El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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lunes, 30 de abril de 2012

LA GRAN VICTORIA DEL HEROICO PUEBLO VIETNAMITA (1975-2012) Por Sergio D. Aronas – 30-04-2012

            Un día como hoy pero de 1975, el Ejército del Frente Liberación de Vietnam, tomaba la embajada de los Estados Unidos en Saigón, propinándole al imperialismo la más terrible derrota política y militar de su historia. En esta guerra despiadada cruel y salvaje que duró 13 años y devoró a cuatro presidentes (John Kennedy asesinado en Dallas en noviembre de 1963, a Lyndon Johnson, Richard Nixon y Gerald Ford) el imperio norteamericano aplicaron los métodos más diabólicos para conquistar a un pueblo inconquistable: asesinatos masivos, torturas, vejaciones, violaciones, destrucción de los campos agrícolas, uso indiscriminado de la guerra química a través del agente naranja, los bombardeos con napalm, bombardeos masivos a la población civil. Fue una guerra donde los Estados Unidos desarrollaron métodos genocidas para sembrar el terror en el pueblo vietnamita y a las acciones del Ejército de Liberación que oponían una férrea resistencia a los invasores, los militares norteamericanos tenían la desfachatez de llamarlos justamente a ellos como “terroristas”.

            Contra lo que muchos creen, el inicio de la intervención militar de los Estados Unidos en Vietnam fue iniciada por el presidente John F. Kennedy cuando el 8 de febrero de 1962 dio la orden para la creación del US Command en Vietnam y el envío de los primeros contingentes de asesores que a finales de ese año llegaban a 11.200 para dar su apoyo a la dictadura Ngo Dinh Diem que gobernaba en el sur. El norte comunista que exigía el cumplimiento de las acuerdos de Ginebra de 1954 para la reunificación del país, se encontró con un estado títere que apoyado por los Estados Unidos estaban decididamente resueltos a apoyar a su aliado del sur para impedir a toda costa la unidad territorial de Vietnam, ya que semejante posibilidad era calificada por el gobierno norteamericano como una flagrante expansión del comunismo en Asia. Ahora de la expansión imperialista de los Estados Unidos en un territorio completamente extraño a ellos y ubicado del otro lado del mundo, eso no era expansionismo made in USA. Eso era defensa del mundo libre.

            Lo que debió haber sido un conflicto interno entre vietnamitas, se convirtió en una guerra total en la que se enfrentaron los Estados Unidos y una coalición de varios países entre los cuales estuvieron: Vietnam del Sur, Gran Bretaña, Australia, Corea del Sur, Nueva Zelandia, Tailandia, Laos, Camboya, Alemania, España y otros más, tanto en calidad de fuerza combatiente como dando apoyo logístico y técnico. Todos contra Vietnam del Norte que contó con la ayuda de la Unión Soviética, de la República Popular China y de Corea del Norte.
           
            Hay un mito propalado por la película JFK, y sus biógrafos, según el cual el Kennedy se oponía a la intervención de su país en Vietnam, lo que explicaría, entre muchas, las causas de su asesinato. No es casual que muchos libros y artículos se diga que la fase norteamericana en la guerra de Indochina comenzó en 1964 o 1965 durante el gobierno de Lyndon Johnson al que consideran como la persona que autorizó la invasión del mismo modo que había ordenado la agresión a la República Dominicana.
           
            Pretender como pretenden los historiadores y analistas de los Estados Unidos que un país pequeño, pobre y subdesarrollado como Vietnam pudo representar una amenaza a los intereses vitales de la primera potencia militar del mundo no solo es una mentira colosal, sino que ella constituye una parte determinante del cuerpo ideológico de la política exterior del imperio USA, doctrina que siempre es esgrimida por los presidentes norteamericanos para justificar sus invasiones militares a los países de Asia, África y América Latina.
           
            Uno de los crímenes más aberrantes de la historia de la guerra de Vietnam fueron los bombardeos realizados por la Fuerza Área de los Estados Unidos con el empleo masivo de los agentes químicos en total violación a las normas del Protocolo de Ginebra de 1920, la resolución No. 2603-A de la ONU de 1969 que condenaban a los Estados Unidos por utilizar este medio de destrucción masivo. A la bestialidad del arma química, lo combinaron con las bombas incendiarias en cuyo sangriento historial, destruyeron buena parte del territorio vietnamita con defoliantes, agente naranja, blanco y azul, napalm, agentes herbicidas usados como bombas tóxicas. Estas monstruosidades que destrozaron buena parte de Vietnam, llenaban las arcas de las multinacionales fabricantes de estos inhumanos productos, tema que por supuesto, no afectaba en absoluto al gobierno norteamericano, que cada día semana, cada mes y cada año lucha lo desesperaba más para vencer a un enemigo que no se rendía sino que cada vez peleaba con más fuerza, con más inteligencia y con más patriotismo en la defensa de su país invadido. La cantidad de bombas arrojadas por los aviones norteamericanos superaron varias veces a los bombardeos realizados durante la Segunda Guerra Mundial, lo cual es una muestra de la brutalidad, el ensañamiento y la bestialidad de un país pretendidamente civilizado que aplicó métodos criminales para someter a un país que jamás podía afectar o dañar la seguridad nacional de los Estados Unidos.
           
            La gloriosa victoria lograda hace 37 años por el pueblo y el ejército de Vietnam basado en la estrategia política de Ho Chi Minh y bajo la conducción militar del General Giap, fue un largo proceso de lucha alcanzado a un costo enorme de víctimas y que cada nuevo aniversario sigue asombrando al mundo por la tenacidad combatiente, por la capacidad de resistencia y por la valentía y heroísmo de todo el pueblo vietnamita. La invasión imperial de los Estados Unidos que se prolongaría por 13 años, terminó como debía terminar con la derrota total de los imperialistas.
           
            He aquí nuestro pequeño homenaje a este pueblo indomable que a lo largo de todo el siglo XX nunca pudo ser conquistado por ninguna potencia extranjera: en 1945 se liberó del Imperio japonés al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Luego en 1954 le tocó el turno a los colonialistas franceses a quienes derrotaron en la increíble y decisiva batalla de Dien Bien Phu. En reemplazo de Francia, vino toda la parafernalia militar de los Estados Unidos, quienes imbuidos en la doctrina de la contención del comunismo, terminaron siendo ellos contenidos en Saigón hasta que el 30 de abril de 1975 los tanques vietnamitas sellaban la caída y el fin de la aventura norteamericana, sufriendo una demoledora y definitiva paliza el imperialismo USA. Y el último intento para derrotar a Vietnam fue la irracional decisión de la República Popular China de invadir a su vecino entre febrero y marzo de 1979, para "darle una lección" por ayudar a Kampuchea a derrocar a la dictadura de Pol Pot en diciembre de 1978. Esta guerra desencadenada por el gobierno Chino contó con el aval de los Estados Unidos en un deseseperado y fracasado intento por reinstalar a un genocida y su régimen de terror.