El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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viernes, 13 de septiembre de 2013

SIRIA Y LOS BOMBARDEOS DE ESTADOS UNIDOS



SIRIA Y LA HISTORIA SINIESTRA DE LOS BOMBARDEOS DE LOS EE.UU.

Por Sergio Daniel Aronas – 13 de septiembre de 2013

La próxima aventura militar de los Estados Unidos contra la República Árabe Siria se enmarca en que para la política exterior del imperialismo la solución de conflictos mundiales únicamente se puede resolver sobre la fuerza bruta de los bombardeos indiscriminados, ya que no respetan si mueren mujeres, niños, ancianos o se destruye el patrimonio histórico cultural de esta nación milenaria.

La agresión que los Estados Unidos está intentando llevar a cabo buscando aliados que los acompañen en su nueva escalada bélica, nos lleva a redefinir qué es el imperialismo para que se entienda de qué estamos hablando. En las condiciones actuales de la situación internacional donde el unilateralismo del imperio marca desgraciadamente la tendencia de los destino del mundo porque hoy no existe un campo socialista que pueda enfrentarlo y las Naciones Unidas no se atreven a decirle que los métodos imperialistas para la resolución de los conflictos no sirven para nada, el imperialismo hoy no es otra cosa que una podrida maquinaria militarista y genocida de destrucción masiva que tiene un sangriento historial de bombardeos atroces que forma parte de sus obras macabras del terror. Pero no solo lo es en el campo estrictamente militar. Su diplomacia, su gobierno, sus agencias de inteligencia son otra una máquina de mentir masiva y escandalosamente porque no pueden argumentar absolutamente sobre las causas que motiva una nueva movilización de su flota y de sus aviones de combate para castigar al pueblo de Siria porque este gobierno supuestamente utilizó armas químicas en la guerra que libra con el llamado “Ejército Sirio Libre”. La guerra desatada desde el exterior se corresponde con la doctrina Bush de “cambio de régimen” cuando elaboró toda una plataforma para la destrucción de la Revolución Cubana y la reconquista de la isla. Toda la historia del imperialismo ha sido y sigue siendo una catarata de mentiras para justificar lo injustificable que es el inicio de un ataque combinados de misiles contra una nación que jamás ha realizado actos de hostilidad a los Estados Unidos ni han proferido amenazas de ninguna clase.

Desde que el imperialismo estadounidense “debutó” internacionalmente con su guerra de conquista contra México allá en 1846 en el siglo XIX por el conflicto en Texas y el descubrimiento del oro de California, también esgrimieron ridículos argumentos para cercenarle y amputarle casi dos millones de kilómetros cuadrados, entre los que se encuentran los estados de Utah, Nevada, California, Texas, Nuevo México, Arizona, parte de Colorado, Oklahoma y Kansas, es decir que México perdió un territorio equivalente al de la Argentina.  

Lo mismo sucedió con el hundimiento del acorazado Maine anclado en el puerto de La Habana y que el gobierno que sirvió de causa para intervenir en la guerra que el ejército libertador cubano estaba llevando a cabo contra el dominio español. Los cubanos no necesitaban de los Estados Unidos para terminar su obra de la independencia y sin embargo invadieron la isla y se autoproclamaron vencedores de una contienda que no de ellos pero les significó la conquista de Cuba, de Puerto Rico, las Filipinas y las islas Hawaii en una operación conjunta con lo que marco la nueva era imperial del nuevo siglo que se venía. A Cuba le impusieron la humillante enmienda Platt que asegura la intervención imperial en los asuntos cubanos.

La larga lista de bombardeos realizados por los Estados Unidos con el fin de derrocar gobiernos que no convenían sus intereses o contra países con los cuales estaban en situación de beligerancia atacan objetivos civiles, constituyen los motivos más importantes para esgrimir el acta de acusación al imperialismo por crímenes de lesa humanidad.

Haremos una breve mención de los que consideramos los más terribles ataques aéreos y marítimos a escala genocida realizada por los Estados Unidos. Esta historia terrorífica vienen desde la Segunda Guerra Mundial donde la aviación tiene un papel fundamental en la doctrina militar de los Estados Unidos, como la fuerza decisiva en el campo de batalla porque es la que despeja el camino para la avanzada de las fuerzas terrestres tanto blindada como las divisiones de infantería. Es la fuerza que ablanda y neutraliza la capacidad combativa del enemigo y hay muchos ejemplos de ello, sobre todos en las dos guerras del Golfo en 1991 y 2003.

1) Una de las primeras acciones punitivas de los imperios criminales de Occidente fue el inútil bombardeo a la ciudad alemana de Dresde en febrero de 1945 donde la aviación anglo-norteamericana redujo a cenizas toda la ciudad que no representaba ninguna amenaza para aliados. La devastación de museos, monumentos, iglesias, edificios históricos de la época del barroco fue total.

2) Un mes después, en marzo, tuvo lugar el que se conoce como el mayor bombardeo de la historia con la destrucción de Tokio como forma de exigirle la rendición al imperio japonés y en el que murieron alrededor de 135 mil personas, mucho más que el bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki tonadas individualmente.

3) Precisamente los lanzamientos de la bombas atómicas a dichas ciudades japonesas fueron el mayor crimen de guerra cometido por los Estados Unidos que aun no solo no perdonaron ni se arrepintieron de este acto bestial sino que gente como el físico Edward Teller toda su vida reivindicó los bombardeos nucleares sobre dichas ciudades nipones.

4) Luego de la Segunda Guerra Mundial, un nuevo conflicto derivado de ella estalló en junio de 1950 en lo que fue la guerra de Corea hasta julio de 1953. Nuevamente la participación de los Estados Unidos encabezando una coalición de naciones capitalistas contra la comunista Corea del Norte, la llevó a ejecutar en forma brutal contra la población civil una serie de bombardeos indiscriminados que provocaron la destrucción de cientos de ciudades de Corea del Norte infligiéndole a este país la pérdida nunca antes vista de más del 30% de la población civil en una proporción jamás vista en la historia y los jefes militares como Curtis LeMay, el mismo diseñó el bombardeo nocturno de Tokio y que años más tarde durante la presidencia de Kennedy quería borrar del mapa a Cuba en medio de la crisis de los misiles de 1962, se vanagloriaba por los resultados de sus ataques (Pueden consultar a: http://www.globalresearch.ca/inventing-a-north-korean-threat-attacking-north-korea-or-iran-could-precipitate-a-global-war/5331207)

5I Luego le toca el turno a un país hermano de Latinoamérica cuando en 1954 Guatemala fue invadida y bombardea por la aviación norteamericana para sacar del poder a Jacobo Arbenz porque atreverse a nacionalizar a la inmaculada e intocable United Fruit, en cuyo directorio figuraban las más importantes figuras de la política exterior y de la diplomacia de los Estados Unidos. Este ataque sanguinario contra un país que no tenía fuerza aérea fue un desquicio del imperialismo y el presidente tuvo que renunciar pidiendo asilo en la embajada de México y de esa forma cesó la destrucción del país. Los conquistadores se deleitaron con esta “victoria” como un nuevo triunfo del “mundo libre”. ¡Qué maravilla! (Ya escribiremos una nota sobre Guatemala porque su historia grande lo merece).

6) El acta de acusación contra el imperialismo y sus criminales bombardeos continúa con su monstruosidad destructiva en la guerra de Vietnam desde 1962 hasta 1975, donde regaron de napalm y con millones de bombas todo su suelo impidiendo que pueda ser usado para la agricultura y la ganadería por las devastadoras contaminaciones que han quedado y que durarán miles de años. Frente a actos de tanta criminalidad, el pueblo vietnamita y sus fuerzas armadas resistieron de una manera indomable, saliendo victoriosos en una guerra que significó la más humillante y desastrosa derrota militar del arrogante imperio estadounidense. Ni siquiera la magnitud de una derrota tan demoledora ha hecho revertir las doctrinas del intervencionismo en el mundo. Al Presidente Jimmy Carter a quien el tocó superar el síndrome de Vietnam, dio la orden para la creación de la Fuerza de Despliegue Rápido, es decir, un cuerpo especializado en acciones subversivas y de terrorismo para estar en todo el mundo.

7) Ya bajo la presidencia de Ronald Reagan la maquinaria de guerra del imperio cobra nuevos impulsos cuando en marzo de 1983 anuncia la Iniciativa de Defensa Estratégica y estrena en octubre de ese año a las fuerzas de intervención rápida en la isla de Grenada derrocando por medio de otro feroz bombardeo al gobierno revolucionario del Movimiento Nueva Joya.

8) Reagan continuó su campaña militar con el bombardeo contra Libia por su participación en un atentado de una discoteca de Berlín donde había muchos soldados estadounidenses. Con pretexto movilizó a su flota del Mediterráneo que atacó varias ciudades libias, entre ellas Trípolí, donde murió una hija adoptiva de Muamar Ghaddafi y cientos de víctimas por los ataques aéreos.

9) La era George Bush (padre) estuvo marcada por dos hechos que marcaron a fuego su presidencia. En diciembre de 1989 ordenó la invasión a Panamá en la que los bombardeos aéreos de los puntos estratégicos del país fueron la antesala de la sangrienta intervención militar provocando miles de muertos, muchos de ellos civiles. En enero de 1991, en el marco de la operación de “liberación” de Kuwait invadida por decisión de Saddam Hussein, fue el descomunal bombardeo contra Irak donde los jefes militares estadounidenses que comandaban la coalición estaba desesperados en poner a prueba su nueva estrella en el arte del bombardeo estratégico como el caza invisible F-117. El ejército iraquí fue destrozado en todas sus líneas, el país bombardeo, la imposición de una zona de exclusión aérea en su propio territorio y las sanciones económicas y crediticias provocaron una crisis humanitaria colosal que Naciones Unidas negociaron una salida a la crisis mediante el plan petróleo por alimentos. Más de un millón de personas murieron como consecuencia de las nuevas condiciones impuestas al pueblo iraquí por su aventura militar en Kuwait, un precio extremadamente por las alto que tuvieron que pagar por las extravagancias de un gobierno aventurero.

10) Con el Bill Clinton en la presidencia, la ola de bombardeos llegó a sus niveles de mayor cinismo y crueldad. Este presidente se la pasó bombardeando país que se le venga en gana y su primer acto de política internacional al día siguiente de asumir su mandato, ordenó autorizó un ataque aéreo en la zona de exclusión en Iraq, país que bajo Clinton sufrió reiterados incursiones de los cazas estadounidenses. Sudán, Afganistán y Somalía, es decir tres “grandes potencias militares” que pueden poder en riesgo la seguridad nacional de los Estados Unidos, fueron sucesivamente atacadas por orden directa de Bill Clinton como tapadera a sus desastres como presidente en su famoso caso con la estudiante.
Pero el gran fracaso imperialista de los años de Clinton fue su invasión a Somalía de la que salieron derrotados pese a bombardear reiteradamente el país que se sublevó en masa contra los invasores estadounidenses.
Esta presidencia se caracterizó por estrenar una nueva doctrina militar que hizo gala de los desastres y muertes por doquier: se trata la de los “bombardeos humanitarios” cuando la OTAN en marzo de 1999 intervino en la guerra civil yugoslava porque esta nación luchaba por sostener su país en el socialismo y era el último reducto comunista que quedaba en Europa Oriental. Y había que destruirlo de la forma que sea. Así nació de las fábricas de idea del imperio ese eufemismo hipócrita y catastrófico. El gobierno de Slovoban Milosevic resistió todo lo que pudo a los ataques de la OTAN y sus fuerzas armadas tienen el mérito de haber derribado el único avión stealth detectado por los antiguos radares de origen soviético que tenían el mando aéreo serbio. Los graves errores de los bombardeos de la OTAN masacrando civiles fueron denominados por estos caballeros como “daños colaterales”. Hoy el territorio de Kosovo es una gigantesca base militar de los Estado Unidos. Ahí tienen el resultado de los bombardeos por la “liberación” de Kosovo donde la ex Yugoslavia terminó descuartizada en una matanza promovida por el imperialismo en su conjunto. (Para más datos ver:  http://www.globalresearch.ca/la-criminalizaci-n-del-estado-kosovo-independiente-un-territorio-bajo-el-control-militar-de-eeuu-la-otan/8076).

11) Al término del mando del bombardero Bill Clinton, llega a la Casa Blanca, el más analfabeto presidente de la historia de los Estados Unidos, George W Bush, de escasos conocimientos intelectuales. Su administración fue sacudida por los ataques a las torres gemelas de Nueva York y el Pentágono en septiembre de 2001, en el primer año de su mandato, en una serie de acciones cuya verdad aun se desconoce porque la maquinaria de desinformación del imperio es tan poderosa que quizás nunca se conozcan los verdaderos motivos que impulsaron esos acontecimientos y porque. Ahora bien, la respuesta estadounidense no se hizo esperar ya que en octubre se lanzaron a la invasión de Afganistán bombardeándola día y noche con misiles lanzados desde buque, aviones y rampas terrestres para atrapar al supuesto autor intelectual de aquellos atentados. Con un país destruido por las bombas en más de 12  años de ocupación, batiendo el record de permanencia soviética (1979-1988), no solo no han logrado dominar por completo el territorio sino que la inestabilidad política y la crisis continúan agravándose día tras día.

12) Este mismo presidente cometió en marzo de 2003 el acto más ilegal y ilegítimo que se recuerde en los anales de la diplomacia y el derecho internacional, cuando ordenó la invasión militar a Iraq para derrocar a Sadam Hussein en el marco de su desfachatada “guerra global contra el terrorismo” bajo la falsa acusación de que Iraq poseía armas de destrucción masiva. Los bombardeos ejecutados con precisión diabólica por los misiles de los Estados Unidos y sus aliados provocaron el mayor desastre humanitario en vidas, sembrando la muerte en cada rincón del país. Recordemos que el nombre en clave para el inicio de la invasión con los ataques aéreos fue “shock y pavor” y los bombardeos devastaron a la nación árabe.
La invasión de Iraq puso en marcha por primera vez de la siniestra doctrina de Bush sobre el “cambio de régimen” que como todas las que gobiernan la política exterior de los Estados Unidos, que no sólo implicó el derrocamiento y posterior asesinato de Saddam Hussein (personaje que contó con gran apoyo del pacifista Jimmy Carter cuando lo alentó a lanzar la guerra contra Irán en septiembre de 1980), sino que provocó la muerte de más de un millón de personas, la huida al exilio de otros millones en calidad de refugiados, la destrucción del país y como consecuencia de todos estos desastres vino el irresponsable saqueo cultural y patrimonial del país
Hoy a diez años de la ocupación, el cuadro político y social en Iraq es dantesco. Otra magnífica demostración de lo grande que es la civilización occidental y cristiana.

13) El último punto que integra este acta de acusación al imperialismo por crímenes de guerra mediante los bombardeos de países que hacen pedazos a pueblos enteros, fue la demolición de la República Jamarihiya Árabe Libia Socialista, iniciada en marzo de 2011 y que terminó con la muerte de su Presidente Muamar Gaddhafi en octubre de ese año. Para aniquilar a todo el país y su pueblo, la OTAN volvió a la carga con furia premeditada con el fin de desalojar del poder a Gaddhafi, destruir todo lo construido en 40 años de gobierno y convertir otra vez a Libia en una colonia de los imperios europeos. Esta agresión militar fue ordenada por el presidente Barack Obama quien estrenó de la mejor manera posible su inmerecido Premio Nobel de la Paz en 2009 dejando un tendal de 50.000 muertos, 120.000 heridos, un rico país en ruinas para el deleite de los reconquistadores y reordenadores del mundo.    

Con este siniestro historial, con estos antecedentes, nuevamente el gobierno de los Estados Unidos, el único que tiene todas las armas de destrucción masiva capaces de destruir el planeta 100 veces, vuelve a sonar los tambores de guerra poniendo a su diplomacia y sus medios militares en máxima alerta y en estado de movilización para castigar y bombardear a Siria bajo acusaciones falaces que nadie puede creer.
El imperialismo necesita realizar el ajuste de cuentas contra uno de los países más potentes en lo militar que cuenta con experiencia de muchos años de guerra y que viene resistiendo desde hace dos años una agresión impuesta del exterior por la OTAN y los estados árabes del golfo Pérsico.

Las pretensiones imperialistas no pueden sostenerse ni en los discursos de Obama, ni en la intervención de su Secretario de Estado, John Kerry, y con su ultimátum lanzado dándole plazo de una semana para el gobierno sirio entregue sus armas. La amenaza de invasión está a la orden del día y por más que los Estados Unidos no cuenten con suficiente apoyo de algunos socios de la Organización Terrorista del Atlántico Norte (OTAN), ni lo autorice Naciones Unidas, poco puede importarle al gobierno estadounidense cuando ya tiene sus cohetes, misiles, proyectiles, tanques, aviones, buques y marines listos esperando la orden del presidente Obama.
Estados Unidos no tiene moral ni autoridad política para denunciar a otros países por el uso supuestos de armas químicas en un conflicto que ha sido provocado por los servicios especiales del imperio y sus socios petroleros del golfo Pérsico, es decir, auténticas dictaduras militares que solo se sostienen por el apoyo irrestricto de los millones de dólares que el gobierno estadounidense le roba a su pueblo.
Nadie como los Estados Unidos utilizó de manera bestial el arma química en un conflicto armado. Y sino ¿Qué fue el agente naranja con que los bombarderos imperialistas diseminaron por todo el territorio de Vietnam?

El peligro de una guerra total contra Siria como pasó con Libia está latente y las ganas que tienen tanto el gobierno de los Estados Unidos como algunos aliados de la OTAN para castigar al país árabe, se verifica por los discursos de los principales representantes del imperio. Castigar a Siria es un ajuste de cuentas histórico que tiene como principales protagonistas a Estados Unidos y a Israel para convertirse en los amos del Cercano Oriente, ya que se considera que en la actualidad las fuerzas armadas sirias son las más poderosas del mundo árabe y siempre fue un hueso duro de roer, especialmente desde que Israel en 1967 ocupó los Altos del Golán y hasta la fecha no han sido devueltos a los sirios porque se trata de zona estratégica para la seguridad de Israel y quizás nunca la devuelva ni por la vía diplomática ni por la propuesta de paz por territorios.

El presidente Barack Obama debe ser el primer Premio Nobel de la Paz que practica un culto a la guerra con un cinismo y un desconocimiento de la historia mundial y de su propio país como lo evidenció su discurso del 10 de septiembre pasado. En resumidas cuentas, habla de la paz a través de los bombardeos, lo que dicho de otra manera, no es otra cosa siniestra que “bombardearemos por la paz”, es decir, por la paz de los cementerios.

Pretender destruir a Siria, al margen del tipo de gobierno e instituciones que posea, sobre la cual cada uno podrá pensar lo que mejor le parezca, será destruir un país milenario dotado de un patrimonio arqueológico en toda su extensión. Siria es un país cuyo suelo se caracteriza por esa historia a la que contribuyeron los imperios de Grecia, Roma, Turquía y los pueblos árabes en siglos de evolución y no hay ciudad o pueblo que no tenga un sector o lugar que recuerde ese rico pasado histórico. Por esta razón, los llamados desesperados de la Unesco a detener la ofensiva militar de los Estados Unidos apuntan a preservar esas bellísimas antigüedades que serían arrasadas por los misiles de la OTAN. Por otro lado, no se puede confiar jamás en que los objetivos que tiene diseñado el alto mando imperialista solo sean militares. La experiencia de los bombardeos enumerados más arriba son una clara demostración que lo único que le interesa al imperio es probar la eficacia destructiva de sus bombas al margen de si sus ataques den o no en el blanco. ¿Y quién pagará las cuentas de la destrucción de Siria si llegara a producirse la agresión en ciernes? ¿Alguna vez será llevado un presidente de Estados Unidos al banquillo del Tribunal Penal Internacional por crímenes de guerra? ¿Quién le dio impunidad al imperio para bombardear los países que le plazcan? Creen que pueden hacer lo que quieren porque no firmaron el tratado que dio origen a dicho tribunal, pero se arrogan el derecho de acusar de dictadores a cualquier gobierno e incluso exigir que sean detenidos sus dirigentes para someterlos a los juicios internacional, hecho que con los Estados Unidos nadie se atreve a hacer.
Que la guerra no se desate no solo depende de la fuerza mundial de los países y pueblos  que se oponen a que Estados Unidos inicie las operaciones contra Siria, sino principalmente del pueblo estadounidense que se movilice para que una vez en su historia le diga no a las aventuras militaristas de sus gobiernos.

  
ANEXO DOCUMENTAL

DECLARACION DEL PARTIDO COMUNISTA SIRIO

El Partido Comunista Sirio llama a reforzar la resistencia nacional contra la ofensiva imperialista

El Partido Comunista Sirio se dirige a vosotros y vosotras, en estos días difíciles, para llamaros a cerrar filas y a hacer todos los esfuerzos necesarios para luchar contra esta agresión colonial brutal. El imperialismo mundial y su punta de lanza americana no han conseguido someter a Siria a través del embargo, del apoyo dado a operaciones criminales y subversivas de bandas terroristas que han cometido actos atroces, incluso terribles masacres, en base a la comunidad y la etnia. Estos grupos sabotean y destruyen la infraestructura económica del país, imponiendo leyes obscurantistas extranjeras al pueblo sirio, que se distingue por su apertura de espíritu y su tolerancia. Pensamos que el imperialismo americano está dispuesto a realizar una agresión militar, con sus aliados, bajo el pretexto de acciones realizadas por sus agentes y supervisadas por sus órganos de dirección.

Sí, parece claro que el imperialismo americano apoya su agresión bajo falsas acusaciones para justificar su acción. Esta potencia brutal nos acusa de crímenes que han sido cometidos por ella en todo el mundo bajo la bandera hipócrita de la «defensa del mundo libre y de la democracia». El recurso a las armas bacteriológicas y químicas por las fuerzas americanas en la guerra contra Corea, a mediados del siglo pasado, y el recurso de estas mismas armas en la guerra contra el movimiento de liberación del pueblo de Vietnam, por ejemplo el agente «Orange B» que hace que las mujeres en Vietnam todavía den a luz a niños con malformaciones cerca de cuarenta años después del fin de esta guerra en la que el imperialismo fue derrotado y humillado.

La máquina de guerra norteamericana ha utilizado el uranio enriquecido en la guerra contra nuestros hermanos de Irak, pero esto no les ha ayudado a mantener la ocupación y los invasores americanos han tenido que irse de la orgullosa Irak como las ratas que abandonan el barco. Todos los crímenes cometidos por el imperialismo americano, durante decenios, tendrían que hacer que se persiguiera a sus dirigentes, incluidos sus presidentes, ante un tribunal de guerra internacional, parecido al tribunal que juzgó a los responsables de la Alemania de Hitler. Los dirigentes imperialistas y sionistas, como los nazis, sufrirán la misma suerte, gracias a la lucha de liberación de los pueblos del mundo.

El valiente pueblo sirio, con su ejército, persevera en su resistencia patriótica heroica desde hace más de dos años, ante la guerra no declarada lanzada contra Siria. Va a oponerse, todavía con más fuerza, más resolución, a esta patente agresión militar. Se inspirará en los ejemplos heroicos, desde los constructores de Hattin[1] a los mártires de Maysolun[2], o en los héroes de la Gran revuelta siria de 1925.

La defensa del régimen nacional sirio, que no agacha la cabeza ante cualquier tipo de agresión, negándose a la humillación y la sumisión, es defender el país, su soberanía y su independencia.

En estas circunstancias difíciles para nuestro país así como para nuestro pueblo, deben realizarse todos los esfuerzos posibles para reforzar todos los frentes: político, militar y económico. El pueblo sirio no está solo en la lucha, tiene el apoyo de todos los pueblos libres del mundo.

¡Que la vergüenza y el descrédito caigan sobre el imperialismo y sus agentes!
¡Gloria a la noble resistencia patriótica!
¡Siria no se doblegará!

Traducción del francés, Boltxe Kolektiboa

Notas de la traducción francesa

[1] Victoria de Saladin en 1187 contra los cruzados, que sirvió para liberar a Jerusalem.
[2] Batalla perdida por los nacionalisstas sirios contra el colonizador francés en 1920.