El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)
El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

viernes, 29 de enero de 2016

EL TESTAMENTO DEL GENERAL 

JOSÉ DE SAN MARTÍN

Por  Sergio Daniel Aronas – 23 de enero de 2016

Un 23 de enero de 1844, el Gral. San Martín redacta su testamento estando en Grand Bourg (Francia) cuando pensaba que sus días estaban contados. El punto más polémico es el punto 3º donde entrega su sable a Juan Manuel de Rosas, decisión que aun hoy sigue causando polémicas y dividiendo en dos las bibliotecas. A mí modo de ver y siguiendo la cartas entre ambos, sobre todo desde la intervención francesa en 1838/1839 esta decisión no debería sorprender ya que ofreció sus servicios en el lugar y en la clase que dispusiera el gobierno. Y al legarle su sable lo hizo, no por simpatías personales a Rosas sino por la defensa de la soberanía y la resistencia los invasores franceses.
El texto completo:
En el nombre de Dios Todopoderoso, a quien reconozco como Hacedor del Universo: Digo yo, José de San Martín, Generalísimo de la República del Perú y fundador de su libertad, Capitán General de la de Chile y Brigadier General de la Confederación Argentina que, visto el mal estado de mi salud, declaro por el presente testamento lo siguiente:

1o. Dejo por mi absoluta heredera de mis bienes habidos y por haber, a mi única hija, Mercedes de San Martín, actualmente casada con Mariano Balcarce.


2o. Es mi expresa voluntad el que mi hija suministre a mi hermana María Helena, una pensión de mil francos anuales y, a su fallecimiento, se continúe pagando a su hija Petronila, una de doscientos cincuenta hasta su muerte, sin que para asegurar este don que hago a mi hermana y sobrina, sea necesaria otra hipoteca que la confianza que me asiste, de que mi hija y sus herederos cumplirán religiosamente ésta, mi voluntad.



3o. El sable que me ha acompañado en toda la guerra de la independencia de la América del Sud, le será entregado al General de la República Argentina, Don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción que como argentino he tenido, al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataron de humillarla.



4o. Prohíbo el que se me haga ningún género de funeral y, desde el lugar en que falleciere, se me conducirá directamente al cementerio sin ningún acompañamiento, pero sí desearía el que mi corazón fuese depositado en el de Buenos Aires.



5o. Declaro no deber ni haber jamás debido nada a nadie.



6o. Aunque es verdad que todos mis anhelos no han tenido otro objeto que el bien de mi hija amada, debo confesar que la honrada conducta de ésta y el constante cariño y esmero que siempre me ha manifestado, han recompensado con usura todos mis esmeros haciendo mi vejez feliz, y le ruego continúe con el mismo cuidado y contracción la educación de sus hijas (a las que abrazo con todo mi corazón), si es que, a su vez, quiere tener la misma feliz suerte que yo he tenido. Igual encargo hago a su esposo, cuya honradez y hombría de bien no ha desmentido la opinión que había formado de él, lo que me garantiza continuará haciendo la felicidad de mi hija y nietas.



7o. Todo otro testamento o disposición anterior al presente queda nulo y sin ningún valor.



Hecho en París, a veintitrés de enero del año mil ochocientos cuarenta y cuatro y escrito, todo él, de mi puño y letra. José de San Martín



ARTÍCULO ADICIONAL:



Es mi voluntad el que el estandarte que el bravo español Don Francisco Pizarro tremoló en la conquista del Perú, sea devuelto a esta república (a pesar de ser una propiedad mía), siempre que sus gobiernos hayan realizado las recompensas y honores con que me honró su primer Congreso.


José de San Martín

Nunca se pudo cumplir el deseo de San Martín de descansar en el cementerio de Buenos Aires ya que sus restos están alojados a un costado de la nave central de la Catedral de Buenos Aires ya que para la Iglesia su condición de masón no le permite estar en dicha nave principal. Nunca debió estar ahí ya que en vida, San Martín si bien se declaró católico, no fue un hombre que siguió el comportamiento de la Iglesia y contra cuya jerarquía tuvo varios encontronazos. Es increíble que nunca se le haya construido un museo o mausoleo donde se alberguen sus restos.

En cuanto a la familia del Libertador, su hija Mercedes murió el 28 de febrero de 1875; su marido y yerno de San Martín, Mariano Balcarcce, ministro plenipotenciario de la Confederación Argentina en Francia, muere el 20 de febrero de 1885 a la setenta y siete años. Las dos nietas de San Martín se llamaron María Mercedes que falleció soltera en 1860 y Josefa Dominga quien se casó en París con Fernando Gutiérrez Estrada de Pizarro de origen mexicano. Doña Josefa falleció el 27 de abril de 1924 sin dejar descendencia, con lo cual ahí se cierra el árbol genealógico directo de la familia de José de San Martín y su esposa Remedios de Escalada, fallecido en 1823.