El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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domingo, 30 de abril de 2017

LA HISTERIA DE LA HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS CONTRA COREA DEL NORTE

Por Sergio Daniel Aronas – 30 de abril de 2017

La histeria militarista con la que la bestia fascista de Donald Trump lanza sus amenazas de guerra contra la República Democrática Popular de Corea (RDPC o Corea del Norte) forma parte de la historia de mentira para engañar al mundo para determinar de dónde viene el peligro a la paz mundial y cómo se puede prevenir.

El gran culpable de la situación en la península coreana es la presencia de las fuerzas armadas de los Estados Unidos que nunca se retiraron de esa zona como debieron hacerlo en 1945 luego de terminar la Segunda Guerra Mundial. Corea del Sur es una base militar yanqui armada hasta los dientes con 30.000 soldados, bombas nucleares, la flota completa del Pacífico y los muy imperialistas quieren que el vecino del norte se quede quietito y se rinda a las pretensiones del gobierno de Trump. Los militares USA están terriblemente desesperados por llevar la guerra contra Corea del Norte como hicieron con Panamá, Yugoslavia, Afganistán, Irak y Libia. Quieren una reunificación sobre los escombros de una aniquilada Corea del Norte y parece que no recuerdan las lecciones de la historia cuando entre 1950 y 1950 el Ejército Popular Coreano con la ayuda de China derrotaron a los invasores estadounidenses y los hicieron retroceder al paralelo 38. Estados Unidos no quiere firmar un tratado de paz definitivo porque sería reconocer el fracaso de su política expansionista en la región; no permite la reunificación bajo la forma de estado confederado como lo había propuesto hace muchos años Kim Il Sung, el líder histórico de Corea del Norte; Corea del Sur es un país colonizado por Estados Unidos y ambos pegan el grito en el cielo porque el Norte prueba sus nuevos misiles ejerciendo su derecho natural a la autodefensa teniendo muy en cuenta el pasado reciente de invasiones y agresiones que sufrió durante todo el siglo XX. Además no constituye ninguna violación a normas ni a tratados internacionales como lo reconoció el New York Times en 2006, al afirmar que los misiles coreanos no representan ninguna amenaza a la seguridad nacional de los Estados Unidos.

Pero la propaganda de los medios de comunicación presenta a Corea del Norte como una “sanguinaria dictadura” y al Sur como una “hermosa democracia” y bombardean a diario demonizando al gobierno de Pyonyang. Corea del Norte desarrolló su país siguiendo su propio modelo, su propia vía, su propios métodos, sin copiar a nadie y es por eso que su sistema no se derrumbó (hecho con el que sueña Trunp y la Rand Corporation ha publicado un extenso ensayo sobre lo bueno que sería que colapse el Norte ya que facilitaría la reunificación, siguiendo el modelo alemán de 1990), sigue vigente y con una economía capaz de sostener un poderoso ejército que está capacitado para defender su patria si los hitlerianos yanquis se atreven a pisar su territorio.

Corea hoy está dividida por culpa de la política exterior de los Estados Unidos, una nación que por cinco mil años vivió en un mismo territorio, teniendo un alto aprecio por sus vínculos de sangre que los unían con sus antepasados  comunes. Esta división ha significado una gran tragedia para el pueblo coreano y es por eso que la solución que lleve a la reunificación debe ser únicamente pacífica para lo cual se requiere una solución impostergable que los imperialistas de los Estados Unidos solo lo ven por la vía militar y no en la mesa de negociaciones porque quieren vengarse de la derrota de 1953 que nunca han reconocido como tal.  

Para entender esta historia sobre los hechos en la península coreana reproduzco de mi archivo las siguientes notas publicadas 5 de enero de 2004 en Rebelión por Gary Leupp, profesor de Historia en Tufts University, y profesor adjunto de religión comparativa. Es autor de "Male Colors: The Construction of Homosexuality in Tokugawa, Japan and Interracial Intimacy in Japan: Western Men and Japanese Women, 1543-1900". Su correo es: gleupp@granite.tufts.edu
1. La península coreana, poblada por uno de los grupos étnicos más homogéneos del mundo, y unificada desde el siglo VII hasta 1945, está dividida ahora en dos naciones, debido sobre todo a las acciones de la administración Truman y de los militares de EE.UU. Es algo en lo que coinciden los coreanos del Norte y del Sur. El historiador Bruce Cumings hace una buena presentación de los hechos en los dos volúmenes de su magistral libro, "The Origins of the Korean War". Corea fue una colonia japonesa de 1910 a 1945. Cuando los japoneses se preparaban a rendirse a los aliados, hicieron lo mismo que en otros sitios en Asia: entregaron el poder a la gente local esperando que las potencias occidentales no colonizarían, o no continuarían colonizando, a las naciones asiáticas. (Fue uno de los principales resultados de la Guerra del Pacífico, que por cierto ayudó a producir el fin de las administraciones coloniales en las Filipinas, Indonesia, Vietnam, Laos, Camboya, Birmania, Malasia, etc.) Líderes de los comités de auto-gobierno opuestos a la ocupación japonesa formaron la "República Popular Coreana" en Seúl el 6 de septiembre de 1945. Tenía una dirección de amplia base que incluía de la derecha a la izquierda. Cuando el teniente general John R. Hodge, jefe de la ocupación de Corea por EE.UU., llegó poco después a Incheon, ordenó que las autoridades japoneses continuaran en sus puestos, se negó a reconocer la república recién formada y, por cierto, incluso prohibió toda referencia a esta última. EE.UU. se haría cargo de lo que era considerado como una nación enemiga derrotada. Esta actitud produjo amplio resentimiento y resistencia en Corea. (Compárese con el Irak ocupado de la actualidad.)

2. Al acercarse el fin de la guerra, los aliados soviéticos de EE.UU. propugnaron la independencia de una Corea unificada lo más rápido posible. Por su parte Truman sugirió un fideicomiso que duraría decenios, citando el caso de las Filipinas. Los soviéticos, por previo acuerdo en los últimos días de la guerra, declararon la guerra a Japón e introdujeron tropas en Manchuria, Corea, y en las islas al norte de Hokkaido. Podrían haberse apoderado fácilmente de toda la península coreana. En lugar de hacerlo, consultaron el Departamento de Estado de EE.UU., y aceptaron detenerse en el paralelo 38, donde esperaron la llegada de fuerzas de EE.UU. para aceptar la rendición japonesa en la mitad sur de la península. (Diría que fue una conducta bastante complaciente). El Ejército Rojo entregó el poder al Partido de los Trabajadores de Corea, dirigido por Kim Il-sung, un legendario líder guerrillero que había combatido a los japoneses en Manchuria (donde existe una gran población de etnia coreana.)

3. En el Sur, las autoridades de ocupación de EE.UU. instalaron como presidente al líder nacionalista coreano Syngman Rhee. Su régimen dictatorial provocó la resistencia de los comités populares, los que -aunque eran bastante independientes- simpatizaban con la dirección en el Norte. Esa dirección exigía la reunificación de la península y el retiro de las tropas extranjeras; pero las autoridades de EE.UU., al notar que el Norte se estaba convirtiendo en parte de un bloque comunista en expansión, se decidieron a establecer una república surcoreana separada. Ésta, como el Japón ocupado de aquel entonces y la República de China de Chiang Kai-shek, mantendría una alianza anticomunista con EE.UU. Después del colapso de las negociaciones entre EE.UU. y la URSS sobre la reunificación coreana, se formó la República de Corea en el Sur, y la República Democrática Popular de Corea en el Norte, en mayo de 1948. Los soviéticos retiraron sus tropas de la península; EE.UU. continúa hasta nuestros días con una gran fuerza militar en el Sur. (El hombre de Washington, Rhee, fue derrocado por un levantamiento dirigido por los estudiantes después de una elección fraudulenta en 1960.)

4. El 25 de junio de 1950, las fuerzas norcoreanas cruzaron el paralelo 38 en un esfuerzo por establecer el control de Pyongyang en toda la península. Tomaron Seúl tres días más tarde, fácilmente. Encontraron poca resistencia de sus compatriotas en el Sur y, por cierto, encontraron mucho apoyo. Pero EE.UU. no estaba dispuesto a que Corea se reunificara según los deseos de Pyongyang. Contraatacó con cierto apoyo de sus aliados, y con la hoja de parra de la autorización de la ONU, (El embajador soviético se encontraba ausente cuando se votó en el Consejo de Seguridad, y el régimen de Chiang Kai-shek en Taiwán ocupaba el puesto de China). Al acercarse las tropas de EE.UU. al río Yalú (la frontera natural entre Corea y China), las fuerzas de la nueva República Popular acudieron a ayudar a las fuerzas de la RDPC, provocando grandes daños a los estadounidenses sobre-extendidos. La guerra terminó en un punto muerto tres años más tarde, después de unos cuatro millones de muertos. La frontera anterior a la guerra ha sido mantenida bajo las condiciones del armisticio. Corea del Norte continúa insistiendo en que el Sur está ocupado por EE.UU., y que EE.UU. ha impedido la reunificación deseada por todos los coreanos. Históricamente, la posición oficial de EE.UU. ha sido que Corea del Sur es una democracia (aun bajo sucesivas brutales dictaduras, las de Rhee, Park Chung-hee, Chun Doo-hwan, etc.), mientras que el Norte es un malvado estado totalitario comunista. La posición del vicepresidente Cheney, como señaláramos, es que Corea del Norte debe ser derrotada, y sólo después de esa derrota, reconectada con el buen Sur, pro- estadounidense, capitalista, democrático.

5. El Sur es actualmente una potencia económica; su PIB es el doble del de los Países Bajos. Pero ocurren crisis, como la de 1997, y depende, por cierto, del capital internacional y no puede mantener una política externa realmente independiente. La economía surcoreana se globaliza y depende cada vez más del control extranjero. La economía norcoreana, por otro lado, está en una condición miserable. Aunque Pyongyang ha realizado, oficialmente, la política de juche (independencia), fue gravemente afectada por la implosión de la URSS y el colapso de su bloque. Desastres naturales, como las inundaciones de 1996 que destruyeron la mayor parte de la cosecha de arroz, han causado falta de viviendas y hambre. Pero si alguien insinuara que esa suerte es el resultado inevitable del propio sistema norcoreano, Cumings señala que en 1980, la mortalidad infantil en el Norte fue inferior que en el Sur. La expectativa de vida era más elevada. El uso de energía per capita era el doble de aquel del Sur. (Boston Globe, 21 de diciembre de2003).

6. De las dos Coreas, la primera que comenzó un esfuerzo sistemático para adquirir armas nucleares fue el Sur. El régimen de Park Chung-hee fue obligado a abandonar su programa nuclear bajo la silenciosa presión de la administración Carter en los años 70. Los coreanos podrían haber producido dos armas nucleares en 1992. En 1994, la administración Clinton negoció un acuerdo por el cual Pyongyang suspendió sus programas de armas nucleares a cambio de petróleo y la construcción auspiciada por el extranjero de dos reactores nucleares de agua ligera. Pero EE.UU. no se ajustó al acuerdo y Corea del Norte reinició su programa. Después de retirarse del Tratado de No-Proliferación Nuclear en enero del año pasado, desarrolla ahora ese programa legalmente, argumentando (razonablemente) que es necesario para su auto-defensa. Tal como solía argumentar EE.UU., seguido por la URSS. Gran Bretaña, Francia, China, Pakistán e India. Israel nuclear argumentaría lo mismo si hablara de su programa, pero su política es no hacerlo. (EE.UU. actualmente da la impresión de que todo recién llegado nuclear comete un acto fundamentalmente malvado al adquirir esa tecnología. Pero, colocando las cosas en perspectiva, hay que señalar que cada nuevo estado nuclear simplemente sigue los pasos de los que comenzaron por desarrollar armas nucleares y utilizarlas, con impenitente eficacia, contra Hiroshima y Nagasaki.)

7. Los últimos presidente de Corea del Sur han seguido una política de "diplomacia de rayo de sol" hacia el Norte. El presidente Kim Dae-jung visitó Pyongyang y se reunió con Kim Jong-il en 2000. Cuando George W. Bush llegó al poder y se reunió con Kim en 2001, indicó, muy a pesar de este último, que EE.UU. no tenía interés en su "diplomacia de rayo de sol" sino que deseaba confrontar agresivamente a Corea del Norte.

8. La mayoría del pueblo en Corea del Sur cree actualmente que Estados Unidos constituye una mayor amenaza para su país que Corea del Norte, y incluso existe considerable simpatía en el Sur para la estrategia nuclear del Norte. Muchos consideran que sus compatriotas al otro lado de la frontera están siendo intimidados por la potencia culpable de la división de la península; dicen que no temen al Norte o creen que sus armas sean desplegadas contra ellos. Son coreanos, después de todo, tratados injustamente históricamente por japoneses y estadounidenses, chinos y rusos, mucho más que los unos por los otros.

Como ya he señalado, no soy un admirador del Querido Líder Kim Jong-il (y tampoco del actual líder surcoreano Roh Moo-hyun). El líder norcoreano es generalmente definido como "estalinista", aunque no estoy seguro de que la definición sea justa con José Stalin. Es absurdo llamarlo "maoísta". (El maoísmo enfatiza la vulnerabilidad del proyecto socialista, y la posibilidad muy real de una restauración del capitalismo, que es desde luego lo que ha sucedido en la RPC. El marxismo oficial de Corea del Norte presenta al actual estado norcoreano como un paraíso invulnerable de los trabajadores, que no puede ser debilitado porque la Historia no permite que ocurran reveses semejantes). La ideología oficial norcoreana me parece como una peculiar mezcla de confucionismo, apasionado nacionalismo, y marxismo-leninismo no-digerido. La devoción filial a la casa de Kim Il-sung, Padre de la Nación, es el tema central de esa ideología. Por ello, tanto Washington como Pyongyang son sumidos en la ignorancia por enfoques simplistas, dogmáticos, de la realidad. Pero el deseo de guerra parece ser mucho mayor de un lado que del otro.

¿Frustrará la visita de expertos nucleares no-gubernamentales de EE.UU. a Corea del Norte, el esfuerzo de los neoconservadores de derrotar el "mal" norcoreano? ¿Producirá un acuerdo sin cambio de régimen, muy a su pesar? Bruce Cumings declaró al Boston Globe: "Si la guerra de Irak hubiera llegado rápida y exitosamente a una conclusión, hubiéramos tenido una importante crisis con Corea del Norte este otoño [2003]. Era bastante evidente que la administración Bush pensaba que Corea del Norte era la próxima en su lista si la guerra de Irak iba bien". Interpretando a Cumings: la obstinada resistencia a la invasión y a la ocupación de los iraquíes, que combaten en el campo de batalla que Bush calificó de "centro" de la "guerra contra el terror" ha sido importante para el pueblo coreano, al otro lado de Asia, que no quieren estar en esa lista y (como los sirios, los iranios, los cubanos, los libios, y la mayoría de la gente) no quiere que los estadounidenses los asesinen. Actualmente parece que el Departamento de Estado (con la excepción de Bolton) se inclina a echar marcha atrás ante nuevas matanzas, porque las diversas repercusiones lo ponen nervioso. Pero los neoconservadores que dirigen el Departamento de Defensa [sic] están tan ansiosos como siempre para imponer un Fin del Mal, y es probable que nada de lo dicho o mostrado en Yongbyon durante esta semana podrá frenar su desenfrenada voluntad de vencer”.





A LA MEMORIA DEL HEROICO PUEBLO DE VIETNAM

Por Sergio Daniel Aronas – 30 de abril de 2017

No olvidemos el gran acontecimiento mundial que fue el 30 de abril de 1975 cuando las tropas del Ejército de Liberación de Vietnam bajo la conducción del General Vo Nguyen Giap, el más grande comandante del siglo XX, toman la ciudad de Saigón que, simbolizado con el glorioso tanque que rompe la verja de la embajada de los Estados Unidos, le provoca al imperialismo la más demoledora y contundente derrota militar de su historia.

Esta guerra brutal se inició cuando el furibundo presidente anticomunista de John Kennedy ordena la creación del Comando Militar de los Estados Unidos en Vietnam del sur con fecha febrero de 1961, teniendo al salvaje General Curtis LeMay, en calidad de comandante de la fuerza aérea (el mismo que bombardeó Tokyo en mayo de 1945), y que pretendió regresar a Vietnam a la edad de piedra.

Kennedy con su política exterior demencial contra Cuba, Alemania Oriental, la URSS y metiendo a su país en la guerra de Vietnam, tuvieron que cavar su propia tumba, morder el polvo de la derrota y no poder borrar de la faz de la tierra y de la historia el hecho irrebatible e irrefutable y la vergüenza para su fascista arrogancia imperial, de ser derrotados por un pueblo en armas dirigido por su combatiente Partido Comunista de Ho Chi Minh. ¡¡Gloria eterna al pueblo de Vietnam!!  




La magnífica foto de una victoria extraordinaria de un pueblo que resistió durante 14 años la agresión, las matanzas, bombardeos y destrucciones de una máquina criminal como es el imperialismo de los Estados Unidos.
LOS COLORES DE LA BANDERA ARGENTINA

Por Sergio Daniel Aronas – 30 de abril de 2017

Las discusiones y polémicas acerca del origen de los colores de la bandera de nuestro país, la República Argentina, viene de largo tiempo y cada tanto aparecen nuevos artículos e investigaciones sobre este tema tan apasionante porque es evidente que no hay acuerdo entre los historiadores acerca de con qué colores fue concebida nuestra bandera a la luz de la guerras de la independencia.

En este sentido, tomo nota del artículo publicado en la diario La Nación el día sábado 29 de abril, donde desliza su singular opinión dedicada a los orígenes de los colores de la bandera bajo el título “Nuestra bandera azul y blanca” que a modo de tesis quiere demostrar con documentos de la época la partida de nacimiento de esos colores, descartando por completo el actual celeste que tiene nuestra enseña patria.

Lo curioso de su escrito es la increíble cantidad de errores que contiene esta nota algo a lo que nos tiene muy acostumbrado este señor y menos mal que en este “serio y prestigioso” diario hay un secretario de redacción y correctores que parece que brillan por su ausencia porque nadie se atrevió a marcarle esos errores que no son aceptables para alguien que se cree historiador y que publica con bastante asiduidad.

Solo nombraré tres porque si sigo escarbando habrá que quitarle la licencia. Estos son “revisionistas” que lógicamente no revisan nada de lo van a publicar. Y hoy es el director del Instituto del Revisionismo histórico “Manuel Dorrego”.

1) El color de la bandera. Para Pacho O’Donnell el color es azul y lo quiere demostrar con cartas de Belgrano, con investigaciones científicas de un equipo del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científico Técnicas), que utilizando tecnología de última generación sobre la bandera que aún se conserva de la época de guerra de independencia, se revela ese carácter azul.
Sin embargo, en la página 483 del tercer tomo de los Documentos del Archivo de Belgrano (citado por Ovidio Giménez en Vida, obra y época de Manuel Belgrano, Ed. Ciudad Argentina, pág. 478), reproduce carta de Manuel Belgrano al gobierno donde dice: “Siendo preciso enarbolar bandera y no teniéndola, mándela hacer celeste y blanca conforme a los colores de la escarapela nacional: espero que sea de la aprobación de V.E”. Sirve como fuente sobre el actual color de nuestra bandera que el conspicuo de O´Donnell no menciona para sostener su tesis sobre el color azul. Y por otro lado, es una clara demostración y prueba de que el color celeste no vino de una “celestización” como afirma el autor de la nota sino que ya tiene un claro precedente que no puede dejar de mencionarse a la hora de determinar de dónde proviene el color celeste de la bandera argentina.

2) Para nuestro historiador, en 1840 ya existía la lapicera cuando dice que Rosas escribe unas notas sobres los colores que usaban sus funcionarios de acuerdo a un informe de su polícía. Grandioso. Podemos perdonarlo que cometió un “lapsus calami” y que en lugar de “lapicera” debió escribir “tomó la pluma”.
3) Ninguno de los 35 comentarios de los lectores de la nota se percató del error en el nombre del gran Artigas, a quien admira tanto por ser el padre del federalismo rioplatense. El jefe de los orientales se llamó José Gervasio, pero para nuestro amigo se Juan Gervasio. Un detalle mínimo: total es lo mismo llamarse José que Juan.
Dado este tipo de errores que comete este historiador, prepárense para la nueva biografía de Pacho sobre San Martín: “Historia del General Alberto de San Martín”. Queda lindo, no?-

Aquí va la nota completa:

“Nuestra bandera azul y blanca, Por Pacho O Donnell - Sábado 29 de abril de 2017”

La discusión sobre los verdaderos colores de la bandera es fomentada por la poco definida descripción de su creador: una banda sería blanca y otra azul celeste (la enseña original tenía sólo dos campos). Dicha polémica nunca fue banal. Eran dos proyectos de país los que confrontaban. Los unitarios la concibieron celeste, el color que los identificaba en tiempos de la Confederación. Portar alguna prenda de ese color provocaba un castigo que podía costar la vida. Cierta vez, corría 1840, Rosas leía los informes de su policía. Ante uno de ellos tomó su lapicera y escribió: "Prevéngase al comisario Isidro López que el celador que está con él tiene calzones celestes y que él usa capote verde; que si no tienen cómo vestirse uno y otro con exclusión de tales colores unitarios, es menos malo que cesen en su empleo que causar semejante escándalo un funcionario público de su clase. Por lo que se dispone se le dé baja en el Departamento". Es de imaginar que cuando finalmente se impusieron en las cruentas guerras civiles los unitarios liberales hicieron del celeste el color ya no partidario sino nacional. De allí la "celestización" de nuestra bandera.

Los federales, en cambio, cuyo color distintivo era el rojo punzó, reivindicaban el azul acentuado para las franjas que encerraban a la blanca, no sólo para diferenciarse de sus adversarios, sino también por considerar que ése había sido el deseo de Belgrano. El vínculo entre el Restaurador y el creador de nuestra bandera, aunque no personal fue estrecho, tanto que el primero crió a un hijo de don Manuel y su cuñada María Josefa Ezcurra. En tiempos de Rosas el oscurecimiento llegó al azul acerado.

Tomar partido por uno u otro color era, y sigue siendo, inclinarse, basado en constataciones históricas y científicas y en sentido amplio, por un proyecto de país.

La primera bandera fue cosida por una humilde vecina del pueblo de Capilla del Rosario del Pago de los Arroyos, hoy Rosario, María Catalina Echevarría de Vidal, y fue izada a orillas del Paraná el 27 de febrero de 1812 por un civil, Cosme Maciel, también vecino del lugar. Conocidas son las contingencias posteriores: el Triunvirato porteño, cuyo hombre fuerte era su secretario, Bernardino Rivadavia, opuesto a proclamar la independencia ante el mundo, prohibió su uso el 3 de marzo de 1812 y ordenó su reemplazo por la todavía enarbolada en la Fortaleza de Buenos Aires, la rojigualda española. Pero Belgrano volvió a sacarla a la luz el 25 de mayo de 1812 y la hizo bendecir con un tedeum en la iglesia matriz jujeña por el canónigo Juan Ignacio Gorriti.

La descripción de Belgrano indicaba un color azul celeste. Es decir, color azul cielo. ¿Pero en qué momento del día? Los especialistas explican que el celeste es la tonalidad del cielo claro de media mañana, mientras que el azul cerúleo es el color del cielo despejado, que puede observarse antes de la salida del sol o media hora después de su puesta.

Recientemente científicos del Conicet, sin tomar partido, analizaron una de las banderas argentinas preservadas de mayor antigüedad y revelaron el color original de sus extremos inferior y superior: azul de ultramar. Un equipo formado por investigadores del Centro de Química Inorgánica (Cequinor, Conicet-UNLP) y de la Universidade Federal de Juiz de Fora de Brasil, analizaron espectroscópica y químicamente hebras de la bandera del Templo de San Francisco, en Tucumán -ordenada por Bernabé Aráoz, primer gobernador intendente de esa provincia y síndico del Templo de San Francisco- que, según algunos historiadores, resulta ser la más antigua que se ha conservado y que se descuenta reprodujo fielmente la original ya que la relación entre Aráoz y Belgrano era muy cercana: fue él primero quien convenció al segundo de no continuar el retroceso hacia Córdoba ordenado por Buenos Aires y enfrentar a los realistas en la batalla de Tucumán.

La polémica sobre los colores de nuestra enseña patria fue también puesta en superficie cuando el 27 de noviembre de 2001 un proyecto de ley del entonces diputado peronista Lorenzo Pepe propuso que el color de dos de sus franjas horizontales fuera azul cerúleo. Tal propuesta despertó una agria polémica con los defensores del color celeste y la aprobación no prosperó.

Entre otros antecedentes destaquemos que Juan Gervasio Artigas, el gran caudillo oriental pionero del federalismo rioplatense, adoptó los colores azul y blanco para la bandera de los Pueblos Libres cruzada por una franja roja. Enseña adoptada por la mayoría de las provincias litorales que lo erigieron su protector.

También se debe tener en cuenta que el celeste no es un color heráldico, como sí lo es el azul, lo que puede haber sido tenido en cuenta por Belgrano, quien vivió varios años en Europa y pudo saber que el color azul, en la heráldica, significa justicia, obediencia, lealtad, piedad y prudencia, virtudes siempre exaltadas por él.

Por fin, hay quienes afirman que los colores de nuestra bandera, quizá también los de la escarapela, fueron elegidos por lealtad a la decisión de sostener "la máscara de Fernando VII", es decir, esconder las intenciones independentistas que no eran compartidas por no pocos de los revolucionarios de Mayo. El fino estratega que era Belgrano habría creado una bandera "española" con los colores de la casa de Borbón, a la que pertenecía el cautivo rey de España. Para confirmar esto basta con observar el retrato del monarca por mano de Goya, donde puede verse su abultado vientre cruzado por una banda de tres franjas azul intenso, blanca y azul intenso.


Los argumentos a favor del celeste son muy considerables y se prestan a un debate apasionante. Lo que no es aceptable, a mi criterio, es el cuestionamiento al cambio per se, contradiciendo la condición dinámica que es esencia de la historia.

lunes, 24 de abril de 2017

SOBRE LA CRISIS CAPITALISTA

DISCURSO de Giorgos Marinos, miembro del 

Buró Político del CC del Partido Comunista 

Griego (KKE) en el 18º 

Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros en Vietnam  Sobre el tema: “La crisis capitalista y la ofensiva imperialista - Tácticas y estrategia de los Partidos Comunistas y Obreros en la lucha por la paz, los derechos obreros y populares, por el socialismo”.

Estimados camaradas:

El Partido Comunista de Grecia saluda el 18º Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros y agradece cordialmente al Partido Comunista de Vietnam por la hospitalidad.
Nuestro partido ha expresado su solidaridad internacionalista y se ha mantenido durante muchas décadas al lado del pueblo vietnamita en su lucha contra el colonialismo francés y japonés, contra la intervención imperialista y los crímenes de EE.UU.
La gloriosa victoria de la clase obrera, del pueblo de Vietnam bajo la dirección del Partido Comunista y de su dirigente, camarada Ho Chi Minh, fue una gran victoria de importancia internacional y demostró que cuando el pueblo está decidido, bien organizado y armado, puede vencer a enemigos fuertes y dinastas y romper las cadenas de la explotación y de la opresión.
La historia del movimiento comunista está llena de páginas heroicas y es una fuente valiosa para el estudio y para sacar conclusiones que fortalecerán a los comunistas para que puedan hacer frente al desafío de las condiciones complejas de la lucha de clases, luchando por el derrocamiento de la explotación capitalista y por la construcción del socialismo-comunismo.

Estimados camaradas:

La crisis capitalista internacional sincronizada de sobreacumulación de capital que se manifestó en 2008-2009 todavía deja su huella en los acontecimientos y sus causas se encuentran en la propiedad capitalista de los medios de producción, en el ánimo de lucro que es la fuerza motriz del crecimiento desordenado, en la agudización de la contradicción fundamental entre el carácter social de la producción y del trabajo y la apropiación capitalista de sus resultados.

Las fuerzas burguesas y oportunistas guardan silencio acerca de las verdaderas causas de la crisis y presentan como causas, por ejemplo, la gestión neoliberal, los bancos y los banqueros, creando confusión, fomentando ilusiones respecto la posibilidad de una gestión del capitalismo a favor del pueblo.

En realidad, independientemente de si la forma de la manifestación de la crisis está conectada a las perturbaciones en el sistema bancario-financiero, a “burbujas” y otros fenómenos similares, la crisis nace en el proceso de producción en el terreno de explotación del trabajo asalariado por el capital.
Las cúpulas de las organizaciones imperialistas están de nuevo inquietas. La máquina capitalista no está avanzando, los estudios de la burguesía están revisando a niveles más bajos las tasas de crecimiento, la crisis continúa en los países de posición intermedia en el sistema imperialista, como Grecia, así como en países más fuertes, como Rusia y Brasil. Se observa un estancamiento en la UE y en la zona euro y una desaceleración de la economía china.
Las evaluaciones para el próximo período toman en cuenta el impacto de las organizaciones y de las guerras imperialistas, la situación problemática de las instituciones financieras (Deutsche Bank, bancos italianos etc.), las consecuencias de Brexit.
En estas condiciones, el análisis de los comunistas sobre las verdaderas causas de la crisis, así como el carácter clasista del desarrollo capitalista adquiere gran importancia para la preparación del movimiento obrero y popular y para el fortalecimiento de la lucha de clases para que la clase obrera entienda la importancia de la organización socialista de la producción que es el único camino para erradicar las causas de la crisis y la explotación capitalista. 

Estimados camaradas:

En nuestro país, la crisis capitalista (2009-2016) es profunda y prolongada, y en su transcurso se ha implementado la política de gestión de todos los gobiernos burgueses que en cooperación con la Unió Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), ampliamente conocidos como la Troika, pusieron las cargas de la crisis sobre la clase obrera y las capas populares, promoviendo una estrategia de aumento de la competitividad y de la rentabilidad de las grandes empresas.

El partido liberal de la ND y el partido socialdemócrata del PASOK han implementado dos memorandos con medidas antipopulares muy duras que provocaron la intensa indignación del pueblo. En un terreno de pobreza y de altas tasas de empleo, crecieron las ilusiones acerca de la opción del “mal menor” y las falsas expectativas fomentadas por SYRIZA, un partido oportunista con una etiqueta de “izquierda”, que es una “mezcla” de renegados del movimiento comunista y de cuadros del PASOK socialdemócrata, y formó un gobierno junto con el partido nacionalista ANEL (Griegos Independientes).
SYRIZA ascendió en el gobierno en enero de 2015 con el respaldo de sectores poderosos del gran capital y se ha demostrado en la práctica que se trata de un partido socialdemócrata que sirve los intereses de los monopolios, aplica una política antipopular muy dura, utiliza todos los medios a su alcance para engañar a nuestro pueblo y se presenta en el extranjero como una fuerza de resistencia, tratando de desorientar a los pueblos con unas consignas de izquierda falsas.

El gobierno de SYRIZA-ANEL con el apoyo de los demás partidos burgueses aprobó el tercer memorando con lo cual implementa la estrategia del capital, las reestructuraciones capitalistas reaccionarias de la UE y tiene como objetivo la intensificación de la tasa de explotación de la clase obrera, la destrucción del campesinado, la quiebra de las capas medias urbanas.
Recientemente, el gobierno aprobó a través del parlamento duras leyes antipopulares desmantelando derechos obreros y populares, con el fin de superar la evaluación del tercer memorando por la troika.
Atacó el carácter social de la seguridad, redujo drásticamente las pensiones y aumentó la edad de jubilación.
Impuso al pueblo impuestos directos e indirectos insoportables.
Privatizó puertos, aeropuertos y procede a la privatización de empresas de importancia estratégica en materia de energía, agua etc.
Sigue el camino trazado por los gobiernos anteriores, mantiene las leyes que han abolido los convenios colectivos y han reducido drásticamente los salarios, promueve medidas para abolir los derechos laborales, refuerza las formas de trabajo flexibles, utiliza la represión contra las luchas obreras.
El desempleo es superior al 25% y entre los jóvenes por encima del 50%; en lugar de apoyar los desempleados, proporciona a los empresarios los beneficios respectivos.
Estos días, en el marco de la segunda evaluación del tercer memorando, se está preparando para imponer nuevas medidas duras contra los trabajadores, despidos masivos, cierres patronales, restricciones sobre el derecho a la huelga etc.
La política clasista del gobierno de SYRIZA-ANEL implica la financiación de grandes empresas, nuevas exenciones de impuestos para el gran capital, etc.
En este período, utiliza el desarrollo capitalista “justo” como una herramienta para desorientar al pueblo.
Es posible que haya un débil crecimiento económico pero en esencia este crecimiento será antipopular, tendrá como criterio el aumento de las ganancias de los monopolios, se basará en la destrucción de derechos y formará las condiciones para una nueva crisis económica.
Cabe destacar que las directivas y las medidas antipopulares implementadas en Grecia a través de los memorandos son parte de la estrategia antipopular más general de la Unión Europea y que se aplican en todos los países de Europa, independientemente de si se ha impuesto un memorando o no, independientemente de si gobiernan los partidos liberales o socialdemócratas.
La propaganda burguesa sobre el “Acervo Europeo” ha sido refutada por la realidad capitalista del alto desempleo y de la pobreza, de la intensificación del trabajo etc.

La política exterior del gobierno de SYRIZA-ANEL es muy peligrosa. Promueve los intereses de los monopolios enredando sistemáticamente el país en los planes imperialistas a través de la política de “Fortalecimiento Geoestratégico de Grecia”.
Ofrece bases militares para las necesidades agresivas de los EE.UU. y de la OTAN en su guerra en Siria, Libia e Irak, mantiene fuerzas militares en misiones imperialistas en el extranjero, desarrolla una amplia cooperación militar con Israel, ha invitado a fuerzas de la OTAN en el mar Egeo, participa en la implementación de las recientes resoluciones muy peligrosas de la Cumbre de la OTAN en Varsovia.

Las guerras imperialistas arrancan a millones de refugiados e inmigrantes de sus hogares, lejos de sus países y atrapan a miles de familias de personas perseguidas en Grecia donde viven en condiciones miserables, mientras que su destino son otros países europeos. En estas condiciones, el KKE tiene una postura de principios internacionalistas, lucha contra las guerras imperialistas, condena las políticas represivas de la Unión Europea, está al lado de los refugiados y de los inmigrantes, contribuye a la organización de la solidaridad popular, se enfrenta al racismo y a la xenofobia, contra la organización criminal fascista del “Amanecer Dorado”.
En base a la experiencia de la política antipopular de SYRIZA, se ha confirmado de nuevo que los llamados gobiernos de izquierda socialdemócratas han sido elegidos por el capital para hacer el “trabajo sucio”, para promover la política que sirve los intereses de los monopolios y para asimilar al movimiento obrero y popular en sus objetivos.

El ejemplo de SYRIZA y muchos otros ejemplos han demostrado que los llamados “gobiernos de izquierda” son mecanismos de gestión y de reproducción de la explotación capitalista, fomentan ilusiones de que el capitalismo se puede humanizar, y una expectativa peligrosa de que en las condiciones de explotación capitalista se pueden resolver los problemas del pueblo y que se pueden satisfacer sus necesidades.
La experiencia ha demostrado que estos gobiernos impiden el verdadero radicalismo de la clase obrera, que con su política antipopular han fracasado ante los ojos de los pueblos, refuerzan puntos de vista de que “todos son iguales”, de que su política fortalece las fuerzas conservadoras y da lugar al regreso de gobiernos de derecha.

El ejemplo de los “gobiernos de izquierda” en Europa y en países de América Latina confirman esta evaluación.
Los partidos comunistas que participan o apoyan gobiernos de gestión burguesa ofrecen una coartada a la socialdemocracia. Su postura se utiliza en muchos aspectos para atrapar a la clase obrera en el marco de la gestión capitalista, para reducir las demandas de los pueblos y retrasar la lucha anticapitalista.

Los partidos comunistas que apoyaron o siguen apoyando SYRIZA tienen graves responsabilidades. Su postura es utilizada en el ataque contra nuestro pueblo, y se dirige contra la lucha del KKE y del movimiento de clase.

El KKE ha sido siempre fiel al principio del internacionalismo proletario de manera muy responsable. Apoya las luchas de la clase obrera contra el capital y el capitalismo. Expresa su solidaridad internacionalista con los pueblos de América Latina, de Asia, de África, con los pueblos en todo el mundo.

Hoy se pueden extraer conclusiones significativas respecto la postura de principios del KKE dejando al descubierto el papel de la nueva socialdemocracia, destacando lo peligrosa y corrosiva que es la participación de un partido comunista en un gobierno de gestión burguesa.
El KKE está en la primera línea de una lucha dura y cada día busca fortalecer sus lazos con la clase obrera, los campesinos pobres, los trabajadores autónomos de la ciudad, las mujeres y los jóvenes de familias populares.
Las organizaciones del Partido, las organizaciones de la Juventud Comunista (KNE) llevan a cabo una actividad ideológica y política constante, libran batallas en las fábricas, en los centros de trabajo y en los barrios populares para organizar la lucha obrera y popular. Se centran sobre todo en la construcción de organizaciones partidistas en las fábricas, en sectores estratégicos de la economía. Confrontan sus debilidades y deficiencias.

Las fuerzas del partido, los amigos del partido, la KNE y sus amigos han organizado a los largo de este año cientos de eventos de masas para el 100 aniversario del KKE en 2018, llevaron a cabo eventos muy importantes para el 70 aniversario de la fundación del “Ejército Democrático de Grecia” (DSE) y para su lucha heroica durante el enfrentamiento contra la burguesía, contra el imperialismo británico y estadounidense en la guerra civil, en la majestuosa lucha armada de 1946-1949.
Las y los comunistas apoyan las luchas del Frente Militante de Todos los Trabajadores (PAME), del movimiento de orientación de clase en que participan decenas de Federaciones, Centrales Regionales de Trabajo, cientos de sindicatos y comités de lucha, miles de sindicalistas.
Es de particular importancia la iniciativa de las fuerzas de clase a través de la cual cientos de organizaciones sindicales están organizando su lucha para la abolición de las medidas antiobreras, para los convenios colectivos de trabajo satisfactorios, para la recuperación de las pérdidas que sufrieron los trabajadores durante la crisis.
Las y los comunistas desempeñan un papel dirigente en la lucha del campesinado pobre y mediano, de los trabajadores autónomos de la ciudad, de los jóvenes y de las mujeres.
Una cuestión básica es que la lucha ideológica, política y de masas apunte contra el verdadero enemigo, es decir la burguesía y su estado y no limitarse a los partidos y gobiernos burgueses, que contribuya al desarrollo de la conciencia de clase.

A través de la lucha cotidiana, las huelgas, las protestas, las ocupaciones, las decenas de movilizaciones multiformes, el movimiento de clase da pasos respecto la organización de la clase obrera. Contribuye al crecimiento del nivel de exigencias de los trabajadores para que se fortalezca el frente contra el capital y la política antipopular del gobierno y de las demás fuerzas burguesas, y para que se refuerce el enfrentamiento contra el sindicalismo patronal y gubernamental y la idea peligrosa del consenso y colaboración clasista entre explotadores y explotados.
Las y los comunistas luchan para el reagrupamiento del movimiento obrero, para fortalecer la línea de la lucha de clases, para que los sindicatos sean masivos con fuertes bases en los centros de trabajo, para que se fortalezca la línea de lucha con dirección y demandas ligadas con las necesidades populares y obreras contemporáneas, para que cambie la correlación de fuerzas.

Un movimiento obrero fuerte será el corazón de una gran alianza popular social de la clase obrera, del campesinado pobre y mediano, de los trabajadores autónomos urbanos. Una alianza que reunirá y movilizará fuerzas organizadas, intervendrá de manera decisiva en la lucha cotidiana en dirección antimonopolista-anticapitalista, con miras al derrocamiento de la barbarie capitalista y a la conquista del poder obrero.

El pueblo griego se librará de las cadenas de la explotación capitalista y de las uniones imperialistas de una vez por todas, solamente cuando la clase obrera con sus aliados lleve a cabo la revolución socialista y avance a la construcción del socialismo-comunismo.
El cambio revolucionario en Grecia será socialista. Esto es objetivamente necesario. Actualmente, la correlación de fuerzas negativa y el atraso del factor subjetivo, no cambian el carácter de la revolución.
Las fuerzas motrices de la revolución socialista serán la clase obrera, como fuerza dirigente, los semiproletarios, las capas populares oprimidas de los trabajadores autónomos en la ciudad y los campesinos pobres.
El KKE en condiciones no revolucionarias dedica sus fuerzas para la preparación del factor subjetivo con el fin de responder a sus tareas históricas cuando se crea la situación revolucionaria – los “de abajo” no quieren y los “de arriba” no pueden seguir viviendo a la antigua etc.

Las nociones (en el movimiento comunista internacional) que subestiman la lucha antimonopolista-anticapitalista y la necesidad de la plena preparación para el derrocamiento del poder del capital, no toman en cuenta la posibilidad de agudización de los acontecimientos y de manifestación de una situación revolucionaria, que como fenómeno objetivo se puede crear en las condiciones de crisis capitalista y de guerra imperialista.

Hay que extraer enseñanzas de la experiencia histórica que resalta que los partidos comunistas no se vieron preparados en las condiciones de escalada de la lucha de clases y no pudieron cumplir con sus tareas históricas.

Estimados camaradas:
Es bien sabido que el movimiento comunista está sufriendo una crisis ideológica, política y organizativa, y que es profundamente afectado por la contrarrevolución y por la fuerte influencia del oportunismo en sus filas.
Después de la restauración del capitalismo en la Unión Soviética y en los estados de la construcción socialista en Europa Oriental y Central, el predominio de las relaciones capitalistas de producción en China, el fortalecimiento de las relaciones capitalistas en Vietnam y en Cuba, las condiciones en la República Popular Democrática de Corea, la situación en el movimiento comunista internacional se ha deteriorado.

En estas condiciones, la lucha por el reagrupamiento del movimiento comunista internacional es una tarea de importancia decisiva y el KKE considera necesario abrir una discusión esencial sobre los graves problemas respecto la estrategia y la táctica, considerando que cualquier demora agrava la situación y entraña graves peligros.

En primer lugar, las y los comunistas deben centrar su atención a la cuestión del imperialismo ya que es un tema de discusión más general.
Según la tesis leninista el Imperialismo es la fase superior del capitalismo en que se han predominado los monopolios y el capital financiero, y la exportación de capitales es de especial importancia. En este marco se lleva a cabo una lucha entre los diversos monopolios y estados capitalistas para el reparto de los mercados.

La tesis que limita el Imperialismo a la política exterior agresiva de EE.UU. y a la de otros estados capitalistas fuertes, no toma en consideración la base económica del sistema en nuestros días, los monopolios, las grandes empresas accionistas que se han desarrollado en todos los países.
Consideramos que esta tesis no tiene una visión global del sistema imperialista (capitalista), tal como está, con los estados capitalistas como eslabones que se difieren entre sí y a causa de su desigualdad tienen posiciones diferentes en el sistema según su fuerza económica, militar y política.

En segundo lugar, hemos tratado la cuestión del carácter de nuestra época y del carácter de la revolución. Esta cuestión es de suma importancia.
Estamos en el siglo 21; el poder burgués derrocó el feudalismo hace muchos siglos. El capitalismo se ha desarrollado y la fase imperialista ha llevado a la gran socialización de la producción y del trabajo cuyos frutos disfruta la burguesía.

Las grandes empresas monopolistas tienen bases y redes en todo el globo; se han desarrollado las ciencias, la tecnología, la infraestructura multiforme, los medios de transporte etc.
Sin duda, se han madurado las condiciones materiales que determinan el carácter de nuestra época como la época de transición del capitalismo al socialismo que hoy es más necesario y vigente que nunca para la clase obrera, las capas populares, para el futuro de los jóvenes.
La Gran Revolución Socialista de Octubre, que tendrá su 100 aniversario en 2017, muestra el camino. Esta Revolución Socialista a principios del siglo 20 en un país agrícola atrasado donde el desarrollo del capitalismo creó las condiciones materiales para la construcción de la nueva sociedad socialista, dio un impulso al desarrollo de las fuerzas productivas.

La contrarrevolución y el cambio negativo en la correlación de fuerzas no invalidan el hecho de que el socialismo fue construido, ni tampoco anulan el carácter de nuestra época que fue inaugurada por la Revolución de Octubre como época de transición del capitalismo al socialismo. Las condiciones que ponen de relieve el agotamiento de los límites históricos del capitalismo (crisis, guerras, desempleo, pobreza etc.) se han intensificado y el carácter socialista de la revolución expresa la necesidad urgente de resolver la contradicción básica del sistema entre el capital y el trabajo asalariado.
El capitalismo ha dado luz a su propio enterrador; la clase obrera es la clase dirigente de la sociedad y el carácter de la revolución como socialista plantea la cuestión de que esta clase debe reclamar y conquistar el poder.

En muchas ocasiones se hace referencia a la tesis de Lenin sobre “la dictadura democrática revolucionaria del proletariado y de los campesinos” para corroborar la posición anticuada de las etapas intermedias, pero hay que dejar claro que esta tesis corresponde a las condiciones de la Rusia zarista, durante la revolución de 1905, mientras que después del derrocamiento de la autocracia el partido bolchevique siguió adelante y trabajó en los soviets con el fin de conquistar mediante la revolución el poder obrero, la dictadura del proletariado (Tesis de abril, 1917).

Consiguientemente, la celebración del 100 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre debe dar un impulso al estudio de la estrategia de los partidos comunistas para que se adapte a las necesidades de nuestra época, a la dirección leninista que expresó la fuerza de la Revolución bolchevique y destacó que “la abolición del capitalismo y de sus vestigios y el establecimiento de las bases del orden de clase comunista constituyen el contenido de la nueva época de la historia universal que comienza ahora”.
En tercer lugar, los estados capitalistas participan en alianzas imperialistas para servir de manera eficaz los intereses de las clases burguesas en el antagonismo capitalista internacional, para fortalecer el poder del capital y confrontar al movimiento obrero de manera coordinada.

Estas alianzas interestatales no pueden negar la organización en base estado-nación o las contradicciones interimperialistas que se manifiestan incluso dentro de la propia alianza, ya que cada estado imperialista funciona en base a los intereses de sus propios monopolios.

El KKE tiene mucha experiencia en la lucha contra la OTAN, el brazo armado del imperialismo contra los pueblos.

Nuestro partido lleva años luchando contra la Unión Europea, la alianza interestatal imperialista que expresa los intereses de los grupos monopolistas europeos, contra la clase obrera, contra el campesinado pobre y las demás capas populares de Europa, lo cual expone a las fuerzas de la socialdemocracia y del oportunismo que embellecen el carácter imperialista de la Unión Europea, tal como hace el Partido de la Izquierda Europea (PIE).

El KKE, con motivo del referéndum en Bretaña y el Brexit, presentó sus posiciones que destacan las contradicciones internas de la Unión Europea, la desigualdad de sus economías y la lucha entre los centros imperialistas que se ha agudizado en condiciones de recesión económica.
Las posiciones que proponen como solución el cambio de moneda o la salida de la UE en el marco del capitalismo, objetivamente no pueden servir los intereses obreros y populares. Al contrario, llevan a la perpetuación del régimen de explotación del hombre por el hombre; el poder sigue en manos de la burguesía, los medios de producción siguen siendo propiedad capitalista.
Nuestro partido considera que la necesidad de condenar la UE y la OTAN, la lucha por el desencadenamiento del país de los organismos imperialistas para que sea eficaz debe ser ligada con el derrocamiento necesario del poder del capital, debe ser ligada con el poder obrero y popular. La alianza social de la clase obrera y de las demás capas populares, el reagrupamiento y el fortalecimiento del movimiento comunista internacional es una condición para que abra el camino de esperanza.

Las alianzas interestatales no se limitan a la OTAN y la UE en las condiciones actuales.
Junto a estas hay otras como p.ej. el grupo BRICS, la Organización de Cooperación de Shangai, la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva, uniones interestatales en América Latina etc. Las diferencias que existen derivan de la posición que ocupan los estados capitalistas en el sistema imperialista y de los objetivos de las clases burguesas. Sin embargo, existe una base común y esta está determinada por el hecho de que en estas alianzas interestatales participan estados capitalistas que representan los intereses de los monopolios.

Esta es la base de contradicciones en la UE o entre EE.UU. y la UE, como se demuestra por una serie de acontecimientos, como es la gestión de la crisis capitalista y de la deuda, las negociaciones sobre la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión que se dirige contra los pueblos etc. o incluso las contradicciones que se manifiestan en la región de Asia y del Pacífico.

Nuestro partido sigue con mucha atención los acontecimientos en el Mar del Sur de China, una región que es un paso importante en las rutas marítimas internacionales, rica en pescados y recursos energéticos. Grandes intereses monopolistas, tanto de dicha región y de más lejos (como muestra la implicación continua de EE.UU. y su “interés”) han enfocado su interés en la explotación de estos grandes recursos. Nuestro partido considera que las cuestiones de diferencias territoriales entre los estados (p.ej. respecto el establecimiento de las Zonas Económicas Exclusivas etc.), con la intervención incluso de los movimientos populares, se deberían resolver de manera pacífica, en base al derecho internacional del mar, mediante negociaciones y decisiones multilaterales, cuando varios países están involucrados en este asunto.

En los últimos años se habla del llamado “mundo multipolar” como un desarrollo favorable al pueblo pero este tema debe ser examinado con más cuidado porque en esencia se compone de “polos” capitalistas que se forman para promover los intereses de los grandes grupos monopolistas y expresan las contradicciones interimperialistas.

La tarea de los partidos comunistas es estar en la primera línea y abrir el camino para que los pueblos no se pongan bajo las banderas de ninguna burguesía, de ninguna alianza imperialista, sino que desarrollen su lucha en base a sus propios intereses y necesidades.
En cuarto lugar, los últimos años han estado marcados por las intervenciones y las guerras de la OTAN, de EE.UU. y de la UE en Yugoslavia, en Afganistán, en Irak, en Libia, en Siria, en Ucrania, en países africanos.

Un rasgo característico de las intervenciones y las guerras imperialistas es  el uso de una serie de pretextos entre los que destacan la lucha contra el terrorismo, la confrontación de la organización terrorista del Estado Islámico y de organizaciones similares que son creaciones imperialistas y han sido apoyadas por los EE.UU., fuertes estados de la UE, Turquía, Qatar y Arabia Saudita para promover sus intereses en el Oriente Medio, en África del Norte y en la región más amplia.

Nuestra tarea es destacar las verdaderas causas de las guerras que se encuentran en las contradicciones y los antagonismos interimperialistas en todo el planeta entre EE.UU., la OTAN, la UE, Rusia, China, otros estados capitalistas, sobre los recursos energéticos y las rutas de transporte, las regiones de importancia estratégica, las rutas marítimas y el control de los mercados.
El Oriente Medio, África del Norte, la zona de Sahel, Caspia, el golfo Pérsico, los Balcanes, el Mar Negro, el mar del Sur de China y el Ártico son campos de contradicciones imperialistas de particular importancia.

La OTAN transfiere fuerzas militares e instala bases militares en países de Europa Este y Central. Rumania y Polonia son los centros para la instalación del sistema de misiles de EE.UU. que apunta contra Rusia, mientras que en el Pacífico se ha transferido más que el 60% de las fuerzas navales de EE.UU.

Se aumenta el peligro de conflictos regionales generalizados e incluso nos preocupa la posibilidad de una guerra imperialista generalizada.
El movimiento comunista tiene tareas importantes y tiene que ampliar la discusión sobre la postura de los comunistas respecto las guerras imperialistas, determinar los criterios y el papel significativo de las guerras revolucionarias justas.

El KKE por su parte ha contribuido a la organización de la lucha contra las intervenciones y las guerras imperialistas, contra la implicación de los gobiernos griegos, para el regreso de las fuerzas militares griegas de las misiones imperialistas, para el cierre de las bases euro-atlánticas.
Nuestro partido considera que la lucha por la defensa de las fronteras, de los derechos soberanos de Grecia, desde el punto de vista de la clase obrera y de las capas populares, está indisolublemente ligada a la lucha por el derrocamiento del poder del capital. Cualquier forma que sea la forma de participación de Grecia en una guerra imperialista, el KKE debe estar preparado a dirigir la organización independiente de la resistencia obrera y popular y conectarla con la lucha para la derrota de la burguesía nacional y extranjera como invasor.

En quinto lugar, el KKE en el marco del largo estudio sobre el análisis de las causas y de los factores que llevaron al derrocamiento del socialismo evaluó que la contrarrevolución en la URSS se produjo “de su interior y de arriba”, como resultado de la mutación oportunista del movimiento comunista y de la dirección política respectiva del poder soviético, en un ambiente de intervenciones múltiples por el imperialismo lo que llevó al crecimiento del oportunismo y su desarrollo en fuerza contrarrevolucionaria.

El derrocamiento del socialismo estaba conectado con la utilización de herramientas capitalistas para la confrontación de problemas en la construcción del socialismo.
La construcción del socialismo inicia con la conquista revolucionaria del poder por la clase obrera y el modo de producción comunista se crea a través de la socialización de los medios de producción concentrados, la Planificación Central, la formación de instituciones de control obrero.

La lucha de la clase obrera continúa en condiciones diferentes y con formas diferentes tanto en el período en que se sientan las bases de la nueva sociedad así como durante el desarrollo del socialismo en una lucha constante para la abolición de todas las formas de propiedad privada y grupal, para la ampliación de la propiedad social y el fortalecimiento de la planificación central, de las relaciones de producción comunistas.

Estamos firmemente convencidos de que las posiciones sobre diversos “modelos socialistas” en el nombre de las particularidades nacionales no se basan en los principios del socialismo científico y en las leyes de la construcción socialista.
Desafortunadamente esto no tiene que ver solamente con el marco pequeñoburgués-socialdemócrata del llamado socialismo del siglo 21 que fomenta ilusiones de que el capitalismo se puede humanizar, y perpetúa el poder burgués y la explotación capitalista, como lo demuestran los acontecimientos, por ejemplo en América Latina.

El problema es más profundo.
Se busca reemplazar la necesidad de la revolución socialista por la vía parlamentaria burguesa a través de la gestión de los “gobiernos de izquierda”. La socialización de los medios de producción se sustituye por un sistema económico mixto con empresas capitalistas, mientras que la planificación central se sustituye por la intervención estatal para la regulación del mercado capitalista.
Estas posiciones no tienen que ver con los restos del antiguo sistema (capitalista) en la nueva economía socialista, ni tampoco con la pequeña producción de mercancía que puede continuar existiendo para un cierto período (y constituye una fuerza de mantenimiento o de reaparición del capitalismo). Están relacionadas con una línea política específica que se aleja de las leyes del socialismo, teniendo como punta de lanza la posición peligrosa de que se puede construir el socialismo con la presencia de empresas capitalistas y del capital que es una relación social de explotación.

Estimados camaradas:
La Gran Revolución Socialista de Octubre es un hito histórico, una magnífica creación de la clase obrera, de la lucha de clases.

El Socialismo que se construyó en el siglo 20 a pesar de las debilidades, los errores, la influencia y las desviaciones oportunistas, se caracteriza por el logro histórico de la abolición de la explotación del hombre por el hombre, gracias al poder obrero, la socialización de los medios de producción, la planificación central y el control obrero, la participación de millones de trabajadores en la construcción de la nueva sociedad.

Las principales ventajas del socialismo son la abolición del desempleo y la salvaguarda planificada de trabajo para todos, los servicios de atención sanitaria y educación de alto nivel y gratuitos, el desarrollo de la cultura popular y de los deportes, la igualdad de las mujeres, la convivencia de diferentes nacionalidades, el apoyo a la lucha de los pueblos contra la agresividad y las guerras imperialistas, la abolición del colonialismo y mucho más.

El poder obrero en la Unión Soviética y los sacrificios del pueblo soviético ponen su sello en la victoria contra el eje fascista en la Segunda Guerra Mundial.

El aporte histórico del socialismo en el progreso social así como las verdaderas causas que llevaron a su derrocamiento deben motivar los partidos comunistas, las y los comunistas en todo el mundo con el fin de elevar el nivel de exigencia y responder de manera decisiva contra las fuerzas reaccionarias anticomunistas y el oportunismo que aplaudieron y apoyaron la contrarrevolución, tal como hicieron las fuerzas que a continuación fundaron el Partido de la Izquierda Europea (PIE) y otras redes similares.

Los comunistas creen en la fuerza de la clase obrera, en la lucha de clases que es la fuerza motriz del progreso social. El carácter internacional de la lucha de clases requiere que hagamos los mayores esfuerzos posibles para formar las bases para conquistar la unidad programática e ideológica y una estrategia revolucionaria unificada en conflicto con el capital, con el sistema de explotación, con el oportunismo.

Las dificultades de nuestra lucha son grandes; la presión burguesa y oportunista es fuerte pero los comunistas deben mostrar gran resistencia y determinación en la defensa de la cosmovisión marxista-leninista, jugar un papel destacado cada día en las luchas obreras y populares, en la lucha antimonopolista-anticapitalista, tratar de conquistar bajo todas las condiciones la conexión de la lucha diaria con la lucha por el poder obrero revolucionario.
El KKE con un sentido de responsabilidad internacionalista desempeñó un papel principal para el inicio de los Encuentros Internacionales de Partidos Comunistas y Obreros (EIPCO), ha contribuido a mantener su carácter como espacio donde se encuentran partidos comunistas, en contra de posiciones que apuntan a la participación de formaciones socialdemócratas que se autoproclaman como “antiimperialistas”, de “izquierda”, “progresistas”.
Nuestro partido ha dejado claro desde hace tiempo que lo significativo hoy es el intercambio esencial de puntos de vista en los EIPCO, la discusión y el debate ideológico y político sobre cuestiones cruciales respecto la estrategia y la táctica, así como l actividad común que podemos desarrollar para los intereses y los derechos de la clase obrera.

El KKE dedicará todas sus fuerzas en esta dirección y al mismo tiempo continuará junto con decenas de partidos comunistas los esfuerzos para la coordinación de su actividad con varias formas en Europa, en los Balcanes, en la región amplia, y apoyará aún más el paso importante que supone la formación de la “Iniciativa Comunista Europea” en la que participa un número significativo de partidos comunistas y obreros de Europa y la publicación de la “Revista Comunista Internacional” (RCI) que estudia cuestiones teóricas actuales.