EL DEBATE POR LA DESPALIZACIÓN DEL ABORTO EN LA ARGENTINA
Por Sergio Daniel Aronas - 9 de agosto de 2018
El Senado de la Nación argentina es un cuerpo colegiado formados por
legisladores que en su gran mayoría son de ideas medievales, ancestrales, ultra
conservadores, ultra montanas en materia de derechos sociales, de género y de
libertades. Es la cámara que mejor defienden los intereses corporativos que
representan a los dueños del país y han hecho valer su poder en reconocidos
casos paradigmáticos como fue el debate sobre el negocio de la carne durante
los años treinta del siglo pasado y el rechazo en 2008 a las retenciones
móviles contra los llorones exportadores agropecuarios.
El senado es la cámara
de los terratenientes y de la aristocracia burguesa que se ampara en la impune
Iglesia Católica para patalear su oposición a la ley de aborto legal, seguro y
gratuito como si fuese824 un problema confesional. Nada tiene que hacer la Iglesia
en este tema que es de índole estrictamente de educación y salud pública de
primer orden. Va a ser una sesión voto a voto y veo muy difícil que con este
senado troglodita, cavernícola y antediluviano se apruebe esta ley que no solo
es necesaria sino resulta imprescindible para terminar con este estado de
penalización propio de la edad de piedra.
Este texto lo escribí el lunes 6 de
agosto cuando se anunciaba el debate de la ley que promovía la despenalización
del aborto y permitir en forma legal, gratuita y segura la interrupción
voluntaria del embarazo, una ley reclamada por millones de mujeres movilizadas
en una vasta red de organizaciones en todo el país que llegaron a la Plaza de
los Dos Congresos para mostrar su vocación de lucha, verdadera y ampliamente
justa.
Desgraciadamente el voto por el no a la interrupción voluntaria del
embarazo se impuso por 38 a 31 con dos abstenciones y una ausencia debido a que
solicitó por maternidad, con lo cual habrá que esperar al próximo año para
presentar este proyecto para su aprobación definitiva y que se terminen los
miles de abortos clandestinos y las muertes de miles de mujeres que podrían
evitarse de contar con una legislación, un sistema educativo desde la niñez y
un sistema médico-sanitario que las cuide, las ayude y las proteja
Es interesante ver como votaron
en el Senado que pocas veces estuvo con el 99% de sus miembros presentes que
debatieron desde las 9.30 horas del miércoles 8 de agosto hasta casi las 4
horas de la madrugada del día siguiente.
Estuvieron presentes 71 senadores,
de los cuales 41 fueron senadores y 30 senadoras. Los hombres votaron en su
mayoría contra el proyecto aprobado en la Cámara de Diputados (24) mientras que
17 votaron a favor. Entre las senadoras empataron 15 a 15. Quiere decir que
definieron los hombres en esta votación por el no.
El voto por provincias mostró que
las más pobres votaron contra la legalización como fueron los casos de Jujuy,
Salta, La Rioja, San Juan, Santiago del Estero cuyos senadores votaron todos en
contra. Córdoba y Chubut fueron las únicas que votaron en pleno por el sí.
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El voto por bloque de partidos
políticos arrojó el siguiente resultado:
Por el SI (31) votaron:
Justicialismo: 8; Unión Cívica Radical: 3; Frente PRO: 3; Frente para la
Victoria: 8 y otros partidos: 8.
Por el NO votaron: Justicialista:
11; Unión Cívica Radical: 9; Frente PRO: 5; Frente para la Victoria: 1 y otros
partidos: 12
Si el Senado argentino hubiera
aprobado la ley de interrupción voluntaria del embarazo, seguramente el
analfabeto e iletrado de Marioneta Macri la hubiese vetado como lo hizo con
otras leyes que favorecían a los derechos de la mujer, a los trabajadores y al
pueblo en su conjunto. Necesitamos otro tipo de poder, otro tipo de gobierno,
otra clase de dirigentes y partidos, otras formas de democracia que termine con
la cárcel constitucional que afirma como derechos y garantías la tremenda
barbaridad de que "el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus
representantes". Estos "representantes" muy pocas veces (por no
decir nunca) tuvieron la valentía de representar al pueblo que los vota sino
que son amos de las clases dominantes. Los ejemplos en nuestra historia sobran
para que empecemos a forjar una sociedad sobre nuevas bases.