LA GUERRA OLVIDADA: LA INVASION CHINA A VIETNAM EN 1979
Por Sergio Daniel Aronas – 08 de febrero de 2014
Introducción
Este artículo forma parte de mi
investigación ya publicada en dos partes dedicada a la presidencia de Jimmy
Carter correspondiente al capítulo IV “El intervencionismo político y militar
mundial”, donde hice un estudio de los principales acontecimientos
internacionales donde la larga mano del imperialismo estuvo presente en forma
directa como en el intento de invasión a Irán para rescatar a los rehenes como
por la vía diplomática. Y este es el caso que nos ocupa esta nota que aparece
como “Las relaciones con la República Popular China y la guerra con Vietnam”.
Se van a cumplir 35 años de esta
tenebrosa invasión que el hegemonismo chino bajo la conducción del Premier Deng
Xiao Ping, tan venerado en Occidente por ser el artífice desde 1978 de los
cambios en la política interior de China, llevó a la práctica con la venia, el
apoyo y las palmas de los Estados Unidos.
Es un guerra olvidada para la
gran mayoría de los analistas, sea por su corta duración o porque los
resultados buscados por China no fueron logrados y tuvieron que afrontar una
dura derrota política y militar, no es estudiada con el rigor con que se
estudian otros sucesos de la historia del siglo XX. Aquí el hecho central es el
enfrentamiento por primera vez entre dos países socialistas, gobernados por
grandes partidos comunistas de masas y que su larga lucha revolucionaria
combatieron contra varios países imperialistas.
Y dada la importancia que tuvo esta guerra es que subimos al blog este
escrito porque merece dar una explicación clara y contundente de que el
Ejército de Vietnam fue el vencedor de esta lucha inaudita por más que la
propaganda imperialista se rompa los dientes en demostrar lo indemostrable de
que las fuerzas invasoras chinas fueron derrotadas y obligadas a retirarse.
Esencia de la agresión militar de China contra Vietnam
“Si algún día China cambiara de color, se convirtiera en una
superpotencia y actuara en el mundo como déspota, perpetrando por todas partes
atropellos, agresiones y explotación, loa pueblos del mundo tendrán derecho de
pegar a China la etiqueta de “social-imperialista”, de denunciarla, combatirla
y unirse con el pueblo chino para derribarla”.
Dengo Xiao Ping,
discurso pronuncia en la Sexta Sesión Especial de la Asamblea General de las
Naciones Unidos sobre Desarrollo y Materias primas, el 10 de abril de 1974.
Estas palabras pronunciadas de Deng
que en ese año era el Viceprimer Ministro del Consejo de Estado de la República Popular China resultaron
proféticas en cuanto a los actos de su país en sus relaciones con otros pueblos
y fue el de Vietnam el primero que debió soportar la nueva doctrina de Beijing
en el campo de batalla.
Uno de los acontecimientos que
más impactó en la opinión pública mundial y la política internacional en ese
año 1979 sacudido por guerras y revoluciones, fue el enfrentamiento militar
entre China y Vietnam, dos países socialistas, gobernados y dirigidos por
fuertes partidos comunistas con una amplia base de masa obrero y campesina y
con largas experiencias de luchas por sus independencias de toda forma de
colonialismo e imperialismo. Fue una guerra propiciada por un juego de alianzas
donde Vietnam contó con el apoyo de la Unión Soviética y China se alió con los
Estados Unidos con el objetivo de impedir la expansión soviética en el Asia
meridional por medio de los “cubanos de oriente”, como la dirigencia china
llamaba a Vietnam, por la fidelidad que en el campo ideológico y político tenían
con los soviéticos apoyando sus acciones y medidas.
Si en 1973 se funda la Comisión
Trilateral conformada por las agrupaciones empresarias más poderosas de Estados
Unidos, Europa Occidental y Japón, no cabe duda que entre 1978 y 1979, se forja
la “Comisión Cuaternaria” con la incorporación de la República Popular China,
en una especie de frente internacional con el fin de coordinar todas las
acciones necesarias para oponerse a la Unión Soviética y a los movimientos de
liberación nacional. A esa unión de estos cuatro poderosos centros mundiales,
el propio Deng la llamó el “frente único” porque consideraban que ganarse a los
Estados Unidos para poder enfocar su lucha contra el enemigo principal que eran
los soviéticos. Es decir, el mismo razonamiento de los Estados Unidos para
tener a China de su lado para frenar “la amenaza comunista soviética”.
Una de las obras macabras de la
política exterior de los Estados Unidos, fueron los pasos seguido por la
Administración Carter para alentar la agresión militar de China contra la
República Socialista de Vietnam iniciada a mediados de febrero de 1979 por que
ésta última apoyó y propició la formación del Frente Único de Salvación
Nacional de Kampuchea (FUNSK) para derrocar a la sanguinaria dictadura maoísta
de Pol Pot, un firme aliado de la República Popular China y que por supuesto la
prensa occidental callaba desvergonzadamente las masacres cometidas la
camarilla de Pol Pot y a su vez ocultaba sobre el visto bueno con que el
imperialismo vio la operación quirúrgica contra Vietnam. Si bien esta guerra
duró menos de un mes, fue un acontecimiento inaudito que causó un grave daño en
el movimiento revolucionario mundial en general y al movimiento comunista en
particular. La intensidad y la ferocidad de los combates debido a la sorpresa
del ataque y a la desesperada movilización defensiva vietnamita para detener la
agresión contra su país, provocaron miles de víctimas, sobre todo y como
siempre sucede en todo conflicto armado en la población civil, principales
víctimas de los bombardeos.
Con el sostenido aporte de
unidades militares de élite del Ejército de Vietnam, el FUNSK en la acción de
tipo relámpago, logró poner fin a uno de regímenes más salvajes que la
humanidad jamás haya conocido porque masacraron a más de 3 millones de personas
en su breve y catastrófica dominación. El ataque final contra Pol Pot comenzó
en la navidad del 25 de diciembre de 1978 y en una campaña fulminante derrotó
por completo toda resistencia hasta que el 7 de enero proclamaron la liberación
de Kampuchea, establecer un nuevo gobierno e impulsar la reconstrucción del
país. Con esta victoria, el 12 de enero se funda la República Popular de
Kampuchea con el nombramiento Ieng Sanrim como presidente de la renacida
nación. Esta acción libertadora del ejército vietnamita fue dada a conocer por
los medios occidentales y la misma propaganda china porque no podía impedir la
caída de su baluarte, como una invasión recibiendo Vietnam una campaña
propagandística en su contra. Frente a estos acontecimientos, el gobierno chino
no tuvo mejor idea que pretender castigar y darle una lección a su vecino
desencadenando una guerra sin precedentes entre dos países comunistas y que
mostró el delirio político e ideológico de la cúpula gobernante de China que ya estaba plenamente vinculado
con la política exterior de los Estados
Unidos, cuyas relaciones oficialmente fueron restablecidas el 1º de enero de
1979. Sin embargo, estos aberrantes y vergonzosos planes no pudieron llevarse a
cabo porque gracias al contraataque del poderoso y combativo ejército
vietnamita obligó a retroceder a su agresor y más que un virtual empate como
afirmaban los diarios de aquellos años, fue una dura derrota para los militares
chinos porque no pudieron cumplir con sus objetivos y jamás volvieron a
realizar tremenda aventura de enfrentarse con el glorioso Ejército de Vietnam,
el único que venció en una prolongada y durísima guerra a las fuerzas armadas
de los EE.UU. Fue evidente que para lanzarse a esta guerra, el gobierno de
China contaba con el apoyo no solo de los Estados Unidos, sino también de los
miembros de la OTAN, sin los cuales no se hubiera permitido atacar a la
República Socialista de Vietnam.
Esta guerra duró pocas semanas y
prácticamente no se la recuerda en ningún manual de historia o en el análisis
de la política internacional de finales de los años setenta y comienzos de los
ochenta. Si recorremos algunas páginas web de internet ninguna no solo da un
resultado final de la contienda sino que deja entrever como si China se hubiera
alzado con una victoria que no existió y algunos cometen garrafales errores al
afirmar que esta guerra se desarrolló en territorio chino, lo cual no es cierto
porque cuando el Ejército chino cruzó la frontera, los combates que alcanzaron
una violencia inusitada por los bombardeos y por la ofensiva terrestre china de
lanzar oleadas masivas de infantería al ataque aprovechando la fuerza que
podría darle la cantidad, se libraron en 26 puntos fronterizos en el territorio
vietnamita sobre las ciudades de Lam Somg, Cao Bang, Cao Lai y Loc Binh, más
allá de las cuales las fuerzas chinas no pudieron avanzar porque chocaron con
una férrea línea defensiva vietnamita en todo el frente de batalla.
No cabe duda que este
enfrentamiento tomó por sorpresa a Vietnam porque nunca pensó que un país
comunista podría atacar a otro país comunista en la forma en que lo hizo y a
pesar de los varios roces que tuvieron en sus fronteras en cuanto acciones
provocativas de la dirigencia de Beijing sobre los alcances y los preparativos
que podía su vecino del sur en caso de una guerra abierta.
El resultado final de esta guerra
aunque muchos no estará de acuerdo, fue la victoria vietnamita que destruyó 420
tanques chinos y le provocó más de 60 mil bajas (casi 30 mil muertos) que
teniendo en cuenta la totalidad de las fuerzas invasoras (320.000 hombres,
sobre una movilización de 660.000) es una altísimo nivel de pérdidas. Del lado
de Vietnam tuvo la misma cantidad de bajas y muchos de ellos civiles a causa de
los bombardeos indiscriminados de China a las zonas por donde invadieron.
Esta fue una guerra terminó
cuando el Ejército de Liberación Chino se vio obligado a retirarse por el
violento contraataque de las Fuerzas Armadas Vietnamitas y no como lo presentó
la propaganda china según la cual se retiraron porque ya castigaron demasiado a
Vietnam. Vayan a los mapas militares de la época y comprueben hasta donde
avanzaron los ejércitos chinos para darse cuenta de no pudieron avanzar mucho
dentro del territorio vietnamita. La retirada china anunciada el 5 de marzo de
1979 coincidió con la llegada de las tropas de combate vietnamitas más
experimentadas y mejor preparadas para librar la guerra. Al mismo tiempo se
decretó la movilización general para la defensa del país y la expulsión de los
invasores fue el precio más caro por su agresión sin previa declaración de
guerra. Además ¿desde cuándo un ejército invasor se puede proclamar vencedor si
al poco tiempo de atacar, ordena su retirada? ¿Qué le pasó al ejército chino?
¿No era acaso su objetivo principal conquistar la capital de Vietnam? China
anuncia su retirada como una especie de victoria porque consideró que “castigó
lo suficiente” a Vietnam. Este debe un caso único en la historia de las guerras
desde la antigüedad hasta el siglo XX, en la que una fuerza agresora se retira
por su propia cuenta. Y debieron retirarse porque no lograron sus propósitos de
conquista ya que no pudieron atravesar las ciudades limítrofes y mucho menos
emprender la toma de la capital vietnamita. Miren los mapas de los combates y
de la campaña y podrán darse cuenta de los alcances de esta invasión traidora.
El imperialismo se regocijó con
esta guerra terrible a punto tal que la revista norteamericana Time tituló su
tapa así al inicio del conflicto: “Communists at War” (“Comunistas en guerra”).
En este enfrentamiento, la lógica imperialista fue la de dar su apoyo a su
nuevo socio chino.
La cuestión principal que
planteamos al comienzo de este punto es cómo Estados Unidos alentó y apoyó la
invasión China se revela por un detalle fundamental y es que semanas antes del
ataque, el premier chino Deng Xiao Ping estuvo reunido en Washington con Jimmy
Carter y con su consejero de Seguridad Zbigniew Brzezinski con los cuales
conversaron sobre la posibilidad de realizar una acción punitiva contra su
vecino del sur, cuestión que debatieron y que aprobó gustosamente el gabinete
de los Estados Unidos. Al tomar conocimiento de estos planes, Carter ordenó la
movilización de su flota del Pacífico en prevención de una posible reacción
soviética destinada a brindar su ayuda y solidaridad con su aliado vietnamita
con el cual lo unían un tratado de amistad y cooperación firmado en septiembre
de 1978, lo que puso los pelos de punta a la dirigencia china por considerar
esta alianza como una amenaza a sus intereses y una forma de usar a Vietnam
como fuerza que garantice el “expansionismo soviético” en el sudeste asiático.
Precisamente con la República
Popular China, fortaleció una alianza estratégica de largo alcance iniciada en
la presidencia de Richard Nixon tras la visita a Beijing en 1972, para que
juntos se concentren en la lucha contra la Unión Soviética. En aras del
cumplimiento de este objetivo en 1979, el gobierno de los Estados Unidos tomó
la decisión de crear un fondo por 2 mil millones de dólares para financiar
convenios bilaterales entre los que se incluyeron la exportación de material de
guerra avanzado tales como radares, aviones militares de transporte,
helicópteros, medios de comunicación, etc.
Es muy importante esta época
histórica de la política exterior de los Estados Unidos hacia China porque ésta
inicia precisamente en 1978 el proceso de reformas económicas tendientes a
promover el libre mercado, al desarrollo de una reconversión industrial que en
los años siguientes la convertiría en la segunda economía del mundo gracias a
la fuerza de su maquinaria exportadora. China modifica substancialmente el
contenido de su política exterior cuanto más se aproxima a la línea de los
Estados Unidos empezando a considerar la existencia de dos imperialismos: el
norteamericano y el soviético. Esta es la base de la polémica, controversia y
ruptura ideológica fundamental con la Unión Soviética y todos los partidos
comunistas adscriptos a la línea de Moscú.
Al entrar el vigor en enero de
1979 el tratado de restablecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales,
Estados Unidos concedió a China la cláusula de nación más favorecida que debía
renovarse cada año. China bajo la conducción de Deng Xiao Ping realizó un
viraje de un extremo a otro en el campo ideológico que se expresan en las
palabras del entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Huang Hua quien
declaró sin titubeos a fines de diciembre de 1978: “Es preciso que nos ganemos
a Estados Unidos para concentrar todas nuestras fuerzas contra nuestro enemigo
principal”, es decir, la Unión Soviética. Tanto Estados Unidos como China
estaban perfectamente de acuerdo con que esta alianza fuera una política
estratégica de largo alcance.
Como consecuencia de la entrada
en vigor del acuerdo a partir de marzo de 1979, los Estados Unidos crearon un
poderoso fondo de crédito por un total de 2.000 millones de dólares con el fin
de financiar los convenios bilaterales para los siguientes cinco años. A su vez
se autorizaba la exportación de algunas mercancías estratégicas para China,
especialmente y como no pudiese ser de otra manera, fue proporcionarle
poderosos armamentos para la protección de su larga frontera con la Unión
Soviética que se había convertido en su nuevo enemigo. Estos pertrecho
militares consistieron en radares, aviones militares de transporte,
helicópteros, medios de comunicación y otros. Para lograr estos acuerdos que
implicaba el restablecimiento formal de las relaciones diplomáticas entre los
dos países, el entonces consejero de seguridad nacional Zbigniew Brzezinsky
viajó secretamente a China en junio de 1978 con el objetivo de acordar las
bases tendientes a normalizar los vínculos entre ambas potencias que apuntaban
a combatir en todos los frentes a la Unión Soviética y los demás países
socialistas de todos los continentes. Finalmente el 15 de diciembre de 1978
anunciaban al mundo la normalización de sus vínculos diplomáticos, políticos y
económicos porque se sentían “amenazados por la estrategia soviética”. Entre
gambito de modificación de quién es el enemigo tuvo graves consecuencias para
las dos grandes naciones comunistas sino también para todo el movimiento
revolucionario mundial porque profundizaron las grietas y diferencias entre los
dos grandes países comunistas dotados de armas nucleares.
Quien mejor graficó el cuadro de
situación fue el presidente de Cuba, Fidel Castro en su discurso de solidaridad
con el pueblo de Vietnam el 21 de febrero afirmó:
“Desde luego, uno de los actos
más repugnantes, más cobardes, más miserables de los que podamos haber sido
testigos jamás —y será difícil que haya algún otro que lo supere— es esta
agresión a Vietnam. Si grave fue o graves fueron los crímenes anteriores, este
es el más grave de todos, porque este crimen no parte ya de los colonialistas,
o los imperialistas japoneses o de los colonialistas franceses, o de los
imperialistas yankis, parte de un país que hasta hace algunos años se consideró
un baluarte del movimiento revolucionario mundial, que se consideró un país
socialista, un país antiimperialista, un país amigo del movimiento
revolucionario, un país que —como hemos dicho otras veces— hizo una revolución
que fue vista con esperanza por todos los pueblos del mundo y por todas las
fuerzas progresistas del mundo. Al imperialismo lo conocíamos, al colonialismo
lo conocíamos; pero jamás se pudo pensar hace algunos años que esto pudiera
ocurrir alguna vez. Es el caso más repugnante de traición al movimiento
revolucionario en toda la historia de la humanidad”. Y adelante analizando las
relaciones entre China y Estados Unidos, agrega:
“¿Que habló Deng Xiao Ping con
Brzezinski? ¿Que habló Deng Xiao Ping con Carter? ¿Sabía o no sabía, conocía o
no conocía el gobierno de Estados Unidos el plan chino de agresión y de
invasión a Vietnam? Esa es una cuestión muy importante. Cómo se explica que
acabando de regresar de Estados Unidos reuniera la Comisión Militar y ordenara
la invasión a Vietnam.
El hecho cierto es que el
gobierno de Estados Unidos se ha asociado políticamente a la invasión a
Vietnam; se ha asociado políticamente. Es más, recientemente un senador
norteamericano declaraba que Brzezinski le había dicho que ahora los
vietnamitas tenían que retirarse de Kampuchea. Una declaración. Y el gobierno
de Estados Unidos, que indiscutiblemente estaba en antecedentes y que sin
género de dudas se ha asociado a esta aventura de Pekín, plantea que los
vietnamitas deben retirarse de Kampuchea para que los chinos se retiren de Viet
Nam. Luego, han hecho causa común los imperialistas yankis y los gobernantes
chinos con esta invasión. Han hecho causa común con esta descabellada y loca
aventura. Es señal de que tanto Estados Unidos como China están buscando el
restablecimiento del régimen genocida de PoI Pot-Ieng Sary en Kampuchea. Ese es
el objetivo político: atacar a Vietnam precisamente, para que cese toda
cooperación y toda solidaridad de Vietnam con el gobierno revolucionario de
Kampuchea, para restablecer el régimen genocida y cercar a Vietnam, entonces,
por las dos partes de nuevo, cercarlo por el sur y cercarlo por el norte. Esta
es la política de Estados Unidos mientras aparentemente se lava las manos del
problema”[1]
La contundencia del discurso del
Presidente cubano muestra su furia enardecida contra la dirección china que
desató la guerra con el apoyo de los Estados Unidos. Para algunos analistas
esta guerra significó un triunfo político de la República Popular Chima porque
les mostraron a los soviéticos que meterse en esta región les puede resultar
caro. Caro fue para China porque nunca más intentó o se atrevió a agredir a su
vecino de Vietnam y por nunca puede considerarse vencedor aquel que ataca y
decide retirarse. Y es este no fue un retiro limitado y circunscripto al
territorio conquistado. El ejército chino se retiró de Vietnam, cruzó la
frontera y regresó a su país. Las tropas vietnamitas reconquistaron sus
ciudades abandonadas por el invasor y así terminó esta guerra en dos grandes
potencias comunistas, en la que China nunca reconoció su derrota.
Lo importante de este
acontecimiento es el hecho de entender y determinar su carácter porque no se
trató de una guerra por cuestiones fronterizas o por alguna cuestión nacional.
En el primer caso, porque entre países socialistas se respetaron sus límites y
de existir problemas no era justamente una guerra el mejor modo de
solucionarlos. Y tampoco fue un problema de nacionalidades pese a la propaganda
china que acusaba a Vietnam de explotar y expulsar a la minoría china del país.
La verdadera esencia de la guerra iniciada por Chima fue una guerra de
agresión, una guerra de conquista, una guerra anexionista y por lo tanto
profundamente contrarrevolucionaria.
Las pretendidas lecciones que la
dirigencia china pretendió dar a Vietnam terminó en un completo fracaso
porque 100.000 soldados vietnamitas
derrotaron con una paliza demoledora (y esto hay que decirlo porque todavía
muchos creen que el ejército chino fue el vencedor) a 250.000 combatientes
chinos causándoles en ese mes de guerra más bajas que las que tuvo ejército de
los Estados Unidos en un mes de campaña de su larga invasión imperialista. Esa
es la lección que el Ejército de Vietnam le dio a su poderoso vecino del Norte
y verdadera razón de la retirada china y no el estúpido argumento de Deng de
que “ya los castigamos bastante”.
Anexo I: Fuerzas Militares
contendientes
China invadió con 85.000 hombres
del Ejército regular apoyados por 200.000 reservistas, con más de 1.000 tanques
T-62,transportes acorazados K-63 y una fuerza artillera formada por piezas
chinas y soviéticas.
Estaban integrados por los Ejércitos
41 y 42 del Ejercito Popular de Lberación, de los Distritos Militares de
Kumming y Guangzhou, que formaban del principal contingente de la fuerza de
ataque. El Ejercito Popular Chino desde el triunfo de la revolución había estado
prácticamente sin combatir en los últimos 30 años, salvo el breve lapso en que
intervino en la guerra de Corea y buena parte de la plana mayor de sus fuerzas
armadas había sido víctimas de las Purgas de la Revolución Cultural.
En el caso de Vietnam sus tropas,
formadas por unidades regionales y de milicias, contaban con unos 60.000
hombres, dirigidos por Van Tien Dong. Lo mejor de su Ejército estaba en Camboya
o de guarnición en el sur de Vietnam. Sin embargo la mayor parte de las fuerzas
habían visto acción hacia relativamente poco tiempo.
Anexo II: Desarrollo de la guerra
A las 05:00 horas de la mañana
del 17 de Febrero, los Chinos, protegidos por un nutrido fuego de artillería,
cruzaron la frontera de Vietnam por 26 puntos distintos iniciando una guerra
que pensaban que iba a ser un paseo militar. La mayoría de estos cruces eran
meramente movimientos diversivos, muy pronto se hizo evidente que los chinos iban
a concentrar su esfuerzo para tomar las 3 capitales provinciales fronterizas,
Lao Cai, Cao Bang, y Lang So.
Las Tres eran ciudades con
importancia estratégica, situadas junto a vías férreas. Una vez pasada la
sorpresa inicial, los vietnamitas montaron una dura y eficaz resistencia contra
los intentos chinos de tomar posiciones cercanas a las localidades anteriores. El
20 el avance del Ejército chino había perdido la iniciativa y el factor
sorpresa se diluyó. La Milicia y las fuerzas regionales vietnamitas habían
sufrido fuertes bajas, pero habían logrado detener el avance enemigo. Tres mil
quinientas bajas y más de 80 tanques eran por su parte las perdidas chinas.
En la primera semana de violentos
combates, la dirigencia china y sus mandos militares comprendieron que la
pretendída lección y el castigo que pensaban infligir a Vietnam no iba a ser lo
tan fácil y efectiva como lo planearon. Y como el cerca defensivo vietnamita
era infranqueable con el objeto de capturar Hanoi, los chinos resolvieron concentrarse
en tomar alguna ciudad fronteriza importante para que la prensa de su país, sus
fuerzas armadas y el mundo, comprendan que la agresión no sería un fracaso y
tener que tragarse el polvo de la derrota.
En su afán de infligir una severa
derrota a las fuerzas vietnamitas con una ofensiva limitada para no provocar
una escalada de la guerra, los chinos se encontraron con tropas locales, de
segunda fila, vietnamitas, pero que habían luchado valientemente y detenido su
avance. En esa situación, Beijing debía
enfrentarse a un serio dilema: o pasaba
por la humillación de retirar sus fuerzas al no haber conseguido el objetivo
previsto o las incrementaba sus tropas combatientes y seguía con el ataque. China
decidió continuar con su ofensiva en los tres frentes abiertos, pero concentrar
su esfuerzo principal en tomar la ciudad de Lang Song y fue ahí donde tuvo
lugar el principal escenario de esta guerra.
El Ejército chino como en la
guerra de Corea, empleaba la táctica de las oleadas humanas para superar las
defensas vietnamitas y la coordinación de la artillería, los tanques y la
infantería en los ataques para destruir los puntos de resistencia vietnamitas fue
pobre.
La dificultad para coordinar los
movimientos de tropas, la pobre calidad del equipo, el no contar con un sistema
efectivo de comunicaciones, las carencias logísticas y otras, hacían que los
ataques chinos se terminaran estancado, siendo blancos fáciles de las tropas
vietnamitas, expertas en coordinar planes de batalla entre unidades dispersas en
terrenos difíciles.
La última operación de
envergadura fue la batalla de Lang Song iniciada el 27 de febrero de 1979 y que
fue tomada por China el 2 de marzo en medio de combates feroces y una
resistencia tenaz de las defensas vietnamitas. Durante lo dias siguientes se
desarrollaron duros combates en las colinas que dominaban la ciudad mientras
los chinos intentaban cortar las comunicaciones de los defensores con Hanoi.
Ante algunos éxitos de las
fuerzas invasores, Vietnam comenzó a trasladar 4 divisiones por avión desde
Camboya, las 304,325,10 y 320 Divisiones de infantería.
La 320 fue enviada junto con otra
división local, la 308, a una apresurada línea de defensa al norte de Hanoi que
se estaba formando en previsión de lo peor. Por su parte la 325 fue enviada a
bloquear la ruta hacia Hanoi en el sur de Lang Song junto con la 327, ya
desplegada. La División número 3 del Ejército Vietnamita, conocida como
Estrella de Oro, defendia el interior de la ciudad.
El 2 de Marzo, los chinos habían
conseguido cortar todas las vías de comunicación en torno a la ciudad. Con la
caída de las colinas que dominaban Lang Song desde el oeste, la posición de los
vietnamitas paso a ser insostenible. La ciudad fue evacuada por las fuerzas del
Ejército Popular Vietnamita pese a la feroz resistencia que opusieron a los
chinos.
Las fuerzas del Ejercito Popular
de Vietnam se dirigieron al sur de Lang Song para reunirse con las tropas que
llegaban desde Hanoi y establecer una línea de defensa. La defensa vietnamita
se dividió en dos líneas. La primera estaba formada por las divisiones de
infantería 325B, 338, 3, 374, 304 y 346; además los regimientos de infantería
43, 244, 576 y 49. De estas tropas, la división 346 estaba formada por los
regimientos de infantería 246, 677 y 851 más el 188 de artillería. Era una de
las divisiones de elite de Vietnam.
La división 3 "Estrella
Dorada" estaba formada por los regimientos 2, 12 y 141 de infantería,
además del 68 de artillería. El regimiento 12 era considerado el mejor del
ejército vietnamita.
La segunda línea de defensa
estaba constituida por las divisiones 312, 431, 327, 329 y 242. Y los
regimientos 196 y 98, más la brigada 38. También 27 unidades de policía militar
(de 100 hombres c/u)
Por el lado chino estaban
elementos de los siguientes cuerpos de ejército ("ejércitos de
campaña" en jerga militar china):
41, 42, 43, 50, 54, 55 en el
sector oriental.
11, 13 y 14 en el sector
occidental, además de la división 149 del 50º cuerpo de ejército.
Un cuerpo de ejército chino
constaba, para esa época, de tres divisiones de infantería. En números
absolutos constaba de 4.521 oficiales y 38.462 de tropa. El cuerpo tenía además
un batallón de defensa química, un batallón de reconocimiento, un regimiento de
artillería antiaérea, un regimiento de artillería de apoyo, un batallón de
ingenieros, un batallón de control y señales, una compañía de guardia y una de
mando.
La división de infantería china
tenía 1.292 oficiales y 11.314 de tropa. Dentro de ella había tres regimientos
de infantería, cada uno con tres batallones de infantería y una unidad de
artillería regimental (1 compañía antiaérea con ametralladoras de 14,5 mm; 1 Compañía
de morteros pesados de 120 mm remolcados; 1 Compañia de cañones sin retroceso
de 75 mm; 1 batería de cañones/obuses de 76,2 mm). Cada batallón de infantería
tenía 3 Compañías de infantería y 1 de armas pesadas (ametralladoras de 7,62 mm
x 54; morteros de 82 mm; cañones sin retroceso de 57 mm). Además, un batallón
de tanques con 3 Cías de tanques medianos (T-59) y 1 de tanques ligeros con
Type-62 (no confundir con T-62 soviéticos). En total, 31 T-59 y 10 Type-62.
En cuanto a la artillería de las
divisiones estaba compuesta por un batallón anticarros con 4 baterías de
cañones de 57 mm.
1 regimiento de artillería con 1
batallón de obuses Type-54 de 122 mm y 1 batallón con cañones de 76,2 mm.
Además 1 batallón antiaéreo con piezas de 37 mm.
La rapidez de la movilización del
ejército de Vietnam que construyó estas poderosas líneas defensivas, fueron las
que salvaron al país y garantizaron su integridad territorial en cuyo
transcurso pudieron contraatacar y poner fin a la aventura criminal de los
dirigentes chinos apoyados diplomática y militarmente por los Estados Unidos.
Como lo fue a lo largo de toda la historia del siglo XX, Vietnam salió nuevamente
victorioso.
[1] Fidel Castro. Discurso en
solidaridad con el pueblo de Vietnam y de condena a la agresión china. Ver en
internet: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1979/esp/f210279e.html