LAS MENTIRAS INCREIBLES DEL GOBIERNO FASCISTA DE
UCRANIA
Por Sergio
Daniel Aronas – 15 de abril de 2015
En el marco de las
próximas celebraciones por el día de la Gran Victoria sobre el fascismo, la
guerra ideológica contra la ex Unión Soviética sigue a toda marcha y de una
manera increíble por parte de países que fueron firmes aliados y lucharon codo
a codo contra el fascismo alemán.
Hace unas semanas
publicamos una nota sobre la opinión del canciller de Polonia sobre la
liberación del campo de exterminio de Auschwitz, ahora les tocó el turno a
miembros del gabinete de Ucrania que está enfrentada abiertamente contra Rusia
por la separación de tres provincias que se unieron a la Federación Rusa.
El gobierno
fascista, neonzi y proimperialista de Ucrania del encabezado por su presidente
Poroshenko ha prohibido la celebración del día de la Gran Victoria el 9 de
mayo, las banderas y símbolos de la hazaña inmortal del pueblo soviético,
impidiendo la participación de los veteranos sobrevivientes con sus informes y
medallas gloriosos. Ha prohibido el uso de todos los símbolos comunistas para
ese día de todo tipo, en una decisión abiertamente provocativa porque fue la
Unión Soviética la vencedora de la guerra y es desconocer la historia militar
de la Gran Guerra Patria donde los principales frente de guerra fueron creados
precisamente en Ucrania, lo que desconoce este actual gobierno abiertamente
pronazi. Prohíben entonar el antiguo himno de la ex Unión Soviética para que
todo este gabinete cante efusivamente la Horst Wessel y rinda “homenaje” a los
fascistas alemanes, emulando a los países Bálticos de Letonia, Lituania y
Estonia.
Pero esto no es lo
único. Más asquerosas, más terrible y condenables fueron declaraciones del
Primer Ministro ucraniano, cuyo nombre es Arseni Yatseniuk, que seguramente
estudió historia en la consagrada y Universidad de Drácula, un centro de altos
estudios académicos, (http://mundo.sputniknews.com/prensa/20150410/1036251080.html)
no es más que una bestia quien afirmó que no fue Alemania sino Rusia la nación
agresora de la Segunda Guerra Mundial. Semejantes dicho son un insulto a todo
el pueblo ucraniano que sufrió la guerra de una manera terrible al igual que
las otras Repúblicas soviéticas, donde los nazis consideraban a Ucrania un
ferviente deseo de conquistarla y germanizarla dado sus potenciales económicos
agropecuarios e industriales.
Se olvidaron de los
crímenes de sus antepasados nacionalistas ucranianos en Ternapol, Brzezany,
Lvov, de la masacre nazi de Babiyar, donde murieron 197.500 personas. Se
olvidaron que la mayor matanza en la historia de la Segunda Guerra Mundial la cometieron
las tropas alemanas contra la Unión Soviética en casi o más de 27 millones de
habitantes, una cifra espeluznante que estos neonazis quieren borrar de la
memoria a quien sobrevivieron. Han destruidos monumentos que acuerdan la
epopeya del pueblo soviético, verdaderas obras de arte con el fin de “desovietizar”
la sociedad ucraniana mediante la represión, el oscurantismo y las mentiras al
mejor estilo de Goebbels.
Los dirigentes ucranianos
tienen la osadía de calificar la era soviética de criminal y la comparan y
ponen en un mismo pie de igualdad con el nazismo, las cuales son para estos
gobernantes “almas gemelas” y son prohibidas en forma total.
Para el poderoso
desfile que se prepara en Moscú estos caníbales y sus socios imperialistas y
neonazis que irán a poner ofrendas florales a Stepan Bandera y sus bandas
asesinas, se van atragantar cuando vean el impresionante despliegue militar de
los misiles, tanques y de la artillería rusa conmemorando la Gran Victoria
sobre el fascismo alemán.
Por mucho que los
dirigentes ucranianos pretendan tergiversar la historia, nunca podrán modificar
el resultado irrebatible e irrefutable de que la Segunda Guerra Mundial
iniciada por la Alemania nazi, terminó con el triunfo histórico-universal de la
Unión Soviética, de su pueblo y de sus fuerzas armadas de aire, mar y tierra,
su gloriosa resistencia guerrillera de los partizanos, bajo la conducción
inconmovible de su Partido Comunista.
Debemos estar
alertas porque se viene un aluvión propagandístico contra la victoria de la ex
URSS de proporciones gigantescas.