente la producción extranjera.  La crisis de los años 30 creó nuevas condiciones: 
1.      La depreciación del $alario
2.      Las nuevas tarifas
           
2) Ambos trajeron un renacimiento industrial que encontró luego protección en el control de cambios. El derrumbe del comercio exterior fue el principal responsable del desarrollo industrial en los años 30.  Las políticas del gobierno, especialmente el control de cambios garantizaron que la crisis de las exportaciones se tradujera en una caída no menor de las importaciones.  Dicha restricción de la competencia externa en los productos manufacturados generó lo que se llamaría una “industrialización por sustitución de importaciones” que ya no entraban al país.

3) El sistema discriminatorio de cambio y los privilegios arancelarios para productos británicas favorecieron especialmente a la producción de artículos que competían con los norteamericanos, ya que las importaciones de ese origen resultaron particularmente castigadas.  El avance de la producción de heladeras es un ejemplo.  Fueron muchas las empresas de origen estadounidense que se decidieron a saltar las barreras aduaneras y cambiarias instalándose directamente en Argentina (Ducilo, Philco, Goodyear, Firestone, Johnson & Johnson  y Ponds).

4) Las actividades más ligadas a la exportación disminuyeron o aumentaron con lentitud, las ramas que competían con las importaciones y fueron sustituyéndolas resultaron ser las más dinámicas.  Los tejidos de algodón, los neumáticos y la extracción y refinamiento de petróleo lideraron la expansión.  Creció en importancia la elaboración de algunos alimentos que antes se realizaba en el exterior (conservas de frutas, los tomates y los aceites comestibles).

5) No fueron productos manufacturados para venderse en el exterior.  Se observó a partir de la 2da. Guerra Mundial ya que varios países de América latina recurrieron a la Argentina par reemplazar a sus proveedores habituales. Las exportaciones no tradicionales fueron alentadas por el sistema cambiario, a través de un tipo de cambio mayor al que recibían los exportadores de productos primarios.  En 1941 se creó la Corporación para la Promoción del Intercambio.

7) El crecimiento industrial fue causa y consecuencia de un acentuado proceso de urbanización.  La crisis del sector agropecuario expulsó a trabajadores rurales a las ciudades, el componente extranjero de la fuerza laboral fue decreciendo paulatinamente. El aumento del empleo urbano, sumado al fértil campo para la protesta que había generado la crisis, dio mayor impulso a la actividad gremial.

8) Si el aumento de los operarios contribuyó decisivamente al crecimiento del producto industrial no puede decirse lo mismo del capital. Las inversiones norteamericanas se expandieron, lo mismo que algunas de origen europeo. No hubo mucha renovación de maquinarias y equipo, y se aprovechó al máximo la capacidad productiva.  El estancamiento de la inversión fue provocado en buena medida por las dificultades para importar bienes de capital. Hubo, en los años 30, un ambiente evidentemente favorable para el emprendimiento de actividades industriales.

12) ¿UNA DECADA DE INNOVADORES?

1) Cuanto mas altas las tarifas al comercio, cuanto más depreciado el peso, y cuanto más estricto el control de cambios, menso atractiva se hacía la importación de mercaderías y más rentable su sustitución por producción nacional.

2) En relación a los aranceles, aumentó a lo largo de la década.  En cuanto al control de cambios el sistema que rigió, instaurado por Pinedo en 1933, se trató de un mercado de cambios desdoblado en un tipo libre y un oficial.  Por las operaciones en éste, la Comisión de Cambios obtenía un “margen” que se usaba para comprar cosechas a través de la Junta Nacional de Granos, de manera de ayudar a una maltrecha agricultura.  Favoreció a las actividades que competían con las importaciones. El objetivo, fue el racionamiento de las importaciones, para detener el déficit de la balanza de pagos.

3) Las divisas obtenidas por las exportaciones no tradicionales tenían acceso al mercado libre de cambios, al contrario de lo que ocurría con las exportaciones de cereales y carne. De esta manera recibían un estímulo adicional. El radicalismo pregonaba que mientras el campo produzca y exporte, el país seguirá comprando lo que necesite, al precio inferior que el determinado por la Aduana para favorecer intereses creados. El socialismo estaba a favor del libre comercio, al considerar que permitía a la clase trabajadora acceder a bienes más baratos.     El presidente Justo, enfatizó que la agricultura era indudablemente la principal fuente de riqueza del país, y que el gobierno había renunciado a  la idea de que podía ser autosuficiente.

Anexo Documental (Ampliatorio del capítulo III)

El Tratado Roca - Runciman:

En el mundo el bilateralismo había reemplazado a la apertura multilateral como forma de sostener el comercio exterior.  La Argentina hizo todo lo que pudo para parecerse al país agroexportador de otras épocas.  Intentó reavivar las posibilidades de vender sus productos en el extranjero.  Los privilegios concedidos a Inglaterra en las cláusulas del tratado Roca – Runciman es la mejor prueba que muestra la época en que el gobierno necesitaba la restauración del comercio exterior.
El aumento de las tarifas fue una medida fiscal para compensar la caída de la recaudación de la aduana provocada por la disminución de las importaciones.  El recargo arancelario descendió en 1931 porque tuvo fines presupuestarios, más que de protección, de esta manera cuanto mayor era el problema fiscal mayor eran los aranceles. Se quiso favorecer al sector agropecuario con medidas cambiarias.

Como sello innovador de los gobiernos de los años 30 es el manejo del ciclo económico.  La reactivación de la política fiscal se hizo a través de la estimulación de la actividad interna a través del gasto público (Keynes).  Durante los peores años de la Depresión, el gobierno gastó más de los que recaudó.  Pero las reiteradas manifestaciones de la época en relación al manejo presupuestario muestran cualquier cosa menos una voluntad anticíclica.  El déficit fiscal de los años 30 era considerado parcial culpable del caos económico y de la falta de confianza.  El Congreso se mostró contrario al desequilibrio fiscal, y hubo más de una oportunidad en que obligó al Poder Ejecutivo a corregir hacia abajo los gastos presupuestarios.

Si el déficit presupuestario de 1930 – 1934 evitó una mayor contracción de la economía, no fue de ninguna manera el resultado de una voluntad por amortiguar la crisis.  En todo caso, puede hablarse de un Keynesianismo pasivo, o de una política “anticíclica inconsciente”.  Recién a partir de mediados de la década la política fiscal fue un tanto más laxa.  Los números fiscales, más robustos a partir de 1935 debido a un programa de rutas y caminos, lo mismo que el aumento del empleo estatal, son dos evidencias de que el gasto público aumentó en importancia como estimulante de la economía.

El abandono de la convertibilidad y la posterior creación del Banco Central dotaron al país de instrumentos que le permitían seguir políticas más autárquicas y antideflacionarias.  Los directores de la autoridad monetaria estaban dispuestos a considerar la contracción del nivel de actividad interno como algo lógico y natural, y al  mismo tiempo indispensable para reducir las importaciones y restablecer el equilibrio de la balanza de pagos.  El valor de la moneda siguió siendo un objetivo primordial y durante la crisis de la balanza de pagos de 1937 – 1938 esa defensa llevó a una importante pérdida de reservas.

8) UN SIGLO DE CRECIMIENTO ECONÓMICO ARGENTINA


1) La Argentina de 1910 tenía éxito, en el ámbito del progreso económico, la educación, la cultura, y en la vida política con una apertura electoral de importancia. El atraso y la violencia quedaron en el pasado.
           
2) Con la Primera Guerra Mundial se afecto no solo a los países en conflicto sino también a los neutrales, como también a la Argentina. on la crisis de los 30 se generalizaban el desaliento y una visión pesimista sobre las posibilidades de crecimiento dentro de un sistema de intercambio mundial.
Respondiendo a las dificultades externas en Argentina se crearon marcos institucionales que reorientaron la producción hacia el mercado interno,  que quedo reservado a los productores locales bajo creciente producción.

3) Al concluir la Segunda Guerra Mundial, la Argentina había recorrido más de una década que culmino en el fuerte crecimiento de los años 40. Entre 1947 y 1948 la fuerte irrupción de crecimiento se detuvo y se produjo una caída. Se debe a la incapacidad de mantener tasas razonables durante largos periodos. Lo notable de la Argentina es que las recuperaciones no se convirtieron en tendencia de crecimiento sostenido.

Las Tendencias.

Se distinguen 5 episodios de crecimiento:

1)      Transcurre 1875 – 1912. La tasa del crecimiento del PBI Per capita fue del 3,9% por año. Hubo un alto ritmo de aumento de la población. Hubo una brusca caída en 1912 hasta 1917 en que se inicio otra tendencia a la suba hasta 1927.
2)      Entre 1912 y 1927: La tasa de crecimiento del PBI per capita fue casi nula, un –0.3% por año. Esto resulto de la fuerte caída de la época de guerra (1912-1917).
3)      De 1927 –1932: La tasa de crecimiento del PBI per capita fue del 3% por año.
4)      En 1947 se produjo una nueva interrupción y una caída del PBI. Tras años de marcadas fluctuaciones desde 1963 – 1974 se dio otra irrupción, dando un crecimiento de 1.6% por año.
5)      Con una caída prolongada desde 1975 comenzó una 5º etapa, la más dramática de este siglo que duro hasta 1990. Fue seguida de una recuperación con tasas muy altas hasta 1994.

Lo característico de Argentina es la discontinuidad en las tendencias de crecimiento y su desaceleración. Existió en cada una de las etapas una irrupción de crecimiento (generalmente a tasas altas) que se mantuvo por plazos variados. Luego se produjo una ruptura, el crecimiento se interrumpió y cambio la tendencia.
Lo que interrumpe e inicia las caídas son en general restricciones (shoks) de ofertas. Ellas fueron causadas por circunstancias externas que afectaron la provisión de insumos, la inversión y el gasto o por otras internas, como las políticas que promovieron políticas poco competitivas que no lograron trascender los mercados domésticos al tiempo que castigaban las exportaciones.
Cuando desaparecía la restricción de oferta, retornaba la irrupción de crecimiento a un ritmo elevado.
La tasa de crecimiento de la Argentina fue mas alta que la de los demás países entre 1875 –1913, estuvo cerca del promedio durante la desaceleración de 1913 – 1950 y siguió la misma dirección en el siguiente periodo de expansión 1950-1973.
La Argentina creció a tasas más altas que la de los países avanzados cuando estuvo vinculada a la economía mundial y a tasas mas bajas en los periodos de mayor autarquía.
    

Las irrupciones de crecimiento


Entrar 1875/1912 el crecimiento tuvo su causa en la explotación de recursos naturales, y en las mejoras realizadas en ellos. Hubo incorporación de tierras, cambios tecnológicos en el sector agropecuario, producción de cereales en tierras, e implantación de pasturas permanentes y producción de carne para exportación. El área cultivada creció un 9% por año, y el producto agrícola un 10.5% por año. Lo que aumento mucho mas fue la productividad del trabajo por producto y por unidad de explotación. Las inversiones en ferrocarriles, disminuyeron los costos de transporte y al hacerlo posibilitaron el de los cereales y las carnes a los mercados domésticos urbanos y a los externos. Los mercados se ampliaron y se diversifico la producción. Con el fin de las guerras civiles se lograron estabilidad política y seguridad jurídica, lo que permitió que se hicieran efectivos los derechos de propiedad y disminuyeran los elevados costos de transacción de la Argentina anterior a la organización nacional.

Entre 1913/17 la deceleración se produjo por la caída de la producción industrial., la baja de las obras publicas, los transportes, la construcción y el comercio. Luego fueron los factores externos que afectaron a la economía mundéala la depresión de la guerra siguió una fuerte recuperación en los años 20.

La recuperación termino debido a otra causa externa que afecto la economía mundial, la crisis de 1930. Los años 1950/74 fueron la época de oro de la economía mundial.
Entre los años cercanos a la primera guerra, la tierra comenzó a escasear y la población fue más abundante. Se mantuvieron elevados los salarios nominales pero se compenso su costo con medidas de protección y de cambio lo que importo un gravamen al sector agropecuario.

Entre 1932/47 fue una etapa de crecimiento donde se aprovecharon los recursos naturales y hubo una alta inversión en actividades dedicadas a abastecer una demanda interna, insatisfecha por la caída de las importaciones y esto fue posible porque pudieron compensar sus mayores costos con precios mas elevados gracias a un tipo de cambio alto para los productos terminados que se importaban. La existencia de un stock de Da insatisfecha permitió elevados beneficios que alentaron la inversión doméstica. Con la vuelta a la normalidad en la post guerra aparecieron distintos problemas producidos por la sustitución de importaciones, porque al reemplazar con producción local, la de bienes importados, se habían ahorrado divisas y el ahorro se revirtió cuando esas industrias tuvieron que importar insumos que no se obtenían en el país.

Los años 1948/61 fueron de bruscas fluctuaciones, periodos breves de crecimiento seguidos de caídos. Fueron los años de las crisis externas. Entre1959/61 hubo una mayor apertura al capital extranjero y cambios en los precios relativos más favorables al sector agropecuario que permitieron aumentar las exportaciones y aliviar las restricciones del sector externo.

En la industria las crisis del 59/61/62 condujeron a una mayor concentración modernización y ampliación hacia la producción de bienes intermedios .Las pequeñas industrias dejaron el paso a otras más concentradas. De la producción de bienes de consumo se pasó a los de consumo duradero y a los intermedios,

En 1964/74 hubo un crecimiento, crecieron las exportaciones y se produjeron importantes cambios en el sector industrial. Para la inversión pública que fue el motor importante del crecimiento el estado obtuvo recursos de 2 fuentes:

1-De los impuestos a las importaciones.
2-Del crédito publico Externo. El agotamiento de los recursos fiscales y la incapacidad estructural para competir en los mercados externos pusieron un techo a la expansión de 1963 a 1974.
A partir de 1973 la tasa de inflación llego a 3 dígitos comenzando un periodo de 14 años de crecimiento negativo.

Conclusiones:

Las discontinuidades en las tendencias de crecimiento y su sucesiva desaceleración tienen  que ver con el agotamiento de las irrupciones de crecimiento en cada etapa.
1-El agotamiento del 1er impulso de crecimiento 1875/1912 se desvío a factores externos, ya no existía abundancia de tierras, las políticas adoptadas impidieron cambios en los precios.
En el largo plazo pareciera que hubieran sido las distorsiones producidas en los mercados, las que impidieron los ajustes y condicionaron el crecimiento.
2-En el periodo1932/47 hubo una Demanda Agregada (DA) reprimida, al principio por causas externas y luego por decisiones deliberadas. Los altos umbrales protectivos orientaron la inversión al mercado interno, produciendo un efecto negativo sobre las importaciones que creo problemas de Balance de pagos.
3-La irrupción de crecimiento de los años 1960 tuvo su limite en la posibilidad de extraer recursos fiscales del sector agropecuario o del endeudamiento externo. La estrategia de crecimiento hacia el mercado interno residió en generar shocks de ofertas. Junto con ello se expandió el gasto para dar mayor aliento a la DA doméstica y mejorar las oportunidades a la inversión.
4-En la subsiguiente etapa eran necesario volver al equilibrio externo fiscal con una nueva represión de la DA.

Las políticas después de la Segunda Guerra Mundial lograron en las décadas siguientes aislar a Argentina, pero a su vez la apartaron de los efectos favorables de la evolución de la economía mundial en sus décadas de mayor crecimiento.