El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

domingo, 28 de febrero de 2016

LA CRISIS DE LA DEUDA ETERNA DE LA ARGENTINA:

Por Sergio Daniel Aronas

Al igual que a finales de 1983 cuando el gobierno radical de Raúl Alfonsín heredó la tremenda deuda externa generada por la dictadura y debió enfrentarse al FMI, a los bancos y la maquinaria diplomática del imperio de los Estados Unidos, veinte años después los mismos enemigos de la Argentina siguen entrometiéndose en los asuntos internos argentinos, presionando, amenazando, chantajeando y denigrando al nuevo gobierno para que siga pagando puntualmente los intereses de esta salvaje deuda que nunca para de crecer gracias a la maravillosa invención del interés compuesto.

Esta crisis de la deuda ha puesto nervioso y ha alterado al gobierno de los Estados Unidos y se ha agravado por la propia decisión de las autoridades del FMI y el Banco Mundial de aplicar a los gobiernos latinoamericanos democráticamente constituidos, los mismos métodos de regulación que aplicaron bajo las dictaduras, es decir, los tristemente célebres planes de ajuste estructural.

Estos planes que ya habían muerto con la suspensión de pagos declarado por México en agosto de 1982, no fueron motivo para que los modifiquen, para que amortigüen sus devastadores efectos o directamente que sean reemplazados por otros que contemplen los intereses de los pueblos de los países endeudados. Para ellos, la crisis de México significó simplemente seguir aplicando los planes de ajuste pero por otros medios, y que más tarde o más temprano según el país que se analice, contribuyeron de manera decisiva al empeoramiento de las condiciones de vida de la región hasta niveles escandalosos e insoportables, como lo demuestran las mortíferas estadísticas de la miseria, pobreza, desempleo, exclusión y marginación. Y a todo este mar de desigualdades se le unen los sueldos congelados y rebajados, y a la desaparición del Estado como garante de la salud, seguridad, defensa, educación y justicia, tareas de su absoluta actividad.

En el caso argentino, el hecho increíble y bochornoso es que la deuda externa, materia de exclusiva competencia del Congreso Nacional, nunca fue tratada por éste. Nunca investigó absolutamente nada y lo muy pocos intentos por tomar la iniciativa, convocar a sesiones especiales o extraordinarias para abordar el tema, abrir el debate y movilizar las consciencias de las responsabilidades que tienen como representantes del pueblo, principal víctima de las políticas de ajuste de los inmundos que aún quieren seguir cobrando, fueron trabados por el propio Poder Ejecutivo, siempre presionados por la santísima trinidad de intereses imperiales: el FMI, el gobierno de los Estados Unidos y los bancos, todos unidos en Santa Alianza para dividir a los países latinoamericanos, someterlos por separados para que de esa manera sigan siendo una presas fáciles para seguir saqueando a los países hasta el agotamiento.

La competencia del Congreso ha sido ratificada por la tardía sentencia del juez Dr. Jorge Ballesteros en la causa iniciada en 1982 por el periodista e investigador Alejandro Olmos, cuya muerte prematura le impidió ver el poderoso dictamen de su Señoría. Esta sentencia remite al Congreso toda la causa para que resuelva sobre la base de su propia investigación tres cuestiones principales: cuánto se debe, a quien se debe y por que se debe. Dicha sentencia determinó el carácter ilegal y fraudulento de la deuda externa argentina y su prescripción, si bien no tenga efectos jurídicos sobre sus responsables, es decir, que sean acusados, juzgados y condenados por los tribunales, podrá ser cierto hasta cierto punto, pero no podrá ser la única verdad e indivisible. Es imprescindible que semejantes delitos que provocaron la mayor estafa de la historia política y económica de la Argentina al patrimonio del país, sean declarados imprescriptibles por delitos de lesa patria y de alta traición a la Nación. Y como nuestro cuerpo jurídico tiene muchas leyes para castigar a los culpables del saqueo de la Argentina, es hora de que algún día la justicia tenga la valentía moral, el coraje cívico y espíritu patriótico para encarcelar a los delincuentes que arruinaron a la República. Estamos seguros que todo el pueblo argentino apoyará las acciones de aquellos fiscales guiados únicamente por su interés de defender a la Patria. Y esto es  así porque todos queremos que los ladrones que se robaron toda la riqueza de la Nación regresen a nuestro país.

Para que se entienda de un modo concluyente y terminante debemos decir que la deuda externa argentina fue un poderoso instrumento de la política económica de la dictadura para implantar el terrorismo fascista de mercado y resolver la crisis del sistema imperialista en su propio beneficio, porque la Argentina fue endeudada por la necesidad que tenían los banqueros de Wall Street y Londres de colocar los excedentes de los petrodólares de los países árabes que inundaron los bancos norteamericanos gracias a las altas ganancias que obtuvieron con la crisis del petróleo de 1973 que obligó a los países capitalistas desarrollados a modificar sus políticas de energía, sus sistemas de precios y el abastecimiento de materias primas y no tuvieron mejor idea que prestarlos en forma intempestiva, incontrolable as los países del tercer mundo gobernados en su gran mayoría por feroces dictaduras colocadas por los países imperialistas que los reconocieron enseguida y avalaron todas sus políticas.

Toda esta situación voló por los aires en la crisis de diciembre de 2001 y la declaración del gobierno argentino de suspender los pagos de los intereses de la deuda externa argentina, que pasó a la historia como el “default” más famoso y más tristemente célebre pero no el de mayor nivel ya que la declaratoria de inconvertilidad del oro al dólar por los Estados Unidos en agosto de 1971 bajo la presidencia de Richard  Nixon fue el mayor cese de pago de la historia porque implicó una estafa de 500 mil millones de dólares de esa época. De modo que se equivocan si creen como muchos creen que el caso argentino fue el más voluminoso.

Ahora estamos enfrentando otro tipo de situación de crisis de deuda causada por los llamados fondos buitres, también llamados “holdouts” o “hedge founds” que son fondos de inversiones de alto riesgo que se caracterizan por sus negocios de rapiña en la compra de bonos soberanos a precios de remate esperando que se declaren insolventes los países que los emiten para luego litigar en tribunales de los países capitalistas desarrollados exigiendo el pago del 100% de esos títulos más los intereses y actualizaciones. Son agentes que están fuera del control de las autoridades de los países donde nacieron sus dueños ya que tienen domicilios en paraísos fiscales  y están libres de verificación, supervisión y regulación favoreciéndose en la ampliación de sus gigantescas fortunas logradas a expensas de países en quiebra.

El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner resistió y se manejó adecuadamente contra esta banda mercenaria bajo la idea de no pagar un solo dólar a los fondos buitres aunque fue una máquina de pagar ya que según sus propias declaraciones transfirieron en el marco de las dos resetructuraciones de deuda tanto por la de 2005 como la de 2010, unos 200 mil millones de dólares, una cifra escandalosa, terrible y que refuta la mentira del desendeudamiento porque con lo que la Argentina pagó hoy tiene una deuda pública por ese mismo importe.

El nuevo gobierno de Marioneta Macri ya hizo su desastrosa propuesta de acordar pagos con los buitres como primera medida para “entrar al mundo”. Otra falacia que muchos creen que es verdad. Pagarle a los buitres en las condiciones en que ellos lo están pidiendo es un acto de alta traición a la Patria.

Tenemos que partir de la base que la nueva composición del Congreso a partir del 1º de marzo será la constitución del partido de la deuda porque todos van a acordar renegociar y pagarle a estos fondos que jamás le prestaron ningún dólar a la Argentina sino que hicieron su negocio especulativo, les fue mal y ahora pretenden cobrar lo incobrable porque se trata de una deuda que no existe y no pueden reclamar nada.

Por otra parte, todo el tema de la deuda externa argentina es nula de nulidad absoluta por su origen ya que se comenzó a gestarse bajo la criminal dictadura militar de 1976 a 1983 y por lo tanto todos los actos jurídicos de este gobierno ilegal, ilegítimo e irrepresentativo es nulo de nulidad absoluto y carente de toda validez jurídica todos sus actos relativos a los negociados referente a la deuda que ya fueron calificados de delitos de lesa patria, fraudulentos y viciados de total legalidad.