El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

jueves, 5 de noviembre de 2015

EL NUEVO MAPA POLITICO DE LA ARGENTINA

Por Sergio Daniel Aronas – 04 de noviembre de 2015

El mapa nuevo político de la Argentina luego de las elecciones del 25 de octubre ha producido un importante cambio de la correlación de fuerzas en varios niveles del poder tanto en las gobernaciones e intendencias provinciales, como así también en la Cámara de Diputados, favorable a los sectores opositores al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, impulsado por el fuerte y peligroso avance de la derecha, quien por primera vez desde la vuelta a la democracia en 1983, tiene amplias posibilidades de ganar el balotaje que va a resolver la presidencia de la Nación.

Con los comicios del 25 de octubre culminó el calendario electoral del año 2005 y que en el caso de la votación a los gobernadores de provincias quedó conformado de la siguiente manera:

I) Gobernadores de Provincia

Un total de 8 partidos, frentes y/o alianzas fueron elegidos para gobernar las 24 provincias argentinas, incluida la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Capital Federal de la Argentina) por los ciudadanos en condiciones de votar y así queda conformado el cuadro:


1) Frente para la Victoria: Gobernará en 12 (Catamarca, Chaco, Entre Ríos, Formosa, La Rioja, Salta, San Juan, Tierra del Fuego, Tucumán y Santa Cruz. En Santiago del Estero y Misiones ganó en alianza con frentes provinciales);

2) Frente Renovador (Peronismo no kirchnerista): 3 (La Pampa, Córdoba y Chubut);

3) Unión Cívica Radical: 3 (Jujuy, Mendoza y Corrientes),

4) PRO: 2 (Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires);

5) Juntos Somos Río Negro (JSRN): 1 (Río Negro);

6) Frente Progresista: 1 (Santa Fe)

7) Compromiso Federal: 1 (San Luis)

8) Movimiento Popular Neuquino: 1 (Neuquén)

 

La nota relevante es la victoria sorpresiva e inédita de la Alianza Cambiemos, un partido de la derecha de la vieja estirpe argentina ya que contó con el apoyo de los sectores empresariales más concentrados y poderosos del país como así también de la tradicional oligarquía agro-ganadera, sector que si bien se llenó de millones de dólares durante estos 12 años de los gobiernos Kirchner, dio su apoyo masivo al candidato Mauricio Macri por la defensa de sus intereses comunes, que son los “derechos” de las clases dominantes de la Argentina.

El significado de esta elección es que por primera vez, desde el surgimiento del peronismo en 1946, un partido de derecha, de ideología neoliberal, tiene amplias posibilidades de llegar a la Presidencia de la Argentina y si seguimos retrocediendo en el tiempo, la derecha en nuestro país, salvo las dictaduras militares y los años de la Concordancia de los años `30 del siglo XX, hace un siglo que no tiene el gobierno en sus manos como partido de esa orientación política y no los transformistas y trasvestidos que en la década de 1989 a 1999 del caudillo peronista Carlos Menem dio un giro de 180 grados y se pasó al campo de los defensores del capitalismo salvaje, acordando seguir a los Estados Unidos y hacer propio programas y planes económicos elaborados en las usinas universitarias de Chicago, John Hopkins y de los tanques pensantes del Partido  Republicano y usarlos como plataforma para su propio gobierno. Esta transformación basada en el tristemente célebre Consenso de Washington (apertura, privatizaciones, convertibilidad, flexibilización laboral, mercados libres) hizo de la Argentina una semicolonia del imperialismo de los Estados Unidos, acompañándolo en sus aventuras militares como en la Guerra del Golfo de 1991 enviando dos navíos de guerra.

Desde la instalación de la democracia en 1983 pocas veces se dio que un mismo partido gobierne dos de los distritos más importantes y claves de la Argentina: la provincia de Buenos Aires, por ser la más poderosa, rica y más poblada del país y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la ciudad capital de la República, centro del poder político, financiero y bursátil del país. Entre las dos ciudades viven alrededor de 16 millones de habitantes, que equivalen entre el 35 y 37% del total del país). En la Argentina para ser Presidente se tiene que ganar en la provincia de Buenos Aires y el gobierno actual al no triunfar en esa ciudad y habiendo ganado en la mitad de los distritos, no logró obtener la cantidad necesaria para lograr el triunfo en la primera vuelta.

El Frente para la Victoria no ganó en ninguna de las cinco grandes provincias del país: Buenos, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y la ciudad de Buenos Aires (Capital Federal). El FPV triunfó en el Norte (Formosa, Chaco), en el Noroeste (Catamarca, La Rioja Salta y, Jujuy), en la Mesopotamia (Misiones y Entre Ríos),  en la zona Central (Santiago del Estero y Tucumán); en la región de Cuyo (San Juan) y en la más austral Tierra del Fuego. Ha ganado en las llamadas provincias “pobres” o de menor desarrollo económico y social, donde conviven comunidades originarias como en Chaco y Formosa; otras de alta presencia campesina como Entre Ríos, Tucumán y Santiago del Estero.

En el caso del Partido Justicialista no kirchnerista, se alzó con la victoria en más industrial de las provincias que es Córdoba con su enorme historia de lucha obrera y sindical que marcó toda una época en la Argentina. Le siguió ganando en Chubut de la región patagónica, una inmensa provincia de baja densidad de población pero muy rica en minerales, petróleo, gas, energías alternativas. La tercera fue La Pampa, que una provincia desértica cuya economía es la agricultura, la explotación petrolera, las salinas y otras actividades como el turismo.

El otro sector peronista opuesto al gobierno de Cristina Fernández, es la Alianza Compromiso Federal, encabezada por Adolfo Rodríguez Saa que llevó a su hermano a la gobernación de San Luis, quienes la dirigen desde 1983 en forma ininterrumpida. El “Adolfo” como le dicen sus provincianos, fue el presidente interino que declaró la cesación de pagos de los intereses de la deuda externa argentina hacia finales de diciembre de 2001, en los días de la bancarrota económica que terminó con un revuelta popular que se cobró 35 muertos por la terrible represión del desastroso gobierno del radical Fernando de la Rúa.

El partido de Mauricio Macri, la Alianza Cambiemos, junto con la UCR, se adjudicó las provincias de Buenos Aires y la Capital Federal como ya dijimos. Por su parte, la UCR que por primera vez en su historia no presentó candidato a presidente, ganó las gobernaciones de las provincias de Mendoza

II) Cámara de Diputados-Bancas:

A partir del 10 de diciembre de 2015 la Cámara de Diputados que es la representante de los pueblos de la Argentina, tendrá la siguiente composición:

1) FPV: 117 (45,4%). El Frente para la Victoria puso en juego 87 bancas de las cuales sólo pudo mantener 61, perdiendo 26 diputados. Su bloque de 117 miembros se forma con 114 propios más 4 aliados.

2) UCR: 50 (19,51%). La Unión Cívica Radical tuvo un fuerte crecimiento al obtener 20 bancas de las 12 que debía renovar.

p3) PRO: 41 (16,0%). La gran elección de Cambiemos (PRO+UCR+Coalición Cívica) les permitió conseguir 26 bancas cuando sólo renovaban 5.

4) Frente Renovador: 36 (14,0%) Este Frente formados por peronistas disidentes (no kirchneristas y con Sergio Massa como principal referente) puso en juego 11 bancas, logrando 9 más, metiendo 20 diputados. Así suman 36 en total

5) PS/GEN: 9 (3,5%) El Frente Progresista tenía un bloque de 19 diputados de los cuales 12 renovaban sus mandatos y al lograr solo 2, solamente quedaron 9 escaños.

6) Frente de Izquierda: 4 (1,6%). De los 4 diputados 3 renovaban sus bancas uno solo retuvo su mandato

Entre el PRO y la UCR obtienen 91 bancas (35,2) y si le sumamos las 36 del Frente Renovador no alcanzan el quorum para sesionar con 127 diputados (51,4%) que es de 129 miembros.

El Frente para la Victoria al no tener quorum propio (se requieren de 129 diputados) buscará alguna forma de negociación para llegar a esa cantidad, lo cual no le resultará nada fácil.

El Frente de Izquierda avanzó con un nuevo diputado más para su bancada, siendo la minoría absoluta en la Cámara Baja. Esperemos que se comporten como auténticos tribunos populares defendiendo las luchas de los trabajadores y resistiendo todo intento de imponer leyes que atenten contra el pueblo ya que ante un posible triunfo de Macri, impondrá seguramente leyes que favorezcan a los vampirescos intereses de los sector dominantes para recuperar posiciones perdidas, lo cual no es tan así, ya que estos sector poderosos ganaron muchísimo dinero con los gobiernos Kirchner y si hoy están furiosos con la Presidenta es porque no pudieron ganar todo lo que creían y deseaban.   

III) Cámara de Senadores-Bancas:

En la llamada Cámara Alta cuyos integrantes son los representantes de las 24 provincias argentinas, 2 por la mayoría y 1 por la minoría, de acuerdo a la Constitución aprobada en 1994. De ahí que haya por igual 3 senadores por cada estado provincial y no por fracción de habitantes como sucede con los diputados.

Las elecciones del 25 de octubre dieron esta nueva composición:

1) FPV: 42 (58,3%);
2) URC: 11 (15,3%);
3) Frente Renovador: 10 (13,9%);
4) PRO: 4 (5,6%);
5) Partidos Provinciales. 3 (4,2%)
6) PS/GEN: 2 (2,8%).

El FPV tiene la mayoría absoluta debido a su gran elección de 2011. De modo que podrá imponer el quorum por su propia voluntad para sesionar y será una fuerte oposición si el nuevo presidente electo en el balotaje resultara ser Mauricio Macri. En ese caso, estimamos que van a resistir e impedir cualquier iniciativa derechista que vulnere los derechos conquistados en estos años. Ese debería ser el papel que tendrían que cumplir los del Frente para la Victoria ante un eventual gobierno de derecha- Y esta no es cualquier derecha, sino que la que salió con toda su fuerza movilizadora a presionar por la derogación de la Resolución 125 del Ministerio de Economía desde de marzo de 2008, en una cruzada feroz donde llamaron a derrocar al gobierno. Este es el peligro de los sectores que apoyan a Macri.

IV) El voto a presidente

El voto a Presidente fue el que más impactó en toda la elección porque a pesar de que el candidato del Frente para la Victoria logró la mayoría de los votos, dejó una sensación a derrota por el escaso margen sobre su inmediato perseguidor el derechista Mauricio Mario que evidenció un notable pero a su vez peligroso crecimiento, pues multiplicó por 10 su caudal de votos.

Está claro que el una gran cantidad del 54% conseguido en 2011 fue a parar al partido Cambiemos y al Frente Renovador- Este último con el 21% y sus 5.200.00 votantes lo convierten en la fuerza que puede decidir el balotaje del 22 de noviembre.

Pero también una abstención de 8 millones de votos por los que pueden ser decisivos a la hora de determinar quien será el nuevo presidente. La estadística oficial no computa este dato porque solo toma como válida la gente que realmente se presenta a su mesa en el comicio y vota. De ahí que gran parte de la campaña hacia el balotaje apunte a ganarse las consciencias de los que no fueron a votar porque es el 25% del padrón, una cantidad gigantesca que no puede ni soslayase ni desdeñarse. Y habrá que convencerlo de que voten por el menos malo que es Daniel Scioli, pues Mauricio Mario tiene apoyos internos y externos muy comprometedores con los intereses del imperialismo estadounidense y británico. Y con relación a este último, son extremadamente terribles sus políticas hacia el conflicto Malvinas porque es capaz de cerrar la Secretaría Malvinas del Ministerio de Relaciones Exteriores como así también dejar de reclamar nuestra soberanía en las islas. Ya en un mapa de la Argentina utilizado por el PRO durante la campaña electoral, no figuraban nuestras islas Malvinas. Algo que pasó inadvertido y que muestra el rumbo que puede tomar esta orientación en un futuro, pues Malvinas es una causa nacional desde 1833 y que este patrón de estancia pretenda borrar la memoria histórica de la defensa permanente de la soberanía legítima de la Argentina sobre estas islas, es un delito infame de alta traición a la Patria.   


El voto a presidente, Frente para la Victoria ganó en la mayoría de las provincias, exactamente en 17 (Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén, La Pampa, Buenos Aires, Corrientes, Misiones, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Salta, San Juan, Santiago del Estero, Chaco y Formosa).

La Alianza Cambiemos salió primera en el voto a presidente en 5: Córdoba, Mendoza, Santa Fe, en la Ciudad de Buenos Aires y Entre Ríos)

El Frente Renovador solo gano en la provincia de Jujuy, mientras que Compromiso Federal volvió a ratificar su hegemonía en su feudo de San Luis.

Así es como queda planteado el nuevo escenario político de la Argentina en vísperas del balotaje decisivo para el futuro de nuestro.

El análisis político de porque no puede ni debe ganar el partido Cambiemos de Mauricio Macri lo haremos en la siguiente entrada.