El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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domingo, 17 de septiembre de 2017

LA SEGUNDA GUERRA DE RUSIA CONTRA CHECHENIA

Sergio Daniel Aronas - 09 de octubre de 1999

Nota: Publico este artículo de investigación que tenía guardado y comparto con todos los lectores del blog sobre las circunstancias que motivaron la segunda guerra de Chechenia lanzada por Vladimir Putin en octubre de 1999 en el marco de una serie de atentados que llegaron hasta la capital Moscú y que tuvo como trasfondo de los hecho la transformación de la ex Unión Soviética en la Rusia capitalista. Todo el proceso que llevó al derrumbamiento de la URSS no solo fue el gran objetivo deseado y cumplido por el imperialismo de los Estados Unidos sino que también contribuyó a su liquidación la propia dirigencia soviética corrompida hasta la médula vendiendo sus poderosas riquezas económica como el petróleo, oro, diamantes, platino, uranio, secretos científicos y militares.  

Las claves del conflicto

·         Confrontación por los recursos energéticos de la región
·         La región del Cáucaso es la llave maestra a la industria petrolera, petroquímica, gasífera y del aluminio.
·         Chechenia aspira mediante la independencia a fundar un estado islámico sunnita.
·         Se observa una lucha entre la maffia rusa y la chechena por el control de los  recursos financieras de los negocios ilegales.
·          Es una disputa por intereses personales de los actores en pugna para encubrir sus delitos en el tráfico de armas, las drogas y el crimen organizado

I. Las invasiones bárbaras rusas

            Otra vez, como en 1994, el ejército ruso –el hambriento de todos los pueblos- se ha lanzado a una nueva aventura bélica sobre un pequeño país que proclama su independencia de Moscú. En esta oportunidad, Rusia se propone desplegar una ofensiva más violenta, más agresiva y más devastadora al poner en movimiento una infernal maquinaria de guerra, combinando aviones, artillería, morteros, cañones, divisiones especiales para la lucha montañosa, tanques de todo tipo, una utilización desaforada de los bombardeos masivos por saturación, con el objeto de mantener bajo su égida un territorio con muchas riquezas y recursos económicos muy importantes. Seguramente las fuerzas armadas rusas comprometidas en esta ofensiva, sacando las necesarias experiencias y enseñanzas del choque anterior, aplicarán una táctica de largo alcance de devastación, de tierra arrasada y de terror generalizado con el fin de desmoralizar y paralizar la resistencia chechena, quienes en combatividad han demostrado una tenacidad suprema y veremos si podrán resistir esta dura campaña de invierno. Este no es un detalle menor ya que históricamente el ejército ruso ha combatido con gran ferocidad en el frío polar a temperaturas a nivel del punto de congelamiento y cuyos ejemplos más conocidos son los estragos que le provocó al ejército de Napoleón durante su retirada de Rusia en 1812 y especialmente la guerra contra la Alemania nazi entre 1941 y 1945 en las terribles batallas de Moscú y Stalingrado. Precisamente en la época soviética, el mariscal Budionny decía que el frío, la nieve y el barro eran los mejores terrenos para el entrenamiento y preparación militar del soldado. Ahora, la cuestión a dilucidar es quien soportará más y mejor esta guerra salvaje donde se ve a un ejército ruso sediento de venganza pero con baja moral combativa y una resistencia chechena dispuesta a defenderse con todo lo poco que tiene y con tácticas de guerrillas que tanto daño le proporcionaron los afganos durante la ocupación soviética entre 1979 y 1989 y que en la primera guerra de Chechenia obligó a Rusia a retirarse derrotado.

II. Carácter y esencia de esta guerra

Lo primero que debemos decir es que esta guerra absurda y monstruosamente sangrienta es totalmente desproporcionada, de la que únicamente serán derrotados el estado ruso y su ejército por mucho que logren dominar y conquistar a la república chechena, por los recursos que se despilfarrarán, por los miles de muertos que ocasionará, por los nuevos desplazamientos de refugiados, por las destrucciones de infraestructura que producirán los ataques, por las calamidades y crueldades que toda guerra genera y que profundizará el odio ancestral de este particular grupo étnico del Cáucaso hacia los rusos y que su alcohólico presidente Boris Yeltsin y sus secuaces quieren tomársela como una venganza y revancha particular de la paliza que recibieron en el enfrentamiento anterior.

La movilización de las tropas rusas al Cáucaso constituye el más grande despliegue militar desde la invasión a Afganistán en los últimos días de diciembre de 1979 y al igual que en aquel conflicto, mostró las profundas disidencias y divisiones entre sus impulsores y detractores, es decir, las diferencias entre el poder político y el poder militar. Pero en las condiciones de la guerra de Chechenia las rivalidades y las opiniones contrarias a la aventura militarista del Kremlin llegaron a niveles imprevistos.

En la guerra de 1994, el ejército ruso llegaba a la contienda con una oficialidad mal pagada, mal equipada, con problemas de vivienda, se seguridad, de reconocimiento y sin ideales por los cuales luchar ya que de ser considerado un ejército libertador de pueblos como se jactaban, ahora debían cumplir con el triste papel de tropa invasora y conquistadora en su propio territorio contra una nación que desafió proclamar unilateralmente su independencia en 1992. Muchos mariscales y generales comandantes de tropa como el jefe de la división de élite Kantimirov con base en las afueras de Moscú, el viceministro de Defensa general Boris Gramov, el general Alexander Lebed, comandante del 14º Ejército con sede en la región de Moldavia, presentaron su renuncia ante la inminente invasión porque afirmaban que no estaban en condiciones de ir a un enfrentamiento sin la preparación adecuada y acusaron al Ministro de Defensa, Pavel Grachov (el último jefe soviético en Afganistán y que fue el último en retirarse en abril de 1988) y al ex jefe del grupo occidental de tropas, Matvei Burlakov de corrupción y aventurerismo. Fue patético ver a las mujeres chechenas que salieron a cortar una carretera por la que avanzaba una división de tanques rusos rogándoles que no atacaran. Y la guerra estalló cuando el 11 de diciembre de 1994 los tanques cruzaron la frontera y entraron al territorio checheno. En esa operación espantosa (basta con ver las imágenes de las destrucciones causadas por la aviación rusa) la infantería invasora estaba compuesta no por tropas de élite sino por soldados conscriptos sin ninguna experiencia de combate en la que fue una guerra de desobediencias ya que muchos comandantes rusos se negaban a cumplir las órdenes de sus superiores y cada uno hizo la guerra por su cuenta con los resultados conocidos.
        
III. Causas económicas de la guerra

¿Cuál es la base económica de esta infausta guerra?. El territorio checheno está situado en la parte oriental del Cáucaso ocupando una superficie de 15.000 km² con una población de casi 1.200.000 habitantes cuyos límites fronterizos son: con Rusia, al sudoeste; con el territorio de Stavrapol al noroeste; con la república de Daguestán al este y nordeste; con Georgia al Sur y por el oeste con la república de Ingushetia y está enclavada en el sector septentrional de la cordillera del Gran Cáucaso y al norte de la llanura del río Terek con cuyos afluentes bañan todo el territorio. Desde el punto de vista étnico, la región del Cáucaso en general y Chechenia en particular, es una de las áreas más complejas del mundo por la diversidad de lenguas y pueblos que la habitan, ya que albergan a más de cincuenta tipos distintos. Una de las causas por que existen tantos grupos diversos es que históricamente, el Cáucaso sirvió de asilo de las tribus que fueron rechazadas de las llanuras y de aquellos que fueron perseguidos. Por ese motivo, los geógrafos árabes en la antigüedad y con la perspicacia que tenían para caracterizar a los pueblos que iban conquistando y conociendo, llamaban al sistema del Cáucaso como la "montaña de las lenguas".

Las estribaciones del sistema montañoso caucásico constituyen una de las zonas más ricas en petróleo, el principal producto de exportación de Rusia. Además, las plantas industriales de la región producen equipamientos para campos petrolíferos, petróleo refinado y productos químicos. Importantes líneas férreas unen Chechenia con el mar Caspio al este y con el mar Negro al oeste y al contar con oleoductos y gasoductos atraviesan toda la república, la convierte en una zona muy apreciada por los dirigentes rusos. Las industrias manufactureras tienen una alta incidencia en la actividad económica de la región donde se distinguen como las más importantes la de materiales de construcción, alimentos envasados, productos madereros y la industria del aluminio. Esta última ocupa un papel preponderante en el valor total de las exportaciones rusas y una de las causas de la primera guerra de 1994 fue el intento de renacionalizar este sector frente a la fuerte oposición de las autoridades chechenas que la habían  privatizado en forma fraudulenta, de acuerdo con documentación en manos de las autoridades rusas, a la Trans-CIS Commodities Ltd., cuya casa matriz está en Montecarlo y a la Trans World Metal Ltd., con sede en Londres. 

Desde la disolución de la URSS, Chechenia se convirtió en una zona franca, es decir, una especie de paraíso fiscal para los negocios sobre cuya base surgió su mafia criminal desarrollando actividades ilegales en Moscú y otras ciudades rusas y que chocó con la propia mafia rusa que las llevaron a una colisión inevitable. Tras la pantalla de la independencia de la república rebelde, está la lucha por el control de los negocios y los recursos financieros que se mueven en la región. Recordemos que durante la guerra de 1994-96 el primer objetivo que destruyeron los aviones rusos fue el Banco Nacional y el Ministerio de Finanzas chechenos. Para Rusia la región del Cáucaso representa por su ubicación estratégica lo que para Estados Unidos significa la zona del canal de Panamá y el mar Caribe y lo que en su momento para Alemania fue el corredor del Danzig.

En todo el secreto que se esconde en el desencadenamiento de esta guerra está la mano invisible de la OTAN y de los Estados Unidos, cuyo Congreso en 1997 proclamó la región del Cáucaso como "zona de los intereses vitales norteamericanos" porque el interés y el objetivo del imperio norteamericano consisten en desmembrar a Rusia de los territorios caucásicos, ricos en recursos energéticos ya que son muy necesarios para el funcionamiento del capitalismo estadounidense muy habituado a consumir más de lo produce. Los Estados Unidos necesitan la independencia de Chechenia para que sus empresas se hagan cargo de los yacimientos de petróleo,  

De ahí que esta guerra sea,  sin dudas, una guerra petrolera donde el ejército ruso, empecinado en exterminar a los chechenos por todos los medios violentos disponibles, se presenta como defensor de sus intereses estratégicos que explotan el petróleo del mar Caspio en contra de la voluntad de la república de Chechenia, porque para Rusia la participación de importantes petroleras anglonorteamericanas que explotan los yacimientos petrolíferos y gasíferos son una manera de abolir su soberanía en la región y consolidar el proceso de restauración capitalista desde el derrumbe de diciembre de 1991, convocando al capital extranjero, privatizar las empresas estatales sobre las que las nuevas compañías se quedarán con el botín de una región en la que quedará llena de sangre. La historia del imperialismo está plagada de guerras por el petróleo en las cuales se matan los países que se disputan los recursos y nunca quienes la provocan y se quedarán con el negocio.

No debemos olvidar que los acontecimientos que precipitaron la intervención militar rusa fue el choque con guerrilleros del Daguestán, armados y entrenados por Estados Unidos, como forma de sostener a sus multinacionales que transportan el petróleo del mar Caspio.

Chechenia, es una república autónoma ubicada geográficamente en medio de la red de oleoductos a través de la cual transita el petróleo del mar Caspio y de Siberia occidental hacia la terminal petrolera de Novorossisk en el mar Negro.

IV. Historia de las relaciones rusas y chechenas

Durante la Segunda Guerra Mundial en el Cáucaso se desarrollaron  algunas de las batallas más grandes, sangrientas y terribles que se tenga memoria y que el alto mando alemán calificó con la conquista de este sector como el  puntal de  la economía de guerra. El mariscal soviético Semión Timoshenko afirmaba en 1942 que "lo único que importa es el petróleo" y que por lo tanto debemos "evitar que los alemanes penetren en el Cáucaso, en espera del momento en que la escasez del petróleo comience a debilitar a Alemania". Hoy el teatro de operaciones es el mismo pero con protagonistas diferentes y un marco político nacional e internacional completamente distinto.

           Las causas históricas de esta guerra deben buscarse en que los chechenos nunca quisieron ser dominados por Rusia ni en la época de los zares ni tampoco bajo el empuje de la revolución de Octubre. En la guerra civil desatada por la invasión de los ejércitos de 14 países para aplastar a la naciente revolución socialista encabezada por Lenin y el partido bolchevique entre 1918 y 1920 se enfrentaron con el ejército rojo, con los cosacos y el ejército blanco. Las complicadas relaciones siguieron su curso violento porque el gobierno bolchevique impuso una nueva distribución geográfica en la región de acuerdo con criterios étnicos, impuso la colectivización forzosa y limitó las prácticas religiosas a una población ampliamente musulmana sunnita. El Islam fue la fuente que les ha permitido mantener su identidad nacional, su fuerza espiritual y sostener la resistencia a los gobiernos rusos.

En 1934 el poder soviético crea el Oblast Autónomo Checheno-Ingush y más tarde en 1936 la proclamó como república autónoma. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, los chechenos se negaron a prestar colaboración con el Ejército Rojo en una de las batallas más importantes por el control de los yacimientos petrolíferos de Mozdok, al norte cerca de Grozni entre agosto y septiembre de 1942. Es más, fueron acusados de ayudar a los nazis, motivo por el cual 400.000 chechenos fueron deportados al Asia Central bajo el cargo de colaboracionismo con los invasores nazis. Como consecuencia de ello, la república fue abolida y recién fue reestablecida en 1957 cuando Stalin ya había muerto y mediante decreto de Nikita Khrushchov. No sería aventurado afirmar que el ensañamiento contra los chechenios tenga por causa su colaboración con los fascistas alemanes, de modo que esta guerra les sirve al gobierno ruso para tomarse revancha y darles “su merecido” escarmiento.

V. Razones políticas de una guerra interminable
         
Las causas políticas se vinculan a los deseos de los chechenos de ser totalmente  independientes de Moscú y proclamar su propia república sin intervención externa de ninguna especie. Chechenia es para el gobierno ruso el centro del fundamentalismo islámico que pretende instaurar repúblicas a imagen y semejanza del régimen existente en la República Islámica de Irán en la región caucásica y también es considerado foco del terrorismo que desafía al poder central de Moscú. Para Rusia la pérdida de Chechenia puede significar la pérdida de importantes centros de hidrocarburos y ricas tierras en minerales. Pero también le viene como anillo al dedo para desviar la atención de la opinión pública frente a la tremenda corrupción administrativa, al despilfarro de los recursos económicos ocurridos durante la presidencia de Yeltsin, el desguace del aparato del estado, la destrucción del complejo militar-industrial, y sus fuerzas armadas, ya que la implantación del capitalismo salvaje ha desarticulado toda la base material sobre la que descansaba el poderío económico y político de este país no solamente en Europa sino en el ámbito mundial, como la única superpotencia capaz de enfrentarse a los Estados Unidos competir y superarlos en todos los indicadores socioeconómicos.
Sin embargo, hoy Rusia se ha convertido en uno de los tantos países más del vapuleado Tercer Mundo, hundido en una miseria y en una caída sin parangón  de su producto bruto interno que en diez años se redujo en un 50%. Fueron saqueadas sus riquezas por un valor superior a los 300.000 millones de dólares que fueron a parar a las arcas de los grandes bancos de Estados Unidos y Europa que se beneficiaron con la economía fascista del mercado capitalista. Desapareció la industria aerospacial rusa que fue durante décadas el orgullo del país y base de su poderío tecnológico altamente calificado y avanzado. Faltando pocos meses para las elecciones y donde en caso de ser vencidos Yeltsin, sus ministros y toda la progenie que a su lado se hicieron multimillonarios, pueden ser juzgados y condenados a prisión, el ataque a Chechenia puede servirles de pretexto para suspenderlas por el estado de guerra en que se encuentran y no sería descabellado pensar que intente cerrar el Congreso de Diputados para evitar las duras críticas de la oposición política que rechazan la guerra e implantar una censura total que haga imposible seguir los acontecimientos bélicos.

De ahí la definición de hambriento de todos los pueblos, por la “necesidad” de reconstruir en Rusia su desprestigiado orgullo militar y que esta guerra –supuestamente- debería recuperar. De modo tal que puedan presentarse ante el mundo como un país bélicamente poderoso, con un ejército con reservas considerables capaces de combatir en cualquier clase de terreno  y  bajo cualquier tipo de circunstancias. En consecuencia,  esta guerra es para los mariscales rusos un buen motivo para demostrar que Rusia sigue siendo una gran potencia militar. Por todo ello, el ejército ruso y sus altos mandos se comportan tanto en su táctica como en su estrategia al mejor estilo de Hitler, para quien en el arte y desarrollo de la guerra lo que importa siempre no es el derecho sino la victoria.

VI. Conclusión

Si en la guerra de 1994 el ejército ruso tuvo que retirarse lastimosamente mordiendo el polvo de la derrota, en esta oportunidad seguro que van a triunfar: van a tomar la capital, implantar un gobierno de mano dura y cuando el desenvolvimiento de las acontecimientos lo permitan pondrán en funciones a un gobierno checheno pro ruso y que gobernará bajo la atenta vigilia del ejército y gobierno ruso. En la primera guerra en Chechenia murieron 100.000 personas entre combatientes y población civil, decenas de miles de heridos, horrores que vuelven a repetirse en escala superlativa en esta nueva contienda con un costo terrible de muertos, heridos, mutilados, de familias destruidas y sobre todo quedarán las ruinas de las ciudades sometidas a los bombardeos, los miles de refugiados, el hambre y las enfermedades.

El pueblo ruso ya está harto de tantas guerras que a lo largo de este terrible siglo XX les ha costado la muerte a más de 40 millones de sus habitantes: la guerra con Japón en 1904-1905, la primera guerra mundial de 1914-1918, la guerra civil de 1918-1920, contra las catorce potencias invasoras que quisieron derrocar a la revolución bolchevique; la guerra contra Polonia en 1920, la guerra contra el Japón en 1938, la Gran Guerra Patria de 1941-1945, contra la Alemania nazi; la guerra en Afganistán de 1979-1988 y ahora las guerras contra Chechenia, en 1994-1996 y la de 1999 y cuyo final nadie puede prever cuando sucederá. Lindo fin del milenio le tocan a los rusos y a las otras repúblicas. Si se lee el libro de Henry Noel  Brailsford, “La guerra del acero y del oro”, publicado en 1914 podrán encontrarse algunas respuestas sobre esta guerra: "Admitamos a la vez que la guerra es una locura desde el punto de vista de los intereses nacionales, pero puede ser perfectamente racional desde el punto de vista de una clase gobernante poco numerosa pero poderosa. Los imperialistas actuales no dirigen su mirada hacia un lugar bajo el sol. Aspiran a encontrar nuevos países para explotar, regiones prometedoras con minas intactas, campos incultos, ciudades sin bancos, caminos sin vías férreas. Estas son las oportunidades que ambicionan. Les gustaría tenerlas sin lucha, pues no desean la guerra. Su ideal es cercarlas como una esfera de intereses económicos dentro del cual volcar sus capitales en forma de monopolios nacionales" ¿Qué hará Europa, Estados Unidos y la OTAN? Seguro que nada. O quizás vuelvan a aplicar la doctrina de Truman cuando éste era senador: "Si vemos que gana Alemania, deberemos ayudar a Rusia, y si gana Rusia, deberemos ayudar a Alemania. Y de este modo, que se maten lo más que puedan." Hoy sería así: Si gana Rusia ayudaremos a Chechenia y si gana Chechenia ayudaremos a Rusia. Lo importante, después de todo, no son los muertos, sino que la región siga siendo un poderoso y gigantesco campo para los lucrativos negocios del insaciable capitalismo, pese al desastre financiero de 1998 que arrasó a Rusia.
                                                      
      


sábado, 16 de septiembre de 2017

LA CARTA DEMOCRÁTICA INTERAMERICANA
Por Sergio Daniel Aronas – 16 de septiembre de 2017

Presentamos este famoso y tristemente célebre documento de la Organización de los Estados Americanos (OEA) cuya aprobación tuvo lugar el mismo día que se produjeron los “atentados” a las Torres Gemelas y al Pentágono. Este es la norma que quieren imponerle a la República de Venezuela, en el marco de la crisis política que se está produciendo en el país como consecuencia del accionar de las fuerzas fascistas, terroristas y golpistas de la oposición al gobierno de Nicolás Maduro para derrocarlo contando para ese objetivo antidemocrático y anticonstitucional, con el apoyo de los eternos golpistas y terroristas de toda la historia mundial que es el gobierno de los Estados Unidos, diseñadores de este mamarracho y que utilizan como excusa para derribar a un gobierno que no sigue las directrices y órdenes de su majestad imperial.

Esta Carta consta de 28 artículos divididos en seis capítulos o apartados que apunta a defender la “democracia” en su forma “representativa” sobre la base de un compromiso político de los estados miembros. Es muy pretencioso que la OEA se considere paladín de la democracia y mucho más horrible suena reconocer al Ministerio de las Colonias de los Estados Unidos ssus “aportes” en la consolidación de los procesos democráticos abiertos en la mayoría de nuestras naciones a partir del año 1983-

Hablar de democracia representativa es muy difuso y poco sustancioso porque en casi todos los países “el pueblo no delibera ni gobierna” como lo dice muy claramente la Constitución Nacional de la Argentina en su artículo 22: ”El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución.Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición.” Este artículo que se mantiene inalterable desde la sanción de la Constitución Argentina en 1853 es un espanto y ninguna reforma se atrevió a modificarlo. Entonces como pueden hablar de la importancia de la “democracia representativa” si además estos  “ representantes del pueblo”  son siempre los miembros de las clases dominantes y dueñas de la riqueza que ese pueblo genera y que no puede ejercer el poder, son todos traidores a sus patrias, delincuentes, evasores de impuestos y también violadores permanentes de los derechos humanos, represores del pueblo y lacayos de los poderes imperialistas y de las multinacionales capitalistas. Eso tiene una explicación muy sencilla: son las burguesías las que tienen el poder, las que crean las constituciones, las leyes, el orden económico, social, jurídico y educativo y quienes tienen el poder de decisión. Basta con ir a la historia de las naciones americanas para comprobar estos hechos irrefutables e irribatibles.

La OEA nunca fue democrática ni defensora de los gobiernos constitucionales y parece quienes redactaron este documento indigno se olvidaron del apoyo que le dio a todas las intervenciones militares de los Estados Unidos en la región que pretende defende- Aquí una breve síntesis de la siniestra serie de crímenes imperialistas que alguna vez deberán pagar los criminales que las llevaron a cabo:

1954: Invasión a Guatemala
1961: Mercenarios financiados y entrenador por Estados Unidos desembarcan en Bahia de Cochinos en Cuba para derrocar la revolución encabezada por Fidel Castro.´
1962: Expulsión de la República de Cuba
1965: Invasión a la Reoública Dominicana  
1967: Grupo de Boinas Verdes entran a Bolivia para ayudar al ejército para capturar a Ernesto Che Guevara
1971: Dictadura de Duvalier en Haití bajo el amparo de los Estados Unidos
1973: Estados Unidos financia y apoya el derrocamiento de Salvador Allende en Chile.
1973: Se instala la dictadura en Uruguay con el beneplácito de Washington
1976: Estados Unidos apoya y reconoce el golpe militar en la Argentina
1979. Jimmy Carter propone crear una fuerza multinacional para intervenir en Nicaragua con el fin de impedir la victoria del Frente Sandinista. Este en un hecho casi desconocido en las relaciones entre América Latina y los Estados Unidos.
1980: Golpe militar en Bolivia con apoyo y asistencia militar de los Estados Unidos.
1980: Jimmy Carter envía asesores militares a El Salvador para contener a la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN)
1981: Ronald Reagan inicia la guerra contra la Nicaragua Sandinista usando a los Contras como fuerza de choque.
1981: Unos 11.000 soldados y asesores de los Estados Unidos crean bases miliares en Guatemala y Honduras
1982: La OEA se borra ante la agresión británica contra la Argentina por la soberanía en las Islas Malvinas-
1983: Estados Unidos invade la pequeña isla de Grenada y derroca al Movimiento Nueva Joya.
1989: Invasión a Panamá
1991: Derrocamiento del Jean B. Aristide en Haití por militares sostenidos por Estados Unidos.
2002: Golpe fallido contra Hugo Chávez en Venezuela
2004: Segunda intervención militar en Haití que se mantiene bajo mandato de la ONU y los Estados Unidos.

Esta es una sucinta demostración que la OEA nunca hizo nada ni protestó contra los invasores estadounidenses ni mucho tener una consideración hacia los pueblos agredidos porque siempre estuvo del lado del imperialismo. De ahí la necesidad de que se conozca esta Carta porque en ningún modo ayuda a la democracia, que en el sentido de sus mentores, es defender el capitalismo por esa subversión ideológica que la burguesía con mucha inteligencia mete en la mente de millones de personas en el mismo, donde democracia y mercado son sinónimos del sistema capitalista y eso es lo que en realidad protegen como vaca sagrada.

Venezuela ha hecho de la democracia participativa la razón principal de la revolución bolivariana, un sistema de democracia directa muy superior a la representativa en forma y contenido. Por lo tanto, la Carta de la OEA habla de algo que no sabe ni nunca sabrá como funciona porque no forma parte de ella. Garantizar la democracia es para la OEA mantener el statu quo; que sigan repartiéndose el poder los partidos de la burguesía y como en Venezuela hace varios años se intenta llevar a cabo un proceso político sobre nuevas bases, por supuesto lleno de dificultados, complicaciones, trabas, retrocesos, y que no es del gusto de los capitanes de la OEA, le exigen al gobierno venezolano que cumpla con las reglas del juego de la “democracia”, hecho que han realizado innumerable cantidad de veces y bajo normas jurídicas más avanzada que las que proponen los generales de la OEA que no solo amenazan con expulsarla del organismo, sino que apoya abiertamente la línea de Donald Trump, el tramposo presidente de los Estados Unidos que no descarta la invasión militar directa, línea en la que el mambrú español de Felipillo González, un pillo militarista y belicoso peligroso, llama con grito en el cielo a que los Estados Unidos bombardee Venezuela,

Lean este Carta así saben de qué se trata cuando los colonialistas de la OEA también amenazan a Venezuela con poner en marcha los mecanismos que definen este documento como se garantiza el mantenimiento del sistema democrático, algo que el gobierno venezolano siempre sostuvo.

La historia ha dmostrao que una revolución, sea el nivel de desarrollo político y de consciencia que ha alcanzado tiene el derecho de defenderse y la única forma es con el pueblo en armas. Quienes no han podido o no quisieron cumplir con esta ley suprema de la dialéctica de la revolución pagaron caro su derrota. Lo vimos en Iraq y en Libia. Por eso, Corea del Norte se arma con seriedad, celeridad porque se enfrenta al enemigo más sanguinario de la humanidad. Y ese es el mismo que quiere destruir a Venezuela sea por las sanciones económicas o por la agresión directa. Todos pretextos para esconder la verdadera razón de toda esta crisis: derrocar la revolución bolivariana.

Aquí va el texto completo:    

Nosotros, los Ministros de Relaciones Exteriores y Jefes de Delegación, representantes de los gobiernos democráticamente elegidos de las Américas, reunidos en la ciudad de Lima en el vigésimo octavo período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, como una expresión de nuestro compromiso político con la democracia y de conformidad con los mandatos de nuestros Jefes de Estado y de Gobierno en la Tercera Cumbre de las Américas, realizada en la ciudad de Québec, hemos adoptado, mediante la resolución AG/RES. 1 (XXVIII-E/01), la Carta Democrática Interamericana.
Firmada en la ciudad de Lima, República del Perú a los once días del mes de septiembre del año dos mil uno.

RESOLUCIÓN

LA ASAMBLEA GENERAL, CONSIDERANDO que la Carta de la Organización de los Estados Americanos reconoce que la democracia representativa es indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región y que uno de los propósitos de la OEA es promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto del principio de no intervención;

RECONOCIENDO los aportes de la OEA y de otros mecanismos regionales y subregionales en la promoción y consolidación de la democracia en las Américas;
RECORDANDO que los Jefes de Estado y de Gobierno de las Américas reunidos en la Tercera Cumbre de las Américas, celebrada del 20 al 22 de abril de 2001 en la ciudad de Quebec, adoptaron una cláusula democrática que establece que cualquier alteración o ruptura inconstitucional del orden democrático en un Estado del Hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación del gobierno de dicho Estado en el proceso de Cumbres de las Américas;
TENIENDO EN CUENTA que las cláusulas democráticas existentes en los mecanismos regionales y subregionales expresan los mismos objetivos que la cláusula democrática adoptada por los Jefes de Estado y de Gobierno en la ciudad de Quebec;
REAFIRMANDO que el carácter participativo de la democracia en nuestros países en los diferentes ámbitos de la actividad pública contribuye a la consolidación de los valores democráticos y a la libertad y la solidaridad en el Hemisferio;
CONSIDERANDO que la solidaridad y la cooperación de los Estados americanos requieren la organización política de los mismos sobre la base del ejercicio efectivo de la democracia representativa y que el crecimiento económico y el desarrollo social basados en la justicia y la equidad y la democracia son interdependientes y se refuerzan mutuamente;
REAFIRMANDO que la lucha contra la pobreza, especialmente la eliminación de la pobreza crítica, es esencial para la promoción y consolidación de la democracia y constituye una responsabilidad común y compartida de los Estados americanos;
TENIENDO PRESENTE que la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y la Convención Americana sobre Derechos Humanos contienen los valores y principios de libertad, igualdad y justicia social que son intrínsecos a la democracia;
REAFIRMANDO que la promoción y protección de los derechos humanos es condición fundamental para la existencia de una sociedad democrática, y reconociendo la importancia que tiene el continuo desarrollo y fortalecimiento del sistema interamericano de derechos humanos para la consolidación de la democracia;
CONSIDERANDO que la educación es un medio eficaz para fomentar la conciencia de los ciudadanos con respecto a sus propios países y, de esa forma, lograr una participación significativa en el proceso de toma de decisiones, y reafirmando la importancia del desarrollo de los recursos humanos para lograr un sistema democrático y sólido;
RECONOCIENDO que un medio ambiente sano es indispensable para el desarrollo integral del ser humano, lo que contribuye a la democracia y la estabilidad política;
TENIENDO PRESENTE que el Protocolo de San Salvador en materia de derechos económicos, sociales y culturales resalta la importancia de que tales derechos sean reafirmados, desarrollados, perfeccionados y protegidos en función de consolidar el régimen democrático representativo de gobierno;
RECONOCIENDO que el derecho de los trabajadores de asociarse libremente para la defensa y promoción de sus intereses es fundamental para la plena realización de los ideales democráticos;
TENIENDO EN CUENTA que, en el Compromiso de Santiago con la Democracia y la Renovación del Sistema Interamericano, los Ministros de Relaciones Exteriores expresaron su determinación de adoptar un conjunto de procedimientos eficaces, oportunos y expeditos para asegurar la promoción ydefensa de la democracia representativa dentro del respeto del principio de no intervención; y que la resolución AG/RES. 1080 (XXI-O/91) estableció, consecuentemente, un mecanismo de acción colectiva en caso de que se produjera una interrupción abrupta o irregular del proceso político institucional democrático o del legítimo ejercicio del poder por un gobierno democráticamente electo en cualquiera de los Estados Miembros de la Organización, materializando así una antigua aspiración del Continente de responder rápida y colectivamente en defensa de la democracia;
RECORDANDO que, en la Declaración de Nassau (AG/DEC. 1 (XXII-O/92)), se acordó desarrollar mecanismos para proporcionar la asistencia que los Estados Miembros soliciten para promover, preservar y fortalecer la democracia representativa, a fin de complementar y ejecutar lo previsto en la resolución AG/RES. 1080 (XXI-O/91);
TENIENDO PRESENTE que, en la Declaración de Managua para la Promoción de la Democracia y el Desarrollo (AG/DEC. 4 (XXIII-O/93)), los Estados Miembros expresaron su convencimiento de que la democracia, la paz y el desarrollo son partes inseparables e indivisibles de una visión renovada e integral de la solidaridad americana, y que de la puesta en marcha de una estrategia inspirada en la interdependencia y complementariedad de esos valores dependerá la capacidad de la Organización de contribuir a preservar y fortalecer las estructuras democráticas en el Hemisferio;
CONSIDERANDO que, en la Declaración de Managua para la Promoción de la Democracia y el Desarrollo, los Estados Miembros expresaron su convicción de que la misión de la Organización no se limita a la defensa de la democracia en los casos de quebrantamiento de sus valores y principios fundamentales, sino que requiere además una labor permanente y creativa dirigida a consolidarla, así como un esfuerzo permanente para prevenir y anticipar las causas mismas de los problemas que afectan el sistema democrático de gobierno;
TENIENDO PRESENTE que los Ministros de Relaciones Exteriores de las Américas, en ocasión del trigésimo primer período ordinario de sesiones de la Asamblea General, en San José de Costa Rica, dando cumplimiento a la expresa instrucción de los Jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la Tercera Cumbre, celebrada en la ciudad de Quebec, aceptaron el documento de base de la Carta Democrática Interamericana y encomendaron al Consejo Permanente su fortalecimiento y ampliación, de conformidad con la Carta de la OEA, para su aprobación definitiva en un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General en la ciudad de Lima, Perú;
RECONOCIENDO que todos los derechos y obligaciones de los Estados Miembros conforme a la Carta de la OEA representan el fundamento de los principios democráticos del Hemisferio; y
TENIENDO EN CUENTA el desarrollo progresivo del derecho internacional y la conveniencia de precisar las disposiciones contenidas en la Carta de la Organización de los Estados Americanos e instrumentos básicos concordantes relativas a la preservación y defensa de las instituciones democráticas, conforme a la práctica establecida,

RESUELVE: Aprobar la siguiente CARTA DEMOCRÁTICA INTERAMERICANA

I La democracia y el sistema interamericano

Artículo 1
Los pueblos de América tiene derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla. La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de las Américas.

Artículo 2
El ejercicio efectivo de la democracia representativa es la base del estado de derecho y los regímenes constitucionales de los Estados Miembros de la Organización de los Estados Americanos. La democracia representativa se refuerza y profundiza con la participación permanente, ética y responsable de la ciudadanía en un marco de legalidad conforme al respectivo orden constitucional.

Artículo 3
Son elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas; y la separación e independencia de los poderes públicos.

Artículo 4
Son componentes fundamentales del ejercicio de la democracia la transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública, el respeto por los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa. La subordinación constitucional de todas las instituciones del Estado a la autoridad civil legalmente constituida y el respeto al estado de derecho de todas las entidades y sectores de la sociedad son igualmente fundamentales para la democracia.

Artículo 5
El fortalecimiento de los partidos y de otras organizaciones políticas es prioritario para la democracia. Se deberá prestar atención especial a la problemática derivada de los altos costos de las campañas electorales y al establecimiento de un régimen equilibrado y transparente de financiación de sus actividades.

Artículo 6
La participación de la ciudadanía en las decisiones relativas a su propio desarrollo es un derecho y una responsabilidad. Es también una condición necesaria para el pleno y efectivo ejercicio de la democracia. Promover y fomentar diversas formas de participación fortalece la democracia.

II La democracia y los derechos humanos

Artículo 7
La democracia es indispensable para el ejercicio efectivo de las libertades fundamentales y los derechos humanos, en su carácter universal, indivisible e interdependiente, consagrados en las respectivas constituciones de los Estados y en los instrumentos interamericanos e internacionales de derechos humanos.

Artículo 8
Cualquier persona o grupo de personas que consideren que sus derechos humanos han sido violados pueden interponer denuncias o peticiones ante el sistema interamericano de promoción y protección de los derechos humanos conforme a los procedimientos establecidos en el mismo. Los Estados Miembros reafirman su intención de fortalecer el sistema interamericano de protección de los derechos humanos para la consolidación de la democracia en el Hemisferio.

Artículo 9
La eliminación de toda forma de discriminación, especialmente la discriminación de género, étnica y racial, y de las diversas formas de intolerancia, así como la promoción y protección de los derechos humanos de los pueblos indígenas y los migrantes y el respeto a la diversidad étnica, cultural y religiosa en las Américas, contribuyen al fortalecimiento de la democracia y la participación ciudadana.

Artículo 10
La promoción y el fortalecimiento de la democracia requieren el ejercicio pleno y eficaz de los derechos de los trabajadores y la aplicación de normas laborales básicas, tal como están consagradas en la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo y su Seguimiento, adoptada en 1998, así como en otras convenciones básicas afines de la OIT. La democracia se fortalece con el mejoramiento de las condiciones laborales y la calidad de vida de los trabajadores del Hemisferio.

III Democracia, desarrollo integral y combate a la pobreza

Artículo 11
La democracia y el desarrollo económico y social son interdependientes y se refuerzan mutuamente.
Artículo 12
La pobreza, el analfabetismo y los bajos niveles de desarrollo humano son factores que inciden negativamente en la consolidación de la democracia. Los Estados Miembros de la OEA se comprometen a adoptar y ejecutar todas las acciones necesarias para la creación de empleo productivo, la reducción de la pobreza y la erradicación de la pobreza extrema, teniendo en cuenta las diferentes realidades y condiciones económicas de los países del Hemisferio.
Este compromiso común frente a los problemas del desarrollo y la pobreza también destaca la importancia de mantener los equilibrios macroeconómicos y el imperativo de fortalecer la cohesión social y la democracia.

Artículo 13
La promoción y observancia de los derechos económicos, sociales y culturales son consustanciales al desarrollo integral, al crecimiento económico con equidad y a la consolidación de la democracia en los Estados del Hemisferio.

Artículo 14
Los Estados Miembros acuerdan examinar periódicamente las acciones adoptadas y ejecutadas por la Organización encaminadas a fomentar el diálogo, la cooperación para el desarrollo integral y el combate a la pobreza en el Hemisferio, y tomar las medidas oportunas para promover estos objetivos.

Artículo 15
El ejercicio de la democracia facilita la preservación y el manejo adecuado del medio ambiente. Es esencial que los Estados del Hemisferio implementen políticas y estrategias de protección del medio ambiente, respetando los diversos tratados y convenciones, para lograr un desarrollo sostenible en beneficio de las futuras generaciones.

Artículo 16
La educación es clave para fortalecer las instituciones democráticas, promover el desarrollo del potencial humano y el alivio de la pobreza y fomentar un mayor entendimiento entre los pueblos. Para lograr estas metas, es esencial que una educación de calidad esté al alcance de todos, incluyendo a las niñas y las mujeres, los habitantes de las zonas rurales y las personas que pertenecen a las minorías.

IV Fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática

Artículo 17
Cuando el gobierno de un Estado Miembro considere que está en riesgo su proceso político institucional democrático o su legítimo ejercicio del poder, podrá recurrir al Secretario General o al Consejo Permanente a fin de solicitar asistencia para el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática.
Artículo 18
Cuando en un Estado Miembro se produzcan situaciones que pudieran afectar el desarrollo del proceso político institucional democrático o el legítimo ejercicio del poder, el Secretario General o el Consejo Permanente podrá, con el consentimiento previo del gobierno afectado, disponer visitas y otras gestiones con la finalidad de hacer un análisis de la situación. El Secretario General elevará un informe al Consejo Permanente, y éste realizará una apreciación colectiva de la situación y, en caso necesario, podrá adoptar decisiones dirigidas a la preservación de la institucionalidad democrática y su fortalecimiento.

Artículo 19
Basado en los principios de la Carta de la OEA y con sujeción a sus normas, y en concordancia con la cláusula democrática contenida en la Declaración de la ciudad de Quebec, la ruptura del orden democrático o una alteración del orden constitucional que afecte gravemente el orden democrático en un Estado Miembro constituye, mientras persista, un obstáculo insuperable para la participación de su gobierno en las sesiones de la Asamblea General, de la Reunión de Consulta, de los Consejos de la Organización y de las conferencias especializadas, de las comisiones, grupos de trabajo y demás órganos de la Organización.

Artículo 20
En caso de que en un Estado Miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático, cualquier Estado Miembro o el Secretario General podrá solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que estime conveniente. El Consejo Permanente, según la situación, podrá disponer la realización de las gestiones diplomáticas necesarias, incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la institucionalidad democrática. Si las gestiones diplomáticas resultaren infructuosas o si la urgencia del caso lo aconsejare, el Consejo Permanente convocará de inmediato un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General para que ésta adopte las decisiones que estime apropiadas, incluyendo gestiones diplomáticas, conforme a la Carta de la Organización, el derecho internacional y las disposiciones de la presente Carta Democrática. Durante el proceso se realizarán las gestiones diplomáticas necesarias, incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la institucionalidad democrática.

Artículo 21
Cuando la Asamblea General, convocada a un período extraordinario de sesiones, constate que se ha producido la ruptura del orden democrático en un Estado Miembro y que las gestiones diplomáticas han sido infructuosas, conforme a la Carta de la OEA tomará la decisión de suspender a dicho Estado Miembro del ejercicio de su derecho de participación en la OEA con el voto afirmativo de los dos tercios de los Estados Miembros. La suspensión entrará en vigor de inmediato. El Estado Miembro que hubiera sido objeto de suspensión deberá continuar observando el cumplimiento de sus obligaciones como miembro de la Organización, en particular en materia de derechos humanos. Adoptada la decisión de suspender a un gobierno, la Organización mantendrá sus gestiones diplomáticas para el restablecimiento de la democracia en el Estado Miembro afectado.

Artículo 22
Una vez superada la situación que motivó la suspensión, cualquier Estado Miembro o el Secretario General podrá proponer a la Asamblea General el levantamiento de la suspensión. Esta decisión se adoptará por el voto de losdos tercios de los Estados Miembros, de acuerdo con la Carta de la OEA.

V La democracia y las misiones de observación electoral.

Artículo 23
Los Estados Miembros son los responsables de organizar, llevar a cabo y garantizar procesos electorales libres y justos. Los Estados Miembros, en ejercicio de su soberanía, podrán solicitar a la OEA asesoramiento o asistencia para el fortalecimiento y desarrollo de sus instituciones y procesos electorales, incluido el envío de misiones preliminares para ese propósito.

Artículo 24
Las misiones de observación electoral se llevarán a cabo por solicitud del Estado Miembro interesado. Con tal finalidad, el gobierno de dicho Estado y el Secretario General celebrarán un convenio que determine el alcance y la cobertura de la misión de observación electoral de que se trate. El Estado Miembro deberá garantizar las condiciones de seguridad, libre acceso a la información y amplia cooperación con la misión de observación electoral. Las misiones de observación electoral se realizarán de conformidad con los principios y normas de la OEA. La Organización deberá asegurar la eficacia e independencia de estas misiones, para lo cual se las dotará de los recursos necesarios. Las mismas se realizarán de forma objetiva, imparcial y transparente, y con la capacidad técnica apropiada. Las misiones de observación electoral presentarán oportunamente al Consejo Permanente, a través de la Secretaría General, los informes sobre sus actividades.

Artículo 25
Las misiones de observación electoral deberán informar al Consejo Permanente, a través de la Secretaría General, si no existiesen las condiciones necesarias para la realización de elecciones libres y justas. La OEA podrá enviar, con el acuerdo del Estado interesado, misiones especiales a fin de contribuir a crear o mejorar dichas condiciones.

VI Promoción de la cultura democrática

Artículo 26
La OEA continuará desarrollando programas y actividades dirigidos a promoverlos principios y prácticas democráticas y fortalecer la cultura democrática en el Hemisferio, considerando que la democracia es un sistema de vida fundado en la libertad y el mejoramiento económico, social y cultural de los pueblos. La OEA mantendrá consultas y cooperación continua con los Estados Miembros, tomando en cuenta los aportes de organizaciones de la sociedad civil que trabajen en esos ámbitos.

Artículo 27
Los programas y actividades se dirigirán a promover la gobernabilidad, la buena gestión, los valores democráticos y el fortalecimiento de la institucionalidad política y de las organizaciones de la sociedad civil. Se prestará atención especial al desarrollo de programas y actividades para la educación de la niñez y la juventud como forma de asegurar la permanencia de los valores democráticos, incluidas la libertad y la justicia social.

Artículo 28
Los Estados promoverán la plena e igualitaria participación de la mujer en las estructuras políticas de sus respectivos países como elemento fundamental para la promoción y ejercicio de la cultura democrática


LAS NUEVAS GUERRAS DE LOS IMPERIOS CRIMINALES DE OCCIDENTE

Por Sergio Daniel Aronas  - 20 de marzo de 2005

Nota: Escribí este artículo nunca publicado al cumplirse dos años de la invasión a Iraq por la coalición encabezada por los Estados Unidos y Gran Bretaña acompañada por unos 40 países que en casi un mes de guerras devastaron y destruyeron todo un país, al que saquearon sin miramientos,
especialmente sus museos y tesoros históricos. Nada ha cambiado en la política global del imperialismo que ahora apunta sus cañones contra la República Democrática Popular de Corea, más conocida como Corea del Norte en una escalada bélica que reafirma el pensamiento de Adam Smith sobre la guerra moderna. Espero que sea del agrado de los lectores del blog

"En la guerra moderna, los elevados costos en armas de fuego dan una clara ventaja a la nación que esté en mejores condiciones de permitírselas y, por consiguiente, a los pueblos ricos y civilizados. En la antigüedad, los ricos y civilizados tenían problemas para defenderse de los pueblos pobres y bárbaros. En los tiempos modernos, los pueblos pobres y bárbaros tiene dificultades para defenderse de los ricos y civilizados". (Adam Smith, La riqueza de las naciones, Libro V, Cap. I, 1776)

            "Así pues, las guerras deben ser a veces nuestro destino; y lo mejor que podemos hacer es evitar la mitad de ellas que se deberían a nuestras tonterías y nuestros actos injustos; y prepararnos lo mejor que podamos para la otra mitad". (Thomas Jefferson, Notes sobre el Estado de Virginia).


Los EE.UU y el Reino Unido, es decir, los imperios criminales de Occidente, se han lanzado a la agresión armada contra Iraq para provocar un cambio radical y profundo de largo alcance en la estructura política, económica y militar del Medio Oriente y sus zonas de influencia conforme a la doctrina esbozada por Jimmy Carter, ya que en esta región se concentran las mayores reservas del petróleo. El gran objetivo es dominar y controlar las rutas del petróleo, el cual se ha convertido en la mercancía más importante del sistema capitalista porque es la que mueve su economía, abastece la máquina de guerra del imperio y es la que más ganancias brindan a sus empresas multinacionales. Para el imperialismo, la necesidad del petróleo se ha convertido en una cuestión de seguridad nacional de primer orden ya que la mínima posibilidad del cese o la reducción de su suministro es considerada por el gobierno de los Estados Unidos como una grave amenaza a su existencia.

El desarrollo actual de EE.UU. se orienta hacia la creación de un poderoso estado militarista promotor de una política exterior expansionista y que por sus fines y métodos en muy poco se diferencia de los objetivos geopolíticos de la Alemania nazi. Mientras la dictadura fascista hitleriana proclamaba el espacio vital en el territorio de Europa Central y Oriental, la Administración Bush II impulsa a su país y a la OTAN a expandirse por todo el planeta, tendiente a la formación de un vasto imperio que por la extensión del territorio que pretende tener bajo su control, dominio y hegemonía supera al imperio griego, romano, español e inglés  en su mayo época de esplendor. Y al comparar a Bush Jr. con Hitler es para ejemplo de ello son las razones que justificaron la invasión militar de Irak donde el gobierno de estadounidense se comportó como Hitler cuando en vísperas del ataque a Polonia en septiembre de 1939 dio estas órdenes al Alto Mando de la Wehrmacht: "Yo daré el pretexto propagandístico para iniciar la guerra. No importa si es verosímil o no. Al vencedor no se le pregunta si dijo la verdad. En el comienzo y conducción de la guerra lo importante no es el derecho sino la victoria".

Y la mejor manera de entender este peligroso rumbo del imperialismo consiste en observar la distribución de sus bases militares en el mundo donde se verifica el fabuloso despliegue bélico de la mayor potencia imperialista del planeta. En todos los continentes y en todos los mares se ve el dispositivo de la máquina de guerra del imperio que viene siendo  perfeccionado desde hace 25 años para movilizarse hasta los rincones más lejanos del globo y hasta el espacio cósmico mediante el sistema nacional de defensa de misiles.

La dinámica de la diplomacia de EE.UU. le permite estar en todos lados, elaborar planes para cada país y el apoyo que reciben sus monopolios transforma a éstos en los árbitros de la política exterior del gobierno norteamericano y si ésta viene acompañada con portaaviones, tanques, marines, misiles y armas atómicas las multinacionales se sentirán más seguras. Porque, al fin y al cabo, esa presencia del Pentágono en otros estados sirve para garantizar la seguridad de los monopolios  en más de cien países.

Estados Unidos sigue manteniendo un altísimo gasto militar y que comprende una parte preponderante de su presupuesto total y en lugar de desintegrar la OTAN han logrado su ampliación con la incorporación de Polonia, Hungría, la República Checa, los países Bálticos, han integrado a su mecanismo militar a las ex repúblicas soviéticas de Uzbekistán, Turkmenistán y Tayikistán; se están lanzando a la conquista de Ucrania para separarla de Rusia, romper a ésta y someterla por separado.

En América Latina han impuesto el plan Puebla Panamá para tener bajo su égida el tráfico por el mar Caribe y el control del canal de Panamá; viene aplicando el Plan Colombia para "vigilar" el negocio del narcotráfico del que ellos son los principales impulsores y culpables de su existencia. Se multiplican las amenazas contra Cuba y Venezuela y cuando estos gobiernos con el apoyo de sus pueblos defienden su integridad territorial e independencia, los salvajes gobernantes de Washington - utilizando el lenguaje del Libertador José de San Martín - se creen autorizados para exterminar hasta la raza de los revolucionarios por esgrimir éstos los derechos que sus gloriosas revoluciones vienen consiguiendo y son defendidos por un pueblo movilizado y que han sido refrendados en sendos actos electorales que los EE.UU. no vacilaron en volcarlos a favor de sus intereses. A Cuba, a Venezuela o a cualquier otro pueblo que no siga la línea del imperio, EE.UU. - volviendo al pensamiento del Libertador San Martín - "les hace la guerra sin respetar en nosotros el sagrado derecho de gentes y no se embarazan en derramar a torrentes la sangre de los infelices americanos". Con el firme objetivo de destruir los acuerdos de cooperación e integración económico y social entre las Repúblicas sudamericanas, fomentan los tratados de libre comercio en forma bilateral con cada nación por separado creyendo así las burguesías gobernantes que pondrán tener un futuro mejor para sus países.  Esta estrategia es la que viene aplicando los EE.UU. como medio para imponer el ALCA a todo el continente.

Estados Unidos ha declarado a América Latina "zona de sus intereses vitales" para lo cual alienta la realización de ejercicios militares conjuntos, exige a los gobiernos que se manifiesten sobre las amenazas a la seguridad hemisférica por el terrorismo para que adopten los métodos que ellos aplican y quieren que nos embarquemos en sus aventuras imperialistas participando en sus ejércitos invasores y así aparecer ante los ojos de la opinión pública como cómplices y partícipes de los crímenes de lesa humanidad que la soldadesca yanki está cometiendo en el mundo.

Para justificar un gasto militar de semejante envergadura implica necesariamente encontrar una forma y un lugar donde poner a prueba los resultados de la inversión armamentista, la eficacia de los nuevos métodos de destrucción masivos y la capacidad de maniobra de la política militar y diplomática. A este nivel de abstracción es necesario llegar para entender que las invasiones y bombardeos estadounidenses a Afganistán e Irak tras la fachada de los atentados del 11/09/2001, apuntan a todo el globo para que vean que las aspiraciones imperialistas de Estados Unidos de dominar al mundo están intactas conforme a la doctrina nuclear preventiva del primer golpe y que los sueños atómicos de la era reaganiana de destruir a la ex Unión Soviética han sido volcados para aplastar a los países del Tercer Mundo en los que abundan recursos energéticos muy importantes e imponerle su voluntad. Precisamente, la necesidad de tener a su locomotora económica en pleno funcionamiento mediante el abastecimiento constante, permanente y sin interrupciones del petróleo ha transformado al estado imperial norteamericano en una Parecerá temeraria la idea de suponer que por las pérdidas sufridas en las bolsas a raíz de la crisis de 1997 y 1998 tenga como respuesta la opción militar por la única potencia capaz de hacerlo. No obstante,  no debemos olvidar lo increíble de grande que es el secreto detrás del cual se esconde el surgimiento de una guerra y tampoco que  nada es casual en política y mucho menos en el imperio de las altas finanzas. A medida que arreciaban los ataques a Yugoslavia, la bolsa de Wall Street crecía a ritmos vertiginosos, batiendo records históricos en el cierre de su índice Dow Jones. Quien no lo ve así es porque no considera la importancia que tiene el complejo militar-industrial en la política interna y externa de Estados Unidos, quienes, siempre que se discute el presupuesto  en el Capitolio, empujan con la venia del Pentágono, a que se eleve la parte militar del mismo. Entonces vale la pregunta: ¿por qué sucede esto?. Estados Unidos es un país que cuenta con 1.500.000 efectivos en sus fuerzas armadas (ejército, marina, aviación y el cuerpo de  marines), y otros 200.000 más de las fuerzas de despliegue rápido, casi 20.000 tanques, 3.600 cazabombarderos, 120 cruceros, destructores y fragatas, 15 portaaviones diseminados por todos los mares del mundo (y otros 6 de reserva)  40.000 vehículos blindados para el transporte de tropas, 11.000 cañones, 73 submarinos nucleares de ataque y otros 18 armados con misiles balísticos. La presencia militar norteamericana se encuentra desparramada en 900 bases de la armada, 250 del ejército y 214 de la fuerza aérea, tanto en su propio país, como así también en Guantánamo (Cuba - en contra de la  voluntad del pueblo, gobierno y constitución de la isla), Islandia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, España, Grecia, Turquía y en las islas de Ascensión, Bahamas, Antillas Menores, Azores, Reunión, Seychelles, Filipinas, Diego García, Guam, Hawaii, en Singapur, Corea del Sur y Japón.

Por sus fines y métodos la política exterior de Estados Unidos en nada se diferencia a los utilizados por la Alemania nazi. Si tuviésemos que dar una definición del gobierno que dirige los destinos de los Estados Unidos, podemos utilizar la que Joseph Goebbels dio sobre los métodos de Stalin cuando en agosto de 1941 escribió en su diario: "Cuando una pandilla de criminales llega al poder utiliza métodos criminales para poner en práctica su política".

Al lanzarse a la guerra contra Iraq, Estados Unidos y Gran Bretaña, es decir, los imperios criminales de Occidente, se creen autorizados para exterminar a todos los países no que acepten sus políticas y directivas, amenazándolos con bloqueos y embargos, imponiendo sanciones unilaterales, pisoteando las leyes internacionales, ejerciendo coacción militar directa, violando su espacio aéreo y soberanía y cuando estas medidas no alcanzan para derribar gobiernos, fomentan estúpidos argumentos para desencadenar la invasión militar.
Detrás del gran pretexto de la supuesta capacidad iraquí para fabricar las armas de destrucción masivas sean éstas químicas, nucleares y bacteriológicas, está el deseo de apoderarse de las riquezas y rutas del petróleo. Y lo que se ve no es solo una guerra entre uno de los principales productores de crudo (Irak) y el principal importador del mundo (EE.UU) sino que lo que está en juego es quién tendrá el papel principal en el comercio mundial y quién controlará los mercados de abastecimientos de materias primas y recursos energéticos. Además si se trata de hacerle la guerra aquellos países tienen armas de destrucción masiva deberían atacar a las 12 naciones que tienen programas de desarrollo de armas nucleares, a las 16 que tienen armas químicas, a las 13 que tienen armas biológicas o las 36 que poseen misiles balísticos (Ver America at Risk, The Citizen´s guide to missile defense, by James H. Anderson, Ph.D., The Heritage Foundation, 1999). Y si no se siente satisfecho que se haga la guerra a sí mismo, ya que EE.UU. es el primer productor mundial de todas esas armas de exterminio, posee los mayores arsenales de armas atómicas, la mayor reserva de armas químicas, bacteriológicas y radiológicas como así también ha encarado proyectos para la fabricación del arma neutrónica, iniciado durante la presidencia del pacifista Jimmy Carter cuando el 6 de agosto de 1979 autorizó los fondos para su producción, es decir, el mismo día del aniversario de la detonación de la bomba nuclear en Hiroshima.

Gracias a su política armamentista ha logrado acumular suficiente material con que destruirse, y en ese caso ellos serían los que morirían, quienes sufrirían las destrucciones y se demostraría la necesidad de construir un mundo nuevo sobre nuevas bases y que el hundimiento imperial de los Estados Unidos no arrastre a toda la humanidad a un cataclismo imprevisible. Se trata, entonces, de que la humanidad no desaparezca con el fin del imperio norteamericano, sino que sea el imperialismo el que deje de existir debido a las propias contradicciones insolubles para su mantenimiento y su sostenimiento. Y si el imperio USA por más fuerte que se sienta o se parezca cree que puede desafiar las leyes de la historia, evidencia el carácter aventurero y demencial de sus gobernantes porque deben entender que el suyo es un imperio que también terminará de la misma forma en que cayeron los grandes imperios como el griego, romano, persa, español, inglés, francés, alemán, y japonés. Por lo tanto, el día en que el imperialismo USA desaparezca del orden geográfico, jurídico y político y su pueblo tome el poder en sus manos, arrojando al basurero de la historia las salvajes doctrinas de la guerra preventiva, de la seguridad nacional y la de los intereses vitales, ese día otro mundo sí será posible.


En esta situación internacional tan complicada es como debe entenderse la agresión armada de la OTAN a Yugoeslavia que pone al descubierto cómo recurren a los millones de dólares para su vieja y nunca olvidada diplomacia imperialista de las cañoneras