MARGARET THATCHER, LA
BESTIA TRIUNFANTE DE LA CONTRARREVOLUCIÓN
Por Sergio Daniel Aronas
– 17 de abril de 2013
Con la muerte de Margaret Thatcher quien fuera Primer Ministro de Gran Bretaña
entre 1979 y 1990 desaparece el último bastión sobreviviente de la Guerra Fría
cuya contribución histórica fue sin lugar a dudas, la de iniciar la
contrarrevolución global del imperialismo primero en su país contra el
movimiento obrero y luego a escala mundial en su cruzada contra el socialismo,
el comunismo y todos los movimientos nacionales de liberación nacional. Como
genuina vocera de los intereses más imperialistas del capital financiero, fue
una verdadera marxista al revés por que como nadie lo hizo antes en su país,
logró que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres
gracias a su política impositiva.
Es absolutamente abominable que alguien como ella que hizo tanto daño se la
quiera presentar como una heroína, como una patriota, como una persona que
contribuyó al progreso de su país calificándola a la altura de grandes
estadistas de la historia. La Thatcher no respetó a nada y a nadie, salvo a la
aristocracia plutocrática terrateniente, industrial, bancaria y financiera para
la que gobernó a sangre y fuego durante sus 11 años de mandato. Lo más trágico
es la de presentarla como campeona de la libertad, cuando en realidad fue una
enemiga de la libertad en su persecución a los militantes del IRA.
No es nada lindo llamar a una mujer bestia, pero en el caso de esta señora nos tomamos una excepción porque tiene merecido esta denominación y el agregado de
triunfante es un reconocimiento de que sus fines y métodos aplicados durante
sus once años de gobierno, fueron una victoria de su política agresiva para
beneficios de la clase capitalista de la que ella fue una eximia representante,
baluarte y defensora. Con el poder en sus manos realizó el salvaje ajuste de
cuentas con la poderosa clase obrera inglesa y sus sindicatos. Al mismo tiempo
sus políticas conservadoras, como fundamento ideológico en el plano
internacional, contribuyó de manera decisiva a la demolición del sistema de
países socialistas de Europa Oriental señalando que la manera de destruir a la
Unión Soviética no era por la competencia militar, sino por la vía económica ya
que la URSS era no sólo una gran potencia nuclear sino un vastísimo territorio
lleno de inmensas riquezas de todo tipo que en caso de que el comunismo
desapareciera, daría la gran oportunidad a las multinacionales para apoderarse
de los gigantescos recursos con que contaba el país soviético. Antes que el
Papa, antes que Ronald Reagan, el anticomunismo visceral de la Thatcher apuntaba
sus tiros contra el socialismo y como su fuente de inspiración de económica fue
el sanguinario experimento de la dictadura fascista de Chile que de la mano del
norteamericano Milton Friedman puso en marcha su programa monetarista para
destruir todo lo bueno construido por la Unidad Popular en 1970 y 1973 para
beneficio del pueblo pobre y desamparado. Ese fue uno de sus principales
aliados y amigos, el genocida General Pinochet, a quien Thatcher tuvo el placer
de saludar grandilocuentemente cuando estaba prisionero en Londres por crímenes
de lesa humanidad.
Margaret Thatcher se va de este mundo sin pagar ni rendir cuentas por sus
crímenes de guerra tanto en su país como en el enfrentamiento que tuvo con los
militantes del Ejército Republicano Irlandés (Provisional) que encarcelados
exigían un tratamiento diferente a los demás presos. La figura principal de
este grupo fue Robert “Bobby” Sands quien habiendo sido elegido por el voto
popular al Parlamento Británico, no solo no pudo asumir sus cargos legalmente
constituidos sino que inició una huelga de hambre que conmovió al mundo por la
justicia de los derechos que proclamaba y que suscitó fuertes protestas para el
gobierno de Thatcher se siente a conversar con los miembros del IRA presos. La
inflexibilidad y la perseverancia implacable de la Primer Ministro que no hizo
lugar a ninguno de los pedidos que le llovían para que encontrar una solución y
teniendo en cuenta que Bobby Sands ya había sido elegido como miembro de la
Cámara de los Comunes, terminó con la muerte del líder irlandés el 5 de mayo de
1981 cuando apenas tenía 27 años y luego de 66 días sin ingerir alimento alguno.
Una multitud impresionante acompañó el féretro. La huelga de hambre siguió y se
llevó a otros 9 militantes más que la dirección del IRA ordenó terminar con
esta medida. Recordemos los nombres de estos luchadores por la causa irlandesa
que es poner fin a la ocupación británica de su país: Francis Hughes , Raymond McCreesh, Patsy O’Hara (INLA), Joe McDonnell, Martin
Hurson, Kevin Lynch (INLA), Kieran
Doherty, Thomas McElwee y Michael Devine. Muchos vieron las imágenes terribles
de la cárcel Abu Graib de Iraq cuando los imperialistas norteamericanos
destrozaron este con la invasión de 2003. La prisión donde estuvieron los
militantes republicanos irlandeses era igual o quizás peor.
Así comenzaba la zaga criminal de Margaret Thatcher que continuaría con la
liquidación del movimiento obrero inglés tras la larga huelga de los mineros en
la que la bestia triunfante no cedió un milímetro a las justas peticiones de
los trabajadores y obligó a su gabinete de ministros a mantenerse inflexibles,
duros y no dar concesiones de ningún tipo.
Su actividad criminal se puso claramente de manifiesto cuando en la guerra
de las islas Malvinas ella misma ordenó el hundimiento del crucero General
Belgrano cuando estaba fuera de la zona de exclusión decretado por el mismo
imperio británico, por lo tanto las reglas de combate establecidas prohibían atacar
a cualquier nave fuera de esa zona. Sin embargo, borró con el codo lo que
escribió con la mano y accediendo al pedido de la Fuerza de Tareas autorizó que
el submarino nuclear Conqueror disparara los dos torpedos que llevaron al
Belgrano al fondo del mar causando 323 muertos, de los cuales la gran mayoría
marinos conscriptos de servicio militar obligatorio argentino.
El pueblo inglés debió pagar con la pérdida de sus trabajos, la política
económica implantada por la Thatcher
El sociólogo estadounidense James Petras en su habitual participación en
Radio Centenario de Montevideo (Uruguay) daba su punto de vista sobre la
herencia y el papel jugado por M. Thatcher para la historia del siglo XX:
“Bueno, la importancia de Thatcher es central en la historia de los últimos
40 años, principalmente desde su gestión de primera ministra cuando lanzó una
ofensiva y derrotó la mayor huelga sindical y la movilización de los mineros.
Fue una lucha de gran trascendencia y el hecho es que Thatcher pudo derrotarla
con la colaboración del Partido Laborista que no prestó apoyo y por la falta de
solidaridad de otros sindicatos. En esa enorme lucha el sindicalismo sufrió una
derrota y a partir de ahí Thatcher lanzó una ofensiva contra todo lo que
representaba el Estado de bienestar. La derrota del sindicalismo militante en
los primeros años de la década de 1980, luego la implementación de la política
neoliberal, la desregulación de la Economía, el aumento del militarismo y, más
que nada, el robo de todos los beneficios sociales. Ahora, más allá de los
efectos negativos, el debilitamiento del movimiento obrero, el descrédito del
sindicalismo amarillo y de las políticas laboristas, Thatcher creó un marco
político-económico que sigue vigente hoy. Es decir, a partir de Thatcher ninguna
otra iniciativa aparece para avanzar en la causa de los trabajadores. Thatcher,
como su contraparte Ronald Reagan, abre un nuevo capítulo en nuestra historia:
primero derrotando las fuerzas obreras y sindicales; segundo lanzando otro
proyecto político que abrió paso a la concentración de ingresos, concentración
de poder en el ejecutivo y la expansión de las grandes desigualdades con la
idea de que ya el Estado no tiene responsabilidad en el bienestar de sus
ciudadanos, que la idea es enriquecerse cualquiera que pueda de la manera que
pueda. Ese es el legado que vive con nosotros hasta ahora, después de Thatcher
hay un ínterin donde sale otro conservador y luego Tony Blair que es una
adaptación laborista del thatcherismo, con la profundización de la
desregulación, el aumento y el desequilibrio de economía en finanzas, la
concentración de ingresos. Y lo mismo pasa en los Estados Unidos, después de
Reagan vino Bush y luego Clinton, que hizo lo mismo que Blair, son como
hermanos, implementaron la política de reducir el peso social de los
trabajadores, reducir los gastos sociales y abrieron el paso a la especulación.
Entonces Thatcher, Reagan, Blair y Clinton, los cuatro prepararon el camino a
las grandes crisis y quiebras financieras, primero el crack del año 2000 con
los dot.com, las especulaciones sobre la tecnología informática, y después con
la quiebra financiera. Las crisis que vivimos ahora es otro legado de lo que
fueron las iniciativas de Thatcher. Por lo tanto no solo debilitaron a las
clases populares y concentraron el ingreso, sino que además crearon un modelo
económico permanentemente en crisis y al final de cuentas el thatcherismo
muerto generó una economía para los muertos” (Ver la página del diario
electrónico Rebelión: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=166611&titular=%93thatcher-reagan-blair-y-clinton-prepararon-el-camino-para-las-grandes-crisis-y-quiebras-financieras%94).
El programa económico de su gobierno fue una guerra de agresión al pueblo
trabajador de todo el Reino Unido combinando privatizaciones, impuestos,
supresión de asignaciones sociales por parte del Estado con el de reducir el
gasto público, lo que en buen romance significa reducción de salarios y como
consecuencia de todo su plan más de 3.500.000 obreros y empleados perdieron sus
puestos de trabajo, llevando el desempleo a niveles nunca soportado por los
trabajadores ingleses. El estado de bienestar que entre los años cincuenta y
sesenta del siglo pasado fue el orgullo de toda Europa Occidental y que pasó a
conocerse como la Edad de Oro, bajo la era Thatcher el Consenso Económico y
Social de Postguerra fue completamente suprimido con la mirada complaciente del
Partido Laborista, supuestamente el partido que debería defender los derechos
de los sindicatos y trabajadores. Sin embargo, durante los años del
thatcherismo, los laboristas mostraron su verdadero rostro de ser un partido
burgués más del sistema imperial, defendiendo los intereses privilegiados de su
clase dominante. Y encima se le rinden honores de brillante estadista. Lo más
terrible de todo es la presencia de Mijail Gorbachov, un execrable personaje
que declaró que la Sra. Thatcher fue su gran amiga.
Parece que Gorbachov se ha olvidado de que Margaret Thatcher fue la más
firme impulsora de la política de confrontación contra la ex Unión Soviética y
demás países socialistas de Europa que integraban el Pacto de Varsovia y el
COMECON, cuando aprobó sin ningún debate parlamentario la instalación de los
misiles Pershing II y Crucero en su territorio en la reunión cumbre de la OTAN
en diciembre de 1979. La política exterior del gobierno conservador de M.
Thatcher estuvo marcada por su fanatismo anticomunista como lo prueba su
discurso pronunciado en Houston, Estados Unidos en noviembre de 1991 un mes antes
del colapso soviético donde reconocía el potencial económico de la ex Unión
Soviética y que por lo tanto su poderío militar no era el problema para el
imperialismo. De ahí la importancia que para ellos había que acabar con esta
nación y provocar su demolición. Aquí van extractos de esa confesión demencial
y que cumplieron al pie de la letra:
“La URSS es un país que supone una seria amenaza para el mundo occidental.
No me estoy refiriendo a la amenaza militar, en realidad ésta no existía.
Nuestros países están lo suficientemente bien armados, incluyendo el armamento
nuclear.
Estoy hablando de la amenaza económica. Gracias a la economía planificada y
a esa particular combinación de estímulos morales y materiales,
La Unión Soviética logró alcanzar altos indicadores económicos. El
porcentaje de crecimiento de su Producto Nacional Bruto es prácticamente el
doble que en nuestros países. Si añadimos a esto los enormes recursos naturales
de los que dispone la Unión, con una gestión racional de la economía, son más
que reales las posibilidades que tiene de expulsarnos del mercado mundial.
[...]
Por eso siempre hemos adoptado medidas encaminadas a debilitar la economía
de la Unión Soviética y a crear allí dificultades económicas, donde el papel
principal lo jugó la carrera de armamentos.
Un lugar importante en nuestra política era la toma en consideración de las
flaquezas de la constitución de la URSS. En el plano formal, ésta preveía la
salida inmediata de la URSS por cualquier república que así lo desease,
mediante la decisión de su Soviet Supremo y por mayoría simple.
Cierto que la realización de ese derecho era prácticamente irrealizable
debido al papel cimentador del Partido Comunista y de los órganos de seguridad.
Y a pesar de todo, en esta particularidad constitucional, teníamos potenciales
posibilidades para nuestra política.
Por desgracia y pese a todos nuestros esfuerzos, durante largo tiempo la
situación política en la URSS siguió siendo estable durante un largo periodo de
tiempo. Teníamos una situación complicada, sin embargo al poco tiempo nos llegó
una información sobre el pronto fallecimiento del líder soviético y la
posibilidad de la llegada al poder, con nuestra ayuda, de una persona gracias a
la cual podríamos realizar nuestras intenciones en esta esfera.
Esa era la valoración de mis expertos. Siempre propicié la formación de un
grupo cualificado de expertos sobre la Unión Soviética y cuando la situación lo
requería fomentaba la emigración de la URSS de los especialistas necesarios.
Esa persona era Mijaíl Gorbachov, a quien nuestros expertos calificaban
como una persona imprudente, sugestionable y muy ambiciosa. Él tenía buenas
relaciones con la mayoría de la élite política soviética, y por eso su llegada
al poder, con nuestra ayuda, fue posible.
La actividad del frente popular no requería de grandes inversiones:
hablamos de gastos en multicopistas y de respaldar económicamente a
funcionarios Sin embargo lo que requería fondos considerables era el apoyo a
las prolongadas huelgas de mineros. Grandes debates entre los exportes
levantaba la cuestión sobre la candidatura de Borís Yeltsin en calidad de líder
de ese frente popular con la perspectiva de su consiguiente elección al Soviet
Supremo de la Federación de Rusia, en contrapeso al liderazgo de Gorbachov.
La mayoría de los expertos se pronunciaban en contra de la candidatura de
Yeltsin, debido a las particularidades de su carácter y a su pasado. Sin
embargo se produjeron los contactos correspondientes, los acuerdos y la
decisión de forzar la candidatura de Yeltsin, fue la que definitivamente se
adoptó. Aunque con gran dificultad, Yeltsin salió elegido Presidente del Soviet
Supremo de Rusia y acto seguido se adoptó la declaración de soberanía de Rusia.
La cuestión era ¿de quién?, si la URSS fue en su día creada en torno a
Rusia. No se entiende. Ese fue sin duda el comienzo de la desintegración de la
URSS. A Yeltsin se le prestó una ayuda determinante durante los sucesos de
agosto de 1991, cuando la cúpula que gobernaba la URSS bloqueó a Gorbachov, e
intentó restablecer la integridad de la URSS.. Los partidarios de Yeltsin
resistieron, y éste adquirió un poder real, significativo, aunque no total,
sobre los órganos de seguridad
Todas las repúblicas de la Unión, aprovecharon la coyuntura para declarar
su soberanía, aunque algunas lo hicieran de un modo un tanto sui géneris sin
descartar su permanencia dentro de la Unión. De modo que ya se ha producido de
facto la disolución de la Unión Soviética, aunque de jure, continúa existiendo.
Pero les aseguro, que en los próximos meses recibirán la noticia de la
formulación jurídica de la disolución de la Unión Soviética”.
Este texto es el único que existe en referencia a este discurso a partir de
la traducción de un reportaje al ex académico y economista soviético Alexander
Lukianov que se puede ver en youtube. En lo único que falló fue que no fueron
meses, sino en un solo mes, Gorbachov firmó el acta de rendición de la URSS y
su transformación en una máquina succionadora de todas las riquezas que
describía la ex Premier británica. Se cumplió su sueño más preciado.
Margaret Thatcher será recordada por haber encabezado el gobierno más
reaccionario y antiobrero de toda la historia británica y con el aplastamiento
de las grandes huelgas mineras, la represión al IRA, la desnacionalización del
sistema de empresas estatales, fueron medidas que constituyeron una experiencia
sin precedentes, donde el desempleo (que es la primera consecuencia y la más
grave que provocan los métodos capitalistas en la dirección económica) se
agravó por la decisión de suprimir el subsidio a los trabajadores despedidos,
con la consiguiente empobrecimiento y engrandecimiento de las grandes
multinacionales. Fue esta política la que sirvió de base para aplicarlas en las
décadas siguientes en América Latina con sus secuelas similares y más graves
para nuestros países y cuya manifestación más notoria que el desempleo masivo.
Mientras los medios de comunicación y la aristocracia que gobierna
Inglaterra, sus aliados de la Unión Europea y en los Estados Unidos pretenden
que se la recuerde como una gran estadista y que dio todo por su país, la
apología hacia la Thatcher apunta a colocarla en el altar de los grandes héroes
de la burguesía capitalista mundial. De lo que no hay que olvidarse por un
instante, es que lo específico y particular de sus políticas económicas y
sociales fueron las fundadoras de la implantación del capitalismo salvaje a
escala mundial. Nunca descansará en paz quien tanto daño hizo a los
trabajadores y al mundo.