EL REGIMIENTO DE GRANADEROS A CABALLO
Por Sergio Daniel Aronas
Un 16 de marzo de 1812 el entonces Tte. Cnel.
José de San Martín creaba el primer escuadrón del Regimiento de Granaderos a
Caballo, que con el paso del tiempo sería el más formidable cuerpo de caballería
de toda la historia de la guerra de la independencia cuyo bautismo de fuego en
el combate de San Lorenzo el 3 de febrero de 1813 anunciaba la aparición de una
formación ofensiva de nuevo tipo como nunca antes se había sido visto en casi
tres años de enfrentamiento militar con los ejércitos realistas.
Esa fecha se considera el día de la creación
de tan importante cuerpo cuya plana mayor se constituyó de la siguiente manera:
1) San Martín como comandante;
2) Carlos María de Alvear, Sargento Mayor;
3) Martín de Luzuriaga, Ayudante Mayor, y
4) Manuel Hidalgo, portaguión.
La primera compañía la encabezaba:
1) José Zapiola (capitán),
2) Justo Bermúdez (teniente) e
3) Hipólito Bouchard (alférez).
José Matías Zapiola vino con San Martín en la
fragata Canning procedente de Londres y participó en toda la campaña
libertadora distinguiéndose por su valor, habilidad y grandes dotes para el
mando.
Justo Bermúdez, nacido en Montevideo, fue el
segundo comandante del combate de San Lorenzo al frente del segundo escuadrón
que tenía la misión de realizar un movimiento envolvente para cortarle la retirada
al enemigo, pero dado que hizo un maniobra demasiada abierta según comentó San
Martín en su parte de la victoria, atrasó su llegada y pudo cumplir con la orden
recibida de su comandante. Por ese motivo y con una herida de lanza en su pierna,
se quitó el torniquete dejándose morir sin que nadie se diera cuenta de ello.
Una forma muy terrible de pagar con su vida lo que consideró una falta en el
cumplimiento del deber. Un ejemplo que nunca tuvieron los jefes argentinos que
comandaron las tropas en la guerra de Malvinas, por empezar el comandante de la
guarnición Mario Benjamín Menéndez.
Hipólito Bouchard fue un militar de origen
francés que en el combate de San Lorenzo mató al abanderado español quitándole
la insignia de los invasores. Como marino comandó el corsario la Argentina que
recorrió América Central y llegó a tomar California. Gracias a su intrepidez
inaudita llegó a las islas Hawaii cuyo gobierno fue el primero en el mundo en
reconocer la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata- Por su
paso por Centroamérica muchos países tomaron para su banderas los colores
celeste y blanco del buque al mando de Bouchard.
La segunda tuvo como esta formación
1) Capitán a Pedro Vergara,
2) Como teniente a Aguenor Murillo
3) Como alférez a Mariano Necochea.
De estos tres militares, sobresalió Mariano
Necochea, un brillante y valiente a prueba de balas como oficial de caballería
y magnífico conductor de tropas en las batallas. Participó con destacado
desempeño hasta la batalla de Junín donde realizó un carga memorable perdiendo
varios dedos de sus manos. Era muy apreciado por el Gral. San Martín que lo
tenía como uno de sus mejores hombres para la guerra.
El segundo escuadrón se forma 11 de septiembre
de 1812 y el tercero el 5 de diciembre de 1812 ya bajo el Segundo Triunvirato y
a partir del 7 de diciembre comienza a llamarse Regimiento.
Sus soldados no fueron los altos y rubios
muchachitos de la oligarquía criolla comercial, sino que fueron esclavos,
negros libertos e indios traídos de las Misiones por indicación de San Martín
por su robustez y contextura física. Así como incorporan unos 300 indios guaraníes
basada en la idea del pueblo en armas con los cuales nacería el futuro Ejército
de Los Andes.
La revolución de Mayo sabía que no tenía
militares profesionales con alta experiencia en el combate como la que traía
San Martín en sus 27 años de servicio en el ejército español, sino que tuvieron
que improvisar generales con el economista y abogado Manuel Belgrano como
comandante de las expediciones al Paraguay y al Alto Perú; o el cartero Domingo
French al frente del regimiento Estrella.
El Regimiento de Granaderos a Caballo además
de San Lorenzo estuvo presente en 110 acciones de guerra, entre que se destacan
las batallas de Montevideo, Chacabuco, Chancay, Lima, Quito, Miravé, Maipú,
Pichincha, Junín, Riobamba y Ayacucho, con la que cerró su extraordinaria participación
en la lucha por la emancipación americana.
Haremos una extensión de este artículo porque
hay mucho para contar.