KARL MARX, UN
HOMBRE QUE
ESTÁ MÁS VIVO QUE NUNCA
Por Sergio Daniel
Aronas – 14 de marzo de 2017
En un día como hoy
14 de marzo de 1883 moría en Londres Karl Marx el más grande e influyente
economista y más grande pensador de todos los tiempos porque es el más leído,
sobre el que más se escribe y el que más polémicas ha generado en todo el mundo
y desde que falleció nunca dejó de estar en todos aquellos que se lanzaron a la
lucha enarbolando sus ideas revolucionarias. Las Universidades crean cátedras
exclusivas para estudiarlo; se organizan seminarios, grupos de estudios,
reuniones, simposios, conferencias, encuentros académicos para conocer su obra,
el impacto que tienen en las masas explotadas del mundo y como los gobiernos
capitalistas recurren a las formas más tenebrosas de la represión política para
impedir la difusión del fantasma del marxismo.
Hoy se lee o se
cita mucho más a Marx que a sus detractores cuyos nombres nadie los recuerda,
pero sí al creador de El Capital, de su teoría de la plusvalía que sigue
recorriendo el mundo; de su sistema filosófico en cuanto a tener una concepción
del mundo en que vivimos; de su método de investigación para conocer la
dinámica de la sociedad en su conjunto como la interacción de clases sociales
contrapuestas. No sólo todo está en Marx sino que Marx está en todo y en todas
las cuestiones que impulsan a modificar de un modo radical y profundo las bases
económicas del sistema capitalista imperante. Fue periodista y por publicar
contra la política impositiva del imperio alemán le cerraron el diario, le
iniciaron el famoso juicio de Colonia y se tuvo que exiliar en Londres donde
vivió prácticamente en su biblioteca escribiendo su obra maestra.
Fue político y un
revolucionario que fundó y dirigió la Primera Internacional y apoyó con todas
sus fuerzas el primero intento de los trabajadores por tomar y conquistar el poder:
la Comuna de París en 1871 salvajemente reprimida.
Escribió y estudió
de todos los temas que tuvo a su alcance pero casi nada le dedicó a las guerras
de la independencia sudamericana porque no tuvo materiales ni libros ni conoció
a las personalidades que participaron en aquella epopeya, salvo una biografía
sobre Bolívar, descubierta por el escritor argentino Aníbal Ponce cuando
investigaba en la Universidad de Moscú. Tampoco se había escrito la historia de
la emancipación latinoamericana y muchos documentos que existían no estuvieron
en las manos de Marx. Es curioso que habiendo analizado en detalle la guerra de
España contra la invasión francesa no haya profundizado en la política
restauradora de la bestia de Fernandito VII para recuperar las antiguas
colonias americanas.
Por mucho que se
esfuercen los enemigos de Marx, los que hablan de Marx sin haber leído un solo
libro de su amplísima obra, los antimarxistas de toda la vida y que ya nadie
los recuerda y toda la propaganda imperialista que lo considera pieza de museo,
los escritos de Marx vuelven a emerger con inusitada fuerza para entender cómo
es el mundo en que vivimos, qué tipo de cambios de necesitan para modificar
profundamente y de manera radical las estructura de dominación política,
ideológica, económica, social y cultural, el tipo de revolución que requieren
dichos cambios, qué actores y sectores sociales deberían realizarlo.
En medio de las
crisis que se repiten cada tanto, el mundo explotado y sometido recurre a Marx
porque no hay quien mejor exprese los anhelos y deseos de sepultar
definitivamente al capitalismo, símbolo de guerras, invasiones y muerte.
No solo se debe
volver a Marx más que nunca sino que aprender de él tiene que ser una
sana, aleccionadora y dialéctica
costumbre.