El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)
El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

jueves, 26 de julio de 2012

EL GRITO DEL MONCADA


EL GRITO DEL MONCADA (1953-2012)

        Hoy se cumple hoy un nuevo aniversario del inicio de la lucha revolucionaria del pueblo de Cuba contra la dictadura de Fulgencia Batista y el dominio neocolonial del imperialismo norteamericano ejercido por la imposición de la Enmienda Platt de 1903. Así como México tuvo el grito de Dolores de 1810 en la eterna figura del cura Miguel Hidalgo y en la Banda Oriental en lo que hoy es la República Oriental del Uruguay, se dio el Grito de Asencio contra el colonialismo español el 28 de febrero de 1811, el pueblo de Cuba tuvo su propio grito, con el grito del Moncada, es decir, el asalto al principal cuartel militar de la isla en la ciudad de Santiago de Cuba en 1953.
       Entre los combatientes se encontraba Raúl Gómez García quien escribió el poema que fue leído antes de entrar en acción. Se trata de unos versos que emociona desde el principio hasta el final y merece con toda justicia que sea conocido por todos porque describe magistralmente el estado en que vivían los cubanos durante los años de la dictadura asesina de Batista. Y la mejor prueba del carácter criminal de su gobierno apoyado por Dwight Eisenhower hasta incluso 10 días antes de ser derrocado por el Ejército Rebelde, fue la feroz represión desatada y la persecución salvaje contra los sobrevivientes del ataque y contra el pueblo santiaguero. Raúl Gómez García de 25 años de edad, fue apresado después del asalto y murió por las terribles torturas a las que fue sometido y luego quisieron convencer a la prense que su muerte se debió a las circunstancias de la lucha..

YA ESTAMOS EN COMBATE
Ya estamos en combate
Por defender la idea de todos los que han muerto.
Para arrojar a los malos del histórico Templo
Por el heroico gesto de Maceo,
Por la dulce memoria de Martí.
En nuestra sangre hierve el hado azaroso
De las generaciones que todo lo brindaron,
En nuestros brazos se alzan los sueños clamorosos
Que vibran en el alma superior del cubano
Ya estamos en combate......
En nombre de las madres y de los hijos de nuestra tierra heroica
En nombre del honor y del decoro que construyó su historia
Por la estrofa magnífica del himno
«Que morir por la patria es vivir»
La libertad anida entre los pechos de los que viven hombres
Y por verla en la estrella solitaria es un honor luchar
A la generación del centenario le caben los honores,
De construir la patria que soñara el Maestro Inmortal.
Ya estamos en combate...... ¡Adelante!
Adelante hasta el nido superior de la gloria
Para que nazca en esta nueva aurora
La república digna y decorosa
Que fue el último anhelo de Chibás.
No importa que en la lucha caigan más héroes dignos
Serán más culpa y fango para el fiero tirano
Cuando se ama a la patria como hermoso símbolo
Si no se tiene armas se pelea con las manos.
Ya estamos en combate...... ¡Adelante!
De nuestra lucha heroica depende la Cuba verdadera
La de furia loca de Gómez y Agramonte...
La de la lucha pura de Mella y de Guiteras...
Adelante, Cubanos...... ¡Adelante!
Por nuestro honor de hombres ya estamos en combate
Pongamos en ridículo la actitud egoísta del Tirano
Luchemos hoy o nunca por una Cuba sin esclavos
Sintamos en lo hondo la sed enfebrecida de la patria
Pongamos en la cima del Turquino la Estrella Solitaria.
      Se puede decir sin lugar a dudas que desde hace 53 años que la Revolución Cubana ha cumplido con honor el sagrado mandato de poner bien alto de la cima del Turquino la hermosa Estrella Solitaria de la bandera cubana.    

      Quien quiera conocer más en detalle los hechos históricos del asalto al cuartel de Moncada del 26 de julio de 1953, además del conocido alegato de Fidel Castro, “La historia me absolverá”, puede leer la extraordinaria y magnífica obra en dos tomos de Mario Mencía que lleva por título “El Grito del Moncada”, Editora Política, 1986, La Habana, Cuba, donde investiga el origen de los principales combatientes, la situación política, económica y social de la isla con profusa documentación y material fotográfico que reflejaba la lucha del movimiento obrero y estudiantil.