EL DISCURSO DE ASUNCIÓN DE MARIONETA MACRI
Por Sergio Daniel Aronas – 25 de Diciembre de 2015
El discurso de asunción presidencial que
pronunció Mauricio Marioneta Macri ante la Asamblea Legislativa el 10 de diciembre
pasado fue no solo una alocución de brevísima duración de no más de 25 minutos
sino que fue una llamativa pobreza intelectual y conceptual como pocas veces se
dio en este tipo de hechos tan importante para un país cuando se asume la
presidencia de una Nación.
Lo hemos leído completo y
son apenas 5 hojitas y media en tamaño A4 y llama poderosamente la atención lo
escaso y pobrísimo de su contenido político, económico y social. Y no es solo
una crítica severa sino una falta de
consideración y falta de respeto al pueblo tanto al que lo votó como al
que no lo votó. Cuando un presidente asume la primera magistratura del país, su
primer discurso debe estar dedicado a explicar su verdadero plan de gobierno,
sus metas y objetivos estratégicos, su política exterior, su sistema de
alianzas, su política social y de desarrollo integral del país en una serie de
enunciados y propuestas que deben constituir su programa de gobierno . Solo
hizo menciones sobre cuestiones generales, en forma elíptica como si se lo
hubieran preparado del sitio web "Rincón del Vago". Habló tan poco y
no dijo nada que sea recordado como un discurso histórico. Sí, pasará a la
historia como el más corto de todos los presidentes que toman el cargo.
Sus tres líneas de su
gobierno y que son de cumplimientos imposibles son tres: pobreza cero, derrotar
al narcotráfico y unir a los argentinos. Para alcanzar pobreza cero implica
desarrollar una administración de un nivel como nunca tuvo la Argentina y eso
significa modificar de raíz las formas en que se distribuye el ingreso en
nuestro país, realizar cambios estructurales en la organización económica de
una magnitud y de una profundidad tan grande que un gobierno de derecha jamás
lo va a realizar porque se trata de tocar y de poner en el orden del día la
cuestión de la propiedad de los medios e instrumentos de producción ya que si
no se cambia la base económica sobre la que asienta el modo de producción
capitalista en la Argentina, la pobreza seguirá existiendo eternamente.
El segundo objetivo de
derrotar al narcotráfico es una utopía que no resiste el menor análisis porque
si bien es lo toma como una prioridad de su gobierno, sus ocho años de Jefe de
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, no hizo nada al respecto y estamos ante
un flagelo y una situación que debe atacarse depurando las fuerzas de seguridad
y utilizarlas para proteger las fronteras, los negociados y no tenerlas para
reprimir protestas sociales.
Por último, su idea de unir
a los argentinos es muy loable, pero quien va a ir por el camino del ajuste, la
represión, la destrucción de todo lo bueno del gobierno anterior y por más que
el crea que el país está dividido, sí lo está porque así quedó evidenciado en
el ballotage y también en buena parte del pueblo que no lo votó. La derecha solo
puede unir a sus pares, a sus sostenedores, a su plutocracia dirigente y sus
organizaciones afines. Todo lo demás es pura habladuría de alguien que no tiene
interés en unir sino a aquellos para los cuales va a gobernar y que son el
conjunto social que económica y políticamente fue el núcleo central que lo
llevó a la presidencia. Algunos sectores populares que lo votaron, sentirán
enseguida las consecuencia de este error imbuido por la feroz propaganda contra
el gobierno anterior y el ocultamiento de todas la historia de delitos
económicos y políticos cometidos por muchos de los actuales ministros.
En su primer mensaje dijo
que hay que tener "osadía de ideas" y leyéndolo detenidamente no
aportó ninguna nueva y esto es así porque ellos nunca dicen lo que van a hacer.
Todo se lo guardan en secreto y cuando las condiciones lo habilitan, lanzan las
primeras medidas que son las que esperaba la burguesía dominante de la
Argentina.
Cuando dice que quiere de
todos incluyendo a la izquierda, ¿a quién pretende embaucar? ¿Va a aceptar una
propuesta de izquierda? Ni en los sueños de ningún militante de izquierda puede
aventurarse semejante propuesta. Es otro globito arrojado al aire para ver si
alguno puede atraparlo. Y con la composición de su gabinete, menos que menos.
Esto no es llamado a la unidad, es intentar provocar divisiones en la izquierda
porque todo lo tenemos que decirle será para resistir y luchar contra su
gobierno que será un verdadero gobierno plutocrático y oligárquico en plena
correspondencia con el significado de estas dos palabras que en el lenguaje
político argentino ha sufrido deformaciones tremendas y sin embargo este nuevo
gobierno que asume las está poniendo en su justo lugar: gobiernan los
millonarios para unos pocos. Y si seguimos avanzando un poquito más podemos
definir al nuevo gobierno de Macri como un gobierno marxista al revés porque
hará más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.
DISCURSO COMPLETO DE MAURICIO
MACRI ANTE LA ASAMBLEA LEGISLATIVO AL ASUMIR COMO PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
ARGENTINA, 10 DE DICIEMBRE DE 2015
Señores jefes de Estado, representantes de
delegaciones extranjeras, invitados especiales, autoridades de la Corte,
señores gobernadores, miembros del Congreso reunidos en Asamblea;
especialmente, queridos argentinos: hoy se está cumpliendo un sueño, termina
una época completa sin violencias y esto, que parecía tan difícil, se hizo
realidad. Por eso, hoy más que nunca, les tengo que decir que tenemos que ser
optimistas respecto de nuestra esperanza y de nuestro futuro.
Quiero reiterarles un mensaje de confianza,
decirles que este gobierno que iniciamos hoy va a trabajar incansablemente los
próximos cuatro años para que todos los argentinos, especialmente aquellos que
más nos necesitan, al terminar, estén viviendo mejor. Hoy me han elegido para
ser presidente de la Nación y me llena de alegría y de orgullo. Pero quiero
decirles que voy a ser el mismo, aquel que esté cerca, que escuche, que les
hable sencillo, con la verdad, que comparta sus emociones y que recuerde
siempre que no es infalible. Y como presidente quiero ser un ciudadano que se
pueda comunicar con todos los argentinos para transmitirles mis dudas, mis
certezas, mis ideas, mi esperanza y todas mis ganas de hacer.
Como les dije en la campaña, para mí la
política no es una competencia entre dirigentes para ver quién tiene el ego más
grande. Es el trabajo entre dirigentes modernos que trabajan en equipo para
servir a los demás. La política no es tampoco el escenario en que algunos
líderes mienten para engañar a la gente y al mundo con datos falsos. Quiero
pedirles que nuestro lugar de encuentro sea la verdad y que podamos reconocer
cuáles son nuestros problemas para que juntos encontremos las mejores
soluciones.
No me alcanzan ni existen palabras para
describir el enorme agradecimiento que tengo hacia todos aquellos que
trabajaron incansablemente, que me acompañaron todo este tiempo para que yo hoy
esté acá.
Quiero agradecer a todos mis compatriotas
porque los siento parte de un camino común y porque decidieron darme el honor
de ser presidente. Yo voy a poner lo mejor de mí para que esa decisión
beneficie a todos. Veo al país como un gran equipo conformado por millones de
seres esperanzados y a ellos les ofrezco, agradecido, mi mejor esfuerzo.
En el siglo pasado la sociedad privilegiaba
liderazgos individuales en todos los ámbitos; en la empresa, en la ciencia, en
la academia, en la política, en todos los campos de la actividad humana se
buscaban genios que lo resolvieran todo. En el siglo XXI hemos entendido que
las cosas salen bien cuando se arman equipos, se combinan los esfuerzos, el
profesionalismo, la experiencia y las buenas intenciones de muchas personas.
A lo largo de mi vida, en el ámbito del
deporte, en los ocho años que tuve el honor de conducir el gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires pude armar buenos equipos que construyeron soluciones
concretas para los problemas de la gente.
En este nuevo desafío, para hacer los cambios
a los que nos comprometimos, necesitamos armar equipos diversos, sumar visiones
distintas de nuestra realidad.
Argentina es un país con enormes diversidades.
En cada provincia, en cada lugar se han desarrollado distintas formas de ver la
realidad. Estas deben integrarse en un país unido en la diversidad.
Queremos el aporte de todos, de la gente que
se siente de derecha y de la gente que se siente de izquierda, de los
peronistas y de los antiperonistas, de los jóvenes que están en la edad de la
trasgresión y de los mayores que aportan su experiencia, porque precisamente
esa diversidad es la que nos enriquece y nos hace mejores.
Todo esto reconozco que puede sonar increíble
después de tantos años de enfrentamientos inútiles. Pero es un desafío
excitante. Es lo que pidieron millones de argentinos que estaban cansados de la
prepotencia y del enfrentamiento inútil.
El país tiene sectores que piensan de
diferentes maneras, pero no está dividido. Los ciudadanos votaron como
quisieron, unos apoyaron nuestra visión y otros respaldaron a otros candidatos.
Eso nos alegra porque pudieron elegir en libertad. Pero ya pasaron las
elecciones. Llegó el momento en el que todos debemos unirnos para crecer y
mejorar, para que nuestro país avance.
La mayoría de los argentinos que votó por
nuestra propuesta lo hizo basada en tres ideas centrales. Ellas son: pobreza
cero, derrotar el narcotráfico y unir a los argentinos. (Aplausos.)
Hablar de pobreza cero es hablar de un
horizonte, de la meta que da sentido a nuestras acciones. Nuestra prioridad
será lograr un país donde cada día haya más igualdad de oportunidades, en el
que no haya argentinos que pasen hambre, en el que todos tengamos la libertad
de elegir dónde vivir y desarrollar nuestros sueños.
Quiero darles una vez más la confirmación de
que vamos a cuidar a todos. El Estado va a estar donde sea necesario para cada
argentino, en especial para los que menos tienen. (Aplausos)
Vamos a universalizar la protección social
para que ningún chico quede desprotegido. (Aplausos.)
Vamos a trabajar para que todos puedan tener
un techo con agua corriente y cloacas y vamos a urbanizar las villas para
transformar para siempre la vida de miles de de familias. (Aplausos.)
Pero para que haya en realidad pobreza cero
necesitamos generar trabajo, ampliar la economía, aprovechar los enormes
recursos naturales y humanos que tiene la Argentina. Vamos a cuidar los
trabajos que hoy existen, pero sobre todo a producir una transformación para
que se multipliquen las fuentes de trabajo porque esa es la única forma de que
haya prosperidad donde hoy hay una pobreza inaceptable.
El desarrollo de la Argentina llegará a través
de una inversión inteligente y expansiva, que mejore la infraestructura, ponga
las bases para el crecimiento de la producción, traiga oportunidades y genere
la prosperidad que merecemos.
Otro de los grandes desafíos que va a tener
nuestro gobierno es el de combatir el narcotráfico como ningún otro gobierno lo
hizo antes. (Aplausos.) Miles de personas a lo largo de todo el país me
transmitieron su profunda preocupación por este tema. Hay jóvenes que matan y
mueren sin saber por qué, actuando bajo los efectos del paco y de la droga. La droga
arruina la vida de familias enteras. No podemos resignarnos ni aceptar esta
realidad como algo natural. Vamos a encarar este tema de frente y vamos a
trabajar con inteligencia y decisión para devolver tranquilidad y seguridad a
las familias argentinas en todo el país.
Aunque el narcotráfico ha crecido en los
últimos años de manera alarmante estamos a tiempo de impedir que se consolide.
El tema es difícil y complejo, pero vamos a crear los mecanismos necesarios que
nos permitan llegar a la solución que queremos. La forma de lograr estos
grandes objetivos es simple: el diálogo, el respeto, la suma de visiones son
objetivos comunes, y su realización requiere como paso fundamental que nos
unamos para alcanzarlos. Ese objetivo, el de unir a los argentinos, el de poner
nuestros puntos en común sobre nuestras diferencias integrándolas y
respetándolas, es la clave de la construcción de la Argentina del siglo XXI a
la que nos encaminamos hoy.
Se viene un tiempo nuevo: el tiempo del
diálogo, del respeto y del trabajo en equipo; tiempo de construcción con más
justicia social. Repetidamente a lo largo de la historia hemos vivido muchas
divisiones, la confrontación nos ha llevado por caminos errados. Somos pasionales
y es bueno serlo, pero a veces esa pasión nos tiende una trampa: crea
conflictos innecesarios, genera fanatismos que tantas veces nos arrastraron a
la violencia, a la incapacidad de razonar y a la falta de amor. (Aplausos.)
Tenemos que sacar el enfrentamiento del centro
de la escena y poner en ese lugar el encuentro, el desarrollo y el crecimiento.
En la pelea irracional no gana nadie, en el acuerdo ganamos todos. Para
trabajar juntos no hace falta que dejemos de lado nuestras ideas y formas de
ver el mundo, tenemos que ponerlas al servicio de nuestro proyecto común y
lograr la construcción de un país en el que todos podamos conseguir nuestra
forma de felicidad.
Podemos pensar de distinta forma pero la ley
debe ser respetada. Una cosa es tener distintas visiones, ideas y propuestas;
otra, avasallar las instituciones con proyectos personalistas o hacer uso del
poder en beneficio propio. Ahí no hay una cuestión de opiniones diversas: se
trata de la transgresión de la ley. El autoritarismo no es una idea distinta,
es el intento de limitar la libertad de las ideas y de las personas.
(Aplausos.)
Este gobierno va a saber defender esa libertad
que es esencial para la democracia. Aspiramos a un nacionalismo más sano, que
no se logra partiendo del rencor, la enemistad, la lucha permanente o la
demonización del otro. El verdadero amor por el país es antes que nada amor y
respeto por su gente, por toda su gente. (Aplausos.) La patria es más que sus
símbolos. Somos las personas que vivimos en ella, a las que hay que cuidar,
ayudar y desarrollar.
Quiero hacer especial énfasis en otra
intención básica del período que hoy empieza. Este gobierno va a combatir la
corrupción. (Aplausos.) Los bienes públicos pertenecen al conjunto de los
ciudadanos y es inaceptable que un funcionario se apropie de ellos en beneficio
propio. Voy a ser implacable con todos aquellos que de cualquier partido o
filiación política, sean propios o ajenos, dejen de cumplir lo que señala la
ley. No habrá tolerancia con esas prácticas abusivas. No hay principio
ideológico que pueda justificarlas. Los bienes de la Argentina son para todos
los argentinos y no para el uso incorrecto de los funcionarios. (Aplausos.)
Otro pilar importante de nuestro gobierno será
liderar una revolución en la educación pública; porque la calidad educativa es
necesaria para impulsar el crecimiento nacional, pero también es lo que nos va
a garantizar que los chicos el día de la mañana puedan elegir cómo quieren
vivir y en qué lugar del país hacerlo.
Vamos a trabajar para inspirar en todos, una
ética del crecimiento y la superación. Ahí es donde nuestra sed de conocimiento
va a encontrar un espacio para celebrar la fiesta de la creatividad y la
innovación. El conocimiento es un factor clave para que nuestra potencialidad
individual y colectiva se transforme en una realidad concreta.
Queremos dar lo mejor a todos nuestros hijos y
por eso vamos a dedicarle a este objetivo nuestro mejor esfuerzo, y para
lograrlo vamos a darle más prestigio y valor a la vocación docente, más
protagonismo a quienes elijan dedicarse a ella. (Aplausos.) No se trata de
recuperar la educación argentina; se trata de crear una educación amplia,
inclusiva, atenta a su calidad y acorde a las realidades del siglo XXI.
Este nuevo siglo ha traído nuevas posibilidades
y nuevos desafíos al mundo entero. No podemos seguir pensando en la educación
con las ideas y los objetivos del pasado. Tampoco podemos creer que el trabajo,
la salud, la seguridad, el diálogo o nuestra forma de votar pueden ser seguir
pensándose y gestionándose con ideas viejas. Hay que mejorar todo lo que haya
que mejorar. Hay que animarse a responder con recursos nuevos a nuestros
problemas. Hace falta osadía de ideas, osadía de invención y atrevimiento de
proyectos nuevos y distintos.
La entrada al siglo XXI, que la Argentina en
cierto sentido ha retrasado, es una gran responsabilidad de este gobierno y es
un motivo de gran excitación, de gran entusiasmo. Invitamos a todos a sumarse a
esta apasionante tarea de ser pioneros de un mundo nuevo. Queremos que la
Argentina entre en el siglo XXI incorporando políticas de gobierno abierto.
Esconder y mentir sobre nuestra realidad es una práctica que nos ha hecho
mucho, mucho daño. (Aplausos.) Una práctica que enturbia y entorpece los
procesos de la gestión pública.
La colaboración y el diálogo libre al que
aspiramos, la participación de todos los sectores y protagonistas de nuestra
vida nacional requieren transparencia, que la información del gobierno sea
puesta a la luz del día y accesible a todos. Solo haciendo públicos la
información, los planes y objetivos vamos a poder sumar a cada argentino que
quiera aportar su talento y su capacidad.
Quiero aprovechar este mensaje inaugural para
expresar también mi total apoyo a la justicia independiente. (Aplausos.) En
estos años fue un baluarte de la democracia e impidió que el país cayera en un
autoritarismo irreversible. En nuestro gobierno no habrá jueces macristas. No
existe justicia ni democracia sin justicia independiente, pero hay que
acompañar a la justicia en un proceso en el que se limpie de vicios políticos.
No puede haber jueces militantes de ningún partido. (Aplausos.) No puede haber
jueces militantes de ningún partido. A quienes quieran serlo les decimos
claramente: no son bienvenidos si quieren pasar a ser instrumentos nuestros. La
justicia está para ayudar a las personas a resolver sus conflictos con la
aplicación debida de la ley, y tiene que hacerlo con celeridad. Justicia tardía
no es justicia. (Aplausos.) Habrá que dotar a la tarea de la justicia de
recursos actualizados para que sus procesos estén a la altura de la realidad
que vivimos, a las nuevas exigencias de una Argentina que despega.
Desde hoy, con Gabriela y todo nuestro equipo,
vamos a hacer el mayor de los esfuerzos para que los habitantes de esta tierra
rica y hermosa puedan vivir cada día mejor, porque eso es la política para
nosotros. Quiero ser el presidente que pueda acompañarlos en su crecimiento; el
presidente del desarrollo del potencial de cada argentino, del trabajo en equipo,
de la igualdad de oportunidades; el presidente de la creatividad y la
innovación; el presidente de la integración y la colaboración entre distintos
sectores; el presidente del trabajo, de las soluciones de una Argentina unida y
de pie.
Aprovecho para darles un mensaje a nuestros
hermanos de América y del mundo. Tenemos una visión nueva de la política. Somos
hijos de este tiempo y tratamos de comprenderlo sin prejuicios ni rencores.
Creemos en la unidad y la cooperación de América Latina y el mundo. (Aplausos.)
Creemos en la unidad y la cooperación de América Latina y el mundo, en el
fortalecimiento de la democracia como única posibilidad de resolver los
problemas de sociedades diversas. Es necesario superar el tiempo de la
confrontación. Por supuesto que sostendremos todos nuestros reclamos soberanos
y nuestros valores sin que eso impida un normal relacionamiento con todos los
países del mundo.
Quiero saludar especialmente a los candidatos
que compitieron con nuestra fuerza en las recientes elecciones: Daniel Scioli,
Sergio Massa, Margarita Stolbitzer, el Adolfo Rodríguez Saá, Nicolás del Caño.
(Aplausos.). Estamos unidos por la vocación democrática y por el sueño de ver
una Argentina desarrollada. Sé que estamos más juntos que distantes. Y también
quiero saludar a cada gobernador e intendente electos, y decirles que cuentan
conmigo para llevar a cabo la tarea de mejorarle la calidad de vida a cada
ciudadano, y yo también sé que cuento con ustedes. (Aplausos.)
Quiero terminar una vez más diciéndoles el
mensaje central que quiero transmitirles hoy. Convoco a todos a aprender el
arte del acuerdo. Desafiemos todo lo que alguna vez nos haya confundido. Está
en nuestras manos y en las de todos nosotros superar las situaciones que nos
hayan separado y desviado del camino del crecimiento.
Arturo Frondizi dijo una vez: por su magnitud,
el desafío que nos aguarda no es cosa de una persona ni de un grupo de
personas; es tarea de todo el pueblo argentino e implica también una
responsabilidad compartida por todos. (Aplausos.) Lo cito porque creo
profundamente en esas palabras. Al país lo vamos a sacar adelante entre todos.
No dudo de nosotros. El deseo de progreso fue la base de nuestra Nación. Todo
lo que somos fue hecho por personas que apostaron, con un optimismo
inteligente, por el resultado de su trabajo. Lo que da sentido a nuestras vidas
es esa aventura de crecimiento. Vivámosla juntos. Es una aventura
extraordinaria.
Quiero decirles por último que siempre voy a
ser sincero con ustedes. Creo que es la base de la confianza que me tienen y
que pretendo preservar e incrementar. Y parte de esa sinceridad es decirles que
los desafíos que tenemos por delante son enormes y que los problemas no los
vamos a poder resolver de un día para el otro; pero las grandes transformaciones
se hacen dando pequeños pasos todos los días; y eso, les aseguro, nos llevará a
estar cada día un poco mejor.
Cuento con ustedes para gobernar. Necesito de
su aporte. Necesito que nos marquen nuestros errores, porque sabemos que no
somos infalibles. Y tenemos un enorme compromiso con hacer, con hacer mucho. Y
hemos aprendido que cuanto uno cada vez más hace, más se equivoca. Por eso es
ahí donde los necesito, porque esto lo hacemos juntos.
Y quiero decirles desde el fondo de mi corazón
que estoy convencido de que si los argentinos nos animamos a unirnos, seremos
imparables. (Aplausos.)
¡Vamos juntos, argentinos! ¡Vamos Argentina!
¡Vamos Argentina! Muchas gracias.
(Aplausos.)