El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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miércoles, 17 de abril de 2013

SOBRE MARGARET THATCHER


MARGARET THATCHER, LA BESTIA TRIUNFANTE DE LA CONTRARREVOLUCIÓN

Por Sergio Daniel Aronas – 17 de abril de 2013

Con la muerte de Margaret Thatcher quien fuera Primer Ministro de Gran Bretaña entre 1979 y 1990 desaparece el último bastión sobreviviente de la Guerra Fría cuya contribución histórica fue sin lugar a dudas, la de iniciar la contrarrevolución global del imperialismo primero en su país contra el movimiento obrero y luego a escala mundial en su cruzada contra el socialismo, el comunismo y todos los movimientos nacionales de liberación nacional. Como genuina vocera de los intereses más imperialistas del capital financiero, fue una verdadera marxista al revés por que como nadie lo hizo antes en su país, logró que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres gracias a su política impositiva.
Es absolutamente abominable que alguien como ella que hizo tanto daño se la quiera presentar como una heroína, como una patriota, como una persona que contribuyó al progreso de su país calificándola a la altura de grandes estadistas de la historia. La Thatcher no respetó a nada y a nadie, salvo a la aristocracia plutocrática terrateniente, industrial, bancaria y financiera para la que gobernó a sangre y fuego durante sus 11 años de mandato. Lo más trágico es la de presentarla como campeona de la libertad, cuando en realidad fue una enemiga de la libertad en su persecución a los militantes del IRA.  
No es nada lindo llamar a una mujer bestia, pero en el caso de esta señora nos tomamos una excepción porque tiene merecido esta denominación y el agregado de triunfante es un reconocimiento de que sus fines y métodos aplicados durante sus once años de gobierno, fueron una victoria de su política agresiva para beneficios de la clase capitalista de la que ella fue una eximia representante, baluarte y defensora. Con el poder en sus manos realizó el salvaje ajuste de cuentas con la poderosa clase obrera inglesa y sus sindicatos. Al mismo tiempo sus políticas conservadoras, como fundamento ideológico en el plano internacional, contribuyó de manera decisiva a la demolición del sistema de países socialistas de Europa Oriental señalando que la manera de destruir a la Unión Soviética no era por la competencia militar, sino por la vía económica ya que la URSS era no sólo una gran potencia nuclear sino un vastísimo territorio lleno de inmensas riquezas de todo tipo que en caso de que el comunismo desapareciera, daría la gran oportunidad a las multinacionales para apoderarse de los gigantescos recursos con que contaba el país soviético. Antes que el Papa, antes que Ronald Reagan, el anticomunismo visceral de la Thatcher apuntaba sus tiros contra el socialismo y como su fuente de inspiración de económica fue el sanguinario experimento de la dictadura fascista de Chile que de la mano del norteamericano Milton Friedman puso en marcha su programa monetarista para destruir todo lo bueno construido por la Unidad Popular en 1970 y 1973 para beneficio del pueblo pobre y desamparado. Ese fue uno de sus principales aliados y amigos, el genocida General Pinochet, a quien Thatcher tuvo el placer de saludar grandilocuentemente cuando estaba prisionero en Londres por crímenes de lesa humanidad.
Margaret Thatcher se va de este mundo sin pagar ni rendir cuentas por sus crímenes de guerra tanto en su país como en el enfrentamiento que tuvo con los militantes del Ejército Republicano Irlandés (Provisional) que encarcelados exigían un tratamiento diferente a los demás presos. La figura principal de este grupo fue Robert “Bobby” Sands quien habiendo sido elegido por el voto popular al Parlamento Británico, no solo no pudo asumir sus cargos legalmente constituidos sino que inició una huelga de hambre que conmovió al mundo por la justicia de los derechos que proclamaba y que suscitó fuertes protestas para el gobierno de Thatcher se siente a conversar con los miembros del IRA presos. La inflexibilidad y la perseverancia implacable de la Primer Ministro que no hizo lugar a ninguno de los pedidos que le llovían para que encontrar una solución y teniendo en cuenta que Bobby Sands ya había sido elegido como miembro de la Cámara de los Comunes, terminó con la muerte del líder irlandés el 5 de mayo de 1981 cuando apenas tenía 27 años y luego de 66 días sin ingerir alimento alguno. Una multitud impresionante acompañó el féretro. La huelga de hambre siguió y se llevó a otros 9 militantes más que la dirección del IRA ordenó terminar con esta medida. Recordemos los nombres de estos luchadores por la causa irlandesa que es poner fin a la ocupación británica de su país: Francis Hughes  , Raymond McCreesh, Patsy O’Hara            (INLA), Joe McDonnell, Martin Hurson, Kevin Lynch (INLA), Kieran Doherty, Thomas McElwee y Michael Devine. Muchos vieron las imágenes terribles de la cárcel Abu Graib de Iraq cuando los imperialistas norteamericanos destrozaron este con la invasión de 2003. La prisión donde estuvieron los militantes republicanos irlandeses era igual o quizás peor.
Así comenzaba la zaga criminal de Margaret Thatcher que continuaría con la liquidación del movimiento obrero inglés tras la larga huelga de los mineros en la que la bestia triunfante no cedió un milímetro a las justas peticiones de los trabajadores y obligó a su gabinete de ministros a mantenerse inflexibles, duros y no dar concesiones de ningún tipo.
Su actividad criminal se puso claramente de manifiesto cuando en la guerra de las islas Malvinas ella misma ordenó el hundimiento del crucero General Belgrano cuando estaba fuera de la zona de exclusión decretado por el mismo imperio británico, por lo tanto las reglas de combate establecidas prohibían atacar a cualquier nave fuera de esa zona. Sin embargo, borró con el codo lo que escribió con la mano y accediendo al pedido de la Fuerza de Tareas autorizó que el submarino nuclear Conqueror disparara los dos torpedos que llevaron al Belgrano al fondo del mar causando 323 muertos, de los cuales la gran mayoría marinos conscriptos de servicio militar obligatorio argentino.
El pueblo inglés debió pagar con la pérdida de sus trabajos, la política económica implantada por la Thatcher


El sociólogo estadounidense James Petras en su habitual participación en Radio Centenario de Montevideo (Uruguay) daba su punto de vista sobre la herencia y el papel jugado por M. Thatcher para la historia del siglo XX:
“Bueno, la importancia de Thatcher es central en la historia de los últimos 40 años, principalmente desde su gestión de primera ministra cuando lanzó una ofensiva y derrotó la mayor huelga sindical y la movilización de los mineros. Fue una lucha de gran trascendencia y el hecho es que Thatcher pudo derrotarla con la colaboración del Partido Laborista que no prestó apoyo y por la falta de solidaridad de otros sindicatos. En esa enorme lucha el sindicalismo sufrió una derrota y a partir de ahí Thatcher lanzó una ofensiva contra todo lo que representaba el Estado de bienestar. La derrota del sindicalismo militante en los primeros años de la década de 1980, luego la implementación de la política neoliberal, la desregulación de la Economía, el aumento del militarismo y, más que nada, el robo de todos los beneficios sociales. Ahora, más allá de los efectos negativos, el debilitamiento del movimiento obrero, el descrédito del sindicalismo amarillo y de las políticas laboristas, Thatcher creó un marco político-económico que sigue vigente hoy. Es decir, a partir de Thatcher ninguna otra iniciativa aparece para avanzar en la causa de los trabajadores. Thatcher, como su contraparte Ronald Reagan, abre un nuevo capítulo en nuestra historia: primero derrotando las fuerzas obreras y sindicales; segundo lanzando otro proyecto político que abrió paso a la concentración de ingresos, concentración de poder en el ejecutivo y la expansión de las grandes desigualdades con la idea de que ya el Estado no tiene responsabilidad en el bienestar de sus ciudadanos, que la idea es enriquecerse cualquiera que pueda de la manera que pueda. Ese es el legado que vive con nosotros hasta ahora, después de Thatcher hay un ínterin donde sale otro conservador y luego Tony Blair que es una adaptación laborista del thatcherismo, con la profundización de la desregulación, el aumento y el desequilibrio de economía en finanzas, la concentración de ingresos. Y lo mismo pasa en los Estados Unidos, después de Reagan vino Bush y luego Clinton, que hizo lo mismo que Blair, son como hermanos, implementaron la política de reducir el peso social de los trabajadores, reducir los gastos sociales y abrieron el paso a la especulación. Entonces Thatcher, Reagan, Blair y Clinton, los cuatro prepararon el camino a las grandes crisis y quiebras financieras, primero el crack del año 2000 con los dot.com, las especulaciones sobre la tecnología informática, y después con la quiebra financiera. Las crisis que vivimos ahora es otro legado de lo que fueron las iniciativas de Thatcher. Por lo tanto no solo debilitaron a las clases populares y concentraron el ingreso, sino que además crearon un modelo económico permanentemente en crisis y al final de cuentas el thatcherismo muerto generó una economía para los muertos” (Ver la página del diario electrónico Rebelión: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=166611&titular=%93thatcher-reagan-blair-y-clinton-prepararon-el-camino-para-las-grandes-crisis-y-quiebras-financieras%94).

El programa económico de su gobierno fue una guerra de agresión al pueblo trabajador de todo el Reino Unido combinando privatizaciones, impuestos, supresión de asignaciones sociales por parte del Estado con el de reducir el gasto público, lo que en buen romance significa reducción de salarios y como consecuencia de todo su plan más de 3.500.000 obreros y empleados perdieron sus puestos de trabajo, llevando el desempleo a niveles nunca soportado por los trabajadores ingleses. El estado de bienestar que entre los años cincuenta y sesenta del siglo pasado fue el orgullo de toda Europa Occidental y que pasó a conocerse como la Edad de Oro, bajo la era Thatcher el Consenso Económico y Social de Postguerra fue completamente suprimido con la mirada complaciente del Partido Laborista, supuestamente el partido que debería defender los derechos de los sindicatos y trabajadores. Sin embargo, durante los años del thatcherismo, los laboristas mostraron su verdadero rostro de ser un partido burgués más del sistema imperial, defendiendo los intereses privilegiados de su clase dominante. Y encima se le rinden honores de brillante estadista. Lo más terrible de todo es la presencia de Mijail Gorbachov, un execrable personaje que declaró que la Sra. Thatcher fue su gran amiga.

Parece que Gorbachov se ha olvidado de que Margaret Thatcher fue la más firme impulsora de la política de confrontación contra la ex Unión Soviética y demás países socialistas de Europa que integraban el Pacto de Varsovia y el COMECON, cuando aprobó sin ningún debate parlamentario la instalación de los misiles Pershing II y Crucero en su territorio en la reunión cumbre de la OTAN en diciembre de 1979. La política exterior del gobierno conservador de M. Thatcher estuvo marcada por su fanatismo anticomunista como lo prueba su discurso pronunciado en Houston, Estados Unidos en noviembre de 1991 un mes antes del colapso soviético donde reconocía el potencial económico de la ex Unión Soviética y que por lo tanto su poderío militar no era el problema para el imperialismo. De ahí la importancia que para ellos había que acabar con esta nación y provocar su demolición. Aquí van extractos de esa confesión demencial y que cumplieron al pie de la letra:

“La URSS es un país que supone una seria amenaza para el mundo occidental. No me estoy refiriendo a la amenaza militar, en realidad ésta no existía. Nuestros países están lo suficientemente bien armados, incluyendo el armamento nuclear.
Estoy hablando de la amenaza económica. Gracias a la economía planificada y a esa particular combinación de estímulos morales y materiales,
La Unión Soviética logró alcanzar altos indicadores económicos. El porcentaje de crecimiento de su Producto Nacional Bruto es prácticamente el doble que en nuestros países. Si añadimos a esto los enormes recursos naturales de los que dispone la Unión, con una gestión racional de la economía, son más que reales las posibilidades que tiene de expulsarnos del mercado mundial. [...]
Por eso siempre hemos adoptado medidas encaminadas a debilitar la economía de la Unión Soviética y a crear allí dificultades económicas, donde el papel principal lo jugó la carrera de armamentos.
Un lugar importante en nuestra política era la toma en consideración de las flaquezas de la constitución de la URSS. En el plano formal, ésta preveía la salida inmediata de la URSS por cualquier república que así lo desease, mediante la decisión de su Soviet Supremo y por mayoría simple.
Cierto que la realización de ese derecho era prácticamente irrealizable debido al papel cimentador del Partido Comunista y de los órganos de seguridad. Y a pesar de todo, en esta particularidad constitucional, teníamos potenciales posibilidades para nuestra política.
Por desgracia y pese a todos nuestros esfuerzos, durante largo tiempo la situación política en la URSS siguió siendo estable durante un largo periodo de tiempo. Teníamos una situación complicada, sin embargo al poco tiempo nos llegó una información sobre el pronto fallecimiento del líder soviético y la posibilidad de la llegada al poder, con nuestra ayuda, de una persona gracias a la cual podríamos realizar nuestras intenciones en esta esfera.
Esa era la valoración de mis expertos. Siempre propicié la formación de un grupo cualificado de expertos sobre la Unión Soviética y cuando la situación lo requería fomentaba la emigración de la URSS de los especialistas necesarios.
Esa persona era Mijaíl Gorbachov, a quien nuestros expertos calificaban como una persona imprudente, sugestionable y muy ambiciosa. Él tenía buenas relaciones con la mayoría de la élite política soviética, y por eso su llegada al poder, con nuestra ayuda, fue posible.
La actividad del frente popular no requería de grandes inversiones: hablamos de gastos en multicopistas y de respaldar económicamente a funcionarios Sin embargo lo que requería fondos considerables era el apoyo a las prolongadas huelgas de mineros. Grandes debates entre los exportes levantaba la cuestión sobre la candidatura de Borís Yeltsin en calidad de líder de ese frente popular con la perspectiva de su consiguiente elección al Soviet Supremo de la Federación de Rusia, en contrapeso al liderazgo de Gorbachov.
La mayoría de los expertos se pronunciaban en contra de la candidatura de Yeltsin, debido a las particularidades de su carácter y a su pasado. Sin embargo se produjeron los contactos correspondientes, los acuerdos y la decisión de forzar la candidatura de Yeltsin, fue la que definitivamente se adoptó. Aunque con gran dificultad, Yeltsin salió elegido Presidente del Soviet Supremo de Rusia y acto seguido se adoptó la declaración de soberanía de Rusia.
La cuestión era ¿de quién?, si la URSS fue en su día creada en torno a Rusia. No se entiende. Ese fue sin duda el comienzo de la desintegración de la URSS. A Yeltsin se le prestó una ayuda determinante durante los sucesos de agosto de 1991, cuando la cúpula que gobernaba la URSS bloqueó a Gorbachov, e intentó restablecer la integridad de la URSS.. Los partidarios de Yeltsin resistieron, y éste adquirió un poder real, significativo, aunque no total, sobre los órganos de seguridad
Todas las repúblicas de la Unión, aprovecharon la coyuntura para declarar su soberanía, aunque algunas lo hicieran de un modo un tanto sui géneris sin descartar su permanencia dentro de la Unión. De modo que ya se ha producido de facto la disolución de la Unión Soviética, aunque de jure, continúa existiendo. Pero les aseguro, que en los próximos meses recibirán la noticia de la formulación jurídica de la disolución de la Unión Soviética”.

Este texto es el único que existe en referencia a este discurso a partir de la traducción de un reportaje al ex académico y economista soviético Alexander Lukianov que se puede ver en youtube. En lo único que falló fue que no fueron meses, sino en un solo mes, Gorbachov firmó el acta de rendición de la URSS y su transformación en una máquina succionadora de todas las riquezas que describía la ex Premier británica. Se cumplió su sueño más preciado.

Margaret Thatcher será recordada por haber encabezado el gobierno más reaccionario y antiobrero de toda la historia británica y con el aplastamiento de las grandes huelgas mineras, la represión al IRA, la desnacionalización del sistema de empresas estatales, fueron medidas que constituyeron una experiencia sin precedentes, donde el desempleo (que es la primera consecuencia y la más grave que provocan los métodos capitalistas en la dirección económica) se agravó por la decisión de suprimir el subsidio a los trabajadores despedidos, con la consiguiente empobrecimiento y engrandecimiento de las grandes multinacionales. Fue esta política la que sirvió de base para aplicarlas en las décadas siguientes en América Latina con sus secuelas similares y más graves para nuestros países y cuya manifestación más notoria que el desempleo masivo.

Mientras los medios de comunicación y la aristocracia que gobierna Inglaterra, sus aliados de la Unión Europea y en los Estados Unidos pretenden que se la recuerde como una gran estadista y que dio todo por su país, la apología hacia la Thatcher apunta a colocarla en el altar de los grandes héroes de la burguesía capitalista mundial. De lo que no hay que olvidarse por un instante, es que lo específico y particular de sus políticas económicas y sociales fueron las fundadoras de la implantación del capitalismo salvaje a escala mundial. Nunca descansará en paz quien tanto daño hizo a los trabajadores y al mundo.