LA CRISIS DE 1929 Y SU PROYECCION
EN LA CRISIS QUE AFECTA A EUROPA
Por Sergio Daniel Aronas – 29 de octubre de 2012
Un día como hoy pero de 1929 quebraba la bolsa de valores de Nueva York y se
daba inicio a la más terrible crisis económica de la historia del capitalismo
cuyas bases fueron quebrantadas hasta los cimientos ya que el terremoto desatado
por la especulación, el despilfarro y la burbuja financiera, puso en alerta
máxima a las clases dominantes causantes de la crisis porque su magnitud era de
tal amplitud, su profundidad llegó a tan hondo nivel de depresión que temieron seriamente
que una radicalización de las masas
obreras que perdieron sus empleos de la noche a la mañana adquirieran un nivel
de organización y fuerza capaz de tomar por asalto el poder político del
principal país capitalista del mundo. La onda expansiva de la crisis iniciada
en los Estados Unidos rápidamente atravesó el océano Atlántico entrando a
Europa con la furia de un tornado llevando al crac a toda Europa. Fueron años
en los que el Estado norteamericano creó
Sobre la depresión económica de los años treinta del siglo pasado se han
escrito bibliotecas enormes y una de las cosas más importantes que ésta nos
enseña es como se pudo salir de la crisis mediante los programas estatales para
revitalizar el poder de compra de la población, que el dinero en los bancos se
utilicen para estimular el consumo, que con el dinero en manos de las personas
puedan demandar productos que permitan a las empresas volver a producir y con
las empresas produciendo se recupera el ciclo económico. A ello se agregaron con
planes para la creación de empleos tanto a nivel público como privado y una reforma
general de las leyes comerciales y financieras que impidan el fraude, la
evasión fiscal y la economía en negro.
Si analizamos la respuesta que el capitalismo dio en esos años a la crisis
y lo comparamos con las propuestas que hoy plantean los supuestos genios de la
política económica mundial, deberían tirar a la basura el tratado de
Maastricht, denunciar el tratado de Lisboa, cerrar el Banco Central Europeo y
meter en la cárcel a los delincuentes de todos los países que gobiernan Europa bajo
los infame delitos de lesa humanidad y
alta traición que son los que han llevado al desastre a sus países. Pretender
solucionar los problemas con las recomendaciones de las instituciones como el
Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o a la Organización Criminal
del Comercio que a la crisis la quieren resolver con ajustes es no conocer la
historia económica mundial; es no conocer la historia reciente de los países de
Latinoamérica y también es no conocer la historia de las crisis sucesivas que
se dieron en muchos países de distintos continentes y que tuvieron a ese trío
infernal como protagonista fundamental de esta siniestra historia que vuelve a
repetirse como una auténtica tragedia para quienes la padecen. Cuando el
próximo enero de 2013 se reúnan otra vez en Davos, en esa paradisíaca ciudad
suiza todos los temibles operarios y agentes internacionales del recontra
ajuste salvaje ¿De qué van a hablar? ¿Qué van a proponer? ¿A quién les puede
interesar escuchar a esta gente que se presenta como “autoridad responsable”
acompañados de Premios Nobel?
La crisis de 1929 marcó un antes y un después en la historia del
pensamiento económico porque significó la bancarrota del enfoque neoclásico, la
aparición de la llamada “nueva economía” de la mano de John Maynard Keynes con
la creación de la teoría macroeconómica moderna con el estado como principal
actor en la regulación de los procesos productivos, y sobre todo y esto es lo
que nadie habla porque ya no existe esa grandiosa nación que fue la Unión
Soviética, es que mostró la fuerza de la economía socialista planificada que esos
años durísimos y complicadísimos, no fue afectada por la crisis y pudo seguir
construyendo el proyecto de una sociedad alternativa y sobre nuevas bases.