LA CRISIS DE LA DEUDA DE 1982 Y
SUS ENSEÑANZAS PARA EUROPA DE 2012
Por Sergio Daniel Aronas – 08 de
octubre de 2012
Hace 30 años estallaba la crisis de la deuda con la suspensión de los pagos
de los intereses por parte de México
cuya decisión soberana conmovió a todo el mundo financiero pero no los tomó por
sorpresa porque se sabía de antemano que tarde o temprano la crisis de la deuda
iba a producirse sobre todo cuando el imperio de la Reserva Federal empezó a
elevar descaradamente las tasas de interés. ¿Habrá aprendido algo el imperio de
las altas finanzas a la hora de dar una solución a la crisis financiera que
afecta a Europa? No, aprendieron nada porque al igual que en los años ochenta
del siglo pasado que la Cepal la llamó “la década perdida” insisten en tomar
las mismas medidas de austeridad que el FMI y el Banco Mundial imponían a los
países subdesarrollados con problemas para afrontar sus compromisos de
deuda. Les conceden nuevos créditos para
salvar a su sistema bancario obsoleto, aplazan la cancelación de los intereses
vencidos y obligan a los estados en crisis a implantar ajustes implacables que
profundizarán la recesión, la miseria y el desempleo que está destruyendo a los
países europeos.
Estos grandes cráneos de las finanzas internacionales, deberían volver a
leer los manuales de macroeconomía para entender qué tipo de medidas se
necesitan poner en práctica cuando se está en recesión. Cualquier estudiante de
macroeconomía que rindiera un examen final de esa materia y con cuya aprobación
se graduaría de economista, respondiera a la pregunta de qué tipo de medidas de
política económica debe aplicar un país que está en crisis con la receta
salvaje que proclama el FMI y el Banco Mundial, sería reprobado de inmediato. Sin
embargo, esas medidas recesivas para países en recesión lo único que hacen en
echar más nafta al fuego y lo que debe entender la plutocracia financiera es
que el incendio lo van a tener los gobiernos que siguen la batuta de las
instituciones multilaterales de crédito sino cambian de raíz su política
económica y encausen la solución de la crisis en beneficio de la abrumadora
mayoría del pueblo que no dudaría en apoyar esas medidas.
Sabiendo que treinta años en la historia de la humanidad no es nada, la gravedad de la actual crisis que afecta a Europa es muy pertinente y muy aleccionador que vuelvan a leer todo lo que se ha escrito y dicho sobre los efectos negativos de los métodos de regulación económica que se diseña según el Consenso de Washington. Por el camino del FMI la historia ha demostrado claramente que no van a
ningún lado y lo que realmente se impone es la disolución y desaparición de
estas organizaciones porque no sirven para nada.