CHINA PRIMERA
POTENCIA ECONÓMICA MUNDIAL
Por Sergio Daniel Aronas – 28 de julio de 2015
Se sabía que más tarde o más temprano, el
portentoso desarrollo económico de la República
Popular China iba a alcanzar la cima del primer puesto como potencia
económica mundial. Y ese día ha llegado y ha sido reconocido oficialmente no
tanto que China sea la nación económicamente más fuerte del mundo, sino que el
dato substantivo es la pérdida de los Estados Unidos como número uno. De
acuerdo a los datos y a las investigaciones publicadas, esto no sucedía desde
la época de la presidencia de Ulysses Grant, quien en representación del
Partido Republicano gobernó los Estados Unidos entre 1869 y 1877, años en los
que tuvo que llevar a cabo la reconstrucción económica, política, social del
país, período donde se fueron formando las grandes empresas capitalistas que
lideraron la era monopolista y que con las guerras de conquista de 1898 con la
toma de Cuba, Puerto Rico, Hawaii y Filipinas, se inicia la era imperialista de
los Estados Unidos. En ese proceso histórico donde se convierte en la nación
más poderosa del planeta avalado y sostenido por su enorme poder militar.
La
era de la dominación de los Estados Unidos
Bajo la presidencia de Ulysses Grant, los
Estados Unidos superaron a Gran Bretaña como principal nación productora del
mundo, puesto que detentaba desde la primera revolución industrial y que
gracias a una serie de factores naturales, políticos y sociales fueron la
primera potencia industrial, naval, colonial y abastecedora de productos dentro
y fuera de su vasto imperio.
La génesis del capitalismo en los Estados
Unidos tuvo como características fundamentales el hecho de que su acumulación
originaria se basó en tres factores que se fueron dando a lo largo de un
período de 100 años. En primer lugar, la gran revolución de la independencia de
1776 que implicó la ruptura con el imperio británico, la creación de un Estado
federativo y la abolición del esclavismo en los Estados del Norte, la
nacionalización de las tierras que estaban en posesión de la aristocracia
inglesa, la formación de un fondo agrario para la distribución de las tierras
libres. Con la sanción de la Constitución de los Estados Unidos, el país logró
su forma de gobierno y su régimen político que le permitió promover un gran
desarrollo de las fuerzas productivas capitalistas mediante la expansión
territorial hacia el oeste y el sur, arrebatándoles inmensas tierras a los
pueblos indígenas en una guerra frontal total.
La guerra de Secesión de 1861 a 1865 que un
sangriento y terrible conflicto militar, fue en esencia una clase entre dos
modelos de economía, por un lado, el Norte, con su creciente desarrollo
industrial capitalista y por su parte, los estados Confederados del Sur que se
basaban en el régimen esclavista de producción agrícola. Es a partir de este
período cuando se produce la reconstrucción y reunificación política del país
que alcanzan y superan a los británicos en el volumen de la producción
industrial.
Estados Unidos se mantuvo en el primer puesto
durante más de 140 años en las que la nación se fue ampliando en superficie,
impulsó un desarrollo industrial impresionante y creando nuevos productos y
nuevas sectores productivos como el automovilístico, la aviación civil y
militar, la naviera tanto para flota mercante como su potentísima flota de
guerra, las nuevas industrias energéticas como el petróleo, gas y los minerales
de todo tipo, la industria eléctrica, los ferrocarriles con los cuales unión a
todo el país, su agricultura de alta producción acompañada de una fuerte
política exportadora; la industrias militares para la fabricación de los más
diversos tipos de armas. Todo ello se dio en el marco en el que cada gobierno
impulsó la expansión territorial y global de los Estados Unidos esgrimiendo
doctrinas justificando la misión de los Estados Unidos como país redentor de
los valores más importantes para el género humano.
Gran Bretaña llevó el mundo en la revolución
industrial de mediados del siglo 18, pero América estaba caliente en sus
talones. Los EE.UU. se destacaron por su gran expansión industrial después de
su guerra civil que terminó en 1865, impulsado por la rápida urbanización y el
enorme crecimiento de la población, gracias a una fuerte inmigración de casi 30
millones de europeos de los países más avanzados. En 1872, su economía superó a
Gran Bretaña para convertirse en el mayor del mundo, posición que mantuvo
durante los próximos 142 años.
Las bases de esta superioridad sobre Gran
Bretaña se dio en la productividad, las principales marcas y la innovación,
junto con el éxito del dólar estadounidense y el hecho de que el 62 por ciento
de las reservas financieras del mundo se llevan a cabo en la moneda, mantuvo su
territorio intacto, libre de guerras e invasiones. Ellos sí se dedicaron a
invadir países por todo el mundo para
plantar su dominio colonial de la nueva era imperialista que se estaba
iniciando. En esa acumulación de riquezas, hay una serie de factores de
seguridad que llevaron a los Estados Unidos a recibir miles de toneladas de oro
de las reservas de los bancos centrales de los países europeos con los que
Estados Unidos inundó de dólares su moneda.
Mientras tanto, la economía de Gran Bretaña y
otras potencias europeas fueron devastadas por las dos guerras mundiales. Gran
Bretaña se endeudó fuertemente de América durante la Segunda Guerra Mundial y
recibió otros $ 4,3 mil millones en 1945.
Ni siquiera la Unión Soviética ni Japón ni
Alemania fueron capaces de alcanzar en el nivel de producción logrado por los
Estados Unidos, pese a que durante buena parte del siglo XX debido a las
diversas crisis económicas pareció tambalear la hegemonía de los Estados
Unidos, especialmente en los años de la Gran Depresión entre 1929 y 1932 hasta
que la llegada de Franklin Roosevelt a primera magistratura de los Estados
Unidos lo sacó de la crisis y el capitalismo siguió vivito y coleando.
No hubo época buena o mala de la hegemonía de
los Estados Unidos sin que el Estado tuviera una participación fundamental en
la defensa de los intereses de sus corporaciones, bancos, compañías
financieras, de seguros, ya que las instituciones del país están a su servicio,
especialmente el Departamento de Estado.
No hubo época en la que los Estados Unidos
ejercieran su influencia y poderío militar en cualquier rincón del mundo y con
su estrategia de las bases militares, creando el más grande y colosal imperio
que se haya conocido en la historia, superando a todos los anteriores. Sus
intervenciones militares han sido para derrocar gobiernos, imponer dictaduras,
cambiar regímenes sociales, abortar procesos revolucionarios, conquistar
países, destruir naciones, ya que por su propia iniciativa como fue la gran
mayoría de los casos, o por mandato de organizaciones multinacionales como fue
en 1950 en la guerra de Corea de la que sufrieron duros golpes, por no decir,
una paliza por la parte del ejército de Corea del Norte.
Pero por encima de todo la supremacía del
poderío militar de los Estados Unidos quedó puesto de manifiesto después de la
Segunda Guerra Mundial con el lanzamiento criminal de las bombas atómicas sobre
el Japón y el hecho de que el territorio estadounidense nunca fue alcanzado por
ninguna bomba, quedando totalmente intacto y con sus fábricas, agricultura
produciendo a niveles astronómicos llenando los bolsillos de los monopolios
frente a una Europa devastada y con la Unión Soviética triunfante se le
presentaba como el gran desafío a derrotar en la siguiente mitad del siglo XX,
un enemigo que lo desafiaba en todos los órdenes en los político e ideológico,
en lo económico, en lo social, en lo cultural, para determinar cuál de los dos
grandes sistemas sería el mejor o estaría en mejores condiciones de dar soluciones
a los problemas de la humanidad.
Este es el período de la llamada Guerra Fría
en cuyos comienzos y con el monopolio de la bomba nuclear, los Estados Unidos
elaboraron varios planes para la destrucción atómica de la Unión Soviética y
que terminaría en los fatídicos años de 1989 y 1991 con la caída del Muro de
Berlín, luego vendría la reunificación alemana y por último el fin de la Unión
Soviética.
¿Es
China la nueva potencia mundial?
Cuesta creer que esto sea cierto ya que ni siquiera el Primer Ministro
chino Li Kequiang está convencido de que sea cierto dado
los problemas estadísticos que tienen en la determinación de su Producto Bruto
Interno. En su análisis de esta noticia bomba que pasaó prácticamente
desapercibida por la gran mayoría del
público: dice lo siguiente: ·
“El Primer Ministro Li Keqiang, asegura que su país
aún está lejos de ser la primera economía mundial (puesto que ocupa Estados
Unidos desde finales del siglo XIX), pese a lo que algunos economistas y medios
de comunicación han expresado en los últimos años.
"En ocasiones he oído la opinión (de que China
es ya la primera economía mundial) en mis viajes, pero creo que se debe a
ciertas exageraciones y malinterpretaciones", señaló Li en rueda de prensa
celebrada en el Gran Palacio del Pueblo, al término del plenario anual de la
Asamblea Nacional Popular.
"China es aún la segunda economía del mundo, y
aún más importante, en renta per cápita todavía estamos por detrás de más de 80
países", afirmó el jefe de Gobierno, quien afirmó que el desarrollo
"sigue siendo la máxima prioridad" para la política del régimen
comunista.
"Ese desarrollo, a una velocidad razonable, es
la mejor contribución que China puede hacer al mundo", afirmó Li, quien no
obstante destacó que con su crecimiento económico el país va también asumiendo
más responsabilidades internacionales y "debe trabajar junto a otros
países para apoyar ese progreso".
Li recordó que 200 millones de personas en China
(casi una de cada seis en el país) viven bajo el umbral de la pobreza según las
estadísticas del Banco Mundial, por lo que el gigante asiático "continúa
siendo un país en desarrollo en todos los sentidos".
En otro orden de cosas, Li afirmó que el régimen
comunista continuará su actual campaña anticorrupción para "asegurarse de que el país está
gobernado de acuerdo con la ley y nadie está por encima de ella".
También reconoció en rueda de prensa que hará falta
tiempo para ver los efectos de la "guerra contra la contaminación" que él mismo declaró el pasado año, y que aún
no ha conseguido eliminar el smog de grandes ciudad”.
Fuente:http://www.forbes.com.mx/china-supera-ee-uu-como-mayor-economia-mundial/
Como suele decirse a confesión de partes,
relevo de pruebas, en las que el Primer Ministro chino desmiente la información
de las estadísticas del Fondo Monetario Internacional, pero parece que para los
medios estadounidenses el dato del PBI ajustado por la paridad del poder
adquisitivo por el que China superaría a los Estados Unidos, debería tomarse
como cierto y válido y reconocer que ahora están en el segundo lugar.
Es posible que pueda ser verdadero, dado el
volumen de la producción china, el nivel de sus exportaciones, el grado de
penetración que ha tenido en varias regiones del mundo y por sobre todas esas
cuestiones, en China se evidencia como una nación militarmente poderosa capaz
de desafiar cualquier amenaza a su seguridad nacional puesto que en el esencial
es una potencia nuclear con un arsenal atómico importante con el que puede
negociar cin cualquier otro país de sus mismas características bélicas en
cuanto al armamento disponible sea Estados Unidos, Rusia o Gran Bretaña.
Aun así con todos estos elementos a la vista, nos
parece que aún le falta mucho a China para ser primera potencia mundial ya que
no es un imperio como los Estados Unidos ya que éste ejerce su hegemonía por su
estrategia de dislocación de bases militares en todo el globo y con sus flotas
navales surcando el mundo, le permite estar en cualquier rincón del planeta.
El
dato revelado por el Fondo Monetario Internacional
Hace más de un año que el Fondo Monetario
Internacional hizo oficial el hecho de que China haya superado a los Estados
Unidos como la primera nación económica del planeta. Según el cálculo del FMI,
China tiene un Producto Bruto Interno que ajustado por la paridad del poder
adquisitivo (en inglés “power purchasing parity adquisity o PPA) de unos 17,6
billones (en el lenguaje estadounidense le dicen trillón) frente a unos 174,
billones de los Estados Unidos para el año 2014. Si tomamos la medición para 2015, China avanza a 19,23 billones contra 18,28, lo que da un crecimiento favorable a China en más 1,6 billones (un amento del 9,07% de un año al otro), mientras Estados Unidos crecería 870 mil millones (un 5,06% de aumento).
Esta metodología que utiliza el FMI para
elaborar este dato fundamental parte de la base de que el PBI (producto bruto
interno) es el conjunto de todos los bienes y servicios que produce una nación
durante un determinando período que generalmente se toma un años para su
medición y qué da un panorama del nivel de producción que dicho país posee. Al
estar expresado como bruto no toma en cuenta ni los subsidios, impuestos
internos. A este valor el FMI lo ajusta a la denominada “paridad de poder
adquisitivo o de compra de las divisas”.
Vamos a dar una breve explicación teórica de
esta metodología. Para el FMI, el tipo de cambio entre las monedas de dos
países es igual a la relación entre los niveles de precios de esos dos países.
Por tanto, el poder adquisitivo de la moneda de un país viene reflejado por un
nivel de precios, el precio en dinero de una cesta de bienes y servicios que se
utilizan como referencia. El propio FMI lo explica así, cada país reporta los
datos en su propia divisa, por lo que para poder compararlos, se vuelve
necesario que sean convertidos en una moneda común, en este caso el dólar. Sin
embargo, hay varias maneras de hacer dicha conversión, y cada una puede dar una
respuesta muy diferente. Así pues, el Fondo utiliza dos varas de medición: el
PIB a tipo de cambio de mercado (usando ya sea el del final de un período o el
del promedio de éste), y el ajustado por PPP, o sea, el tipo bajo el cual la
divisa de un país tendría que ser convertida en la de otro para comprar la
misma cantidad de bienes y servicios en cada uno.
La PPA predice que una disminución del poder
adquisitivo de la moneda nacional (reflejada por un incremento del nivel de
precios interno) estará asociada a una depreciación equivalente de la moneda
del país en el mercado de divisas. De acuerdo con esta teoría, la Paridad del
Poder Adquisitivo predice que el tipo de cambio del dólar respecto al euro, viene
dada por la siguiente expresión:
E$/€ = PUS / PE
Esto quiere decir que para la PPA los niveles
de precios de todos los países son iguales cuando se expresan en términos de
una misma moneda
Dicho en otras
palabras, el PIB ajustado por la PPA permite la comparación entre países
eliminando las distorsiones que generan los diferentes niveles de precios
existentes entre ellos. El PIB a paridad de poder adquisitivo será por tanto el
conjunto de bienes y servicios finales producidos en un país durante un año,
pero en lugar de poner los precios de ese país se toman los precios de EEUU, lo
que servirá de base de cálculo para todos los países. Para que se entienda
mejor, sería como llevar toda la producción final de un país, por ejemplo
China, y ponerla a precios de Estados Unidos. No se ajusta al tipo de cambio de
cada nación en particular sino al de la nación más poderosa del mundo. Pero no
solo por eso, sino por presentar una estabilidad de precios donde el factor
inflacionario no altera los precios que se ponderan.
Este tipo de
medición se puede considerar más exacta, ya que para comparar el nivel de ingresos
de los países no basta con calcularla a los precios de mercado vigentes, ya que
con una misma suma de dinero en algunos países se puede comprar un volumen
físico de bienes y servicios muy superior al que se puede comprar en otros.
Una de las principales ventajas del PBI-PPA es que los
tipos de cambio son relativamente más estables en el tiempo que los de mercado.
Por eso esta es la medida que el FMI prefiere para determinar el peso de cada
economía en el PBI global real. Dado que estamos en el último trimestre del
año, pese a las variaciones que podrían darse por revisiones y ajustes en las
estadísticas finales, lo cierto es que China ha desbancado ya a Estados Unidos
en 2014, cinco años antes de lo previsto. En consecuencia, para el FMI, la
República Popular China tendrá un PBI de 27 billones de dólares dentro de
cuatro años Eso sería un 20 por ciento más grande que la economía de Estados
Unidos, para el cual se prevé un PBI de 22,3 billones de dólares.
Esta metodología de cálculo hace que
los productos son más baratos en China y otros países en relación con los
EE.UU. Sin estos ajustes de costos por coeficientes de la economía china sigue
siendo menor que el de los EE.UU., en 10,3 billones de dólares. De ahí, este
“derrocamiento” de América después de casi 150 años por parte de China, incluso
en la medida del PPP, como un momento "simbólico" e histórico para la
economía mundial.
A nuestro
modo de ver, una mejor manera de ver los números del PBI es dividiéndolo por su
población (PBI per cápita) con lo cual nos llevaremos algunas sorpresitas. En
primer lugar, el de Estados Unidos es cuatro veces mayor que el de China
(57.000 contra 14.100), e incluso el de China es también menor y si ordenamos
la lista por este concepto, entre los 62 países más importantes, figura en el
puesto 46. Extremadamente lejos del primer puesto que le da la medición general
del PBI. Por este indicador, el primer puesto lo tiene Qatar y el primer y
mejor país europeo es Noruega, en el cuarto lugar
¿Son
confiables los datos del FMI? Todos sabemos que los países en la medición de
sus estadísticas aplican el arte del malabarismo y la acrobacia para presentar
sus datos. Quizás el FMI no sea la excepción pero dada la responsabilidad que
tienen en la promoción de los intereses capitalistas, se manejan con rigurosos
criterios para presentar sus que permanente actualizan. No cabe duda que tanto
el aparato estadístico de esta institución como las del Banco Mundial son las
más confiables y mejor elaboradas que existen, independientemente de la opinión
que tengamos de estas dos organizaciones financieras que en lo político e
ideológico están al servicio de la expansión del capital imperialista en todo
el mundo. A lo largo de la historia, tanto el poder
político como el poder militar siempre han dependido de poder económico, la
base material sobre la que descansaban las fuerzas colonialistas e
imperialistas. Gran Bretaña fue el primer taller del mundo antes de que ella
dominara los mares, lo que consiguió mediante el monopolio del transporte a
través del Acta de Navegación, a partir de la cual y por doscientos años se
formó el imperio colonial británico.
Debido al declive económico relativo
de Gran Bretaña el que precedió a la caída de su poder. Y fue una historia
similar con los poderes hegemónicos anteriores como Francia y España. Ahora le
toca el turno a los Estados Unidos ceder el paso a la República Popular China.
¿Alguien puede predecir quién será la potencia que suplantará a China? Hay
cálculo que hablan y estudios que consideran seriamente a la India como la
próxima potencia mundial para los próximos 20 o 25 años.
Perspectivas
La diferencia entre el PBI de China
y Estados Unidos, ajustado por PPA para 2014, de acuerdo a la elaboración del
FMI, es favorable al primero en alrededor de 216 mil millones. Si tomamos la
medición proyectada para 2015, China superaría a los Estados Unidos en casi 1
billón de dólares (la cifra exacta son 943.608 millones de dólares).
La República Popular China que
inicio este proceso transformador con las medidas de cambios de las orientaciones
de la política económica puestas en marcha a partir de 1978, disfrutó de tres
décadas de crecimiento de dos dígitos antes de la recesión mundial de 2008/2010,
la industrialización y las reformas económicas radicales crearon una nueva
potencia en el continente asiático, cumpliendo aquella profecía que afirmaba
cuándo despertará el gigante dormido.
El crecimiento se ha desacelerado en
los últimos años, pero sigue siendo fuerte para los estándares occidentales con
la expansión de previsión del FMI de 7,4 por ciento este año y un 7,1 por
ciento en 2015. Por el contrario, el FMI pronostica un crecimiento de apenas
2,2 por ciento en los EE.UU. este año y un 3,1 por ciento el próximo año.
China logró este liderazgo no por el
desarrollo agrícola y ganadero, ni por los servicios bancarios, financieros o por
el turismo. Lo consiguió gracias a su agresiva política de industrialización
masiva en todos los órdenes: desde la prospección geológica para impulsar las
fuentes de energía (petróleo, hidroelectricidad, geotérmicas, atómicas) hasta
el desarrollo de las industrias para la exportación y el mercado interno; en la
fabricación de las máquinas y las herramientas más modernas para todos los
sectores industriales; una apuesta de largo alcance llevado por el Estado que
si bien aún existen importantes bolsones de pobreza y formas arcaicas de
producción en el agro y la ganadería, que la estadística revela en 200 millones
de pobres, China se encamina no solo a ser la primera potencia económica sino
también la primera potencia militar mundial. Esos 200 millones que equivalen a
cinco Argentinas, representa un 15% del total de la población del país,
porcentaje que comparado con otros países, como la misma Argentina, es muy
bajo. Ahora si lo comparamos con la India que tiene una población tan grande
como China, en la India la pobreza en el doble de la china. El Estado chino,
que el factor fundamental, de este proceso de transformación de un país agrario
en potencia industrial exportadora mundial, ha llevado la inversión al 15% de
su PBI y ahí debe encontrarse la clave este desarrollo impetuoso porque detrás
de la inversión está el trabajo en la educación y la formación de profesionales
en ingeniería, administración, diseño, física, matemáticas, en una palabra,
tanto en ciencias básicas como en ciencias duras para sostener este
crecimiento.
Por su superficie, China ocupa el
cuarto lugar entre los países más grandes del mundo, detrás de Rusia, Canadá y
los Estados Unidos y es desde hace mucho tiempo la nación más poblada del
planeta.
Para las mentes calenturientas del
imperialismo de los Estados Unidos que están dentro y fuera del gobierno, esto
no es una gran derrota política, no solo es una vergüenza para el orgullo de
esta nación, sino que desde el punto de vista ideológico implica que una nación
como China dirigida por el Partido Comunista, es verdaderamente inaceptable que
daña la imagen de la actual administración y un duro golpe al Partido Demócrata
que ven en este hecho la posibilidad de que los Republicanos retomen el
gobierno y lleven a cabo una política similar a la que Ronald Reagan y George
Bush aplicaron para derrumbar a la Unión Soviética.
El paso de la República Popular
China como primera potencia económica mundial que muy pocos medios han
reflejado, es un terremoto de una magnitud catastrófica para los Estados
Unidos, cuya economía se consideraba insuperable e inalcanzable para ningún
país.
Los Estados Unidos no se quedarán de
brazos cruzados ante este acontecimiento de consecuencias impredecibles y que
puede iniciar un proceso de recalentamiento de las tensiones mundiales en la
que otros países trataran de posicionarse ante este competencia y lucha colosal
que se viene para los próximos años.
Continuaremos con nuevas notas sobre la República Popular China