LA GRAN VICTORIA SOVIÉTICA EN LA BATALLA DE MOSCÚ
Por Sergio Daniel Aronas – 25 de enero de 2017
Hace 75 años,
un 25 de enero de 1942 la entonces Unión Soviética proclama su victoria en la
batalla de Moscú cuando el Ejército Rojo al mando del Mariscal Georgui Zhukov
obtiene la retirada de los alemanes en toda la línea del frente y así consiguen
salvar la capital de caer en manos del fascismo.
Esta
formidable resistencia del Ejército Rojo le permitió contraatacar y expulsar al
enemigo a una distancia entre 100 y 250 kilómetros, causando graves pérdidas a
sus 38 divisiones y liberando más de 11.000 poblados. Todavía se debate
entre los historiadores las causas de esta victoria colosal y cada nuevo libro
que publican, casi todos refiriéndose a la dictadura nazi y ninguno a los
ejércitos soviéticos, reducen todo como factor trascendental de ese triunfo al
invierno ruso. No dicen lo mismo cuando analizan la derrota alemana en las
Ardenas, donde el invierno de aquel diciembre de 1944 tuvo temperaturas de frío
extremo.
Este cuentito
del invierno se les cae a pedazos cuando la URSS venció en la batalla de Kursk
en julio de 1943 en el que a estos expertos no se atreven a adjudicar la
victoria soviética al General Verano. Aún no pueden digerir que hayan sido derrotados
y eso verifica no solo en los miles de libros que se han escrito desde 1945 en
adelante sino que en pleno siglo XXI se comprueba declaraciones de los nuevos
portavoces hitlerianos de Polonia, Ucrania, Letonia. Estonia y Lituania que les
rinden homenaje a las SS Waffen, no reconocen el papel del Ejército Soviético
en la liberación de esos países, utilizan sus territorios para la expansión de
la OTAN y la realización de provocadoras maniobras militares contra Rusia,
permitiendo la instalación sistemas de misiles antimisiles. Hoy puede decirlo
porque como la URSS ya no existe, creen que las ex Repúblicas soviéticas no
guardan memoria de las hazañas de sus héroes. Cada 9 de mayo, al imperialismo,
a los fascistas y a los neonazis de todo el mundo, se les recuerda esta
extraordinaria enseñanza de la historia. Como mi origen familiar viene de la
Rusia Soviética escribo en homenaje a aquellos parientes que no conocí y que
murieron en la Gran Guerra Patria.
Me entristece
Me