EL INNOBLE NOBEL DE LA PAZ A LOS
ENEMIGOS DE LA PAZ
A Propósito del Premio Nobel a la
Unión Europea
Por Sergio D. Aronas – 14 de
octubre de 2012
La entrega del Premio Nobel de la Paz 2012 a la Unión Europea es una
auténtica agresión a los verdaderos luchadores por la paz, una burla absoluta a
toda la humanidad. En medio de una crisis pavorosa que afecta a una buena
porción de sus países miembros, una crisis de proporciones gigantesca que
estalló en el sector financiero de la economía como si hubiese
estallado una poderosa bomba cuya onda expansiva, ha incendiado a todo el espectro
estructural de esta organización, desde la cabeza hasta sus pies, otra vez la
plutocracia aristocrática del Parlamento Noruego no tuvo mejor idea que premiar
a la Unión Europa y oir ende a sus países miembros para que se olviden por un tiempito de los
desastres que han causado a sus pueblos.
El argumento de los caballeros del Nobel de la paz es una
aberración inconcebible porque decir que la Unión Europea promueve la paz y los
derechos humanos es tomar al mundo por estúpidos y no es posible aceptar semejantes argumentos.
Es un premio completamente político como un modo de apaciguar la tremenda
crisis que soporta el continente y es un clarísimo mensaje para borrar con el
codo las decisiones aprobadas que la llevaron a apoyar crímenes de lesa
humanidad como aprobar en 1999 los bombardeos contra la República de Serbia con la falsa
acusación de que este país estaba cometiendo genocidio contra las otras naciones
que se desgajaron de la Unión Yugoslavia por obra y gracia de este mismo
imperialismo europeo que contó como siempre con la bendición de su hermano
mayor el imperialismo de los Estados Unidos. Las masacres cometidas por los
ataques contra Serbia causaron 100.000 muertos, decenas de miles de refugiados
y la destrucción de una nación que estaba en lucha resistiendo las agresiones
de media Europa. Los bombardeos de la OTAN sostenido por su brazo político la ahora premiada Unión Europea estuvieron plagados de increíbles errores de cálculos que sus mentores solo atinaron a llamarse como "daños colaterales". Y el que no crea esto lo invito a que se informe, lea, recurra
a documentos y no vayan a esperar que el amigo estadounidense libere dentro de
30 años los documentos secretos que esconden los crímenes cometidos por sus
gobiernos. Claro, cuando estos documentos se dan a conocer recién ahí se dan
cuenta que lo se decía antes era verdadero.
La más terrible y reciente obra macabra del terror genocida del imperialismo europeo
fue la destrucción de la Jamrihiya Libia Árabe Socialista, la nación más
próspera, más igualitaria y más avanzada del continente africano. Al cumplirse
un año de la demolición de este país y del asesinato salvaje de su líder
Muammar Kaddhafi y que terminó con la muerte de 120.000 civiles, 250.000
heridos y una nación reducida a escombros, consagran con el Nobel de la Paz a
la Unión Europea que brindó todo su apoyo para que su organización armada la OTAN,
procediera a bombardear sin piedad ni tregua a un país que no representaba
ninguna amenaza a la seguridad de ninguna nación europea ya que el mismo Kaddhafi
se había reconciliado con sus líderes principales y fue recibido con todos los
honores.
También la Unión Europea participó activamente en las horrorosas invasiones militares a Afganistán en octubre de 2001 y de Iraq en marzo de 2003 enviando sendos contingentes colaborando con las agresiones de los Estado Unidos a estos países supuestamente implicados en el terrorismo internacional, cuando a decir verdad estas invasiones fueron una genuina expresión de lo que es el terrorismo y gansterismo internacional.
En ningún caso el Premio Nobel a la Unión Europea se corresponde con el
testamento que su creador dejó escrito para conceder tan importante galardón a
quienes contribuyen de manera justa, decisiva y congruente a la salvaguardia de
la paz mundial, a las buenas relaciones entre los países y a la defensa
auténtica y verdadera por los derechos humanos. Y eso se logra sin agredir y
atacar a nadie inclusive a los enemigos más acérrimos y temibles que puedan
tener los luchadores por la convivencia democrática. De eso se trata ya que por
ese camino, el año que viene seguro que se le van a dar el Nobel de la paz a la
Organización Terrorista del Atlántico Norte (OTAN/NATO) por la grandiosa y
maravillosa contribución de sus gloriosos bombardeos humanitarios a la hora de
hacer pedazos pueblos enteros. El imperialismo no tiene ninguna vergüenza en
llamar a sus criminales ataques aéreos como actos humanitarios. Esta es la
brutalidad mayor elevada a la máxima potencia y por la única potencia mundial
capaz de realizarlo y porque que se cree con autoridad moral para borrar del
mapa a cualquier país que se le venga en gana. Parece increíble, pero les dan
el Premio Nobel de la Paz a los enemigos de la paz y en esa lista se incluyen a
siniestros personajes tales como Theodor Roosevelt, Henry Kissinger, Jimmy
Carter (pronto publicaré mi investigación sobre su historia), Kofi Anan, y Barack
Obama.
Habrá que enseñarles que lucha por la paz es un imperativo moral que
implica una conducta de todos los días, de todos los años y de toda la vida y
no por una circunstancia muy parcial y muy determinada debe ser el criterio
para concederlo. Que expliquen estos innobles porque nunca le dan el premio a
las Abuelas de Plaza de Mayo, a los pueblos originarios de todas las naciones
que defienden el derecho a su tierra y a su cultura. Ellos no forman parte de
sus negocios, entonces que nadie se sorprenda si el fascista holandés Geert
Wilders que vomita un asqueroso odio racial hacia los inmigrantes y hacia las
personas que profesan el islam, se lo consagra con el Nobel a la paz por su
lucha “por su defensa del mundo occidental y cristiano”. ¿De dónde sacaron que
la Unión Europea es el modelo de organización para la promoción de los derechos
humanos y la paz mundial? ¿A quién pretender embaucar esta gente? Que les
pregunte precisamente a quienes las situaciones lamentables de sus países
origen los obligan ir a Europa para buscar un futuro mejor para que cuenten
como los tratan los “hermanos europeos”. Que nos pregunten a nosotros, aquí en
Latinoamérica como nos tratan a los “sudacas” que por portación de cara “los
hermanos europeos” nos echan a patadas de su sacro santa tierra. Esa es la hermosa tierra de hermandad
que acaban de premiar.
Señores del Parlamento Noruego: aquí en Latinoamérica tenemos montones de
personalidades, movimientos y organizaciones que hace rato merecen el
reconocimiento de tan apreciado premio porque su lucha, ha sido una lucha de
toda la vida y sin explotar el trabajo de nadie, sin dañar a nada ni a nadie y
en el más alto y más estricto respeto por la ley.