BICENTENARIO DE LA BATALLA DE MAIPÚ
Por Sergio Daniel Aronas – 05 de abril de 1818
El 5 de abril de 1818 tuvo lugar en el territorio de Chile
la batalla de Maipú, que fue sin dudas, la más violenta, sangrienta,
encarnizada, disputada y la de mayor duración de todas las que se dieron en las
guerras de la independencia de la América del Sur contra el dominio colonial
español. Se trató del enfrentamiento militar decisivo entre el ejército español
que, envalentonado por su triunfo en Cancha Rayada el 19 de marzo de 1818, se
lanzó a la ofensiva para reconquistar la capital chilena y que en caso lograrlo
hubiera significado una durísima derrota al movimiento emancipador americano.
En vista de ello, el Gral. San Martín salió con todo el ejército a su mando a
cerrarle el paso y plantearle batalla en las condiciones que mejor le convenía
a sus fuerzas.
La batalla según la crónica del General John Miller empezó a
las 11 de la mañana y los combates cesaron alrededor de las 20 hs cuando se
rindió el último grupo realista dirigido por coronel español José Ordóñez, el
más bravo de todos los jefes realistas. Fue la más mortífera de la historia de
la emancipación americana con más de 3.000 bajas entre muertos y heridos por
ambos bandos, lo cual es una nuestra cabal de la intensidad de la lucha. Si se
leen las instrucciones redactada por el General San Martín a sus jefes y
oficiales de cada cuerpo, se podrán dar cuenta de la importancia y
trascendencia que se jugaba ese día. Así el punto 16 dice: “Los señores Jefes
del Ejército deben estar prevenidos de que esta batalla va a decidir la suerte
de toda la América, y que es preferible una muerte honrosa en el campo del
honor que sufrirla en manos de nuestros verdugos: yo estoy seguro de la
victoria con la ayuda de los Jefes del Ejército, a los que encargo tengan
presentes estas recomendaciones”.
San Martín no confiaba de las fuerzas guerrilleras que
dirigía Manuel Rodríguez que realizó importantes tareas de distracción y
hostigamiento a los españoles del general Manuel Osorio. Por ese motivo no
participó en este combate, pues dada la formación que tenía San Martín solo
aceptaba militares profesionales. Las cartas de los jefes españoles lamentando
esta tremenda derrota evidencian el hecho increíble de saber que su causa quedó
definitivamente perdida y no podían aceptar que unos “insurgentes infestados de
Revolución francesa” sean capaces de vencer a los ejércitos del rey.
Aseguró la independencia de Chile y de las Provincias Unidas
del Río de la Plata (el nombre República Argentina sería consagrad recién en la
Constitución de 1826) y con ello se abrió paso para iniciar la campaña para
libertar el Perú cuya capital la ciudad de Lima, era el centro neurálgico,
político y militar de la presencia española en nuestra región.
Sin Maipú no pudo haber ni Carabobo, ni Pichincha, ni Junín,
ni Riobamba ni la misma batalla final de Ayacucho que puso fin al dominio del
reino de España por 332 años desde 1492 hasta 1824 en tierras americanas. Es
por eso que la batalla de Maipú fue el verdadero principio del fin del
colonialismo español en la América del Sur.
Las dos primeras cartas que San Martín escribió para dar la noticia de esta
formidable victoria fueron dirigidas a sus amigos y compañeros Manuel Belgrano
y Martín Miguel de Güemes. Ya las voy a publicar.