MACRI: UNA MAQUINA DE VETAR
LEYES CONTRA LOS TRABAJADORES.
Por Sergio Daniel Aronas – 30
de diciembre de 2016
Desde que asumió la
presidencia no paró de hacernos la guerra de una manera total como si los
trabajadores hubieran los sido los causante de los problemas del país. Los
culpables de todas las crisis son y serán siempre los miembros de la alta clase
social a la que pertenece Macri y su partido gobernante. Entre las leyes que
vetó tenemos
1) Vetó la ley contra
los despidos. Apenas asumió el cargo de presidente comenzó un violento ajuste
en la administración pública
2) Vetó a ley aprobada en noviembre pasado por el Congreso argentino y que
iba a permitir restablecer el salario mínimo profesional. El proyecto de ley
tenía como objetivo el establecimiento del salario mínimo, como aquel que las
convenciones colectivas de trabajo, laudos arbitrales o actos dictados por
autoridad competente, establecieran como la menor retribución que deba percibir
el trabajador.
3) Vetó la ley de
expropiación del hotel Bauen, que desde la crisis de 2001 fue tomada y
administrada exitosamente por sus empleados ante la huida de los antiguos
dueños de la empresa que dejaron sin trabajo a miles de empleados de este
importantísimo y bello hotel en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires. El
Hotel Bauen es un caso emblemático de las empresas recuperadas por sus propios
trabajadores que organizados bajo la forma cooperativa les permite mantener la
fuente de trabajo y ser ejemplo de administración bajo otra concepción que no
es la de sociedad anónima.
4) Vetó la ley de prevención de la trombofilia, una enfermedad que afecta a las
mujeres y que puede provocar problemas en el desarrollo del feto durante el
embarazo debido a la formación de coágulos en la sangre. Había sido declarada
de interés nacional la protección de las personas portadoras de esta patología
en todas sus formas.
Y seguirá vetando cuando se trate de leyes que traten de resolver los problemas
sociales, económicos, sanitarios, educativos y jurídicos del pueblo.
Macri-nimal está cada día más enloquecido, fuera de órbita y comportándose como
un hombre completamente inseguro, sin rumbo y que borra con el codo lo que
escribe con la mano, si es que sabe escribir algo.