LA TIERRA LLORA: PRIMERAS
IMPRESIONES DE ESTE LIBRO
Por Sergio Daniel Aronas –
29 de marzo de 2018
Empecé a leer el libro “La tierra llora: la trágica historia de las guerras
indias por la conquista del Oeste”, escrita por el historiador militar Peter
Cozzens que ha publicado este extenso trabajo de casi 600 páginas sobre el
desarrollo de las campañas bélica y punitivas del ejército federal de los
Estados Unidos contra los pueblos indios nativos que culminaron con su
exterminio masivo.
La investigación abarca el período 1862-1891, es decir, con las primeras
incursiones militares del ejército cuando asesinan al jefe cheyene Oso Flaco en
plena guerra de secesión, siendo Abraham Lincoln aun presidente y culmina en
1891 cuando las últimas poblaciones indígenas se rinden en Dakota del Sur,
luego del desastre de Wounded Knee Creek.
Llama la atención los mapas de las primeras páginas donde se muestran las
campañas militares invasoras y las rutas que garantizaron la llegada de los
nuevos ocupantes que fueron desplazando a los pueblos indios, mostrando que esta
guerra se dio en todo el país, de este a oeste y de norte a sur en una forma
implacable y terrorífica para apoderarse de las inmensas praderas y llanuras
conforme a las necesidad del capitalismo naciente estadounidense con el fin de implantar
la “civilización blanca” basada en la expansión de las industrias, la agricultura,
la ganadería y como factor decisivo y
gravitante de esta expansión contribuye de manera notable el ferrocarril
Cuando el gobierno hablaba de “civilizar” decía que quería transformar a
los indios en productores de la tierra y domesticarlos según las normas de las
leyes del capital en desarrollo.
No hubo presidente en la historia de los Estados Unidos que no haya tenido
conflictos con sus pueblos originarios puesto que desde George Washington hasta
Benjamin Harrison pasaron 23 inquilinos de la Casa Blanca y si tomamos el
discurso de Andrew Jackson de diciembre de 1829 sobre el traslado de los
pueblos nativos a las reservaciones al oeste del Mississipi, acusándolos de
“salvajes”, vemos que la guerra duró casi sesenta años, en un política
sistemática de despojo de tierras.
Al leer los primeros capítulos del libro, encuentro el primer desatino que
comete el autor es cuando afirma que este conflicto fue el desplazamiento de un
“pueblo inmigrante por otro” (página XXX).
Los nativos indios jamás pueden ser
considerados “inmigrantes” ya que así lo reconocen muchos documentos de la época
desde la independencia hasta el inicio de la guerra. Y esto lo vuelve a
ratificar en la página 7 para afirmar que las “guerras que tendrían lugar entre
indios y el gobierno por las Grandes Llanuras, el lugar donde se produjeron las
más largas y sangrientas luchas, supondrían un enfrentamiento de pueblos
emigrantes”. Los indios de los Estados Unidos como otros pueblos originarios de
América, fueron masacrados, estafados, robados, ninguneados, explotados,
sometidos y en la terrible marcha del “Sendero de las lágrimas” miles murieron
de hambre, frío y por enfermedades. Fueron obligados a emigrar por la fuerza
bruta de las armas, los cañones y la violencia capitalista. Se les prohibió
hablar sus propias lenguas, le destruyeron su base económica para el
sostenimiento de sus comunidades en nombre del “progreso”. Un dato poco
conocido es el hecho de que recién en 1924 con la Acta de Ciudadanía India
fueron reconocidos como ciudadanos estadounidenses permaneciendo casi 30 años
en el limbo legal acerca de a qué nación pertenecían.
El libro viene con abundante material fotográfico y mapas muy buenos como
así también una extensa bibliografía que cubre 26 páginas del libro.
En esta primera impresión debo decir que este libro se presenta muy
interesante y lo estoy cotejando con otros libros sobre la historia de los
Estados Unidos, tratando de comprender más la forma de exposición y explicación
del autor que siendo un especialista en historia militar no hace comentarios
sobre las causas económicas de la guerra contra el indio. Hasta el momento
parece ser una historia estrictamente militar.
Veremos cómo se presentan los próximos capítulos. Haré más comentarios a
medida que lo vaya estudiando. Estoy seguro que este libro traerá muchas e importantes
polémicas.