El imponente Cerro de los Siete Colores en Purmamarca, Jujuy (Argentina)

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lunes, 25 de marzo de 2013

ANTE EL GOLPE CÍVICO-MILITAR DEL 24 DE MARZO DE 1976


ARGENTINA: EL GOLPE CIVICO MILITAR DEL 24 DE MARZO DE 1976

Por Sergio Daniel Aronas – 24 de marzo de 2013

“La Patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni
les da armas para que comete la bajeza de abusar de esas ventajas ofendiendo
a los ciudadanos con cuyo sacrificio se sostiene” (Libertador José de San Martín. Reglamento de derechos militares y penas para los infractores, 1816).

            En este artículo me voy a referir básicamente al día del golpe de estado de 1976, ese 24 de marzo con el que la Argentina comenzó su diabólica viaje hacia la era de las cavernas que duró siete años de la más espantosa, desastrosa y espeluznante dictadura cívico-militar de la historia del país. La Argentina desde el derrocamiento del gobierno radical de Hipólito Yrigoyen en septiembre de 1930 soportó muchas tiranías, gobiernos represivos que abolieron las garantías constitucionales, proscribiendo los partidos políticos, los sindicatos y toda forma de expresión. Pero nunca el país le tocó vivir la terrible experiencia de este proceso con sus metodología fascista y terrorista de utilizar la noche para secuestrar, torturar, asesinar y hacer desaparecer a miles de argentinos por haber tenido una participación o vinculación en la política, en el movimiento obrero, en los centros estudiantiles, en la Universidad, en el arte, en el periodismo, en la ciencia, en las actividades profesionales.            

           Del golpe de estado que las Fuerzas Armadas por expreso pedido de la desesperado de la burguesía capitalista argentina que creía que el país estaba a punto de irse al abismo, se ha dicho y escrito mucho sobre lo que significó para el pueblo la toma del poder por los militares y realizar el ajuste de cuentas definitiva contra la clase obrera argentina que había crecido desde el glorioso Cordobazo de Mayo de 1969 en unidad, organización, experiencia, combatividad y consciencia política acerca de su papel y su lugar en la historia.
          Ese fatídico 24 de marzo marcó el inicio de la represión más grande realizada contra el pueblo que abarcó a todos los sectores sociales, en todo el país y hasta en países limítrofes y de otros continentes. No se salvó nadie de la ferocidad de la dictadura para liquidar los mejores cuadros sindicales, intelectuales, científicos, culturales, profesionales, diplomáticos, periodistas y como si esto fuera poco incluyó el asesinato de importantes sacerdotes que tuvieron una destacada participación en la lucha por promover el espíritu cristiano en la opción por los pobres a través del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y con la Teología de la Liberación como herramienta destinada a la lucha contra las miserias del sistema capitalista en nuestro país y en el continente americano.
          
        Si para el dramaturgo francés Víctor Hugo, 1871 fue el Año Terrible por la derrota militar ante Alemania y la liquidación de la Comuna de París, para los argentinos nuestro Año Terrible fue sin lugar a dudas el maldito 1976 no solo por el derrocamiento del tercer gobierno peronista sino por la destrucción de toda una generación de luchadores que constituyó lo mejor del pensamiento y la acción que dio la Argentina en todo el siglo XX.

            El 24 de marzo la dictadura cívico-militar que tomó el poder en la madrugada de ese día, con la población descansando y al levantarse para ir a trabajar o a estudiar se encontraron con una nueva situación que era esperada por muchos porque se sabía que el gobierno de Isabel Perón no dudaría mucho, sobre todo a partir de la amenaza realizada en diciembre por el futuro criminal Videla en diciembre de 1976 que exigía un plazo de tres meses al gobierno para arreglar los problemas del país.

            Este golpe criminal por todos los desastres que causó a la Argentina fue realizado en forma conjunta por las tres Fuerzas Armadas al unísono. Nunca antes un golpe militar había tenido participación de todas Fueras Armadas ya que siempre era una o dos la que derrocaban a un gobierno constitucional para luego unirse la o las restantes. En marzo de 1976 se dio esa unión golpista que implantó el terrorismo de estado a escala nacional en una proporción, organización y método jamás realizado en la Argentina. Para ello a nivel interno contaron con el apoyo irrestricto de las Cámaras Empresariales que llamaron a los militares a tomar el poder, poner en caja a los sindicatos e imponer un plan económico de acuerdo a sus sangrientos intereses. Este apoyo civil decisivo, además de los partidos políticos afines a la dictadura naciente que le brindaron cuadros y funcionarios para la administración estatal, provincial y municipal, se le unió la dirección de la Iglesia Católica Argentina con cuyo horrendo comportamiento fueron el inefable apoyo, sostén y justificación de las salvajadas cometidas en la represión ilegal, ilegítima y fuera de toda norma jurídica.

            Con las tres Fuerzas Armadas instaladas en el poder decretaron el mismo 24 de marzo el estado de sitio (comunicado Nº 2 de la Junta Militar), el toque de queda (Comunicado Nº 2) y la ley marcial contra todo aquel que intente actos de resistencia (Comunicado Nº 2 y 19). La genocida Junta Militar se autodenominó pomposamente “Proceso de Reorganización Nacional”, suprimiendo por completo la Constitución de 1853 y al reemplazó por las Actas Institucionales de la dictadura cuyo texto fundamental fue su Estatuto colocado por encima de la Carta Magna. Al mismo tiempo, se impuso el asueto bancario, cambiario, financiero, educativo, deportivo, de artes y espectáculos; intervinieron los sindicatos cuyo cronograma a cada fuerza distribuía los gremios que le correspondía a cada una de ellas. También intervinieron la Confederación General Económica, la Confederación General del Trabajo, suprimieron los fueros sindicales; en el poder judicial el golpe cívico-militar dejó cesantes a 26 jueces y a toda la Corte Suprema de Justicia que fueron reemplazados por abogados fascistas para administrar la justicia en los tribunales del país. En ese orden, el Poder Legislativo fue cerrado, clausurado y todos los congresistas fueron obligados a dejar sus bancas, muchos de los cuales fueron detenidos, torturados, encarcelados y asesinados. Con el cierre del Congreso, los militares crearon en su reemplazo la Comisión de Asesoramiento Legislativo (CAL) que se encargaba de la redacción y sanción de las “leyes” de la dictadura, algunas de las cuales son de horrenda memoria, especialmente las relacionadas con la implantación del plan económico de José Martínez de Hoz, que en calidad de civil, fue la expresión más aberrante del acompañamiento que los sectores del poder económico, financiero y bancario brindaron a la dictadura,

            La intervención en las Universidades dejó sin trabajo a miles de profesores que tuvieron que exiliarse y otros cambiar de profesión y aquí también la represión fue despiadada. Los centros de salud en todo tipo (hospitales, clínicas y sanatorios) y en los niveles fueron sometidos a la autoridad militar siendo echados miles de médicos de todas las especialidades médicas quienes debieron exiliarse para evitar ser detenidos. La sangría de importantísima cantidad de excelentes cuadros profesionales de todas las ciencias del saber que se educaron, formaron, graduaron, trabajaron y desarrollaron proyectos fue un golpe durísimo que aun si siente porque el vacío que dejaron esos extraordinarios científicos fue imposible de llenar.
            Un hecho poco conocido y que no se difunde es que el mismo día del derrocamiento del golpe de estado, la nueva dictadura aprovechó que la selección argentina de fútbol estaba jugando en Europa cuyo primer partido tuvo lugar el 20 de marzo con un triunfo en la nieve de Kiev sobre la ex Unión Soviética con gol de Mario Kempes (en ese en encuentro los soviéticos colocaron un gigantesco cartel de bienvenida que decía “Saludos a los deportistas argentinos”),  transmitió en vivo y en directo el segundo partido de esa gira contra el seleccionado de Polonia a la que venció 2 a 1 con goles de Héctor Scotta y René Houseman. Con este triunfo muy celebrado nos estábamos olvidando que a pocos metros de nuestras casas se estaba gestando la más violenta y genocida dictadura que conoció la Argentina. Y estos hechos deportivos no me lo contaron: lo vi y lo viví en carne propia y me acuerdo perfectamente ese día. Luego del encuentro mi Padre me pidió que lo acompañara a hacer unas entregas al centro de la ciudad de Buenos Aires: la cantidad que camiones militares realizando operativos de control y vigilancia y la presencia de tanques en la zona céntrica de la ciudad nos obligó a regresar porque no se podía pasar.
            La más terrible de las resoluciones adoptadas por la dictadura para disciplinar a la población e impedir “la alteración del orden público” fue la implantación de la pena de muerte establecida el propio 24 de marzo con el comunicado Nº 33 contra todo aquel intentara en lo más mínimo presentar alguna forma de resistencia y si le tocaba un tribunal más benévolo podía tocar la pena de reclusión perpetua. La pena de muerte se instaló bajo la horrenda metodología del secuestro y desaparición de personas para la cual requirieron entrenamiento y capacitación de la escuela francesa en la forma de ubicar y localizar al enemigo interno, una tenebrosa doctrina del imperialismo norteamericano de la que se valieron los militares para poner en práctica su plan genocida.
            El 24 de marzo con las Fuerzas Armadas unidas y con el control operacional táctico y estratégico del país, lanzaron cambiar de raíz la estructura productiva de la Argentina, destruir en todas sus formas las industrias pesadas y de base y que acompañada del cierre de fábricas con la concentración y centralización del capital en pocas manos, lograr la demolición numérica de los trabajadores industriales con la desaparición de miles de comisiones interna y delegados de base. Hacia eso apuntó el plan económico del principal mentor de la barbarie que fue ese plan bajo la dirección de Martínez de Hoz, descendiente del fundador de la Sociedad Rural Argentina, presidente de varias multinacionales y conspicuo agente de los intereses norteamericanos que vieron con muy bueno ojos la presencia de este siniestro personaje al frente de la cartera económica. Y para que nadie tenga dudas pueden ver los videos de las inauguraciones de la exposición rural durante 1976  y 1983 donde se aprecia con toda claridad la alegría y algarabía de esos furibundos patriotas que son los “amigos del campo”. Hoy a 37 siguen añorando al Super Ministro que dejó a la Argentina en una situación calamitosa.

            Se pueden enumerar con la ayuda de las estadísticas las consecuencias de los siete años del Proceso con el fin de fortalecer la memoria y no olvidar y perdonar los crímenes aberrantes cometidos. Y acá hay que señalar una cuestión de vital importancia y que si la causa del golpe fue terminar con los grupos guerrilleros, éstos ya estaban prácticamente fuera de combate y militarmente vencidos e impedidos de realizar alguna acción de envergadura luego de la derrota sufrida en Monte Chingolo en diciembre de 1975 con lo cual eso fue una simple excusa porque operativamente los grupos guerrilleros quedaron desarmados y sin capacidad de respuesta. De modo que las causas que llevaron a las fuerzas armadas a tomar el poder fue poner en acción toda la máquina represiva del estado a los efectos de imponer el nuevo paradigma económico que los grupos empresarios exigían para terminar con el caos y la crisis. Con este lenguaje que vino seguido de una propaganda de demonización de las luchas emprendidas los años anteriores por los sectores populares, se implantó la disciplina del terror, la disciplina del miedo y el control social en toda la República. La publicidad de la dictadura mostraba la imagen de una país supuestamente en paz y en concordia, donde una voz en off de un conocido locutor se alegraba “por la derrota de los grupos marxistas-leninistas” gracias a lo cual la Argentina vivía en felicidad y armonía.

            Las cifras de la represión que los jóvenes de 21 a 30 años constituyeron más del 68% de los desaparecidos (la franja de 21 a 25 fue el 37,62% y la comprendida entre 26 y 30 años fueron el 25,90%). Si sumamos los jóvenes de 31 a 35 años que entre los desaparecidos fueron el 12,26%, quiere decir que el grupo entre los 21 y 35 años, formaron parte del 70% de todos asesinados por la dictadura. En este sentido, si tomamos por su profesión y/o ocupación, los obreros encabezaron el sector población más afectado por la represión con el 32%, seguido de estudiantes, 21%, empleados: 17,9% y los profesionales el 10,7%. La brutalidad de los métodos empleados dejó al país en una crisis de una profundidad de dimensiones gigantescas como lo prueba la deuda externa que dejó completamente condicionado al nuevo gobierno democráticamente elegido el 30 de octubre de 1983.

            Recordar el 24 de marzo es una severa lección para toda la Argentina por las enseñanzas que ha dejado la derrota al gran movimiento de masas y de la lucha del pueblo que el Cordobazo comenzó a impulsar y porque debe servir como una seria alarma y advertencia contra los inspiradores de nuevas aventuras. Y esta vez sí que los golpistas no pasarán.

Algunos libros recomendados

Eduardo Luis Duhalde. El estado terrorista argentino.
CONADEP. Nunca más.
Eduardo Blaustein y Martín Zubieta. Decíamos ayer.
Salvador María Lozzada, Julio Viaggio, Carlos Zamorano y Eduardo Barcesat. Inseguridad y Desnacionalización. La “doctrina” de la Seguridad Nacional.
Prudencio García. El drama de la autonomía militar
Emilio Mignone. Iglesia y dictadura.
        
  

martes, 19 de marzo de 2013

LA CADENA CBS NO SABE NADA DE GEOGRAFIA


A LA CBS LA GEOGRAFÍA SE LE FUE POR LA CADENA

Por Sergio Daniel Aronas – 19/03/2013

            Cuando nombraron al nuevo Papa, el argentino Jorge Mario Bergoglio, la cadena de desinformación masiva de los Estados Unidos, CBS, que cuenta con desastrosos y espantosos expertos en geografía, quisieron dar la noticia tratando de mostrar en qué lugar del mundo está ubicado ese país llamado República Argentina. Como pueden ver, estos cráneos cuadrúpedos de en su intento por marca a nuestro país en el mapa lo señalaron dentro del territorio de la República Hermana de Colombia (no si sé con mala o buena intención) por ahí existe un municipio llamado “La Argentina” perteneciente al departamento de Huila. Pero la cosa no quedó ahí porque el océano que baña las costas occidentales de Sudamérica es para estos burritos es el océano Índico y no el Pacífico. ¡Qué maravilla! Aprendan geografía con la CBS y sean felices!




Muchachos de la CBS: Ya sé que lo corrigieron, Pero el error garrafal no tiene justificación. Lea los libros que no muerden. Muchas gracias.

domingo, 17 de marzo de 2013

A 130 AÑOS DE LA MUERTE DE KARL MARX


EN EL ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE KARL MARX (1883-2013)

Por Sergio Daniel Aronas – 17 de marzo de 2013

            Se han cumplido 130 años de la muerte del alemán Karl Marx, la mente más brillante que dio el siglo XIX cuya obra sigue asombrando, sigue siendo fuente de permanente consulta y sobre el cual no paran de publicarse libros, notas o artículos, organizarse seminarios de estudios, celebrarse congreso, reimprimir sus libros, etcétera. Quienes proclamaron hace 20 años el fin de la historia y que el pensamiento marxista pasó a ser una pieza de museo, han tenido que reconocer su equivocación ya que la nuevas crisis que devora a Europa y a los Estados Unidos obligó a muchos a desempolvar los viejos libros del titán alemán para comprender porque el mundo está en semejante crisis y hacia adónde conduce. Precisamente los que declararon su defunción definitiva ya nadie se acuerda de ellos. En cambio, es Karl Marx el que regresa con gloria a la faz de la tierra proclamando que tenía razón y que sus análisis para entender el funcionamiento del sistema capitalista mantiene plena vigencia, pese a los formidables cambios que se han producido en los métodos y en las relaciones sociales de producción, en los medios de transporte y comunicaciones, en la ciencia, en la tecnología, en el intercambio internacional de mercancías, en la organización de la clase obrera, en los campesinos y en los trabajadores intelectuales (maestros, profesores, periodistas, empleados administrativos, bancarios y otras actividades).

            Uno de los aspectos más importantes de la teoría de Karl Marx está con su metodología, sobre el que trabajo desde sus primeros escritos en 1844 y tomó forma definitiva con la aparición del primer tomo de “El Capital”, su obra más monumental y grandiosa y quizás el trabajo sobre ek cual más libros se han escrito para explicar su contenido. Por lo tanto, vamos a exponer brevemente los principales puntos del modelo epistemológico marxista, es decir, el método de análisis a partir del cual arranca con sus investigaciones. En otras palabras, desde qué lado Marx se ubica para estudiar el mundo que lo rodea, con sus interconexiones, relaciones y contradicciones. Las principales características de su modelo son las siguientes:

            a) El conocimiento científico forma parte y está dentro del proceso de producción y de reproducción de la existencia de las personas (esto incluye también a la ciencias sociales). Esto se resume en la expresión de Karl Marx en su famosa introducción a su libro “Contribución a la crítica de la economía política” de 1859. Ahí escribió: “No es la consciencia la que forma su ser sino que es el ser social el que forma su consciencia”. Esta fue su primera ruptura con los modelos epistemológicos anteriores.

            b) La base filosófica del modelo epistemológico marxista es el materialismo dialéctico que le aporta la principales categorías con la que opera y le da forma y contenido a su concepción del mundo en que el devenir histórico es el ascenso de una etapa inferior a otra superior. La base metodológica del modelo epistemológico marxista es el materialismo dialéctico. El enfoque dialéctico implica el conocimiento de todos los fenómenos sociales y punto de partida de toda investigación. Esto significa estudiar a la sociedad como un proceso en desarrollo teniendo en cuenta sus contradicciones, como se ha dado un determinado fenómeno social en un lugar u otro, cómo y por qué se originó y bajo qué circunstancias. El método dialéctico obliga a continuación a explicar las distintas etapas de su desarrollo (se evolución posterior) y a qué grado ha llegado en el presente (en qué se ha convertido hoy) y cuáles son las tendencias que pueden dar en el futuro cercano. Como consecuencia de ello, la dialéctica trabaja en el campo de la investigación social como un enfoque histórico. Por esta razón, Marx y Engels afirman que: “Reconocemos una ciencia, la ciencia de la historia. La historia, considerada desde dos puntos de vista, puede dividirse en la historia de la naturaleza y en la historia de los hombres. Ambos conceptos, con todo, no son separables mientras existan hombres, la historia de naturaleza y la historia de los hombres se condicionarán recíprocamente. No tocaremos aquí la historia de la naturaleza, las llamadas ciencias naturales; abordaremos en cambio, la historia de los hombres, pues casi toda la ideología se reduce o a una concepción tergiversada de esa historia o a una abstracción total de ella. La propia ideología es tan sólo uno de los aspectos de esta historia” (Karl Marx y Friedrich Engels. La ideología alemana. Compilación de artículos escritos entre 1845 y 1846. El libro se publicó en forma completa por primera vez en 1932 en la ex URSS. Santiago Rueda Editores, Buenos Aires, 2005, página 676).

            b) Las teorías sociales cumplen una función dentro de la reproducción de las relaciones sociales que para Marx son las relaciones sociales de producción. Por lo tanto, por el lugar que ocupan y el papel que desempeñan dentro del proceso de trabajo, expresarán los puntos de vista y las concepciones de una clase social determinada, los cuales tienden a legitimar los intereses particulares de esa clase y también justificar su existencia.

            c) La sociedad debe ser estudiada en su totalidad donde conviven diferentes tipos de relaciones sociales. La sociedad se estudia como un todo y con todos los fenómenos que se desarrollan en ella. El modelo epistemológico marxista rechaza el análisis unilateral de lo social de modo que se separe un tipo específico de relaciones del conjunto social.

            d) No todas las relaciones sociales tienen el mismo valor sino que se supeditan a una jerarquía. De ahí que las relaciones sociales de producción ocupen el primer lugar en la metodología marxista ya que de ella se desprenden y se construyen los espacios del poder social.

            e) Para Marx las sociedades tienen una historia, una evolución en el tiempo, por lo tanto no permanecen estancadas o estacionarias (en el lenguaje de Adam Smith) por el transcurso de los siglos, sino que son producto de un largo proceso histórico. La historia permite evitar que se caiga en la naturalización de las relaciones sociales existentes, es decir, como si éstas fuesen únicas y eternas. Con este enfoque se produce una segunda ruptura al determinar el carácter histórico y transitorio de las distintos tipos de sociedades que se han conocido.

            f) La historia no es teleología, es decir, que no posee un fin al que se debe llegar necesaria e inexorablemente. La historia no tiene un fin en sí mismo, ni un resultado establecido de antemano, sino que hay siempre un final abierto dentro de un esquema de un limitado marco de opciones.

            g) Las contradicciones se presentan como conflictos y son inherentes a todas las sociedades divididas en clases. Dichas contradicciones promueven el desarrollo y la transformación de dichas sociedades. Los cambios y comportamientos en las mismas nunca pueden y deben ser considerados como patología, es decir, como un organismo enfermo. La contradicción principal en el capitalismo para Marx reside en el carácter social de la producción y la forma privada de la apropiación de sus frutos y beneficios.

            h) La objetividad en las ciencias sociales no puede lograrse por medios técnicos o rechazando la ideología, sino que debe basarse en tres supuestos: en la concepción de la sociedad como una totalidad de relaciones sociales, en la afirmación del carácter histórico de los fenómenos sociales y en el papel que juegan las contradicciones internas en el desarrollo de una sociedad.

            El modelo epistemológico marxista se opone al individualismo metodológico encarnado en la escuela económica y filosófica de Adams Smith por las siguientes razones:

            a) La metodología marxista parte del estudio de la sociedad en su totalidad siendo el sujeto un elemento pasivo en el proceso del conocimiento. En el modelo individualista, el punto de partida para estudiar a la sociedad eran los individuos con sus características particulares. Marx para conocer a la sociedad, estudia a la sociedad misma desde sus orígenes, con sus elementos integrantes y sus contradicciones.

            b) En el modelo marxista el objeto -que es el elemento activo-, consiste en que es el fenómeno a estudiar y se parte de él para llegar al sujeto, que el elemento pasivo porque es el que recibe la información. Por lo tanto, el conocimiento para Marx surge de una relación entre objeto y sujeto. En el modelo individualista, los sujetos eran los portadores y creadores del conocimiento.

            c) Para Adam Smith la economía era la doctrina y la base teórica sobre la cual se sustentaba la ideología de la burguesía y era impensable imaginar otras formas de producir que no fueran capitalistas. En cambio para Marx, la economía era una ciencia que no solo estudiaba el modo de producción capitalista con el fin de conocerlo en todas sus formas y dimensiones sino que era una herramienta indispensable para descubrir  otra forma superior de producción y reemplazarlo. Estudiar economía es estudiar la anatomía de la sociedad civil.

            En vida fue un duro crítico de los economistas a los que clasificó en dos grandes grupos: los clásicos representados por Adam Smith y David Ricardo, por los que tenía un profundo respeto y admiración por sus libros que los estudió al detalle punto por punto, sin dejar nada al azar y esto puede comprobarse cuando se lee los tres fabulosos tomos de sus Teorías de la Plusvalía. De libro “Miseria de la Filosofía” en respuesta al francés J. Proudhon “Filosofía de la miseria” extraemos este párrafo acerca de lo que pensaba sobre sus colegas (también en El Capital hay varias referencias al “sicofante del capital”.

            “Los economistas razonan de singular manera. Para ellos no hay más que dos clases de instituciones: las unas, artificiales, y las otras, naturales. Las instituciones del feudalismo son artificiales, y las de la burguesía son naturales. En esto los economistas se parecen a los teólogos, que a su vez establecen dos clases de religiones. Toda religión extraña es pura invención humana, mientras que su propia religión es una emanación de Dios.”
           
            El propio Marx se encarga de explicar el significado de este texto cuando afirma que las relaciones de producción burguesa son naturales quiere decir que los economistas dan a entender que se tratan precisamente de unas relaciones bajos las cuales se crea la riqueza y se desarrollan las fuerzas productivas de acuerdo con las leyes de la naturaleza. Por consiguiente estas relaciones son en sí leyes naturales, independientes de la influencia del tiempo. Son leyes eternas que deben regir siempre la sociedad. En consecuencia si habido una historia ahora ya no existe. Ha habido historia porque ha habido instituciones feudales y porque en estas instituciones feudales nos encontramos con unas relaciones de producción completamente diferentes de las relaciones de producción de la sociedad burguesa que nacieron de los escombros del capitalismo y que hoy los economistas quieren hacer pasar por naturales, y por lo tanto, eternas e inmutables. De ahí que presentan sus teorías como si estuviesen regidas por fenómenos imperecederos para introducir las relaciones capitalistas en la sociedad en la que se desenvuelven.

            El carácter teológico de los economistas se demuestra al presentar sus teorías y puntos de vista como un dogma, que nada puede ser cuestionado, por lo que es imposible y absurdo pretender cambiarlas, ni siquiera controlarlas. Y cualquiera que lo intente puede ser condenado al infierno o sufrir la condena pública de parte de sus colegas. 

            Estos son los rasgos esenciales del método de análisis y estudio que creó Karl Marx para abordar las características de la sociedad capitalista y es un pequeño homenaje a un gigante del pensamiento universal que hasta sus más enconados enemigos tienen que rendirse ante su sabiduría y conocimientos grandiosos. Pocos hombres de ciencias continúan vigentes y tan actuales como los libros de Karl Marx sobre la cual su amigo de toda la vida Friedrich Engels pronunció esas proféticas palabras ante su tumba que aseguraban que el nombre y la obra de Marx perdurará por los siglos.

           

EL NUEVO PAPA ARGENTINO


EL PAPA ARGENTINO  Y LATINOAMERICANO FRENTE A LA IGLESIA ACTUAL

Por Sergio Daniel Aronas – 17 de marzo de 2013

“Que dirá el Santo Padre
Que vive en Roma
Que le están degollando a su paloma”

Violeta Parra, compositora y cantante chilea

            En estas breves líneas daremos en la primera parte un análisis general de la Iglesia Católica acerca de la importancia que tiene en el mundo, el lugar que ocupa y el papel que desempeña. En la segunda parte, nos abocaremos a algunas ideas y pensamientos principales del nuevo Papa, el argentino Jorge Mario Bergoglio cuyo encumbramiento a la cúpula de la Santa Sede ha originado una fuerte polémica en nuestro país por su pasado durante la dictadura militar y como presidente de la Conferencia Episcopal Argentina ya en plena vigencia de la democracia iniciada en 1983.

1) La importancia de la Iglesia en el mundo actual

            El nombramiento del arzobispo de Buenos Aires, de formación jesuita como Papa de la Iglesia Apostólica Católica y que ha elegido como nombre el de Francisco I, quizás en honor a Francisco de Asís, ha desatado grandes polémicas en todo el mundo cada vez que se elige a un nuevo Pontífice para ver si será capaz de transformar la política interior y exterior del Vaticano o si continuará la línea de sus predecesores. Sobre esta base, me gustaría dar mi punto de vista sobre la elección decidida por el Colegio de Cardenales el miércoles 13 de marzo de 2013.

            La Iglesia Católica con sus 1200 millones de feligreses es la religión más grande entre los credos cristianos y es la más influyente en el mundo porque las decisiones políticas que toman repercuten en forma inmediata en todos los países donde la población que la practican sean o no la mayoría. Y a pesar de sus reiteradas crisis, sigue siendo un poderoso centro económico y financiero fabuloso cuyos tesoros tienen un valor incalculable y le ha permitido estar indemne de toda conmoción económica y financiera como la que actualmente atraviese el continente europeo. Es parte integrante de los poderes mundiales y se mete y opina de todo aunque nadie se lo pida. Y ese poder incluso es más fuerte que el gobierno del país donde actúa. La Iglesia ahora no envía ni soldados, tanques, aviones o misiles, sino que con su poder económico puede enviar a sus representantes y apoyar con legiones de dinero todo lo necesario para financiar medios de comunicación, radios, televisión, periódicos, internet, que apunte a la desestabilización de gobiernos como hicieron con Polonia entre 1980 y 1981.               

            El cardenal argentino llega al Papado en una situación donde el Vaticano está viviendo una profunda crisis política, económica, financiera y moral en cuanto al comportamiento de debería tener los sacerdotes frente a sus feligreses, a la envestidura que representan y por una práctica aberrante que no se conciben en una institución de estas características.

            El renunciante Benedicto XVI, que colgó la sotana de Papa, por su incapacidad para resolver los problemas que aquejan a la Iglesia, en una actitud inédita, se vio abrumado por las crecientes denuncias por los abusos sexuales realizados por sacerdotes de Iglesias de varios países, muchos de los cuales fueron demandados y llevados a tribunales. A eso se le agrega la reiterada crisis financiera de la poderosa banca Vaticana con sus negocios sucios, lavado de dinero, evasión de impuestos, tráfico de influencias y otras delicias de vida eclesiástica. Es bueno recordar que en su momento, en 1978 el olvidado Juan Pablo I (Albino Luciani, y último italiano), en su corto papado de 33 días, había empezado a investigar seriamente todos los manejos ilegales del Banco Ambrosiano, del Instituto de Obras Religiosas (IOR) que implicaba destapar una cloaca muy podrida, terminó con la vida del propio Sumo Pontífice en circunstancias nunca aclaradas y su sucesor Juan Pablo II de Polonia, cerró todas las causas y las investigaciones realizadas por Juan Pablo I y las personas acusadas fueron reincorporadas a sus antiguos puestos como si nada hubiera pasado. Treinta y cinco años después aparecen otra vez los elementos de esta crisis estructural de las finanzas vaticanas y es poco probable que el nuevo Papa, el argentino Francisco I tenga la suficiente fuerza, coraje y empuje para limpiar el Vaticano con su peso de 2000 años de existencia, a menos que él dé ejemplos de austeridad, de ahorro, honradez y cautela en la administración de sus gigantescas finanzas y cuente con colaboradores comprometidos en el saneamiento y superación de los problemas fundamentales que afecta a la Iglesia Católica que motivaron la insólita renuncia del alemán Benedicto XVI en febrero de 2013.

            El sistema político del Vaticano encarnado en la figura del Papa es una forma de gobierno en el que el poder está concebido como una especie de monarquía absoluta y en el convencimiento total acerca de su infalibilidad, es decir, que en sus decisiones, actos, escritos, el Papa nunca puede equivocarse, nunca puede cometer errores. La autoridad del Papá lo convierte por esta razón, en un ser sobrehumano, de otra dimensión y en el que no existe la mínima posibilidad de cometer fallos. Este es un postulado dogmático cuya validez para la Iglesia viene del Concilio Vaticano I de 1870 y lo mantiene en forma invariable hasta hoy. Por lo tanto, en la Santa Sede no corre la expresión latina “errare humane est”. El Papa es el representante de Dios en la tierra; y como Dios es perfecto, su encarnación en el hombre como Dios lo convierte en el ser perfecto que nunca se equivoca. Aunque esta infalibilidad debe cumplir ciertos requisitos, igualmente goza de este privilegio que ningún hombre en la Tierra puede tener.

            Estas cuestiones teológicas como la cuestión crucial del celibato, no estarán en la agenda del nuevo Papa, como así tampoco le importará la situación de las mujeres religiosas dentro de la iglesia quienes tienen prohibido ser ordenadas como sacerdotisas; no pueden participar en la elección para nombrar papas ni tampoco pueden tener acceso a cargos de alto nivel en el gabinete del Vaticano, ni mucho menos pueden ser embajadoras o nuncios apostólicos. La actitud de la Iglesia hacia las mujeres no se condice con los grandes logros que la mujer ha venido consiguiendo en su lucha permanente por tener los mismos derechos que los hombres, pero en la iglesia estos derechos a la igualdad se los tiene vedados. En pleno siglo XXI no deberían tratar tan mal y ser tan crueles hacia quienes les dan la vida a los futuros hombres que deciden seguir la carrera de religiosa y trabajar en la iglesia.

            A la Iglesia le preocupa muchísimo la aparición de nuevas sectas o grupos que enarbolando el discurso religioso y utilizando los texto de la Biblia como doctrina, se vayan desplazando de las parroquias cristianas hacia estas nuevas expresiones de fe que le quitan feligreses a la misa de los domingos, muchos cansados de los discursos y que no le dan soluciones a sus problemas o no encuentran en ella la forma de canalizar sus inquietudes y estar mejor preparados para enfrentar la vida. Esto pasa en la Argentina y muchos países latinoamericanos donde se cuestiona que la Iglesia se siente al lado de los poderosos y no defienda y no se interese por la situación de los más débiles, los desamparados y los pobres.

            A la Iglesia también le preocupa muchísimo y ahí es donde se activan sus servicios de información y control, cuando aparecen sacerdotes que cuestionan las posturas oficiales del Vaticano en temas no sólo relativos a los dogmas religiosos sino que frente a situaciones de la vida de las personas como el aborto, los matrimonios entre personas del mismo sexo, la educación sexual, el uso de preservativos en las relaciones amorosas con el fin de evitar contagiarse de enfermedades, el divorcio, e incluso a la posición que debe tomar ante la crisis económica y sus consecuencias como el desempleo, la miseria, la pobreza y la falta de esperanza, la Iglesia siempre se pone en contra de todos esos temas, asumiendo posiciones que son rechazadas por muchos feligreses que no pueden entender porque se ponen del lado equivocado, incluso si estas cuestiones son reglamentadas por leyes aprobadas con mayoría parlamentaria en los distintos países. 

            La prohibición a las mujeres de ejercer el derecho del voto convertirán en el año 2015 al Vaticano en el único lugar en el mundo donde no pueden hacerlo. Compartía con la monarquía petrolera de Arabia Saudita los dos países que aun mantenían a las mujeres fuera de la posibilidad de vota. Pero dentro de dos años, sólo la Ciudad del Vaticano seguirá negando el voto femenino. Y por más razones que pueda ofrecer la Curia Romana no tiene ningún justificativo.

            Con la asunción del argentino Jorge Mario Bergoglio como el Papa número 266 bajo el nombre de Francisco I, ha desencadenado una multitud de opiniones a favor y en contra de su designación por su pasado durante la dictadura cívico-militar que entre 1976 y 1983 se llevó la vida de 30.000 compatriotas incluyendo muchos sacerdotes. Tanto en el libro de Emilio Mignone (Iglesia y dictadura. El papel de la Iglesia a la luz de sus relaciones con la dictadura militar) como en el de Eduardo L. Duhalde (El estado terrorista argentino) el nombre de Bergoglio no aparece en ninguna página. Creo que como todos los curas (que en ese año fatídico de 1976) con cuarenta años de edad, seguramente estaba al tanto de todos los desastres que cometía las fuerzas represivas argentinas y porque a muchas iglesias acudieron ciudadanos desesperados buscando tener noticias del paradero de sus seres queridos y porque esas mismas personas buscaban en la iglesia un lugar donde esconderse de la persecución criminal de las grupos de tareas, ya que quien caía en sus manos difícilmente saldría con vida. Estoy seguro que conocía todo lo que pasaba y no hizo lo suficiente para ayudar a sus hermanos como sí hicieron otros como los sacerdotes de la iglesia de Santa Cruz perteneciente a la congregación de los curas pasionarios donde se reunieron las mujeres que fundarían las Madres de Plaza de Mayo.

            Las críticas por parte de sectores que consideran al nuevo Papa Francisco I un cómplice de la dictadura no pueden ponerlo en el mismo nivel que algunos siniestros personajes de la Iglesia argentina que sí fueron no sólo cómplices, sino defensores entusiastas del terrorismo de estado como Adolfo Tortolo (obispo de Paraná), Victorio Bonamín (Provicario castrense), Raúl Primatesta (Arzobispo de Córdoba), Juan Carlos Aramburu (Arzobispo de Buenos Aires), José Miguel Medina (obispo de Jujuy y vicario castrense); todo el cuerpo de capellanes militares y los integrantes de la Conferencia Episcopal en calidad de máximo organismo eclesiástico que fija las posiciones de la Iglesia argentina sobre las cuestiones doctrinarias y políticas del momento. En el citado libro de Emilio Mignone, solo cuatro obispos, miembros del organismo rector de la Iglesia, denunciaron con suma valentía los crímenes de la dictadura: el obispo de La Rioja, monseñor Enrique Angelelli, asesinado por los grupos de tareas de la represión militar que en nombre de Dios y la Santa Religión no respetaron ni siquiera la vida de tan dignos representantes por su presunto discurso izquierdista como miembros del Movimiento de Obispos del Tercer Mundo; el obispo de Viedma, Monseñor Miguel Hesayne; el obispo de Neuquén, Jaime de Nevares y el obispo de Quilmes, Jorge Novak.

            Entonces, ¿cuál puede ser la complicidad de Jorge Bergoglio con los crímenes de la dictadura? En primer lugar, no haber defendido a los sacerdotes de su congregación cuando fueron secuestrados por los grupos de tareas de la dictadura. En segundo lugar, que habiendo sido en dos ocasiones presidente de la Conferencia Episcopal y Primado de la Argentina, nunca se atrevió a denunciar el nefasto papel desempeñado por la cúpula de la Iglesia durante esa misma dictadura; que nunca se atrevió a formular un arrepentimiento y reconocer que se equivocaron con el apoyo irrestricto y justificando todas las violaciones de los militares en el poder. Es lógico: cómo van a decir que se equivocaron si pertenecen a una iglesia cuya cabeza central es infalible. Sería estar en contra de uno de sus dogmas fundamentales. Tuvo su momento y oportunidad de realizar un mea culpa y no lo hizo. No dijo ni una palabra de sus predecesores que al frente de la Iglesia Católica apoyaron, sostuvieron y brindaron ayuda moral y espiritual a los integrantes de las bandas criminales que secuestraban, torturaban y asesinaban.

            Ahora convertido en Papa tampoco hará comentarios sobre la participación de la Iglesia oficial Argentina durante la represión ilegal. Es que el secretismo forma parte de un método propio de la institución vaticana, en cuanto a revelar la actuación de otros que tienen comprometido con los preceptos que predica el evangelio que la Curia Romana dice defender y cumplir para todos los fieles, principalmente para quienes son sus genuinos voceros en la Tierra. De modo que no venga ahora el Vaticano a decir que las denuncias del pasado del nuevo Papa Francisco I son una conspiración y patraña de la “izquierda anticlerical”. Y del pasado nazi hitleriano como miembro de la juventud fascista del renunciante alemán Joseph Ratzinger ¿de dónde vino la denuncia y quienes publicaron su foto con el uniforme militar, alistado para la defensa antiaérea para que lo  reclutaron? Acaso ¿trasnochados y demoníacos izquierdistas ocultos en las catacumbas italianas? No; fue la propia prensa de investigación de Alemania la que descubrió el desconocido pasado de Benedicto XVI durante la época del nazismo. Y en la Argentina lo mismo: fueron periodistas con años de trabajo estudiando a la Iglesia los que dieron a conocer la historia desconocida del nuevo Papa. Para el premio Nobel de la Paz 1980, Bergoglio no fue cómplice de la dictadura en el sentido que sí lo tuvieron otros siniestros personajes y le echa en cara con razón es que no acompañó la lucha de los organismos de derechos Humanos en la denuncia de los desastres cometidos por la dictadura ni en conocer la verdad de qué pasó con los desaparecidos. De esto, la Iglesia nunca dijo ni hizo nada: ni antes ni después. Es más, si se leen atentamente los documentos de la Conferencia Episcopal Argentina entre 1976 y 2012, todos los párrafos dedicados a la dictadura son terribles y espeluznantes justificativos del golpe militar.

            La Iglesia nunca hizo manifestaciones de arrepentimiento por apoyar a un régimen tan salvaje y criminal como fue la dictadura argentina entre 1976 y 1983. Ahora, si para el Vaticano toda crítica que se le haga la califican de “izquierda anticlerical”, evidentemente nos espera un papado de fuerte contenido ideológico y político por más que a muchos no les guste esta forma de analizar los actos de la Curia Romana.

            En este sentido, es un grave error creer que el Vaticano es una institución neutral, inmaculada, impoluta, que solo le interesa las cuestiones relativas a la aplicación de las normas de su fe católica apostólica en el mundo. El Vaticano es un pequeño y poderoso estado cuyo Papa siempre ha sido considerado como la personalidad internacional mejor informada del mundo. Es la única religión en el mundo que tiene un centro de difusión, control y cumplimiento de los contenidos de su doctrina y los clérigos que ocupan los cargos de relevancia en la jerarquía de la iglesia en cada país son designados por el mismo Papa con prescindencia del gobierno del país respectivo. La capacidad que tiene la Iglesia de estar bien informada y tener datos precisos de todos los países donde actúa se debe al magnífico servicio de inteligencia que posee cuyo origen se remonta al siglo XVI cuando el Papa Paulo IV creó en 1566 la “Santa Alianza”, una amplia de red de información conformado por espías que se dedicaban a recopilar datos de las actividades de los gobiernos amigos y enemigos de la Iglesia con el fin de proteger los intereses de la Santa Sede. Este organismos fue creado luego de pronunciado el Cisma Protestante que puso fin a la unidad religiosa en Occidente y que como consecuencia de él, varios estados europeos rompieron con Roma y adoptaron las nuevas ideas inspiradas en Martín Lutero, Juan Calvino y otros reformadores. Y si alguien tiene duda acerca de la eficiente labor de la Iglesia en su tarea de obtener información, escuchemos a Simón Wisenthal quien decía: “La organización mejor informada y más poderosa del mundo es el servicio de inteligencia del Estado Vaticano” (Ver Eric Frattini, Los espías del Papa, Espasa Calpe, Buenos Aires, página 23).

            Cuando finalmente en la última sesión fue elegido ser Papa por el voto de los cardenales, Bergoglio les dijo: “Soy un pecador, pero acepto”. ¿Cuáles son los pecados que cometió? ¿No es acaso la confesión un rito substancial del catolicismo? Si tiene que confesar sus pecados ¿debe ser mantenido en el secreto más absoluto y cerrado de la esfera privada de la Santa Sede? Si el nuevo Papa es un pecador y dada la importancia ecuménica que su autoridad y poder tiene para el mundo ¿porqué no dice en público los pecados que cometió en su vida? ¿A quién le tiene miedo de confesar sus actos? Si la religión se lo prohíbe que por primera vez se rebele contra este sacrosanto y sagrado sacramento y se muestre como un hombre de carne y hueso.

            Lo único que se puede esperar que la Iglesia encuentre en Francisco I un verdadero pastor que haga de la opción por los pobres la auténtica y única política de su magisterio al frente de la Iglesia. ¿Podrá renunciar a las riquezas del poder que tiene el Vaticano? Esto se verá con el tiempo.  

2) Ideas principales del nuevo Papa Francisco I

            No cabe duda que en la Argentina en particular y el América Latina en general, ha sido bien recibida la noticia de la designación de un Papa latinoamericano, porque en esta región del mundo la religión católica es la que abrumadoramente ejerce la población en más del 95% y tiene un peso propio en la vida política, social, económica y cultural de nuestros países.
           
           En el caso específico de la Argentina, la Iglesia Católica Argentina no está separada del Estado como sucede en la República Oriental del Uruguay. Esta situación está firmemente consagrada en el artículo 2 de la Constitución cuando claramente dice que el “gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano”, lo cual quiere decir que el estado está obligado a mantener por la vía financiera y económica el funcionamiento de sus instituciones. El presupuesto nacional fija todos los años la partida millonaria de dinero destinada a “sostener”, como dice la Constitución, la existencia de la iglesia, ya de por sí muy rica y poderosa. Como consecuencia de esto, la Iglesia está exenta del pago de impuestos
         
            Este artículo 2 que fue refrendado por el texto ordenado en la reforma de 1994, ha sido mantenido en todos los textos constitucionales a lo largo de la historia argentina, desde 1811 hasta la fecha. Siempre y en todo momento se ha defendido que en la Argentina es deber del estado garantizar el financiamiento de la Iglesia Católica. Y en eso consiste la palabra sostener.

            Por primera vez, en 1300 años se nombra como Papa a un sacerdote no europeo, lo cual pueda significar un nuevo impulso para ganarse la simpatía de regiones en la cuales la Iglesia no tiene todavía influencia determinante como en Asia y África.

            No deben confundirse los mal informados amigos europeos y norteamericanos de que con el cardenal Jorge Bergoglio de la Argentina, convertido en el Papa Francisco I por su origen latinoamericano, implique el nombramiento de un sacerdote del Movimiento de Tercer Mundo. Nada pero absolutamente nada que ver. Nunca firmó ni adhirió ni participó de los cónclaves de esta importantísima agrupación que surgió en la Argentina entre 1967 y 1968. Ni mucho menos intentar ubicarlo en la línea de la Teología de la Liberación a cual Juan Pablo II la combatió y rechazó tajantemente. El nuevo Papa es un hombre conservador en toda la línea dogmática de la Iglesia y no se mueve de ese rumbo un milímetro. No tiene ninguna vinculación con los sacerdotes del Tercer Mundo ya que su prédica nunca estuvo relacionada por la “opción por los más pobres” por más que la proclame y la manifieste.

            Así como Juan Pablo II, un Papa nacido en la muy católica Polonia, gobernada desde el fin de la Segunda Guerra Mundial por un gobierno comunista, no fue casualmente elegido al frente de la Iglesia Romana. Con su elección comenzó la cruzada contrarrevolucionaria para la destrucción del socialismo en el este de Europa y ahora no sería nada descabellado creer que la asunción de un Papa Latinoamericano, que seguirá al pie de la letra las orientaciones implantadas por Wojtyla y continuada por el alemán Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), tenga como objetivo estratégico fundamental que su papado se oriente a modificar e impulsar cambios de regímenes en los gobiernos sudamericanos de izquierda y centroizquierda que no son del gusto ni del imperio americano ni mucho menos de la Santa Sede. Habrá que prestarle, mucha atención a los movimientos de este nuevo Papa en sus relaciones con Latinoamérica porque es una región que está viviendo un proceso de transformaciones radicales de sus estructuras económicas y sociales sobre todo en Venezuela, Bolivia, Brasil, Ecuador y también en la Argentina, su tierra natal. Como prueba de que el Papa latinoamericano no fue una casualidad sino que responde a una política de largo alcance, tomamos la opinión del vaticanista italiano Vittorio Messori quien piensa que la elección de Jorge Bergoglio por cálculo, no cabalístico sino estratégico, basándose en su conocimiento de la realidad de la Iglesia. En la nota que publica el diario Infobae en su página web del 16-03-2013 leemos lo siguiente: “Messori, autor de una entrevista con Juan Pablo II que acabó en libro (Cruzando el umbral de la esperanza), escribió en el Corriere della Sera que la elección de Franciscoes una opción geopolítica tan fuerte como en su momento la de Karol Wojtyla. Si aquella vez se trató de contribuir a la liberación de medio continente del yugo del autoritarismo soviético, la opción geopolítica “verdaderamente urgente, incluso urgentísima,” que se imponía esta vez, dice Messori, venía de un desafío: “La Iglesia de Roma está por perder al que consideraba ‘el Continente de la Esperanza’, el continente católico por excelencia: Sudamérica abandona el catolicismo a un ritmo de miles de hombres y mujeres cada día”. Afirmando que casi un cuarto de los creyentes se han ido de las filas de la Iglesia Católica hacia diversas corrientes del llamado neopentecostalismo, tiene por razón “la falta de espiritualidad de la curia y por contención social y económica. Este  alejamiento de las masas del catolicismo, Messori responsabiliza en parte a “las teologías políticas de los últimos decenios, predicadas por curas y monjes convertidos enactivistas ideológicos” (Consultado en: http://america.infobae.com/notas/68168-Razones-geopoliticas-detras-de-la-eleccion-de-Bergoglio). Es probable que en el nuevo panorama mundial, el Vaticano haya decidido volver sus miradas hacia una región donde se concentra la mitad de sus casi 1200 millones de seguidores, como un intento de largo alcance con el objetivo de recuperar posiciones perdidas.
          
          En los últimos años el actual Francisco I, tuvo varios encontronazos y enfrentamientos políticos e ideológicos con los dos gobiernos del Matrimonio Kirchner por lo que es importante conocer algunos de sus puntos de vista sobre los siguientes temas (tomo como fuente de sus expresiones una nota publicado en el diario La Gazeta de Tucumán (la más pequeña provincia argentina pero dotada de una inmensa riqueza y donde se declaró la Independencia en 1816. Es una hermosa ciudad que merece ser llamada “Ciudad Héroe de la Independencia Sudamericana)

a) Matrimonio igualitario: Desde su presentación, el proyecto de modificación del Código Civil para que se permita el matrimonio entre personas del mismo sexo (convertido en ley en julio de 2010) motivó una férrea oposición por parte de la Iglesia Católica. El por entonces cardenal Jorge Bergoglio se transformó en un activista contra la iniciativa. Estas fueron sus palabras contra el proyecto:

"Aquí está la envidia del demonio, que pretende destruir la imagen de Dios: hombre y mujer que reciben el mandato de crecer, multiplicarse y dominar la Tierra. No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo, sino de una 'movida' del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios. Hoy la Patria necesita de la asistencia especial del Espíritu Santo que ponga la luz de la verdad en medio de las tinieblas del error; que nos defienda del encantamiento de tantos sofismas con que se busca justificar este proyecto de ley. Clamen al Señor para que envíe su Espíritu a los senadores que han de dar su voto. Que no lo hagan movidos por el error o por situaciones de coyuntura, sino según lo que la ley natural y la ley de Dios les señala". (Fragmento de la carta a las monjas Carmelitas de Buenos Aires, del 22 de junio de 2010)

b) Sobre el aborto en general: Es conocida la negación de la Iglesia Católica respecto de la interrupción voluntaria del embarazo. En diversas ocasiones, Bergoglio dejó en claro el rechazo a cualquier proyecto de despenalización o de legalización del aborto. A principios de 2004 se refirió por primera vez a este tema en una homilía: "Sin estas tres actitudes -ternura, esperanza, paciencia- no se puede respetar la vida y el crecimiento del niño por nacer. La ternura nos compromete, la esperanza nos lanza hacia el futuro, la paciencia acompaña nuestra espera en el cansino pasar de los días. (...) Cuando estas actitudes no están, entonces el niño pasa a ser un 'objeto' alejado de su padre y de su madre y muchas veces 'algo' que molesta, alguien intruso en la vida de los adultos, quienes pretenden vivir tranquilos, replegados sobre sí mismos en un egoísmo paralizante". (Homilía con motivo de la Jornada por la Vida, realizada en la Universidad Católica Argentina el 25 de marzo de 2004). Un poco más de un año después decía: "este chico que está en camino molesta a la familia, '¡uy! para qué, qué sé yo, descartémoslo y mandémoslo al remitente'; eso es lo que nos predica la cultura de la muerte". (Homilía en la misa en honor del santo protector de las embarazadas, San Ramón Nonato, el 31 de agosto de 2005)

c) Sobre el aborto no punible: se opuso a la sanción de la ley en la ciudad de Buenos Aires con los argumentos típicos de la Iglesia en septiembre de 2012 con estas palabras en un comunicado titulado “El aborto no es la solución: “Al hablar de una madre embarazada hablamos de dos vidas; ambas deben ser preservadas y respetadas, pues la vida es de un valor absoluto”. Asimismo pidió “respetar al ser humano más pequeño e indefenso, adoptar medidas que pueden preservar su vida, permitir su nacimiento y luego ser creativos en la búsqueda de caminos que lo lleven a su pleno desarrollo”.  
“Esta decisión que amplía la despenalización del aborto cediendo a la presión del fallo de la Corte Suprema de la Nación, la cual excediendo sus competencias exhortó a aprobar protocolos, afectando de esta manera la división de poderes y vulnerando el federalismo, tiene consecuencias jurídicas, culturales y éticas porque las leyes configuran la cultura de los pueblos y una legislación que no protege la vida favorece una “cultura de la muerte” (Evangelium vitae, n° 21)”, manifiesta el comunicado. Fuente:   http://www.infobae.com/notas/669751-.html)

d) Sobre el terrorismo de estado durante la dictadura: Es su costado más polémico sobre el cual nos extendimos más arriba. En agosto de 2006, Bergoglio conmemoró los 30 años del asesinato del obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, ocurrido el 4 de agosto de 1976, presuntamente a manos de la dictadura. Antes de Angelelli, el 18 de julio del 76, los padres Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville fueron secuestrados, torturados y asesinados. Una semana después apareció muerto el laico Wenceslao Pedernera. A todos ellos recordó en la ocasión el actual Papa. "Yo conocí en La Rioja una Iglesia perseguida, que se llamó Wenceslao, Gabriel, Carlos, testigos de la fe que predicaban y que dieron su sangre para la Iglesia, para el pueblo de Dios, por la predicación del Evangelio. Pienso que ese día alguno se puso contento, creyó que era su triunfo; pero fue la derrota de los adversarios. El recuerdo de Wenceslao, Carlos, Gabriel y el obispo Enrique no es una simple memoria encapsulada; es un desafío que hoy nos interpela a que miremos el camino de ellos, hombres que solamente miraron el Evangelio" (Catedral de La Rioja, 4 de agosto de 2006). Pero de la relación desastrosa que la cúpula de la Iglesia tuvo con la dictadura nunca dijo nada. Nada dijo de los 150 sacerdotes de diferentes congregaciones fueron secuestrados y asesinados ni siquiera como Jefe de la Iglesia. El caso más terrible y emblemático fue el asesinato de los cinco Curas Palotinos, en lo que se llamó la masacre de San Patricio, por ser en dicha iglesia donde se cometieron las muertes.    

d) Sobre el dinero: En su último mensaje a la comunidad católica argentina, Bergoglio habló sobre la corrupción en un amplio sentido. "El sufrimiento de inocentes y pacíficos no deja de abofetearnos; el desprecio a los derechos de las personas y de los pueblos más frágiles no nos son tan lejanos; el imperio del dinero con sus demoníacos efectos, como la droga, la corrupción, la trata de personas, incluso de niños, junto con la miseria material y moral son moneda corriente.(...) Poco a poco nos acostumbramos a oír y a ver, a través de los medios de comunicación, la crónica negra de la sociedad contemporánea, presentada casi con un perverso regocijo, y también nos acostumbramos y convivimos con la violencia que mata, que destruye familias, aviva guerras y conflictos". (Carta para la Cuaresma, Buenos Aires, 13 de febrero de 2013). De la corrupción de la institución que ahora es el Jefe Supremo tampoco dice nada.

e) Sobre la Paternidad: En el Foro de Padres que se realizó en 2009, el entonces arzobispo de Buenos Aires reclamó que los padres deben hacerse cargo de sus hijos que están sin rumbo. "Es necesario que salgan de ustedes para dialogar, para abrirse a sus hijos, para jugar con ellos, para que los hicos no se sientan abandonados por sus padres. Eso cansa, es verdad, pero es la cruz que ustedes como padres católicos debe cargar; es, sin embargo, una cruz fecunda", indicó el 31 de octubre de 2009

f) Sobre la trata y esclavitud laboral: El 30 de marzo de 2006, un incendio destruyó un taller de costura clandestino en Caballito, Buenos Aires. Allí murieron seis personas; cuatro de ellas eran niños. En una misa, Bergoglio habló sobre las diferentes formas de esclavitud. "La dignidad la tenemos por el trabajo, porque nos ganamos el pan, y eso nos hace mantener la frente alta. Pero cuando el trabajo no es lo primero sino que lo primero es la ganancia, la acumulación de dinero, ahí empieza una catarata descendente de degradación moral. Y termina esta catarata en la explotación de quien trabaja. Esta frase no es mía, la dijo ayer el Papa (por Benedicto XVI) en una audiencia (...) Justicia por estos hombres y mujeres sometidos a la trata de personas en cualquiera de los rubros: talleres clandestinos, prostitución, chicos sometidos en trabajos de granjas y los cartoneros que no han podido todavía unificarse, como algunos de ustedes lo han podido hacer gracias a Dios". (Homilía en la misa en memoria de las víctimas del trabajo esclavo, el 27 de marzo de 2011)

g) Sobre la Educación.- Luego de la crisis de 2001, el actual Papa Francisco envió un mensaje a la comunidad educativa en el que sugería apostar a la educación para crecer en ese momento decisivo. "El hijo del gaucho, el migrante del interior que llegaba a la ciudad, y hasta el extranjero que desembarcaba en esta tierra, encontraron en la educación básica los elementos que les permitieron trascender la particularidad de su origen para buscar un lugar en la construcción común de un proyecto. También hoy, desde la pluralidad enriquecedora de propuestas educadoras, debemos volver a apostar: a la educación, todo". (Abril de 2002, tras una misa con motivo del inicio de clases; el primero luego de la crisis de 2001). Falta agregar qué tipo de educación laica o religiosa. Como buen católico desea la educación religiosa que no dice en el texto.

h) Sobre las mujeres: En una declaración que publicó la agencia oficial de noticias argentina Telam el entonces cardenal y arzobispo de Buenos Aires tuvo esta desopilante afirmación: "las mujeres son naturalmente ineptas para ejercer cargos políticos", refiriéndose a la candidatura presidencial de la Senadora Cristina Fernández de Kirchner. Y más adelante agregó: "El orden natural y los hechos nos enseñan que el hombre es el ser político por excelencia; las Escrituras nos demuestran que la mujer siempre es el apoyo del hombre pensador y hacedor, pero nada más que eso". La mujer a la casa, a la cocina, a lavar y a planchar, cuidar los hijos y coser. Todo lo demás no existe para ellas. Buenísimo. En sus polémicas declaraciones, el arzobispo de Buenos Aires agregó que "hay que tener memoria; tuvimos una mujer como Presidente de la Nación y todos sabemos qué pasó", refiriéndose a la ex presidente Estela María Martínez de Perón. Las organizaciones de derechos humanos y movimientos feministas no hicieron esperar su respuesta.

i) Sobre la ley de medios: Cuando la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (Ley de Medios) el 16 de septiembre de 2009, el entonces cardenal Jorge Bergoglio se sumó indirectamente al debate durante la XII Jornada de Pastoral Social, que se realizó en el Colegio San Cayetano, del barrio porteño de Liniers. Con estas palabras dio a entender que estaba en contra de esta ley ya que para él, el gobierno pretendía monopolizar el control de los medios de comunicación: "El peor riesgo, la peor enfermedad, es homogeneizar el pensamiento, el autismo del intelecto, del sentimiento, que nos lleva a concebir las cosas dentro de mi burbuja. Por eso es importante recuperar la alteridad y el diálogo", dijo el 19 de septiembre de 2009. Esta legislación fue promulgada el 10 de octubre de 2009 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El proyecto fue muy polémico y debatido. De hecho, hasta el momento está en litigio judicial su plena aplicación por las medidas cautelares que están impidiendo la plena vigencia de esta ley sumamente importante para el país. En todos los temas fundamentales el actual Papa fue un duro opositor a los gobiernos de los Kirchner.

            En otras de sus actividades políticas no debemos olvidar el fuerte apoyó que dio a las entidades empresariales del agro argentino agrupadas en la Mesa de Enlace cuando estalló el conflicto entre el gobierno y los sectores exportadores de granos cuando el Ministerio de Economía aprobó la resolución 125 que establecía las retenciones móviles para los cereales.

            Como presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, toda la cúpula de la Iglesia fue recibida por el vicepresidente Julio Cobos antes del debate en el Senado para aprobar o rechazar el sistema de las retenciones móviles en un proyecto elevado por el Poder Ejecutivo. Seguramente en dicha reunión le habrán dado la bendición de que Dios lo protegerá por oponerse a la norma. Y así fue: con su conocido voto no positivo, el proyecto fue rechazado, lo que desató la algarabía de los grandes terratenientes y exportadores de la Argentina y del lado del gobierno significó la ruptura definitiva entre Presidente y Vice donde se dio el increíble hecho de que el vicepresidente rechace un proyecto de su propio gobierno.

            Hemos tratado de brindar un panorama global de la Iglesia y el nuevo Papa. Para el bien de la humanidad se espera mucho de él y que pueda terminar con la corrupción, con los manejos ilegales y que la idea de una Iglesia del pueblo, para el pueblo y con el pueblo sea la brújula central de su Papado. De eso se trata. 

martes, 12 de marzo de 2013


RECOPILACION DE ARTICULOS DEDICADOS A LA MEMORIA DEL PRESIDENTE
DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA COMANDANTE
HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRIAS EN EL SITIO REBELION (III)


5) ARTÍCULOS Y COMENTARIOS PUBLICADOS EL DIA 10-03-2013

La semilla de Chávez
Alfredo Serrano Mancilla - Página 12

            El neoliberalismo nunca trató con júbilo la existencia de Chávez. El capitalismo tampoco. En el año 1992, el 4 de febrero, Chávez encarnó el espíritu pleno del Caracazo, de rebelión popular, de rechazo al modelo concentrador de riqueza garantista del vivir mejor de unos pocos a costa del vivir bien de las mayorías. Chávez lo intentó por la vía rápida; quizá fuera un error táctico pero, sin dudas, todo un acierto estratégico. Este hecho le permitió ser el portavoz de un pueblo azotado por las políticas emanadas de Washington en plena consolidación de las décadas perdidas. En esos años, los desajustes estructurales y los programas de desestabilización eran los ejes de las políticas impuestas desde los centros de poder para construir periferias disponibles al servicio de la tasa de beneficio de las grandes corporaciones. Mientras que la integración neoliberal de la Unión Europea se iba tejiendo, América latina comenzaba a despertar –a modo de nuevo topo– bajo el liderazgo de Chávez, quien ganó las elecciones contra pronóstico en el año 1998. Su primera decisión fue respetar el poder emanado del pueblo como sujeto constituyente: jamás habría cambio sin salir del yugo de un poder constituido que institucionalizó sólidos mecanismos para excluir a las mayorías. A partir de ese momento, las zancadillas fueron innumerables: golpe de Estado, paro petrolero, intentos de desestabilización (interna y externa), presión mediática internacional y amenazas de todas las fuerzas económicas globalizadas.
            Chávez sólo pensó en su pueblo. Redujo la pobreza y la desigualdad tal como lo afirma la propia Cepal; la pobreza pasó del 49,7 por ciento en 1999 al 27,8 por ciento; la pobreza extrema bajó del 25 al 7 por ciento, el índice de desigualdad transitó de 0,49 a 0,39. Se alcanzaron niveles satisfactorios en seguridad alimentaria, como así lo manifiesta la FAO, en el año 2012. Venezuela es ya una zona libre de analfabetismo, según la Unesco. La tasa de matriculación universitaria es la segunda más alta de América latina (después de Cuba) y la quinta del mundo, según la misma Unesco. La inversión social llegó a ser más del 50 por ciento del PIB. El índice de desarrollo humano también fue mejorado según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Se hicieron más viviendas en el año 2012 que en todos los Estados Unidos (tal como lo afirma el Centre for Economic Policy Research). En el año 2012 se entregaron más de 200 mil viviendas; la gran diferencia es que las viviendas venezolanas eran para el pueblo, sin especulación, sin burbuja, y con un sentido fuertemente democrático, de viviendas gratis para todos los que los necesitan. Además, hace días, y a pesar de lo que dicen los medios hegemónicos, Venezuela conformó parte del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Todo eso es Chávez. Los beneficios son del pueblo; la deuda a saldar es la social; la soberanía e independencia es defender los recursos estratégicos, y el mercado sólo sirve si es siervo del ser humano. El poder ya no es el financiero, ahora es el popular. Chávez optó por dejar a un lado los eufemismos y prefirió dedicarse a hacer política de verdad, legitimado por el apoyo de las mayorías, bajo un modelo de democracia real donde los procedimientos son importantes, pero más importantes son los múltiples ámbitos donde el pueblo exige bienestar y justicia social.
            No obstante, Chávez no sólo es un líder para adentro, sino que es fundamental en términos geoestratégicos para la región y, por qué no decirlo, para buena parte del mundo. Siempre tuvo claro que sólo es posible cambiar hacia adentro, cambiando las relaciones de poder hacia afuera. Con su “ALCA, ALCA, al carajo” rechazó el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas impulsado por los Estados Unidos y creó otra forma justa de integrarse para los pueblos: el ALBA. Hasta inventó una nueva moneda de compensación regional, el sucre, que refleja realmente el poder visionario de este hombre de época que intuía el cambio de tendencia sobre el uso monopólico del dólar como patrón de moneda internacional. Impulsó la creación de Unasur. Y, por último, logró crear la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), mermando protagonismo a la OEA, que ya deja de ser el único espacio ordenador en la región. El cambio de piezas no es menor: Cuba por Estados Unidos. Chávez es, desde ya, el nuevo libertador del siglo XXI.
            Chávez cambió la historia de Venezuela, fue fundamental en el nuevo rumbo de los caminos de América latina y participó significativamente a favor de una nueva reconfiguración del orden geoeconómico mundial. Puso el sur como norte en plena transición geopolítica. Quizá sirva para la periferia europea: sí se puede. Esto en Venezuela nunca fue un slogan, es la mismísima verdad. La semilla del chavismo ha echado raíces. Gracias, comandante.

* Doctor en Economía. Coordinación América latina CEPS.


La Importancia histórica y planetaria del prócer Hugo Chávez Frías
Leyde E. Rodríguez Hernández - Rebelión

            Como expresó Chávez, el 4 de febrero de 1992: “(…) Es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones y el país (Venezuela) tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor”
            No por imaginado el fatídico momento, después del desalentador comunicado sobre el estado general delicado del presidente y comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, el 4 de marzo de 2013, la noticia de su fallecimiento, al día siguiente, ha dejado de ser muy estremecedora, para sus admiradores y la opinión pública mundial, que seguía día tras día, hora tras hora, la evolución de la salud del dirigente más popular y carismático de América Latina.
            Conocer su ausencia física, es una novedad que conmueve a todas las personas de buena voluntad. El presidente de los pobres, el que hizo más por ellos, el que más nutrió a Venezuela de realizaciones sociales, culturales y democráticas, merece honor. Nunca antes en la historia contemporánea, un hombre, un líder revolucionario de un país del Tercer Mundo, había logrado tantos progresos, en tan corto tiempo, para su pueblo, la América Latina y el Caribe, como hizo Hugo Chávez Frías.
            Debe recordarse que, cuando la historia parecía detenida y algunos teóricos de la política desconfiaban de la viabilidad del socialismo, en aquellos días del fin de la historia, de Francis Fukuyama, y terceras vías, de Anthony Blair, de rendiciones en el ideal del socialismo “real” soviético y de Europa del Este; en esos tiempos en que la humanidad caía en la confusión y el conformismo, por la supuesta victoria del capitalismo frente al eurocomunismo, hubo un hombre, que se llamó Hugo Chávez, dispuesto a luchar, desde el pensamiento Bolivariano, por la construcción del socialismo.
            Sólo una voz solitaria, desde una isla en el Caribe, insistía en que el socialismo sí era posible en aquella coyuntura de desarraigo de las ideas de izquierda y progresistas. Entonces, un nuevo Quijote, Chávez, vino a acompañar a Fidel Castro, que no cesaba de advertir sobre los peligros que amenazan a la especie humana, y el fracaso rotundo de la política económica neoliberal. Cuando el campo socialista se derrumbó y la URSS se desintegró, el imperialismo, con el puñal afilado de su bloqueo se proponía ahogar en sangre a la Revolución Cubana; Venezuela, un país relativamente pequeño de la dividida América, fue capaz de impedirlo.i
            En ese ambiente mundial, el 4 de febrero de 1992, un gobierno consagrado en elecciones burguesas, fue desconocido e impugnado por un hecho de fuerza de carácter revolucionario: un movimiento cívico-militar asumió el liderazgo de una protesta social iniciada en el mismo mes, años antes, conocida como “El Caracazo”, ocurrido el 27 de febrero de 1989. El líder militar Hugo Chávez, quien como pocos supo comprender el sentimiento nacional de descontento, harto ya de tanta opresión y del desconocimiento del pueblo, tomó posición y emprendió una arremetida no sólo contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, quien fungía como presidente de la República, sino también, contra las políticas que ignoraban el clamor y las necesidades populares, contra la corrupción exacerbada de los funcionarios estatales, contra la exclusión de los más desfavorecidos y la sumisión ante los intereses económicos y financieros imperiales.ii
            La rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992, fue el primer gran hecho histórico de gran relevancia para la historia reciente de Venezuela, y para los pueblos latinoamericanos y caribeños. Pronto Chávez, en 1998, convertido en un indiscutible Cristo redentor de su pueblo, se erigió en candidato insumiso a las oligarquías, ganando unas elecciones presidenciales diseñadas para impedir el triunfo de los condenados de la tierra. ¿Podría esperarse una hazaña política mayor? A partir de entonces, el gobierno bolivariano se declara antiimperialista, anticapitalista y socialista. Esta postura de construir un nuevo socialismo en el siglo XXI, es su principal legado esperanzador para la humanidad. La Revolución Bolivariana liderada por Chávez constituyó un renacer para los oprimidos de todo el mundo, en aquella etapa de apogeo del pensamiento único impuesto por el imperialismo. Desde entonces, fueron numerosos los países de las Antillas, Centro y Suramérica que Venezuela, además de sus grandes planes económicos y sociales, fue capaz de ayudar.
            El principal logro de la Revolución Bolivariana se encuentra en su plena independencia y soberanía nacional, lo que le ha permitido, a Venezuela, el fortalecimiento de la democracia participativa, el incremento del gasto social, la alfabetización, el aumento de los servicios de salud, viviendas, el incremento de la igualdad de género, el acceso de la población a las nuevas tecnologías, el aumento de las pensiones, la disminución de la pobreza, la inequidad, la desnutrición, el desempleo y la reducción de la concentración de los medios de comunicación.
            El mayor desafío, para la Revolución Bolivariana, es el mantenimiento de la unidad entre todos los componentes cívicos y militares del proceso político, hasta ahora victorioso bajo la dirección de Chávez. Los mismos factores comprometidos en la continuación del programa Bolivariano trazado por Chávez, con vistas al periodo constitucional 2013-2019. Esta estrategia contiene cinco objetivos estratégicos, que conforman el II Plan Socialista de la Nación “Simón Bolívar”, entre los cuales se encuentran consolidar la independencia nacional, continuar la construcción del Socialismo Bolivariano, convertir a Venezuela en una potencia no solo económica, sino también social y política; contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional que defienda la visión de una configuración de fuerza anti-hegemónica, así como la preservación de la vida y la salvación de la especie humana.
            Hay que reconocer que la estrategia internacional diseñada por la Revolución Bolivariana acercó las relaciones con todos los países de América Latina y el Caribe. Los resultados concretos en política internacional se encuentran en el despliegue de los mecanismos de integración como PETROCARIBE, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC), y el ingreso al Mercado Común del Sur (MERCOSUR). De carácter estratégico, en el interés de lograr una nueva arquitectura financiera regional y mundial, es la creación del Banco del Sur, que ha sido aprobado por la mayoría de los países de la región.
            La política exterior bolivariana también impactó a África. Entre los importantes avances en las relaciones con esta región, se destacan las cumbres de los países de América del Sur y África (ASA); y cada vez cobran más vitalidad los vínculos de Caracas con China, Rusia, Vietnam, Corea del Norte, Irán, Bielorrusia y, en general, con todos los países europeos, siempre en el marco del respeto a la soberanía y la libre determinación de los pueblos. En ningún otro periodo de su historia, Venezuela desarrolló una política exterior tan amplia, solidaria y diversa en beneficio propio y de otras naciones.
            Una breve mirada al alcance y la contribución de los proyectos mencionados, demuestran la enorme contribución de la Revolución Bolivariana, y del liderazgo de Hugo Chávez, a la política internacional del siglo XXI. Comentaré aquí cada uno de ellos:

PETROCARIBE (Petróleo solidario para el Caribe). Esta organización fue creada el 29 de junio del 2005, en la ciudad de Puerto La Cruz, suscrita inicialmente por 14 países, como un acuerdo de cooperación energética. PETROCARIBE es una respuesta a los abusos que los buques foráneos realizaban a los países del Caribe con la venta del petróleo, imponiéndoles precios de transportación excesivos. Por eso el acuerdo está basado en la eliminación de todos los intermediarios, solo intervienen entidades dirigidas por los gobiernos. Se busca la transformación de las sociedades latinoamericanas y caribeñas, haciéndolas más justas, participativas y solidarias. La idea se concibe con la finalidad de crear un proceso integral que promueva la eliminación de las desigualdades sociales, fomenta la calidad de vida y una participación efectiva de los pueblos.

ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América). Fue creada en La Habana, el 14 de diciembre del 2004, por el acuerdo de Venezuela y Cuba, como una iniciativa de los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro; posteriormente ingresaron: Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda. Honduras abandonó la Alianza luego del golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya, el 29 de junio del 2009. Es el resultado de la lucha contra los tratados de libre comercio (TLC), que impone la estrategia de dominación de los Estados Unidos. Es uno de los más importantes mecanismos de integración en el que se aprovechan las ventajas cooperativas entre las diferentes naciones asociadas, para compensar las asimetrías entre las mismas, lográndose mediante fondos compensatorios, destinados a la disminución de las desigualdades intrínsecas de los países miembros, y con la aplicación del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP).

El ALBA-TCP es un mecanismo de integración de nuevo tipo porque otorga prioridad a la relación entre los propios países, en pie de igualdad y en el bien común, utilizando el diálogo subregional y multiplicando las alianzas estratégicas, para fomentar el consenso y el acuerdo entre las naciones latinoamericanas. En fin, el ALBA ha simbolizado un nuevo amanecer político para “Nuestra América”.

UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas). Nació el 18 de diciembre del 2004 durante la III Cumbre Suramericana reunida en Cuzco, Perú. Los presidentes de los 12 países de América del Sur firmaron la Declaración de Cuzco, mediante la cual decidieron conformar la Comunidad de Naciones Suramericanas, que fue evolucionando a través de la Cumbre de Cochabamba, celebrada el 9 de diciembre del 2006. Los mandatarios de Suramérica, reunidos en la Cumbre realizada en la isla de Margarita, el 17 de abril del 2007, decidieron renombrar a la comunidad como Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), creada sobre una región con raíces comunes.

            Este esfuerzo regional dio fundación a la Unión de Naciones Suramericanas en la Reunión Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno en la ciudad de Brasilia, República Federativa del Brasil, el 23 de mayo del 2008, donde se suscribió su tratado constitutivo, que entró en vigor el 11 de marzo del 2011, por lo que la UNASUR se convirtió en una entidad jurídica durante la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores en Ecuador, donde se puso la piedra fundamental de la sede de la Secretaría. En octubre del 2011 UNASUR fue reconocida como miembro observador de las Naciones Unidas (ONU). La UNASUR es un mecanismo de integración regional sin el patrocinio de los Estados Unidos, lo que significa la preservación de la independencia y la soberanía de las naciones suramericanas.

CELAC (Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe). Fue creada el 2 y el 3 de diciembre del 2011 en Caracas, con la participación de 33 países, y manifiestamente excluidos los Estados Unidos y Canadá, a pesar de los intentos de sabotaje desde Washington y sus gobiernos subordinados en América Latina. La CELAC es otro de los notables logros del proceso de integración bolivariano. Es una respuesta estratégica a la inoperancia y obsolescencia de la Organización de Estados Americanos (OEA), convertida en ministerio de colonias estadounidenses, utilizada por los Estados Unidos como instrumento de dominación y para justificar intervenciones militares en los países de América Latina y el Caribe.

ASA (América del Sur y África). Iniciada en la Cumbre América del Sur-África, celebrada en Margarita, el 25 de septiembre del 2009, contó con la participación de 29 gobernantes africanos y ocho de Suramérica. Es un mecanismo multilateral que busca trazar objetivos comunes, con espíritu de gran solidaridad y por medio de colaboraciones estratégicas y de cooperación Sur-Sur, para estimular la capacidad de desarrollo sostenible de los países miembros. ASA busca mejorar el comercio exterior y la cooperación entre las dos regiones, así como aumentar la inversión entre África y América del Sur, además de favorecer el intercambio de tecnologías que sirvan para añadir valor a las materias primas.

Asimismo, se propone promover la participación del sector privado en dichas iniciativas a través de las asociaciones nacionales de negocios y la posible creación de una Asociación de Negocios África-América del Sur, así como la creación del Banco de Inversión Africano de la Unión Africana. ASA es el acercamiento entre dos continentes similares, ubicados en el llamado Tercer Mundo o la periferia del dominante centro capitalista. Procesos similares Venezuela intenta extender a Asia y Medio Oriente.
            Un importante éxito de la política exterior bolivariana fue la entrada, como miembro pleno, de Venezuela al MERCOSUR, considerada entre las primeras cinco economías más grandes del sistema-mundo, que funciona con solidez ante la crisis por la que atraviesa el modelo económico neoliberal en los Estados Unidos y la Unión Europea.
            Las substanciales contribuciones de la Revolución Bolivariana al orden, la paz y la institucionalidad de las relaciones políticas y económicas internacionales del siglo XXI, tienen como objetivo el mejoramiento de las condiciones de vida de los pueblos del Sur. Cada uno de estos procesos, mecanismos e instituciones de signo progresista y humanista en la política internacional, han podido concretarse y consolidarse porque asistimos a una época de cambio en la correlación de fuerzas en América Latina y el Caribe, a favor de los pueblos, aunque todavía no sea así al interior de todas las naciones, y sin que sea todavía un proceso irreversible, pues esta tendencia o movimiento favorable a la izquierda seguirá enfrentando múltiples desafíos y amenazas provenientes de las pretensiones de dominación capitalistas, generadas por las burguesías latinoamericanas serviles a las viejas políticas coloniales y hegemónicas de los Estados Unidos en la región.
            En lo adelante, Venezuela estará inevitablemente signada por el legado trascendental y el ejemplo paradigmático del prócer Hugo Chávez Frías. Los continuadores de la Revolución Bolivariana tienen la responsabilidad histórica de continuar el ciclo de oportunidades progresistas en América Latina y el Caribe, que impulsan los procesos y mecanismos unitarios hacia un sistema-mundo más equilibrado, solidario, democrático, favorable a la cooperación económica entre los pueblos y al respeto a la igualdad soberana entre las naciones.
            Como expresó Chávez, el 4 de febrero de 1992: “(…) Es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones y el país (Venezuela) tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor”.iii

iVéase el texto integro de la carta enviada por el compañero Fidel a Hugo Chávez en ocasión de su regreso a la República Bolivariana de Venezuela. Diario Juventud Rebelde, 19 de Febrero de 2013.

ii Véanse las interesantes crónicas de Toby Valdarrama: “La importancia histórica de Chávez” y ¿Es posible el Socialismo”, en “Un Grano de Maíz”. www.Ungranodemaiz.blogspot.com

iii Tomado de “A 20 años de la siembra de la patria nueva”. 4F. 1992-2012. Boletín Informativo del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos “Pedro Gual”. Febrero 2012.

Hugo Chávez, socialista y feminista
Natalia Rosetti - publico.es

            Si hay algo innegable de los procesos de transformación social en Latinoamérica es la inclusión de sectores sociales históricamente excluidos. Aunque lo quieran vestir de populismo, hasta la prensa conservadora tiene que reconocerlo. Es difícil revertir siglos de historia colonial e imperialista, pero algunos países como Bolivia, Ecuador o Venezuela han resuelto –están resolviendo- sus encrucijadas de forma particular, pero también cuentan con un elemento en común: el protagonismo de las mujeres. 
            Y lo debemos destacar en estos días en que la revolución bolivariana pierde a Hugo Chávez. Hay personas que resumen ideas, sintetizan programas, representan proyectos y esperanzas. Aunque evidentemente una única persona no puede ejemplificarlo todo, Hugo Chávez será recordado como el gran revolucionario que era, referencia mundial de que sí existen alternativas al régimen capitalista y patriarcal. Un proyecto alternativo tal y como él se definió: “socialista y feminista”.
            La Constitución bolivariana de 1999, en su artículo 88, establece que “ el Estado reconocerá el trabajo del hogar como actividad económica que crea valor agregado y produce riqueza y bienestar social ”. Por primera vez se reconocía el trabajo invisible e imprescindible de las mujeres y se les otorgaba el derecho a tener seguridad social y un salario mínimo. Desde la Europa de los recortes, en un contexto en que las políticas de igualdad han pasado a último plano, esto sin duda parece revolucionario. En el plano simbólico, se incorpora el uso de un lenguaje no sexista para referirse a hombres y mujeres.
            Que las mujeres sufren especialmente la pobreza está de sobras documentado. Por eso también era importante empoderar a las mujeres y la creación del Banco de Desarrollo de la Mujer (Banmujer) tenía y tiene como objetivo impulsar, a través de la concesión de microcréditos y apoyo técnico, una economía basada en la solidaridad y la ayuda mutua. Entendiendo el desarrollo desde la proximidad, desde el diagnóstico participativo de lo que necesitan las comunidades para aportar lo más necesario y hacerlo desde la cooperación. Un discurso y unos valores de fondo que nada tienen que ver con la competitividad capitalista y que conciben la economía a partir de las necesidades humanas.
            En las zonas populares, en las Misiones (los programas sociales impulsados por el Gobierno de Chávez) en los Consejos comunales donde la gente se autoorganiza desde abajo, en los movimientos sociales, las mujeres han tenido un papel protagónico. Sólo hay que visitar los cerros y comprobar que mucho de lo que se ha logrado ha sido en gran parte gracias a la fuerza y obstinación de estas mujeres que han visto, por primera vez en su vida, que un gobierno las ha tenido en cuenta.
            Por esto, aunque la dimensión feminista del socialismo del siglo XXI no sea aún muy visible sobre todo desde Europa, hay que reconocer que Hugo Chávez supo sumar e incorporar diversas sensibilidades, también la feminista. Comprendió mejor que nadie que sin igualdad de clase, sin igualdad de género, sin igualdad étnica, no se puede avanzar hacia una sociedad realmente justa. Sin duda, aún queda mucho camino por andar y una agenda pendiente de cambios en profundidad para acercarse a la igualdad. Son muchos los retos en cada frente.
            La revolución bolivariana sería inexplicable sin la figura de Hugo Chávez, y será recordado al lado de luchadores como Salvador Allende, o incluso el Ché Guevara, y de tantas mujeres y hombres que han dado su vida por construir un mundo más justo. Recordemos al presidente venezolano como el hombre que fue capaz, entre otras cosas, de dar esperanza a los pueblos del mundo que luchan por su dignidad, pero también de dar voz a las mujeres dentro de estas luchas. En definitiva, el 8 de marzo reivindiquemos que el legado de Chávez también es y será feminista.

 Fuente: http://www.publico.es/internacional/451777/hugo-chavez-socialista-y-feminista

Chávez: la integración latinoamericana y la relación con el mundo
Maximiliano Sbarbi Osuna

            El presidente venezolano Hugo Chávez logró construir un espacio de integración en América Latina, a pesar de las dificultades con Colombia y Estados Unidos y la rivalidad con el poderoso Brasil. El fortalecimiento de la OPEP y su alianza con Rusia, China e Irán le permitieron a Venezuela romper con el alineamiento automático con Washington.
            Las relaciones internacionales durante la presidencia de Hugo Chávez cambiaron no sólo la forma de hacer diplomacia en Venezuela, sino que también los objetivos fueron diferentes.
            Chávez se distanció del neoliberalismo encarnado por el ex presidente Carlos Andrés Pérez y de la política pronorteamericana que caracterizó a la mayoría de los gobiernos latinoamericanos de la década del 90.
            Por supuesto, en sus años de gobierno hubo vaivenes y hasta contradicciones en la forma de relacionarse con la región y el mundo, pero el contexto internacional fue muy cambiante y tuvo que adaptarse a las circunstancias que le tocaban.

CONSTRUCCIÓN DE UN LIDERAZGO REGIONAL

            El gobierno de Chávez profundizó el modelo petrolero histórico de Venezuela, hasta tal punto que casi el 90 % de los ingresos provienen de las exportaciones de hidrocarburos. El alza de los precios del crudo le permitió a Chávez incrementar su influencia energética hacia otros países latinoamericanos y del Caribe a través de la creación de Petrocaribe, Petrosur y Petroandina.
            Venezuela intercambió hidrocarburos por materias y recursos humanos faltantes como por ejemplo médicos y maestros que le aportó Cuba, astilleros, insumos industriales, alimentos y productos mineros procedentes de otros países de la región.
            Aprovechando un vacío dejado por Estados Unidos y su lucha contra el terror en Medio Oriente y Asia, Chávez creó el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América) y lideró un bloque de varios países que eran afines a sus intereses, como por ejemplo Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Cuba y otros países caribeños, que fueron beneficiados con el petróleo venezolano a precios inferiores a los del mercado, a cambio de una alineación con las políticas venezolanas.
            En tanto, la UNASUR fue otro de los logros que Chávez impulsó con varios países de la región para lograr una mayor integración y la resolución de conflictos internos sin la desprestigiada injerencia de la OEA. El ingreso al Mercosur, trabado por el Parlamento paraguayo, que dio un golpe express contra Fernando Lugo y que defiende los intereses de los terratenientes, fue otro elemento positivo para el bloque y para Venezuela.
            Además, la creación de Telesur, fue un espacio televisivo alternativo para disputarle a la CNN el monopolio de la comunicación en la región.

RELACIONES AMBIVALENTES CON BRASIL

            Sin embargo, esta construcción del liderazgo se vio opacada por el crecimiento económico y geopolítico de Brasil. A pesar de las múltiples diferencias, Washington depositó en Brasilia la confianza para no perder América Latina a manos de Chávez y su política abiertamente hostil hacia Estados Unidos.
            Las fricciones con Brasil se registraron principalmente por los préstamos del BNDES (Banco de Desarrollo de Brasil), el cuestionable accionar de algunas compañías brasileñas en países del ALBA y el expansionismo económico brasilero en el continente.
            Aunque ambos países coincidieron en varios puntos, como por ejemplo el acercamiento a Irán, los múltiples acuerdos con Rusia y China, la creación del Banco del Sur y la contribución al fracaso del ALCA, el área de Libre Comercio continental que propiciaba el ex presidente norteamericano, George W. Bush.
            El Gasoducto del Sur fue otro de los proyectos que Chávez planeó con el ex presidente brasileño Lula da Silva, el ex mandatario argentino Néstor Kirchner y el líder boliviano, Evo Morales. Pero, Chávez reconoció en 2007 que el proyecto estaba estancado y que las trabas en la infraestructura y en las inversiones lo demorarían por lo menos dos décadas.
            La injerencia de Chávez en la política latinoamericana fue pujante. Un ejemplo fue su intromisión en la campaña electoral peruana de 2006 a favor de Ollanta Humala. Este hecho fue uno de los principales motivos por lo que los peruanos rechazaron al candidato. Aunque, su mutuo alejamiento público permitió que en 2011 Humala accediera a la presidencia.

CONFLICTOS CON COLOMBIA

            La fructífera relación comercial con Colombia comenzó a deteriorarse en 2002, durante la presidencia de Andrés Pastrana, ya que Chávez acusó a Bogotá de asilar a dos instigadores del fallido golpe contra el presidente venezolano el 11 de abril de ese año. Por otra parte, Colombia acusó a Chávez de apoyar a la guerrilla FARC.
            La captura en territorio venezolano, en 2005, de un miembro de la guerrilla, Rodrigo Granda, ahondó la crisis, ya que Chávez acusó al gobierno del presidente Álvaro Uribe de violar las fronteras.
            Luego, en 2007 la exclusión abrupta de la mediación de Chávez para la liberación de la secuestrada Ingrid Betancourt causó la ira del presidente venezolano, que creció en marzo de 2008 con el bombardeo del Ejército colombiano a una base de las FARC situada en Ecuador, y en el que murió el número dos de las FARC, Raúl Reyes.
            En tanto, el comercio se vio interrumpido, perjudicando a ambos países. Pero, a mediados de 2010 la ruptura de las relaciones se hizo efectiva cuando Uribe aportó supuestas pruebas de la protección de Chávez a las FARC basándose en archivos encontrados en la computadora secuestrada a Reyes.
            Recién a fines de 2010, con la asunción de Juan Manuel Santos como presidente colombiano, la búsqueda mutua del diálogo y la captura por parte de Venezuela de varios integrantes de las FARC, la confianza y las relaciones se restablecieron.

RELACIONES CON ESTADOS UNIDOS

            A pesar de la retórica antiimperialista de Chávez, la empresa petrolera venezolana PDVSA es dueña del 10 % de las estaciones de servicio en Estados Unidos, mientras que Caracas es el quinto suministrador del petróleo que Washington importa.
            Varias veces insultó públicamente al ex presidente Bush y rompió relaciones diplomáticas con Estados Unidos en 2008 al solidarizarse con Bolivia, que había echado al embajador norteamericano en La Paz.
            Luego del mandato de Bush, el diálogo con el nuevo presidente, Barack Omaba, pareció retomarse. Aunque, el golpe en Honduras de 2009 y la política norteamericana hacia América Latina, que no varió sustancialmente con el nuevo presidente, disparó críticas de parte de Chávez. Pero, las relaciones económicas bilaterales no se vieron perjudicadas.

PROYECCIÓN INTERNACIONAL

            Luego del intento de golpe de abril de 2002, Chávez se volvió más agresivo con Estados Unidos y con el gobierno español de José María Aznar, a quienes acusó de apoyar la conspiración.
            Sin embargo, logró restablecer relaciones cordiales con la España de Zapatero y se reconcilió con el Rey Juan Carlos, luego de la famosa frase pronunciada por el monarca “¿Por qué no te callas” en un foro internacional.
            El petróleo espeso, y poco común, presente en la Franja de Orinoco le permitió a Chávez convertirse en un actor de peso dentro de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo). El descubrimiento en 2011 de nuevos yacimientos posicionó a Venezuela como el país con mayor cantidad de crudo, pero debido a la incompleta infraestructura no llegó a convertirse en el principal exportador.
            La crisis financiera iniciada en 2008 fue un golpe duro para la economía venezolana, dado que el barril de petróleo llegó a bajar hasta los 60 dólares, aunque luego progresivamente fue incrementando su valor.
            En tanto, las alianzas energéticas y militares con Rusia y China le permitieron a Chávez crear un espacio alternativo a dónde vender sus productos petroleros y por otro lado, accedió a armarse y a pedir créditos de países emergentes y no de los tradicionales organismos multilaterales.

Con Rusia, Venezuela firmó un contrato de los 4.400 millones de dólares en armamentos y fue considerado un país estratégico para Moscú, en contrapartida del apoyo norteamericano a Georgia en la guerra contra el gigante euroasiático.
            Con Irán mantuvo un estrecho acercamiento a pesar de las críticas de Israel y Estados Unidos. Teherán es el país musulmán con mayor inversión en Venezuela y ha instalado empresas ensambladoras de automóviles en el país.
            La presencia de PDVSA en África se fue expandiendo con el tiempo, lo que demuestra la visión de proyección internacional que tuvo Chávez y que incrementó a partir de 2002.
            Su política exterior controvertida, aplaudida por muchos y repudiada por otros permitió a Chávez revolucionar a Venezuela y situarla en una posición trascendente en América Latina y en el mundo. Aunque, los problemas con la caída del precio el crudo y la corrupción en PDVSA fueron los principales obstáculos de la política exterior basada en los ingresos de hidrocarburos.
            Pero, al no existir una fuente energética que reemplace significativamente al petróleo en el mediano plazo, Venezuela continuará beneficiándose de los requerimientos energéticos regionales y mundiales.


Pintando Venezuela de "rojo-rojito"
Pablo Stefanoni - perfil.com.ar

            Pocos imaginaron a finales de los 90 que el nacionalismo popular retornaría al continente de la manera en que lo hizo en la década de 2000. Y sin duda Hugo Chávez fue el que, desde su llegada al Palacio de Miraflores, en 1998, allanó el camino hacia el llamado “giro a la izquierda” latinoamericano. Apelando a una metáfora gastronómica que él mismo utilizó, no solamente sancochó a las elites tradicionales venezolanas, sino que casi ninguna elección de la región –desde México hasta Argentina, pasando por Perú o Colombia– dejó fuera al líder bolivariano, a menudo transformado en un fantasma omnipresente. Como todos los grandes personajes, Chávez fue ideológicamente complejo. Pero básicamente –apelando al cristianismo popular, al antiimperialismo militar y a un igualitarismo socialista más o menos genérico– reconstruyó una tradición antiimperialista muy cara a los latinoamericanos. Si Chávez fue socialista, es porque era antiimperialista, no al revés. De a poco, se fue sacando de encima a asesores ideológicos como el argentino Norberto Ceresole –un nacionalista de derecha y antisemita– y dejó de lado la faceta anticomunista propia del nacionalismo militar latinoamericano clásico. Con todo, eso no le impidió conservar una visión bastante organicista de la sociedad, sustentada en la pirámide caudillo-Ejército-pueblo. El latinoamericanista Marc Saint-Upéry captó bien el lugar político-simbólico de Chávez en su libro El sueño de Bolívar, al señalar que Chávez era una suerte de Perón y Evita en una sola persona. Si era un militar con tintes mesiánicos y salvadores, eso no le quitaba la cuota de rebeldía y “vulgaridad” plebeya. Bastaba ver su programa Aló presidente para que estas dos dimensiones tomaran la forma de una orden marcial de expropiación o de un show donde podía cantar, repartir heladeras, besar niños, anunciar que tendría sexo con su esposa (antes de separarse) y un largo etcétera que podía durar el domingo entero.
            Más que comenzar a “construir con la gente una sociedad alternativa al capitalismo” –como escribió estos días Marta Harnecker–, lo que Chávez logró en 14 años fue romper el techo de cristal que en la Venezuela saudita impidió la participación política, económica y simbólica de gran parte de la población, buena parte de ella negros y mestizos como él mismo, a quien las elites solían llamar “mono negro”. Eso es más que clientelismo, como leen restrictivamente los antipopulistas.
 Pero si el presidente venezolano tuvo un enorme éxito en crear una identidad política popular en torno a su liderazgo, el chavismo tuvo menos resultados a la hora de poner en pie un nuevo modelo socioeconómico. O lo que en Venezuela suele sintetizarse en la expresión del escritor Arturo Uslar Pietri: “Sembrar petróleo” (1936). Los sucesivos experimentos de propiedad cooperativa, comunal y otras formas “socialistas”, se toparon con numerosas dificultades que derivaron en nuevas experimentaciones. Más que crear una burguesía nacional, su modelo benefició a la burguesía brasileña. En parte, todo ello se enfrentó a una realidad sociológica: una sociedad rentista e hiperconsumista. Chávez mismo predicó contra el consumo de whisky escocés en enormes cantidades, operaciones de los senos como popularizados regalos de 15 para las niñas venezolanas, la nafta casi gratuita y otras costumbres “miamenses” con las que chocó el socialismo del siglo XXI. Y en el propio chavismo surgió la llamada burguesía bolivariana o boliburguesía. Tampoco los aliados tomaron tan apasionadamente sus ideas anticapitalistas. “Hugo, dejate de joder con el socialismo. Eso es cosa del pasado”, dicen que le dijo Néstor Kirchner en una oportunidad.
            Chávez era un gigante animal político y una máquina de tomar iniciativas. En ese sentido, si él mismo se consideró la espada de Bolívar, Maduro será ahora la espada de Chávez, sostenido en la legitimidad de haber sido nombrado su sucesor por el propio comandante, pero lejos de ser el líder indiscutido y enfrentado a una compleja situación económica. Chávez le dejó una inmensa base de chavismo popular “rojo-rojito” –y activas estructuras de poder comunal–, que al parecer le permitirá ganar cómodo las elecciones y desde ahí tratar de construir su propio liderazgo.

50 verdades sobre Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana
Salim Lamrani
OPERA MUNDI, especial para ARGENPRESS.info

            El presidente Hugo Chávez, quien falleció el 5 de marzo de 2013 de un cáncer a los 58 años, marcó para siempre la historia de Venezuela y de América Latina.

 1. Jamás en la historia de América Latina, un líder político alcanzó una legitimidad democrática tan incontestable. Desde su llegada al poder en 1999, hubo 16 elecciones en Venezuela. Hugo Chávez ganó 15, de las cuales la última el 7 de octubre de 2012. Siempre derrotó a sus rivales con una diferencia de 10 a 20 puntos.

 2. Todas las instancias internacionales, desde la Unión Europea hasta la Organización de Estados Americanos, pasado por la Unión de Naciones Suramericanas y el Centro Carter, se mostraron unánimes al reconocer la transparencia de los escrutinios.

 3. James Carter, antiguo presidente de Estados Unidos, incluso declaró que el sistema electoral de Venezuela era “el mejor de mundo”.

 4. La universalización del acceso a la educación instaurada en 1998 tuvo resultados excepcionales. Cerca de 1,5 millones de venezolanos aprendieron a leer y escribir gracias a la campaña de alfabetización denominada Misión Robinson I.

 5. En diciembre de 2005, la UNESCO decretó que se había erradicado el analfabetismo en Venezuela.

 6. El número de niños escolarizados pasó de 6 millones en 1998 a 13 millones en 2011 y la tasa de escolarización es ahora de 93,2%.

 7. La Misión Robinson II se lanzó para llevar al conjunto de la población a alcanzar el nivel secundario. Así, la tasa de escolarización en la enseñanza secundaria pasó de un 53,6% en 2000 a un 73,3% en 2011.

 8. las Misiones Ribas y Sucre permitieron a decenas de miles de jóvenes adultos emprender estudios universitarios. Así, el número de estudiantes pasó de 895.000 en 2000 a 2,3 millones en 2011, con la creación de nuevas universidades.

 9. Con respecto a la salud, se creó el Sistema Nacional Público para garantizar el acceso gratuito a la atención médica a todos los venezolanos. Entre 2005 y 2012 se crearon 7.873 centros médicos en Venezuela.

 10. El número de médicos pasó de 20 por 100.000 habitantes en 1999 a 80 por 100.000 en 2010, o sea un aumento del 400%.

 11. La Misión Barrio Adentro I permitió realizar 534 millones de consultas médicas. Cerca de 17 millones de personas pudieron ser atendidas, mientras que en 1998, menos de 3 millones de vidas tenían acceso regular a la salud. Se salvaron 1,7 millones de vidas entre 2003 y 2011.

 12. La tasa de mortalidad infantil pasó de un 19,1 por mil en 1999 a un 10 por mil en 2012, o sea una reducción de un 49%.

 13. La esperanza de vida pasó de 72,2 años en 1999 a 74,3 años en 2011.

 14. Gracias a la Operación Milagro lanzada en 2004, 1,5 millones de venezolanos víctimas de cataratas u otras enfermedades oculares, recobraron la vista.

 15. De 1999 a 2011, la tasa de pobreza pasó de un 42,8% a un 26,5% y la tasa de extrema pobreza de un 16,6% en 1999 à un 7% en 2011.

 16. En la clasificación del Índice de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Venezuela pasó del puesto 83 en el año 2000 (0,656) al puesto 73 en 2011 (0,735), y entró en la categoría de las naciones con el IDH elevado.

 17. El coeficiente GINI, que permite calcular la desigualdad en un país, pasó de 0,46 en 1999 a 0,39 en 2011.

 18. Según el PNUD, Venezuela ostenta el coeficiente GINI más bajo de América Latina, es el país de la región donde hay menos desigualdad.

 19. La tasa de desnutrición infantil se redujo en un 40% desde 1999.

 20. En 1999, el 82% de la población tenía acceso al agua potable. Ahora es un 95%.

 21. Durante la presidencia de Chávez, los gastos sociales aumentaron en un 60,6%.

 22. Antes de 1999, sólo 387.00 ancianos recibían una pensión. Ahora son 2,1 millones.

 23. Desde 1999, se construyeron 700.00 viviendas en Venezuela.

 24. Desde 1999, el gobierno entregó más de un millón de hectáreas de tierras a los pueblos aborígenes del país.

 25. La reforma agraria permitió a decenas de miles de agricultores ser dueños de sus tierras. En total, se distribuyeron más de 3 millones de hectáreas.

 26. En 1999, Venezuela producía el 51% de los alimentos que consumía. En 2012, la producción es de un 71%, mientras que el consumo de alimentos aumentó en un 81% desde 1999. Si el consumo de 2012 fuera similar al de 1999, Venezuela producirían el 140% de los alimentos consumidos a nivel nacional.

 27. Desde 1999, la tasa de calorías que consumen los venezolanos aumentó en un 50% gracias a la Misión Alimentación que creó una cadena de distribución de 22.000 almacenes de alimentos (MERCAL, Casas de Alimentación, Red PDVAL), donde se subvencionan los productos a la altura de un 30%. El consumo de carne aumentó en un 75% desde 1999.

 28. Cinco millones de niños reciben ahora alimentación gratuita a través del Programa de Alimentación Escolar. Eran 250.000 en 1999.

 29. La tasa de desnutrición pasó de un 21% en 1998 a menos del 3% en 2012.

 30. Según la FAO, Venezuela es el país de América Latina y del Caribe más avanzado en la erradicación del hambre.

 31. La nacionalización de la empresa petrolera PDVSA en 2003 permitió a Venezuela recuperar su soberanía energética.

 32. La nacionalización de los sectores eléctricos y de telecomunicación (CANTV y Electricidad de Caracas) permitió poner término a situaciones de monopolio y universalizar el acceso a estos servicios.

 33. Desde 1999, se crearon más de 50.000 cooperativas en todos los sectores de la economía.

 34. La tasa de desempleo pasó de un 15,2% en 1998 a un 6,4% en 2012, con la creación de más de 4 millones de empleos.

 35. El salario mínimo pasó de 100 bolívares (16 dólares) en 1998 a 247,52 bolívares (330 dólares) en 2012, o sea, un aumento de más del 2.000%. Se trata del salario mínimo más elevado de América Latina.

 36. En 1999, el 65% de la población activa cobraba el salario mínimo. En 2012 sólo el 21,1% de los trabajadores disponen de este nivel salarial.

 37. Los adultos de cierta edad que nunca trabajaron disponen de un ingreso de protección equivalente al 60% del salario mínimo.

 38. Las mujeres desprotegidas así como las personas discapacitadas reciben una ayuda equivalente al 80% del salario mínimo.

 39. El horario laboral se redujo a 6 horas diarias y a 36 horas semanales sin disminución del salario.

 40. La deuda pública pasó de un 45% del PIB en 1998 al 20% en 2011. Venezuela se retiró del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial rembolsando con anticipación todas sus deudas.

 41. En 2012, la tasa de crecimiento de Venezuela fue del 5,5%, una de las más elevadas del mundo.

 42. El PIB por habitante pasó de 4.100 dólares en 1999 a 10.810 dólares en 2011.

 43. Según el informe anual World Happiness de 2012, Venezuela es el segundo país más feliz de América Latina, detrás de Costa Rica, y el decimonoveno a nivel mundial, delante de Alemania o España.

 44. Venezuela ofrece un apoyo directo al continente americano más importante que Estados Unidos. En 2007, Chávez dedicó más de 8.800 millones de dólares a donaciones, financiaciones y ayuda energética contra sólo 3.000 millones de la administración Bush.

 45. Por primera vez en su historia, Venezuela dispone de sus propios satélites (Bolívar y Miranda) y es ahora soberana en el campo de la tecnología espacial. Hay Internet y telecomunicaciones en todo el territorio.

 46. La creación de Petrocaribe en 2005 permite a 18 países de América Latina y del Caribe, o sea 90 millones de personas, adquirir petróleo subvencionado a la altura del 40% al 60%, y asegurar su abastecimiento energético.

 47. Venezuela brinda también ayuda a las comunidades desfavorecidas de Estados Unidos proporcionándoles combustible con tarifas subvencionadas.

 48. La creación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA) en 2004 entre Cuba y Venezuela asentó las bases de una alianza integradora basada en la cooperación y la reciprocidad, que agrupa a 8 países miembros, y que ubica al ser humano en el centro del proyecto de sociedad, con el objetivo de luchar contra la pobreza y la exclusión social.

 49. Hugo Chávez está en el origen de la creación en 2011 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que agrupa por primera vez las 33 naciones de la región, que se emancipan así de la tutela de Estados Unidos y de Canadá.

 50. Hugo Chávez desempeño un papel clave en el proceso de paz en Colombia. Según el presidente Juan Manuel Santos, “si avanzamos en un proyecto sólido de paz, con progresos claros y concretos, progresos jamás alcanzados antes con las FARC, es también gracias a la dedicación y al compromiso de Chávez y del gobierno de Venezuela”.

Salim Lamrani es Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris IV-Sorbonne, es profesor titular de la Universidad de la Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Etat de siège. Les sanctions économiques des Etats-Unis contre Cuba, París, Ediciones Estrella, 2011, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade.

http://operamundi.uol.com.br/conteudo/babel/27651/50+verdades+sobre+hugo+chavez+y+la+revolucion+bolivariana.shtml


Los próximos días en Venezuela
Alfredo Serrano Mancilla - eldiario.es

            Aún Venezuela sigue viviendo los días declarados de duelo. El pueblo sigue haciendo largas colas para ver fugazmente el cuerpo de Chávez. Las mayorías desean despedirse de él para agradecerle todo lo que ha hecho por ellos. El funeral de Estado no será el último día que se permita seguir velando al presidente comandante Hugo Chávez; en voz del propio Ejecutivo, habrá una ampliación a –por lo menos– siete días para que el pueblo siga acercándose para hacerle, de frente, su último saludo. Luego, será embalsamado en el Museo de la Revolución para que quede ahí para siempre. Serán días duros, de más llanto, de más lagrimas, de mucha emotividad, de épica, de recuerdos, y de tomar aire político para lo que se podría venir en los próximos días.
            El próximo martes acabará el duelo, y se da el pistoletazo de salida para resolver institucional y constitucionalmente esta situación de falta absoluta del presidente reelecto. Cada fuerza política, representante de dos modelos antagónicos, se pondrán en marcha para afrontar esta situación después de la muerte del presidente más importante de la historia de Venezuela. La oposición desea hablar de “transición” procurando crear en el imaginario que se pasará de un estadio a otro, del chavismo a otro estadio donde no podría ser posible el chavismo sin Chávez.
            En esa misma línea, Estados Unidos, en palabras de Obama en el momento de sus condolencias, ya manifestó que “en Venezuela se inicia un nuevo capítulo en su historia, Estados Unidos sigue comprometido con políticas que promuevan los principios democráticos, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos”. De esta forma, traduciendo, Obama fija el objetivo: comienza una nueva etapa política posChávez. Los medios hegemónicos, nacionales e internacionales, también dedican espacios a las dudas, a las especulaciones y a fomentar rumores que vayan conformando la “tormenta perfecta” en aras de una profecía autocumplida.
            No obstante, estos anhelos, tanto internos como externos, se quedan en esto, en deseos de cambio sin contar con la voluntad popular. El pueblo, no hace mucho, el 7 de octubre, quiso que Chávez ganara por goleada, con un apoyo del 55,14%, con diez puntos de diferencia del candidato opositor, Capriles. A mitad de diciembre del año pasado, el electorado volvió a mostrar su predilección por el proyecto chavista: 20 de 23 gobernaciones fueron ganadas. Estos datos son votos a favor de Chávez como proyecto político, del chavismo como nueva identidad política, de una manera diferente de hacer política a favor de las mayorías. Y serán las mayorías quien vuelvan a decidir qué pasará en Venezuela en este nuevo momento donde la Carta Magna, en su artículo 233, fija nítidamente que ahora es momento de elecciones.
            No habrá transición, ni capítulo nuevo, porque en Venezuela, Chávez ha ganado cuatro elecciones presidenciales, con referendo revocatorio de por medio, con nueva Constitución ampliamente aprobada, y además, con dos reformas constitucionales sometidas a referendo, en las que en una de ella, ganó el No. Es por ello, que el chavismo volverá a preguntarle al pueblo qué desea en este momento tal como así lo pidió el mismo Chávez a la hora de su partida a La Habana cuando se fue a operarse por cuarta vez: "Si algo ocurriera, que a mí me inhabilite, para continuar al frente de la presidencia (…), mi opinión firme y plena, irrevocable, absoluta, total, es que en ese escenario, que obligaría a convocar elecciones presidenciales, ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente”.
            Es la última petición de Chávez, un nuevo alegato a la democracia, y así será, habrá elecciones en breve. ¿Cuándo? Esa es la gran incógnita. La presidenta del Tribunal Supremo de Justicia ya se pronunció ayer ratificando la convocatoria en los próximos 30 días. He aquí donde comienza la primera batalla jurídica: la oposición se aferrará al párrafo segundo del citado articulo 233, que dice “Se procederá a una nueva elección, universal, directa y secreta, dentro de los 30 días consecutivos siguientes”.
            Esto es cierto. Pero tan cierto como que el propio poder electoral dicta tiempos para todas las etapas de unas elecciones que requerirían más de este tiempo límite. No es fácil conciliar todo el respeto por el proceso electoral, así como con la logística necesaria, con el mandato constitucional. Sin embargo, bajo el escenario actual, las elecciones cuanto antes beneficiarían mucho más al proyecto chavista que a la posición, a quien le coge a pie cambiado y aún bajo la resaca de dos pérdidas electorales consecutivas.
            El momento actual es de máxima emotividad, de máximo apogeo, de fuerte apoyo popular al chavismo en este homenaje a Chávez. A pesar del posible coste político y electoral de la devaluación, este efecto queda ciertamente eclipsado por una lógica del voto donde es tan importante la estabilidad macroeconómica como los sentimientos de apego a este líder de masas. Ahora también queda atrás la oposición económica que fue el vehículo elegido por la derecha después de verse incapaz de disputar desde la ortodoxa trinchera partidaria.
            En los últimos meses, la oposición optó por el flanco económico: el índice de escasez (20%, en enero), la inflación (con repunte también en ese mismo mes) y la oferta limitada de dólares. Aunque cierto es que las cifras macroeconómicas no pasan por el mejor momento, los logros sociales compensan sobremanera este malestar: la pobreza se redujo del 50% al 27,8% (según CEPAL), la desigualdad pasó de 0,49 a 0,39, la FAO afirmó que Venezuela tiene garantizada la seguridad alimentaria, la Unesco le declaró como país libre de analfabetismo, y en vivienda, el año pasado se entregaron 200.000 viviendas para los más necesitados.
            Todo esto explica que el último barómetro (de GIS XXI) aseverara que el 70% de la población apoyaba la gestión de Chávez durante el último año (como buena o muy buena), mientras que la oposición presentó una valoración negativa (el 41% consideró que la gestión opositora era mala o muy mala). Otro barómetro, Hinterlaces, ya hizo la primera encuesta en intención de votos para una hipotética elección: Maduro obtendría el 50% de los votos, Capriles, el 36%. Es importante resaltar que este último dato es previo a este momento donde el chavismo vuelve a apropiarse de la agenda política y mediática, y que así puede suceder en los próximos días, incluso semanas.
            La oposición es plenamente consciente de esto, y no será fácil para ellos –representados en la actualidad por la Mesa de Unidad Democrática– enfrentar esta nueva batalla electoral en una fecha tan cercana a este momento histórico. La estrategia opositora será no “golpear al mito Chávez” y dedicar todos sus esfuerzos a cuestionar la sucesión, introduciendo bulos acerca de la división entre las filas chavistas, preconizando disputas en el seno de las Fuerzas Armadas y retomando la arista económica como eje para el desgaste.
            Su otro reto, sin duda, es volver al llamado de cerrar filas en torno a una pretendida unidad que quedó en entredicho después de la derrota de octubre. De hecho, ya han dado algunos pasos para ello, fundamentalmente dejando que sea Carriles quien leyera el comunicado de condolencias con un perfil bajo, de respeto y sin el tono agresivo de los últimos días.
            En el otro lado, el chavismo la tiene clara: Maduro es el candidato, todos lo saben porque así lo dijo Chávez en su última presencia pública. En estos momentos, buscar fisuras es no entender de política; el chavismo, más que nunca, está unido en todas sus líneas, en lo cívico, en lo militar, y también en su Ejecutivo y Legislativo. Las disputas internas, si vinieran, serán para más adelante. Ahora todos tienen claro que la batalla es volver a ganar la legitimidad en las urnas para seguir gobernando con un proyecto político socialista, revolucionario y boliviariano, esto es, el chavismo.


Lula: "Hay que entender el significado de Chávez en la política nacional e internacional"
Gilberto Lopes - Rebelión

            Cuando los ecos de la voz del vicepresidente Nicolás Maduro apenas se apagaban, diciendo haber recibido la información “más dura y trágica que podamos transmitir a nuestro pueblo”, mientras miles de personas y una treintena de jefes de Estado y de gobierno rendían un último homenaje a Hugo Chávez, en Caracas, su colega, el expresidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, en un artículo publicado en el New York Times el 6 de marzo, advertía: “tenemos, primero, que entender el papel de Chávez, tanto en el contexto político interno, como internacional. Solo entonces podremos definir las tareas pendientes, solo así podremos consolidar los avances hacia la unidad internacional logrados en la década pasada” en la región.

El escenario

            La dimensión del acontecimiento quedó reflejado en la ceremonia oficial celebrada el viernes, 8 de marzo. El desfile de gobernantes latinoamericanos y del Caribe (prácticamente todos), las delegaciones extra regionales, la presencia del príncipe Felipe, así como la inexpresiva delegación de los Estados Unidos, encabezada por su encargado de negocios en Caracas, mostraba una cara de ese escenario político al que se refería Lula.
            Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Cuba, Ecuador, México, Perú, Uruguay, República Dominicana y Nicaragua se sumaron al luto que vive Venezuela. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff decretó tres días de duelo nacional, igual que el Gobierno de Uruguay, que en una resolución destacó que la muerte de Chávez enluta a toda la comunidad internacional.
            Esa gran excitación parecía solo el reflejo de lo mucho que está en juego en este escenario de crisis mundial, en el cual el proceso encabezado por Chávez, en Venezuela, no es una pieza menor, como quedó en evidencia también en la reacción de los medios de comunicación.
            Una avalancha de información copó, durante varios días, los espacios de prensa, no solo en América Latina. Fue quizás en España donde los principales medios escritos y la televisión arremetieron de forma más unánime contra el gobierno venezolano, de la que la última afirmación del muy conservador diario ABC, sugiriendo que Chávez habría muerto en La Habana, era solo una pieza más de una campaña bien orquestada durante los tres meses finales de vida del presidente venezolano.
            Apuesta conservadora española que repite la otra, hecha hace ya algo más de diez años, en abril del 2002, por el gobierno de José María Aznar, cuando apoyó al golpe militar contra Chávez (como puede verse en documentos de la época).
            Vicenç Navarro, profesor en universidades españoles y estadounidenses, apuntaba a los que critican la calidad de la democracia en Venezuela, refiriéndose a la española: “Uno de los indicadores de la escasa calidad de la democracia española es la limitadísima diversidad ideológica” en sus medios de mayor difusión.
            El codirector del  Center for Economic and Policy Research, en Washington, Mark Weisbrot,  recordaba –a respecto del tratamiento de algunos medios a Chávez– una frase del filósofo inglés, Bertrand Russel, a respecto de Thomas Paine, uno de los “padres fundadores” de los Estados Unidos: –No era perfecto, pero fue por sus virtudes que lo odiaron y calumniaron con éxito.

Otro mundo (el escenario regional)

            La Venezuela de Chávez “fue un referente principal en el viraje político ocurrido en la última década en América Latina, con el surgimiento de gobiernos que, con distintos matices y actitudes –la Argentina de los Kirchner-Fernández, el Brasil de Lula-Rousseff, la Bolivia de Evo Morales, el Ecuador de Rafael Correa, la Venezuela de Hugo Chávez–, han resuelto hacer realidad el principio de soberanía y han emprendido un realineamiento regional sin precedentes que busca la integración latinoamericana con superación de la miseria y las desigualdades sociales compartidas, y que han constituido un contrapeso necesario a la proyección hegemónica Estados Unidos en la región”, señaló el diario mexicano La Jornada en editorial.
            Ese afán de unidad regional que destacó Lula fue la impronta de la gestión de Chávez. En ese camino hacia la unidad –afirmó– “hemos llegado a un punto de no retorno”
            Lula recordó el papel de Chávez en la creación de Unasur, en 2008, y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), así como del Banco del Sur, institución financiera independiente del Banco Mundial y del Banco interamericano de Desarrollo (BID). Del mismo modo, en la Celac, no participan Estados Unidos ni Canadá.
            Ese cambio fue destacado también por Vicenç Navarro, quien recordó que durante años América Latina ha estado gobernada por gobiernos neoliberales “que expandieron la pobreza de sus poblaciones de una manera muy notable”. Ello provocó una oleada de protestas “que conllevó el establecimiento, por medios democráticos, de gobiernos reformistas de izquierda, no sólo en Venezuela, sino también en Ecuador, Bolivia, Argentina y Uruguay, entre otros (que aparecen como las bestias negras), y que elección tras elección continúan siendo reelegidos”.
            Casi todo lo auspiciado por Bush “fue rechazado por Chávez”, como ocurrió con el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), descartada durante la Cumbre de las Américas de Mar del Plata (Argentina) en 2005, sustituida después por la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA).
            Lula no mencionó Petrocaribe, ni la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), quizás la iniciativa con el más claro sello de Chávez, que ha dado asistencia a países como Cuba, Bolivia y Nicaragua, entre otros, e integrada, además, por Ecuador, Antigua y Barbuda, Dominica, Santa. Lucia, San Vicente y Suriname.
            Pero la influencia de Chávez no se hizo sentir solo en el contexto multilateral, sino que también fue reconocida en las relaciones bilaterales. Por algo el presidente colombiano, José Manuel Santos estuvo presente en Caracas, precisamente cuando se desarrollan negociaciones de paz con las FARC en La Habana. El representante a la Cámara, Iván Cepeda Castro, destacó, “entre sus grandes contribuciones, la incansable búsqueda de paz en Colombia”.
            La otra cara de ese escenario regional es la de los críticos que han visto, en su muerte, una nueva oportunidad para avanzar sus intereses.
            La congresista cubano-americana Ileana Ros-Lehtinen (R-FL), Presidente del subcomité del Medio Oriente y África del Norte, afirmó que “la muerte de Chávez trae la oportunidad a Venezuela para resurgir de este régimen opresivo y restaurar la democracia al pueblo venezolano”. Y agregó: “Ahora está en manos del pueblo venezolano redefinir y reconstruir su país cómo un estado pacífico, democrático, y próspero; libre de la opresión de Chávez”, como si durante estos 14 años no se hubiesen celebrado elecciones periódicas en Venezuela, en las que Chávez fue siempre reelegido .
            A su voz se sumaron otras. El diario catalán La Vanguardia destacó la
representante demócrata por Nueva York, José Serrano, quien colgó el siguiente mensaje en su cuenta de Twitter: "Hugo Chávez era un líder que entendía las necesidades de los pobres. Su cometido era dar poder a los sin poder. D.E.P. señor presidente".
            Otros republicanos, como el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, el congresista por California Ed Royce, emitió un comunicado en el que acusaba a Hugo Chávez de ser un “tirano que forzaba al pueblo de Venezuela a vivir en el miedo. Su muerte merma la alianza de líderes izquierdistas anti EEUU en Sudamérica. ¡Qué alivio!", manifestó.
            Lo cierto es que, en medio de la crisis económica y de la otra, aun más profunda, de un modelo neoliberal privatizador cuyas consecuencias se hacen cada vez más evidentes, la oposición venezolana tendrá que buscar su propio camino, en una Venezuela donde el actual gobierno tiene mayoría legislativa y controla 20 de las 23 gobernaciones.
            En América Latina, esa ofensiva conservadora se expresa en la línea de acusar a Cuba y Venezuela de interferencia en los asuntos internos de los países, como lo hizo el exsenador Filemón Escobar, en Bolivia. Fundador del Movimiento al Socialismo (MAS), Escobar representa hoy otro punto de vista y afirma que la influencia venezolana y cubana “está distorsionando la plataforma que obtuvo la primera elección de Morales en 2006”. “Esto ya no es un proyecto boliviano. Es la política de la división, de enfrentar a un boliviano contra otro boliviano. Esto es lo que hemos aprendido de los modelos 'socialistas' cubanos y venezolanos”, declaró Escobar, quien fue expulsado de MAS.
            "Parecen exageradas las noticias de que una ausencia de Chávez tendría reflejos en toda Suramérica, donde casi todos los Gobiernos son de centroizquierda" y "fueron elegidos por razones estrictamente nacionales, no por la influencia del líder venezolano", opinó al respecto la analista brasileña Tereza Cruvinel, en un artículo publicado en la prensa de su país.

Elecciones

            La muerte de Chávez antes de asumir su nuevo mandato obliga a elecciones dentro de 30 días, según la constitución venezolana, lo que todos consideran como el primer desafío para probar la solidez del proceso de cambios promovido por el mandatario fallecido.

            La ausencia definitiva del mandatario venezolano –dijo un editorial del diario mexicano La Jornada– “plantea una disyuntiva entre la continuidad o no del proyecto de transformación política, económica y social iniciado hace casi 14 años, que marcó un parteaguas en la historia de ese país y de la región”.
            Maduro, de 50 años, será el candidato oficialista para estas elecciones presidenciales, probablemente contra el líder opositor Henrique Capriles, de 40 años, derrotado por Chávez en las elecciones del 7 de octubre pasado y actual gobernador del estado de Miranda.
El candidato oficialista quedó definido por el mismo Chávez quien, antes de partir para su último viaje a La Habana, en diciembre, dejó claramente designado a Maduro como el representante del actual partido gobernante.
            Pese a esto, algunos medios promueven una permanente discusión sobre las relaciones entre Maduro y el presidente de la Asamblea Legislativa, Diosdado Cabello, que les parece la puerta de entrada más fácil para tratar de quebrar la unidad del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), hasta ahora sin éxito.
            Por su parte, los opositores de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) apuran su estrategia electoral. Hay consenso de que Capriles es el único candidato posible, pero aún quedan detalles por negociar, escribía, desde Caracas, Daniel Lozano, para el diario La Nación, de Buenos Aires,
             Pero la Mesa enfrenta también sus problemas. La lectura, la semana pasada, de un comunicado de la organización “mostró la intención de soldar, aunque sea momentáneamente, la fractura abierta entre Capriles y su partido, Primero Justicia, y varias de las organizaciones de la ‘vieja’ Venezuela”, como los socialdemócratas y socialcristianos de AD y Copei”.
            La MUD espera el mejor momento para presentar a su candidato para las elecciones, que deben realizarse en abril. “Los partidos quieren más presencia en la campaña y también que Capriles asuma un compromiso de no reelección”. También estarían negociando presentarse en una boleta única, y no como en las pasadas elecciones, cuando los electores tenían un solo candidato representado en varias tarjetas electorales.
           
En el escenario militar

            En enero se empezó a hacer público el debate sobre el escenario militar en la política venezolana. Ya la situación de Chávez se había complicado y los resultados de su cuarta operación eran inciertos, de pronóstico difícil.
            El 6 de enero, en un artículo titulado “El partido militar: garante de la unidad revolucionaria bolivariana”, Humberto Trómpiz, un académico venezolano, planteó el tema, sobre el que volvió en artículos posteriores. En uno de esos artículos, publicado a fines de febrero, recordó que, en el discurso de Angostura, Bolívar “dejó claramente establecido que sería el partido militar patriota el que estaba llamado a conducir el destino político de la naciente república”.
            También en la oposición se levantaron voces en el mismo sentido, expresadas en un editorial de la página “Analítica” el mismo 6 de enero, titulado “La suerte está echada: el fin de la República”.
            Escrito después de la abrumadora victoria del gobierno en las elecciones municipales, donde conquistaron 20, de 23 gobernaciones, “Analítica” planteó que era “fundamental organizar una nueva estructura política en la que las diversas fuerzas existentes se unan bajo una sola dirección colegiada y designen al líder que ha de conducirlas en larga y cruenta lucha por restablecer un orden democrático en Venezuela”. Días después, en otro artículo, se preguntaba: “¿Qué más va a esperar la MUD?”, la Mesa de Unidad Democrática en que se organizó la oposición para enfrentar las elecciones. Ahí decía: “Hay que preparar desde ya un plan A, B y hasta C que deba prever, entre otras, un esquema organizativo adaptado a las circunstancias cambiables”
            Las elecciones municipales –decían– “son claramente importantes en un régimen democrático, pero ¿acaso estamos viviendo en un estado de normalidad democrática?”

 Los militares en el escenario

            La oposición amenazaba con ir a un “paro cívico” el 10 de enero (día en que Chávez debería asumir su nuevo mandato). Finalmente, no lo pudo realizar, pero ya los planes “B” y “C” estaban en marcha.
            Fue en ese contexto que la agencia de noticias AP fue a buscar al general retirado Raúl Baduel, exministro de Defensa del gobierno de Chávez, de quien fue uno de los más cercanos aliados desde los inicios políticos del presidente ahora fallecido, condenado en un juicio en el que fue acusado de corrupción. Carismático, de larga trayectoria dentro del ejército, donde recorrió todos los escalafones, el general Baduel tendrá, sin duda, alguna influencia entre sus pares.
            Desde la cárcel de Ramo Verde, Baduel dio a conocer su punto de vista sobre la situación política del país. La entrevista fue publicada por el diario “El Universal” el 21 de enero, bajo el título “Baduel: Venezuela tiene un futuro incierto ante la salud de Chávez”.
            "Se acentúa cada vez más en nuestro país la deplorable situación de degradación de la institucionalidad democrática”, dijo en la entrevista. Y agregó que, a pesar de los "dislates'' del Alto Mando, confía en que "no representan a la mayoría'' de la Fuerza Armada, que está integrada por 134 mil uniformados.
            La presencia militar volvió a aparecer en el escenario el mismo día de la muerte de Chávez, cuando el gobierno venezolano expulsó a un agregado militar de la embajada norteamericana en Caracas, el coronel David Delmonico. El Pentágono confirmó discretamente que el coronel ya estaba de regreso, pero no hizo comentarios. Un segundo militar, David Kostal, fue también expulsado, ambos bajo la acusación de haber contactado de forma irregular a militares venezolanos.
            Maduro afirmó que el agregado aéreo militar estadounidense se había dado a la tarea “de buscar militares activos para, primero, investigar la situación de la Fuerza Armada y, en segundo lugar, para proponerles proyectos desestabilizadores, para conectarlos con los proyectos desestabilizadores". La Casa Blanca lo desmintió.
            Ese mismo 5 de marzo el ministro de Defensa venezolano, almirante Diego Molero, expresó, en una cadena de radio y televisión, que "la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, garante de la Constitución, leyes y reglamentos, se hace eco a ese llamado de unidad, empezando por nosotros mismos".
            Quedaba claro que también en este terreno se disputan posiciones.

Escenario económico

            El otro escenario del conflicto es el económico. Una afirmación que explica la naturaleza del conflicto es la siguiente: –La promulgación de una ley de hidrocarburos en el 2001 obligó a todas las transnacionales interesadas en explotar crudo a participar en calidad de socias minoritarias de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
            CNN aseguró que “Chávez hizo de las nacionalizaciones una marca registrada de su gestión. Desde que asumió el poder en 1999, ordenó la adquisición forzosa de grandes empresas petroleras, eléctricas, siderúrgicas, bancos y telefónicas, así como de pequeñas industrias productoras de envases, sanitarios y tuberías”.
            Pero no pueden ocultar la otra cara de la moneda. “Con un Producto Interno Bruto (PIB) que creció 5,6% en 2012, de acuerdo con datos del Banco Central de Venezuela, el país mantuvo la senda de expansión por 22 trimestres consecutivos, sólo interrumpido en 2009 y 2010 por la crisis mundial”.
            Los críticos hacen énfasis en que el hilo conductor de la política para abatir la inflación, diseñada por el gobierno venezolano “ha sido una única: fijar el tipo de cambio para abaratar las importaciones a costa de la destrucción del aparato productivo interno”. En el 2003, tras un paro petrolero de dos meses que intentaba derrocarlo y golpeó las finanzas del país, Chávez impuso un control de divisas que, dijo, había llegado “para quedarse”.
            La deuda neta del gobierno aumentaría a 19% y 22% del PIB en 2012 y 2013, respectivamente, usando el tipo de cambio oficial. La calificadora de valores Fitch estimó, luego de las pasada elecciones de octubre, que el gobierno enfrentaba el desafío de ajustar su política cambiaria y enfrentar un amenazante déficit fiscal, de aproximadamente 3,8% del PIB en 2012 y 2013 y ligeramente inferior al 4% en 2011.
            Efectivamente, el 8 de febrero pasado el gobierno devaluó un 32% el bolívar, que pasó a valer, de los 4,3 vigentes desde 2011, a 6,3 por dólar.
            Argumentos sobre el desempeño de la economía venezolana se pueden encontrar en páginas de internet, con la opinión de los ya mencionados Vicenç Navarro y Mark Weisbrot, y de Moisés Naím, “uno de los arquitectos de las políticas de austeridad en el gobierno de Carlos Andrés Pérez durante el periodo 1989-1990, cuando, siendo ministro de Industria en 1989, ocurrió el ‘Caracazo’”.
            Moisés Naím “ha estado promoviendo el punto de vista, también transmitido por el gobierno federal de Estados Unidos, de que el gobierno Chávez ha llevado a Venezuela al desastre, creando un déficit público que, según él, representa el 20% del PIB; estableciendo un sector público hipertrofiado que ha ahogado a la economía venezolana; ha generado una deuda pública que es diez veces superior a la que existía en 2003; ha creado un sistema bancario que está colapsándose; y una industria petrolífera nacionalizada (que es la mayor fuente de ingresos al Estado) que está en claro declive, y un largo listado de “calamidades”, afirmó Navarro.
            Veamos los datos, señaló Navarro. El déficit público de Venezuela representa, según el Fondo Monetario Internacional, “no el 20% del PIB, sino el 7,4%. En cuanto a la supuesta hipertrofia de la deuda pública en Venezuela, ésta representa el 51,3% del PIB, un porcentaje que es menor que el promedio de deuda pública de la Unión Europea (82,5% del PIB), y menor del objetivo al cual aspira la UE (el 60% del PIB). En cuanto al colapso de la industria petrolera, la cota de producción de petróleo es la que los países productores de petróleo, la OPEC, han acordado. Y su disminución en las exportaciones de petróleo a EEUU responde a una decisión política del gobierno Chávez que intenta diversificar sus exportaciones y no centrarlas en un número reducido de países. Tal reducción en las exportaciones a EUU no tiene nada que ver con ningún colapso”.
            Semejante manipulación y falsedad –agregó– “aparece también cuando Moisés Naím habla de la hipertrofia del sector público. En realidad, y tal como muestra Mark Weisbrot (del cual extraigo esta información), el porcentaje de empleo público en Venezuela es aproximadamente un 18,4% de la población empleada, inferior al existente en Francia, Finlandia, Dinamarca, Suecia y Noruega”.
            Weisbrot se refiere a la elevada inflación venezolana, pero recuerda que el gobierno Chávez ha podido reducirla del 28,2% al 18%, sin reducir el gasto público social. Por el contrario, durante los últimos diez años, el gobierno ha aumentado tal gasto un 60%”.
            La pobreza ha pasado a ser de un 71% de la población en 1996 a un 21% en 2010, siendo especialmente acentuada la reducción en la pobreza extrema, que pasó de ser un 40% en 1996 a un 7,3% en 2010.

Hugo Chávez y yo
Tariq Ali - The Guardian - Traducido para Rebelión por LB

             El difunto presidente de Venezuela, con el que he estado muchas veces, será recordado por sus partidarios como un amante de la literatura, como un orador fogoso y como un hombre que luchó por su pueblo y ganó.
            Una vez le pregunté si prefería a los enemigos que lo odiaban porque sabían lo que estaba haciendo, o a quienes rechinaban los dientes y echaban espumarajos por pura ignorancia. Él se echó a reír. Le parecían preferibles los primeros, explicó, porque le hacían sentir que estaba en el camino correcto. La muerte de Hugo Chávez no ha sido una sorpresa, pero eso no la hace más fácil de aceptar. Hemos perdido a uno de los gigantes políticos de la era post-comunista. Venezuela, con sus elites enfangadas en una corrupción a escala masiva, estaba considerada como un seguro puesto de avanzadilla de Washington y, en el otro extremo, de la Internacional Socialista. Pocos pensaron en Venezuela antes de sus victorias. A partir de 1999 todos los grandes medios de comunicación occidentales se sintieron obligados a enviar allá un corresponsal. Dado que todos decían lo mismo (el país estaría al borde de una dictadura de tipo comunista) les habría salido más rentable si hubieran compartido sus recursos.
            Lo conocí en 2002, poco después del fracaso del golpe militar instigado por Washington y Madrid, y luego en muchas otras ocasiones. Pidió verme durante el Foro Social Mundial de Porto Alegre, Brasil. Me preguntó: "¿Por qué no has ido a Venezuela? Ven pronto". Así lo hice. Lo que atraía de él era su franqueza y su coraje. Lo que a menudo parecía ser puro arrebato resulta que lo había meditado cuidadosamente y después, dependiendo de la respuesta, lo ampliaba con sus espontáneas erupciones. En un momento en que el mundo se había quedado mudo, en el que el centro-izquierda y el centro-derecha tenían que luchar duro para encontrarse algunas diferencias y sus políticos se habían convertido en disecados hombres-máquinas obsesionados con hacer dinero, Chávez iluminó el panorama político.
            Surgió como un buey indestructible, hablando durante horas a su pueblo con una voz cálida y sonora, con una elocuencia ardiente que hacía imposible permanecer indiferente. Sus palabras tenían una resonancia impresionante. Sus discursos estaban salpicados de homilías, pasajes de historia nacional y continental, citas del líder revolucionario del siglo XIX y presidente de Venezuela Simón Bolívar, pronunciamientos sobre el estado del mundo y canciones. "A nuestra burguesía le avergüenza que cante en público. ¿A ustedes les molesta?", solía preguntar a la audiencia. La respuesta era un rotundo "¡No!". Entonces les pedía que se unieran a su canto y decía: "¡Más alto, que nos oigan al Este de la ciudad!". En cierta ocasión, justo antes de una concentración de ese tipo, me miró y dijo: "Hoy pareces cansado. ¿Aguantarás hasta la noche?" Yo le respondí: "Depende de cuánto dure tu alocución". Prometió que sería un discurso breve. Menos de tres horas.
            Los bolivarianos, como se llama a los partidarios de Chávez, presentaron un programa político que desafiaba el consenso de Washington:  neoliberalismo en el país y guerras en el extranjero. Ésa fue la razón principal de la descalificación de Chávez, y seguramente seguirá siéndolo mucho después de su muerte.
            Los políticos como él se habían vuelto intolerables. Lo que él más odiaba era la indiferencia desdeñosa de los principales políticos de América del Sur con respecto a sus propios pueblos. La élite venezolana es notoriamente racista. Consideraban al presidente electo de su país como un individuo inculto e incivilizado, un zambo de sangre mixta africana e indígena en quien no se podía confiar. Las cadenas de televisión privadas retrataban a sus partidarios como monos. Colin Powell tuvo que reprender públicamente a la embajada de EEUU en Caracas por haber celebrado una fiesta en la que Chávez fue representado como un gorila.
            ¿Le sorprendía aquello? "No", me dijo con una expresión sombría en su rostro."Vivo aquí. Los conozco bien. Una de las razones por las que muchos de nosotros entramos en el ejército es que todas las demás vías están cerradas". Pero eso se acabó. Tenía pocas ilusiones. Sabía que los enemigos locales no se agitaban y conspiraban en el vacío. Detrás de ellos estaba el Estado más poderoso del mundo. Durante algún tiempo pensó que Obama podría ser diferente. El golpe militar de Honduras lo desengañó al respecto.
            Tenía un puntilloso sentido del deber para con su pueblo. Él era uno de ellos. A diferencia de los socialdemócratas europeos, nunca creyó que de las corporaciones y los banqueros pudiera venir ninguna mejora para la humanidad, y así lo dijo mucho antes de la caída de Wall Street de 2008. Si tuviera que etiquetarlo de alguna manera, diría que era un demócrata socialista ajeno a cualquier impulso sectario y rechazado por el comportamiento auto-obsesivo de varias sectas de extrema izquierda y por la ceguera de sus rutinas. Así me lo dijo cuando nos conocimos.

            Al año siguiente, en Caracas, le pregunté más sobre el proyecto bolivariano. ¿Hasta qué punto era realizable? Fue muy claro, mucho más que algunos de sus más entusiastas partidarios: ''No creo en los postulados dogmáticos de la revolución marxista. No acepto que estemos viviendo en un período de revoluciones proletarias. Todo eso debe ser revisado. La realidad nos lo está diciendo todos los días. ¿Perseguimos hoy en Venezuela la abolición de la propiedad privada o el establecimiento de una sociedad sin clases? No lo creo. Pero si me dicen que a causa de esa realidad no se puede hacer nada para ayudar a los pobres, las personas que han hecho rico a este país con su trabajo  — y no olvidemos nunca que parte de él fue trabajo esclavo — , entonces yo digo: ‘Aquí nos separamos’. Nunca aceptaré que no pueda redistribuirse la riqueza en la sociedad. A nuestras clases altas ni siquiera les gusta pagar impuestos. Ésa es una razón por la que me odian. Les dijimos: `Deben ustedes pagar sus impuestos’. Creo que es mejor morir luchando que permanecer al margen agitando un estandarte muy revolucionario y muy puro, pero sin hacer nada... Esa postura a menudo me parece muy conveniente, una buena excusa… Intentad hacer vuestra revolución, pelead, avanzad un poquito, aunque solo sea un milímetro, en la dirección correcta, en lugar de soñar con utopías"  .
            En uno de sus mítines públicos recuerdo haber estado sentado al lado de una mujer mayor vestida modestamentea. La mujer me preguntó sobre él. ¿Qué pensaba yo? Lo que hacía, ¿estaba bien? ¿No hablaba demasiado? ¿No era demasiado temerario a veces? Yo lo defendí. Ella se sintió aliviada. Era su madre, preocupada porque tal vez no lo había criado tan bien como debería haber hecho: "Cuando era niño siempre procurábamos que leyera libros”. Esta pasión por la lectura lo acompañó siempre. La historia, la ficción y la poesía fueron los amores de su vida: "Fidel padece insomnio, como yo.  ​​  A veces estamos leyendo la misma novela. Me llama a las 3 de la madrugada y me pregunta: `Qué, ¿ya la acabaste? ¿Qué te parece?’ Y seguimos discutiendo otra hora más  ."
            Fue el hechizo de la literatura lo que en 2005 lo llevó a celebrar el 400 aniversario de la gran novela de Cervantes de una manera única. El ministerio de cultura hizo imprimir un millón de ejemplares de Don Quijote y los distribuyó gratis a un millón de hogares pobres pero ya alfabetizados. ¿Un gesto quijotesco? No. La magia del arte no puede transformar el universo, pero puede abrir una mente. Chávez confiaba en que el libro sería leído, si no entonces más tarde.
            Su cercanía a Fidel Castro ha sido descrita como una relación padre-hijo. Eso es así solo parcialmente. El año pasado una ingente multitud se congregó en el exterior del hospital de Caracas donde Chávez intentaba recuperarse de su tratamiento anticáncer y los cantos de la muchedumbre se fueron haciendo cada vez más fuertes. Chávez ordenó que se instalara en la azotea un sistema de megafonía. A continuación, se dirigió a la multitud. En La Habana , Fidel Castro observaba atónito la escena a través del canal Telesur. Telefoneó al director del hospital: "Fidel Castro al aparato. Debería usted ser despedido. Métalo de nuevo en la cama y dígale que lo digo yo".
            Más allá de su amistad, Chávez veía a Castro y al Che Guevara en un marco histórico. Eran los herederos en el siglo XX de Bolívar y de su compañero Antonio José de Sucre. Trataron de unificar el continente pero fue como arar el mar. Chávez se acercó más a ese ideal que el cuarteto que tanto admiraba. Sus éxitos en Venezuela desataron una reacción continental: Bolivia y Ecuador obtuvieron victorias. El Brasil de Lula y Dilma no siguió el modelo social [bolivariano], pero se negó a permitir que Occidente los enfrentara entre sí. Los periodistas occidentales tenían una coletilla recurrente: Lula es mejor que Chávez. El año pasado Lula declaró públicamente que apoyaba a Chávez, cuya importancia para "nuestro continente" nunca debería ser subestimada.
            La imagen de Chávez más difundida en Occidente fue la de un caudillo opresor. Si tal cosa hubiera sido cierta me habría gustado que hubiera más como él. La Constitución Bolivariana , rechazada por la oposición venezolana, por sus periódicos y canales de televisión y por la CNN local, amén de por sus partidarios occidentales, fue aprobada por una amplia mayoría de la población. Es la única Constitución del mundo que ofrece la posibilidad de desposeer de su cargo a un presidente electo mediante un referéndum convocado a partir de la recogida de un número estipulado de firmas. Coherente sólo en su odio a Chávez, la oposición intentó utilizar este mecanismo en 2004 para destituirlo. Declinando ampararse en el hecho de que muchas de las firmas recogidas pertenecían a personas fallecidas, el gobierno venezolano decidió aceptar el reto.
            Yo estaba en Caracas una semana antes de la votación. Cuando me encontré con Chávez en el palacio de Miraflores el presidente se hallaba estudiando detenidamente las encuestas de opinión. El resultado era incierto. "Y si pierdes?", le pregunté. "En ese caso renunciaré", respondió sin vacilar. Y ganó.
            ¿Nunca se cansaba? ¿Acaso no se deprimía? ¿No perdía la confianza? "Sí", respondió. Pero no por el intento de golpe de Estado o por el referéndum. Fue la huelga organizada por los corruptos sindicatos petroleros y respaldada por las clases medias lo que le preocupó, porque sus consecuencias afectarían a toda la población, especialmente a los pobres: "Hay dos factores que me ayudaron a mantener la moral. La primera fue el apoyo que conservamos en todo el país. Me harté de estar sentado en mi oficina, así que con un guardia de seguridad y dos camaradas salí a escuchar a la gente y a respirar aires mejores. La respuesta me conmovió profundamente. Una mujer se acercó a mí y me dijo: 'Chávez, sígueme, quiero mostrarte algo’. La seguí hasta su pequeña morada. Dentro, su esposo y sus hijos estaban esperando a que cocinara la sopa. 'Mira lo que estoy usando como combustible... el respaldo de nuestra cama. Mañana voy a quemar las patas, al día siguiente la mesa, luego las sillas y las puertas. Vamos a sobrevivir, pero no te rindas ahora’. Al salir, los chicos de las bandas se acercaron y me estrecharon la mano. 'Nosotros podemos vivir sin cerveza. Usted asegúrese de joder bien a esos hijos de puta'".
            ¿Cuál era la realidad íntima de su vida? Para cualquier persona con un cierto nivel de inteligencia, carácter y cultura, sus inclinaciones naturales, tanto emocionales como intelectuales, van unidas y constituyen un todo no siempre visible para todos. Él estaba divorciado, pero el afecto que sentía por sus hijos y nietos jamás estuvo en duda. La mayoría de las mujeres que amó, y hubo unas cuantas, lo describieron como un amante generoso, y lo hicieron mucho después de haberse separado.
            ¿Qué decir del país que deja detrás? ¿Un paraíso? Por supuesto que no. ¿Cómo podría serlo dada la magnitud de los problemas? Pero deja tras de sí una sociedad muy cambiada en la que los pobres sienten que tienen una participación importante en el gobierno. No hay otra explicación para su popularidad. Venezuela está dividida entre sus partidarios y sus detractores. Murió invicto, pero las grandes pruebas están aún por llegar. El sistema que creó, una democracia social basada en la movilización de masas, tiene que seguir progresando. ¿Estarán sus sucesores a la altura de la tarea? En cierto sentido, ése es el test decisivo del experimento bolivariano.
            De una cosa podemos estar seguros: sus enemigos no van a dejarle descansar en paz. ¿Y sus partidarios? Sus partidarios, los pobres de todo el continente y de otras partes, lo verán como un líder político que prometió y entregó derechos sociales en un escenario completamente adverso. Lo verán como alguien que luchó por ellos y ganó.


Recordando lo necesario: Hugo Chávez

Owen Jones - The Independent - Traducido para Rebelión por LB

            Si desea saber algo sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela antes de la llegada de Hugo Chávez escriba "Caracazo" en Google y apriétese los machos. En 1989 el entonces presidente Carlos Andrés Pérez ganó las elecciones con un rotundo programa de resistencia al dogma del libre mercado: el FMI era "una bomba de neutrones que mataba a la gente pero dejaba los edificios intactos", proclamó.
            Pero tras acceder al palacio presidencial dio un giro radical de 90 grados y desató un programa de privatización y de terapia de choque neoliberal. Cuando eliminó los subsidios a la gasolina los precios del combustible se dispararon y los venezolanos pobres salieron a las calles. Los soldados segaron a tiros a los manifestantes. Murieron cerca de 3.000 personas, un balance mortal horripilante y equiparable al de la masacre de la Plaza Tiananmen (en un país con una población 43 veces menor).
            Fue su fallido intento de golpe de Estado contra la rampante corrupción del gobierno asesino de Carlos Andrés Pérez lo que lanzó a Chávez a la palestra en 1992. Aunque encarcelado, Chávez se convirtió en un icono para los sufridos pobres de Venezuela. Para 1998, año en el que obtuvo una aplastante victoria con la promesa de emplear la ingente riqueza petrolera del país a favor de los pobres, Venezuela ya era un desastre. La renta per cápita había caído a los niveles de la década de 1960. Uno de cada tres venezolanos subsistían con menos de 2 dólares al día. Los ingresos petroleros habían sido dilapidados.
            En los días venideros le dirán repetidamente que Hugo Chávez era un dictador. Un curioso dictador, desde luego: desde 1998 se han celebrado en Venezuela 17 elecciones y referenda. Quizá piense usted que estuvieron manipulados. Cuando ganó por un amplio margen en 2006, el ex presidente de EEUU Jimmy Carter fue uno de los que declararon que Chávez había ganado "sin trampa ni cartón".
            En las últimas elecciones, celebradas en octubre del 2012, Carter declaró: "Creo que de entre las 92 elecciones que hemos supervisado el proceso electoral de Venezuela es el mejor de todo el mundo". Yo estuve allí, aunque quizá se imaginen que estuve como aquellos cándidos izquierdistas occidentales que visitaban las aldeas Potemkin en la Rusia estalinista.
            Me planté en Venezuela con una comisión electoral genuinamente independiente integrada tanto por simpatizantes como por opositores de Chávez (la oposición había invitado previamente a estos últimos a que hicieran sus propias sus elecciones internas). Nos reunimos con figuras destacadas de la oposición que despotricaban contra Chávez pero que admitían vivir en una democracia. Cuando perdieron las elecciones aceptaron los resultados.

 Justicia social

            De hecho, el propio Chávez tuvo que aceptar la derrota unos años antes: en 2007 perdió un referéndum y no se quejó de los resultados. Hasta que llegó al poder millones de venezolanos pobres ni siquiera estaban registrados como electores, pero las enérgicas campañas de registro han hecho que el cuerpo electoral casi se haya duplicado. Actualmente hay 6.000 colegios electorales más que los que había antes de Chávez.
            Por otro lado, las credenciales democráticas de muchos de sus oponentes son ciertamente dudosas. En 2002 Chávez fue víctima de un golpe de estado de corte pinochetiano que fue derrotado gracias a un levantamiento popular. Gran parte de los medios de comunicación privados incitaron y apoyaron abiertamente el golpe de Estado: es como si los generales británicos desalojaran a Cameron del nº 10 [de Downing Street, residencia del primer ministro británico], apoyados y azuzados las 24 horas del día por las cadenas de noticias. Ahora bien, los medios de comunicación de Venezuela están dominados por las cadenas privadas, algunas de los cuales hacen que Fox News parezca un grupo de entrañables izquierdistas. La televisión estatal [venezolana] puede ser acusada con justicia de parcialidad pro-gubernamental, y es quizás por eso que tiene una ínfima cuota de audiencia del 5,4%. De los siete principales diarios nacionales, cinco apoyan a la oposición y sólo uno simpatiza con el gobierno.
            Lo cierto es que Chávez ganó democráticamente una elección tras otra a pesar de la hostilidad a menudo viciosa de los medios de comunicación, y que las ganó porque sus políticas transformaron las vidas de millones de venezolanos que habían sido ignorados hasta entonces. La pobreza ha caído de casi la mitad de la población al 27,8%, mientras que la pobreza absoluta se ha reducido a la mitad. Seis millones de niños reciben diariamente comidas gratis; se ha instaurado la atención sanitaria gratuita casi universal y el porcentaje del PIB dedicado a educación se ha duplicado. Un programa de viviendas iniciado en el año 2011 ha permitido construir más de 350.000 viviendas que han sacado a cientos de miles de familias de las infraviviendas que ocupaban en los barrios. Algunos de sus petulantes críticos extranjeros sugieren que Chávez compró los votos de los pobres, como si ganar las elecciones ofreciendo justicia social fuera una especie de soborno.

Alianzas

            Todo eso no significa que Chávez esté fuera de toda crítica. Venezuela ya tenía una criminalidad rampante cuando Chávez llegó al poder, pero la situación ha empeorado desde entonces. En 2011 murieron a manos de la delincuencia violenta cerca de 20.000 venezolanos, una cifra intolerable. La culpa la tiene, además de las drogas, la posesión generalizada de armas y el impacto desestabilizador de la vecina Colombia, una policía débil (y a menudo corrupta). Aunque el gobierno ha comenzado a desplegar una fuerza de policía nacional, el crimen endémico constituye una auténtica crisis. Cuando hablé con venezolanos en Caracas, la a veces aterradora ausencia de ley y orden fue una cuestión que mencionaron por igual tanto los partidarios como los opositores de Chávez.
            Y luego está el tema de algunas desagradables asociaciones extranjeras de Chávez. Aunque sus aliados más cercanos fueron sus compañeros democráticamente electos de los gobiernos de centro-izquierda de América Latina — casi todos los cuales defendieron apasionadamente a Chávez de las crítica extranjeras — , también apoyó a las brutales dictaduras de Irán, Libia y Siria. Sin duda, eso ha manchado su reputación. Huelga decir que nosotros en Occidente no estamos en condiciones de reprochar nada a Chávez por sus alianzas indeseables. Nosotros apoyamos y proporcionamos armamento a dictaduras como Arabia Saudí. El ex primer ministro británico Tony Blair cobra 13 millones de dólares al año por trabajar para la dictadura de Kazajistán. Con todo, nuestra propia hipocresía no absuelve a Chávez.
            La llamada Revolución Bolivariana dependía excesivamente de la reputación personal de Chávez y su muerte plantea inevitablemente interrogantes sobre su rumbo futuro. Pero sobre esta cuestión no tengan la menor duda: Chávez fue un campeón de los pobres elegido democráticamente. Sus políticas rescataron a millones de personas de la más abyecta pobreza y miseria. Chávez significó una ruptura con años de regímenes corruptos y lastrados a veces por gravísimas violaciones de derechos humanos. Sus logros los consiguió haciendo frente a un intento de golpe militar, a unos medios de comunicación agresivamente hostiles y a críticas extranjeras exacerbadas. Demostró que es posible resistir el dogma neoliberal que impera sobre la mayor parte de la humanidad. Millones de venezolanos llorarán su pérdida, y lo harán con razón.

Fuente: http://www.independent.co.uk/voices/comment/hugo-chavez-was-a-democrat-not-a-dictator-and-showed-a-progressive-alternative-to-neoliberalism-is-both-possible-and-popular-8522329.html

6) ARTICULOS Y COMENTARIOS PUBLICADOS EL DIA 11-03-2013

Entrevista a la directora del Centro Nacional de Artesanía
No hay revolución si no hay revolución cultural
Diego Olivera y Miguel Guaglianone - Barómetro Internacional

            Vamos a pedirte en primer término que hagas una breve presentación, nos describas tu cargo y la institución a la cual perteneces
            Mi nombre es Aracelis García, estoy presidiendo el Centro Nacional de Artesanía que está naciendo dentro de lo que es todavía la estructura jurídica de la Red de Arte, una fundación de ya siete años y que nació como una experiencia novedosa en el país, porque no existía una red de tiendas que se encargase de la comercialización de los productos de bienes culturales y las artes populares. Durante el tiempo que ha durado, la Red de Arte ha sido un proyecto exitoso. Sin embargo, la coyuntura de la Revolución te exige ir hacia nuevos estadios del proceso. En este caso el nuevo estadio es conformar una institución que genere las políticas públicas para todo el sector artesanal, con mucha más coherencia y que comprenda además otras áreas como la formación, la investigación, la distribución de los bienes culturales y sobre todo la visibilización de la Artesanía. Todo un espectro de funciones que no existían como competencias de la Red de Arte. Y vamos a desarrollarlas junto al sujeto para el cual están destinadas las políticas públicas, en este caso los propios artesanos. Esta no es una tarea fácil, aunque tampoco es una tarea imposible. La revolución no es nunca tarea fácil, las revoluciones, más que difíciles, son procesos altamente complejos, sobre todo la nuestra que es una revolución pacífica, Ustedes saben que no existe en el mundo un proceso parecido a la Revolución Bolivariana. Aquí hemos ensayado cambios ideloógico-políticos que logramos llevar adelante en paz, por eso la mirada del mundo está puesta en Venezuela. Y nosotros queremos direccionar todo lo que es la política pública hacia la dinámica de la construcción del Socialismo del Siglo XXI, con la participación –creo que es importante recalcarlo–de aquellos productores que durante años se han desarrollado en estas áreas un poco aislados, porque nadie se ha preocupado por las investigaciones que están realizando.
            En ese marco, ¿cómo piensan elevar el nivel organizativo de unos artesanos que pueden tener distintas opiniones y distintos niveles de conciencia? ¿Es posible generar una coherencia que permita la unificación de esfuerzos de lo que parecen ser múltiples puntos de vista y de hacer las cosas, y sí es así, como planean hacerlo?           
            Es cierto que la artesanía tiene en Caracas y en general en las grandes ciudades como Valencia, Maracaibo, Porlamar, unas características diferentes a las del resto del país donde se practica sobre todo la artesanía tradicional. En las ciudades vas a encontrar a ese artesano que trabaja en piezas pequeñas, que hace cosas como el trabajo en cuero, bisuterías, etc., piezas que si bien es cierto son parte del componente cultural, también es cierto que están permeadas por todo aquello hemos adoptado, visiones exógenas a nuestra cultura. Sin embargo nosotros vamos realmente hacia el rescate de nuestras propias tradiciones en materia de artesanía y el rescate de aquellos maestros artesanos que se han visto hasta ahora en la necesidad de realizar sus prácticas casi en solitario. Cuando tú me preguntas si es fácil agrupar a todos los artesanos, la verdad no lo es, tenemos ya varios años construyendo esta Revolución, y ninguno de sus procesos ha sido fácil. Tenemos que lograr crear la unidad en la diversidad, respetando las diferencias de todos los compañeros, respetando las diferencias de cada una de las especialidades, pero manteniendo un propósito. Creo que lo más importante es lograr que ese propósito sea lo más colectivo posible, que la generación de políticas públicas se logre en conjunto. Creo que allí es donde va a haber un éxito,
            Hay grandes problemas de la artesanía que tranversalizan a todas las especialidades. Por ejemplo el tema de las materias primas, el tema de la organización para la producción, los temas de la investigación y la formación y de la comercialización de las piezas artesanales, estos son asuntos del interés tanto del artesano urbano de las grandes ciudades, como del artesano tradicional de los distintos nichos en todo el país. Atendiendo estas necesidades que son comunes a todo el sector, es que creo que están las vías para ir poniéndonos de acuerdo. Tenemos además que lograr una metodología de participación que permita que todos estén allí construyendo ese propósito.
            En el tema de la dificultad del proceso y las cosas a corregir, muchas veces notamos el desfasaje que se produce entre la concepción de lo que el presidente Chávez define como la democracia participativa y protagónica y lo que a veces lamentablemente nuestros funcionarios interpretan, intentando imponer criterios desde arriba, cuando el proceso debe iniciarse desde abajo. Para este desafío, ¿cómo tienen planteado comenzar con el proceso de inclusión Con un proyecto piloto, desde todas las regiones a la vez?
            Durante todo el 2011 el Ministerio para la Cultura estuvo ensayando con una instancia llamada Comisión Coordinadora de Políticas Artesanales, la posibilidad y los vínculos para reunirse con artesanos y otras instituciones para la construcción de una política pública del sector artesanal. Esta comisión, ha trabajado con muchas dificultades, ya que en un año no se construye en forma participativa una política pública. Posiblemente si se hubiera encargado a unos técnicos pudieran crear una política en muy corto tiempo, pero no se trata de eso, el tema de la construcción colectiva requiere de tiempo, y como decía el maestro Simón Rodríguez, ensayando y errando. Esta dialéctica que implica estar en un proceso revolucionario nos ha dado el criterio de que no existen proyectos cerrados, hay por supuesto un marco, el de generar una política de fomento, promoción, divulgación, investigación de las artesanías en Venezuela, pero los logros se prueban en forma abierta.
            Dentro de lo estratégico para este año, queremos plantearnos la recuperación de por lo menos tres grandes ferias artesanales en el país que en su momento le dieron un entorno de visibilización a nuestra artesanía. .El principal ejemplo es la Feria de Tintorero, que como ustedes saben está ubicada en un Estado cuyo gobierno está en manos de una persona adversa al avance de la Revolución. Sin embargo el pueblo de Lara y sus artesanos son sumamente combativos. Estamos trabajando este año para acompañar a los compañeros de Lara a recuperar la Feria de Tintorero, que ha temido su impacto a nivel internacional desde el momento en que se montó. Ha venido decayendo porque si bien existe una zona ferial donde se exhibe artesanía, existen en las afueras del pueblo, propiciadas por el gobernador, zonas de eventos que sirven como desviadores de la atención, grandes shows que no dicen nada de lo que somos como pueblo, que banalizan lo que era una gran potencialidad de la feria original. Creemos que el tema de las ferias es fundamental para los artesanos, ellas son un contacto directo con la gente, donde no solamente se vende, sino que se hacen demostraciones del oficio. Allí no solo tienen la oportunidad de hablar y mostrar sus piezas sino lo que ellos mismos son. Las ferias más que de comercialización, son entonces un proceso de encuentro entre los artesanos (que son pueblo) y el resto del pueblo. Queremos además preparar una gran Feria de Navidad, ya sea en Caracas o en otro lugar del país que decidamos junto con los artesanos. Para esta feria quisiéramos invitar a otro país a participar, y darle entonces un carácter binacional. Sería la Feria Nacional de Artesanía, la más importante del país e internacional, que se realizó durante muchos años por cuenta de la Dirección Nacional de Artesanía que fuera fundada durante el período del extinto CONAC. Queremos entonces recuperar esas ferias que tuvieron éxito.
            Otro tema que queremos dinamizar este año es el de formación, fundamental para cualquier proceso cultural. La cultura debe estar hermanada con la educación. Queremos lanzar para el mes de abril un Seminario Nacional que va a tener como locación a varias universidades del país, para que los artesanos conversen acerca de las situaciones de su área con gente que ha venido trabajando en el proceso de investigación, hasta llegar a plantear inclusive un Plan Nacional de Educación para la Artesanía. Intentaremos también un proceso educativo internacional con Cuba y Ecuador, que es el diseño de un Diplomado, con locación en Venezuela pero que pudiera trasladarse también a estos otros dos países,
            El otro tema que creo importante mencionar son los proyectos de investigación con el Ministerio de Ciencia y Tecnología, con el objetivo de impulsar la protección de las piezas artesanales, para manejar el tema del cuidado, la preservación y la protección de nuestra producción. Estamos allí también en la investigación respecto a la curagua, que es una de nuestras fibras naturales blandas con la cual se elaboran chinchorros, hamacas, bolsos, etc. Hay un bosque muy importante de curagua en el Estado Monagas que ha venido disminuyendo, precisamente porque no se está preservando. Entonces queremos trabajar en el tema ambiental de protección y procesamiento de la curagua. Los chinchorros de curagua son Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO.
            Queremos además hacer otro trabajo que tiene que ver con la organización de la producción artesanal, si bien producimos artesanía en el país, no existe en ese rubro una organicidad, no tenemos respuestas ante eventos internacionales e importantes como los nuevos mercados del MERCOSUR. Recientemente fui a unas mesas de trabajo que se armaron en la Cancillería para ir considerando los procesos de negociación para el MERCOSUR y se quiere que la artesanía esté presente. Pero, ¿cómo damos nosotros respuesta por ejemplo, a un pedido de 5.000 o 10.000 hamacas si no tenemos organizada la producción? Podemos dar respuesta, pero con una producción organizada, cosa que implica por ejemplo, el suministro de materias primas a los artesanos. Allí queremos ir hacia la constitución de proveedurías nacionales, regionalmente, para poder abastecer a los productores de una forma segura, En principio planificamos convenios con Bolivia, con Ecuador, con Brasil que son grandes productores de hilos para abastecer a nuestros artesanos. Esto no iría en detrimento de la posibilidad de siembra de algodón en el país, ni de otras formas artesanales de obtener la materia prima, como por ejemplo la esquila de los ovejos para obtener el hilo. Tenemos, mientras trabajamos en la construcción de un marco autosustentable, que ir proporcionando la materia prima para que la producción no se detenga.
            Y la otra área muy importante es la organización política del sistema artesanal. La construcción de un sistema que respete la voluntad política de los propios artesanos. Es una obligación profundísima de nosotros como funcionarios revolucionarios, estimular la generación de procesos políticos organizativos aguas abajo, de las organizaciones populares. Esto no pasa si la gente no despierta la conciencia, difícilmente nosotros pudiéramos estar elaborando políticas públicas eficientes si esto no se diera, solo serían un pañito de agua caliente. Cuando tú quieres ir a la profundización, a la verdadera aplicación de estas políticas para que tengan un carácter liberador, es necesario que los receptores de esas políticas alcancen un nivel de conciencia que les permita defender lo que somos como pueblo. Así como hay grandes maestros artesanos en el país que han sido receptores y han ido transmitiendo esa información cultural nuestra, existen también artesanos de buena factura y buen acabado, pero que copian diseños exógenos que no son nuestros. Esa es una lucha que tenemos que dar, con dulzura, con amor pero con mucha fuerza revolucionaria. Lo que no puede ser es que nuestros artesanos se conviertan en copiadores. Cuando realizas una artesanía, estás utilizando técnicas propias, y debes utilizar también diseños propios, y para eso estás utilizando memoria histórica, una memoria histórica que no queremos que se pierda y para lo cual debemos facilitar procesos para despertar las conciencias a nivel político.
            En el fondo entonces están enfrentando el proceso característico del neoliberalismo de la mercaderización de los hechos culturales, que los convierte en mercancías y vuelve a los artesanos en este caso, en meros maquiladores.
            Efectivamente, hay una forma del neocapitalismo de camuflajearse, vendiendo culturalmente un proceso que no nos pertenece, haciendo creer al creador que ese proceso es bueno, hasta llegar a convencerlos que es lo correcto. Cuando se construye por ejemplo, siguiendo todas las técnicas y los procesos que definen un producto artesanal, una manta con un Winnie Pu, que nos expliquen cómo llegamos allí a ese proceso de transculturización que no le deja nada bueno al pueblo y lo aleja de sus propios valores. Ese proceso que no permite que se transmita culturalmente lo que sabemos de generación en generación, lo que nos ha permitido hacer resistencia y que nos permite hoy emprender una Revolución bajo nuestras propias guías. Cuando se lanza la Revolución Bolivariana, el Presidente Chávez la lanza con nuestros creadores, con Simón Rodríguez, con Zamora. Vamos entonces hacia la búsqueda de esos creadores artesanales que han construido este proceso durante muchos años y que han permitido que hoy día podamos seguir disfrutando de sus piezas en los mercados nacionales e internacionales.
            Indudablemente hay un vínculo indisoluble entre la revolución y el cambio de conciencia y evidentemente ustedes están haciendo mucho en ese aspecto, ya que para poder dar el salto en la construcción de esta nueva sociedad es necesario que el pueblo logre llegar a la etapa de entender la cultura como parte integral del proceso revolucionario.
            No hay revolución sin revolución cultural. Nosotros quisiéramos que durante esta gestión la artesanía se convierta en un problema de Estado, ya que la cultura debe tener ese carácter. Los pueblos que se han despojado de su cultura desaparecen. Lo que nos está pasando hoy a nivel cultural no es casualidad ni culpa de nadie, hemos sido el producto de la aplicación de un sistema que no nos pertenece. Estamos en la búsqueda y en la conquista de nuestra propia forma de hacer las cosas. Esto genera profundas contradicciones a nivel interno, inclusive dentro de los propios revolucionarios, de gente que tiene resistencia al cambio porque cree que lo que aprendió es lo correcto. Como el ejemplo de ese revolucionario que llega a una playa y es capaz de dejar toda la basura allí, él no está contribuyendo a la construcción de la revolución. Todo revolucionario que se precie debe hacer transformaciones de su propio sujeto y reconocer las equivocaciones en el camino.
            Creo finalmente que el ministro Pedro Calzadilla está haciendo grandes avances en todo esto. Uno lo ve tranquilo, sin utilizar un discurso altisonante, pero ha generado aguas adentro del propio ministerio unos cambios que pueden dar el resultado de que la cultura se aproxime al proceso político desde sus propios objetivos revolucionarios, como debió haber sido siempre en este proceso.
  
Chávez por Siempre como el Che Guevara
Patricio Montesinos-Rebelión

Quizás algunos ilusos piensen que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha muerto definitivamente, y lo que no saben es que tras su desaparición física el líder latinoamericano será más peligroso aun para sus adversarios irrespetuosos, y quienes desean que la Patria Grande y la unidad de esta región se desvanezca.
            Chávez será a partir de hoy un símbolo, como lo ha sido el Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara, además de un ejemplo a seguir por todos los pueblos de América Latina, que estrecharán sus manos y sus fuerzas en defensa de su independencia, soberanía e integración.
            Desde donde quiera que esté, el fundador de la Revolución Bolivariana guiará a los millones de hombres dignos que actualmente enfrentan a los enemigos de las naciones del Sur, encabezados por los regímenes de Estados Unidos, sus aliados europeos y las derechas maltrechas latinoamericanas siempre sumisas, y pagadas por Washington.
            A esos que públicamente o escondidos, como roedores, festejan el fallecimiento de Chávez, el Comandante en Jefe venezolano les continuará dando lecciones de firmeza y coraje, porque sus ideas se multiplicarán y esparcirán por todo el universo.
            A los pocos indignos que cantan victoria no pueden imaginarse la carga de gigantes que les vendrá encima, por la fortaleza que sembró el mandatario venezolano en su país, en América Latina, y en cualquier rincón de nuestro planeta tierra.
            Cierto es que por estos días la tristeza dominará a todos los que sueñan y luchan, como lo hizo Chávez, por un mundo mejor, pero esa desolación se transformará en más unidad entre los desposeídos y los revolucionarios por la conquista de sus anhelos.
            El Héroe Nacional de Cuba y prócer latinoamericano José Martí dijo: “Ha muerto un justo, llorarlo sería poco, sigamos su ejemplo”.
            Esa frase martiana está ahora más vigente que nunca, y de seguro el ideario del fallecido presidente venezolano se transformará en bandera de todos los pueblos.
            Vale recordarles a los ilusos, que hasta después de muerto el Che ha sido temido por sus asesinos y sus enemigos, los mismos que hoy se alegran, sin escrúpulo alguno, de la desaparición física de Chávez.
            Estados Unidos y sus secuaces saben muy bien cuanto todavía le temen al Guerrillero Heroico, y a su pensamiento, y de seguro así les ocurrirá con el mandatario venezolano: el Che del siglo XXI.

Damos gracias por tu luz, Hugo Chávez

Miguel Manzanera

            La revolución bolivariana es imparable. Ha puesto en marcha una dinámica de avance histórico y desarrollo social, en Venezuela y en todo el continente americano, que no podrá ser detenida porque representa la realización de las auténticas aspiraciones humanas. Los impresionantes logros de esta revolución en materia de educación y sanidad, la mejora en las condiciones de vida del pueblo, así como en la protección de los derechos humanos, desarrollando al mismo tiempo la conciencia de la clase obrera y la dignidad ciudadana, son el germen y la promesa de un futuro más pleno para todos los americanos y toda la humanidad.
            En la raíz de ese grandioso proceso histórico está el carácter de un hombre humilde con una fe inquebrantable en los valores humanos. Hugo Chávez. Recuerdo sus primeros meses de gobierno, cuando a nivel mundial se producía la plena hegemonía neoliberal sin apenas contestación: era el final de la historia. Por todas partes –excepto Cuba-, se desmantelaban los últimos restos del socialismo real. La izquierda de los cinco continentes sospechaba de ese personaje católico, populista, que se había atrevido a presentarse como un militar golpista contra un gobierno ‘democrático’ homologado por la comunidad internacional. Su apelación a los intelectuales críticos y los movimientos sociales cayó en el vacío. Estaba descorazonado. De pronto llegó una delegación zapatista desde la sierra Lacandona, y los acogió como si llegase a un oasis en el desierto. Fue el principio: esos indígenas comprendieron que tenían un aliado en aquella revolución mestiza mezcla de etnias y culturas variadas. Y la historia se puso de nuevo en marcha: los pueblos originarios la reconocieron y apoyaron; llegaron los cubanos con su experiencia y preparación, a quienes recibió como hermanos; también vinieron los intelectuales europeos a observar y aconsejar. Y más tarde sucedieron los triunfos revolucionarios de Argentina, Ecuador, Bolivia, Brasil, etc. América Latina se convirtió en la vanguardia mundial contra el neoliberalismo. Y entonces llegó la gloria.
            Hay momentos decisivos en el que se hace necesario que un hombre o una mujer se encuentren en el lugar apropiado para que el proceso histórico cuaje y todo siga adelante. Hoy sabemos que uno de esos momentos se situó en la década de los 90 en América Latina, y que uno de esos hombres imprescindibles fue Hugo Chávez. En éste personaje se conjugan el militar que se rebela contra la injusticia, imitando a los capitanes de abril que en Portugal acabaron con la dictadura; el mandatario que se enfrenta al imperio en nombre de la justicia en las relaciones internacionales, sintonizando con la República de Cuba; el hombre admirable y admirado que ha sabido recoger la tradición emancipadora de su patria, encarnada en Bolívar, para darle proyección hacia el futuro; el político incomparable, adorado por su pueblo, que gana una elección tras otra sin tregua, dejando mudos a sus calumniadores… Su respeto escrupuloso por los derechos humanos, iba más allá de la proclamación hipócrita que realizan tantos políticos de las democracias consagradas, hacia la activa satisfacción de los mismos en los hombres y mujeres de su pueblo y del mundo entero.
            Y, sin embargo, me parece que el rostro más verdadero de Chávez, el que demuestra toda la grandeza de su carácter, se mostró aquel año en el que estaba solo con su revolución recién iniciada, y nadie quiso enterarse de ello. Y solo llegaron hasta él unos indiecitos pobres, que apenas tenían nada para ofrecer, salvo una revolución fracasada de antemano. Le bastó ese pequeño apoyo para comprender que no se había equivocado. Y siguió adelante.
            No se nos pueden ocultar las enormes dificultades que todavía tiene que afrontar la nación venezolana; se deben reconocer las tareas que quedan pendientes. La revolución es el inicio de un movimiento de humanización más completa, pero el movimiento aún tiene que realizarse, alcanzando dimensiones universales, abrirnos el mundo nuevo. Todavía hay mucha tarea por delante, y es gracias a la revolución bolivariana que tenemos tarea por delante. Algo ha cambiado decisivamente en estas décadas chavistas, cuando todo un pueblo ha sido rescatado desde las tinieblas de la miseria y la ignorancia, hacia la esperanza y la luz. Ese hecho histórico anuncia el futuro, invitándonos a darle continuidad. El mejor homenaje que se le puede hacer al comandante Chávez es asegurar la perdurabilidad eterna de su obrar humano.

Balance matizado
José Natanson - Brecha

            Un hombre es siempre muchas cosas. En el caso de Hugo Chávez, beisbolista aficionado, lector voraz aunque de gustos dispersos, militar habituado a ver el mundo en términos de táctica y estrategia, cristiano cada vez más convencido, showman, self-made man, cantor y pintor aficionado...
            Podría haber sido, también, un héroe. En la tarde del 11 de abril del 2002 las fuerzas armadas rodeaban el Palacio de Miraflores, luego de que una manifestación antichavista liderada por empleados de Pvdsa se desviara hacia la sede presidencial y se enfrentara a un grupo de partidarios del presidente, con choques entre policías y militares y francotiradores que dejaron dos docenas de muertos de ambos bandos. Con un sector de los militares cercándolo, las comunicaciones con los más leales interrumpidas y un panorama internacional confuso -Estados Unidos y España apoyaban el golpe, la Argentina de Duhalde se oponía, Brasil aguardaba-, Chávez decidió no combatir. Todavía no sabía que sus funcionarios le jurarían lealtad, todavía los canales privados de televisión no transmitían dibujos animados para ocultar a los miles y miles de chavistas que bajaban de las laderas caraqueñas para respaldarlo, y todavía, decisivamente, no era consciente de que una parte importante de las fuerzas armadas, sobre todo de la Marina y el Ejército, se negaban a sumarse a la asonada.
            En este contexto confuso, Chávez ordenó a su guardia personal no enfrentar a los militares sublevados y se entregó sin disparar un solo tiro. Al hacerlo, Chávez actuaba racionalmente, midiendo relaciones de fuerza, calculando probabilidades y recurriendo a la enorme astucia de no dejar nada por escrito: se rindió, por supuesto, pero se negó a firmar la renuncia formal que los golpistas nunca pudieron exhibir en público, en uno de esos gestos aparentemente menores pero que revelan la intuitiva sagacidad del verdadero político. Porque renunciando sin combatir, Chávez hacía algo más que evitar el destino trágico de Allende, que se pegó un tiro con la ametralladora obsequiada por los cubanos cuando las tropas de Pinochet entraban a La Moneda. En aquel momento, en una decisión que a la larga se revelaría acertada, Chávez sí renunció a algo: renunció al destino de héroe para ser, desde ahí y hasta el final de sus días, un político.
            (Lo interesante es que el consejero definitivo de esa decisión, según el mismo Chávez contaría después, era, él sí, un héroe: Fidel Castro, al teléfono desde La Habana, le sugería que no se inmolara, que se entregara mientras pudiera porque, intuía bien, todavía había chances de un retorno al poder. En una de esas vueltas interesantes que a veces nos trae la historia, el héroe le aconsejaba a Chávez que actuara como un político.)
            De entre todos los ángulos posibles para analizar a Chávez, elijo entonces éste: Chávez podrá haber sido un buen o un mal presidente, pero no fue un héroe ni un tirano. Por eso, aunque la tan de moda comparación con Fidel resulte tentadora, también puede ser engañosa: a diferencia del cubano, un exponente de la Guerra Fría que lideró la epopeya de una revolución triunfante a 90 millas de La Florida, Chávez fue un político del siglo XXI que llegó al poder por los votos y se mantuvo ahí 14 años gracias al apoyo popular evidenciado en una seguidilla de trece elecciones impecablemente ganadas.
            Y fue también el primer gran líder de la etapa posneoliberal de América latina. Asumió la presidencia en 1999, en plena hegemonía del Consenso de Washington, y comenzó a explorar un camino por el que luego avanzarían otros países. No por una especial clarividencia, o al menos no sólo por eso, sino porque el estallido económico, la crisis social y el derrumbe del sistema de partidos (las marcas de fábrica de la transición pos neoliberal) que en Argentina se produjeron en 2001, en Bolivia en 2003/2004 y en Ecuador en 2004/2005, en Venezuela sucedieron en 1989, cuando el Caracazo cambió para siempre el paisaje de un país que, en la tibieza de una socialdemocracia autocomplaciente, se había creído a salvo de traumas sociales y golpes de Estado.
            Desde su llegada al poder y la asombrosa puesta en escena de su primer juramento ("juro por esta moribunda Constitución", dijo para dejar bien clara su intención de reformarla), Chávez maniobró hábilmente -siempre midiendo, calculando, sopesando- hasta alcanzar, en sus últimos años, un ambicioso proyecto de reforma política, social y en menor medida también económica.
            Detengámonos un momento en el balance. Desde el punto de vista social, el saldo es positivo: prácticamente todos los indicadores mejoraron, se los mida como se los mida, en los 14 años de chavismo. Desde el punto de vista económico, en cambio, el balance es más matizado: Chávez no logró romper la monodependencia de un país que sigue exportando básicamente un solo producto -petróleo- a básicamente un solo destino -Estados Unidos-, aunque es lícito preguntarse si alguien podría haberlo hecho con un barril que se obstina en ubicarse por encina de los 100 dólares. Como sea, Venezuela ha registrado un crecimiento desparejo, acumula preocupantes tensiones macroeconómicas (alta inflación, déficit fiscal, un mercado cambiario caótico) y sigue descansando en una estructura productiva más parecida a la de Nigeria o Arabia Saudita que a la de Argentina o Brasil. Desde el punto de vista político, el saldo del chavismo es un formato institucional difícil de definir pero muy novedoso, una especie de hiperdemocracia plebiscitaria en la que la evidente legitimidad del líder convive con no menos evidentes esfuerzos por debilitar el componente republicano -y en menor medida el liberal- propio de cualquier sistema democrático. En concreto: Venezuela es el único país latinoamericano -a excepción de Cuba- que no contempla límites al ejercicio permanente del poder por la misma persona, y al mismo tiempo celebra periódicamente elecciones limpias en las que, cuando el líder pierde, como sucedió en el referéndum del 2007, reconoce su derrota.
            Y por último, desde el punto de vista de las relaciones internacionales, Chávez fue el principal impulsor de una integración latinoamericana concebida como una articulación solidaria entre iguales, que no cayó en el típico esquema centro-periferia que caracterizó a las relaciones con Gran Bretaña, Estados Unidos e incluso, por momentos, Brasil, pero que a la vez encontró enormes dificultades para cristalizar en acuerdos concretos y duraderos. Una integración presidencial que aún no ha coagulado en procesos institucionalizados a la altura de sus intenciones (no tenemos ni Banco del Sur ni moneda única ni aduanas armonizadas ni un Parlamento), pero que de todos modos supone un desafío a Estados Unidos. Pero un desafío contenido, administrado. Sucede que, pese a su prédica antiimperialista, Chávez evitó jugar con los dos temas más sensibles en la estrategia exterior de Washington (cooperó siempre en materia de lucha contra el narcotráfico y no mantuvo con las FARC más contactos que los necesarios para resguardar sus fronteras, como por otra parte también hace Brasil), en el contexto de una relación comercial estable y mutuamente beneficiosa (la única vez que Chávez dejó de enviar petróleo al imperio fue -paradojas de la historia- cuando la oposición conservadora paralizó Pdvsa).
            Resulta difícil, en medio de la avalancha de análisis y tras 14 años en el poder, ensayar un balance del chavismo. Lo central, creo, es evitar que las necesarias miradas panorámicas oculten los matices y las contracciones de un régimen que podrá ser de trazo grueso, pero al que el trazo grueso no alcanza para describir. Y que además -aunque apenas se reconoce- fue mutando en el tiempo, de la fascinación inicial con la tercera vía al socialismo del siglo XXI, por motivos totalmente comprensibles: a diferencia de Evo Morales y Lula y al igual que Rafael Correa, Chávez llegó al poder sin un partido, un movimiento social o una confederación sindical que lo respaldara, y quiso emprender cambios profundos basándose sobre todo en su voluntad y su carisma. Y ahí se encontró con la paradoja -otra más- de intentar implantar el socialismo, aun el del siglo XXI, en una sociedad amansada en una cultura económica rentista, con una estética que no es la única, por supuesto -porque Venezuela también es cuna de escritores y pintores geniales-, pero sí la dominante, de nuevo rico a lo Catherine Fulop; una revolución en el país que consume más whisky escocés per cápita del mundo (aunque no produce ni una gota y aunque sí fabrica un ron excelente), donde se venden más Hammers (a 80 mil dólares cada una) que en Estados Unidos y cuya capital se ha ido convirtiendo en la ciudad más insegura de Sudamérica (¡más que Río!), a pesar de que los índices de desigualad han mejorado (en una de esas contradicciones que ponen en crisis las verdades de los sociólogos, Caracas es una ciudad más igualitaria pero más peligrosa).
            Volvamos al principio. Como el resto de los presidentes del giro a la izquierda latinoamericano, Chávez supo combinar gobernabilidad económica con estabilidad política e inclusión social, trípode en el que descansa la legitimidad de esta nueva camada de líderes. Fue, de todos ellos, el que llevó más lejos su vocación transformadora, aunque las reformas no siempre hayan funcionado y aunque muchas de ellas tengan pies de barro. Manteniéndose dentro de las amplias fronteras de la democracia y el capitalismo, Chávez tuvo la vocación de los grandes políticos que quieren estirar la cuerda al máximo, y en el camino chocó, una y otra vez, con la realidad de un país que lo quiso tanto como lo odió. Sin caer en disquisiciones de hegelianismo para aficionados acerca del Hombre y la Historia, si el sujeto o la estructura, digamos por último que Chávez fue la expresión más potente de un proceso que lo trasciende, histórica y geográficamente. Sus límites fueron los de Venezuela y los de las revoluciones impuestas desde arriba.

* José Natanson es Director de Le Monde Diplomatique/El Dipló, Edición Cono Sur.

Chávez embalsamado
Pascual Serrano - Rebelión

            Nuestra racional Europa mercantilista no entendió la revolución bolivariana, no entendió a Chávez y ahora tampoco entiende ni el dolor que ha provocado su muerte en los venezolanos, ni su funeral, ni su duelo, ni su embalsamamiento. Se dice con desprecio que estamos ante un rito faraónico, un culto a la personalidad típico de religiones trasnochadas y regímenes totalitarios. Recuerdan los casos de otros líderes de la izquierda como Lenin, Ho Chi Minh y Mao Tse Tung, cuyos cuerpos también fueron embalsamados. El presidente venezolano en funciones lo justificó de forma sencilla: “Se ha decidido preparar el cuerpo del comandante, embalsamarlo, para que [...] pueda ser observado eternamente". De modo que los que no dudaron en publicar ni criticaron la difusión de una foto [falsa] de Chávez intubado en portada de un periódico, les pareció morboso que durante siete días los venezolanos pudieran acercarse al cuerpo de su presidente.
            Es curioso, los sistemas que construyen auténticos templos en forma de centros comerciales, torres que quieren llegar al cielo presididas por los logotipos de sus grandes firmas empresariales y estadios olímpicos donde solo practicarán deportes las élites que generan beneficios económicos, llaman faraónicos a los mausoleos construidos para que los ciudadanos visiten el cuerpo de un líder político al que admiran.
            Sociedades cuyos programas de televisión más exitosos se fundan en la presencia vacía y hueca de individuos cuyo único mérito es ser famoso por haber salido en los programas donde salen los famosos. Donde las publicaciones más demandadas son las que presentan como exclusiva las fotos del dormitorio de la celebridad famoso y se pagan cifras millonarias por las imágenes del bautizo del último vástago. Esas sociedades ahora acusan a Venezuela de culto a la persona.
            Los que han visitado las tumbas de Lenin, Mao Tse Tung y de Ho Chi Minh saben que las colas -no de turistas, sino de locales- sin kilométricas. Algo que no sucede con los “líderes” del capitalismo, que a lo más que aspiran es a alguna estatua en un parque cuyo texto del pedestal deben leer los viandantes para reconocerlos. Y si alguno se atreve a un mausoleo, como Franco en España o Hassan en Marruecos, ninguna visita se acerca por allí.
            El ritmo trepidante del capitalismo occidental no se caracteriza por buscar personajes que sean referentes éticos a los que inmortalizar. No hay colas de ingleses visitando al tumba de Churchill, ni de franceses la de De Gaulle, ni de estadounidenses la de Washington, Lincoln o Roosevelt. El capitalismo no tiene necesidad de inmortalizar con prestigio y devoción a las personas admiradas porque lo hace con dinero en vida. Un héroe del capitalismo es Steve Jobs, el fundador de Apple. Ocupó portadas y portadas en la prensa, su muerte fue un fenómeno noticioso mundial, sus biografías fueron bestsellers de ventas. Pero, sobre todo, el capitalismo le pago mucho, mucho dinero. Dentro de cinco años nadie se acordará de él y, por supuesto, nadie se interesa por visitar su tumba. El mercado hace lo mismo con los deportistas. Son deseados por patrocinadores y empresas, y aunque son admirados por la ciudadanía, todos sabemos que la mayoría terminan vendiéndose al mejor postor. Precisamente los deportistas más queridos por los pueblos son los que no son succionados por el mercado, bien porque triunfan en un deporte no comercial o porque se mantienen fieles a los colores de su país renunciando al dinero que les ofrecen fuera. Es el caso de los deportistas cubanos.
            En el capitalismo la aceptación social se paga con dinero, cuando el capitalismo está contento con alguien le da mucho dinero para que tenga una gran casa, coma bien y viaje en un lujoso coche. Cuando se muere ya no se le puede retribuir y el mercado te olvida. El último homenaje es la esquela en la prensa, que también es mayor cuanto más dinero se paga por ella. En cambio, los pobres no pueden reconocer a sus mitos y admirados con dinero porque no lo tienen. Les pagan con la inmortalidad del recuerdo, y con todos los sistemas que puedan para mantener ese recuerdo. Y el embalsamamiento es uno de ellos. Una vez más los ricos se burlan de los pobres porque no manejan dinero en sus relaciones y afectos. Los ricos y su capitalismo no entienden que el amor de los pobres vale más que todo su dinero y, sobre todo, es inmortal. Porque cuando el pobre visita la tumba de su héroe, de su líder, está agradeciéndole lo que hizo en vida y recibiendo fuerzas para seguir luchando por sus mismas causas. Mientras tanto, el rico solo intercambia dinero con sus héroes. Y como no puede hacerlo cuando muere, lo olvida, y se queda solo con su dinero, a la búsqueda de otro héroe al que pagar.
* Pascual Serrano es periodista. Su último libro es “La comunicación jibarizada. Cómo la tecnología ha cambiado nuestras mentes” (Península) . Disponible en librerías a partir del 12 de marzo


La Venezuela que deja Chávez
Roberto Montoya - Viento Sur

            Hay una Venezuela pre Chávez y una Venezuela pos Chávez. Parece una frase hecha, de esas que se usan para todo, como aquella de “hay un mundo antes 11-S y otro mundo después del 11-S”, como un antes y un después del cine mudo al sonoro, el antes y el después al avión y así encontraremos aplicaciones en todos los órdenes de la vida.
            Y hay “antes” y “después”, que sin embargo después vuelven al “antes”. ¿O no hubo en Alemania, en Europa un “antes” y un “después” a la construcción del Muro de Berlín en 1961 y una vuelta al “antes” con su caída en 1989, la posterior reunificación alemana y la caída de los regímenes del mal llamado socialismo real que estaban detrás de él?
            Pero esa es la gran diferencia con la Venezuela y la América Latina pre Chávez y pos Chávez. Ni Venezuela ni América Latina pueden volver a ser las mismas tras el paso del Huracán Chávez.
            Muchos ingenuos políticos, analistas y medios de comunicación de la derecha de España, EEUU y otros países ya venían frotándose las manos desde hace tiempo ante el empeoramiento de la salud de Hugo Chávez, oliendo como hienas la sangre. Y ahora, tras su muerte, están excitadísimos. “Todo vuelve a la normalidad”, nos vienen a decir, “Venezuela recuperará los 14 años perdidos”.
            La variopinta oposición venezolana nucleada alrededor de la llamada Mesa por la Unidad (MUD) y los poderosos medios de comunicación que la respaldan, han utilizado política y electoralmente desde 2010 la enfermedad de Chávez de una forma infame.
            Al preparar sus elecciones primarias en febrero de 2012, de las cuales surgiría Henrique Capriles como candidato único de esa coalición compuesta por casi 20 partidos y movimientos, la oposición bajó el tono, abandonó el tradicional discurso beligerante que la caracterizaba y por primera vez se comprometió a mantener en pie “y profundizar” las reformas sociales impulsadas por Chávez desde 1999.    
            Fue un cambio de suma importancia para su estrategia. Lograron empezar a ser escuchados por algunos de los sectores de clase media baja e incluso de trabajadores disconformes con aspectos concretos de la política bolivariana que, a pesar de sus críticas, hasta ese momento seguían votando a Chávez. Porque lo que ofrecía la hasta entonces fragmentadísima oposición era una temible vuelta atrás, la anulación de todas las reformas, de todas las reivindicaciones sociales obtenidas en esos años.
            Ese cambio de discurso, esa cara amable de la oposición, hizo que la MUD saliera de esas primarias fortalecida, por primera vez con un candidato único. Y la oposición creyó que ya tenía el triunfo en sus manos, Capriles ya se veía como nuevo inquilino del Palacio de Miraflores. Pero, para reforzar su candidatura, para intentar arañarle votos al chavismo, utilizó la salud de Chávez en clave electoral, de futuro.
            Cada vez criticaba menos el programa del PSUV y más el futuro de ese programa. “No pueden votar a alguien que no podrá cumplir sus promesas, ni se sabe si llegará a las elecciones”. Ese fue el mensaje subliminal de la oposición, razón última de la cantidad de mentiras, rumores de médicos y enfermeras que supuestamente habían estado al lado de la camilla del presidente. Había que crear ese clima, que la gente se resignara a que Chávez no volvería y.que dado su carácter personalista no habría nadie que lo pudiera sustituir dentro de su movimiento.
            La MUD se presentaba así como la verdadera opción, la tolerante, moderada, la que en sus propias filas albergaba a partidos de la más rancia oligarquía con otros de corte socialdemócrata. ¿Qué mejor garantía? Y además, EEUU y la UE recibirían con los brazos abiertos a ese nuevo gobierno.
            Pero los cálculos fallaron. La MUD obtuvo 6,5 millones de votos, un indudable buen resultado, pero Chávez consiguió más de 8 millones…después de 14 años en el poder.
            Los cantos de sirena no bastaron. A pesar de la incertidumbre que lógicamente se adueñó de gran parte de la población ante la constante ausencia de Chávez durante la campaña electoral y los indudables errores de sus colaboradores más cercanos y de la dirección del PSUV para gestionar esa situación, los venezolanos acudieron masivamente a las urnas para garantizar la continuidad del proceso iniciado en 1999. Apostaron por él, a sabiendas ya en ese momento de que muy posiblemente no sería quien personalmente pudiera seguir conduciéndolo.

¿Qué Venezuela deja Chavez?

            Una Venezuela muy distinta a la que existía cuando llegó al Palacio de Miraflores a inicios de 1999, arrasando en las urnas. Para ese entonces había madurado ideológicamente y coherentizado su discurso político aquel Chávez joven teniente militar que en 1992 se había alzado contra el implacable plan de ajuste y privatización que el socialdemócrata Carlos Andrés Pérez -el amigo de Felipe González venía aplicando desde el mismo momento de llegar a su cargo en 1989. En ese mismo 1989 tuvo lugar el Caracazo, el levantamiento popular que fue reprimido brutalmente. Según cifras oficiales murieron 300 personas, pero otras fuentes elevan el número de muertos hasta 3.500.
            Andrés Pérez fue depuesto 14 meses después de la asonada militar de Chávez y otros altos mandos, que daría nacimiento al movimiento bolivariano. Chávez se asumió como el responsable máximo de esa insurrección y fue encarcelado por ello.
            A pesar de ese fracaso, el pueblo llano no olvidaría a quien había intentado acabar con un gobierno ultraliberal, elitista, corrupto y represivo y en 1998 le daría masivamente su voto.
            Chávez no salió de la nada, hizo una verdadera revolución en su país. Contradictoria o limitada en no pocos casos, especialmente en su modelo económico y productivo, con muchos temas programáticos sin definir, pero revolución sin duda.
            Catorce años son muchos sí, pero no tantos para dar vuelta el país, para intentar sacarlos de décadas de dictaduras militares ultraderechistas y gobiernos liberales y socialdemócratas corruptos, represivos, en los que los grandes beneficios del petróleo nunca llegaban al pueblo, sino a una pequeña élite dominante.
            Mucho hubo que hacer para sin tener un partido organizado y con historia detrás, poder desarticular el arcaico sistema político, crear la Asamblea Nacional, dar voz a los movimientos sociales y visibilizar a millones de personas.
            Mucho esfuerzo también costó lograr que la Unesco declarara pocos años después a Venezuela como el segundo país de Latinoamérica libre de analfabetismo –después solo de Cuba-, gracias en gran medida al intercambio con la isla de petróleo a bajo precio por la ayuda de miles de experimentados educadores y médicos cubanos.
            En las regiones más postergadas tradicionalmente de Venezuela se crearon universidades populares. Y los resultados empiezan a verse, como en zonas de Maracaibo de población mayoritariamente indígena, donde ya se han licenciado numerosos alumnos en ramas directamente ligadas a la actividad local, en Agronomía, Veterinaria, Medicina, Educación.
            Mucho trabajo también hubo que hacer para llevar la atención sanitaria de todos los niveles hasta los últimos rincones de Venezuela. Este país se puede enorgullecer de haber dado a luz en 2004 junto con Cuba a la Operación Milagro, que ha permitido operar ya gratuitamente de cataratas y otros problemas de la vista a millones de latinoamericanos.
            Según la Cepal, el índice de pobreza en Venezuela ya había bajado en 2009 al 27,8%, desde el 49,7% que tenía en 1999 y la desigualdad social se redujo en ese mismo periodo un 17,9%
            En la Venezuela que Chávez heredó, inundada en 1999 de chabolas alrededor de todas las grandes ciudades, se combate diariamente para proporcionar una vivienda digna a la gente. Fueron casi 146.000 las viviendas construidas en 2011, la última estadística disponible.
            La reforma agraria sigue su curso, aunque seguramente mucho más lenta de lo que podría ser. En las millones de hectáreas desocupadas confiscadas se intenta, a través del estímulo de “la vuelta al campo” y la creación de cooperativas y sistemas de distribución estatales, paliar uno de los graves problemas que tiene Venezuela, como muchos países de la región, incluida Cuba: la gran dependencia de la importación de productos, muchos de ellos de primera necesidad.
            Una parte importante de los beneficios obtenidos por el petróleo se utiliza para pagar los productos importados. Venezuela parece en ese sentido ir a paso de tortuga en su intento por diversificar la producción, por dejar de tener a toda la economía girando alrededor de la industria del petróleo. La cultura del petróleo sigue omnipresente.
            El proceso bolivariano tiene el indiscutible mérito de repartir por primera vez en la historia de Venezuela los ingresos del petróleo en beneficio de la población. Chávez ha llevado una hábil estrategia en la OPEP para acordar con otros grandes productores la reducción de la producción para mantener los precios y así multiplicar los beneficios. Pero la política extractivista sigue siendo el gran maná del modelo económico venezolano.
            Aunque internamente en el PSUV es motivo de discusión, la postura mayoritaria en él no parece entender que el cuestionamiento a ese modelo es algo urgente y necesario para ser coherente con un proceso progresista. La mayoría argumenta que ante las grandes necesidades sociales que aún tiene Venezuela, todo lo que queda por hacer, es imposible apostar todavía por una economía sostenible.
            El movimiento bolivariano pretende construir el “socialismo del siglo XXI” pero no se plantea el ecosocialismo aunque haya sectores minoritarios internos que lo defiendan.
            Tanto Chávez, como Morales o Correa, han reivindicado en muchos foros la necesidad de la lucha por un mundo sostenible, y han dado ciertos pasos en ese sentido, pero pocos y hasta por momentos parecieran creer que su “grano de arena” a esa lucha pasa por la defensa, nada menos, que de los agrocombustibles. Grano de arena a más devastación medioambiental en realidad , más dependencia de los Monsanto y más dificultad para garantizar el abastecimiento y el precio de los precios de productos agrícolas de primera necesidad para la población.
            Estos procesos progresistas han chocado con ese gran problema: haber heredado países con unas economías diseñadas para depender eternamente de sus riquísimas –pero finitas- fuentes de energía. Y cambiar el modelo no es fácil. Pero sería un paso de gigante reconocerlo así y fijarse un plan a corto, medio y largo plazo para diversificarlo y revertirlo.
            Rafael Correa lo sintetizó así alguna vez, ante las luchas de indígenas y campesinos contra las devastadoras exploraciones petrolíferas y mineras en zonas verdes de alto valor ambiental: “No podemos ignorar que estamos sentados sobre un gigantesco mar de petróleo”.
            Correa también visibilizó a millones de indígenas y campesinos, les dio derechos políticos y sociales, pero no tiene respuesta para ellos, que hoy se sienten protagonistas del proceso y le exigen coherencia, que no perpetúe el destructivo modelo productivo que heredó.
            Con estas contradicciones, con estas limitaciones, el movimiento bolivariano sigue su marcha y ahora tendrá que demostrar que sigue vivo después de la muerte de Chávez, que pese a su fortísima personalidad, a su omnipresencia en todos los aspectos de la vida de Venezuela durante estos últimos 14 años, ha dejado un legado sólido.
            En estos años se ha construido un partido, el PSUV, con miles y miles de militantes y simpatizantes, enraizados totalmente con los movimientos sociales, con los consejos municipales, comunales, de campesinos, trabajadores, estudiantes, con todas esas estructuras de las que se ha podido dotar la ciudadanía y que la hace sentir orgullosa protagonista. Si la vida interna de todo partido da lugar siempre a familias, a tendencias, a barones, no podía ser menos en el PSUV.
            Contradiciendo muchos de los pronósticos, Chávez, a último momento, cuando preveía sin duda su fatal destino cercano, anunció oficialmente que su delfín era Nicolás Maduro y no Diosdado Cabello, ese ex compañero de armas que lo había acompañado desde la asonada contra Andrés Pérez en 1992 y el que lo había rescatado físicamente de manos de sus secuestradores, cuando el golpe de Estado de 2002 y con el que siguió evolucionando día tras día, a diferencia de otros ex camaradas de armas que quedaron por el camino.
            A pesar de esa sintonía por momentos Chávez lo relegó, potenciando a otros de sus colaboradores pero volvía luego a darle gran protagonismo. Muchos aseguraban que era el candidato de Chávez y también el de las fuerzas armadas y posiblemente para salir al frente de esa rumorología fue el inédito pronunciamiento de fidelidad a Maduro y el proceso bolivariano que hizo ante las cámaras y puño en alto en nombre del socialismo el alto mando militar.
            Las fuerzas armadas escenificaron así el apoyo a quien Chávez quiso como su sucesor, a Maduro, otro estrecho colaborador de años, que fue asumiendo cargos de gran responsabilidad en el gobierno y el partido, con fuerte respaldo de las bases y los trabajadores del PSUV, más abierto ante los críticos internos. A pesar de que Maduro tiene la ventaja de haber sido señalado por Chávez como su sucesor, de ser quien realmente viene llevando las riendas del país en estos últimos tres meses y que lo seguirá haciendo hasta las elecciones, todavía no está dicha la última palabra sobre su candidatura.
            En estos últimos meses todo bulle en el PSUV y será importante ver el tipo de debate interno que se da en él, las reflexiones que surgen, los proyectos que se planteen para reforzar las reformas de fondo iniciadas y, sobre todo, para encarar las muchas pendientes.
            Y en cuanto a la oposición, a pesar de que desde que se presenta unida a través de la MUD y que su candidato Capriles desde hace un año no ha tenido prácticamente rival ante los múltiples mítines que pudo dar en sus giras por todo el país debido a la enfermedad de Chávez, sabe bien que sus posibilidades de victoria ante las próximas elecciones son pocas.
            La imagen de unidad que pretendió y pretende seguir dando, se deteriora a pasos agigantados. La Comisión de Estrategia para la Unidad Democrática, que eligió la propia dirección, ha publicado hace pocas semanas un documento duro, autocrítico, enumerando los numerosos errores cometidos durante la pasada campaña electoral. Y cada vez hay más reproches públicos entre los líderes de las distintas formaciones que conformar la coalición. Los dirigentes de partidos como las tradicionales Copei, socialcristiana, o Acción Democrática, socialdemócrata (el partido de Carlos Andrés Pérez) parecen ser los que hacen el balance más crítico sobre la experiencia de la MUD.
            Responsabilizan a Capriles en buena medida por la derrota electoral, critican a los parlamentarios ante la Asamblea Nacional de otros partidos de la MUD y, sobre todo, reclaman un profundo debate interno para intentar hacer avances en el plano ideológico y político, una de las grandes debilidades de la coalición para poder ofrecer una alternativa al proyecto bolivariano.
            Esas formaciones políticas y otras como Un Nuevo Tiempo, una escisión de Acción Democrática de 1999 –el partido de la oposición individualmente más votado en las tres últimas elecciones- no aceptan sin más renovar la confianza en Capriles como candidato de la MUD para las próximas elecciones y exigen abrir el debate. Temen, y no sin razón, que a menos que el PSUV, los dirigentes del movimiento bolivariano o las fuerzas armadas cometan algún error de peso en el periodo preelectoral o muestren fisuras internas, la derrota de la MUD se puede dar como segura. El chavismo seguirá sin Chávez, con matices, con cambios, con adecuaciones, con avances y estancamientos por momentos, pero el proceso que Chávez logró poner en marcha ha calado en el pueblo venezolano, es parte de él.
            De la madurez no solo del pueblo venezolano, sino fundamentalmente de los del PSUV y de las fuerzas armadas, dependerá sin duda que Venezuela no pueda volver ya nunca más al “antes” Chávez.
            A pesar de los exabruptos de Chávez, de su injustificada agresividad verbal con la oposición política y mediática, de su dificultad para reconocer la genuinidad de los movimientos que dieron origen a la primavera árabe y su erróneo apoyo a gobiernos autoritarios y regímenes totalitarios, nada de eso tendría que impedir a la izquierda revolucionaria reconocer que Chávez fue el más importante revolucionario de la historia contemporánea de Venezuela. Y, sin duda, de los que más luchó y más logró por la dignidad y la lucha de los pueblos de América Latina de todo el siglo XX y lo que va del XXI.

* Roberto Montoya es miembro del Secretariado de Redacción de VIENTO SUR

Fuente: http://www.vientosur.info/spip.php?article7758

"Yo seguiré andando y caminando"

Ana Teresa Badía - Rebelión

            Era 2005 y yo cubría la toma de posesión de un nuevo presidente en Uruguay. Montevideo, la capital, amanecía despacio y algo soleada. Aquella mañana desde la ternura, Hugo Chávez me habló de la muerte. "Estoy en manos de Dios y de los pueblos y por supuesto de mis compañeros que conmigo andan y de estos pueblos hermanos que andan aquí, pero ciertamente no es un hombre la amenaza, la amenaza al imperialismo son los pueblos, y no va a poder eliminar a los pueblos que han despertado. Yo seguiré caminando y andando hasta que Dios quiera. El Ché lo dijo una vez, yo lo repito con el Ché: donde quiera que nos sorprenda la muerte bienvenida sea siempre que otros gritos se apresten a entonar nuestros cantos de victoria".
            Un año antes habíamos hablado en otra mañana en la cual vinieron a las palabras Bolívar, Martí, la vida, la América. Pero la conversación había comenzado por el periodismo.
            Así me contó Chávez aquella vez en entrevista exclusiva.

“Los medios de comunicación privados en Venezuela sobre todo la televisión y los principales diarios escritos y cadenas radiales no sólo han aupado a la oposición sino que se han erigido en la oposición. Eso tiene una explicación histórica. Los partidos de la democracia falsa que gobernó en Venezuela cayeron demolidos por la corrupción, la traición, el saqueo de un país y la hecatombe histórica del pacto de Punto Fijo. Desde entonces no han podido levantar cabeza y mira que lo han tratado. Han hecho intentos en los años 1999, 2000 y 2001. Como los antiguos partidos no tienen liderazgo, ni proyecto alguno, ni militantes que tengan una ideología con conciencia de rol, entonces ese espacio lo han ocupado los medios y sus dueños que se han erigido en la oposición y de ahí, que puedan dirigir golpes estados, buscar el descontento de las fuerzas armadas, luchar contra el poder electoral e impulsar a la desobediencia civil.
Yo pienso que debe seguirse estudiando el caso de cómo los medios de comunicación se convierten en los cañones fundamentales de una contrarrevolución, en los cañones de la desestabilización y pierden toda la ética.
Recuerdo que Bolívar fundó el periódico El correo del Orinoco en 1818, él decía que la imprenta es la artillería del pensamiento, la batalla de las ideas, la batalla ideológica”.

-¿Será que Hugo Chávez siente pasión por el periodismo y por la radio en particular?

Oye tú estás bien enterada de todo. Desde muy niño me gustó la comunicación. Yo soy campesino, nací en un campito llamado Sabaneta. Recuerdo que mi padre, maestro de escuela, me ayudaba en todo.
Con doce años me tocó dar un discurso en la plaza Bolívar de mi pueblo en el Día de la bandera, y me acuerdo clarito de la frase con la que cerré el discurso "la bandera que Miranda trajo y que Bolívar condujo con gloria, hoy ondea libre a los cuatro vientos de Venezuela". Después, otro día, llegó un obispo a nuestro pueblo, por primera vez llegó un obispo a Sabaneta y me tocó dar las palabras de bienvenida. Ya estando en el bachillerato me gustaba estar en el equipo de muchachos que hacía un periodiquito. En esa época aprendí a dibujar, a hacer letras de molde, buscando siempre como comunicar ideas y pasiones. Luego de militar, de soldado, a los 22 años de subteniente, tenía una columna en un periódico en Barinas, mi pueblo. La publicaba los jueves y se llamaba La esperanza patriótica, y en ella escribía sobre todo de historia. Yo ya tenía algunas ideas políticas, y en varias ocasiones los superiores me mandaron algunas reprimendas preguntando por qué denunciaba cosas como la pobreza. Mi idea central ya era estudiar a Bolívar, y lo hacía buscando siempre las fuentes primarias, los documentos originales, y no las interpretaciones de algunos historiadores amañados.

La oligarquía venezolana traicionó a Bolívar. Cuando regresó a Caracas, en 1827 (decía 1927 en el original – Un error de tipeo), luego de libertar a Ecuador y Perú, y de fundar a Bolivia -pasó cinco años en el sur-, ya la oligarquía había tomado el poder, y comprado a algunos caudillos. A Bolívar lo echan de Venezuela, amenazaron con fusilarlo y se marcha a Bogotá. Lo trataron de matar muchas veces, lo salvó la Manuela Sáenz, su mujer, "la libertadora del Libertador" como él la llamaba. Ella salió con una espada a enfrentar a los sediciosos, y él salvó milagrosamente la vida, pero para morir después. Bolívar decía estoy muerto en vida, me acuchillean por tantas partes. Al final terminó solo llorando su tristeza después de veinte años de lucha, después de haber tocado la cima del Chimborazo. Había pensado libertar a Cuba y a Puerto Rico, era un Quijote verdaderamente. Murió solo, en las costas de Santa Marta en Colombia, diciendo "he arado en el mar", y dejando para el futuro su angustia, sus sueños. Esa fue la verdad que yo me fui a buscar en los documentos de los que te hablaba.
            Yo tenía un programa de radio que inventamos para captar muchachos para el ejército. Era por allá por 1975 y me iba a en un viejo autobús a dar charlas, yo quería que gente como yo pobre, hijos de obreros se vinieran a la academia militar. Tiempo después hice un curso de locutor, me gradué de locutor cuando ya tenía los grados de mayor, y era maestro de ceremonia en los actos militares. Y ahora en esta batalla mediática aquello me ha servido de algo. El programa Aló presidente nació como una necesidad para enfrentar la campaña mediática en contra del gobierno bolivariano. Yo dije como Bolívar inventó su periódico yo voy a armar mis cañones y de esa idea surge Aló presidente. Actualmente me reportan audiencia del mundo entero, ahora también por Internet, desde Pekín, Francia, México, en fin, del mundo entero.
            Fíjate hasta dónde llegan los medios de comunicación que siendo yo candidato a la presidencia pasaron una cuña en los medios en mi contra que para hacerla contrataron a un actor cómico de televisión que me imitaba, de verdad que el tipo era como el eco mío, su voz era idéntica a la mía, y él decía en un discurso voy a freír la cabeza de mis enemigos en aceite. Cuando oigo eso, dije Dios mío pero si yo no dije eso, esa es mi voz pero yo no dije eso. Entonces por fin al rato me di cuenta por unos detalles en la inflexión que no era yo. Unos amigos me ayudaron a analizar la cuña con una computadora y finalmente me dijeron mira Chávez ésta no es tu voz. Yo estaba seguro que no había dicho eso, y te cuento que para buena suerte mía resultó que el actor era un patriota, y cuando oyó la cuña convocó a una conferencia de prensa admitiendo que él había hecho la grabación porque lo engañaron diciéndole que era para un programa cómico.

-¿Si un día a través de los sueños pudiera hablar con Bolívar que le diría?
           
            Mira me pararía firme, enérgicamente, me cuadraría y le presentaría qué cosas han pasado. Le diría mi general permiso que le voy a informar las novedades de los últimos 180 años, como los cuentos que hace Fidel, de nunca acabar.
            Con Bolívar se ha cumplido esa profecía del inca, aquel líder que cuando lo estaban descuartizando los españoles aseguró muero hoy pero algún día volveré hecho millones. Bolívar murió igual descuartizado, destrozado. Si lees la última proclama, puedes ver cuánta tristeza hay en ella. La escribió en 1830 cuando le faltaba una semana para morir.
            Dicen que en el camino hacia la hacienda donde murió vio un perro callejero lleno de piojos, de garrapatas y flaco. Dijo traigan a ese perro, métanlo en la caravana, y denle comida. Uno de los muchachos que iba con él le preguntó mi general cómo le ponemos y él respondió Bolívar.
            Cuenta García Márquez en El general en su laberinto que le dijo al general Mariano Montilla que era el gobernador de Cartagena: Montilla de que nos sirvió esta mierda de independencia. Lo dijo porque él se dio cuenta que se habían liberado del yugo de España para caer en otros yugos, y entonces él decía de qué sirvió tanta guerra, tanta sangre, y es por eso que se echó a morir. Ese es el momento en el cual escribe la proclama. En ella deja también un legado positivo al hablar cómo los pueblos deben liberarse de la anarquía.
            Aquel hombre que un día se fue, ha regresado ahora hecho millones, como también Martí. Esos hombres nunca mueren, cierran los ojos y se quedan penando.

-¿Cómo Hugo Chávez define a Hugo Chávez?

Yo soy un soldado revolucionario y bolivariano.

- La virtud que más aprecia.

La humildad y el desprendimiento de lo material. Me deslumbra la persona que se desprende de todo por amor al prójimo. Admiro a quienes batallan a diario contra las adversidades. Durante aquellos días del paro petrolero, que era también como sabes un sabotaje mediático, hubo una mujer que me dio una lección. Una tarde fui a un cerro y ella me invitó a subir a la azotea de su rancho y me dice Chávez ven acá, mira aquí estamos cocinando con leña y esa leña que está ardiendo eran las patas de mi cama. Cocinaremos con lo que sea, pero muchacho no te rindas, pelea. Y yo admiro eso. A esa gente yo le entrego mi alma.

-Lo que más detesta Hugo Chávez.
 Yo he sufrido en carne propia la traición. Compañeros y compañeras que transitaron un camino, estuvimos juntos hasta en la cárcel, después las ambiciones y la corrupción de los valores hizo que me traicionaran. Eso me hace recordar una vez cuando tuve que perder a un amigo de muchos años y cuando me dirigí al pueblo le dije entre un millón de amigos y un principio, me quedo con un principio. Yo detesto la traición.

Chávez y la Economía Política Venezolana

Luciano Wexell Severo - Rebelión

            Aunque el escenario de los últimos meses era previsible, pareciera que muy pocos estaban preparados para la muerte de Hugo Rafael Chávez Frías. En este momento de consternación, perplejidad y profundo dolor ante el desaparecimiento físico del líder bolivariano, se consideró importante publicar este breve texto que contiene un resumen de la evolución de la economía política venezolana desde el surgimiento del petróleo. Las ideas centrales de este artículo salieron publicadas en otras ocasiones y fueron trabajadas con mayor detalle en el libro “ Economía venezolana 1899-2008, la lucha por el petróleo y la emancipación ” , publicado en Caracas, en 2009.
            El texto fue dividido en tres partes. La primera hace referencia a los antecedentes de la Revolución Bolivariana, desde el inicio del siglo XX. La segunda trata de los primeros 14 años del gobierno actual. Por fin, se presenta una breve sección que trata del fallecimiento de Chávez, donde se plantean algunas perspectivas de continuidad para el profundo proceso de cambios.
            Hace un siglo, el eje central de la dinámica política y económica venezolana es determinado por la contradicción existente entre los intereses nacionales y extranjeros sobre el petróleo. No hay dudas que, por lo menos hasta 1999, los últimos han prevalecido sobre los primeros. Aunque durante los años de Revolución Bolivariana se haya revelado la gran dificultad de trascender el laberinto del subdesarrollo y de destrabar los mecanismos de la dependencia, sin dudas, Venezuela ha tenido mucho más conquistas que tropiezos.

100   años   de   luchas   por   el   petróleo
            “La planta insolente del extranjero ha profanado el suelo sagrado de la Patria ” , afirmó el presidente y General Cipriano Castro, en 1903, cuando Venezuela fue invadida por embarcaciones anglo-alemanas, debido a la soberana posición gubernamental frente a la intransigencia y los desacatos foráneos en busca de petróleo. En 1908, Castro fue depuesto de la Presidencia por el General Juan Vicente Gómez, el "Patriarca" eternizado por García Márquez, que gobernó a nombre de las compañías extranjeras hasta morir en 1935.
            A seguir, habitaron el Palacio de Miraflores los Generales Eleazar López Contreras (1935-41) e Isaías Medina Angarita (1941-45), que aumentaron el poder interventor y planificador del Estado sobre la economía, asumiendo posturas democráticas, progresistas y nacionalistas en temas tan delicados como reforma agraria, recaudación de tributos y control estatal sobre los hidrocarburos. Por este motivo, Angarita fue destituido con apoyo del imperialismo norte-americano, vía golpe promocionado por sectores conservadores de las fuerzas armadas, la Iglesia, las compañías petroleras y la famosa Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras). Como resultado, se instaló una Junta “ Revolucionaria ” de Gobierno (1945-1948).
            En 1948, el escritor Rómulo Gallegos, creador de "Doña Bárbara" y "Mr. Danger", se tornó el primer presidente venezolano electo a través del voto popular. Gobernó solamente 280 días: nuevo golpe emplazó una Junta Militar de Gobierno (1948-1950), presidida por el Comandante Carlos Delgado Chalbaud y compuesta por Marcos Pérez Jiménez. En 1950, Chalbaud fue asesinado a balazos. Se instaló una nueva Junta de Gobierno (1950-1952), presidida por Germán Suárez Flamerich y nuevamente integrada por Pérez Jiménez. En diciembre de 1952 el partido Unión Republicana Democrática (URD) venció las elecciones, pero el resultado del sufragio fue desconocido y Pérez Jiménez asumió la Presidencia de forma provisional. En 1953, fue designado presidente de Venezuela por la Asamblea Nacional Constituyente. Vinieron años de desenfrenadas concesiones petroleras a las transnacionales y de brutal represión a los movimientos populares.
             Pese a la postura del mandatario, continuó la batalla, teórica y práctica, por el control del oro negro, en los campos petroleros, en los nacientes latifundios, en las universidades, en los partidos políticos clandestinos, en las nuevas fábricas y en los cerros que empezaban a llenarse de gente. El 23 de enero de 1958 las fuerzas populares derrocaron a Pérez Jiménez, pero a seguir fueron traicionadas: empezó el llamado pacto de Punto Fijo, que marcó el inicio de la IV República y sus cuarenta años de intercambio en el poder de dos partidos -el socialdemócrata Acción Democrática y el socialcristiano COPEI.
            En estas cuatro décadas pasaron doce hombres por la Presidencia; casi todos asumieron posiciones sumisas a las petroleras transnacionales, alejadas del pueblo y demoledoras de la soberanía nacional. Se fortaleció e instituyó en la vida política venezolana la cultura de la corrupción, del despilfarro, la improvisación, el oportunismo, es decir, el rentismo económico y mental -anti-valores que, como vicios, todavía continúan vivos. Para esto ha sido fundamental la contribución político-ideológica de los grandes medios de comunicación y su permanente trabajo en contra de la conciencia nacional, con el objetivo de quebrantar la autoestima popular y perpetuar las distorsiones y privilegios.
            Como respuesta al acúmulo de insatisfacciones, ya en 1989, el bravo pueblo promovió el primer movimiento continental de resistencia al neoliberalismo, el conocido Caracazo. Sin embargo, el gran torbellino estalló años después, en la madrugada del martes 4 de febrero de 1992, con el levantamiento cívico-militar liderado por el Teniente Coronel Hugo Chávez. Ya hace 21 años, pero nadie se olvidó del joven rostro asumiendo completa responsabilidad por sus hechos en cadena nacional de radio y televisión, y yendo a la cárcel por dos años. En diciembre de 1998, sedienta por superar la aguda crisis financiera y moral del país, la mayoría eligió a Hugo Chávez como presidente y líder del proceso de profundas transformaciones estructurales de Venezuela.

Venezuela Bolivariana

            Así como los demás países latinoamericanos, durante 500 años se consolidó la inserción de Venezuela en el sistema internacional como país satélite de los países centrales. Sin embargo, desde el descubrimiento del petróleo, cerca de 1910, esa relación se intensificó y la economía venezolana asumió un rol aún más fuerte como proveedora segura de energía para el centro capitalista, sobre todo para Estados Unidos. Dichas condiciones han restringido el desarrollo venezolano y condicionado directamente la deformación de su estructura económica. Resultado de ello, a lo largo del siglo XX, se presenta y se agrava la falta de conexión entre los sectores productivos internos, la concentración de la renta, la dificultad de conformar un mercado interno, la carencia de infraestructura y las debilidades de la industria y la agricultura.
            Con la llegada de la Revolución Bolivariana y la recuperación del control estatal sobre el petróleo se abrieron nuevas perspectivas para el país. Venezuela tuvo la posibilidad de utilizar su estratégica riqueza, como notoriamente ha tratado de hacerlo, para recuperar su identidad latinoamericana y para insertarse de forma más soberana en las relaciones mundiales de poder. Desde 1999, se ha priorizado el impulso a la construcción de un mundo multipolar, el fortalecimiento del eje sur-sur, la integración de América Latina y la restructuración de la OPEP. Superadas las primeras batallas por el rescate de Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA) y por el efectivo control nacional sobre los hidrocarburos, el reto ha sido aplicar de forma eficiente los recursos petroleros para promocionar la diversificación de la economía, con base en una industrialización soberana y la dinamización de las fuerzas productivas internas.
            Desde mi punto de vista, entre 1999 y 2012 la economía venezolana ha tenido por lo menos cinco etapas distintas y claramente definidas. En cada una de las fases se han verificado diferencias considerables en la dirección de los instrumentos de política económica: no existió una forma única de adopción de esas acciones; fueron cambiando conforme las circunstancias. Algunas veces fueron establecidas por decisiones del propio gobierno, otras como respuesta a las reacciones de la oposición.
            Esas etapas son las siguientes: 1) 1999 - la toma de posesión mediante un escenario económico, político e institucional bastante desfavorable interna y externamente; 2) 2000 y 2001 - la adopción de medidas intervencionistas y políticas más desarrollistas a partir del segundo semestre de 1999; 3) El golpe de Estado y el sabotaje económico, llevados a cabo por la élite asociada a los intereses transnacionales, entre el cuarto trimestre de 2001 y el tercero de 2003, como respuesta al avance del Estado sobre la economía y la industria del petróleo; 4) La reactivación económica a partir del cuarto trimestre de 2003, desde un nivel bastante superior al anterior: el Estado pasó a interferir de manera más decisiva en los temas económicos (Banco Central, políticas públicas y, lo más importante, PDVSA); 5) La llamada “ siembra del petróleo ” y el avance “ rumbo al socialismo ” , el esfuerzo por un nuevo proceso de industrialización, el pago de la deuda social y la expansión del poder estatal sobre los sectores estratégicos de la economía. Esa última etapa fue temporalmente interrumpida por la crisis internacional, que derrumbó el PIB venezolano en 2009 y 2010. En 2011, la actividad económica ya volvió a los niveles pre-crisis y en 2012 creció un 5,6%.
            Aunque en términos de renta petrolera per cápita el gobierno de Chávez haya contado durante muchos años con menos recursos provenientes de las exportaciones que las administraciones anteriores, el país estimuló un proceso de siembra petrolera. Dicho proceso se hizo posible por medio de ocho mecanismos: 1) modificación de la Ley de Hidrocarburos, aumentando la regalía cobrada por el gobierno a las compañías petroleras (del 16,6% para el 30% y del 1% para el 16,6%, en el caso de la Faja del Orinoco) y transformación de los convenios operativos en empresas mixtas con participación mayoritaria de PDVSA; 2) adopción del control de tipo de cambio en febrero de 2003, que aumentó las reservas internacionales de US$ 14 mil millones para los actuales US$ 27 mil millones de dólares (marzo de 2013) y creó las condiciones financieras para la aplicación de otras medidas; 3) la nueva Ley del Banco Central y la creación del Fondo Nacional de Desarrollo (FONDEN), que ya cuenta con un monto de casi US$ 48 mil millones para el financiamiento de proyectos sociales, comunitarios y de inversión productiva, con recursos provenientes de PDVSA y de las reservas internacionales; 4) nuevo enfoque del máximo órgano de recaudación de tributos, el SENIAT, que entre 1999 y 2012 ha aumentado las recaudaciones totales como porcentaje del PIB – impactando especialmente sobre las grandes empresas nacionales y las transnacionales, históricamente morosas y evasoras de impuestos; 5) amplio plan de inversiones públicas en la plataforma de industrias básicas, con su consiguiente efecto multiplicador y acelerador de la inversión privada en sectores como el de transformación de insumos básicos en productos de mayor valor agregado y suministrador de partes para la industria; 6) aportes anuales mil millonarios de PDVSA al desarrollo social del país, abarcando Misiones Sociales, Núcleos de Desarrollo Endógeno y Financiamiento de proyectos del FONDEN, como mecanismo de emergencia para pagar la inmensa deuda social acumulada durante décadas, disminuir el desempleo y combatir estructuralmente la inflación; 7) esfuerzos del Ministerio de Agricultura y Tierras (MAT) para aumentar en más del 33% la superficie sembrada, activando productivamente centenares de miles de hectáreas, con apoyo técnico, financiero, logístico y la construcción de infraestructura (riego, almacenaje y transporte); 8) intervención y estatización de empresas estratégicas, como las de telefonía (Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela -CANTV, de la estadounidense Verizon), energía (Electricidad de Caracas -EDC, de la estadounidense AES; la planta compresora de gas PIGAP, de la estadounidense Williams Companies; e industrias conexas del sector petrolero), siderurgia (Siderúrgica del Orinoco – SIDOR y Sidetur, de capitales argentinos y mexicanos), cemento (la mexicana CEMEX, la francesa Lafarge y la suiza Holcim), minería (Las Cristinas, de la empresa canadiense Crystallex), alimentos (plantas procesadoras de arroz y productoras de pasta de la estadounidense Cargill, empresa de Lácteos Los Andes y centrales azucareras), pulpa y papel (de la papelera irlandesa Smurfit Kappa),empresas metalúrgicas, además del Banco de Venezuela, del grupo español Santander.
            Desde el punto de vista de la integración regional, Venezuela ha empujado propuestas tan avanzadas que tensionaron la aplicación de iniciativas novedosas. El eje de las acciones está direccionado hacia la promoción del intercambio basado en la cooperación y el respeto a la autodeterminación. Los principales ejemplos de eso son los acuerdos de suministro de petróleo a precios subsidiados con varios países caribeños y sudamericanos, en el marco de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA). Con base en los insistentes planteamientos venezolanos en los foros internacionales y regionales fueron constituidos el Banco del Sur, la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Además de eso, el país ingresó formalmente al MERCOSUR, estimulando que el bloque regional pueda trascender su limitada perspectiva comercial hacia niveles más profundos de complementación . Otra imagen nítida de la combativa postura venezolana fue el entierro de la propuesta estadounidense de anexión, el ALCA, en Mar del Plata, en 2005.
            La búsqueda por la siembra del petróleo – con todas sus visibles limitaciones – expresa la audacia venezolana de buscar la superación de su condición de colonia. El país, pese a los problemas que persisten, demuestra que es posible romper cadenas y emanciparse; sobre todo si se busca empujar la liberación nacional juntamente con el proceso de integración regional. Por lo demás, se sabe que el actual proceso de transformaciones estructurales representa más que un capítulo de la guerra por el control del petróleo. En este momento de grandes definiciones, Venezuela propone y promueve avances que pueden definir nuevas condiciones de lucha en los países periféricos. Es una pelea por la independencia, que comenzó hace por lo menos dos siglos y todavía está lejos de terminar.
            Vale apuntar que el problema venezolano es distinto de los demás países de la región: no sufre tanto con la restricción externa y cuenta con abundancia de divisas. Su principal desafío sigue siendo utilizar los recursos del petróleo de forma eficiente, promocionando la diversificación productiva en una economía que vive de la renta del subsuelo e importa todo lo que puede. Otra característica que complejiza la acción transformadora es la falta de instituciones funcionales al cambio, así como de técnicos capacitados comprometidos con el proceso. La respuesta más acertada parece ser ampliar la industrialización bajo control del Estado, profundizar la “ siembra del petróleo ” , fortalecer el aparato planificador estatal e intensificar la participación popular en las tomas de decisión.
Desaparición   física

            La entrega incondicional de Chávez al proceso de transformaciones conmueve. Muchas veces dijo que entregaría su vida al pueblo, que dejaría su alma y su sangre en la lucha por la liberación de Venezuela y por la redención de los más humildes. En los últimos meses, aunque estuviera con una enfermedad terminal, dedicó sus días al trabajo incansable y a una campaña electoral presidencial. Habló, saltó, bailó y cantó bajo sol y bajo lluvia. Las imágenes están disponibles, los videos están al alcance de cualquiera que los quiera ver mil veces. Además, están las denuncias que hace al imperialismo estadounidense, al trabajo sucio de la Embajada yankee en Caracas y al esfuerzo permanente de los agentes de la CIA para eliminarlo físicamente. Hace pocos días, el presidente encargado Nicolás Maduro y la abogada Eva Golinger, autora del libro “ El código Chávez ” , acusaron al gobierno de Estados Unidos de haber generado el cáncer de Chávez. Un planteamiento de ese tipo puede parecer lunático solamente para los que no conocen la historia de la injerencia de Washington en Latinoamérica.
            No se trata de otro mundo ser o no posible, sino de que otro mundo es urgentemente necesario. La obra para transformarlo será diaria y de muchas generaciones, obviamente sin cualquier garantía de que se pueda alcanzar la meta. Pero, como lo dijo el maestro cubano José Martí, no hay otro camino: “La libertad cuesta muy cara, y es necesario, o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio”. Son muy pocas las circunstancias de la historia en que la acción de las individualidades puede contribuir de manera significativa para cambiar la realidad. Extraordinariamente existen brechas, espacios y tiempos en los cuales esa posibilidad de intervención se hace más realizable. Tiene razón Víctor Hugo al afirmar que “ No hay nada más fuerte que una idea cuyo tiempo ha llegado” . Chávez ha sabido conducir la apertura de una excepcional brecha; aquella que ya había vislumbrado Ali Primera.
            La línea trazada por las luchas sociales en Venezuela, así como en cualquier otro país, no es una recta: sus procesos están constantemente marcados por avances, retrocesos, momentos de grandes cambios o de paralización aparente. Esos permanentes movimientos cuentan con un gran número de variables, con sus vectores positivos y negativos, con su interminable juego de fuerzas contrarias. La larga guerra por el control de la mayor riqueza nacional está llena de grandes desafíos, buenos y malos, repleta de seres brillantes y mediocres, de héroes y traidores, que transcendieron su individualidad y escribieron la historia venezolana, con espadas, pensamientos, bolígrafos, metralletas y sangre. En el campo nacional, popular y antiimperialista, con sus encuentros y diferencias, han estado hombres como Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, José Félix Ribas, Ezequiel Zamora, Cipriano Castro, Isaías Medina Angarita, Fabricio Ojeda y miles de otros. No hay dudas que el presidente Hugo Chávez representó a ese polo. Del lado contrario, la oligarquía parasitaria, las transnacionales, el imperialismo y sus estructuras de poder global.
            Feliz aquel que le ha tocado el privilegio de vivir la Venezuela Bolivariana. Tuve la alegría de pasar cuatro intensos años viviendo y trabajando por allá, plenamente metido en el torbellino del gobierno de Chávez, junto a compañeros inolvidables y situaciones indescriptibles. Son admirables la conciencia y la capacidad de movilización del pueblo venezolano, que históricamente asume un papel de vanguardia en las luchas por la liberación nacional y por la integración regional. El historiador uruguayo Vivián Trías afirmaba que el nacionalismo latinoamericano es popular, antiimperialista e integracionista. Y así es. Bolívar fue así, Chávez fue así. Las expectativas para el futuro venezolano son las mejores posibles. Es decir, que haya unidad en las fuerzas bolivarianas, que Nicolás Maduro conduzca la continuidad del proyecto emancipador y que Venezuela siga trasmitiendo ese aliento transformador por todos los rincones del mundo.

* Luciano   Wexell   Severo es Profesor   de   la   carrera   de   Economía,   Integración   y   Desarrollo   de   la   Universidad   Federal   de   Integración   Latinoamericana   (UNILA),   Foz   do   Iguazú,   Brasil.   luciano.severo@unila.edu.br

Perdimos nuestro mejor amigo

Fidel Castro Ruz

            El 5 de marzo, en horas de la tarde, falleció el mejor amigo que tuvo el pueblo cubano a lo largo de su historia. Una llamada por vía satelital comunicó la amarga noticia. El significado de la frase empleada era inconfundible. Aunque conocíamos el estado crítico de su salud, la noticia nos golpeó con fuerza. Recordaba las veces que bromeó conmigo diciendo que cuando ambos concluyéramos nuestra tarea revolucionaria, me invitaría a pasear por el río Arauca en territorio venezolano, que le hacía recordar el descanso que nunca tuvo.
            Nos cabe el honor de haber compartido con el líder bolivariano los mismos ideales de justicia social y de apoyo a los explotados. Los pobres son los pobres en cualquier parte del mundo.
            “Déme Venezuela en qué servirla: ella tiene en mí un hijo.”, proclamó el Héroe Nacional y Apóstol de nuestra independencia, José Martí, un viajero que sin limpiarse el polvo del camino, preguntó donde estaba la estatua de Bolívar.
            Martí conoció el monstruo porque vivió en sus entrañas. ¿Es posible ignorar las profundas palabras que vertió en carta inconclusa a su amigo Manuel Mercado víspera de su caída en combate?: “…ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber —puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que ser, y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas…”.
Habían transcurrido entonces 66 años desde que el Libertador Simón Bolívar escribió: “…los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la Libertad”.

El 23 de enero de 1959, 22 días después del triunfo revolucionario en Cuba, visité Venezuela para agradecer a su pueblo, y al gobierno que asumió el poder tras la dictadura de Pérez Jiménez, el envío de 150 fusiles a fines de 1958. Dije entonces:

“…Venezuela es la patria de El Libertador, donde se concibió la idea de la unión de los pueblos de América. Luego, Venezuela debe ser el país líder de la unión de los pueblos de América; los cubanos respaldamos a nuestros hermanos de Venezuela.

“He hablado de estas ideas no porque me mueva ninguna ambición de tipo personal, ni siquiera ambición de gloria, porque, al fin y al cabo, la ambición de gloria no deja de ser una vanidad, y como dijo Martí: ‘Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz.’”

“Así que, por tanto, al venir a hablarle así al pueblo de Venezuela, lo hago pensando honradamente y hondamente, que si queremos salvar a la América, si queremos salvar la libertad de cada una de nuestras sociedades, que, al fin y al cabo, son parte de una gran sociedad, que es la sociedad de Latinoamérica; si es que queremos salvar la revolución de Cuba, la revolución de Venezuela y la revolución de todos los países de nuestro continente, tenemos que acercarnos y tenemos que respaldarnos sólidamente, porque solos y divididos fracasamos.” ¡Eso dije aquel día y hoy, 54 años después, lo ratifico!

            Debo solo incluir en aquella lista a los demás pueblos del mundo que durante más de medio siglo han sido víctimas de la explotación y el saqueo. Esa fue la lucha de Hugo Chávez. Ni siquiera él mismo sospechaba cuán grande era.

¡Hasta la victoria siempre, inolvidable amigo!

El hombre de la boina roja

Peter McLaren – Herramienta - (*) Traducido del inglés para Herramienta por Hugo Casas.

            Los debates históricos acerca del legado de Hugo Chávez han comenzado. Tal vez algún día me sume a esos debates. Pero no ahora. Los ataques a Chávez “el dictador” o Chávez el carismático “oponente” de los Estados Unidos exigirán una fogosa defensa de la izquierda. Quizás me una a tales esfuerzos en los meses y años por venir. Pero no ahora. En este breve espacio, quiero hablar de Hugo Chávez como el líder que inspiró a una generación a creer en que una alternativa al capitalismo puede ser modelada desde la reinvención del estado por las mayorías populares.
            La popularidad de Chávez tiene un alcance mundial histórico y no sería equivocado analizar su carismático liderazgo en el contexto de un culto a la personalidad como los de Fidel, el Che o el subcomandante Marcos, por ejemplo. Esto no disminuye la importancia de su rol como una figura capaz de inspirar a millones en la izquierda y promover la fe en la posibilidad de una alternativa más humana al capitalismo, una vez ganada la batalla contra el imperialismo de los EE.UU. Chávez, cuyo padre era descendiente de indígenas y su madre de descendencia africana, era objeto frecuente de burlas raciales por parte de la élite blanca de la clase dominante, que no oculta su discriminación racial hacia el resto del pueblo venezolano, cuyas cuartas quintas partes pueden ser descritas como indígenas, mestizos, mulatos o africanos. Recuerdo que un día, luego de una marcha particularmente larga por las calles de Caracas en apoyo al Presidente Chávez, fui de negocio en negocio tratando de comprar como suvenir un popular muñeco de Chávez. Pero no lograba encontrar ni un solo muñeco. Me comentaron que podría encontrar alguno en Altamira, un próspero barrio de la parte este de Caracas. Me sorprendí. Un camarada se rió ante mi expresión y me dijo que la élite blanca dominante, los llamados “escuálidos”, tenían muchos muñecos de Chávez a su disposición en todos lados: refiriéndose a Chávez como “ese mono”, ataban los muñecos a los paragolpes de sus autos y los arrastraban por las calles.
            Metiéndose en nuestras vidas cotidianas tanto como una ideología como una serie de prácticas de acumulación y procesos de producción, el capitalismo neoliberal pretende ser el trono de la construcción democrática pero en realidad ha apresurado su defunción. El capitalismo tiene una coqueta, humilde e inmaculada apariencia de consistencia atemporal, siempre inalterable, pero esa apariencia no es más permanente que el lápiz labial en un espejo, los éxitos de Barry Manilow tocados con vibráfono en los centros comerciales o uno de los famosos pedos de cerveza de Charles Bukowski. Lo que hace que el capitalismo parezca indeleble e imitable es el hecho de que hace muy rica a alguna gente; y estos ejemplares exponentes de la clase capitalista son lo que los aparatos de estado exhiben en sus estridentes medios de comunicación: estrellas de cine, magnates corporativos, marcadores de tendencia, celebridades y agentes culturales. Mientras las noticias acerca de la celulitis de las celebridades nos sacuden para mantenernos despiertos en un estado de lucidez anfetamínica, los aristócratas del chisme de Hollywood, equipados con la más profunda y electrizante lucidez disponible nos informan qué estrella tiene el mejor cuerpo en bikini. Al mismo tiempo, permanecemos emocionalmente insensibles al dolor y el sufrimiento de la gente que lucha y se esfuerza contra la pérdida de poder adquisitivo, el desempleo, la falta de comida y de atención médica. Y muy raramente dirigimos nuestras miradas al sur de la frontera.
            Hugo Chávez subió la apuesta para los norteamericanos. Nos mostró que un Presidente podía ser reelegido muchas veces y aún así dirigir la mayor parte de sus esfuerzos a ayudar para que los pobres y los desprotegidos se ayuden a sí mismos. Nos hizo conscientes de que el confort que disfrutábamos en los Estados Unidos era un resultado directo de la forzada dependencia que los EE.UU. crearon con las Américas. Mostró al mundo que la lucha de clases ya no está delimitada como hombres vestidos de mameluco o pantalones ferroviarios versus dueños de fábricas con sombrero de copa, corbatas continentales y sacos cruzados. O por los sans-culottes versus los trajes de las clases dominantes. O por financistas con capa y bastón con mango de plata explotando la fuerza laboral de zafreros, zapateros y mineros del cobre acarreando sus viandas de sueños perdidos. La lucha, como nos lo diría en su programa televisivo semanal, Aló Presidente, es la lucha de la clase transnacional capitalista contra todos aquellos que dependen de un salario por su trabajo. Nos hizo ver que necesitamos culturas contestatarias de alcance transnacional para poner fin a la explotación del capitalismo.
            Los Círculos Bolivarianos de Chávez (llamados así por Simón Bolívar), actúan como grupos de vigilancia modelados según los Comités de Defensa de la Revolución en Cuba, funcionan como enlace entre los barrios y el gobierno y fomentan el apoyo a Chávez. Fueron importantes en el combate contra los líderes empresariales y los generales del ejército disidentes, quienes, con apoyo de los EE.UU. intentaron derrocar el gobierno de Chávez. Los miembros de los Círculos Bolivarianos pudieron tomar los abandonados polos eléctricos, enfrentar la movilización de la oposición y movilizar a los simpatizantes a través de la ciudad desde los barrios de la clase trabajadora. Fueron un ejemplo de auto determinación por la soberanía como lo evidencia la declaración bolivariana: “Nuestra América: una Sola Patria”, que rechaza la lealtad ideológica a “América” en tanto una América definida por el sistema capitalista con una carga de valores que favorecen al imperialismo y la explotación para obtener mayores márgenes de rentabilidad. Chávez creó una infraestructura para los consejos comunales, la autogestión de fábricas y cooperativas y la participación en programas sociales. Este fue un logro extraordinario pues nunca antes la gente que vivía en los barrios había tenido alguna posibilidad real de participar en el gobierno. Que un líder asuma la postura de trabajar con una opción preferencial por los pobres y desprotegidos, sea reelecto más veces que cualquier otro líder en el hemisferio occidental (en el mismo tiempo) –y sobreviva al golpe de estado apoyado por los EE.UU. en 2002 y a las huelgas petroleras que deterioraron la economía- es toda una proeza. Incluso Jimmy Carter elogió el proceso electoral en Venezuela como uno de los más transparentes que haya podido observar.
            Las políticas de Chávez apuntan a la importancia del “desarrollo desde abajo” que podía lograrse a través de la democratización de los lugares de trabajo por medio de consejos de trabajadores y un cambio substancial en la propiedad de la producción, el comercio y el crédito, con el objetivo de expandir la producción de comida y de productos para satisfacer las necesidades básicas de los pobres, que conformaban el “mercado interno”. Una vez que el presidente Chávez fue capaz de controlar la industria petrolera, su gobierno pudo reducir la pobreza a la mitad y la extrema pobreza en un 70 %. Chávez ayudó a que Venezuela pasara de ser uno de los países más desiguales de Latinoamérica a ser el más equilibrado (después de Cuba) en término de ingresos.
            El capitalismo funciona a través de un proceso de intercambio de valores, mientras que Chávez estaba más interesado en un proceso de intercambio comunal. Esto es, por citar solo un ejemplo, intercambiar petróleo por atención médica mediante un programa con Cuba según el cual doctores cubanos fueron enviados a Venezuela y se establecieron en muchos barrios. Recuerdo una vez que estaba muy enfermo, con la fiebre por las nubes y tuve que llamar al doctor, pero antes que el doctor llegara luché vanamente para ponerme una remera del Che sobre mí empapado cuerpo para obtener algo de solidaridad con este gringo enfermo. Chávez seguía el principio del “buen vivir” que podría ser traducido al inglés como “to live well”. Pero la expresión que tiene raíces indígenas es muy diferente al dicho norteamericano “the good life” [1] . El buen vivir requiere que los individuos en sus diversas comunidades tengan real posesión de sus derechos y sean capaces de ejercer sus responsabilidades en un contexto de respeto por la diversidad y los ecosistemas. Se trata de riqueza social, no de riqueza material.
            Recuerdo cuánto disfruté enseñando en la Universidad Bolivariana de Venezuela -como parte de la Misión Sucre que brinda educación superior gratuita a los pobres independientemente de sus calificaciones académicas, educación previa o nacionalidad- ubicada cerca de la Universidad Central de Venezuela, en las oficinas ultra lujosas de los antiguos ejecutivos petroleros de PDVSA, a quienes Chávez despidió a causa de sus intentos por derrocar al gobierno. La matrícula universitaria se duplicó bajo el gobierno de Chávez. Los proyectos estudiantiles fueron enlazados de manera indisoluble con la mejora de la comunidad local. En una ceremonia de graduación en los primeros años de la universidad, Chávez pronunció la famosa frase: “El capitalismo es machista y en gran medida excluye a la mujer, por eso, con el nuevo socialismo, ustedes, señoritas, pueden volar libres”.
            Chávez implementó una estructura para ofrecer empleo a los graduados de la UBV a través de una Comisión Presidencial que permitía a los nuevos graduados instalarse en diversos puntos del país en proyectos de desarrollo. Los graduados recibirían una beca ligeramente superior al salario mínimo. Algunos de estos proyectos involucraban a la Misión Árbol, para recuperar el medio ambiente dañado por el capitalismo, como el río Guaire. Cuando fui invitado por primera vez a Venezuela por el gobierno para ayudar a apoyar la revolución bolivariana, recuerdo haber hablado en la Universidad Central de Venezuela. Los estudiantes que asistían a esta universidad eran en su mayoría hijos de la élite dominante. No muchos eran chavistas o en todo caso no lo eran cuando hablé allí. Después de anunciar a los estudiantes presentes que yo era chavista: “Soy Chavista!” [2] , me contaron que algunos de ellos en represalia habían arrancado mi foto de un mural de teóricos críticos que los estudiantes habían creado. Pero en los años siguientes tuve la posibilidad de mantener muy buenas conversaciones con algunos de los estudiantes de allí.
            Tuve el privilegio de ser invitado varias veces a Aló Presidente, en una de ellas estuve sentado al lado de Ernesto Cardinal. Vi a Ernesto hablar elocuentemente sobre Chávez y su sueño de unir a la humanidad mediante un profundo espíritu de amor. Participé en reuniones de las Misiones: programas sociales de salud, educación, trabajo y vivienda, instalados por Chávez cuando llegó al cargo en 1999, para ayudar a los pobres en su alfabetización, terminar la secundaria, organizar sus comunidades y conseguir atención médica.
            En el 2005, cuando el Presidente Chávez ofreció a los residentes del Bronx un nuevo programa para calefaccionar sus viviendas, fue ridiculizado por los medios de EE.UU. presentándolo como un barato ardid publicitario. Chávez estaba usando las ganancias provenientes de las ricas reservas petroleras de su nación para promulgar programas sociales, y ofrecía a los residentes del Bronx el mismo trato, lo que implicaba proveer petróleo con grandes descuentos (a través de Citgo) para calefaccionar los hogares de residentes con apremios económicos, siempre que los ahorros obtenidos fuesen reinvertidos en programas que beneficiaran a los pobres. Desde entonces el veterano congresista José Serrano ha manifestado su gratitud a Chávez por instituir este programa en su distrito.
            Si bien me encontré con el Presidente Chávez una media docena de veces, solo conversé con él una vez. Agradeció mi trabajo en pedagogía crítica y mi disposición a compartir mi trabajo con la gente de la revolución bolivariana. Pero me recordó que yo tenía mucho que aprender del pueblo venezolano y que debía mantener esa actitud en mi trabajo. Y tenía razón.
            Hugo Chávez Frías montó el Ángel de la Historia como un potro salvaje a través del fogoso firmamento de la revolución, descorriendo la cortina de la “estrategia para el sur” del imperialismo y promoviendo la causa del socialismo del siglo veintiuno. Era un soldado, esencialmente, uno con la suficiente humanidad como para mirar fija y directamente al corazón del capitalismo y advertirnos que latía con derrames de petróleo confiscado y que su preocupación por el “cap and trade” estaba regulada por el mercado. Hugo Chávez fue coronado por la historia con una boina roja y nos dejó el orgullo de ser guerreros de la justicia social, marchando hacia un nuevo futuro.

(*) Peter McLaren. B.A., B.Ed., M.Ed., Ph.D., F.R.S.A., Ed.D (honoris causa), Dip Tchg. Division of Urban Schooling Graduate School of Education and Information Studies. University of California, Los Angeles. 3022C Moore Hall mclaren@gseis.ucla.edu. El gobierno de Venezuela honró recientemente al profesor McLaren con el Premio Internacional en Pedagogía Crítica.

NOTAS:
[1]  N. del T.: La buena vida. [2]  N . del T.: En español, en el original.





Las últimas instrucciones de Chávez

Aram Aharonian - Rebelión

            La misma noche de su último triunfo electoral, el 8 de octubre, el presidente Hugo Chávez anunció desde el balcón del pueblo el inicio de un nuevo ciclo en la construcción del socialismo venezolano, con un llamado a la crítica y la autocrítica, a multiplicar la eficiencia, terminar con el burocratismo –una nomenclatura que acata pero no cumple- y, sobre todo fortalecer el poder comunal.
            Doce días después, el 20 de octubre, en el primer consejo de ministros de este nuevo ciclo, Chávez dejó sus instrucciones –El golpe de timón, lo llamó- para el período 2013-2019, donde insiste en la necesidad de un poder popular que desarticule la trama de opresión polpitica, la explotación del trabajo y dominación cultural. “ La autocrítica es para rectificar, no para seguirla haciendo en el vacío, o lanzándola como al vacío. Es para actuar ya, señores ministros, señoras ministras”, señaló, instándolos a dar un golpe de timón.
            Antes de iniciar el nuevo ciclo, Chávez señaló la necesidad del debate de fondo para afrontar una lógica de la llamada institucionalización de la revolución y sus efectos de derechización y burocratización: “Alguien debe organizar un gran foro sobre la vía al Socialismo. Allí se discutirá, por ejemplo: ¿Se puede ir al Socialismo en conchupancia con el capitalismo? ¿Se puede separar la relación económica de la formación de la conciencia del Deber Social, fundamento del socialismo? ¿Se pueden construir nuevos empresarios capitalistas sin conciencia capitalista, como proponen algunos? La ausencia de discusión nos lleva al fracaso”.
             Chávez era consciente que en las bases –que exigían participación y debate- había malestar por un reforzamiento de sectores, prácticas e ideologías funcionales al capital en importantes voceros políticos (ministros, diputados, gobernadores, candidatos a alcaldes, cuadros de dirección partidista), orientados a sacarle el cuerpo a la teoría y práctica del socialismo, situación que era comentada por analistas y voceros en medios de comunicación (generalmente bolivarianos).
            Chávez habló de configurar una nueva socialidad desde la cotidianidad, con nuevos modos de planificar y producir la vida material, basada en la solidaridad, pulverizar el viejo estado burgués, inventar nuevas formas de gestión pública, e insistió en la irreversibilidad de la transición socialista. Ya el Che Guevara había denunciado los vanos intentos de “construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo: propiedad privada, mercado, dinero, mercancías, competitividad”.

Transición al socialismo

             “A veces podemos caer en la ilusión de que por llamar, yo soy enemigo de que le pongamos a todo “socialista”, estadio socialista, avenida socialista, ¡qué avenida socialista, chico!; ya eso es sospechoso. Por allá alguien le quería poner a una avenida “socialista”, panadería socialista, Miraflores socialista. Eso es sospechoso, porque uno puede pensar que con eso, el que lo hace cree que ya, listo, ya cumplí, ya le puse socialista, listo; le cambié el nombre, ya está listo.”, dijo a sus ministros.
            Chávez contextualizó la lucha contra el viejo modelo que se niega a morir; “ No nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros. Éste es un programa precisamente para afianzarlo y profundizarlo; direccionado hacia una radical supresión de la lógica del capital que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo de avance hacia el socialismo” .
            Insistió en la radicalización de la democracia y de impedir la reproducción de la burocracia tanto en el  partido, gobierno, instancias gremiales y sindicales, parlamento, movimiento social ; (el Plan de la Patria), “es un programa de transición al socialismo  y de radicalización de la democracia participativa y protagónica . Partimos del principio de que acelerar la transición pasa necesariamente por, valga la redundancia, acelerar el proceso de restitución del poder al pueblo. El vivo, efectivo y pleno ejercicio del poder popular protagónico es insustituible condición de posibilidad para el socialismo bolivariano del siglo XXI… ”
            El Presidente destacó ante sus ministros una frase del teórico István Mészáros; “El patrón de medición de los logros socialistas es: hasta qué grado las medidas y políticas adoptadas contribuyen activamente a la constitución y consolidación bien arraigada de un modo sustancialmente democrático, de control social y autogestión general ”.
            Repitió asimismo que la “máxima felicidad posible”, pasa por discutir el consumo alienado y las necesidades artificiales, superación del “tener” por el “ser”.

 Estudio y formación política

            Chávez insiste en la necesidad de estudio y formación política para la alta dirección del gobierno: “¿Cuántas horas le dedicamos al estudio nosotros cada día, a la lectura, a la reflexión? Es necesario que le dediquemos, yo diría que varias horas al día, por encima de todos nuestros compromisos, porque estamos hablando de los elementos vitales de este proyecto. A veces creemos que todo debe controlarse desde Caracas, no. Se trata de crearun conjunto de sistemas paralelos coordinados y de ahí la regionalización, los distritos motores. Pero no hemos creado ni uno todavía y tenemos la ley, decretamos uno, pero lo decretamos y ya, y dentro de los distritos motores las comunas”
            Y dentro de la necesidad de una revolución productiva, habló de instaurar nuevos modelos productivos socialistas, “Las fábricas construidas con fines capitalistas llevan las marcas indelebles de su “sistema operativo”, la división social jerárquica del trabajo en conjunción con la cual fueron construidas. Un sistema productivo que quiere activar la participación plena de los productores asociados, los trabajadores, requiere de una multiplicidad de procesadores “paralelos”, coordinados de la manera adecuada, así como de un correspondiente sistema operativo que sea radicalmente diferente a la alternativa operada de manera central, trátese de la economía dirigida capitalista o de sus bien conocidas variedades poscapitalistas presentadas engañosamente como “planificación”.”

 “¿Dónde está la comuna?"

            Chávez, en tono de autocrítica, pone en la mesa la posibilidad de perder el rumbo de un gobierno revolucionario, que parece olvidarse de la propia legislación sobre el Poder Popular y el Sistema Económico Comunal, los Consejos de Trabajadores, la Contraloria Social, sobre Empresas de Propiedad Social, Distritos Motores de Desarrollo, Planificación Democrática.
             “(…) La comuna, el poder popular, no es desde Miraflores ni es desde la sede del ministerio tal o cual desde los que vamos a solucionar los problemas. No creamos que porque vamos a inaugurar la fábrica de Cemento Cerro Azul o la fábrica de fábricas en Guanare, o la fábrica de computadoras, o la fábrica de satélites, o la fábrica ésta y aquella, o porque nacionalizamos cementos, ya estamos listos, no; … Cuidado, si no nos damos cuenta de esto, estamos liquidados y no sólo estamos liquidados, seríamos nosotros los liquidadores de este proyecto. Nos cabe una gran responsabilidad ante la historia a los que aquí estamos. Véanse las caras, véanse los ojos en el espejo cada vez que vayan al baño o a donde haya un espejo. Yo de primero.”
             “¿Acaso la comuna es sólo para el Ministerio de las Comunas? (…) mucha gente cree que a ese ministerio es al que le toca las comunas. Eso es un gravísimo error que estamos cometiendo. Revisemos. Firmé un decreto creando algo así como ente superior de las comunas. ¿Dónde está? No ha funcionado”
             “(…) Y allá en Ciudad Belén, seguimos entregando las viviendas, pero las comunas no se ven por ningún lado, ni el espíritu de la comuna, que es mucho más importante en este momento que la misma comuna: la cultura comunal. ¿Me explico? ¿Será que yo seguiré clamando en el desierto por cosas como éstas? Todos aquí tenemos que ver con esto, todos, desde mi persona, la Presidencia de la República; aquí en torno a Miraflores debería existir ya una comuna. Todos y todas tenemos que ver con eso; es parte del alma de este proyecto”.
             “(…) Creo que tenemos unos nuevos códigos; creo que tenemos una nueva arquitectura legal, jurídica, empezando por la Constitución; tenemos leyes de consejos comunales, leyes de comunas, economía comunal, las leyes de los distritos motores de desarrollo; pero no le hacemos caso a ninguna de esas leyes; nosotros, que somos los primeros responsables de su cumplimiento. Yo espero ver respuestas a estas reflexiones y a esta autocrítica pública que estoy haciendo.”
            Y, dirigiéndose a Maduro, a quien 45 días después invistiera como su s ucesor, dijo: “Nicolás, te encomiendo esto como te encomendaría mi vida: las comunas, el estado social de derecho y de justicia. Hay una Ley de Comunas, de economía comunal. Entonces, ¿cómo vamos a estar nosotros haciendo…?”